Cartilla festival de arte a la esquina by congresodelospueblos6

MOVIMIENTO CULTURAL ARTE A LA ESQUINA Y LA VEREDA Artistas comprometidos con la transformaciรณn y la vida digna

con el apoyo de

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda

MOVIMIENTO CULTURAL ARTE A LA ESQUINA Y LA VEREDA Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna

Congreso de los Pueblos Con el apoyo de: Ayuda Popular Noruega

Contenido I.

Los primeros pasos y un camino por recorrer

II.

Ejes políticos del Movimiento Cultural Arte a la Esquina y la Vereda

III.

Una revolución cultural que avanza en movimiento

IV.

Festival de Arte a la Esquina y la Vereda

Movimiento cultural Arte a la Esquina y la Vereda

VI.

Hacia donde avanzamos

Diseño, diagramación e impresión: Taller de Artes Gráficas Periferia

Registro ISBN: 978-958- 56358-6- 9

Primera edición Diciembre de 2017

Artistas comprometidos con la transformaciรณn y la vida digna

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda

I. Los primeros pasos y un camino por recorrer

Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda Hacemos parte de una sociedad en movimiento, una espiral ascendente que busca desatar las fuerzas creativas del pueblo. Sometemos los antivalores dominantes a nuestra crítica y ante estos oponemos los nuestros, que se han moldeado en rebeldía, en resistencia, al calor de la mirada, la voz y la mano solidaria, al empuje del paso firme que abre el camino. Tenemos el atrevimiento de pensar por nosotros mismos. Vamos juntándonos, vamos sabiéndonos, vamos escuchándonos, vamos construyéndonos en el respeto y en el reconocimiento del otro. Hemos aprendido que la cultura es el escenario en que se ponen en juego todas las voces, los saberes, los sentires y las formas de producir, reproducir y recrear la vida. Su esencia son los bienes y valores materiales y espirituales creados por la sociedad en la historia. Por ello, es en este campo, donde no hay tregua, donde todas las fuerzas están en juego. Los argumentos son el estímulo del debate abierto. Las formas de relación social son el medio y el fin que queremos transformar. Teniendo esto en cuenta, nos hemos propuesto pensar y actuar contra el orden impuesto. Conciencia hecha vida mediante la cual nos cualificamos para la dignificación social, de modo que asumimos la creación como liberación y la liberación como creación. Siendo artistas y cultores, nos sumamos al proceso histórico por la emancipación, teniendo plena seguridad que la iniquidad y la avaricia quedarán desnudas en nuestras obras culturales y artísticas. Hemos venido realizando nuestras creaciones como una lucha política, social y cultural, contra aquello que reprime y busca aniquilar la esencia de lo que es el pueblo colombiano. Nos reconocemos como parte del pueblo que lucha por su liberación y actuamos en una revolución cultural, que rechaza y se contrapone a la cultura consumista y desenfrenada a la que nos aboca el capitalismo. Por tales razones, invitamos a que conjuntamente actuemos como forjadores de una nueva cultura incluyente, humanista: de una nueva sociedad.

Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna Nuestras cotidianidades están cimentadas en promover la revolución cultural, en la que sentimos la responsabilidad de recuperar, afianzar y construir las identidades entrelazadas al territorio: a la esquina, a la vereda, a la región y a la nación. Consideramos importante volver a escuchar a las montañas, recrear los cuentos y leyendas, evocar la lluvia, guardar y cuidar la semilla, volver a hablar con los mayores y reconocer puntos de identidad en la diversidad. Somos poetas, teatreros, bailarines, cineastas, fotógrafos, músicos, escritores, pintores, artistas y cultores1, quienes llamamos a todo aquel que sienta una fuerte relación con la cultura y el arte como proyecto de vida social y quienes compartan nuestra necesidad de participar como sujeto político, a sumarnos como Movimiento Cultural que trabaja por la transformación y la Vida Digna.

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda que, en los distintos lugares, sometidos al dictamen de los poderes centrales, otros pueblos se levantan en busca del mismo objetivo. Tenemos conciencia e iniciativa histórica para la crítica y la acción social y, luchamos por la libertad de pensar, actuar y crear acorde a la conciencia de los pueblos. Nuestra visión se enmarca en el derecho de los pueblos a decidir sobre su territorio, a pensarlo, a sentirlo y a vivirlo sin que se destrocen sus sueños y propuestas organizativas. Con esa lucha nos identificamos, porque a diferencia de otros, amamos la tierra que nos ve crecer y de la que esperamos sembrar semillas de hombres y mujeres libres. Manifestamos que el Movimiento Cultural viene trabajando en regiones, ciudades, pueblos y veredas de Colombia, trabajando por la unidad y el acuerdo entre las organizaciones sociales y políticas, colectivos, comunidades, cultores y artistas, entendiendo que somos un mismo pueblo que vive, sufre y comparte los mismos sueños y esperanzas, lo cual nos tiene que permitir seguir avanzando en la dignificación de la vida, de la mano de todos los sectores que transitan nuestro mismo camino.2

