Revista Porro y Folclor No. 25

Page 16

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia

Edición 25. juliodiciembre de 2018

Porro y Folclor es una publicación de la Corporación Artística y Cultural Recreando Año 16 / No. 25. / Julio - diciembre 2018

Director

José Alonso Franco Londoño

Comité Editorial

Luis Humberto Arboleda M Astrid Álvarez Muñoz

Luis Fernando Avendaño

Luz Amparo García L

Marcos Vega Seña

Juan Pablo Ricaurte L

Colaboradores

Alonso Franco L

Marcos Fidel Vega Seña

Fabio Casas Arango

Juan Carlos Álvarez Echeverri

Arnold Tejeda Valencia

Luis Alberto Pertuz Cavadía

Fotografías Cortesía

Corporación Festival del Porro de Medellín

Viviano Vergara

Amparo Velázquez

Edgar Rúa Figueroa

Archivo revista Porro y Folclor

Corrección de texto

Marcos Vega Seña

Ofelia Peláez

Gerencia

Astrid Álvarez Muñoz

Diseño y Diagramación

David Felipe Jiménez Ochoa

Portada:

Puntos de venta de los productos del Fondo Editorial A Teatro-ATRAE

Medellín:

• TPM

Homenaje al maestro Abrahan Nuñez Narváez Composición por David Felipe Jiménez Ochoa

Impresión La Patria

• Librería Universidad de Antioquia

• Librería El Acontista

• Librería Universidad EAFIT

Bogotá:

• Tienda Teatral

• Librería Lerner

• Salas de Teatro

España:

• Librería Yorick Artes Escénicas

• Revista Primer Acto

Oficina en Medellín

• Asencultura Cali:

• Salas de Teatro

Cra. 98 No. 47A - 95 revistaporroyfolclor@gmail.com

www.recreando.com.co

ISSN. 2248-4647

Porro y Folclor no se hace responsable de las opiniones y conceptos emitido por los autores. No compromete los criterios de los editores Todos sus artículos pueden ser reproducido por otros medios impreso, siempre y cuando se cite su precedencia. Medellín, Colombia

• Grupo Salamandra

México:

• Librería Revista Paso de Gato

Ventas directas en: ateatro@gmail.com atrae93@gmail.com

Juancho

1 Contenido Editorial 2 El dueño del Pájaro amarillo cumple cien años 3 Aporte español en el gusto musical de la Zona del Paisaje Cultural Cafetero 6 A 30 años de la partida de Juan Guillermo Rúa Figueroa 11 Abraham Núñez Narváez: el último de Los Corraleros 14 Festival Nacional de Gaitas en Ovejas, Sucre. El tumbar de la gaita en los Montes de María 18
Ricardo Vergara “Mañungo” 23 Los 80 de La gota fría 25 La gestión pública un principio para el desarrollo local de la Comuna 13 28 Entre rosas y dalias, Rocío Vásquez transforma la cultura de la Comuna 13 30
José
Torres y
In memorian 32
el Porro
9 7 7 2 2 4 8 4 6 4 0 0 5

Editorial

La

juglaría como aporte a la memoria cultural

El dueño del Pájaro amarillo cumple cien años

Por Fabio Casas Arango

Rafael Campo Miranda cumple cien años de vida. Este artículo es un homenaje a su bella y extensa obra musical

En 2008, al menos es el año de la edición de que disponemos, el teórico de la memoria cultural y comunicativa, Jan Assman, definía como Memoria cultural “uma forma de memória coletiva, no sentido de que é compartilhada por um conjunto de pessoas, e de que transmite a essas pessoas uma identidade coletiva, isto é, cultural. Halbwachs, todavia, o inventor do termo ´memória coletiva´, foi cuidadoso em manter seu conceito de memória coletiva à parte do campo das tradições, transmissões e transferências, que nós propomos incluir no termo “memória cultural”1

En ese texto el autor aclara que la memoria cultural está basada en puntos fijos del pasado. Así mismo, la memoria cultural o el pasado no se preservan como tal, sino que están presentes en símbolos que son representados en mitos orales o escritos. Nosotros diríamos que se representan también las partituras y melodías que los compositores e intérpretes han transmitido de manera oral de generación en generación.

Pero las nuevas generaciones no tendrían acceso a esa memoria oral y cultural si no existiesen

personas e instituciones preocupadas por el estudio, preservación y proyección de ese acervo de nuestra identidad. Pues bien, eso es exactamente lo que se ha propuesto la revista Porro y Folclor con el presente número.

