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DE AMOR LOCURA Y MUERTE CICLO DE LECTURAS
Estimado vecino mío: Hernán Domínguez Nimo
Lecturas a la sombra
Estimado vecino mío: Hernán Domínguez Nimo
La semana pasada atropellé una paloma. Fue una verdadera sorpresa, se imaginará usted, que seguramente sabe, como todos los que habitamos esta gran ciudad, lo avispados que son estos animalitos respecto de los autos, siempre esperando a último momento para levantar vuelo, por más que siempre parezca que se . confiiaron y por fin van a terminar debajo del auto, por más que uno acelere para agarrarlas, ellas invariablemente escapan. Si hasta parece que se burlan de uno. Pero a esta la agarré. De lleno parece, porque cuando miré por el espejito la vi aplastada, una alfombra sucia, una mancha roja y gris en el asfalto. ¿Cómo explicarle, vecino, la sensación, los huesos crujiendo, los tendones descoyuntándose en chasquidos casi audibles, aunque solo los percibiera en esa vibración inusual del auto, los neumáticos como extensiones nerviosas de mis dedos…? Fue algo increíble. Como aplastar en la boca una papa frita recién sacada del paquete… esa misma satisfacción pero muy diferente… mucho más potente, más visceral. 7
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Piénselo, vecino: es un ser vivo el aplastado. Vivo, crunch, muerto. Así de simple. Sé que suena a cliché, vecino, no soy un literato, y aunque me esfuerzo en usar lenguaje culto, me cuesta inventar metáforas, buscar comparaciones para describir plenamente esa sensación, esa excitación. Sé que me quedo corto y es inevitable porque las palabras no alcanzan, hay que vivirlo. No sé cómo contarlo, pero sí que necesitaba repetirlo. Y no con palomas. Sabía que había tenido suerte de agarrar una, que podrían pasar meses, años, antes de volver a tenerla. Y además, quería probar algo nuevo, algo más grande. Recordé que a una cuadra hay varios perros que se instalaron en una casa vacía, una especie de jauría okupa. Son siete u ocho —antes ocho, ahora siete—, duermen en la vereda y no dejan pasar a nadie, matan gatos y muerden al transeúnte desprevenido. Días atrás, me la pasé dando vueltas, algún vecino ya me miraba mal, me pensaría un potencial usurpador. Anteayer, día de mucho calor, por fin agarré a uno que se había tirado en la calle, pegado al cordón de la vereda, por donde corría el agua de alguna casa que había baldeado su patio. Dormía. Seguro el calor de las tres de la tarde lo tenía medio dopado. La víctima ideal, entregada. Pero cuando me acercaba le toqué bocina. Me di cuenta de que el preaviso potencia la experiencia. Que el otro sepa. La mirada de asombro frente al auto que enfila derecho, que no 8
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se aparta de ese camino incorrecto. La conciencia de que sí, ya está, eso es lo último que verá —yo, soy lo último—, es embriagante, asfixiante, como un pase de buena merca sin rebajar. Le agarré la cabeza. Medio contra el asfalto, medio contra el cordón. El crujido del cráneo al hundirse, el aullido trunco, todo fue como esperaba… pero más. Más fuerte. Más vívido. Cuando me recuperé de esa embriaguez sensorial, empecé a pensar en la siguiente. El paraelismo con la droga es casi una obviedad, pero saberlo no cura al drogadicto, no hace que yo me esfuerce o tenga armas para combatirlo. ¿Para qué? ¿Por qué? Si esta adicción no me perjudica en nada… Por el contrario, me dice cómo hacer para exprimir al máximo esto que tengo. Y sé que sigue. Necesito algo más grande. Pero además, como ya le comenté, vecino, el preaviso es importante en esto. Por eso esta carta. Anónima, claro. Escrita en PC e impresa en un locutorio. Nada que se pueda rastrear. Solo para eso, para avisarle, mi estimado. Para que esté atento. A los autos. A los bocinazos. Porque voy a estar dando vueltas, día y noche. Porque en algún momento lo voy a agarrar desprevenido pero necesito que en el último instante me mire.
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Lecturas a la sombra 1. Miguel Angel Silva
Cap74 de Cuadros
2. Claudia Aboaf
El rey del agua de El rey del agua
3. Eduardo Vardé
La que baja casi corriendo
4. Graciela De Mary
Y sin embargo se mueve
5. Celina Abud
Música de rieles
6. Miguel Ángel Di Giovanni Los sueños, los viajes 7. Diego Rotondo
El pendenciero de Mamá no me odia
8. Victoria Mora
Basural
9. Marcos Tabossi
El otro mundo de El otro mundo
10. Fabiana Duarte
Viento norte
11. Inés Keplak
Adolfo
12. Lucas Gelfo
Andy Warhol y la difícil
13. Marcelo Rubio
El caracol
14. Jada Sirkin Deja que esas manos te toquen de Yo, cuento (y otros cuentos) 15. Marcelo Filzmoser
Vecinos
16. Cristian Acevedo
La adivinanza
17. Daniel Ibaña
Mirar el fuego
18. Javo Santos
Milagro en la bailanta
19. Margarita Dager-Uscocovich Sortilegio en el rincón de los suspiros 20. Eugenia Zuran
El baile de los condenados
21. Sebastián González
Ella y él
22. Pamela Prina
La culpa es de Dolina
23. Floreana Alonso
Desdibujándonos
24. Ezequiel Márquez
Intruso
25. Rosario Martínez
El aniversario
26. Valentina Vidal
La ventana cerrada
27. Ana Sofía Rey
Marea baja
28. Celina Aste
La criada
29. Emilia Vidal
La mama
30. Sandra Patricia Rey
No hay agua capaz de apagar tanto fuego de Matrioshkas
31. Cristian Bernachea
El horrible olor de papá