Congreso de los Pueblos Poder Popular para la Vida Digna

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Bogotรก, D.C., Colombia, 2014


Primera edición, 2014

Con el apoyo de: Ayuda Popular Noruega - APN Textos: Alejandro Mantilla Quijano. Juan Jaramillo Herrera Daniel Pardo Blandón

Diagramación, diseño e ilustraciones: Congreso de los Pueblos Impresión: Impresos y Suministros del Oriente Carrera 16A No. 28-51, Saravena, Arauca Este libro se puede reproducir libremente por cualquier medio. Solicitamos citar la fuente. Colombia 2014

Somos los trabajadores y las trabajadoras, Somos los corteros de caña y sus compañeras, Somos los campesinos y las campesinas, jornaleros y cosecheras, Somos la gente hija de la tierra, Somos los pueblos indígenas, Somos los descendientes de africanos que nos estamos liberando, Somos las mujeres dignas y libres, Somos gente pescadora de mares y ríos, Somos los moto-trabajadores, los taxistas, las camioneras, Somos los estudiantes, las maestras, los educadores populares, Somos las experiencias de resistencia al capital, al Estado y a la guerra, Somos los pobres, las marginadas, los excluidos, Somos las artistas y los artesanos, Somos la gente desplazada por las balas, la amenaza, las motosierras, el latifundio, los grandes proyectos, Somos los otros, las otras, quienes desde la diversidad sexual hacemos democracia, Somos los habitantes de la calle, de los barrios, de los cerros de las grandes ciudades, Somos los detenidos y detenidas en las cárceles, Somos las defensoras de los derechos humanos, Somos los comunicadores y las comunicadoras populares, Somos los creyentes en nuestros dioses y sobre todo los creyentes en la justicia, Somos los ausentes y las víctimas, Somos las niñas y los niños, la risa y la imaginación sin límites, Somos los jóvenes, que resistimos la opresión de un sistema policíaco, Somos el país y los pueblos, Somos el Congreso de los Pueblos.


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Capítulo 3

Congreso de los Pueblos: Legislación popular y Vida digna

TABLAde

CONTENIDO Capítulo 1

Mandatar en tiempos de crisis

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El mundo y su crisis Crisis ambiental: el juego de la vida La tragedia de las abejas, o como los vicios privados generan la catástrofe La amenaza del cambio climático El cambio climático como problema de seguridad nacional Crisis económica o la tormenta perfecta

Capítulo 2

Los movimientos sociales latinoamericanos: Buscando su lugar en la diversidad

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Nuestra América en ebullición Disputa por la gobernabilidad Los movimientos sociales nuevamente en el escenario Movimientos sociales: ¿nuevos o clásicos? Las expresiones de Movimientos Sociales de Nuestra América

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Naturaleza de un proceso en Construcción Congreso de los Pueblos: Movimiento social y político Nuestra política: ¡Construimos Poder! Mandatos: Concreción de poder

Epílogo

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La vida digna y la soberanía, contra la crisis y la destrucción

Bibliografía......84 Anexos............88


CapĂ­tulo 1 Mandatar en tiempos de crisis


analfabetismo. Hoy se hace imposible disfrutar de los derechos y una vida digna: casi imposible ejercer el derecho y el orgullo de llamarnos mujeres, hombres, personas.

Capítulo 1 Mandatar en tiempos de crisis

E

El mundo y su crisis

El mundo y la sociedad contemporánea creada por las relaciones capitalistas se presentan como un inmenso mercado. A la compra-venta de bienes y servicios que tradicionalmente ha caracterizado al capitalismo, se suman nuevos productos como el cuerpo humano, la biodiversidad, el aire, el agua, los genes, en últimas la vida. Nunca como hoy se había visto tal cantidad y diversidad de bienes producto del trabajo y del intelecto humano, y tal cantidad y diversidad de formas de explotación de ellos. El viejo sueño burgués del siglo XV se ha hecho realidad: todos los lugares, todos los países, todos los sectores, todas las cosas, han ingresado al mundo del capital. Sin embargo, este inmenso desarrollo de las fuerzas productivas no ha hecho del mundo un lugar bueno para vivir sino que condena a cientos de millones de seres humanos, a pueblos enteros, a la miseria. Llegar a la vida es enfrentarse inmediatamente a su precariedad y a la amenaza de su extinción. Nunca como hoy se habían visto tantas personas empobrecidas, condenadas al sufrimiento, excluidos inclusive de fragmentos del mismo mercado y de la vida política, marginados de la sociedad y de la cultura global, agobiados por la insalubridad y el

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La crisis actual del capitalismo trae aparejada, como tendencia, la imposibilidad de la vida humana en el planeta. Esta se expresa en crisis ambiental como producto de la lógica de depredación de la acumulación ampliada; crisis alimentaria como expresión del impulso despiadado de los agro negocios y la monopolización de los alimentos fundamentales para los seres humanos; crisis financiera por cuenta del predominio del capital especulativo y la imposición del libre mercado; crisis ética por la supremacía de los valores de la muerte sobre la vida. También es la crisis del neoliberalismo como modelo económico social que ha buscado superar la crisis estructural. El conjunto de las crisis en tiempo y espacio (global), configuran el cuestionamiento a la viabilidad de la civilización surgida del capital, la cual pone en riesgo la vida de la humanidad y del planeta; crisis de civilización que significa que el modelo de sociedad erigida por el capitalismo hace varios siglos, saca a flote sus contradicciones como nunca antes, poniendo en serios riesgos las culturas y las sociedades en su conjunto. Esta situación muestra una vieja contradicción: los negocios pueden seguir su camino, incluso pueden encontrar paliativos a la crisis económica, pero la materialidad que soporta esa acumulación, esto es la naturaleza planetaria, está en grave riesgo. El imperio responde a la crisis con guerra y neoliberalismo, haciendo énfasis en diversas estrategias intervencionistas que van desde los planes de ocupación como el Plan Colombia, hasta las “revoluciones de baja intensidad” contra los gobiernos “malditos”, o las guerras directas o mediadas como es el caso de Afganistán, Siria o más recientemente Ucrania. En estas guerras hay un nuevo actor: los medios masivos de información, que actúan como una fuerza de poder desestabilizadora y generadora de amañados consensos. En este escenario los capitalistas de cada país, las llamadas burguesías nacionales, se comportan como si no existieran otras posibilidades sino la de articularse a esa cruzada de muerte y arrasamiento, organizando oligopolios (grupos económicos férreamente controlados y centralizados) para participar de los negocios globales que manejan las Corporaciones Transnacionales y los Fondos de Inversión. En algunos de los mal llamados países del tercer mundo, sectores minoritarios de la burguesía defienden aún tímidas posiciones na13


cionalistas, tanto frente a la globalización como a la posible internacionalización de los conflictos armados, impulsando medidas paliativas frente a su deslegitimación y pérdida de poder progresivo. Pero podemos decir con seguridad: los proyectos nacionales de las burguesías latinoamericanas, si alguna vez existieron, han llegado a su fin. La crisis generada por el neoliberalismo implica adicionalmente que el modelo de Estado y gobierno y las políticas implementadas en Latinoamérica, sean totalmente inestables y por tanto no sean suficiente herramienta de legitimación del poder dominante. El Estado, en estas sociedades empobrecidas, adquiere una cara coercitiva, controladora, en pie de guerra, al tiempo que promueve el asistencialismo social como medio de estabilización parcial de las crisis generadas; desde este punto de vista, las posibilidades de justicia, de democracia e igualdad no dejan de ser meras consignas de corto alcance liberal y se muestran irrealizables en el marco de las contradicciones descritas anteriormente, imponiendo a la sociedad, a los sectores subalternos, la necesidad de pensarse una propuesta de sociedad, de nación, de mundo, cualitativamente diferente a la que el capitalismo propugna: ésta es la tarea que asumen múltiples sectores de este continente de la esperanza. La cultura de lo efímero busca imponerse, instaurar el fetichismo de las mercancías, desbordando las relaciones humanas y situando las del mercado y el sector financiero como patrón de sociabilidad global. Las culturas ancestrales son agredidas desde adentro y la cultura global del capital busca marcarles el ritmo, la existencia, su cosmovisión. Sin embargo, en este contexto que podría sonar a desesperanza, emergen especialmente en el continente americano, expresiones de resistencia y construcción social y cultural de herencia milenaria, que entrelazadas con los movimientos urbanos y sectoriales, luchan en espacios locales y regionales e insisten en preservar su tiempo y su espacio. Alternativas sociales de todo tipo que aunque dispersas y fragmentadas todavía, se constituyen en la posibilidad de futuro para la humanidad.

Crisis ambiental: el juego de la vida En Beijing, la capital china, el nivel de contaminación ha llegado a niveles tan alarmantes que en marzo de 2014 el gobierno de ese país restringió la circulación de automóviles en el triángulo Pekín-Tian14

jin-Hebei, ubicado al norte del país, la región más contaminada de China. En enero de 2013 el cielo de Beijing se nubló por el esmog por varios días, situación que se ha repetido en el último año. En la misma región también se restringieron las clases de educación física y los ejercicios al aire libre en los colegios1. El nivel de contaminación en Beijing es tan alto que llega a un nivel de toxicidad 40 veces superior al nivel que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera saludable 2. Si en las ciudades el transeúnte se ve obligado a encerrarse en sus habitaciones, en los campos la muerte se pasea de otra manera. A miles de kilómetros de la antigua ciudad luz, en el departamento de Casanare, al oriente de Colombia, una grave sequía amenaza a las comunidades campesinas y a la fauna silvestre, en especial a quienes habitan un ecosistema conocido como ‘sabana inundable’. En palabras de un habitante de la región, lo que ocurre es “algo que nunca se había visto…el agua se nos esfumó” 3. Las sequías, que duraban en promedio cuatro meses al año, mataban de sed a algunos animales que no resistían la carencia de agua, pero la sequía de inicios de 2014 es mucho más intensa. Este año la ministra de ambiente reconoce la muerte de 5000 chigüiros, cifra que controvierte el periodista Daniel Samper Pizano, quien habla de 23000 chigüiros muertos 4. La sabana inundable es un ecosistema que se caracteriza por unos meses de sequía y la abundancia de agua el resto del año, por eso el dato más preocupante es la muerte de animales como babillas y tortugas pues en las épocas calurosas tendían a resguardarse bajo la tierra, pero este año el suelo está tan seco que se hizo tan sólido como una roca y los animales quedaron atrapados 5. Valga anotar 1 Telesur, “Norte de China nuevamente bajo alerta de alta contaminación”, disponible en: http://www.telesurtv.net/articulos/2014/03/26/el-norte-de-china-nuevamente-bajo-alerta-de-alta-contaminacion-9544.html 2 The economist, “The world’s biggest polluter is going green, but it needs to speed up the transition”, Disponible en: http://www.economist.com/news/ leaders/21583277-worlds-biggest-polluter-going-green-it-needs-speed-uptransition-can-china 3 Revista Semana, “Sequía en Casanare”, disponible en: http://www.semana.com/nacion/articulo/sequia-en-casanare-en-paz-de-ariporo/381885-3 4 Daniel Samper Pizano, “El país de los chigüiros muertos, http:// www.eltiempo.com/opinion/columnistas/danielsamperpizano/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-13750891.html 5 Revista Semana, “Sequía en Casanare”, disponible en: http://www.semana.com/nacion/articulo/sequia-en-casanare-en-paz-de-ariporo/381885-3

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que en esa región operan varias empresas que explotan el petróleo de la zona, entre ellas compañías como Pacific Rubiales, Ecopetrol, Geo Park, Cepcolsa, Petrominerales, New Granad y Parex. Extracción petrolera y cambio climático podrían estar combinándose para generar el desastre.

La tragedia de las abejas, o como los vicios privados generan la catástrofe El egoísmo privado se convierte en virtud pública”. Esta máxima, tan repetida por los economistas liberales, fue enunciada en 1714 por Bernard Mandeville en su libro La fábula de las abejas, o los vicios privados hacen la prosperidad pública, una reflexión que pasó a la historia por ser una de las primeras justificaciones morales del capitalismo emergente. En esa vía los individuos solo se guían por su propio interés, incluso sus acciones altruístas están motivadas por su egoísmo; la moralidad no es más que una manipulación creada por políticos tramposos para engañar a la multitud. Es gracias al egoísmo que los individuos desarrollan las actividades que permiten el funcionamiento de la sociedad: El panadero fabrica pan para venderlo a buen precio y enriquecerse, así su individualismo beneficia a quienes necesitan que se les provea pan para el desayuno. En nuestros días la fábula ha mutado nuevamente en tragedia. Un estudio reciente ha documentado el descenso de la población de abejas, especialmente en Norteamérica y Europa. La destrucción de habitats, el uso de pesticidas y otros productos químicos en la agricultura, la contaminación derivada de la quema de combustibles fósiles, la aparición de nuevos patógenos y los cambios en los patrones de florecimiento y lluvias, estos últimos asociados al cambio climático, han afectado gravemente a las colonias de abejas. 16

Y bien ¿Por qué habrían de importarnos las abejas? Como bien saben los agricultores, las abejas son polinizadoras de buena parte de los cultivos de los que depende la alimentación humana. Gracias a las abejas se han desarrollados buena parte de las frutas, frutos secos, vegetales, legumbres y semillas de cultivos. De acuerdo con un reciente informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), de 100 especies de cultivos que aportan el 90% de los alimentos, 70 son polinizadas por abejas, y sin polinizadores eficientes el rendimiento de tales cultivos puede reducirse hasta en un 90% 6. Hay dos aspectos que merece la pena, literalmente, destacar sobre la pérdida de eficiencia de la polinización realizada por las abejas. En primer lugar, los estudios revelan que la emisión de diésel interfiere en el olfato de estos insectos de tal manera que tienen más dificultades para encontrar las flores a polinizar. En resumen, la emisión de químicos derivados del uso de diésel está alterando la manera como se han relacionado plantas e insectos desde hace millones de años 7. En segundo lugar, factores como el uso intensivo de pesticidas y otros tóxicos en la agricultura industrial tienden a vulnerar el sistema inmunológico de las abejas, aumentando la mortalidad de los insectos 8. En algunos casos los experimentos revelaron que colonias enteras de abejas perecieron por los nuevos patógenos que las atacan. Mandeville estaba convencido que las colonias de abejas eran la metáfora adecuada para justificar el egoísmo como fuente de la prosperidad pública, pero la historia (natural) del capitalismo muestra su error. La producción agrícola intensiva se ha desarrollado

Gráfico 1 Emisiones de CO2 y consumo de energía en China y Estados Unidos Fuente: The Economist

6 Saco, Isabel. “Las abejas disminuyen por los insecticidas y la contaminación”. Disponible en: http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_ RAZON_363384/2692-las-abejas-disminuyen-por-los-insecticidas-y-la-contaminacion#.U0bw_s6qCho 7 Kelland, Kate “La contaminación diesel afecta a las abejas”, Disponible en: http://es.reuters.com/article/entertainmentNews/idESMAE99502620131006. Bees’ foraging for flowers ‘hampered by diesel exhaust’Disponible en: http:// www.bbc.com/news/24364637, Traffic fumes make honeybees unable to recognise flower scent, study shows, Disponible en: http://www.theguardian.com/ environment/2013/oct/03/traffic-fumes-honeybees-scent-flowers 8 Pettis JS, Lichtenberg EM, Andree M, Stitzinger J, Rose R, et al. (2013) CropPollinationExposesHoneyBeestoPesticidesWhichAltersTheirSusceptibilitytotheGutPathogenNosemaceranae. PLoS ONE 8(7): e70182. doi:10.1371/ journal.pone.0070182

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con la aplicación de agroquímicos e insumos tóxicos que han generado graves daños ambientales. Hoy la amenaza ecológica generada por esa producción ha llegado incluso a poner en riesgo a los polinizadores que gracias a la evolución, han permitido el crecimiento de vegetales por millones de años antes de la aparición del género humano. En contravía de la fábula de Mandeville, las abejas no muestran que el egoísmo individual genere la prosperidad colectiva, más bien el egoísmo de los capitalistas amenaza a las colonias de abejas y está llevando a poner en riesgo la alimentación colectiva.

La amenaza del cambio climático El escéptico es un personaje que no cesa de perseguirnos. Al narrar los eventos anteriores, el escéptico podría decir: “Es cierto, todo es muy grave, pero podemos interpretar lo que ocurre como eventos aislados, sin relación entre sí. Por ahora no es necesario prender alarmas”. La prudencia tiende a ser una buena actitud, pero los datos indican que la situación actual es grave. Hoy sabemos, por ejemplo, que el nivel de CO2 en la atmósfera superó por primera vez las 400 partes por millón, generando el nivel más alto de gases de efecto invernadero, un nivel que no se había registrado en millones de años 9. El cambio climático es producido por la quema de combustibles fósiles y la emisión del metano lanzado a la atmosfera por las excretas del ganado y los terremotos. El aumento de las emisiones tiene dos efectos, por un lado deteriora la capa de ozono protectora que opera como refrigerante, por otro operan como gases de efecto invernadero que absorben la luz solar y contribuyen al calentamiento del planeta. La alteración de los ciclos del clima genera catástrofes reflejadas en olas de calor, sequías, aumento del nivel de los oceanos, inundaciones, tormentas, cambios ecológicos acelerados, desaparición de especies, y un menor rendimiento de los cultivos, situación que agravará la crisis alimentaria 10. 9 Sheridan, Kerry.“Concentración de CO2 en el aire supera máximo histórico”. Disponible en: http://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/ articulo-421411-concentracion-de-co2-el-aire-supera-maximo-historico 10 Ver al respecto: Jared Diamond, “Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen”. Madrid, Debate, 2005. Jonathan Neale, “Cómo detener el calentamiento global y cambiar el mundo”. Barcelona, El

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Un argumento habitual defendido por los escépticos alude a la regularidad del cambio climático, pues el clima ha variado en todos los períodos de la historia del planeta. No obstante, la discusión no radica simplemente en el cambio climático sin más, sino en dos factores adicionales asociados: 1. el cambio climático que estamos viviendo es un cambio abrupto, y 2. tales cambios son resultado de las actividades humanas. De acuerdo a Jonathan Neale, la amenaza que conlleva el cambio climático no es de poca monta: Pensemos en los efectos del huracán Katrina en Luisiana. O en el ciclón que mató 300 000 personas en Bangladesh en 1970. O en la sequía que ha afectado al Sahel africano, desde Etiopía hasta Mali, durante los últimos cuarenta años. Ahora imaginemos decenas de grandes ciclones en un lapso de tres años, algunos más potentes que todos los que hayamos visto. Imaginemos un aumento del nivel del mar que inunde no solo Nueva York, Londres, Shangai, Ámsterdam y Mumbai, sino también decenas de ciudades, deltas y llanuras costeras. Combinémoslo con la ausencia de monzones en el sur de Asia, y con olas de calor en las ciudades e incendios forestales en buena parte del mundo.
Es imposible calcular cuál sería el número de víctimas: probablemente cientos de millones. Un número mayor de habitantes del planeta se vería reducido a una condición animal por lo que presenciaría y lo que haría para sobrevivir. Y no serán simples desastres naturales: es muy probable que los gobiernos reaccionen con el uso de la fuerza para obligar a los pobres y a los trabajadores simples a pagar el alto costo de la catástrofe 11. Los anuncios de Neale suenan catastróficos, apocalípticos, pero merece la pena lanzar la mirada hacia los hechos. Refiriéndose al informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre el estado del clima global entre los años 2001 y 2011 12, en un comuviejo topo, 2012. 11 Jonathan Neale, obra citada, p 18 12 OMM, “El Estado del clima mundial 2001-2011. Un decenio de fenómenos climáticos extremos”, 2013. Cabe aclarar que la OMM es bastante cauta frente a la relación entre cambio climático y los extremos meteorológicos de los últimos tiempos: “Si bien los climatólogos consideran que aún no es posible atribuir fenómenos extremos individuales al cambio climático, sus conclusiones apuntan cada vez más a que muchos fenómenos recientes

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nicado de prensa publicado el 3 de julio de 2013, ésta organización afirma que dicho período fue el más caluroso en ambos hemisferios desde 1850, año en que empezaron las mediciones. También se afirma que el aumento de la temperatura global se acompañó de “una rápida disminución del hielo marino del Ártico y una aceleración de la pérdida de la masa neta de las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia y de los glaciares del mundo” 13. (Ver gráfica 2)

tormentas tropicales en el pacífico norte, tornados con mayor fuerza de la habitual en Estados Unidos, vientos de mayor velocidad en Sri Lanka, el mayor promedio de precipitación en Australia desde 1997, el mes más húmedo en China desde 1973 y uno de los mayos más fríos en España, Francia y el Reino Unido. (Ver Gráfico 3) En suma, no solo contamos con mayores evidencias científicas sobre el cambio climático, también crecen las alarmas sobre la extrema gravedad del problema. Un aspecto particularmente preocupante es el aumento de las víctimas mortales ocasionadas por fenómenos climáticos, como lo muestra el gráfico 4, este número ascendió en el decenio pasado. ¿Y qué decir del anuncio según el cual es muy probable que los gobiernos reaccionen con el uso de la fuerza para afrontar las consecuencias de los cambios abruptos en el clima? Aquí los datos también son contundentes.