Desde lo urbano y lo rural, la ciudad y el campo como escenarios en disputa, en los cuales las tablas, circos, coliseos, esquinas y veredas, son nuestros espacios de encuentro social; hemos entendido nuestra labor cultural y artística como un modo de ser social, por eso nuestro ser y nuestro quehacer se gestan y desarrollan en la vida de la comunidad, en su lucha constante por un mundo más justo y humano. Declaramos que somos parte de la lucha por la autonomía y la autodeterminación. Somos parte del pueblo colombiano que lucha por la soberanía nacional, siendo actores determinantes de nuestra propia historia y reconocemos 1 “Cultor”, término que proviene del latín cultoris, hace referencia a quien se dedica a un asunto en particular, al que cultiva y rinde culto. Para el Movimiento Nacional cultural, cultor se refiere a un “arte-cultor” e incluye, pero no se limita, a todo aquel que, sin ser artista, se interesa y se compromete porque el arte y la cultura sean promovidos y desarrollados de manera integral. En el Movimiento participan filósofos, antropólogos, sociólogos, líderes sociales, mujeres campesinas, mamos y taitas indígenas, jóvenes inquietos y personas que, aunque su oficio no sea propiamente hacer arte, su labor contribuye al fortalecimiento del arte y la cultura como categoría inseparable del ser humano y de la sociedad.

2 Fragmento manifiesto del Movimiento Cultural Arte a la Esquina y la vereda.

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II. Ejes polĂticos del movimiento cultural

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En el marco de la realización de cada uno de los festivales, en su componente político, se ha venido construyendo ideario y agenda de trabajo desde cinco ejes planteados en mesas de trabajo, plenarias y en el 1er Seminario Nacional de arte y cultura3, como una plataforma de acción común política para el Movimiento Cultural: - El artista como sujeto político: El arte es un reflejo de la realidad interpretada desde los diferentes actores que componen la sociedad. No existen tintas medias en este debate. El arte asume el compromiso de evidenciar las múltiples realidades que han aquejado a la sociedad en su momento y propone los múltiples universos posibles que nos tenemos que permitir crear y construir, en el imperativo de soñar mundos nuevos. Pero también existen otras visiones del arte en la sociedad actual que proponen imaginarios y estéticas filosóficas que banalizan el poder creador en simples actos de contemplación, acríticos y faltos de compromiso, manteniendo relaciones de poder que someten, segregan y marginalizan el poder creativo de otros mundos posibles. En el centro de este debate está el artista, aquel individuo que asume un rol social y define, según sus intereses, en que punto pararse para asumir dicho rol. El artista debe ser un sujeto comprometido con el movimiento social y con las causas del pueblo, al tiempo que debe ser un estudioso de la realidad social y política del país, promotor de una nueva cultura humanista y defensor de corrientes de pensamiento que defienden la vida en sus múltiples manifestaciones. El artista en su ejercicio de reflexión sobre la realidad es consiente que no puede sustraerse al ejercicio político, o es pasivo y mantiene la cadena de antivalores que sostienen este modelo o logra incidir en su entorno preparando condiciones óptimas para la transformación social. 3 (seminario Arte a la esquina y a la vereda, 2016)

Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna Dignificación de la labor artística:

Dedicarse al arte en Colombia, aunque es el privilegio de un sector de la sociedad, es la necesidad de la mayoría del pueblo y un riesgo para quienes lo asumimos como proyecto de vida. El artista colombiano, por lo general, es un individuo que ha luchado para dignificar su labor social, reivindicando desde su quehacer el reconocimiento de su acción como un trabajo digno con condiciones de vida justas. - Circuitos de difusión de la producción artística: Es fundamental centrar la reflexión sobre la inequidad existente en la garantía de los derechos culturales. ¿Quiénes tienen acceso a espectáculos o expresiones artísticas? ¿Quiénes tienen acceso a espacios idóneos para la acción artística? Al evaluar estas dinámicas con los participantes de las diferentes regiones del país que han asistido a las versiones del Festival de Arte a la Esquina y la Vereda, se puede concluir que, un amplio sector de la sociedad es marginado del disfrute cultural, debido a condiciones que los excluyen de los circuitos oficiales de difusión y que son de orden económico y geopolítico. Además, este sector excluido está compuesto, en su mayoría, por la clase trabajadora, quienes dependen de su salario para subsistir. Si bien, se propone un reclamo estatal para democratizar los bienes culturales, se ha identificado la necesidad urgente de crear estrategias que transformen esta realidad en el presente. Por eso, se hace la distinción entre lugares oficiales y no oficiales de la circulación del arte. Los primeros, son espacios consolidados y reconocidos por el ejercicio de circulación artística, bien sean privados o públicos. Los segundos, son espacios que surgen como iniciativa propia de artistas, gestores o comunidades que procuran, a partir de la autogestión, la garantía de los derechos culturales. Esto implica unas nuevas dinámicas de exhibición del arte, que: a) Contemplan un intercambio de valores más allá de lo comercial. b) Garanticen el acceso al arte en la periferia urbana y en la ruralidad. c) Expresión del carácter contra hegemónico de sus obras.

