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Jorge Enrique Gaviria, el virtuoso de la trompeta

Por Marcos Fidel Vega Seña

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Jorge Enrique Gaviria Foto. Cortesía Jorge Enrique Gaviria / Compocición: David Felipe Jiménez Ochoa

Jorge Enrique Gaviria Mesa es un artista medellinense, que lleva 67 años dedicados a la música. Para quienes no estén familiarizados con ese mundillo, su nombre puede ser desconocido, pero pertenece a esa legión de virtuosos que participan en prestigiosas agrupaciones de cantantes, que ellos sí tienen una larga exposición mediática. De la estirpe de

Gaviria Mesa hay todo un ejército de músicos que pusieron y siguen poniendo su talento al servicio de las orquestas o conjuntos a las que integran o han integrado.

En este caso, y de acuerdo con lo que él cuenta, su historia musical empieza a los cuatro años, cuando puso a sonar un bajo, luego una batería, para terminar casado con la trompeta. Narra que su vena musical le viene de su padre, Pedro Abraham Gaviria, quien dirigía la Orquesta Monterrey e interpretaba el saxofón y el clarinete. Los ensayos eran en la propia casa de los Gaviria, lo que le permitió a Jorge Enrique conocer de primera mano las armonías y sonidos de los instrumentos.

La Orquesta Monterrey la integraban doce músicos y Gaviria Mesa era uno de ellos. Allí interpretó el bajo y la trompeta. “Cuando yo tocaba en la orquesta de mi padre, me sacó (lo invitó) la orquesta de los hermanos Martelo, y en esa misma época que integré la orquesta de los Martelo me buscó Fruko. Pero en diferentes épocas” 1 , recuerda, en la conversación sostenida con Alonso Franco Londoño.

Entrevista Realizada por José Alonso Franco L. 10 de junio de 2020.

Pero Gaviria no solo aprendió la música de forma empírica. También se afinó en la academia, pues según datos de sus redes sociales, realizó estudios en la Universidad de Antioquia y en el Instituto de Bellas Artes de Medellín; sus maestros fueron Jorge Orejuela y el fallecido Manuel Cervantes, quien se desempeñara como director de los inolvidables Corraleros de Majagual. A la Orquesta Monterrey entró a los 13 años. Allí se hizo cargo del bajo, escuela que le sirvió para que, años más tarde, al lado de Justo Almario, Francisco Zumaqué, sus hermanos y otros amigos, formaran el Combo Dilido. Además del bajo, allí interpretaba la baterista. Finalmente, y por imposición de su padre, terminó tocando la trompeta.

Las orquestas y los artistas

Como para que tengamos una idea de la importancia de Jorge Enrique Gaviria Mesa en el mundo de la música colombiana, pasemos revista por algunas de las agrupaciones, y de contera, le damos cabida a la memoria cultural.

Jorge Enrique Gaviria Foto. Cortesía Jorge Enrique Gaviria M

Los Corraleros de Majagual constituyen un hito sin precedente en la vida musical de Colombia. Además de estar integrados por verdaderas estrellas, el género musical que fundaron es único e irrepetible, por muchas imitaciones que han intentado otras generaciones musicales. Se puede decir que la historia de la música caribe se divide en dos: antes y después de Los Corraleros. ¿Cuál fue su mérito? Fusionar el conjunto vallenato con la orquesta pelayera, aunado a la picardía, la narrativa y la explosión de fiesta que caracterizan sus ritmos pegajosos e inolvidables. No hay diciembre en que no los escuchemos y bailemos.

Gaviria Mesa cuenta que en este conjunto tuvo la oportunidad de compartir palmareses artísticos con Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa, César Castro, Lisandro Mesa, Cervantes y Eliseo Herrera, entre otros. Con ellos recorrió parte del país.

En cuanto a La Orquesta de los Hermanos Martelo, llega a Medellín aproximadamente en la década del 60, atraída por las oportunidades que ofrecían contratos en escenarios emblemáticos como el Club Campestre y el Hotel Nutibara, por ejemplo. Fue la ocasión para que Gaviria se codeara con estos músicos, que llegaban con un largo recorrido de la Costa Caribe.