El cambio climático como problema de seguridad nacional

Gráfico 2 Temperatura mundial promedio, decenios 1880-2010 Fuente: Organización Meteorológica Mundial

De acuerdo con el mismo comunicado, entre 2001 y 2010 también se produjeron fenómenos climáticos extremos en varios lugares del mundo, entre ellos las olas de calor en Europa y Rusia, el huracán Katrina en Estados Unidos, el ciclón tropical Nargis en Myanmar, las sequías en la cuenca del Amazonas, Australia y África oriental y las inundaciones en Pakistán. A conclusiones similares ha llegado la Agencia Nacional de Información Climática de Estados Unidos (National Climate Data Center, NCDC), que ha registrado fenómenos climáticos preocupantes en los últimos años. Tomemos como referencia el mes de mayo de 2013, cuando la NCDC registró varios fenómenos climáticos anómalos en solo un mes: Dos habrían ocurrido de forma diferente o no habrían ocurrido en absoluto si no existiera el cambio climático”. 13 Organización Meteorológica Mundial, OMM, “2001-2010: Un decenio de fenómenos climáticos extremos”, disponible en: https://www.wmo.int/pages/ mediacentre/press_releases/pr_976_es.html

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Algunos documentos revelan que la Central de Inteligencia Americana (CIA) está financiando un proyecto de investigación cuyo eje principal es la posibilidad de alterar el ambiente de la tierra para controlar el cambio climático. El proyecto tiene un costo de US$ 630.000, será ejecutado por la Academia Nacional de Ciencias, y tendría tres objetivos: 1. Investigar cómo la geoingeniería puede ayudar a que los humanos puedan influir sobre los patrones meteorológicos. 2. Analizar los posibles peligros resultado del cambio climático; y 3. Investigar las posibles implicaciones de la geoingeniería para los asuntos de la seguridad nacional 14. Aunque el primer anuncio sobre la investigación se produjo en 2009 15, solo recientemente ha cobrado relevancia ese proyecto. Las preocupaciones asociadas a dicha investigación han dejado de ser exclusivas de 14 Ver el artículo “Conspiracy theorists, rejoice!” de Dana Liebelson y Chris Mooney, disponible en: http://www.motherjones.com/politics/2013/07/ cia-geoengineering-control-climate-change. En noviembre de 2012 Mother Jones había publicado la nota de Kate Sheppard “Farewell, CIA Climate Center”:http://www.motherjones.com/blue-marble/2012/11/farewell-ciaclimate-center-we-hardly-knew-ye. El proyecto puede consultarse en: http:// www8.nationalacademies.org/cp/projectview.aspx?key=49540 15 Puede consultarse el anuncio en : https://www.cia.gov/news-information/ press-releases-statements/center-on-climate-change-and-national-security. html

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Gráfico 3 Fenómenos climáticos anómalos en mayo de 2013 Fuente: NationalClimate Data Center

Gráfico 4 Víctimas mortales por fenómenos climáticos, decenios 19902010. Fuente: Organización Meteorológica Mundial

blogueros paranoicos y expertos en teorías de la conspiración, y ya son reseñadas en publicaciones fiables. Incluso la edición digital de la prestigiosa revista Slate publicó hace un par de semanas un artículo satíricamente titulado Climate Intelligence Agency 16, mientras el periódico inglés The Independent citó una entrevista donde un vocero de la CIA se rehusó a comentar el proyecto, pero admitió que la agencia tenía interés en trabajar de la mano con los científicos para entender el cambio climático y evaluar sus implicaciones para la seguridad nacional 17. La investigación financiada por la CIA apunta a usar la geoingeniería como posible instrumento para limitar el cambio climático. Dentro de los procedimientos mencionados se ha hablado de lanzar partículas a la estratósfera que reflejen la luz solar hacia fuera del planeta, procedimiento que reduciría la temperatura promedio. También se ha planteado la posibilidad de remover partículas de dióxido de carbono en el ambiente para reducir los niveles de contaminación. La puesta en marcha de la investigación suscita consideraciones ecológicas y políticas. Frente a las ecológicas resulta clave recordar aquel famoso proverbio chino citado hasta el cansancio por los manuales de autoayuda: El aleteo de una mariposa puede sentirse 16 El artículo de Liebelson y Mooney se publicó en Slate con algunas modificaciones, disponible en: http://www.slate.com/articles/technology/future_tense/2013/07/cia_funds_nas_study_into_geoengineering_and_climate_change. html 17 “CIA backs $630,000 studyintohowto control global weatherthroughgeoengineering”http://www.independent.co.uk/news/world/americas/cia-backs-630000-study-into-how-to-control-global-weather-through-geoengineering-8724501.html

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al otro lado el mundo. Conviene recordar que el efecto mariposa adquirió relevancia científica gracias al trabajo del meteorólogo y matemático Edward Lorenz, quien intentó construir un modelo matemático que permitiera pronósticos fiables sobre, precisamente, el comportamiento del clima. La dificultad de predecir el clima radica en la sensibilidad a las condiciones iniciales, es decir, en cómo pequeños errores en la atribución de valores matemáticos reducen la posibilidad de pronósticos exactos. El trabajo de Lorenz fue fundamental para delinear los sistemas no lineales, aquellos donde pequeñas influencias pueden transformar todo un sistema complejo. El clima es el sistema no lineal por excelencia, pues un mínimo aumento de temperatura, de la velocidad del viento o de la presión del aire, pueden generar consecuencias imprevisibles. Por lo anterior, cualquier procedimiento que procure alterar el clima podría traer consecuencias catastróficas para el planeta y para sus habitantes. Frente a los aspectos políticos cabe resaltar que la entrada de los organismos de seguridad e inteligencia militar en proyectos de intervención climática pueden cambiar las coordenadas de la guerra, la política y el control de los territorios. Hoy la mayoría de los conflictos armados a nivel mundial están ligados al control de bienes de la naturaleza, especialmente aquellos recursos estratégicos para la generación de energía 18. El cambio climático drástico puede generar una modificación de los paisajes, los territorios y los ecosistemas de tal magnitud que haga variar las estrategias para controlar los recursos. No es casual, por ejemplo, que el Consejo Nacional de Inteligencia Militar de Estados Unidos identifique el cambio climático como una de las tendencias claves para la planificación militar, junto con la alimentación, la energía y el agua (tesis planteada hace algunos meses en un documento llamativamente titulado Mundos alternativos 19). Tampoco es casual que el Departamento de Defensa redactara una hoja de ruta para responder a los retos de las operaciones militares frente al cambio climático, donde menciona la competencia global por el control de las fuentes de energía y el agua 20. 18 Ver Michael T. Klare, “Guerras por los recursos” , Barcelona, Urano, 2013 19 http://www.dni.gov/index.php/about/organization/national-intelligence-council-global-trends 20 http://www.acq.osd.mil/ie/download/green_energy/dod_sustainability/2012/Appendix%20A%20-%20DoD%20Climate%20Change%20Adaption%20Roadmap_20120918.pdf

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Foto tomda de: http://cvcambiental.blogspot.com/2013/01/problemas-de-legalidad-minera-en-el.html

Lo anterior cobra mayor relevancia con la publicación de los estudios del científico Solomon Hsiang en la revista Science 21 en torno a la posible influencia del cambio climático en los conflictos armados. Hsiang, científico con un postdoctorado en la Universidad de Princeton y quien trabaja en la Universidad de California, Berkeley, sostiene que cada desviación climática estándar puede aumentar en un 14% la frecuencia de los conflictos entre grupos sociales, y que de seguir la tendencia de cambio climático hacia el 2050 la amenaza de conflicto puede aumentar a un 50% en algunos lugares. Como ejemplo se cita el actual conflicto en Siria, donde las sequías de 2006 generaron un aumento en los precios de los alimentos, situación que se convirtió en un catalizador de la guerra en ese país. Aunque el debate científico está lejos de llegar a un consenso, pues la atribución causal sobre los conflictos tiende a generar polémica, lo cierto es que resulta plausible que la modificación de los paisajes por el cambio climático genere variaciones en el manejo de la economía, en la regulación de precios de los alimentos y en la competencia por el control de los recursos naturales 22. 21 Ver “Quantifying the Influence of Climate on Human Conflict”, en: http://www.sciencemag.org/content/early/2013/07/31/science.1235367#aff-1 22 Ver al respecto el artículo de Tim McDonell “Global WarmingCould Cause 50 PercentIncrease in ViolentConflict”, en: http://www.motherjones.com/

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El cambio climático está generando un rediseño de la estrategia militar de los grandes ejércitos en un contexto de disputa global entre las viejas y las nuevas potencias por el control de recursos y bienes de la naturaleza. La pregunta crucial es si un posible control del clima global pueda ser en sí mismo un arma de guerra. Varios comentaristas han recordado que en la Guerra de Vietnam la Fuerza Aérea de Estados Unidos intentó inducir lluvias para bloquear caminos usados por el Viet Cong. ¿Será la geoingeniería la nueva arma global? Aunque aún sea temprano para hacer aseveraciones serias sobre los alcances del proyecto, las revelaciones sobre los nuevos objetivos de la CIA y los departamentos de seguridad de Estados Unidos coinciden son con el escándalo generado por el programa de espionaje global ventilado por Edward Snowden, situación que muestra los posibles alcances de la nueva etapa de la inteligencia y la seguridad 23. Parece que en la era Obama la tecnología juega un papel predominante en la seguridad, el espionaje y la guerra, como lo muestra el uso de aviones no tripulados (drones) en varios lugares del mundo. Por otro lado, parece que las nuevas tecnologías no traen consigo el abandono de las viejas fórmulas usadas por la seguridad norteamericana. En un reciente documental presentado por Fareed Zakaria en CNN se incluye una entrevista con Leon Panetta, el ex jefe de la CIA y ex Secretario de Defensa de la administración Obama. En la entrevista, Panetta sugiere que parte de la información usada para matar a Osama Bin Laden se obtuvo mediante tortura 24. No es casual que el discurso de Obama haya variado significativamente, pasando de la defensa irrestricta de las libertades civiles a sugerir la posibilidad de recortar la libertad para obtener seguridad 25, recordando los tiempos blue-marble/2013/07/climate-change-violenceTambiénpuede verse el artículo de Rebecca Morelle “Rise in violence ‘linkedtoclimatechange’” disponible en http://www.bbc.co.uk/news/science-environment-23538771 23 Ver al respecto el artículo de Tim McDonell “Global WarmingCould Cause 50 PercentIncrease in ViolentConflict”, en: http://www.motherjones.com/ blue-marble/2013/07/climate-change-violenceTambiénpuede verse el artículo de Rebecca Morelle “Rise in violence ‘linkedtoclimatechange’” disponible en http://www.bbc.co.uk/news/science-environment-23538771 24 La transcripción de los audios del documental puede encontrarse en: http:// transcripts.cnn.com/TRANSCRIPTS/1305/12/fzgps.01.html Las palabras textuales de Panetta fueron: “I oftengetcriticizedforsayingthis, butitisthefactwegotinformation, eventhoughyoumaynotliketheapproachthatwasused. Thefactwas, itwasinformation”. 25 Aquí puede verse un comparativo del cambio en el discurso de Obama: http://irregulartimes.com/2013/06/08/obama-vs-obama-on-the-choice-be-

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de la guerra fría. La mejor caricatura de la situación se ha retratado en una viñeta donde aparece Martin Luther King diciendo I have a dream, mientras Obama pronuncia I have a drone. Las implicaciones del escándalo Snowden son tan grandes que un blog de The Economist afirmó que la guerra contra el terrorismo es el Vietnam de Obama 26, ya que al actual mandatario le ocurre algo muy parecido a lo que le ocurrió en su momento a Lyndon B. Johnson: la guerra contra el terrorismo amenaza con debilitar la agenda interna del presidente y quitarle gobernabilidad. Un punto allí señalado indica que, a pesar de la retórica, hoy el terrorismo no es una amenaza importante para la seguridad nacional de Estados Unidos. El verdadero riesgo a la libertad en ese país el propio programa de espionaje. Si el espionaje global, los aviones no tripulados, e incluso la tortura son los ejes que orientan la política de seguridad de Obama, la pregunta que sigue rondando es cuál es el rol de la investigación que busca incidir en el clima global. Aquí parece que los analistas de The Economist tienden a equivocarse, pues si algo nos ha enseñado la historia reciente es que la agenda externa de una potencia es a la vez su agenda interna. En un contexto de crisis económica, energética y ambiental, el control de recursos naturales es crucial para la estabilidad de la economía, lo que repercute en la agenda interna, pero dicha estabilidad solo podrá garantizarse mediante la expansión imperialista. El posible uso de la geoingeniería por los organismos de inteligencia puede ser un arma decisiva en la competencia por los recursos, en un contexto donde la CIA desarrolla planes de control territorial y vigilancia global con instrumentos de alta tecnología. Las consecuencias de estas posibles prácticas pueden ser gravísimas para el ambiente y para los pueblos, e incluso pueden redefinir las coordenadas de las guerras. Por ahora solo estamos hablando de un proyecto de investigación, pero si algo nos enseñó el siglo XX, es que la ciencia y la tecnología de alto nivel unidas a proyectos militares no han traído buenas experiencias. Vale la pena recordar las palabras de Günther Anders en la primera carta enviada a Claude Eatherly, el piloto del Enola Gay que arrojó la bomba sobre Hiroshima: tween-security-and-freedom/ 26 http://www.economist.com/blogs/democracyinamerica/2013/06/why-we-spy

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“…en cierto modo, podemos producir más de lo que somos capaces de representarnos; el hecho de que los efectos resultantes de los instrumentos que nosotros mismos hemos producido son tan grandes que ya no estamos preparados para representárnoslos. Tan grandes que ya no podemos hacerles frente”.

La crisis económica o la tormenta perfecta Al analizar las posibles consecuencias de la crisis ecológica encontramos que los asuntos ambientales están intrínsecamente ligados con la geopolítica y los asuntos militares. Lo anterior muestra cómo la crisis actual tiene múltiples procesos que se relacionan entre sí. En ese marco, resulta crucial dilucidar sobre los vínculos entre la crisis ecológica con la crisis económica de nuestro tiempo. Durante el periodo posterior a la segunda guerra mundial la economía creció de manera constante, anclada en el desarrollo agrícola, la industrialización y la competencia armamentista entre las dos grandes potencias (Estados Unidos y la URSS). Tal situación se complementó con un alto nivel de consumo en los países capitalistas avanzados, lo que sustentaba la demanda de bienes de consumo producidos por la industria y la agricultura. Esta demanda efectiva sólo era posible gracias a los buenos niveles salariales generados por la organización de los trabajadores y su alta capacidad de negociación 27. Esa “Edad de oro” no podía ser eterna. Para finales de los años 60 los niveles de crecimiento económico y mantenimiento de altos salarios, generaron la elevación de los precios y el aumento de los niveles de inflación. De manera paralela, los gastos presupuestales de los Estados Unidos, acelerados con la Guerra de Vietnam, llevaron a un déficit fiscal que pretendieron reducir por la vía de la emisión de más dólares, lo cual reforzó las tendencias inflacionarias. A todo lo anterior debemos sumarle una típica sobreproducción que no puede absorberse con una demanda efectiva, es decir, se llega a un punto de expansión tal que se producen muchas cosas que no se van a vender. El estancamiento sumado a la inflación explica que la crisis de finales de los 60 e inicios de los 70 se denominara 27 Sobre este punto ver Eric J. Hobsbawm, “Historia del siglo XX”, Barcelona, Crítica, 1997.

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“estanflación” 28. Desde entonces la economía capitalista entró en una etapa de onda larga de financiarización y estancamiento, la cual a su vez conlleva ondas “cortas” de recuperación y desaceleración económicas 29. Los puntos más bajos de esta onda larga han sido la crisis del petróleo de 1973 30, la crisis de la deuda en 1982, la caída de Wall Street en octubre de 1987, la crisis mexicana y el “efecto tequila” en 1994, la crisis de los Tigres Asiáticos en 1997, la crisis Rusa y el “efecto Vodka” de 1998, el asomo de recesión posterior al 11 de septiembre en los Estados Unidos, la intempestiva debacle Argentina de finales de 2001. El más reciente capítulo de esta onda larga de crisis se inició en 2008 con la quiebra de los bancos de inversión en Estados Unidos. La crisis actual cumple una característica habitual de las crisis anteriores: Tras una expansión “material” de la economía, basada en la agricultura, la extracción de minerales, la manufactura y (desde el siglo XX) la industria, usualmente se despliega una expansión “financiera” del capital resultado del estancamiento (reducción de beneficios), la inflación y la sobreproducción de la fase anterior. Para Giovanni Arrighi 31 lo que ha ocurrido en décadas recientes puede compararse con lo acontecido con la decadencia de Génova en el siglo XVI, la de Holanda en el siglo XVII, y el inicio de la caída Británica a finales del siglo XIX. En los tres casos se cumplió el mismo patrón, a la fase de expansión material del capitalismo le sucede una etapa de expansión financiera que revela problemas para la estabilidad económica global. Por lo anterior, desde la década del 70 en adelante, la financiarización de la economía ha sido una constante que tiende a profundizarse con el paso del tiempo. El origen de esta etapa se encuentra en el desmantelamiento del patrón oro/dólar, lo que permite la emisión de moneda sin un correlato en la economía real 32. Esta tenden28 Sobre este punto ver Eric J. Hobsbawm, “Historia del siglo XX”, Barcelona, Crítica, 1997. 29 Ver ErnestMandel, “Las ondas largas del desarrollo capitalista”, Madrid, Siglo XXI, 1986. 30 Provocada por el Gobierno Nixon en asocio con los gobiernos de Irán y Arabia Saudita, para afectar a las economías Japonesa y Europeas que dependían del suministro de crudo de Oriente próximo. Ver David Harvey, “El nuevo imperialismo”, opcit, p 62. 31 Ver Giovanni Arrighi, “El largo siglo XX”, Madrid, Akal, 1999. Giovanni Arrighi, artículo “Las expansiones financieras en su perspectiva histórica mundial: Réplica a R. Pollin”, en revista New LeftReviewn.o 5, Noviembre/Diciembre de 2000, págs. 137 y ss. Robert Pollin, “El actual estancamiento económico en su perspectiva histórico-mundial”, en revista New LeftReviewn.o 5, Noviembre/Diciembre de 2000, págs. 127 y ss. 32 Ver sobre este punto, Daniel Libreros Caicedo, “Transnacionalización

