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Nacional de Educación a Distancia de España, Ma. Luisa Capella
Ma. Luisa Capella
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Labor del Centro de Estudios de Migraciones y Exilios de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España
Mejor será no regresar al pueblo, al edén subvertido que se calla en la mutilación de la metralla…
raMón lópez Velarde
En mayo del 2010 se creó el Centro de Estudios de Migraciones y Exilios (CEME), mediante un convenio entre la Universidad Nacional de Educación a Distancia y Santander Universidades, con sede en México y en España.
El CEME nació con el objetivo prioritario de ser un espacio de referencia para la investigación, el conocimiento y la difusión del fenómeno migratorio histórico y contemporáneo, a través de los proyectos multidisciplinares, transversales y multinacionales que desarrolla. Fomenta la colaboración entre instituciones nacionales e internacionales dedicadas al estudio e investigación de estos temas, así como de su impacto en la sociedad.
En el transcurso de estos años —empezó en el 2010— se han ido consolidando las líneas de actuación, se han recuperado importantes archivos para su conservación, catalogación, digitalización, sobre las migraciones y los exilios, y se ha investigado a través de proyectos específicos y de intercambios científicos entre universidades y otras instituciones de educación superior pública y privada, tanto en España como en Latinoamérica. Hemos difundido entre especialistas y público en general todos aquellos aspectos que contribuyen a un mejor conocimiento de estos temas a través de actividades culturales, educativas y de publicaciones.
El trabajo desarrollado por el CEME en este tiempo ha propiciado la relación con cerca de medio centenar de instituciones con intereses comunes educativos, culturales y políticos: Universidad Nacional Autónoma de México, Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Fundación Telefónica de México, Ateneo Español de México, Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (Habana); Universidad Nacional de la Plata Argentina, entre otras. Y, ahora, en 2016, tengo la certeza que alguna relación tendremos con la representación de la UNESCO en México.
En el 2015 las actividades tuvieron un impacto mediático y académico más o menos importante. Destaco de esas actividades unas “Jornadas sobre testimonios y escrituras autobiográficas de migrantes en México”, en donde contamos con la presencia y el testimonio de ocho mujeres migrantes de Centroamérica: Grupo Monarca (como las mariposas migrantes que recibimos en México todos los años). Las dos conferencias magistrales estuvieron a cargo, respectivamente, de la escritora y Premio Cervantes Elena Poniatowska, sobre su experiencia con el exilio español en México, y de José María Espinasa, escritor, editor y poeta, actualmente director del Museo de la Ciudad, quien habló de La escritura autobiográfica, entre la realidad y la ficción. Ambas ponencias se publicaron en la Revista Transatlántica de Educación. Homo sapiens, homo migrantis.1
Estos extraordinarios testimonios vivos, que realmente calaron en el ánimo de los asistentes, son una aportación excepcional para que el estudio de estos procesos no sólo se circunscriba a los cubículos. Estar en contacto con la realidad no debe soslayarse. El enriquecimiento es enorme.
1. Transatlántica
de Educación.
Homo sapiens, homo migrantis. Ministerio de Edu-
cación Cultura y Deporte, España, nos. 14 y 15, 2016, pp. 13-39.
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Elena Poniatowska, flanqueada por la Directora del CEME, Alicia Alted Vigil, y por Enrique Cortés de Abajo, Consejero de Educación de la Embajada de España en México, en las Jornadas con migrantes. © Luis Miguel Vargas
Mesa con las mujeres migrantes (Grupo Monarca); Rosamaría Catalá, Directora del Colegio Madrid; Susana Sosenski, exiliada chilena; Silvia Dutrenit, exiliada argentina. © Luis Miguel Vargas
Otra de las actividades torales de este Centro de Estudios es la difusión que llevamos a cabo por medio de publicaciones, exposiciones, conferencias, etc., así como de certámenes sobre cine y migración. El año pasado convocamos el Certamen Internacional de Documentales sobre Migración y Exilio, CEMEDOC 2015. Y en el 2016 volvimos a convocar. En esta página <http://www.cemedoc. com> se puede acceder a un pequeño resumen de los certámenes.
