PADRE E HIJA DOCTOR Y DOCTORA
E
l Dr. Francisco Herrero Rovira comenzó su práctica en odontología general en el 1984. Ésta fue establecida en Bayamón. Ese mismo año nació su hijo mayor, Francisco. Varios años más tarde, le dieron la bienvenida al mundo a Frances Michelle. En el 1991 decide volver a estudiar y se muda junto a su familia a la ciudad de Pittsburgh. Ahí nace el tercer hijo, Fernando. Luego de dos años de especialidad en periodoncia, el Dr. Herrero continúa haciendo un fellowship en implantología oral en la misma universidad. En el 1994 decide regresar a Puerto Rico y establecer su práctica enfocada en periodoncia e implantología oral en la misma
oficina de Bayamón. Criándose en un ambiente dental, escuchando toda la maquinaria dental desde que nacieron sus hijos comenzaron a desarrollar el interés por la odontología desde temprana edad. Admiraban la pasión con la que su padre salía a trabajar todas las mañanas y recuerdan verlo llegar cantando y sonriendo luego de un día de atender pacientes. Nunca se escuchaban quejas ni momentos de estrés. El entusiasmo con el que presentaba sus casos en la casa y las historias de los pacientes agradecidos sembraron en sus hijos un alto interés por la profesión dental. Visitar la oficina de su papá era rutina en la casa. El segundo hogar para todos, siempre la odontología fue parte de sus vidas. Tanto así que sus hijos mayores decidieron seguir los pasos de su padre y cursar estudios en la odontología, en lo que ahora se conoce como la Escuela de Medicina Dental. Frances siempre se mostró sumamente interesada por las cirugías que su padre realizaba. Desde los comienzos de sus estudios universitarios, Frances se preparó con la meta de estudiar periodoncia e
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implantología oral. Igual que se padre, estudió Biología en el Recinto Universitario de Mayagüez graduándose Magna Cum Laude. Luego siguió a la Escuela de Medicina Dental de donde se graduó con el primer promedio de la clase. Se mudó junto a su esposo a Nueva York a comenzar sus estudios post doctorales. En ese año, Frances hizo su residencia en odontología general en el Hospital de Mount Sinai, expandiendo sus conocimientos al ambiente de hospital y de manejo de pacientes médicamente comprometidos. Luego de un año en Nueva York, se mudaron a Washington, DC de donde viajaba diariamente a Baltimore para hacer su programa postgrado en Periodoncia e Implantes Dentales en la Universidad de Maryland. Además, obtuvo una maestría en ciencias de la misma escuela. Tres años en la capital de EEUU fortaleció su interés por la cultura. De ahí se trasladaron a Cincinnati, OH donde su esposo hizo dos años de subespecialidad mientras Frances pasó los primeros cinco meses de la vida de sus gemelos en casa. Luego, empezó a trabajar en una oficina privada especializada en periodon-