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cia se explica como una respuesta a la crisis, pues busca satisfacer dos necesidades de los capitalistas: a) Encontrar nuevas fuentes de inversión y ganancia, y b) Absorber la sobre-producción agrícola e industrial que ha llevado a la crisis. Si los capitalistas están buscando nuevas fuentes de inversión, se revela el síntoma de una sobreproducción, causa habitual de las crisis económicas 33. Al no poder encontrar estas fuentes de inversión las cuales son limitadas por definición, se dispara la especulación, es decir, las operaciones arriesgadas de intercambio bursátil, generando el estallido de las burbujas financieras, cuando la crisis toca fondo. La fase de expansión financiera busca obtener nuevos espacios de inversión para los capitalistas; espacios que no tienen un correlato en la economía productiva. Los fines de tal tendencia se orientan tanto a la recuperación de los beneficios perdidos, como a la absorción monetaria de la sobreproducción. El descenso en los índices de rentabilidad lleva a los capitalistas a buscar fuentes seguras de inversión, de ahí la relevancia que cobran las actividades extractivas y la mercantilización de los bienes de la naturaleza. Este aspecto ha sido bien ilustrado por Juan Ignacio Crespo: La mejor ilustración de lo que ha sido el exceso de recursos a la caza de muy pocos activos se produjo en el primer semestre de 2008, es decir, ya bien entrados en la crisis financiera: durante el primer semestre de ese año, el precio de las materias primas no cesó de subir. De todas ellas, el petróleo, que es la única que acapara titulares de los telediarios, pasó de 95 a 145 dólares el barril en sólo seis meses 34. Lo anterior se liga, nuevamente, a los factores que definen la geopolítica y la guerra, pues las trayectorias de las estrategias de seguridad y defensa en los inicios del siglo XXI se ven determinadas por el control de recursos naturales, principalmente el petróleo, el gas natural y el agua. La disputa por estos recursos se perfila como la principal causa de guerras internacionales en el corto, mediano y largo plazo. El analista Michael T. Klare afirma que las piedras preciosas, la madera de construcción y otros minerales serán determinantes en la delineación de los conflictos internos de algunos y capital financiero”, en Jairo Estrada y Jaime Caicedo, (Editores), “Marx Vive”, Universidad Nacional de Colombia, 1999, p 205 y ss. 33 Ver Robert Pollin, op cit, p 133. 34 Juan Ignacio Crespo, “Preguntas en la niebla”, disponible en: http://elpais.com/diario/2009/03/01/negocio/1235916869_850215.html

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países de la periferia capitalista 35. Pero sin lugar a dudas, el objetivo militar más importante de los Estados Unidos es el control de las reservas de Petróleo. En palabras de Klare: [Ningún objetivo] ha influido tanto en la política militar norteamericana como la determinación de garantizar el acceso estadounidense a las fuentes de recursos vitales en el extranjero. Con el crecimiento de la economía estadounidense, las industrias del país cada vez dependen más de las importaciones de determinadas materias indispensables; en correlación con ello la protección de los flujos mundiales de recursos deviene una preocupación cada vez más destacada de la política de seguridad de Estados Unidos. Así lo evidencian no sólo la dimensión geográfica de los planteamientos estratégicos… sino también los aspectos operativos. Si en otros tiempos la tecnología armamentística y la política de alianzas dominaban el discurso de los asuntos militares, ahora la estrategia tiene más en cuenta la protección de las explotaciones petroleras, la defensa de las rutas comerciales marítimas y otros aspectos relacionados con la seguridad de los recursos 36. Adicionalmente, puede decirse que el control sobre los recursos estratégicos en relación con el predominio militar tienen un vínculo de doble vía: la fuerza militar garantiza control territorial para manejar tales recursos, pero además, tales recursos generan fortaleza militar, pues solo quien posee unas reservas de petróleo suficientes podrá dotar de combustible a sus aparatos de combate, situación que se hace más urgente en un contexto de escasez de reservas energéticas a nivel mundial. Por lo anterior, la relevancia que cobran las actividades extractivas y la mercantilización de los bienes de la naturaleza se explican tanto por la crisis económica y por la batalla continua por la hegemonía mundial. No obstante, lo anterior deja un punto sin explicar: la entrada en vigor del neoliberalismo, que puede explicarse como una estrategia de “recomposición del poder de clase” 37 y de gestión de la econo35 Ver Michael T. Klare, “Guerras por los recursos. El futuro escenario del conflicto global”, Barcelona, Urano, 2003. 36 Michael T. Klare, op cit, p 23. 37 Ver David Harvey, “Breve historia del neoliberalismo”, Madrid, Akal, 2007. Perry Anderson, “El despliegue del neoliberalismo y sus lecciones

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En América latina la implantación del modelo neoliberal ha traído como consecuencia la desindustrialización y la dependencia frente a la explotación de materias primas, de ahí que la crisis económica contribuya a redefinir las actividades económicas en la región. Así actividades como la extracción minera a gran escala, generación de energía eléctrica, producción forestal, control de semillas, despojo masivo de tierras y producción agrícola intensiva, se convierten en el eje de la economía de los países latinoamericanos. Precisamente las mismas actividades predilectas por los inversionistas en estos tiempos, dada su rentabilidad en los mercados financieros.

Foto tomda de: http://www.sinaltraempros.com/imagenes/casanare.jpg

mía capitalista en tiempos de crisis. Los cinco grandes laboratorios del neoliberalismo, esto es, el Chile de Pinochet, la China de Deng, la ciudad de Nueva York en la segunda mitad de los años 70, la Inglaterra de Thatcher y los Estados Unidos de Reagan, operaron de la misma manera: reprimieron a los sindicatos, bajaron los salarios, privatizaron empresas estatales y favorecieron a grandes banqueros. Esta manera de administrar la economía tenía en su base el propósito de desmejorar las condiciones salariales de los trabajadores para favorecer a los inversionistas privados, anulando los derechos que la clase trabajadora había conquistado durante el siglo XX, por eso se habla del neoliberalismo como la recomposición del poder de la clase capitalista. Pero al mismo tiempo es una estrategia de gestión de la crisis, pues ante la reducción de la rentabilidad de la economía, los capitalistas buscan nuevas fuentes de ganancia apelando a lo que Marx llamaba la “plusvalía absoluta”, es decir la reducción de salarios y el aumento del tiempo de trabajo. La gran paradoja del capitalismo radica en que su única época de florecimiento y crecimiento fue aquella en que la clase trabajadora era fuerte y tenía la capacidad de presión para obtener buenos salarios. Mientras el capitalismo tiende a sus regulaciones habituales, aquellas ligadas a la regulación del mercado, tiende a incurrir en crisis. para la izquierda”, en Renán Vega (editor) “Marx y el siglo XXI”, Bogotá, Anthropos.

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Vivimos en una latente tormenta perfecta. La búsqueda de inversión segura se realiza en un contexto de escasez potencial de fuentes de energía; las actividades extractivas pretenden darle salida a estas dos cuestiones, pero hacerlo conlleva daños ambientales irreparables. La sobreutilización de agua en la generación de energía eléctrica, la tala masiva de bosques por la minería a cielo abierto, o la contaminación de ríos por residuos de la actividad minera, son algunos de los efectos más preocupantes. Pero eso no es todo, el punto más alarmante es que la depredación ambiental a gran escala se está profundizando en medio de una grave crisis ambiental cuyo principal síntoma es el cambio climático. Las salidas del capital a la crisis económica profundizan la crisis ambiental, como un bombero que apaga un incendio con gasolina. En el Manifiesto comunista Karl Marx advirtió que el capitalismo mostraba una extraña paradoja: En las crisis estalla una epidemia social que en todas las épocas anteriores hubiese parecido un contrasentido: la epidemia de la superproducción. Súbitamente, la sociedad se halla retrotraída a una situación de barbarie momentánea; una hambruna, una guerra de exterminio generalizada parecen haberle cortado todos sus medios de subsistencia; la industria, el comercio, parecen aniquilados. ¿Y ello por qué? Porque posee demasiada civilización, demasiados medios de subsistencia, demasiada industria, demasiado comercio. Siguiendo la cita, cuando el capitalismo engendra sus crisis, la humanidad se ve sometida a una barbarie momentánea, pero esa barbarie es resultado del exceso de civilización que trae el capital. Sin embargo esa tesis puede radicalizarse de tres maneras.

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En primer lugar, es preciso insistir en que la crisis ya no es una mera barbarie momentánea, más bien es la condición de posibilidad del capitalismo, pues gracias a ella el capital logra expandirse. Más bien lo que parece excepcional es la marcha estable de la acumulación, ya que los períodos de crecimiento sostenido parecen ser una anomalía histórica. En segundo lugar, al no situarse la crisis como una anomalía, puede decirse que el capitalismo se constituye como una civilización de la crisis. Es el exceso de civilización el que genera la barbarie, el exceso de producción, de inversión, de automóviles, de producción industrial, de extracción minera, de quema de combustibles fósiles. El exceso de civilización genera la barbarie. En tercer lugar lo más importante: la crisis actual es muy diferente de las anteriores, pues la crisis económica se funde con la crisis energética y con la crisis ambiental. Esa situación genera un estado de riesgo ecológico a gran escala. No asistimos a una crisis de la civilización capitalista, pues el capitalismo sigue gozando de buena salud, más bien constatamos que la civilización capitalista conlleva el riesgo de un colapso ambiental a escala planetaria. Hoy no basta hablar de la crisis, es preciso pensar en el capital como un proyecto ligado a la destrucción. En el tratamiento habitual de la crisis, se consideraba que el capital era una especie de “destrucción creativa”, donde se combinaba de manera sincrónica la civilización y la destrucción. Hoy la dinámica del capital es bastante diferente por cuanto el desarrollo capitalista ha impulsado con mayor vigor su potencial destructivo 38. Por otro lado, la tesis clásica de Marx consideraba que las relaciones de producción, en particular la propiedad privada, se harían demasiado estrechas para regular el crecimiento de la riqueza engendrado por las fuerzas productivas. De ahí viene la famosa afirmación sobre la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, contradicción que transformaría el modo de producción capitalista hacia una nueva fase de riqueza socializada. Tal consideración parece obsoleta cuando las fuerzas productivas aparecen como fuerzas destructivas. Aquí cobra relevancia la reflexión de Walter Benjamin sobre la destrucción. En “Panorama imperial”, fragmento decisivo de Direc38 Un excelente análisis de esta cuestión se encuentra en ElmarAltvater, “La creación destructiva (El desarrollo capitalista, entre civilizar y embrutecer)” en Sinpermison.o 2, 2007.

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ción única 39, Benjamin considera que la catástrofe es inminente mientras considera que la estabilidad es una miseria estabilizada. Esta reflexión aparece en el contexto de la hiperinflación alemana, donde el dinero se muestra como la barrera ante la que fracasan todas las relaciones humanas. Cuando Benjamin afirma que “La época actual es, por antonomasia, la antítesis del renacimiento” 40, nos muestra que su propia época es un momento histórico que no puede explicarse por el gusto por la proporción, el retorno al saber clásico Greco-latino, o el despliegue de la razón iluminadora de las ciencias y las artes. La época de Benjamin es la época de los extremos, la época de la Revolución y la contrarrevolución, del Fascismo, de la Guerra Civil Europea, del Genocidio, del avance del Estalinismo, de la crisis económica; en suma, la época de Benjamin es la época de la Catástrofe. Cabe destacar que en su celebrada “Historia del Siglo XX” 41, de manera coincidente Eric Hobsbawm caracteriza al siglo como la “edad de los extremos”, y en particular señala el periodo 1914-1945 como la era del “derrumbamiento”, pues es un periodo enmarcado en la guerra mundial, la crisis económica, la revolución de octubre, el giro estalinista y la caída del liberalismo europeo por el avance de los fascismos. Pero el punto crucial, sin duda, es el vínculo entre destrucción, catástrofe y progreso. A contravía de la filosofía moderna de la historia, Benjamin considera que la idea de progreso no nos llevará a una sociedad idílica, sino a la catástrofe: Hay un cuadro de Klee que se llama AngelusNovus. En él se representa a un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca abierta y extendidas las alas. Y este deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual 39 Walter Benjamin, “Dirección única”, Madrid, Alfaguara, 1987, p 27 y ss. 40 Walter Benjamin, “Dirección única”, Madrid, Alfaguara, 1987, p 37. 41 Eric Hobsbawm, “Historia del siglo XX”, Barcelona, Crítica, 1995.

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da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso...”42 Aunque Benjamin pensaba en catástrofes como la crisis del ’29, el avance del fascismo, o la primera guerra mundial, en nuestro tiempo la catástrofe toma un contorno más amenazante, al combinar la crisis económica con una grave amenaza ecológica. En síntesis si queremos mantener el planeta y tener la posibilidad de transformar la sociedad debemos enfrentar al capitalismo; enfrentar al capitalismo es enfrentar un proyecto basado en la destrucción.

“... Hoy no basta hablar de la crisis, es preciso pensar en el capital como un proyecto ligado a la destrucción. En el tratamiento habitual de la crisis, se consideraba que el capital era una especie de “destrucción creativa”, donde se combinaba de manera sincrónica la civilización y la destrucción”.

42 Walter Benjamin, “Tesis de Filosofía de la historia”, disponible en: http:// www.jacquesderrida.com.ar/restos/benjamin_historia.htm

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CapĂ­tulo Los movimientos 2

sociales latinoamericanos: Buscando su lugar en la diversidad


Capítulo 2 Los movimientos sociales latinoamericanos: Buscando su lugar en la diversidad

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Nuestra América en e b u ll i c i ó n

Nuestra América es un campo de disputa, donde, con múltiples matices, se han venido agudizando las contradicciones entre dos lógicas o tipos de poder. De un lado el que se representa en y desde los poderes constituidos y que asumen a raja tabla el modelo neoliberal y las lógicas y relaciones inherentes al sistema capitalista que se despliega en los órdenes económico, político, ideológico y militar. De otro lado, un bloque o tendencia que se expresa en los Movimientos Sociales, que se asumen como poder constituyente, o en algunos pocos casos ya como poder constituido; movimientos con o sin expresiones de gobierno en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Chile, Argentina1. Estas lógicas de poder antagónicas, se diferencian frente a la participación de la sociedad en el gobierno, el tipo de democracia, las rela1 Asumimos esta entrada y no la tradicional de caracterizar los tipos de gobiernos, porque el ejercicio gubernamental lo consideramos como una expresión de los movimientos sociales y políticos en varios de los países mencionados

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ciones internacionales, los tipos de relaciones sociales y la naturaleza de la propiedad que soporta la economía. Estos aspectos caracterizan los despliegues de estrategias, bien para sustentar el modelo neoliberal, o de los repertorios de lucha contra hegemónicos y/o alternativos. En Nuestra América no son pocas ni nuevas las manifestaciones de movimientos sociales y/o políticos que históricamente se han estructurado, impulsando diferentes reivindicaciones y con distintas estrategias de lucha. Hay movimientos que realizan reclamos o demandas puntuales dentro del orden establecido, otras expresiones se sitúan en una posición de confrontación a las políticas neoliberales que se materializan desde los poderes constituidos, llegando incluso a plantear la necesidad de otro tipo de relaciones y lógicas de poder, señalando como alternativa, la opción de Poder Popular. En la región y en especial desde finales de los años 90, se han desarrollado infinidad de movimientos y formas organizativas, teniendo en los procesos político-organizativos de los pueblos indígenas, un referente bastante consolidado. Sin embargo, a partir de los años 2000, hay expresiones de otros actores que se han venido fortaleciendo, resaltando el resurgimiento de los movimientos campesinos y urbanos. Muchas de estas expresiones enfrentan al poder, contraponen sentidos y formas de vida, que se expresan en sus acciones y se hacen evidentes en ejercicios políticos y organizativos, transformando prácticas cotidianas en procura de formas de narrativas sociales, políticas y culturales, orientadas por la idea de construir poder popular, irreductibles al poder dominante. En esta dialéctica del poder propio en relación-confrontación al poder dominante se debe resaltar al movimiento Sin Tierra del Brasil, el Movimiento Piquetero en la Argentina, al Congreso de los Pueblos de Colombia y el movimiento libertario chileno, entre otros.

Disputa por la gobernabilidad En la región se han desarrollado infinidad de expresiones y formas organizativas, teniendo en procesos político-organizativos como las Mingas o las formas análogas asamblearias y auto convocadas en cada país, un referente de mención obligada. 41


Según Éric Toussaint 2, en Latinoamérica existen dos grandes tendencias opuestas. Una primera, dominante, hegemónica, que entraría de lleno en el escenario internacional y específicamente en la región, desde mediados de la década del setenta, fundamentada esencialmente en la profundización de la ofensiva capitalista imperialista. Su énfasis se ha hecho sentir en el fortalecimiento de las estrategias de guerra, planes Puebla-Panamá, Colombia, Patriota, Dignidad en Bolivia, entre otros; que vinculan la confrontación militar regular, con ejércitos legales e irregulares, operando bajo la forma de grupos paramilitares. Una de las estrategias de este modelo de desarrollo capitalista conocido como neoliberalismo, se materializa en el fortalecimiento del pie de fuerza y del armamento de los ejércitos nacionales; pie de fuerza que busca estructurarse esencialmente con miembros profesionales, lo que genera altos costos y la estructuración de lógicas mercenarias al interior de las filas. De la mano del fortalecimiento de la guerra de manera legal, se tiene la implementación de bases militares norteamericanas en la región, teniendo en gobiernos como el colombiano, aliados incondicionales para la implementación de las estrategias de dominio geo-espacial, para el control territorial de la región. La segunda estrategia para el fortalecimiento de la guerra, está asociada con la puesta en marcha de los planes de guerra sucia: guerras de baja intensidad, centrales en los desarrollos de las guerras de cuarta generación 3. En Latinoamérica esta lógica de guerra, cuenta en el paramilitarismo, con una estrategia que han tenido diversas maneras y formas tanto de organización como de acción, llegando incluso a afectar los escenarios de los poderes jurídico, ejecutivo y judicial. Pero también hay otros ensayos, los cuales nos atrevemos a poner en dos grandes grupos: países cuyos gobiernos ensayan la vía de la modernización capitalista, apoyados en políticas de recuperación de la soberanía del Estado sobre los bienes minero energéticos. Estos países adoptan y radicalizan la política de la inversión social como contrapeso al extractivismo que desarrollan y no pueden superar; en este bloque de países encontramos a Brasil y Argentina. 2 Toussaint, Éric, De las resistencias a las alternativas, revista pueblos, 2008. 3 Kaldor Mary, Las Nuevas guerras. Violencia organizada en la era global, Cambridge, 2001.

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Un segundo grupo de países transitan por la vía de un extractivismo regulado, con inversión social y soberanía sobre la política de Estado, ensayando caminos de participación de organizaciones y movimientos sociales en el gobierno o en el control de las instituciones estatales: este es el caso de Bolivia y Venezuela, cada uno con sus momentos y contradicciones propias. En los dos bloques el papel de los movimientos sociales y políticos es muy importante, ya sea como dinamizadores de acciones de oposición y contención o como constructores de gobernabilidad.