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda La propuesta de articulación apunta a construir espacios que permitan intercambios culturales y artísticos, y es coordinada por equipos que operativizan las acciones del Movimiento. En el momento actual, además del proyecto del festival, el proceso cuenta con un equipo dinamizador nacional, compuesto por todas aquellas personas que son parte del movimiento y tienen la disposición de comprometerse en las tareas pertinentes del caso. Contamos además con un equipo coordinador de ciudades y regiones que asumen el compromiso de promocionar y divulgar el festival en los territorios donde venimos desarrollando esta propuesta organizativa. Como movimiento hemos concertado para la acción tres comisiones de trabajo permanentes: comunicación, formación-metodología y economía-gestión. Comisiones que cada vez se nutren de personas de diversos saberes y posibilidades haciendo de cada ejercicio la posibilidad del intercambio colectivo y la retroalimentación de la cultura y la vida del movimiento. - Espiritualidad y memoria ancestral: Somos hijos de la tierra, y como tales, valoramos la importancia de la territorialidad y la ruralidad, reconocemos nuestro cuerpo como el primer territorio, para luego, desarrollar un sentido de pertenencia por el territorio que habitamos. El compromiso con los legados ancestrales, parte de la necesidad del rescate de las leyendas y las narraciones de los abuelos. Recordar para reivindicar, que somos hijos de la tierra de donde viene el alimento. La reconquista de la espiritualidad y la memoria ancestral parten de la necesidad de recuperar la concepción de que las noches son para la reunión, la integración, para sanar nuestro cuerpo y para resistir, para defender la naturaleza forjando una cultura que preserve la fauna, la flora, el agua y la medicina ancestral. Somos artistas, participes del movimiento social con visión de practicar la solidaridad, de producir colectivamente para afianzar lazos de unión, recuperar la semilla, el cultivo y el trabajo comunitario de la tierra, la economía popular y la dimensión comunitaria de nuestros pueblos ancestrales.

- Espacios de coordinación y organización:

No podemos dejar de sembrar, es necesario que sembremos, y no solo para alimentarnos. También sembramos ideas, visionamos la necesidad del cuidado del nuestro cuerpo, la cura de nuestro espíritu.

El espíritu de este Movimiento es universal, convoca a los distintos sectores artísticos y culturales y a todo aquel que se compromete con la vida. Además, promueve la diversidad cultural como una característica propia de la naturaleza, entendiendo que existe complementariedad entre diferentes y que se logra mediante el compartir de experiencias y saberes.

“Debemos tomar en cuenta la gran importancia de curarnos; hoy todo es cirugía y algo que hemos aprendido es que se puede curar con plantas y agua, en otros casos con piedras, porque las piedras curan (si no te curan, tampoco te hacen daño) hay que evitar la cirugía en cuanto sea posible, pues si no nos acaban de hambre, nos acaban de enfermedad, por eso hay que cuidar la casita y la casita es nuestro cuerpo, debemos alimentarnos bien, alimentarnos limpiamente y luego así podremos defender nuestro territorio”4

4 (Jacanamijoy, 2014)

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III. Una revoluciรณn cultural que avanza en movimiento

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Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda La contradicción principal que desarrolla la sociedad capitalista es la que surge a partir de la relación obrero-patrón y, por consiguiente, la contradicción trabajo-dinero. Ambas imponen modelos de comportamiento como lo es: la competencia, la ambición y la acumulación desmedida de bienes y servicios, con cadenas de valores resultantes que promueven relaciones sociales y humanas en función del interés particular sobre el colectivo. Dicha cadena de valores se presenta como la fórmula mágica que soporta la ilusión de la felicidad y realización plena del ser basada en el dinero. Todas las relaciones sociales que se promueven en este modelo han sido moldeadas y reguladas en función del fin último de la escala de la producción, “el consumo”. Este dispone infraestructuralmente el desarrollo de una sociedad en todos los aspectos que considere necesarios para desarrollar la cadena productiva y se basa en la tecnificación de las fuerzas productivas poniendo su atención sobre las cosas; permitiendo mayores concentraciones de capital en las manos de menos personas y dejando en un segundo plano el desarrollo de una sociedad basada en la realización plena del ser y de la humanidad en todas sus manifestaciones. Dicha empresa, se ha servido de todos los medios para mantener su lógica de consumo, encontrando cada vez, mejores formas de controlar y regular la población. Además, se sirve de estructuras de poder que justifican, argumentan y defienden, si es el caso, el interés particular sobre el interés común; desfigurando prácticas y ejercicios que podríamos considerar motores de la sociedad, y que han sido producto del desarrollo del pensamiento humano. Esta es la política en el sentido más original de su término. Como consecuencia del funcionamiento de este sistema, diversas manifestaciones sociales, de todo tipo y en todos los niveles, han levantado enérgicas voces contra la demagogia política y el abuso de autoridad. Demagogia que solo está en función del sostenimiento del modelo en todas sus facetas y desmanes contra el pueblo y, convirtiendo todo lo que no hace parte de su engranaje en el enemigo perfecto que justificaría

Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna la represión en nombre de la “libertad económica” y la “democracia representativa” de la elite. Para completar este panorama, la incapacidad e imposibilidad de pensar otros mundos que permitan recrear formas de ver, sentir, pensar, disfrutar y amar la vida en todas sus manifestaciones y permitirnos pensar sistemas económicos, políticos y culturales diferentes a los que promueve este modelo, se sirve de estrategia efectiva para prolongar la miseria y la exclusión. Todo un complejo industrial cultural trabaja múltiples estrategias que desarrollan las industrias culturales, basadas en leyes que reducen el arte la cultura a un sector de la economía, que ofrece la creación como un producto de valor y consumo. Estos lineamientos políticos son la maquinaria perfecta que destruye cualquier iniciativa o nicho que manifieste o cuestione el estatus quo, cercenando las alas que el pueblo necesita para auto determinarse y convirtiendo toda su capacidad de creación en burdas mercancías que pondrán por delante su valor económico que la posibilidad real de ser agentes de cambio.

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda laciones sociales distintas, transformadoras de realidades impuestas, que segregan y marginan. Nos cuestionamos sobre cómo construimos relaciones sociales sin acumulados históricos que nos separen, en la búsqueda de una nueva comunidad, de una nueva Colombia. Este punto es la columna vertebral de la apuesta de movimiento que se está gestando. Tenemos por tanto que caracterizar al país y a cada uno de sus sectores y preguntarnos qué particularidades se encuentran en el día a día, y las micro realidades con las distintas imposiciones en las que tienen que jugar. Por lo tanto, somos un proceso que construye cultura y arte para la defensa de la vida y el territorio, entendiendo el papel fundamental que está en un proceso de transformación, donde el cultor como sujeto político presenta su obra en sintonía con las realidades sociales y culturales de los diversos contextos del país. El arte como ejercicio político requiere constancia a través de procesos creativos que aporten al en la construcción de cultura contra-hegemónica. El Movimiento parte de la necesidad de identificar cómo los procesos culturales territoriales fortalecen el movimiento social y viceversa, ayudando en la construcción de mandatos y legislación popular. El Movimiento no parte de cero, ya que son tenidas en cuenta las experiencias y referentes propios del pueblo como lo ha sido el Congreso de los Pueblos.

Es en este mismo ejercicio, donde identificamos al pueblo como el actor principal de la revolución. Aquel sujeto que además de reconocer su condición de clase explotada, encuentra en la creación artística, esa medicina, aliento y la fuerza para vivir en digna rebeldía y así, poder reconstruir ese mundo nuevo por el que la vida se presenta como el valor más preciado. Que entienda, además, que el arte es un ejercicio de sano esparcimiento y, también se sirve de tribuna de propuesta y resistencia, pero que no se queda únicamente en la contemplación de la obra, sino que busca trascender en la intensión de transformar el mundo. Así pues, lo político no es un tema circunstancial, es algo que tiene que ver con las posibilidades de cómo se organiza la sociedad para darle un mejor sentido a lo público y en especial, al desarrollo de una cultura por la vida, que armonice con la naturaleza, los valores humanos y la forma de relacionarnos solos seres humanos. Desde el ejercicio cultural y artístico, hacemos la apuesta de construcción en re-

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IV. Festival de Arte a la Esquina y la Vereda “Artistas Comprometidos con Transformación y la Vida Digna”

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Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda El arte es un producto social que, con mayor o menor explicitud, es reflejo de la sociedad, de su construcción, de su idiosincrasia y de su historia. El arte expresa ideas, sentimientos y posturas, dependiendo del contexto que vive quien lo realiza; por lo tanto, no corresponde sólo a lo bello, lo amable, lo visible, incluso lo real. El arte también representa lo imaginario, lo intangible, lo grotesco, lo despreciable, lo imperfecto. A través de la historia de la humanidad, el arte se ha constituido como parte esencial de la cultura, ejerciendo una dinámica de retroalimentación entre sistema social y arte. Con el cambio de sistemas políticos y económicos, la cultura ha cambiado también su rol creativo y expresivo, ahora por ejemplo, está condicionado cada vez más a intereses socio-económicos, desempeñando un papel industrial, hecho que los pensadores de la escuela de Frankfurt5 definieron como “industria cultural”. La industria cultural es aquel fenómeno sociológico que cosifica el arte y la cultura y lo comercializa como cualquier otro producto de consumo masivo. En éste caso, el arte y la cultura son productos “muy rentables”, en la medida en que cuentan con una gran demanda, además de que los “poderosos” constantemente se valen del arte y la cultura masiva para influir política y económicamente en la sociedad, propiciando la pusilánime “cultura de masas”6. La cultura de masas y la industria cultural son una temible maquinaria que amenaza la libertad de expresión de los artistas y del pueblo en general, la libre difusión y potestad de interpretación de obras de arte. Como resultado más generalizado: la pérdida de identidades y de la diversidad de pensamientos, de la cultura propia que identifica a cada comunidad. Para contrarrestar la maquinaria de la industria cultural, en el año 2012 artistas provenientes de varias regiones de Colombia, se propusieron como tarea, organizar un espacio de encuentro entre artistas, uno que reuniera presentaciones y trabajos artísticos en una sola voz contra esa cosificación mercantilista del arte y la cultura en el sistema neoliberal. Allí, se propuso hacer el I° Festival de Arte a la Esquina en el año 2013; que se llevó a cabo en la ciudad de Barranquilla, cuyo propósito fue compartir el arte y la cultura, en el sentido opuesto a la industria cultural, es decir, que el pueblo crea, el pueblo expresa, el pueblo propone y el pueblo disfruta. En este evento, durante 4 días (12 al 15 de diciembre), acudieron artistas de todo el país, 5 Theodor Adorno, Jürgen Habermas, Max Horkheimer 6 (Morató, 2004)

Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna que trasladaron sus trabajos de sus lugares habituales, (de grandes teatros, auditorios y lujosas galerías con acceso restringido), a ser expuestos, quizás por primera vez, en las esquinas de los barrios populares, en las plazas de mercado, en parques y en avenidas concurridas, irrumpiendo la cotidianidad de la gente, involucrando al pueblo, a los niños, desafiando la dinámica hegemónica de acceso al arte. Desde ese primer encuentro de artistas con la comunidad, cada año se amplía con este festival itinerante, la red de artistas, cultores, artivistas7, interesados en conservar el arte fuera del aparato político y económico. Aparato que segrega del derecho a la cultura al pueblo, que limita las garantías de calidad de vida de quienes se dedican al arte, que restringe la capacidad crítica y propositiva de las expresiones artísticas y las coarta a intereses mezquinos. En este primer evento queda al descubierto la necesidad de reconocer elementos característicos, tanto del campo como de la ciudad, reconociendo “la esquina y la vereda” como dos conceptos simbólicos que apuntan al reconocimiento de la relación urbano-rural y de la clase trabajadora que lo habita. Comprendemos el concepto de vereda como un término que remite al contexto agrario, a su historia, problemática, lucha y modo particular de vida. El término “esquina” se refiere a la densificación de las ciudades y también implica cruce, por lo tanto fácilmente genera encuentros, además reivindica su calidad de espacio público para uso público8. Es el factor económico el que mayormente obstaculiza el acceso del pueblo a las experiencias artísticas, teniendo en cuenta que el salario mínimo legal vigente con respecto a los altos costos que implica acceder a eventos culturales es irrisorio. No obstante, también lo es el factor territorial; la distancia existente entre los lugares de vivienda de la clase trabajadora y de los campesinos y los 7 “Artivistas” es un término introducido en la academia caribe por el maestro (Q.E.P.D) Hugo González Montalvo, quien fue catedrático en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico (Barranquilla). Artivistas hace referencia a personas que han impulsado su ejercicio artístico en afinidad con un deseo de libertad, fraternidad y desarrollo. Esto aclaró A. Mantilla en una entrevista personal, Octubre de 2017 8 Aclaración sobre territorios y delimitaciones espaciales del Festival Nacional de arte a la esquina y a la vereda. A. Mantilla, Entrevista personal, Octubre de 2017.

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda escenarios tradicionales de arte y cultura suelen ser extensos. Por esta razón, el “Festival de arte a la esquina y a la vereda” extiende sus manos para contribuir a la garantía de acceso y cobertura de experiencias artísticas; Interviniendo los territorios de la clase trabajadora, impulsando a su vez, la creación y circulación de las expresiones artísticas propias de los barrios populares, de las veredas, plazas y esquinas. La segunda experiencia, realizada en San Juan de Pasto (Nariño), en diciembre de 2014, permitió complementar la naturaleza del proceso nacional de arte a la esquina y a la vereda, agregando esta vez aportes que demandan respeto e inclusión de los legados de nuestros pueblos originarios, aportes desde la cosmovisión indígena a la construcción de una visión de arte, cultura y territorialidad. En este segundo encuentro, se empieza a visionar la posibilidad de ampliar este evento y trascender en la dinámica propia de los festivales, buscando generar procesos desencadenantes que aporten desde sus múltiples saberes en la construcción de un movimiento nacional de arte y cultura. Dicho evento empieza a desarrollar una serie de discusiones que han permitido en los posteriores eventos definir los ejes de construcción del movimiento. En diciembre de 2015, la cita se dio en Saravena (Arauca) para celebrar el III Festival Nacional de Arte a la Esquina y a la Vereda, el cual centró sus esfuerzos en desarrollar trabajo mancomunado en mesas de trabajo de los colectivos participantes, se nutrieron las propuestas enmarcadas en tres fases orientadoras: 1. El componente político, 2. El componente organizativo y, 3. Las tareas concretas desde las regiones. Se dio paso a la apropiación de la categoría de arte popular: el arte es del pueblo y para el pueblo9. El arte po9 (Rodriguez, 2007)

Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna pular es el conjunto de manifestaciones artísticas que son creadas por el pueblo y diseñadas para ser aprovechadas por él. Arte popular implica expresiones artísticas y culturales de carácter genuino, artesanal y responsable; lo opuesto al prestigioso arte de academia; pues este incluye, pero no se limita a todo trabajo artesanal desarrollado empíricamente. Por lo general, corresponde a la reproducción de un saber ancestral, en su forma, elaboración o utilidad. Entendiendo esto, asumimos la importancia del arte popular, reafirmando el compromiso por alcanzar mayor acceso del pueblo a las diversas expresiones artísticas, inclinándonos por su promoción y difusión masiva, desafiando las tradicionales políticas del Estado legítimamente opresor. Posteriormente al III° Festival, se realizó en el municipio de BelloAntioquia, el primer seminario nacional de arte y cultura para la trasformación social, en el mes de octubre, como ejercicio preparatorio al IV Festival. Este evento artísticoacadémico, permitió al Movimiento dar pasos para ir clarificando su postura política y el papel que juega el festival en su desarrollo; entendiendo que el festival es un evento y el Movimiento es un proceso de trabajo permanente a nivel nacional. Otro aporte del Seminario Nacional es la creación de las comisiones nacionales de comunicaciones, metodología y formación y la comisión de economía y gestión de recursos. El IV del Festival Nacional de Arte a la Esquina y la Vereda desarrollado en el Valle de Aburrá del al 12 de diciembre del año 2016, cobijó 6 municipios y 2 corregimientos de este, aportó en la profundización e identificación de las necesidades propias del sentir y proyectar un movimiento social. Concluyendo que el movimiento, constituye un conjunto de personas con características o intereses en común, quienes coordinan y ejecutan acciones concertadas en favor de una causa y su finalidad.

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda Nos sentimos un movimiento en la medida que nos reconocemos en la siguiente cita: “Un movimiento adquiere una carga política cuando hace un llamado a las autoridades políticas (el gobierno, las colectividades locales, las administraciones…) para que respondan a la reivindicación con una intervención pública, e imputa a éstas autoridades políticas la responsabilidad de los problemas que originan la movilización”10. Para el caso específico del Movimiento Nacional Arte a la Esquina y a la Vereda, ya son más de 400 artistas, entre colectivos y compañías de todo el país, quienes tejen poder popular a través de la cultura, asumiendo el deber de actuar como sujetos políticos con responsabilidad comunitaria, valiéndose de su naturaleza sensible y crítica. Dado que la propuesta del Festival es crear y fortalecer vínculos con las comunidades y los territorios y se reivindica como prioridad la dignificación de los artistas, basada en la profesionalización y la consecución de políticas públicas que favorezcan sus garantías sociales. El compromiso de los artistas, asumiendo el rol de sujetos políticos (un eje en el cual el IV Festival enfatizó desde las diversas ponencias, mesas de trabajo, el Seminario Nacional y el encuentro dinamizador), gira en torno a unos lineamientos políticos que se establecieron en estos espacios y que, van desde garantizar condiciones para la circulación y difusión de la cultura y del arte, hasta la disputa por la democratización del arte y la cultura, la emancipación del pueblo. Asimismo, por común acuerdo, el Movimiento Cultural, manejará un presupuesto y economía auto-gestionada, apoyándose en actividades como la feria de venta de productos y trueques de presentaciones artísticas, así como, la gestión de donaciones de recursos públicos y privados. La carrera tras el objetivo de lograr unidad nacional en busca de un empoderamiento popular por la emancipación y dignidad social, está empezando y toma fuerza con cada reunión, con cada festival local, regional o nacional que se realice en nombre de un nuevo orden social justo y equitativo, incluyente y generoso: promover “cultura y arte para la transformación social y la vida digna.”11

10 (Neveu, 2000) 11 Eslogan del Movimiento cultural “Arte a la esquina y a la vereda”. Carta del Movimiento Nacional y cultural Arte a la esquina y a la vereda. 31

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V. Movimiento Cultural Arte a la Esquina y a la Vereda