En esta ocasión traemos la memoria de Abraham Núñez, uno de los últimos corraleros, que tuvieron el honor de pertenecer a esa histórica agrupación musical, que partió en dos la forma de hacer música en Colombia. También, se le hace un reconocimiento al gran compositor Rafael Campo Miranda, como bastión vital de la música del Caribe y que siempre recordaremos con la alegría una nube viajera.

Y para seguir con la fiesta a flor de piel, entregamos un artículo con las memorias de un fragmento de La gota fría, en su trasegar por la vida cultural de Colombia. De esta manera realizamos un gran aporte a lo que Assman llama la facultad que nos capacita para formar una conciencia tanto en lo personal como en lo colectivo, pues para él, el ser humano tiene una “identidad diacrónica”, en la que se sintetiza la memoria y el tiempo. Bienvenidos a nuestra memoria.

1 Memoria cultural es una forma de memoria colectiva en el sentido que es compartida por un conjunto de personas y transmite a esas personas una identidad colectiva, esto es cultural. Halbwachs, el hoy inventor del término ´memoria colectiva´, fue cuidadoso en mantener su concepto de memoria colectiva aparte del campo de las tradiciones, transmisiones y transferencias que nosotros proponemos incluir en el término ´memoria cultural´. (Traducción: Marcos Fidel Vega Seña). Tomado de ASSMANN, Jan. Communicative and cultural memory. In: ERLL, Astrid; NÜNNING, Ansgar (Ed.). Cultural memory studies: an international and interdisciplinary handbook. Berlin; New York: De Gruyter, 2008. p. 109-118.

En sus tiempos iniciales la música era instrumental; No contaba con letra. Recordemos que la música sinfónica desde el siglo XVII y XVIII carecía de letra. En Colombia las bandas se iniciaron con toques de cumbia, de porro, de fandangos de manera instrumental. Aún hoy, cantidad de bandas pelayeras siguen en esa misma corriente. La letra estaba reservada para los poetas, para los juglares, trovadores, payadores y cantaores, que tenían su musa inspiradora.

En la década de los cuarentas, Barranquilla contaba con un importante desarrollo cultural, especialmente en las artes musicales. Era la puerta de entrada de personas, mercaderías, maquinaria, instrumentos musicales del exterior al país. Contaba Barranquilla con grandes figuras de la música como el maestro Pedro Biava, Guido Perla, Calixto González y José Mazzilli entre otros, dedicados a la enseñanza de la música sinfónica, y posteriormente por la presión social, se volcaron a la enseñanza de la música popular.

Playa, brisa y mar

Leamos lo que dice el maestro Rafael Campo Miranda, cuando hizo su primera composición: “Cuando compuse playa (playa, brisa y mar…) tenía 21 años y la cabeza llena de sueños. Le llevé la melodía a los grandes maestros de la época: Biava, De la Hoz, Barranco –que por cierto era el padre biológico de Nelson Pinedo –pero todos me tiraron la puerta en las narices con el argumento de que ellos no se ocupaban de esa clase de música.

Sufrí una gran decepción. Pero seguí tocando puertas, con el guion y los versos de Playa bajo el brazo. Cuando hablaba con otros compositores, todos me decían oye Rafa ¿pero para qué le pusiste letra al porro?, tú estás loco, el porro no lleva letra. Y yo les respondía que mi meta era poetizar el porro. Había también amigos que me decían que me dedicara a otra cosa porque los músicos se morían de hambre. Pero yo insistía. Hasta que un día me encontré con Pacho Galán y le hablé de mi canción. Ayúdame, Pacho, le pedí. Y él me dijo, bueno, sílbamela, para ver

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 2 3
Maestro Rafael Campo Miranda Foto. https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Rafael_Campo_Miranda.jpg

qué se puede hacer. Así lo hice y Pacho quedó impresionado. Oye, pero este tema es bellísimo, me dijo. Entonces le hizo el arreglo y se lo entregó a Eliécer Velasco, que era el representante aquí de los discos Odeón de Argentina”1

El éxito de “playa” se regó como pólvora, ya que cada familia contaba con un radio en casa, que era el avance tecnológico más importante del momento. La Odeón distribuyó muy bien el disco, tanto en las emisoras, como en las casas vendedoras de discos y agujas; y Rafael Campo Miranda subió como espuma. La lírica de su composición “playa” es bellísima cuando dice: “Todas sus mujeres son hermosas, querendonas y graciosas que se mueren por querer amar”.