Los movimientos sociales nuevamente en el escenario A la hora de considerar cuándo un tipo de expresión es o no un movimiento social y de qué tipo es, vale la pena detenerse en responder: i) ¿se organizan para enfrentar o no al poder constituido?, ii) ¿lo hacen o no como poder?; y, iii) ¿buscan reformar o transformar el orden existente? El primer aspecto determina los objetivos o sentidos de lucha, el para qué del proceso. Enfrentan al poder constituido, le piden, o lo defienden. Los movimientos sociales latinoamericanos, con fuerte componente campesino, obrero e indígena han desarrollado una articulación de las dos primeras perspectivas: han confrontado las políticas del poder constituido al tiempo que en el terreno reivindicativo le han demandado soluciones. Algunos han hecho de la petición su práctica principal, lo que implica un reconocimiento del 43


orden establecido, tales como los movimientos cívicos o comunales, que son acciones colectivas, pero no necesariamente llegan a ser un movimiento social. De igual manera estarían los grupos de presión o grupos de interés. Cuando además de la demanda y la confrontación se propone una construcción propia desde el poder popular, esto es el ordenamiento del territorio, de la economía o del gobierno, entramos en una nueva dimensión de la acción política que pone al centro la construcción de un nuevo orden social. Con matices, expresiones como el Movimiento Zapatista, Movimiento al Socialismo, Los Piqueteros, el Movimiento Sin Tierra, el Movimiento Indígena del Ecuador, el Congreso de los Pueblos en Colombia, se asumen como sujetos con una visión de Poder Popular irreductibles al orden neoliberal capitalista existente en los diversos territoritos donde se expresan. En este caso acciones de demanda, confrontación y construcción propia se combinan dependiendo las coyunturas y lecturas de la realidad y se articulan a través de una estrategia de poder. Estos movimientos buscan transformaciones estructurales del orden existente a través del poder popular real, que ya se ejerce en territorios concretos. Enfrentan al poder neoliberal imperante desde una opción de nuevo estado o Estado en construcción. Plantearse confrontar el poder existe con una propuesta de poder alternativo, sitúa a estos movimientos en una lógica de expresiones que buscan Cambios Estructurales de la sociedad. La posición frente a estos tres aspectos marcaría la diferencia para que un movimiento pueda ser catalogado como movimiento social a secas, o como Nuevo Movimiento Social 4.

Movimientos Sociales ¿nuevos o clásicos? Los nuevos horizontes de los movimientos sociales obligan a repensar las maneras de comprender la acción política, superando viejas lógicas. Al respecto vale la pena retomar las reflexiones de los historiadores británicos 5 que asumieron la tarea de desarrollar el análisis 4 Eyerman, págs. 17 y 18 5 Harvey J. Kaye, Los historiadores marxistas británicos, Zaragoza, Prensas Universitarias, 1989, caps. 15 y 7.

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de la sociedad inscritos en la tradición marxista, pero intentando superar o trascender el encuadre planteado de los análisis que parten centrados únicamente en las relaciones económicas y de clase, que implica asumir la tensión entre base-superestructura. La propuesta lleva a poner en cuestión la concepción de “totalidad social basada en el modelo o metáfora, base - superestructura’’ donde la base es definida como la(s) dimensión(es) económicas y/o tecnológicas determinante(s) y la superestructura como las dimensiones políticas, jurídica, cultural e ideológica, determinadas 6. Estos historiadores ponen en primer plano un problema teórico y metodológico para el análisis histórico referido a los “orígenes, desarrollo y expansión del capitalismo, entendido, no en el sentido limitado del cambio económico, sino como cambio social en el sentido más amplio” 7, como generación de nuevas relaciones sociales. Esto lleva entender la dinámica de las transformaciones sociales en una perspectiva en la que los elementos definidos como superestructura, se asumen desde una perspectiva diferente, considerándolos con igual importancia para el análisis de las transformaciones históricas, al que se le había dado a los aspectos de orden económico, de la base. Es en esta perspectiva donde cobran relevancia aspectos como la costumbre, la identidad, la cultura, la política entre otros elementos 8. En ese marco es pertinente considerar la acción política de los movimientos sociales latinoamericanos como: i) sujetos reales en las transformaciones históricas, ii) relaciones no sólo de tipo objetivo, sino subjetivo e intersubjetivo; iii) generadores de una ruptura con la visión historiográfica que asume y “construye” la historia a partir de los hechos de los “grandes hombres que transforman la historia”; como consecuencia, iv) desarrollan una visión de la historia, de las transformaciones, de las relaciones sociales, de los cambios, en la que son los procesos, los sujetos colectivos constituidos como “sujetos históricos”, los que hacen la historia y de manera específica, v) se asumen como actores de una historia construida desde abajo 9; en este encuadre se sitúan expresiones como el Congreso de los Pueblos. 6 Kaye, pág. 5. 7 Kaye, pág. 6 8 Kaye, pág. 17 y sub 9 Kaye, pág. 7

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Para el interés de este análisis procesos como el Congreso de los Pueblos, el Frente Popular Darío Santillán o el mismo MST, se configuran como una nueva expresión práxica que no solo se unifica en torno a demandas de necesidades materiales insatisfechas y la lucha por el poder, sino que vinculan o se movilizan en torno a reivindicaciones de valores o elementos inmateriales, aparentemente no retomados por los movimientos tradicionales. En ese sentido se plantean no como movimientos clásicos o nuevos, sino como movimientos sociales a secas que articulan características y dinámicas de los dos.

Las expresiones de Movimientos Sociales de Nuestra América Los repertorios de lucha de movimientos sociales en la región latinoamericana han sido diversos y merecen resaltarse dos elementos: i) han planteado como proclama la ruptura con el neoliberalismo, y ii) han “ensayado” diversas estrategias de participación, de política y acción social directa. Las grandes movilizaciones populares se han opuesto a la ofensiva neoliberal de los años ochenta, con un sujeto de lucha cada vez más diverso, con un protagonismo supremamente importante de indígenas, sectores campesinos, el movimiento estudiantil de las grandes ciudades, algunas vertientes de obreros y otros sectores. Esta diversidad no niega los sujetos clásicos sino que los amplía, dando un papel central a sujetos históricos antes invisibilizados. En cuanto a la participación política desde lo electoral o la construcción de gobernabilidad, hay experiencias que vienen mostrando resultados que dan alternativas a debates como la “contradicción” entre las luchas sociales y la política; los movimientos sociales y la lucha de clases. Las luchas que se libran concretan la alternativa que se levanta contra el modelo neoliberal; son fuerzas históricas, que han pasado de la denuncia, la resistencia a presentar alternativas desde las luchas reivindicativas y las “estratégicas” o programáticas. En estas búsquedas, le apuestan a la concreción de un poder que se construye desde abajo y que no se ha dejado cooptar por el poder imperante. Esto no quiere decir que, i) no hayan seguido haciendo la denuncia o que no sea importante seguirla desarrollando; o que, ii) los procesos se encuentren en un nivel de desarrollo avanzado. No; solo se señala que se “encaminan” a construir alternativas. 46

Como se ha señalado, en propuestas como las del Congreso de los Pueblos la tradición y la memoria histórica, juegan un papel político e ideológico determinantes, como aspectos constitutivos identidad “Con nosotros vienen los recuerdos y las experiencias de una larga historia de lucha y de resistencia. Echamos mano de nuestras identidades y de nuestras culturas para enfrentar las amenazas…” 10 Se invoca la importancia de tener presente las raíces, los orígenes de la cultura, la tradición, la historia, para construir soberanía, en gramáticas populares diferentes a las instauradas 11. Esta soberania radica en el poder popular, tal como se plantea en otro apartado. En esta perspectiva la soberanía se lee en clave de alternativas o ejercicio de construcción de poder desde las comunidades. La soberania correspondería a acciones de contra hegemonía, propuestas que se resisten a un poder constituido que no responde a las espectativas de éstos. Finalmente decimos que el Congreso de los Pueblos puede considerarse como movimiento social en tanto, i) su práctica genera un sentido de acción como sujeto político, como voluntades colectivas 12 complejas; ii) el sentido de su acción construye, plantea o se apropia de una forma de expresión, de un lenguaje entendido como formas comunes de vida, de narrativa discursiva, social, política y económica; es el lenguaje de la acción popular que recrea la tradición y la historia; iii) una clara postura frente al estado de cosas existe, del mundo, del poder estatal. En este orden de ideas, resulta importante esta línea de análisis, intentando situar la reflexión en torno a este tipo de expresiones de movimientos sociales, i) no como meras expresiones organizativas espontáneas, como una forma más de organización social, sino ii) como sujetos históricos que encarnan intereses como clase popular, 10 Proclama primer Congreso Indígena y Popular septiembre de 2004, Cali. 11 Desde Hobbes la categoría soberanía remite a la enajenación del poder en un soberano, así pues, es impensable la noción de soberanía por fuera de relaciones de poder. Su desarrollo lleva a que se consideren dos escenarios. Por un lado aquella que plantea la soberanía como cualidad exclusiva del Estado, poniendo el acento en el poder constituido. por su parte, Jean Bodin definen la soberania como “el maximo de mando”, en este sentido, la soberanía del Estado excluiría otras expresiones que se reclamen como soberanas construidas de manera horizontal. Bodin, J., On Sovereignty, traduc. de Julián Franklin, Cambridge, Cambridge University Press, 1992. 12 Laclau, E., Chantal, M, Hegemonía y estrategia socialista, edit., FCE, pág., 102, Argentina, 2006.

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muy seguramente puede ser el germen de una clase; iii) que no es clase popular por que comparta necesariamente el espacio de la producción, del trabajo, la pobreza; sino porque, iv) adquiere su identidad a partir del reconocimiento de las privaciones a las cuales es sometida por las actuales formas del capitalismo y negándolo se plantea un nuevo orden social.

“ Cuando además de la demanda y la confrontación se propone una construcción propia desde el poder popular, esto es el ordenamiento del territorio, de la economía o del gobierno, entramos en una nueva dimensión de la acción política que pone al centro la construcción de un nuevo orden social”

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Capítulo El CONGRESO3DE LOS PUEBLOS: Legislación popular y Vida digna


Capítulo 3

El CONGRESO DE LOS PUEBLOS: Legislación popular y Vida digna

L

Naturaleza de un proceso en Construcción. La historia del Congreso de los Pueblos tiene sus raíces en las luchas y dinámicas de movilización y reagrupamiento de distintas expresiones del movimiento popular colombiano en las últimas décadas. Principalmente podemos decir que se reconoce en la experiencia de lucha de diversos sectores sociales que comenzaron a articularse a partir de las movilizaciones sociales que resistieron al difícil período que vivieron durante los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, caracterizados por la profundización del terrorismo de estado y el despojo de territorios por vías legales e ilegales. Desde finales de la década del 90 regiones como el Catatumbo, el Sur de Bolívar, Arauca y el suroccidente colombiano se convierten en un escenario de recrudecimiento del conflicto armado colombiano, con expresiones como la constitución de las Autodefensas Unidas de

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Colombia –AUC– y la expansión de estas fuerzas contrainsurgentes en distintos territorios, así como la puesta en marcha del Plan Colombia como estrategia de intervención económica, política y militar por parte de los Estados Unidos de América, pero también de un período en el que la insurgencia se encontraba fuertemente posicionada en grandes territorios del país y propinaba golpes de significación estratégica a la fuerza pública. En síntesis es un período de escalamiento de la guerra y del conflicto social y armado. Durante este tiempo se iniciaron los diálogos de paz en el Caguán, entre el Estado y las FARC-EP, y de la misma forma se comenzaron a constituir algunos esfuerzos del movimiento popular colombiano en aras de exigir la terminación del conflicto social y armado mediante la solución política y negociada, a la vez que se levantaron banderas de resistencia frente a los proyectos extractivos de expansión y despojo por parte del capital internacional. Cabe destacar en el recuento de las luchas, el desarrollo del Tribunal Permanente de los Pueblos, las audiencias del Sur de Bolívar y las caravanas solidarias hacia regiones bloqueadas por el militarismo. En el suroccidente colombiano el movimiento indígena comenzó a reagruparse y se planteó la necesaria movilización masiva para generar escenarios de diálogo y negociación alrededor del incumplimiento de acuerdos pactados con el gobierno en años anteriores. En junio de 1999 irrumpió en el escenario público una multitudinaria movilización indígena que se desarrolló mediante el cierre de la vía panamericana durante más de 10 días, teniendo el resguardo de la María, Piendamó como principal territorio para la concentración; a partir de esto se llegaron a nuevos acuerdos que hasta hoy hacen parte del grueso de acuerdos incumplidos por el Estado colombiano. En noviembre del mismo año organizaciones campesinas del Macizo colombiano adelantaron una gigantesca movilización que generó el cierre durante más de 25 días de la vía panamericana, acción en la que también recibieron el apoyo de algunos sectores del movimiento indígena caucano. Durante ambas movilizaciones se despertó un gran interés y compromiso en la población urbana que se expresó en el apoyo logístico, con alimentación y difusión. A partir de 1999 se comenzaron a tejer articulaciones y se generaron aproximaciones entre el movimiento campesino del macizo y el movimiento indígena caucano, este proceso llevó a la construcción de mayores confianzas, a la vez que se fueron ubicando y reconociendo los elementos comunes que les permitió avanzar en la 53


unidad efectiva en algunos territorios. De forma simultánea desde el Frente Social y Político y la Gran Coalición Democrática se ejercía resistencia al modelo neoliberal y a la guerra. De la unidad inicial de indígenas y campesinos se conforma la Minga de Resistencia al que se convocaron importantes organizaciones sociales y populares del suroccidente. Este proceso se desarrolló mediante encuentros, congresos, audiencias, bloqueos, marchas, entre otras acciones políticas, dentro de los cuales vale la pena destacar ciertos años o momentos de mayor intensidad. En mayo del 2001 se llevó a cabo la Gran Minga hacia Cali contra la violencia, y en el 2002 se le dio continuidad mediante el desarrollo de algunas acciones en defensa de la vida y el territorio. En 2004, luego de avanzar en profundas discusiones entre las organizaciones, se convocó a la realización de una Minga de Resistencia desde los sectores populares, primordialmente rurales, y para estos años con un gran impulso desde el movimiento indígena. En septiembre de este año se realizó una marcha hacia Cali donde se sesionó en modo de Congreso Itinerante, allí se construyó el Mandato Indígena y Popular de la Minga por la Vida, la Justicia, la Libertad y la Autonomía, que centró sus apuestas en puntos concretos como: la defensa de la vida, la solución al conflicto armado, la violación de derechos humanos y la política de seguridad democrática; la confrontación al paquete de reformas constitucionales, el rechazo a los tratados de libre comercio –TLC– y al área de libre comercio de las américas –ALCA–, y la construcción de mecanismos para la resistencia y el ejercicio de la soberanía popular. Los puntos de referencia para el llamado a la acción unitaria fueron el rechazo a la guerra, a la profundización del modelo económico neoliberal y por la construcción de otro país. Esto posibilitó un mayor afianzamiento del proceso, la generación de nuevas relaciones y alianzas, y el avance en elaboración de agenda común a corto, mediano y largo plazo. Igualmente la reflexión partió del reconocimiento de que el Estado actual adelantaba un Plan de Muerte, a lo cual se debía oponer un Plan de Vida, lo cual comenzaba a hacer parte del horizonte estratégico de construcción. A partir del 2005 se reactivaron las acciones de liberación de la Madre Tierra (recuperaciones de tierra) como ejercicio de disputa del territorio y de confrontación al régimen político y al modelo económico. En mayo del 2006 se realizó la Cumbre Nacional Itinerante en la María, municipio de Piendamó (Cauca), con desarrollo 54

en otros espacios del territorio nacional; la Cumbre fue convocada para rechazar un posible acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos. Esta acción nacional permitió un mayor nivel de articulación, que se evidenció en alrededor de 300 mil personas movilizadas a lo largo y ancho del país. Finalmente, el año 2008 fue crucial en la potenciación del movimiento social y popular de los últimos años y en la reafirmación de este proceso de articulación. Desde el 11 de octubre se realizó la Minga de Resistencia Social y Comunitaria. La concentración inicial fue en la María, municipio de Piendamó (Cauca), que contó con una masiva participación (estimada en 20.000 personas, principalmente indígenas y campesinos) y con un gran apoyo por parte de sectores urbanos de todo el país. Para estos años ya era evidente que el Cauca era bastión de resistencia contra el gobierno nacional encabezado por Álvaro Uribe Vélez. En esta ocasión más que a deliberar el llamado fue a desarrollar una acción fuerte de movilización y lucha a partir de 5 puntos: 1. contra el TLC y el modelo económico; 2. contra la legislación del despojo, por tierra, territorio y soberanía; 3. contra el Estado y el gobierno como agentes de terror, se reafirma el derecho a la vida y los derechos humanos; 4. por los acuerdos pactados entre distintos sectores sociales con el Estado e incumplidos por el mismo; y 5. por la construcción de una agenda de los pueblos. Esta acción tuvo una repercusión nacional de gran importancia por su magnitud, a la vez que por el nivel de confrontación popular. Hubo cierre de la vía Panamericana y una gran arremetida por parte de las fuerzas estatales (Policía y Ejército), que dejaron centenares de heridos y algunas personas muertas. Se adelantó una movilización hacia Cali con el objetivo de concertar un espacio de diálogo con el Gobierno. En un intento de diálogo se concertó una reunión de las comunidades movilizadas y el presidente Uribe, el cual no produjo ningún resultado, por lo que se decidió realizar una gran jornada de marcha por el país hasta llegar a Bogotá. Este proceso de caminar la palabra dignidad hasta la capital, junto con el gran esfuerzo y compromiso de lucha, fueron los detonantes de una mayor articulación en la Minga de Resistencia Social y Comunitaria y de la misma con otros sectores y fuerzas sociales y políticas: campesinas, estudiantiles, sindicales y partidos políticos. 55


De allí en adelante la Minga de Resistencia Social y Comunitaria siguió desarrollándose mediante el encuentro en un escenario denominado Comisión Política, desde donde comenzó a tejerse la idea de construcción de un Congreso de los Pueblos, para lo cual se convocaron tres Pre-Congresos en octubre de 2009, en Cali, Bogotá y Cartagena; espacios que continuaron el trabajo de discusión a partir de los 5 puntos de la Minga, pero en perspectiva ya no solo de la resistencia al régimen y el modelo, sino en procura de pasar del país de los dueños sin pueblos, al país de los pueblos sin dueños. Así, la iniciativa de la Minga se va a encontrar con diversas luchas sectoriales y nacionales en franco proceso de reconstrucción entre las cuales hay que destacar la lucha contra el referendo de 2003, el proceso del Encuentro Nacional Popular, la conformación del Polo Democrático Alternativo y la reactivación de las luchas magisteriales y estudiantiles. Entre el ocho y doce de octubre de 2010, con la asistencia de unas veinte mil personas se instala formalmente el Congreso de los Pueblos en la ciudad de Bogotá, en predios de la Universidad Nacional de Colombia; fue un gran ejercicio de reflexión y construcción conjunta. Durante estos días se trabaja logrando concretar la ruta estratégica del Congreso en seis objetivos y siete ejes principales. Objetivos: 1. Desarrollar una base temática y generar la motivación para definir la construcción de «El Plan de Vida Digna Nacional» 2. Elaborar el marco de un «Mandato de Mandatos» que recoja los acumulados de los procesos regionales, sectoriales y de pueblos. 3. Desde Mandatos regionales, sectoriales, de los pueblos; dar cuenta de la Fuerza Social y las Capacidades de Movilización de las comunidades, de la riqueza de pensamiento que existe en nuestro país. 4. Construir y proponer una «Plataforma de Movilización y Acción» para los próximos 10 años. 5. Definir «Criterios para la articulación de lo Social y lo Político» en el país. 6. Recoger y fortalecer una «Agenda internacional» para la articulación de los pueblos. 56

Ejes: Se plantea que estos deben permitir la puesta en marcha de un proyecto de país que ponga sobre la mesa los ejes que se consideran fundamentales e innegociables para una Colombia digna. El trabajo desarrollado por las diferentes comunidades, procesos organizativos, de distintos sectores definen siete ejes temáticos que recogen y sintonizan las diferencias constitutivas del Congreso de los Pueblos: 1. TIERRA, TERRITORIO Y SOBERANÍA: para dar cuenta de la construcción territorial y regional que como comunidades realizamos a diario, en una apuesta de autonomía y autodeterminación. 2. ECONOMÍA PARA LA VIDA Y CONTRA LA LEGISLACIÓN DEL DESPOJO: estamos enfrentando un modelo de producción en el cual el despojo y la desigualdad han sido la regla general. Proponemos dar cuenta de otra lógica económica posible, protagonizada por la gente. 3. CONSTRUYENDO PODER PARA EL BUEN VIVIR: la política y las dinámicas del poder entendidos como proceso y como medio para liberar las potencialidades de la vida social y natural que permita recuperar su integralidad y su armonía. 4. CULTURA, DIVERSIDAD Y ÉTICA DE LO COMÚN: dando cuenta de las múltiples maneras en las que construimos vida en común, pensándonos un país diverso. 5. VIDA, JUSTICIA Y CAMINOS PARA LA PAZ: es imposible construir un país para todos y todas sin hacer una apuesta por la paz y la justicia. La esencia del conflicto la constituye el desequilibrio social y natural que el modelo dominante ha producido, por tal razón, nuestro marco para pensar su superación no es coyuntural ni parcial, parte del carácter de la vida misma y la dimensión de sus relaciones. 6. ECONOMÍA PARA LA VIDA Y CONTRA LA LEGISLACIÓN DEL DESPOJO: estamos enfrentando un modelo de producción en el cual el despojo y la desigualdad han sido la regla general. Proponemos dar cuenta de otra lógica económica posible, protagonizada por la gente. 7. INTEGRACIÓN DE LOS PUEBLOS Y GLOBALIZACIÓN DE LAS LUCHAS: Colombia no es nuestra frontera limitante. En América Latina y el mundo entero los pueblos 57


vienen caminando otras visiones de mundo y de relacionamiento internacional posible que se corresponden con nuestras propias apuestas. Articularlas y proyectarlas en conjunto es nuestro reto. Estos puntos recogen parte de la propuesta construida y debatida desde la Minga de Resistencia Social y Comunitaria, pero se amplía a partir de los aportes de otros procesos populares, organizaciones sociales y políticas, que aún sin estar en Minga, acuden al Congreso a participar activamente a continuar aportando al camino de la unidad popular colombiana y nuestroamericana. Es por esto que el escenario de Congreso de los Pueblos, al igual que la Minga en coherencia con su naturaleza, permite avances en la articulación social y popular, además que pone a debatir proyectos que se han venido constituyendo desde hace décadas en los diferentes territorios del país. “El Congreso de los Pueblos no es una reunión. El primer encuentro fue una sesión de instalación. Lo que se hizo durante los cuatros días, del ocho al doce de octubre fue principalmente definir agenda legislativa popular”1 en el marco de la construcción del mandato de mandatos. De cada una de las siete mesas de trabajo salen propuestas respecto a 3 ejes: 1) Líneas Estratégicas, 2) Plataforma de acción y movilización, y, 3) Articulación y coordinación. En estos puede encontrase el grueso de la propuesta del Congreso de los Pueblos.