Por su parte, Fruko (el antioqueño Julio Ernesto Estada) y sus Tesos fue una de las agrupaciones reconocidas en el campo de la música tropical que, como es sabido, tuvo como cantantes estrellas a Joe Arroyo, Piper Pimienta y Wilson Saoko. Frente a esta agrupación, a la que dedicó 41 años de su vida, Gaviria Mesa da un dato revelador: “yo fui fundador de la orquesta de Fruko y el dueño del nombre de Los Tesos… porque así me llamaban así cuando tocaba la trompeta”.

El dato lo confirma un artículo de Radio Kalle, escrito en 2018, en el que se centran en la etimología de la palabra. Aunque la importancia histórica del origen del nombre se pierde en esa explicación, el contexto del adjetivo “teso” para la historia que cuenta Gaviria es muy diferente a la representación popular de aquel que lo puede todo, con lo que eso conlleva en las barriadas de nuestra ciudad. Más bien, ese contexto se refiere a la intensidad y la virtuosidad con que Gaviria interpretaba la trompeta. Es un teso de la música caribe en tierras antioqueñas, pues en la Orquesta de Fruko, Gaviria no solo fue un músico más. También se desempeñó como manager y subdirector. Con esa agrupación recorrió 41 países.

Luego, como si fuera una película alucinante, Gaviria suelta a borbotones el montón de talento musical que le ha entregado a las orquestas más significativas del mundo. Por ejemplo, dice que fue protagonista de los éxitos de Gabriel Romero, aquel intérprete de La Piragua, uno de los temas

famosos (que debiera ser declarado patrimonio musical de Colombia), composición de José Benito Barros Palomino y grabado con Los Black Stars. En ese trasegar también compartió con Rodolfo Aicardi, quien al retiro de Gustavo, El Loco, Quintero, fue la voz líder de Los Hispanos, y quien en diciembre se recuerda con así fue que empezaron mamá y papá…

Gustavo Quintero, al retirarse de Los Hispano, funda la Orquesta Los Graduados y allá fue a parar Gaviria, “cuando ellos metieron la trompeta… y los sonidos de la trompeta los hice yo”. Allí estuvo cuatro años.

Rebelión para el recuerdo

En su trashumancia musical, Gaviria cuenta su encuentro con Héctor Lavoe y otros músicos. “Ellos solicitaron que yo le tocara en unos conciertos en Barranquilla. En esa época la trompeta famosa era yo; cuando uno es famoso, le sobra trabajo. Ellos me mandaron los pasajes, en un buen hotel y los acompañé. Pero no solo fue a Héctor Lavoe, sino también a Celia Cruz, a Pete “El Conde” Rodríguez, a Óscar de León, a Junior González y como a nueve cantantes puertorriqueños, los más famosos. También toqué con la Colombia All Stars, que era la orquesta más famosa en Colombia”, expresa con sencillez.

Jorge Enrique Gaviria M Foto. Archivo revista Porro y Folclor

Con el grupo Niche grabó temas como Me huele a matrimonio y Faltó un pañuelo. “Ellos venían a Codiscos a grabar y me llamaban a mí, como trompetista especial. Lo mismo hice con el Joe, para no retirarme de la orquesta de Fruko; Joe Arroyo me ocupaba en las grabaciones siempre. Con él grabé las principales canciones de su orquesta, por ejemplo, Rebelión. El sonido de la trompeta que suena ahí es mío. Los grandes éxitos de Joe, la trompeta que suena es la mía. Me pregunta la gente quién me escribió ese Sol, no lo toco. Dios me hizo a mí con capacidad, eso es propio y nadie me lo escribe; todos los Sol que hago los invento. En la grabación me salió ese Sol, logré hacerlo. Ese tema lo grabé en 1986, tenía 37 años. Yo era el trompetista de todas las fábricas de Medellín de Discos Fuentes, Discos Victoria, Codisco, Sonolux, Ondina, Industria Nacional de Sonido”. Así, por su trompeta pasaron Guayacán, Banana y las orquestas que venían de la Costa, como la orquesta Raíces y Edmundo Arias. “Hice muchos éxitos con ellos. Yo era el trompetista preferido de Edmundo Arias, con él grabé mínimo 15 LP. Con él grabe canciones que había realizado hace muchos años, por ejemplo, Ligia y otras canciones que le dieron fama”

La Combo Dilido

Esta orquesta significa una página importante en la vida musical de Jorge Enrique Gaviria Mesa. Fundada por él y sus cuatro hermanos, fue bautizada así en el Club de Profesionales.