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Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda Desde las regiones, pueblos, barrios y veredas se ha ido tejiendo el Movimiento Cultural Arte a la Esquina y a la Vereda, resultado del trabajo mancomunado entre organizaciones, colectivos, comunidades, cultores y artistas para la transformación social, fortaleciendo el binomio cultura- sociedad. Puesto que, somos conscientes que en el ejercicio de una revolución cultural se debe convocar a toda la sociedad en su conjunto y que hasta el momento el movimiento se ha logrado articular principalmente en el ámbito del sector artístico. Se tiene el reto de vincular en ejes que desarrollen una política cultural propia, a los afros, indígenas, maestros, intelectuales, científicos, procesos de mujeres, juventudes, estudiantes y en general, a aquellos que nos reconozcamos como trabajadores de la cultura. El Movimiento Nacional Cultural Arte a la Esquina y a la Vereda, tiene un carácter independiente, autónomo y asambleario. Los dos últimos años (2016-2017) se ha tenido el propósito de establecer rutas estratégicas para la consolidación del Movimiento, estableciendo un plan de vida que camine de lo regional a lo nacional. Hasta el momento, se ha logrado redactar, con la participación de delegaciones nacionales, un manifiesto público, titulado: Movimiento Cultural Arte a la Esquina y la Vereda, “Cultura y arte para la transformación social y la vida digna”. Retomando el papel de las comisiones creadas en el marco de I Seminario Nacional, se acuerda que, la comisión de comunicaciones, es la encargada de promocionar y propagar las informaciones, convocatorias, difusión, todo cuanto tiene que ver con el Movimiento y el desarrollo de los festivales, tanto nacionales, como regionales y locales. La coordinación de todo el esfuerzo de artistas, cultores y artivistas, canalizado a través de prensa alternativa, redes sociales, página web, etc.

Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna El equipo dinamizador de metodología y formación, por su parte, ha avanzado en el diseño de un “plan de vida del Movimiento Cultural Artístico Nacional Arte a la Esquina y a la Vereda”; sosteniendo como bandera en alto, la consecución de espacios para la circulación, promoción de la investigación y la producción artística de alta calidad y la contribución en la lucha cultural anti hegemónica; todo esto, partiendo de la premisa “la crítica al sistema sólo puede ser útil siempre y cuando existan propuestas y alternativas para la construcción social”. El equipo de Gestión y economía tiene la responsabilidad de diseñar un plan estratégico que garantice la continuidad del proceso. Esto, a través de la autogestión, que ha sido la metodología aplicada desde 2013, cuando se empezó a construir el proceso artístico y cultural. Frente a esta necesidad vital de recursos, hemos venido desarrollando estudios críticos a la legislación colombiana a propósito de la cultura, el análisis de normas como la “Ley naranja” (economía creativa); la Ley 397 de 1997, que regula el trato a patrimonios culturales, fomentos y estímulos de cultura; la ley de espectáculos (Ley 1493 de 2011); entre muchos otros actos legislativos y acciones políticas que realiza el gobierno, con respecto al manejo institucional del arte y la cultura, en materia presupuestal y en materia de inclusión de estas actividades dentro de la sociedad en general. Dicho tratamiento, está siendo segregado y marginado en la mayor parte del territorio colombiano, situación permitida legalmente por el gobierno. El Movimiento tiene el interés de participar con esta comisión en la formulación de planes decenales de cultura, la participación en los portafolios de estímulos, becas de creación y procesos de espacios alternativos para la circulación del arte mediante salas de concertación con el Ministerio de Cultura, y así, ir captando recursos de la institucionalidad para el proceso de emancipación.

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda El Movimiento cuenta con un espacio amplio denominado el Dinamizador Nacional de arte y cultura, espacio donde se construye y se dialoga la política del Movimiento. En este espacio, donde participan y sesionan las delegaciones provenientes de diversas regiones del país, se ha debatido entorno a visionar la construcción del Movimiento Nacional de Arte y Cultura, evidenciando diversas posturas al interior, frente a cómo concebimos la esencia del movimiento. Dentro de las discusiones del dinamizador nacional es preciso destacar las siguientes: • Visión estética del arte: se abrió un dialogo colectivo en el cual se enmarca el Movimiento en nuestro reconocimiento dentro de una “estética de la resistencia” y la posibilidad de construir una “estética de la esperanza”. • Visión del arte: se desarrolló un debate a profundidad frente a las diversas concepciones que tenemos del arte. De las cuales se evidencian dos posturas: una, plantea que el arte en sí mismo y su construcción son de facto una construcción revolucionaria, sin mucho énfasis en lo político. La segunda postura, plantea que el arte debe tener un carácter de clase, lo cual lo convierte en un ejercicio articulado a la construcción de la política. • Sobre el origen del Festival Nacional de Arte a la Esquina y a la Vereda: se aclaró que este proceso desde sus orígenes ha sido imaginado, construido y potencializado por organizaciones pertenecientes al Movimiento Social y Político Congreso de los Pueblos, lo cual, por defecto, hace que al interior del proceso exista una sinergia e identidades entre quienes lo construyen. Sin embargo, el espacio en sí mismo no impone ningún tipo de agenda política a procesos y organizaciones que quieran aportar en la construcción de dicho escenario. • Sobre la construcción del Movimiento Nacional de Arte y Cultura: Entendemos que somos un proceso de creación y construcción constante, por lo tanto este existirá en la medida de que su dinámica tenga vida colectiva, lo cual nos debe poner en función de empezar a visionar una agenda nacional del sector cultural artístico, que nos permita conocer y reconocer dinámicas propias del sector, que permitan potencializar la visión de un movimiento como el que deseamos construir, sin desconocer que a la fecha tenemos avances importantes en la construcción de este.