Naturaleza

La propuesta lleva implícita la necesidad de que sean los sujetos del cambio quienes edifiquen su propuesta y no que sean orientados a partir de las claridades de los “profesionales” o cuadros expertos; es por lo mismo que dicho trabajo se convierte en un ejercicio autónomo y soberano, pero más que nada de empoderamiento colectivo para continuar caminando hacia un horizonte emancipatorio. Congreso se vuelve el determinante en la concepción de poder popular, ya que éste es clara expresión de encuentro participativo horizontal de comunidades que enfrenta al poder a la par que se construye propuesta de pais para una Vida Digna. Por esto es que se asume “que el país de abajo legisle, que los pueblos manden, que la gente ordene el territorio, la economía y la forma de gobernarse” 2. La naturaleza del Congreso de los Pueblos hay que verla en relación con su propuesta y forma de legislación, que tiene un carácter popular. Este Congreso se asume como espacio, potencia las condiciones político organizativas en pequeño, del modelo grande de sociedad; un ejercicio legislativo que expresa la autonomía de las organizaciones y procesos, que es ejercicio de soberanía popular. Es decir, las organizaciones, procesos y sectores van buscando y encontrando sus formas de legislar, de mandatar que se irán materializando de acuerdo a la historia, el desarrollo politico-organizatvo, naturaleza de las organizaciones y procesos y a sus luchas. El resultado en términos políticos es el empoderamiento popular. Se cualifica el cuestionamiento a las decisiones del gobierno, de la clase en el poder, construidos para sus interés sin participación popular, identificando claramente que responden a los propósitos del bloque dominante y al modelo económico neoliberal.

La naturaleza del Congreso se expresa de forma directa en su carácter legislativo, que asume como método la democracia directa aprendida de los procesos de Minga en las comunidades indígenas, los Convites en la tradición campesina, las Tongas y Yuntas en las comunidades negras, los cabildos en los espacios comunales y en general las dinámicas asamblearias en las tradiciones populares; en cualquier caso, se entiende que debe significar el llamado al trabajo en colectivo para la formulación de propuestas y apuestas conjuntas y comunes al movimiento popular.

El Congreso de los Pueblos es un escenario de Legislacion Popular que se materializa en la la construccion de MANDATOS. Los mismos se erigen como alternativas en la procura de una vida digna, exige derechos en el campo de las reivindicaciones, pero esencialmente se proyecta en la construcción y materializacion de Poder Popular.

1 Lideresa asistente al lanzamiento del Congreso de los Pueblos el 12 de octubre de 2010.

2 Consigna expresada en el marco del Congreso de los Pueblos, octubre de 2010

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El Congreso de los Pueblos no pone el énfasis en la propuesta de toma del poder, aunque no lo niega; plantea la perspectiva de construcción de poder con un sujeto histórico amplio y diverso, que se configura de manera dialéctica para responder a las lógicas del capi-

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talismo de estos tiempos, que acentúa sus prioridades en su maquinaria de guerra, en la explotacion de hombres y mujeres, en copar todos los espacios de la vida humana. Ese sujeto histórico ha entendido que ningún sector solo y por separado puede lograr hacer realidad las grandes demandas que se requieren al Estado, a la vez que comprende que debe avanzar más allá y desde posturas criticas, a ganar elementos para que entre todos y todas las comunidades, los pueblos, los sectores, las clases trabajadoras, populares, en general entre los colombianos y colombianas, logremos “legislar” y hacer realidad los mandatos como forma alternativa de pensar, sentir y actuar; como otra forma de Poder con otras miradas e intereses, la de los diferentes al poder burgués, por los que detentan actualmente el poder. La Autodeterminación de los pueblos es una deuda histórica, que ya no sólo hay que cobrar, es hora de asumir el papel historico de construir ese nuevo país que soñamos, el que nos merecemos los colombianos y colombianas, el que es nuestro y que debemos retornar para nosotros a través de una nueva cultura política, que demande y construya, que no delegue sino que articule, que no espere a un salvador, sino que asuma de manera colectiva las tareas indispensables. Por eso este Congreso de los Pueblos es un Mandato que debe llegar a todos y todas para “caminar la palabra”, es decir para construir un consenso desde el pueblo, en el momento histórico que camina hacia una época revolucionaria. Caminar la Palabra es un ejercicio político y pedagógico de construir precisamente las condiciones para esa revolución. Legislar y mandatar exige pensar en el corto y mediano plazo, pero fundamentalmente es una apuesta estratégica para darle continuidad y horizonte estratégico al movimiento popular colombiano. El Congreso de los Pueblos se construye como proceso colectivo participativo, dialogante, consensuado; esta forma de construcción enfrenta de manera frontal al Estado, consolidando propuestas centradas en la democracia, el bienestar y la justicia, apuestas histórica que no pudo lograr la burguesía en más de 200 años de vida republicana y a las que evidentemente ha renunciado. Es por lo mismo que “no es suficiente con organizarnos, con articularnos, con movilizarnos”, más allá de eso, hay que construir un una propuesta de poder que permita orientar la defensa del territorio: urbano, 60

campesino, indígena, de comunidades negras, todos los territorios donde hoy hay procesos sociales fundamentales y bienes naturales; la construcción de esas condiciones es parte de lo que se denomina mandatar, en general se trata de avanzar en la definición del horizonte transformador, de acción política y construcción propia. Es importante anotar que los mandatos son expresión de los acumulados de luchas y procesos desarrollados históricamente por diversas organizaciones sociales y políticas populares; en tal sentido estos mandatos dan cuenta de lo que realmente vienen trabajando, pensando y orientando las organizaciones, pero también sintetizan las posturas y propuestas frente a la vida colectiva, plantean miradas propias y propuestas que no pueden entenderse o verse solo en lógicas de demandas. Los mandatos sintetizan las contradicciones principales con el capitalismo y sus modelos, y sus efectos en los sectores, organizaciones y territorios. La puesta en marcha de los mandatos muestra los niveles de desarrollo de organizaciones específicas, de sectores o de procesos intersectoriales y en ese sentido pueden ser sectoriales, temáticos, regionales, entre otros.

Congreso de los Pueblos: Movimiento social y político Es claro que en Colombia uno de los mayores retos que hay que enfrentar para avanzar en la construcción de propuestas que sinteticen la unidad, está en lograr cohesionar las dinámicas, las propuestas y metas; esta es una de las grandes complejidades del proceso colombiano; la fragmentación por supuesto no es para enorgullecerse, pero hay que aprender de las experiencias y enfrentar esta realidad. Ir más allá de este tipo de dificultades situaría los procesos en un escenario cualitativamente distinto para enfrentar el diseño de muerte y despojo del régimen, cuyo modelo asume la guerra como una de sus principales estrategias ofensivas en todos los órdenes y con las más diversas formas; represión política, paramilitarismo, corrupción y narcotráfico. Pero las dificultades no han sido impedimento, ni cortapisa para aquellos que “caminando la palabra” han estado y están dispuestos a movilizar sueños, pasiones, deseos, capacidades con el fin de buscar soluciones a muchas necesidades que se originan en una larga y trágica tradición de opresión, desigualdad y exclusión a la que se ha sometido al pueblo colombiano. 61


El Congreso de los Pueblos, es una síntesis de procesos que desde hace décadas han venido haciendo apuestas por la construcción de una sociedad de lo que hoy se sintetiza en la consigan “Propuesta de país para una Vida Digna”. Esta historia que se cuenta en la última fase desde octubre de 2010, ha bebido íntimamente de los procesos de movilización de los pueblos indígenas, de los procesos de la Minga Social y Comunitaria, de la reorganización del movimiento campesino, de las comunidades negras, del fortalecido movimiento estudiantil, de las comunidades barriales; de los reagrupamientos políticos de la izquierda y del sector obrero que continúa firme en su lucha. Este es un espacio de inclusión, de integración. Es un escenario articulador en el que la acción social y política se cruza para el fortalecimiento de lo comunitario y la construccion de poder; como forma de expresión por una apuesta de vida en medio de las más perversas lógicas de dominación, sometimiento y muerte. Es una propuesta en la que el poder se construye en la soberania, la democracia directa, el empoderamiento de las comunidades buscando asumir el control de la propia vida. Esta perspectiva de alguna manera se articula a debates planteados en las dinámicas de los movimiento sociales en relación por ejemplo a: democracia, poder popular, desarrollo, reformas, transformación, empoderamiento, entre otras categorías que desde las primeras perspectivas hoy no tendrían mayor razón de ser por cuanto las personas, los individuos habrían logrado sus mayores posibilidades de desarrollo, de realización humana. La perspectiva de expresiones de movimientos sociales como el Congreso, que trabajan por el potenciamiento de las comunidades que recrean nuevas formas de pensar y habitar el mundo, construyendo escenarios posibles en un tiempo presente, acentuando tipos de relaciones sociales fundamentados en la cooperación, la identidad y el fortalecimiento político organizativo, construyen propuestas en un mundo que todo lo relativiza y lo fragmenta. El Congreso de los Pueblos es expresión de un tipo de movimiento social que se asume como una forma de acción colectiva 3, que se

“Hermanos, Hermanas, Nuestra palabra, que camina y teje razones y sueños, ahora se levanta para compartirles a todos y todas, habitantes del territorio colombiano, pero también a todos los pueblos hermanos, que hombres y mujeres de la más variada procedencia y diversidad de edades nos dimos cita en Bogotá, entre el 8 y el 12 de octubre de 2010, para asumir en nuestras manos la responsabilidad histórica de nuestras vidas y motivar a nuestro pueblo para que haga lo propio con la suya”.

Congreso de los pueblos, 2010

3 No todas las acciones colectivas representan expresiones de un movimiento social. En la vida cotidiana de las comunidades, cualesquiera que éstas sean, se observan un sinnúmero de manifestaciones de acciones colectivas, pongamos por caso, acciones desarrolladas por grupos de más de diez, veinte personas, sin que esto signifique que se estén desarrollando acciones en clave del movimiento social. Rituales como una misa, un culto, asistir a un partido fútbol o baloncesto, una maratón y aun muchas acciones masivas con fines políticos

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movilizan en busca de objetivos claramente definidos, con formas relativamente definidas de movilización. Es un movimiento emancipatorio, que presenta un sinnúmero de luchas sostenidas en el tiempo, asume una postura de poder frente al poder constituido, se asume como poder y finalmente en consecuencia, asume la tarea de construir Poder Popular. El Congreso de los Pueblos es expresión de Movimiento Social porque la resistencia es un bien común que no ha logrado coptar el capital para convertirlo en mercancia y ponerlo al servicio de sus intereses; es la potencia4, que le ha permitido a quienes habitan las regiones, a quienes han sufrido los embates de la guerra, a quienes el sistema los ha excluido, a quienes no logran encontrar la pertenencia desde la diferencia, a quienes los han querido silenciar, a todos los que han tenido que vivir el dolor del despojo, la muerte, la persecusión o la indigna asimilación y gestión controlada de la desigualdad 5, permanecer en sus territorios. Es así entonces que El Congreso de los Pueblos se convierte en una expresión no sólo de los movimientos sociales colombianos; sino que tambien es el vínculo de esa capacidad de construcción, de identidades, de poderes no estatales, no centralizados, que ha parido Latinoamerica en las ultimas decadas, (Zibechi, 2007). Los Zapatistas en Mexico, el movimiento indigena ecuatoriano; los Aymaras bolivianos; los Mapuches, chilenos; los Sin Tierra de como cierto tipo de marchas que representan intereses coyunturales, son claras expresiones de acciones colectivas sin que necesariamente se puedan enmarcaron que en la clasificación de un movimiento social. Lo que sí es claro es que toda expresión del movimiento social corresponde a acciones colectivas pero no necesariamente la situación inversa. 4 En tanto lo que llamamos potencia se relaciona con las vivencias humanas, con las relaciones que hombres y mujeres en movimiento establecen entre sí y con los demás. Relaciones que individual y colectivamente se componen en el dolor” (ZIBECHI, 2007, p.32) 5 Esta perspectiva de analisis cercana a la de Boaventura De Sousa Santos, es completamente aplicable al caso colombiano, que promulga un Estado Social de Derecho que tan sólo ha sido una quimera, incapaz de romper la tradición de un Estado Liberal fundado en el dominio de una cultura conservadora, clerical, machista y excluyente. “En el Estado moderno domina la ideología del universalismo antidiferencialista…(que)…fue llevado al extremo. La ciudadanía política es concebida como justificación de la negación de los particularismos, de las especificidades culturales, regionales, étnicos, raciales o religiosos. La gestión de la exclusión se da pues por medio de la asimilación llevada a cabo por una amplia politica cultural orientada hacia la homogenización y homogeneidad”. (Sousa, Enero, 2003, p.134)

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Brazil; los piqueteros argentinos; el movimiento urbano uruguayo, dominicano, pañameño. Todas estas propuestas de alguna manera se unifican en las luchas no solo por contener el modelo neoliberal, sino por reconstruir el ideario socialista; en otros casos, en la apuesta por sacar a las empresas norteamericanas o europeas de su territorio, o los motivados por la defensa del derecho vital al agua, o la historica lucha por la reivindicación de su identidad y territorio. La lucha contra el neoliberalismo es solo un momento que hace articulación política entre lucha por la democracia y construcción del socialismo. Para el Congreso de los Pueblos, el asunto relativo a la identidad se ha convertido en un asunto de suma importancia. Lo vincula al debate político, pero rompiendo con la moda postmoderna de asumirla como asunto que termina fragmentando la posibilidad de luchas articuladas; las identidades postmodernas corresponden a colectivos, grupos, individualidades que terminan desarrollando apuestas en la clave instrumental de costo beneficio particulares. Para el Congreso la identidad se convierte en una categoría de reflexión que puede resultar paradójica en un mundo que se presenta globalizado, en el que para muchos se han derrumbado las fronteras y el mundo se ha reducido. Sin embargo y tal y como lo señala Castells, (2001) 6, asumimos que hoy las experiencias mundiales muestran como los seres humanos se sujetan, luchan por dar sentido a sus vidas, a la existencia desde la identidad. El mundo de la globalización, en uno de sus enormes contrastes, es también la realidad de la lucha por la identidad. Se viven, o mejor se han construido realidades de un mundo globalizado, pero las tensiones se exacerban en espacios locales. Más allá de los aspectos referidos a la caracterización de la denominada sociedad red, como la nueva forma de sociedad del mundo capitalista producto de la revolución de las tecnologías y de la información; de igual manera, más allá del análisis que se plantea en torno a la importancia de la estrategia de la flexibilidad en el ámbito laboral, en donde sin lugar a dudas se ha presentado una de las transformaciones más radicales en el mundo contemporáneo, instalando la condición precaria como la constante de los millones de trabajadores, que viven en vilo por la desaparición del trabajo tal cual cómo se conoció en el mundo industrial, asistimos a la 6 Castells, M. La era de la Información, economía, sociedad y cultura, El poder de la Identidad; Edi siglo XXI, pág. 28, Argentina, 2001.

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explotación concreta y cotidiana de millones de seres humanos y de la naturaleza. Se podría decir que se asiste a un torbellino o auge, (depende de quien lo vea) de importantes expresiones de identidad colectiva generadas por el capital; identidad en la diversidad, que desafía las lógicas globalizadoras y el cosmopolitismo, reconociendo las singularidades culturales y la importancia del control de las gentes sobre sus vidas y entornos. En esta vorágine de la lucha de clases, la identidad en el Congreso de los Pueblos habría que entenderla en varias direcciones: i)Alrededor de la propuesta de país desde los intereses populares, esto es identidad política; ii) El proceso de construcción de sentido, en el marco de las condiciones objetivas, de las contradicciones típicas del momento actual del capitalismo; identidad de aquellos que se reconocen como clase y que enfrentan a una clase en el poder, vinculando múltiples elementos de orden cultural; iii) La identidad como proceso constructivo en una dinámica de auto identificación, auto-reconocimiento, de construcción de consciencia; de alguna manera es la configuración de marcos de acción y para la acción. Es la constitución de la conciencia de un sujeto colectivo que ha ido tomando la forma de sujeto-diverso, unificadose en la identidad política como sujeto transformador. Así pues, la identidad está planteada en la perspectiva de construcción de sentido; nunca venido de fuera, sino desarrollado desde las dinámicas políticas, organizativas y culturales en las cotidianidades de las comunidades, es decir en los espacios donde se vive la contradicción de clase. La identidad es expresión de unidad en lo diverso, y así la expresión Pueblos adquiere su máxima potencialidad, significando heterogeneidad articulada alrededor del proyecto político. La identidad del Congreso de los Pueblos, siendo centralmente política, dista de una identidad legitimadora, es decir, de aquellas que se orientan a consolidar, extender y perpetuar las lógicas del poder burgués, las lógicas de muerte del capitalismo, por el contrario confronta el proyecto hegemónico y las lógicas del capital. El Congreso de los Pueblos ha venido consolidando una identidad proyecto, en tanto se plantea cómo alternativa de Poder, desde los mandatos como propuesta de País para una Vida Digna. El Congreso viene construyendo de abajo hacia arriba, fuente de sentido y experiencia que desde las comunidades enfrentan con propuestas de 66

Vida, el proyecto de muerte del capitalismo. Su identidad y poder es encarnada en los Mandatos y en todas las acciones de empoderamiento político organizativo que desarrolla. Por esto lo que identifica al Congreso de los Pueblos, es la expresión de un rostro diverso, que configura un sujeto transformador.

