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etcétera
intz ha identificado en el Códice Sasson unas marcas que rastrean los cambios en su propiedad, a lo largo de los siglos. La más antigua es una escritura de venta de alrededor del año 1000 EC, que indica que fue vendida por Khalaf ben Abraham, a Isaac ben Ezekiel al-Attar, quien más tarde se la heredó a sus hijos. Aproximadamente 200 años después, se donó a la sinagoga de la ciudad de Makisín, en el noreste de Siria. Después de que la sinagoga fue destruida, según una marca en el libro, el códice fue confiado a Salama bin Abi al-Fakhr, quien supuestamente lo habría devuelto a la comunidad local cuando la sinagoga eventualmente fuera reconstruida.
Pero al parecer eso nunca sucedió. De hecho, el único otro registro que nos queda de esa comunidad judía en Makisin es una referencia de Obadiah ha-Ger, un francés converso al judaísmo que pasó por allí en algún momento del siglo XII. El rastro del códice se enfrió durante aproximadamente 600 años. En 1929, apareció a la venta en Frankfurt, y Sasson lo compró por 350 libras esterlinas. Se desconoce el nombre del vendedor, o cualquier otro detalle de cómo llegó a Alemania. En 1978, el British Rail Pension Fund se lo compró a los herederos de Sasson por 320,000 dólares; y en 1989, el fondo lo vendió en una subasta por $3.19 millones a un comerciante, quien luego se lo vendió a Safra.
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Al parecer, el libro solo ha sido exhibido una vez, en 1982 en el Museo Británico. Pero antes de la subasta de Sotheby’s, el manuscrito estará a la vista del público en Londres, Tel Aviv, Dallas, Los Ángeles y Nueva York.
En el códice se perciben, además, los símbolos que los escribas posteriores han agregado en sus márgenes, marcando el comienzo de las diferentes porciones que se leen en la sinagoga cada semana.
El libro, dice Mintz, “irradia historia y santidad. ¡Ya quisiéramos todos vernos así de bien… después de mil años!”
Los libros antiguos más caros han sido el Códice Leicester, un manuscrito de Leonardo da Vinci que fue comprado por Bill Gates por 30.8 millones de dólares; y una primera impresión de la Constitución de los Estados Unidos, vendida en 43.2 millones de dólares.