El objetivo de este proyecto de documentales de cine y migración es crear un espacio de reflexión en torno a las producciones cinematográficas contemporáneas que nos acercan a estas experiencias. Un jurado internacional valora rigurosamente los trabajos desde el punto de vista del contenido, la forma cinematográfica y la pertinencia de las temáticas. El certamen convoca a cineastas e investigadores de cualquier nacionalidad a presentar trabajos que aborden la problemática de la migración económica o política.
En la edición del 2015, recibimos 382 documentales de 70 países diferentes. Los seleccionados fueron: Afuera, de Laurencia Genske, de Alemania; África 815, de Pilar Monsell; Aji-Bi, de Raja Saddiki, de Marruecos; Diario de frontera, de Irene Gutiérrez, española; El Paso, de Everardo González, de México; En otra casa, de Vanessa Rousselot, de España; Hide and Seek, de David Muñoz, de España también; Llévate mis amores, de Arturo González, de México; Otra isla, de Heidi Hassan, de Suiza; Terra di nessuno, de Jean Boiron Lajous, de Francia; Tiempo suspendido, de Natalia Bruschtein; Un legado de humo, de Luis Argeo y James Fernández, y Underground, de Maxime Bultot.
El formato del certamen fue el siguiente: se proyectaron los documentales seleccionados en varias instituciones de la Ciudad de México: Filmoteca de la UNAM, Goethe-Institut y Centro Cultural de España en México (CCEmx). En este Centro se llevaron a cabo, además de la proyección de los documentales, conversatorios con los directores, algún protagonista y un estudioso del tema.
Se inauguró con Llévate mis amores de Arturo González, que fue la ganadora. El premio consistió en un curso en la Escuela de Cinematografía de San Antonio de los Baños, de La Habana. El jurado, en su comunicado, dijo de esta película “premiaba la esperanza”. Este documental surge porque
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2. Publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 7 de abril del 2011.
348 unos jóvenes estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) estaban haciendo un trabajo de campo de radio comunitaria, y como sabían que cerca de ahí estaba el pueblo La Patrona y sabían también cuál era la labor que estas mujeres veracruzanas hacían, ayudando a los migrantes que pasan diariamente por allí en La Bestia, decidieron ir a conocerlas y allí se enamoraron de ellas. Ése es el gran acierto del documental: volvieron la cámara hacia ellas para que supiéramos quiénes son.
Tiempo suspendido, de Natalia Bruschtein, obtuvo una mención con un premio de 500 euros. Excelente película del rescate de la memoria: memoria viva y falta de memoria. El jurado le dio una mención especial por su cuenta a África 815, de Pilar Monsell.
Es muy satisfactorio constatar que la mayor parte de los directores de esos documentales son jóvenes. Sí, la juventud usa el cine como un medio para expresar, para denunciar, para estar en la vida.
La labor que este Centro y otros hacemos podría definirse como “un dedo en la costilla” o un “no quitar el dedo del renglón”. ¿Qué se puede hacer si no? Los testimonios al menos podrían servir para que, por ejemplo, el Gobierno de la Ciudad de México aprobara al fin una la Ley de interculturalidad, atención a migrantes y movilidad humana, más conocida como “Ley de Hospitalidad”.2
Esa ley dice, entre otras muchas cosas, que todo aquel que llegue a la Ciudad de México, tanto de provincia como de fuera del país, no es un ilegal, sino un “sin papeles”, y entonces las autoridades de esta ciudad tendrán la obligación de ayudar —no de apresar— a que la gente sepa a dónde tiene que acudir, cómo puede irse ubicando, etc. Es decir, que sean recibidos como huéspedes, como fueron recibidos en 1939 por las autoridades mexicanas mis padres, exiliados españoles.