Nuestra política: ¡Construimos Poder! En definitiva, mandatar significa ir más allá de la acción de demandar, de exigir derechos al establecimiento y al hacerlo de alguna forma reconocer el orden establecido, máxime si los objetivos estratégicos llegan solo hasta la obtención de los mismos. Es claro que todos los derechos se los ha ganado el pueblo con sus luchas, los mismos no son dádivas de la burguesía; ésta por el contrario hace todo lo posible por restringir los mismos. Nada de lo que le corresponde a las clases populares se ha obtenido fácilmente: cada reivindicación ha costado grandes luchas y batallas, vidas, energía y decisión de hombres y mujeres. Para el Congreso de los Pueblos, baste decir, que la lucha por la satisfacción de las necesidades básicas, hoy se inscribe en la lucha por la transformación social, política y económica, en tanto se confronta a un sistema que en la práctica niega los derechos; su reivindicación se inscribe en las luchas por proponer un tipo de relaciones sociales cualitativamente distintas al orden establecido. El Congreso de los Pueblos señala que desarrollar acciones reivindicativas en este sentido, resulta sumamente importantes a la par que se trabaje en la construcción de Mandatos de país; ganar en lo reivindicativo ayuda a fortalecer el potenciamiento de las capacidades de las comunidades, fortalece las posibilidades de empoderamiento. Para el Congreso de los Pueblos la lucha por condiciones de vida digna se inscribe en la reivindicación de acuerdos históricos incumplidos por la clase en el poder; son derechos ganados que se deben cumplir o derechos despojados que se deben restituir. El Congreso de los Pueblos como expresión social y política, propone articular creadoramente las luchas reivindicativas y las apuestas por la transformación de las estructuras de esta sociedad que muchas veces inician como luchas sectoriales, en una lucha nacional: de ahí su consigna de propuesta de país para la vida digna. El Congreso de los Pueblos avanza en la articulación de las luchas reivindicativas y las programáticas, las luchas coyunturales y las 67


estratégicas. La visión ganada a partir de la experiencia, lleva a articular creadoramente lo social y lo político. Lo social no se queda en lo reivindicativo y lo político no es solo lo programático, lo estratégico. Luchas puntuales como pueden ser los plantones para presionar la expulsión de una trasnacional, o el desarrollo de acciones para que cese la explotación de una mina o para lograr parar el desvío de un río, desarrolladas por colectivos, grupos de presión o en general expresiones de movimientos sociales, son acciones coyunturales, pero que en el marco de un horizonte de país distinto adquieren dimensiones estratégicas y políticas. Ir más allá de exigir el derecho, es plantear alternativas. El medio y camino de acción es el mandato de nuevo país, construido en ejercicio pleno de democracia directa, desde los territorios, de abajo hacia arriba y a varias voces como sujetos activos, críticos y propositivos. Esta perspectiva, esta forma de asumirse como movimiento parte de reconocer la capacidad creadora del pueblo; no solo reconoce que las comunidades organizadas son capaces de reclamar los derechos que les corresponde, sino que las reconoce como expresión de poder. Es por esto que el Congreso de los Pueblos es una expresión de poder popular. Lo planteado se articula a la convicción que no hay organizaciones pequeñas o grandes, o unas menos importantes que otras; en el Congreso de los Pueblos todas lo son en tanto desde su naturaleza asuman la construcción, la materialización de los mandatos, bien desde acciones específicas, puntuales o coyunturales, o desde la implementación de programas como el desarrollo de propuestas encaminadas a ganar en soberanía, democracia, autonomía, libertad, paz.

Mandatos: Concreción de poder Los mandatos trazan entonces la guía de resistencia y construcción de alternativas que se edifican desde una buena parte del movimiento popular colombiano, y que han sido asumidos desde procesos campesinos, afros, indígenas y urbanos. En ese sentido, el principal objetivo continúa siendo la construcción de poder popular, materializado y concretado en los mandatos a partir de nuevas relaciones y el desarrollo de proyectos transformadores, así como de la maduración de procesos emancipatorios que vienen creciendo y articulándose a lo largo y ancho del territorio nacional. 68

A propósito de la construcción de poder y los mandatos, Marylén Serna plantea: “consideramos que estos mandatos, para que generen ese poder en las comunidades, i) tienen que ser apropiados por la gente (…) sino se asumen, asimilan, elaboran, para construir en su territorio, no estamos construyendo poder con esos mandatos, serían letra muerta (…) ii) el reto que nos queda hoy es que esos mandatos nos permitan ser poder en los territorios (…) iii) construir un poder amplio, participativo”. El Congreso de los Pueblos es hoy un sujeto político importante en el contexto nacional, referencia de la articulación de procesos en el escenario del movimiento social y político, que requiere continuar caminando la palabra por toda Colombia para poder avanzar en el objetivo de llegar a la sociedad en su conjunto, no como propuesta organizativa solamente, sino como ejercicio de empoderamiento colectivo emancipatorio y como apuesta de construcción–transformación por el país que nos merecemos. El Congreso de los Pueblos trabaja en la estructuración de una propuesta de Movimiento Social y Político, como expresión de la fuerza social que puede equilibrar en un primer momento, y llevar al lado del pueblo luego, la correlación de fuerzas que permita hacer las transformaciones profundas que requiere el país. Movimiento político es expresión compleja en tanto que su fuerza y poder no se expresa en la suma de organizaciones o sujetos; el Congreso de los Pueblos es más que la adición y la expresión en las calles de sus integrantes; ser fuerza y poder se expresa en la complejidad de lo que construye, de los Mandatos, del empoderamiento de las comunidades, de la fuerza que irrumpe no solo exigiendo derechos sino proponiendo formas de Poder Popular. La fuerza del Congreso está en las comunidades y organizaciones sociales y políticas, por fuera de estas no existe una cosa tal que se pueda definir Congreso de los Pueblos, en tal sentido, va más allá de formas puntuales para el funcionamiento en momentos específicos. La construcción de Poder parte de reconocer la potencia del movimiento popular, de los destechados, desarraigados, de los trabajadores, empleados, campesinos, negros, indígenas; de los golpeados por este modelo de muerte; pero en esa diferenciación está, de forma ya no tan embrionaria, la capacidad constructiva de la Clase 69


igual manera, a las formas como se materializa el Poder Popular, los Mandatos Populares, la Nueva propuesta de País para la Vida Digna. El Congreso es expresión de clase. Cabe recordar que el surgimiento de las clases sociales corresponde a un momento histórico específico de la contradicción generada entre los poseedores de unos medios para la producción y aquellos que en esencia han poseído la fuerza de trabajo. Compartiendo la idea que esta realidad histórica es susceptible de ser transformada y que en las actuales condiciones del desarrollo del capitalismo la fuerza transformadora la constituirían todos aquellos sectores y grupos de oprimidos y explotados por las lógica capitalistas, se hace necesaria mucha agudeza y apertura para el análisis y comprensión de los sujetos y la estructura de clases actual, máxime si se asume la tarea de aportar creadoramente al fin de esta historia de dominación. Esto implica sin lugar a dudas reconstruir de forma creativa las formas en que leemos la relación de esos sujetos con los medios de producción, la propiedad privada, la distribución de las ganancias; pero también los hechos políticos y las dinámicas culturales.

Popular, que se niega a victimizarse y reivindica la dignidad y la fuerza de la solidaridad y del proyecto distinto de sociedad. Si hacemos referencia a la propuesta de país desde los intereses de la clase popular, debemos decir que el Congreso de los Pueblos bebe y articula distintas tradiciones del pensamiento y la acción crítica y de la praxis social de los pueblos ancestrales. En esa perspectiva se da un rico encuentro, aún en procesamiento del marxismo, el pensamiento latinoamericano, la vivencia y pensamiento indígena y afro, la vitalidad beligerante campesina. Por eso al lado del bastón de mando indígena o el sombrero campesino, ondean las pancartas con las efigies del Ché y Camilo Torres, o las banderas solidarias de potentes procesos urbanos como el Frente Darío Santillán o del movimiento libertario chileno. Insistimos, el problema central del Congreso de los Pueblos está referido al Poder, al que enfrenta y al que construye. Está referido a las formas para confrontar al poder burgués que encarna la propuesta del capitalismo de hoy, que se figura al inicio de esta reflexión; de 70

El Congreso de los Pueblos es expresión de clase, y en cuanto tal asume la lucha de los más diversos actores de la vida social, política, espiritual y económica. La intensidad de las mismas estará en directa proporción a la disposición de soltar el poder por parte de la clase que hoy lo tiene. La opción por convicción política, es la protesta social como siempre la ha desarrollado la clase popular; postura que ha chocado o enfrentado la actitud guerrerista, amenazante, violatoria los derechos humanos del derecho a la movilización que despliega la clase en el poder. La convicción política pacífica, no podrá entenderse nunca como sinónimo de mansedumbre ni de docilidad, aunque en el marco de la cultura guerrerista implementada por el poder dominante, esta postura política resulte paradójica. De aquí entonces la articulación de lo social y lo político, en tanto reivindica la lucha por los derechos vinculada a la disputa por el poder. El objetivo principal se centra en la derrota de poder burgués y la instauración de un poder que represente los intereses de la clase popular: trabajadores de la ciudad y del campo, marginados urbanos y rurales; explotados por las lógicas de hambre y miseria del sistema capitalista. Aprendiendo de las diversas experiencias de quienes conforman y construyen el Congreso de los Pueblos, hoy se entiende que la lucha política y la económica se deben articular creadoramente: 71


- Con la lucha económica los diversos sectores logran pequeñas y grandes reivindicaciones para sus sectores y en espacios específicos, trayendo consigo aportes al empoderamiento político organizativo de los procesos sectoriales. - Si bien es cierto las luchas sectoriales económicas tienen una duración y alcances en el tiempo históricamente catalogadas coyunturales; de igual manera se entiende que la política se instala en las temporalidades de largos tiempos, se aprende que hay que ir construyendo lo programático en lo reivindicativo, el futuro en el presente, el “macro poder” en y desde los “micro poderes de las comunidades”. - La construcción del poder desde las comunidades se enmarca en lo que se podria categorizar como “’propuestas de sociedad y Estado imperfectas’’, perfectibles, siempre suceptibles de ser mejoradas, esta es una de las razones por las que siempre se habla de ‘’procesos en construccion’’. - La experiencia enseña que es desde la articulación de pequeñas y grandes batallas donde comunidades, organizaciones y sectores, van estructurando su conciencia política; que es gracias al papel transformador de la movilización y la lucha que los sujetos y las comunidades ganan conciencia de su capacidad transformadora, de su potencial como poder. El poder, el proyecto de sociedad distinta que encarna el Congreso de los Pueblos se resume en que:

- En la dimensión de reconstrucción se propone recobrar la soberanía nacional sobre las decisiones políticas y económicas, superando, de una vez por todas, la dependencia histórica y el sometimiento. - En la dimensión de la construcción construye un sistema político verdaderamente democrático y una nueva relación sociedad naturaleza. Del Congreso de los Pueblos hacen parte infinidad de organizaciones y prácticas del campo popular. Muchas de estas históricamente han centrado sus luchas en las reivindicaciones de un sector particular, otras organizaciones y procesos se han movido en el ámbito de las reivindicaciones ancestrales por la equidad el reconocimiento, y hoy estos movimientos y los que se describen en el siguiente cuadro, asumen el proyecto y la tarea histórica de construir poder. A este grupo de organizaciones sociales que vienen avanzando en el fortalecimiento de sus opciones de poder, habría que sumarle procesos de organizaciones políticas que han dimensionado la importancia estratégica del Congreso y en consecuencia, juntan sus esfuerzos en la construcción de ‘’una propuesta de país para una vida digna’’. Es pertinente señalar, que los procesos descritos no son lineales, en tanto muchas organizaciones o procesos se mueven con varios de los objetivos planteados y despliegan diversas formas de acción, en diversos escenarios sociales y políticos. Por lo tanto el esquema del cuadro se rompe o cambia al verlo en la realidad, en el funcionamiento cotidiano.

- Articula, desde las condiciones concretas de la sociedad colombiana, lo social y lo político. Esta articulación empieza a ganar la expresión de Movimiento Social y Político. - El Congreso de los Pueblos se asume como sujeto histórico. Hay que señalar que la articulación social y política se convierte en elemento sustancial para referir su concreción como sujeto histórico, junto a otras expresiones y propuestas que entrarían a conformar el bloque popular. Congreso de los Pueblos no es por sí mismo el actual sujeto histórico o de las transformaciones, lo es junto a otras propuestas y alternativas que vienen haciendo esfuerzos igualmente válidos y con los cuales ojala más temprano que tarde, se logre avanzar en la constitución de un sólido bloque popular que enfrente de manera decidida al capitalismo global y a sus expresiones locales. 72

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Indígenas

Luchan por la autonomía cultural, defensa y respeto de cosmovisión es (planes de vida). Por el territorio y por acuerdos incumplidos

Género/feministas/mujeres

Centran su accionar en el cumplimiento de sus derechos y en la obtención de otros más. En algunos casos, se desplazan hacia propuestas de lucha estructural contra las lógicas de dominación patriarcal y capitalista.

La diversidad de la Composición del Congreso de los Pueblos Como expresión del Bloque Popular.

Acciones de lucha

Campesinos, indígenas, comunidades negras.

Se han concentrado en la lucha por la reforma agraria integral. Lucha contra las empresas transnacionales. Contra los terratenientes locales y por la soberanía alimentaria. Por el ordenamiento territorial (planes de vida campesinos e indígenas)

Barriales

Han centrado la lucha en los servicios públicos, la salud, derecho la educación, la juventud, la mujer y la soberanía alimentaria

de la equidad social

Obreros sindical

Reivindicaciones sectoriales y en algunos casos puntuales, articulan con el trabajo barrial y estudiantil.

Pensionados y jubilados

Respecto a los derechos adquiridos y avanzan hacia experiencias autogestionarias y solidarias (cooperativas)

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Por el Hetero-reconocimiento

Objetivo de lucha

A partir de lograr un auto reconocimiento, buscan que la sociedad y el estado los reconozca y respete. Centrado sus luchas en la defensa de derechos adquiridos y en lograr mayores espacios en este mismo orden.

Diversidad sexual

Movimientos juveniles y contraculturales

Reivindicativas, redistributivas

Tipo de Organización o Movimiento

Grupos juveniles / colectivos de artistas

Buscan fracturar las estructuras conservadoras en términos esencialmente de la cultura, visibilizar y denunciar las lógicas adulto céntricas.

No es una de las expresiones más fuertes al interior del congreso de los pueblos, pero dicha ausencia no corresponde a una postura política segregacionista ni de rechazo. Este tipo de luchas está centrado en visibilización de derechos y exigencia de los mismos.

Democracia. Centran la lucha en procesos como la objeción de conciencia, nuevas ciudadanías suburbanas y expresiones alternativas en lo artístico y deportivo.

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Ambientalistas/defensores Eclesiales y comunidades religiosas de la biodiversidad/ conservacionistas

Comunicación alternativa y cultural educativa.

Grupos eclesiales de base. / iglesia popular /movimientos ecuménicos liberacionistas

Colectivos ecologistas/ redes de resistencia y por la defensa del agua/defensa de las represas, páramos y ríos

Colectivos/ redes de comunicación/agencias de prensa alternativa.

Colectivos de educación popular/Escuelas populares altern a t i v a s / institutos y universidades populares alternativas.

Fuente: Elaboración propia.

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Plantear alternativas de tipo político ideológico frente a las formas hegemónicas dominantes desarrolladas desde las iglesias.

Central su acción en la defensa de la integridad de las comunidades, su dignidad, el respeto por sus derechos y una vida digna. Vigílias/caminatas/celebraciones/y movilizaciones en campos y ciudades.

Enfrentar las lógicas de explotación de la naturaleza como una mercancía más.

Nueva política pública minero-energética. Bloqueos en zonas de tránsito de trasnacionales, de megaproyectos minero energéticos entre otros.

Enfrentar los bloqueos mediáticos desplegados por las trasnacionales de las comunicaciones y al servicio del bloque burgués.

Acciones de difusión de las actividades y procesos desarrollados por las organizaciones que como en este caso conforman el Congreso de los Pueblos. Acceso y democratización de la información.

Generar alternativas de pensamiento crítico para contrarrestar el bombardeo ideológico típico de las guerras de cuarta generación

Centran su acción en la construcción de pensamiento contra hegemónico desde la formación seria y sistemática en centros de educación popular alternativos

“ El Congreso de los Pueblos es expresión de clase, y en cuanto tal asume la lucha de los más diversos actores de la vida social, política, espiritual y económica. La intensidad de las mismas estará en directa proporción a la disposición de soltar el poder por parte de la clase que hoy lo tiene ”. 77


Epílogo La vida digna y la

soberanía, contra la crisis y la destrucción


epílogo

La vida digna y la soberanía, contra la crisis y la destrucción

A

Al culminar la edición de este libro hacemos una mirada retrospectiva al último año y medio, y vemos que el Congreso de los Pueblos se ha comprometido y ha sacado adelante 4 grandes acciones políticas, lo cual lo coloca en un nuevo momento de su construcción y le genera nuevos retos, estos son: a) La realización del Congreso para la Paz los días 19 al 22 de abril de 2013, con participación de 20.000 delegados y delegadas de todo el país y asistencia de procesos sociales y políticos no adscritos al Congreso de los Pueblos. b) La participación en el Paro Agrario que inició el 19 de Agosto de 2013. En esta acción procesos campesinos del Congreso de los Pueblos movilizaron cerca de 30.000 personas en varias regiones del país.

c) La constitución de la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, espacio de unidad de los sectores agrarios, indígenas y afros. La instalación de la Cumbre se da el 12 de Septiembre de 2013 y culmina, después de varios encuentros y foros regionales, el 17 de Marzo de 2014. 80

d) La participación en el Paro Agrario de 28 de Abril al 9 de Mayo de 2014. Congreso de los Pueblos moviliza a 38.000 personas en campos y ciudades. Producto de este paro el gobierno se ve obligado a instalar una mesa nacional de negociación. Con estas acciones el Congreso de los Pueblos se posiciona como alternativa de poder popular y de nación, pero más allá, como alternativa al proyecto destructivo del capital. El Congreso de los Pueblos nació en el contexto de expansión de grandes proyectos de capital en las regiones, especialmente en las zonas rurales. Aunque los proyectos minero- energéticos, los monocultivos extensivos y otros grandes proyectos económicos no son nuevos para la historia de Colombia, la nueva etapa de expansión de la inversión reforzó dos tendencias: Por un lado, buena parte de los proyectos extractivos de grandes capitales se asentaron gracias al despojo forzado de las tierras y los territorios de las comunidades. Según datos oficiales, entre 1996 y 2012 fueron desplazadas al menos 4’744.046 víctimas 1, es decir que una de cada diez personas ha sido desplazada en un lapso de 16 años 2. En la III Encuesta nacional de verificación de los derechos de la población desplazada se calcula que en el período comprendido entre 1980 y 2010, alrededor de 6.6 millones de hectáreas han sido usurpadas o fueron abandonadas, cifra que equivale al 12.9% de la superficie agropecuaria del país; de esa pérdida o abandono un 84,9% se produjo entre 1998 y 2010. El 78.3% de los desplazados encuestados se consideraban propietarios de alguna finca o parcela antes del desplazamiento 3. En segundo lugar, las inversiones han conllevado graves daños ambientales contra los territorios de las comunidades, quienes ven afectados sus modos de vida, su salud, sus medios de subsistencia, e incluso, en el caso de los pueblos indígenas, se ha visto vulnerada su espiritualidad, ya que ella depende de su relación con el entorno, lugar donde se configura lo sagrado para muchas comunidades. Por lo anterior, el Congreso de los Pueblos se conforma para hacerle frente a la agudización de la penetración de proyectos de destruc1 Ver http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/informeGeneral/estadisticas.html 2 Al momento de redactar este texto, el Departamento Nacional de Estadística afirma que la población colombiana es equivalente a 47’592.520 personas. Fuente: http://www.dane.gov.co/reloj/reloj_animado.php 3 III Encuesta nacional de verificación de los derechos de la población desplazada http://www.viva.org.co/pdfs/III_enc_poblacion_desplazada_18_10_10.pdf

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ción en los territorios, de ahí su énfasis en la protección de las economías locales, los ecosistemas estratégicos y los bienes de la naturaleza de los que dependen los modos de vida de las comunidades. Tal defensa del territorio es la base para redefinir los ejercicios de nueva gobernabilidad y legislación popular que se tejen como horizonte del ejercicio del Congreso de los Pueblos. En tiempos de globalización, neoliberalismo y gestión de la crisis de la economía, el Estado se ha redefinido para darle mayores garantías a los grandes capitales e inversionistas, en ese orden las normas aprobadas por el derecho hegemónico son herramientas que facilitan las ganancias de unos pocos al precio de profundizar el despojo y la explotación de las mayorías. Así se produce una crisis de la política que se expresa principalmente en la debilidad de la representatividad tradicional fundada en el Estado, dado que ese organismo deja de ser el escenario habitual para la toma de decisiones políticas. Por eso cuando hablamos de una legislación desde abajo y una gobernabilidad local ejercida por las comunidades, apuntamos a generar una nueva soberanía popular basada en la autonomía de los procesos locales, ello se plantea en un contexto donde resulta imperioso repensar lo público más allá de lo estatal fortaleciendo lo público-popular. En ese orden, los mandatos del Congreso de los Pueblos no solo responden a la crisis de la civilización, sobre todo responden a la crisis de la política.