Las canciones de la vida

Las bellas letras que Campo Miranda imprimió a sus canciones obedece al estudió que realizó. Campo Miranda es un músico de conservatorio, estudió solfeo, armonía, guitarra, bandola y un gran amante de la lectura, lo que le sirvió para ponerle a sus músicas letras de gran altura. Rafael Campo Miranda es compositor de muchísimas canciones, tanto en la letra como en la música; y cada pieza musical obedece a un hecho que le sucedió en la vida real.

Y de Nube viajera, inspirado en la dama mexicana Nubia, a quien conoció en un congreso de vendedores de cosméticos. Nubia la convierte en Nube viajera Y ni qué decir de su famosísimo Pájaro amarillo, tema musical que le dio los mejores dividendos, y que sirvió de fondo musical a dos películas: Agente 00 sexy y Los Aventureros, filmada en Colombia y Estados Unidos y en la que participaron Charles Aznavour y Ernest Borgnine. Todos los bienes materiales (casa, finca, vehículo), que posee los adquirió con las regalías del Pájaro Amarillo, y con la venta de

Algunas de sus composiciones

• Cuando estés lejos.

• Añoranzas.

los derechos de la música para las películas. Rafael Campo Miranda nació en Soledad (Atlántico), el día 7 de agosto de 1918. Se casó con la dama Socorro Vives Trespalacios, pianista y madre de los tres hijos que tuvo el matrimonio. Dos de sus hijas, Martha y Margarita conformaron hace varios años atrás, el grupo musical Las Emes, y han grabado muchas piezas a temas compuestos por Campo Miranda. Actualmente y con 100 años a cuestas, vive con su familia en Barranquilla.

• Aprieta tu pareja.

• Cañaveral.

• Cañaveral.

Por aquellas calendas, a un compositor o cantante que le grabaran un disco en 78 rpm (Revoluciones por minuto), le garantizaba prestigio y fama. Campo Miranda no supo si el señor Eliécer Velasco había mandado la partitura o no a la Argentina; o si en la Argentina la habían engavetado toda vez que allí mandaba el tango. Pasaron varios meses muy largos y Rafael Campo Miranda no había vuelto a saber nada de Velasco, ni de su partitura, hasta que…

“Un día cuando yo había perdido toda esperanza, me encuentro con un amigo en el centro y después de saludarme me dice: oye Rafa, acabo de venir de Bogotá y oí allá una canción que está pegando duro en las emisoras, imagínate que yo entré a un almacén de música y pedí que me mostraran el disco y como te parece que ahí, en el sello, estaba tu nombre, te felicito, hermano, qué canción tan linda. Yo salté de la emoción. No podía creerlo. Mi música había sido grabada en Argentina y había entrado a Colombia por Bogotá y no por Barranquilla, que era por donde entraba todo al país. El mundo se había puesto al revés.”2

Dice Campo Miranda que él es compositor de temas que le sucedieron o le contaron; y no de temas imaginativos. Primero hace la letra y luego a la letra le pone la música. Es un compositor muy completo, que en sus grandes éxitos refleja el amor que prodigó en su vida. Tal es el caso de su pieza mayor “Lamento náufrago”, que desborda amor en los pilotes del viejo muelle, con la dama Adriana, amor fugaz que le sirvió de inspiración.

Porro

• Fogata en la playa.

• Lamento náufrago.

• A mi región Caribe.

Cumbia

• Noche de cumbia.

• El embrujao.

• Miramar.

• Entre palmeras.

• Pasión tropical.

• Cumbia celeste. Merengue

• Hombre de mar.

• Brisas del valle. Merecumbé

• Viento verde. • Alborada.

• Caracolí.

• Pájaro amarillo.

• Nube viajera.

• El pescado. Pasillo

• La cometa.

• Uno para todos.

• A tus ojos.

Paseo

• Caña brava.

• Trópico. Bolero • Bajo otro cielo.

• Volaron las garzas. Fandango • Arrullo de tambores.

Orquestas y grupos musicales que grabaron su música

• Bovea y sus vallenatos con Alberto Fernández.

• Ramón Ropaín.

• Lisandro Meza.