Actualmente el Movimiento goza de indudable expansión, ya que, con cada actividad, reunión y festival, se suman hombres y mujeres a este proceso social, robusteciendo el arte y cultura para la trasformación social y la vida digna.

Artistas comprometidos con la transformaciรณn y la vida digna

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda

VI. Hacia donde avanzamos

Artistas comprometidos con la transformación y la vida digna

Movimiento Cultural Arte A La Esquina Y La Vereda Proyectamos la inclusión y la participación de toda la diversidad cultural del pueblo, la difusión de sus manifestaciones artísticas y culturales; fortaleciendo procesos territoriales que alimenten el Movimiento Nacional en el desarrollo práctico una política cultural y artística que aporte al proceso de emancipación desde una revolución cultural, para contrarrestar la hegemonía dominante impuesta por el capitalismo. Se tiene el interés de aportar en el proceso de cualificación política y sensible, para la creación y la circulación del arte comprometido con las causas de un pueblo que lucha por su liberación, estimulando la sensibilidad estética, la expresión simbólica, el fomento del pensamiento crítico, la práctica de valores, el desarrollo de la creatividad forjando una identidad cultural propia, de un pueblo con sentido de pertenencia por el territorio que se habita. Además, el Movimiento, proyecta impulsar anualmente el desarrollo del Seminario Nacional de Arte y Cultura, el cual tiene el propósito de generar procesos de formación para el estudio de la cultura identificando colectivamente elementos para la construcción de la conciencia política autónoma, reconociendo los escenarios de disputa en el paso de intereses particulares hacia los intereses generales. El dialogo político en cada seminario, busca profundizar en la base conceptual y teórica del Movimiento, desde el diálogo y debate académico, estableciendo los consensos colectivos, pues vemos la necesidad de mantener nuestro espacio político, que confluye en el Dinamizador Nacional, un espacio para compartir experiencias que permitan conocer las diferentes lecturas territoriales que poseen los procesos, consolidar un plan de vida en lo artístico y cultural desde el Movimiento de Arte y Cultura.

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Frente a estos espacios, tenemos los retos de dar cumplimento a cada una de las tareas establecidas en nuestros diversos espacios de encuentro nacional, motivar el funcionamiento de las coordinaciones regionales y principalmente, el despliegue táctico y estratégico de los planes de trabajo de las comisiones nacionales de metodología, economía propia y gestión de recursos. Otro reto del Movimiento, quien produce cada año el Festival de Arte a la Esquina y a la Vereda, es posicionarlo como uno de los festivales independientes más importantes del país. Manteniendo un espacio para la circulación de la cultura y el arte del campesino, del trabajador, de los estudiantes, de los jóvenes, los afrodescendientes, de los pueblos originarios, de las ciudades y en general, de la sociedad en su conjunto. Un festival que rompa con las lógicas del consumismo, la banalidad comercial de la industria del entretenimiento cultural en las lógicas de la cultura capitalista. Cada versión del Festival le apuesta al encuentro de una gran diversidad de manifestaciones artísticas de las regiones de Colombia en una intención política, humanista y cultural para la construcción de un nuevo modelo de sociedad. Concluyendo este texto que muestra las bases sobre las que se está construyendo el Movimiento Cultural Arte a la Esquina y a la Vereda, se tiene que, el desarrollo de este, se debe al pueblo y al movimiento social, se debe a los intereses de la colectividad cultural, artística y popular de las diversas regiones de Colombia y a los cultores y artistas populares que resisten el barrio. La tarea no es fácil al no contar con los medios y los recursos con los que cuenta el monopolio de la industria cultural del capitalismo. Pero, nuestras convicciones son fuertes y están inspiradas en el amor a la vida, a la naturaleza y al deseo de un mundo mejor para vivir, porque el arte y la cultura son el espíritu del pueblo, es la alegría de la vida y es la esencia del ser que reclama justicia, igualdad y paz con justicia social.

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Bibliografía - Fragmento Manifiesto Movimiento cultural Arte a la esquina y a la vereda. (2016). Bogotá.

- seminario Arte a la esquina y a la vereda. (2016). Medellin.

- Canclini, N. G. (2006). La Producción simbólica Teoría y método en sociología del arte. Ciudad de México: Siglo Veintiuno Editores.

- Jacanamijoy, T. V. (2014). Conferencia Somos Hijos de la Tierra. II Festival de arte a la esquina y a la vereda. Pasto, Nariño.

- Morató, J. d. (2004). ADORNO y la crítica de la cultura de masas. . Madrid: Cuadernos de Información y Comunicación.

- Neveu, E. (2000). Sociología de los movimientos sociales. Quito, Ecuador: Abya- Yala.

- Rodriguez, L. (2007). El artista es del pueblo y para el pueblo. Recuperado el 2017, de Red de Voltaire: http://www.voltairenet.org/article152030.htm