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- Revista Semana, “Sequía en Casanare”, disponible en: http:// www.semana.com/nacion/articulo/sequia-en-casanare-en-paz-deariporo/381885-3 - Saco, Isabel, “Las abejas disminuyen por los insecticidas y la contaminación”. Disponible en: http://www.larazon.es/detalle_ hemeroteca/noticias/LA_RAZON_363384/2692-las-abejas-disminuyen-por-los-insecticidas-y-la-contaminacion#.U0bw_s6qCho - Samper Pizano, Daniel, “El país de los chigüiros muertos, http:// www.eltiempo.com/opinion/columnistas/danielsamperpizano/ ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-13750891.html - Sheridan, Kerry,“Concentración de CO2 en el aire supera máximo histórico”. Disponible en: http://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/articulo-421411-concentracion-de-co2-el-aire-supera-maximo-historico -Telesur, “Norte de China nuevamente bajo alerta de alta contaminación”, disponible en: http://www.telesurtv.net/articulos/2014/03/26/ el-norte-de-china-nuevamente-bajo-alerta-de-alta-contaminacion-9544.html - The economist, “The world’s biggest polluter is going green, but it needs to speed up the transition”, Disponible en: http://www. economist.com/news/leaders/21583277-worlds-biggest-pollutergoing-green-it-needs-speed-up-transition-can-china - Touraine Alain, América Latina: Política y sociedad, Madrid, Espasa-Calpe, 1989. - Wallerstein, Immanuel, Capitalismo Histórico y movimientos sociales, Edi. Akal, Madrid, 2004. - Zea, Leopoldo, América en la historia, Revista de Occidente, Madrid España, 1970. - Zibechi Raúl, Dispersar el poder. Los movimientos como poderes antiestatales, Bogotá, Desde Abajo, 2007. - Zuluaga Jaime Nieto, Una tricontinental del conocimiento: un espacio para la cooperación sur-sur, en Atilio A. Boron, Gladis Lechini, Políticas y Movimientos sociales en un mundo Hegemónico, edi. CLACSO, 2006.

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ANEXOS Anexo 1. Declaración Final del Congreso de los Pueblos 2010. Instalación Palabra del Congreso de los Pueblos de Colombia “Propuesta de país para una vida digna” Hermanos. Hermanas. Nuestra palabra, que camina y teje razones y sueños, ahora se levanta para compartirles a todos y todas, habitantes del territorio colombiano, pero también a todos los pueblos hermanos, que hombres y mujeres de la más variada procedencia y diversidad de edades nos dimos cita en Bogotá, entre el 8 y el 12 de octubre de 2010, para asumir en nuestras manos la responsabilidad histórica de nuestras vidas y motivar a nuestro pueblo para que haga lo propio con la suya. Somos los trabajadores y las trabajadoras, somos los corteros de caña y sus compañeras, somos los campesinos y las campesinas, jornaleros y cosecheras, somos la gente hija de la tierra, somos los pueblos indígenas, somos los descendientes de africanos que nos estamos liberando, somos las mujeres dignas y libres, somos gente pescadora de mares y ríos, somos los moto-trabajadores, los taxistas, las camioneras, somos los estudiantes, las maestras, los educadores populares, somos las experiencias de resistencia al capital, al Estado y a la guerra, 88

somos los pobres, las marginadas, los excluidos, somos las artistas y los artesanos, somos la gente desplazada por las balas, la amenaza, las motosierras, el latifundio, los grandes proyectos, somos los otros, las otras, quienes desde la diversidad sexual hacemos democracia, somos los habitantes de la calle, de los barrios, de los cerros de las grandes ciudades, somos los detenidos y detenidas en las cárceles, somos las defensoras de los derechos humanos, somos los comunicadores y las comunicadoras populares, somos los creyentes en nuestros dioses y sobre todo los creyentes en la justicia, somos los ausentes y las víctimas, somos las niñas y los niños, la risa y la imaginación sin límites, somos los jóvenes, que resistimos la opresión de un sistema policíaco, somos el país y los pueblos, Somos el Congreso de los Pueblos. ¿Por qué nos constituimos en Congreso de los Pueblos? Este Congreso fue convocado con un propósito fundamental: que el país de abajo legisle, que los pueblos manden, que la gente ordene el territorio, la economía y la forma de gobernarse. Así de sencillo. Estamos recuperando para el pueblo y los pueblos de Colombia nuestro carácter soberano, o como dicen, de constituyentes primarios. Porque a pesar de la euforia de los poderosos, estamos convencidos que el sistema político y económico colombiano está agotado, casi muerto de corrupción y crimen. No esperamos gran cosa de los congresistas y los gobernantes. Lo que hemos confirmado en esta sesión de instalación es que en muchos lugares del país la gente no esperó más y se puso a legislar por su cuenta, a organizar el territorio y a darse su propia forma de mandar. Asambleas constituyentes municipales, pactos de convivencia barriales y regionales, territorios autónomos indígenas y afros, territorios de paz, experiencias de presupuestos participativos, redes de soberanía alimentaria, mesas de concertación de sectores populares, asambleas territoriales en los barrios, movimientos para consolidar reservas campesinas, ¡todos!, han encontrado en sus propios ejercicios legislativos más democracia, bienestar y justicia 89


que toda la que puedan ofrecer y no han garantizado en 200 años de vida republicana. Este Congreso de los Pueblos ha empezado a juntar esas dinámicas de autonomía popular. Y ha llamado a todos los sectores sociales alternativos a que nos juntemos para pensar un nuevo país, iniciar una deliberación nacional e ir elaborando un Mandato de los Pueblos, o un Mandato País, o una Agenda Alternativa, o una Constitución Popular. La discusión que hemos empezado dirá qué nombre le ponemos. Con ese espíritu, más de 17.000 delegados y delegadas de unas 220 organizaciones con sus procesos sociales populares hemos aceptado sumarnos al Congreso de los Pueblos en su primera sesión; pero el Congreso de los Pueblos tendrá el quórum decisorio cuando otros cientos de procesos de base, dispersos por toda la geografía nacional, se sumen de manera activa, y con todo el espacio para deliberar y decidir, a esta tarea de legislar y hacer de nuevo al país, o mejor, cuando todo el país real se reúna para discutir y decidir cómo es que quiere vivir y trabajar. El Congreso de los Pueblos no es una reunión. Este primer encuentro fue solo su Sesión de Instalación. Lo que hicimos estos cuatro 4 días ha sido principalmente definir nuestra Agenda Legislativa Popular. Cada una de las organizaciones y sectores sociales que aquí participamos, aportamos alguna experiencia de haber aprobado un Mandato general o puntual, de haber elaborado un Programa o Propuesta sectorial, de haber adoptado Leyes en ejercicio de nuestras autonomías, de haber presentado un Pliego político. Hemos puesto en común esa experiencia de autonomía. Y hemos adoptado las líneas gruesas de una Agenda Legislativa Popular y la Ruta de Trabajo Legislativo de todos los sectores, actores, sujetos y organizaciones populares del país para el próximo período. Hemos decidido hacer de nuevo a Colombia. En realidad, somos nosotros y nosotras, cada cual por su lado, quienes la construimos todos los días. Pero esta vez la edificaremos con nuestra mirada, a nuestro modo, hablando diariamente entre todas las organizaciones populares. Nuestra vocación de unidad popular es irreductible. El Congreso ha decidido que iniciamos un proceso de deliberación y acción conjunta en todos los rincones del país, abordando lo que nos parece que son los temas fundamentales. Aquí algunos de estos asuntos: Pensar y adoptar un nuevo sistema político basado en los gobiernos autónomos y democráticos de las comunidades locales y 90

los pueblos. Un Estado soberano e independiente. Seremos nosotros y nosotras quienes lo construiremos. Ordenar de nuevo el territorio del país para que las comunidades puedan mandar sobre sus recursos estratégicos, y para fundar una nueva forma de relacionarnos con la Madre Tierra. El Congreso manda que se libere la Madre Tierra. Y manda que se devuelva a la población el derecho a decidir tanto sus formas de gobierno como el aprovechamiento de los bienes de la naturaleza. Construir una economía para el buen vivir. En la lucha contra el modelo económico neoliberal que expropia y roba y destierra, la recuperación para los pueblos de los recursos naturales y estratégicos que hoy se encuentran en manos de las transnacionales, es un imperativo. Consolidar unas rutas propias de las organizaciones de base, populares, para encontrar una solución política del conflicto, y unas rutas de movilización que nos permitan abrir los caminos de la justicia y la paz. Mientras llegan estos momentos, rechazamos la guerra del capital, y demandamos redistribuir el presupuesto destinado para la guerra, de modo que éste se invierta en suplir las múltiples necesidades que agobian a los siempre excluidos y negados. Potenciar los valores más queridos por la gente que carga con el peso del país real, dándole cuerpo a una ética que respeta y potencia la vida y rechaza la muerte. Cultura que rompa con la opresión patriarcal, cultura de la equidad de género, del respeto y protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, por una vida libre de violencias. Valores y ética que se oponen a aquellas decisiones del poder que privilegian el lucro sobre el bien común, la especulación sobre la producción real, el logro individual sobre la realización colectiva, el amasar de mercancías sobre su redistribución, la homogenización sobre la diversidad. Cultura de la solidaridad, del complemento, de la producción limpia, de la armonía con la naturaleza, que sabe y entiende que “los más” urgimos de un sistema de comunicación nacional independiente para que nuestras reflexiones y decisiones lleguen a todo el país, para que se hagan cuerpo y movimiento cotidiano. Nuestra apuesta es sumarnos al torrente de los pueblos de América que se deciden por la libertad, por la libre determinación y el ejercicio de la soberanía. Es obvio que nuestro propósito de hacer un nuevo país y hacer realidad los derechos de la gente, nos ponen en clara oposición con el 91


gobierno de Juan Manuel Santos, que se reclama heredero de la “seguridad democrática”, pero que sobre todo mantiene intacta su intención de seguir entregando el país al capital financiero y a las transnacionales. Entendemos que las diferencias entre el nuevo gobierno y las mafias con que gobernaron los ocho años anteriores, puede llevar incluso a conflictos entre ellos. Será un período peligroso. Intentarán que a cambio de que ellos se distancien de las mafias, nosotros aceptemos la continuidad del saqueo y la invasión de nuestros territorios. Entre tanto seguirá la judicialización de las luchas populares, el recorte de los derechos sociales, la desterritorializacion del país, la transformación de Colombia en una inmensa zona franca donde vale más la ley comercial que el interés público y la dignidad. El nuevo gobierno dice ser de “unidad nacional”. Es claro que se trata de unir a todos los sectores de las viejas oligarquías para tratar de restablecer en parte el desastre dejado por el uribismo en materia de polarización interna y aislamiento internacional. De paso quieren cooptar a algunos líderes populares para detener la movilización social. Nada dicen de cumplir sus obligaciones como Estado en materia de los derechos sociales, económicos, culturales, ni de los miles de acuerdos firmados con el movimiento popular, los campesinos, los indígenas y afrodescendientes, los sindicatos y los pobladores de las ciudades, incumplidos año tras año. Reconocemos que el clima de intolerancia cotidiana que había impuesto Uribe Vélez ha mermado en el nuevo gobierno. Vemos que mientras tanto mantiene la misma agenda económica contra las regiones, contra la soberanía nacional y contra las clases trabajadoras: raponazo a las regalías, ley de ordenamiento territorial sin consulta con los indígenas y afrodescendientes, tratados de libre comercio como pan de cada día, privatización acelerada de los servicios públicos, persecución a las economías campesinas y a los pequeños mineros. Los proyectos de las transnacionales en minería, energéticos y de infraestructura, siguen invadiendo nuestros territorios, sustento de nuestras culturas y de nuestra soberanía alimentaria. El Congreso de los Pueblos ha determinado que es urgente concentrar nuestros esfuerzos en darle cuerpo a una intensa acción social, política, cultural, espiritual. Nos convocamos a movilizarnos en torno de los grandes desafíos del momento, entre los cuales resaltamos los siguientes: 92

• Por la defensa de los territorios, los recursos naturales, el medio ambiente y la vida digna, contra el despojo. • Por el derecho a la tierra y la reparación a las víctimas. • Por la solución política del conflicto, contra la militarización de la vida y los territorios. • Por el ordenamiento democrático del espacio urbano, contra el sometimiento de las ciudades a las lógicas de acumulación privada. Sobre estos y otros variados temas, el Congreso de los Pueblos empieza a deliberar. Su sesión de instalación organizó el trabajo que realizaremos por todo el país, en todas las organizaciones y comunidades, en el país pleno, para darle forma durante los próximos años a ese Mandato. El país es de los de abajo, y entre todos y todas iremos tejiéndolo. Con la persistencia de todas y todos los concitados por el ánimo de una Colombia diferente de la que hoy tenemos, llevaremos adelante las deliberaciones aquí iniciadas a todos los rincones, para escuchar y retomar los anhelos de los nunca escuchados y siempre negados, esforzándonos en hacer ley y poder lo que hoy apenas es un sueño. Entre tanto, sesionaremos por líneas sectoriales y temáticas. Convocamos a los Congresos regionales de los Pueblos para iniciar las discusiones y la acción conjunta. Superaremos la dispersión que hoy caracteriza las luchas de resistencia, con nuestras manos siempre dispuestas a anudar esfuerzos y proyectar en forma conjunta el quehacer con otras experiencias sociales alternativas. Para hacerse realidad, y sabiendo que es proceso, este Congreso de los Pueblos constituye una mesa de trabajo integrada por todas las organizaciones y procesos que hicieron presencia en su primera sesión de instalación que hoy termina, dejando el espacio abierto para todas las dinámicas organizadas que resuelvan llegar. Y cita a unas y otras a encontrarse en no más de 30 días en Bogotá, con el propósito de estructurar ordenada y puntualmente las decisiones tomadas en su primera sesión. Al mismo tiempo, estimula a la diversidad que lo ha constituido, para que se despliegue por todo el país con ánimo deliberativo y de acción. Seguiremos aplicando nuestros principios de trabajo: desde abajo, entre todos y todas, alrededor del fogón, dialogando y buscando que la palabra transparente y justa sea la que lleve nuestro 93


mensaje y nuestra decisión. Diagnosticar, reflexionar, unir, hacer, transformar, son algunos de los verbos llenos de contenido que deben orientar el esfuerzo de todas y todos los congresistas. Mientras este momento llega, y por ahora, lo más importante es que salimos de esta primera sesión del Congreso con el convencimiento de que estamos legislando, que estamos construyendo nuestro propio sistema político desde las comunidades y organizaciones de base. Que lo haremos porque es nuestra tarea, y porque los ricos y poderosos no lo harán. Somos los pueblos, las comunidades, las organizaciones populares, quienes sacaremos al país de este lugar terrible al que lo han llevado los líderes históricos y nuevos del establecimiento. Proponemos al país poner de nuevo en la agenda nacional la urgencia de superar el conflicto. Respaldamos a las personas, comunidades y organizaciones que día a día realizan hechos de paz, y rechazamos su criminalización. De nuevo exigimos a los actores armados el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario. Mostraremos en los hechos que estamos por la democracia popular, la soberanía, la lucha contra el capital, por la vida digna, la paz y la justicia. Que los pueblos de Colombia somos el país; que la unidad es posible y que la estamos tejiendo. Que el país de abajo legisle. Que los pueblos manden. Que la gente ordene el territorio, la economía y la forma de gobernarse. Que camine la palabra.

Anexo 2. Mandato Final Congreso de Tierras, Territorios y soberanías 2011 LA SOBERANÍA ES POPULAR, LOS TERRITORIOS SON DE LOS PUEBLOS LA MADRE TIERRA ES DE QUIEN LA CUIDA. 15.000 delegadas y delegados de las organizaciones campesinas y de trabajadores y trabajadoras del campo y las ciudades, de los pueblos indígenas y afrodescendientes, de pobladores urbanos, las organizaciones de víctimas de crímenes de Estado y de víctimas del desarrollo capitalista, nos hemos reunido en Cali entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre de 2011 en torno de la defensa de la vida y de la Madre Tierra, para ratificar nuestra voluntad de trabajo y movilización conjunta, y continuar el proceso de legislación propia sobre el territorio. 1. Hemos venido a defender la vida y la Madre Tierra. Hemos comprobado que la única opción de vida no es el consumismo, la adicción al petróleo, la destrucción de la naturaleza y la economía impulsada por la guerra. Los aquí presentes ya venimos construyendo la alternativa: territorios gobernados por las comunidades, relaciones sociales y de trabajo equitativas e igualitarias, economías sustentables donde impera el uso respetuoso de los bienes de la naturaleza, decisión autónoma sobre la producción de alimentos. Lamentamos que el gobierno y algunos medios de comunicación insistan en señalar que estos propósitos, y las movilizaciones que realizamos para concretarlos, sean amenazas terroristas. Como ha dicho el editorial de El Tiempo del 3 de octubre, hay un aumento sensible de la movilización popular; pero se equivoca al ver que tras estas acciones está la presencia insurgente. El uso rutinario del señalamiento les impide ver que detrás de la movilización social en realidad está la respuesta indignada de la gente frente a la destrucción de la naturaleza, la invasión de los territorios por las industrias extractivas, el despojo de los bienes naturales, la continuidad de una estructura agraria inicua --denunciada estos días en el Informe de PNUD. 2. Dos tesis hemos confirmado: la profunda inequidad del sistema político y socio-económico que rige a Colombia, y la oposición del