“El gerente del Club, para nosotros poder trabajar allí, le colocó (sic) ese nombre. Éramos dos hermanos cuando comenzamos, luego con el tiempo ingresaron los otros dos hermanos mayores que hoy ya no tocan. Yo tocaba la trompeta, pero comencé con el bajo, la batería y el hermano mayor me reemplazó con el bajo; otro tocaba la batería y otro tocaba el saxofón. El mayor se llama Carlos Gaviria, Julio Gaviria, William Gaviria y yo, que soy el menor. La Dilido es una orquesta muy antigua; si todavía estuviera esa orquesta tuviera 56 años, yo tenía 14 años cuando yo comencé a salir con ella. La orquesta comenzó a crecer y creció la fama mía y por eso fue que yo me integré a la orquesta de Fruko, por la fama, y a la de los Hermanos Martelo, ya ellos sabían quién era yo”.

Jorge Enrique Gaviria Foto. Cortesía Jorge Enrique Gaviria M Gaviria continúa su relato y expresa que La Dilido era una de las orquestas más representativas de la ciudad, pues en esa época en que se funda había muy pocas agrupaciones musicales en la ciudad. “Estaba una orquesta que se llamaba Siboney, Orquesta Melodía, entre otras. Nosotros éramos la orquesta preferida de los clubes sociales, Club Medellín, Campestre, El Rodeo, De Profesionales; nosotros éramos la orquesta más mentada, con buen nombre, por eso ahora yo la estoy iniciando, ahora estoy realizando un CD, para sacar la orquesta en vivo, porque tengo 71 años, y porque tengo 56 años de vida artística; no quiero tener compromiso con nadie, no quiero tener patrón, tener mi orquesta propia que es La Dilido y muy pronto la voy a formar y grabar con ella”, dice en tono enfático. Comenta que está dedicado a la escritura y “estoy grabando y realizando música y en vivo; es poco lo que trabajo, porque en Medellín no hay trabajo para nadie. Aquí hay orquestas, pero no hay trabajo: Medellín es una ciudad para darle trabajo a los músicos… Nosotros no trabajábamos en la ciudad, porque era muy mala plaza para los músicos Todavía estudio, porque la música es como la medicina, entre más aprende más debe conocer y aprender de ella. En el Conservatorio de la Universidad de Antioquia y en Instituto de Bella Arte soy profesor de música particularmente. Los grandes trompetistas de Medellín los he hecho yo. Por ejemplo, los trompetistas que tocan en la sinfónica son discípulos míos”.

No ha estado en el Festival del Porro en Medellín

Preguntado si, con toda esa trayectoria ha sido invitado al Festival del Porro de Medellín, contestó: “nunca han tenido el gusto de invitarme. No me han tenido en cuenta; verdaderamente el que sabe tocar el porro como es, soy yo. La Dilido tocaba puro porro. El repertorio que tocaba la orquesta era la misma que tocaba Lucho Bermúdez. Cuando Lucho tocaba en Bogotá, nosotros tocábamos en Medellín las canciones de la Orquesta de Lucho, por eso la orquesta se hizo tan famosa”.

Por último, el artista hace una advertencia perentoria: “nuestra música como el porro, la gaita, la cumbia, el jalaito, el merecumbé la dejaron acabar, esa música no existe. Por eso yo estoy componiendo, porque con esa competencia que tenemos ahora, esa música que para mí no es música, lo que llaman reggaetón, es un atraso. Por eso la música se está acabando. La música hay que estudiarla y lo que se toca hoy en día no requiere de estudio, no sirve” Esta es la corta historia de Jorge Enrique Gaviria Mesa, quien a sus 71 años grabó 27 discos larga duración con Fruko; seis con Joe Arroyo, tres con los Hermanos Martelo; con la Orquesta Onda Tropical visitó 22 países y ha conocido 62 más gracias a su trompeta.

Un virtuoso de la trompeta al que el país y la

música le deben más de un homenaje.

Jorge Enrique Gaviria M Foto. Archivo revista Porro y Folclor

Marcos Fidel Vega Seña. Comunicador social, periodista y magister en educación de la Universidad de Antioquia

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