Porque además del drama que significa la migración: dejar atrás origen, familia, costumbres… está el drama del regreso, si es que eso ocurre. ¿Es posible el regreso? No sólo me refiero a la imposibilidad a veces práctica, sino a la imposibilidad de volver a echar raíces en el lugar del que
Público asistente al CEMEDOC 2015. © Luis Miguel Vargas
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Clausura del CEMEDOC 2015, con la periodista Carmen Aristegui, los directores del CEME y los directores de algunos de los documentales. © Luis Miguel Vargas
se salió: la imposibilidad de que el migrante mire con los mismos ojos al que se quedó, o lo que es peor, que el que se queda sepa mirar al migrante y lo acepte; es decir, que la sociedad que expulsa haga la anagnórisis.3
En el caso español del exilio de 1939, ya en la democracia, la sociedad española no pudo, no supo o no la dejaron “hacerla”. ¿Sucede lo mismo con las migraciones actuales? A lo largo del siglo XX, se distinguía claramente entre exilio y migración. El primero se debía a razones políticas y normalmente se salía del país por tener una pistola amenazante por la espalda; en la migración cabía la posibilidad, aunque pequeña, de elección. Hoy, esa línea que separaba ambos procesos es cada día más fina, yo diría que casi imperceptible: los migrantes salen por hambre, por pobreza y, encima, por amenazas.
Con estas ideas en la cabeza me llamó mucho la atención un poema de Ramón López Velarde, titulado El retorno maléfico. El regreso de los exiliados a España, ya terminado el motivo por el que se salió, y el regreso de López Velarde a su pueblo, después de la contienda revolucionaria, siendo dos procesos diferentes, en dos épocas distintas, dos continentes lejanos entre sí, tienen mucha relación. Este poema, que me parece que podría ser el himno de los migrantes, describe con exactitud lo que le sucedió al mismo López Velarde y a varios españoles al regresar.
Es importante señalar que esto normalmente sucede porque, entre otras razones, se oculta la mirada al pasado, a la historia, que hay que volver la página porque suponen que así se sufrirá menos por ese pasado, pero yo coincido con el poeta español Marcos Ana, que pasó más de 20 años en las cárceles franquistas: “Claro aquí todo mundo ahora dice que hay que darle la vuelta a la página, sí hay que darle vuelta a la página, pero primero hay que leerla”. Y eso es lo que España no había hecho.
No puedo encontrar un mejor ejemplo que este poema de López Velarde, cuyos primeros versos sirven de epígrafe a este texto, y del que reproduzco algunos versos que me parecen muy reveladores. Hay que recordar que López Velarde se fue de su pueblo para luchar por la Revolución mexicana; cuando regresa dice:
3. Anagnórisis es un término jurídi-
co, es el acto de que un juez, ante un documento, avale su legitimi-
dad. En el teatro griego, era la figura que repre-
sentaba que, al regreso del héroe que se iba, éste era reconocido
por alguien: la mujer, el perro…
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352 Mejor será no regresar al pueblo, al edén subvertido que se calla en la mutilación de la metralla…
Hasta los fresnos mancos, los dignatarios de cúpula oronda, han de rodar las quejas de la torre acribillada en los vientos de fronda.
Y la fusilería grabó en la cal de todas las paredes de la aldea espectral, negros y aciagos mapas, porque en ellos leyese el hijo pródigo al volver a su umbral en un anochecer de maleficio, a la luz de petróleo de una mecha su esperanza deshecha…
Cuando la tosca llave enmohecida tuerza la chirriante cerradura, en la añeja clausura del zaguán, los dos púdicos medallones de yeso, entornando los párpados narcóticos, se mirarán y se dirán: ¿Qué es eso?
Y que mejor descripción que:
Y yo entraré con pies advenedizos hasta el patio agorero en que hay un brocal ensimismado, con un cubo de cuero goteando en gota categórica como un estribillo plañidero.
Si el sol inexorable, alegre y tónico, hace hervir a las fuentes catecúmenas en que bañabas mi sueño crónico; si se afana la hormiga; si en los techos resuena y se fatiga de los buches de tórtolas el reclamo que entre las telarañas zumba y zumba; mi sed de amar será como una argolla empotrada en la losa de una tumba […]
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