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bloque político en el poder para transformar ese modelo y reformarse a sí mismo. Por el contrario: el país sigue secuestrado por las mafias y la parapolítica, y las acciones que el gobierno nacional dice realizar para enfrentar estos sectores evidencian que no irá a la raíz del problema --la persistencia del latifundio armado y la alianza de éste con la oligarquía industrial y financiera--, y por el contrario utilizará la justa aspiración social de combatir el paramilitarismo y el despojo de tierras, para ajustar aún más el modelo territorial a los requerimientos del capital. Esta certeza ratifica lo que venimos diciendo de tiempo atrás. Que no será en los espacios de la institucionalidad donde los sectores populares encontraremos la respuesta a nuestras exigencias por los derechos; que nos ha tocado legislar y actuar por nuestra propia cuenta para garantizarlos; que debemos ir más allá de ser oposición política, y construir por nuestro lado y a nuestro modo el país que soñamos y queremos. Nuestra intervención en espacios gubernamentales para exigir el cumplimiento de las obligaciones del Estado frente a los derechos humanos, solo tiene sentido si al mismo tiempo en las comunidades construimos gobierno propio y fortalecemos nuestra capacidad de ordenar la vida y el territorio. 3. El conjunto de las medidas legislativas y de políticas que los últimos gobiernos vienen impulsando o pretende llevar a cabo la conversión de Colombia en una mina a cielo abierto, la imposición de las llamadas “locomotoras del progreso”, la entrega del campo a las Zonas de Desarrollo Empresarial, la adjudicación del país a la industria minero-energética, el estrangulamiento de los ríos y las aguas, en suma, volver a Colombia una zona franca de 200 millones de hectáreas, no es otra cosa que la agenda del capital nacional y transnacional, y se sintetizan en lo que podemos llamar la “privatización de los territorios”, es decir, quitarle a la sociedad y los pueblos el derecho de ordenar y gobernar sus espacios de vida y entregárselos al capital privado. Cada una de las luchas que nuestros pueblos vienen dando los últimos meses, son para enfrentar este despojo. En Santurbán (Santander) para que las decisiones sobre el agua las adopten las comunidades que la beben; en el Quimbo (Huila) e Hidroituango (Antioquia) para que la elección entre comida para las comunidades o energía para las transnacionales sea una decisión de los pobladores y no de las burocracias al servicio del capital; en Puerto Gaitán (Meta) para restituir al país el patrimonio del subsuelo; en La Toma (Cauca) 96

para que las comunidades afrodescendientes sigan mandando sobre sus fuentes de vida; en La Colosa (Tolima) para seguir siendo los dueños de su agua y de su vida; en el norte del Cauca indígena, para que el TLC con los Estados Unidos no despoje a los pueblos de su autonomía alimentaria; en Bahía Málaga (Valle), Bahía Solano (Chocó) y Bahía Portete para que los puertos no destruyan la base alimentaria de las comunidades; en San Andrés para que los raizales no sean desterrados en su propia tierra; en las grandes ciudades para que las zonas francas y los puertos secos no sean sitios prohibidos para la población; en la Región del Catatumbo, para impedir que la Madre Tierra sea profanada mediante la explotación del carbón; en el Cesar y la serranía del Perija para que MPX empresa de explotación de gas y petróleo detenga las excavaciones. Cada una de estas luchas populares son para impedir la desterritorialización y el despojo. 4. Aunque víctimas del desarrollo y del despojo, nuestras comunidades han pasado a ser defensoras de la soberanía que el Estado -que debería ser su garante- ha abandonado en la feria de la “confianza inversionista”. La reactivación de las luchas sociales populares en Colombia se viene dando justo por el camino de defender la Madre Tierra, los territorios y la soberanía nacional. Se trata de una dinámica similar en todo el mundo. La captura de los Estados por los intereses privados ha despertado una ola de indignación en Europa, Suramérica y los Estados Unidos contra el despojo de la economía y la vida pública. Todos ellos reclaman, igual que nosotros y nosotras, el derecho de dirigir sus vidas, sus economías y sus países. No dudamos en decir que somos parte de esos, los indignados y las indignadas del mundo. 5. Los pueblos, organizaciones y procesos asistentes hemos adoptado siete mandatos temáticos, diez macro regionales y un Mandato de Mandatos sobre Tierras, Territorios y Soberanías. Se trata de compromisos serios en la construcción del nuevo país, adquiridos por organizaciones y procesos que asumimos la responsabilidad de realizarlos. Entre ellos consideramos de vital importancia los siguientes: • Consolidar la unidad del movimiento y las organizaciones populares para cuidar a la Madre Tierra, defender los territorios y consolidar la soberanía popular. El espíritu unitario y fraternal que nos ha acompañado en este Congreso, tendrá que converger en un gran Movimiento Social y Popular por la Tierra, el Territorio y la Sobe97


ranía. Un primer paso es la conformación de un espacio de coordinación de los procesos que nos sumamos a estos mandatos. • El segundo mandato general es cuidar la Madre Tierra y reconocerle sus derechos. Quien no cuida la Madre Tierra no la merece. Y no la merecen los que destruyen las fuentes de agua para explotar oro o petróleo. Este Congreso ha mandatado prohibir la gran minería y la explotación petrolera desaforada. En consecuencia, ha declarado no grata e ilegal la presencia en nuestros territorios de la Anglo Gold Ashanti, la BHP Billiton, Xtrata, Pacific Rubiales, MPX, Cosigo Resources, Smurfitt Kappa Carton de Colombia, Cemex, Medoro Resources, Grey Star (hoy Eco Oro Minerals Corp) y Unión Fenosa, por su participación directa en agresiones a las comunidades y territorios, y su atentado sistemático a la soberanía nacional. Les notificamos que acudiendo al derecho ancestral de indígenas y afrodescendientes, a los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra, al derecho a la vida y paz, y a las normas constitucionales y del derecho internacional de los derechos humanos, realizaremos las acciones que correspondan para impedir su presencia, para que salgan del país y sean sancionados. • El tercer mandato es realizar –como organizaciones sociales populares-- todas las acciones políticas civiles para construir un camino hacia la solución política y negociada del conflicto social y armado. La guerra en nuestros territorios altera profundamente la armonía de las comunidades y de la naturaleza, y no es posible esperar mejoras en los derechos humanos si el conflicto continúa. El derecho a la paz solo se cumplirá si la realizamos nosotros y nosotras mismas con la resistencia a la guerra, la exigencia a los actores armados para que respeten el derecho humanitario --en especial la oposición a que el cuerpo de las mujeres sea utilizado como botín de guerra--, y las acciones directas de desmilitarización de nuestros territorios. El pueblo colombiano y todas sus expresiones sociales adoptaremos una agenda de diálogos nacional y regionales en el Congreso Nacional de Paz que tendrá lugar el próximo año, al cual nos convocamos. • El cuarto mandato general es profundizar la liberación de la Madre Tierra y la realización participativa de la reforma agraria. No permitiremos que en el lugar de los grandes latifundios del narcotráfico y el paramilitarismo, que deben ser desmantelados, se instale el gran latifundio de los conglomerados agroindustriales. Por el contrario, esas tierras–robadas en cientos de años a indígenas, campesinos y afrodescendientes-- deben restituirse a nuestras comunidades. 98

Ocuparemos pacíficamente lo que por historia y por derecho nos pertenece; y allí donde se puedan presentar diferencias sobre los derechos territoriales de cada pueblo o sector, acudiremos a los principios de la unidad y el respeto interétnico para resolverlas. • El quinto mandato general es constituir a las organizaciones sociales y comunidades como protectoras del agua. Desde el ejercicio del gobierno propio y autoridad, abordaremos el manejo, gestión y protección de las fuentes de agua, confrontando su privatización y degradación producto de la expansión de la frontera agropecuaria y minero-energética y el desarrollo de megaproyectos que amenazan su disponibilidad. • El sexto mandato general es construir una economía propia y articulada de los pueblos, no supeditada al mercado global, que garantice la soberanía y autonomía alimentarias y los saberes asociados a las semillas, las plantas y los alimentos. Vamos a fortalecer las prácticas de producción, transformación, intercambio y consumo culturalmente apropiadas, socialmente justas y en armonía con la vida; no utilizaremos ni permitiremos agro tóxicos y transgénicos; impediremos la presencia de los agrocombustibles, plantaciones forestales y otros monocultivos que amenazan nuestra soberanía territorial y alimentaria. • El séptimo mandato es realizar un ordenamiento social del territorio urbano. Proponiendo suelo y agua como bienes vitales, públicos y comunes. Reconociendo la diversidad y las diferencias de los pobladores que habitan las ciudades de Colombia. Legalización de territorios urbanos y no reubicación forzada. • El octavo mandato general es emprender todas las acciones necesarias hasta que los responsables intelectuales y materiales del exterminio contra nuestros pueblos sean juzgados. Recogemos las semillas de vida, memoria, verdad, justicia y reparación, sembradas por las luchadoras y luchadores populares en la defensa de la vida y de la Madre Tierra, y víctimas de este conflicto. • El Noveno Mandato es consolidar espacios para que los niños y niñas de nuestros territorios deliberen y decidan. El futuro del territorio está en peligro si no despertamos nuestros corazones y conciencias para que sus aportes sean tenidos en cuenta. Obedeciendo su palabra mayor, generaremos siempre los espacios 99


donde los niños y niñas de nuestros pueblos puedan pensar, construir y defender el país de sus sueños.

Anexo 3

Éstos son los mandatos de los pueblos y las organizaciones populares. Los cumpliremos. Nos movilizaremos en calles y campos para hacerlos realidad. Llamamos a todos y todas a comprometerse con ellos, a la intelectualidad a sumarse a esta construcción de país, a los partidos políticos populares a acatarlos.

DECLARACIÓN FINAL DEL CONGRESO PARA LA PAZ

Cansados de obedecer. Cansados de ser consultados mientras otros deciden. Queremos gobernar. ¡Vamos a gobernar en nuestros territorios! Cali, 3 de octubre de 2011. ¡La Madre Tierra es de quien la cuida, los territorios son de los pueblos, la soberanía es popular¡. ¡Porque esta tierra es nuestra, el territorio lo construimos los pueblos!.

2013 Considerando que la búsqueda de la paz con justicia social es un asunto que le concierne al conjunto de la sociedad colombiana, nos encontramos cerca de 20.000 personas en el Congreso para la Paz para mandatar en torno a una agenda, y el movimiento social, que requiere el país para encontrar una solución definitiva al conflicto social, político y armado que nos aqueja hace casi medio siglo. Seguimos sosteniendo que la paz no consiste únicamente en el silenciamiento de los fusiles. A nuestro juicio, no podrá consolidarse una sociedad en paz sin los cambios necesarios que ataquen de manera decidida las raíces del conflicto y sin revertir las acciones del Estado que vulneran los derechos de los pueblos. Las graves problemáticas que vive la mayoría del pueblo colombiano son factores que profundizan el conflicto, por esa razón avanzamos en delinear una agenda social de paz planteada en perspectiva de superar las condiciones de pobreza, desigualdad, marginalidad, impunidad y exclusión política que han caracterizado al régimen político imperante, a través de la lucha organizada. Esa agenda social de paz es expresión de los anhelos de las comunidades, pueblos y organizaciones sociales que buscan una sociedad con una paz genuina basada en la plena garantía de los derechos humanos y la construcción de un país más equitativo. Consideramos que no podrá construirse la paz sin el concurso de los sectores sociales populares que hemos padecido la guerra. Insistimos en que la salida al conflicto armado no le compete solamente al gobierno nacional y las insurgencias, pues los sectores populares también tenemos mucho que aportar en la construcción de paz. Si el cese del conflicto armado requiere de consolidar una sociedad democrática, es necesario empezar por democratizar la búsqueda de la paz. Saludamos la mesa de diálogo entre el gobierno y las FARC-EP, es un espacio importante en el avance hacia la paz, sabemos que ésta

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es restringida porque no hay partición desde el movimiento popular, la agenda es limitada y no están todas las insurgencias. El movimiento popular es un sujeto real y sus opiniones tienen que hacer parte de las salidas al conflicto y de un acuerdo nacional. La paz no es una prerrogativa exclusiva de los armados, debe ser un propósito nacional que vincule a diversos sectores de la sociedad colombiana. Hacemos un llamado para que se instituyan caminos similares con el ELN y EPL para que avancen en nuevos escenarios de diálogo. Para nosotros y nosotras la paz tiene que ver con cambios estructurales, por ello nuestra agenda contiene un programa que persigue el fin del conflicto, la construcción de políticas que generen justicia social, la defensa de los territorios, las salidas a la crisis humanitaria, la democratización del régimen político, la lucha contra la impunidad y la plena garantía de los derechos humanos. En ese orden, nuestra apuesta de paz pasa por: Un nuevo modelo económico que redistribuya los ingresos y la riqueza, cuyo principal objetivo no sea la acumulación de capital sino el bien-estar de la población. Un modelo que no agreda los territorios y los ecosistemas, sino que parta de su protección, el respeto a la naturaleza y la afirmación de la diversidad social, cultural y ambiental. En suma, una nueva concepción de la economía que desmonte el neoliberalismo, la dependencia, la privatización, la mercantilización, la financiarización, el despojo y el autoritarismo. La reinvención de la política, plantear nuevas formas de gobernabilidad, así como nuevas maneras de defensa de lo público, para concebir un nuevo modelo de sociedad y de Estado. Por lo tanto, mandatamos construir política desde los territorios para construir un nuevo Estado y una nueva forma de gobernar. Es necesaria una transformación estructural del modelo de justicia imperante en nuestro país, caracterizado por legitimar un conjunto de medidas que le apuntan a garantizar el orden social y político impuesto. Como rechazo a este modelo de justicia hegemónico, represor y elitista, los pueblos que mandatamos paz para la vida digna concebimos urgente la construcción de un nuevo modelo de justicia que tenga como objetivo central la garantía integral de los derechos de los pueblos, partiendo de los mecanismos comunitarios y populares que existen y han existido, y proyectándose hacia las grandes decisiones judiciales que se toman en el país, un nuevo modelo de justicia que fortalezca el tejido social de las comunidades y responda a las necesidades concretas del pueblo Colombiano, expresadas en la agenda 102

legislativa de país que proponemos como alternativa de vida digna y justicia social, así si podemos hablar de paz. Seguiremos luchando por salud y educación públicas, universales, gratuitas, sin discriminaciones de ningún tipo, a partir de un enfoque de derechos que reemplace la mercantilización de la vida. La ley 100 de 1993 y las propuestas de reforma a la educación son factores de guerra contra la sociedad, especialmente contra los sectores populares. ¡Trabajo digno y sin distinción de género, economía que parta de lo regional, socialización de la riqueza y de los medios que permiten la producción, economía propia y soberanía, una educación amplia, gratuita y de calidad. El reconocimiento de la diversidad de pueblos que habitamos este territorio que pasa por reconocer la autonomía y dar la posibilidad de existencia a pueblos que han sido condenados al exterminio! Consideramos que para llegar al fin del conflicto es necesario solucionar el problema histórico de la tierra y el territorio. Es inaplazable la formulación de figura jurídica y política que garantice el territorio y la territorialidad para el campesinado como base para una genuina política de reforma agraria integral. Es crucial una reforma tributaria que grave con impuestos altos a los grandes propietarios de la tierra. Consideramos que las Zonas de Reserva Campesina son una ganancia del movimiento campesino colombiano, consideramos fundamental defenderlas como instrumento de la lucha de las comunidades rurales. También creemos que es necesario generar otras figuras que solucionen los problemas del campo abarcando todo el territorio nacional y atacando la gran propiedad terrateniente para buscar una genuina redistribución de la tierra y la pervivencia en el territorio. Por lo anterior, no compartimos la sustracción de Zonas de Reserva Forestal para instaurar Zonas de Reserva Campesina. Es necesario seguir buscando el reconocimiento, ampliación y saneamiento de resguardos indígenas y territorios colectivos afro. Seguiremos luchando por la suspensión de las concesiones de territorios a empresas transnacionales. Seguiremos expulsando a esas compañías de nuestras regiones. Buscaremos derogar las normas que legalizan el despojo y que amenazan la vida y la permanencia en los territorios. La minería a cielo abierto debe ser erradicada en su totalidad. Nos oponemos a toda forma de extranjerización de la tierra y cesión de baldíos de la nación a grandes inversionistas. Rechazamos la posible aprobación del derecho de superficie, el vuelo forestal y demás formas de privatización soterrada de la 103


tierra y el territorio. Es necesario reformar el régimen de licencias ambientales con el fin de generar mecanismos jurídicos efectivos que protejan los ecosistemas. Las comunidades delimitaremos Zonas de Biodiversidad para proteger los territorios. Proponemos una ley marco de hidrocarburos que reivindique elementos de soberanía nacional y redistribución de la renta petrolea y gasífera. Buscaremos que Ecopetrol vuelva a ser una empresa completamente pública y buscaremos instituir una empresa nacional minera pública. De igual manera defendemos el carácter público de los demás bienes comunes de carácter estratégico para la nación. Es necesario generar una política de pago de la deuda ambiental generada por la extracción de recursos. Buscamos una cultura de la vida que propague una nueva ética de sobrevivencia y de convivencia, y que libere la recreación de la sociedad. En ese gran propósito, será necesario consolidar un movimiento cultural que involucre el conjunto de acciones que promuevan la cultura de la vida, desde la educación, las comunicaciones, el arte, el deporte y la recreación. Asumimos el compromiso de establecer y fortalecer los lazos con los pueblos hermanos de Nuestra América y especialmente con movimientos sociales y populares que encaminan sus luchas por la autodeterminación, la soberanía y la construcción de la patria grande. Hablamos de CLOC-Vía Campesina, Frente Darío Santillán, Coordinadora de Movimientos Populares de América (COMPA), Movimiento de los Sin Tierra y otros. Buscaremos interlocución ante UNASUR, MERCOSUR, CELAC Y ALBA en camino de lograr acompañamiento efectivo para el proceso de paz en Colombia y para presentar nuestra agenda de país para la vida digna. Finalmente, como Congreso para la paz planteamos que vivimos hoy una crisis humanitaria en nuestros territorios, como consecuencia de las lógicas extractivitas, represivas y excluyentes que el actual régimen ha establecido durante décadas, y que se agudiza por la existencia del conflicto armado. Esta crisis se manifiesta, entre otras, en la militarización de los territorios indígenas, campesinos, afrodescendientes, y urbanos; en la sistemática violación a los derechos humanos y las infracciones al DIH; en la precariedad de la población carcelaria y en especial de los y las detenidas políticas que por su estado de sujeción se ven excluidos de todos sus derechos; en la criminalización de los sectores rurales; en la sistemática violencia sexual ejercida contra las mujeres y niñas, hombres 104

y niños que genera no solo afecciones individuales sino afecciones colectivas que generan rupturas del tejido social y familiar. En consecuencia, la construcción de esta agenda social el Congreso para la paz ratifica y propone como escenarios para la acción política: 1. Configurar espacios regionales y locales de diálogo (insurgencia, Gobierno, comunidades) para solucionar la crisis. 2. Promover y establecer una comisión de la verdad para esclarecer los crímenes, los beneficiarios y los autores intelectuales de la crisis humanitaria al tiempo que avanzamos en la exigencia de la libertad inmediata para lxs luchadores detenidxs (presas y presos políticos) arbitrariamente y le exigimos tanto al Estado como a las insurgencias el cese bilateral al fuego. 3. La Ruta Social Común para la Paz, en la que seguiremos participando de manera más activa y aunaremos esfuerzos para vincular otras organizaciones sociales y políticas que le apuestan hoy a la Paz. Es necesario que la tomemos como propia y definamos más claramente la participación de todas las regiones en ella. Además de ello debemos jalonar desde allí la construcción de una agenda de paz conjunta para el país, que contemple iniciativas como las constituyentes por la paz. 4. La construcción de un espacio multilateral de dialogo, donde juegue nuestra visión de paz, permita la participación directa y decisoria de sectores populares, sociales y democráticos. Lo nuevo de este escenario es que participaran los excluidos, los sin voz. 5. La construcción del movimiento social por la paz persiguiendo una gran confluencia democrática y popular por la paz y los cambios. En este propósito no partimos de cero, ya tenemos unos acumulados en cuanto a movilización y encuentro con otros, requerimos que se escuchen muchas más voces. Debemos retomar las experiencias que diversas comunidades han venido construyendo en la conformación de territorios de paz. Estos serían escenarios idóneos para desarrollar propuestas de diálogos regionales. Dicho movimiento debe reunir a los diversos sectores sociales y políticos que coincidan en la necesidad de impulsar la movilización por una agenda social de paz y la pertinencia de la participación de los sectores populares en los procesos de paz. La unidad debe entenderse como principio permanente de ampliación de la agenda 105


política del movimiento social por la paz y como la acción conjunta de diversas expresiones políticas y sociales. Este debe ser ante todo un agente de impulso de una agenda política por la superación del conflicto social y armado y por la erradicación de las condiciones que lo hacen posible. Por esa razón el movimiento por la paz cristaliza sus propósitos en la acción política y la movilización por una sociedad con justicia social y vida digna. Bogotá, 22 de abril de 2013 CONGRESO PARA LA PAZ PUEBLOS CONSTRUYENDO PAZ PARA LA VIDA DIGNA

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