• Osvaldo Ayala.

• Eduardo Armani.

• Lucho Bermúdez.

• Pacho Galán.

• Billo’s Caracas Boys.

• Pedro Laza.

• Trío Serenata.

• Gabriel Rondón.

Referencia bibliográfica

• Los Cosacos del Don. Rusia.

• Los 50 de Joselito.

• Lito Barrientos y su conjunto.

• Aníbal Velásquez.

• Alejo Durán.

• Nelson Henríquez.

• Los Líderes de Jaime Ley.

• Los Diablitos.

• Los Mozambiques. Panamá.

• Juan Carlos Coronel.

• Rodolfo.

• Jaime Llano G.

• Noel Petro.

• Juan Vicente Torrealba.

• Alfredo Rolando Ortiz.

• Chucho Sanoja.

• Los Peniques.

• Los Megatones de Lucho.

• Atlántico Jazz Band.

• Sonora Matancera.

• Rafael de Paz.

• Orquesta los Andes.- Islas Canarias.

• Pedro J. Belisario.

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 4 5
Candela, Mario. Compilador. Tertulias musicales del Caribe colombiano. Vol. 2. Fondo de Publicaciones de la Universidad del Atlántico. 1 Rafael Campo Miranda. En: Tertulias musicales del Caribe colombiano. Candela, Mario 2 Rafael Campo Miranda. En: Tertulias musicales del Caribe colombiano. Candela, Mario Rafael Campos Miranda Foto. https://i.ytimg.com/vi/xdCBWTPgOcA/maxresdefault.jpg La música de Rafael Campos Miranda Foto.http://sandritocubanito.blogspot.com/2015/07/bovea-y-susvallenatos-la-musica-de.html Fabiro Casas Arango. Coleccionista e investigador musical. Asociado a la Corporación Sonora Matancera de Antioquia.

Aporte español en el gusto musical de la Zona del Paisaje Cultural Cafetero1

https://es.wikipedia.org/wiki/Paisaje_Cultural_Cafetero

La Zona Del Paisaje Cultural Cafetero (ZPCC) reúne áreas específicas de 47 municipios y 411 veredas de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, ubicadas en las estribaciones central y occidental de la Cordillera de los Andes, donde se concentran 24 mil fincas con pequeñas plantaciones de café, en las que cerca de 80 mil personas dedican su vida a ese cultivo.

El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCC) constituye un ejemplo sobresaliente de adaptación humana a condiciones geográficas difíciles sobre las que se desarrolló una caficultura de ladera y montaña. Se trata de un paisaje cultural en donde se encuentran elementos naturales, económicos y culturales con un alto grado de homogeneidad en la región, y que constituye un caso excepcional en el mundo. La importancia

de la caficultura en la región ha trascendido el aspecto económico. Alrededor de esta actividad se ha desarrollado una serie de tradiciones o manifestaciones culturales y sociales que se han transmitido de generación en generación, como mitos o leyendas, saberes culinarios, fiestas tradicionales, sitios tradicionales, artesanías, vestuario típico, literatura, música, pintura y fotografía, entre otras.

Para entender el aporte español en el gusto musical de las gentes de la ZPCC, debemos recordar que desde el punto de vista geográfico y étnico, la península española es un mosaico diverso y pluralizado de razas, tendencias y costumbres. Tiempos, culturas, rutas, procedencias y destinos se resumen en el siguiente gráfico:

Resaltemos algunas consideraciones de las grandes civilizaciones que llegaron a la Península

Ibérica:

Los cartagineses se establecieron en la zona de Ibiza y desde allí llegaron a la zona de Cádiz, desparramándose por toda la costa hasta fundar a

la que hoy es Cartagena y radicándose en Murcia, Albacete y otras poblaciones. Extendieron su poder por todo el Mediterráneo Occidental y alcanzaron las islas Baleares, Cerdeña y Córcega. Llegaron hasta Sicilia y allí, chocaron con el poder romano, dando origen a las guerras púnicas.

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 6 7
1 Síntesis de la conferencia: Aporte español en el gusto musical de la Zona del Paisaje Cultural Cafetero, presentada en el 30 Festival Internacional Boleros de Oro de La Habana, Cuba, junio 2018 Paisaje Cultural Cafetero Foto. Paisaje cultural cafetero Foto. https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Espa%C3%B1a Desarrollo de las 3 guerras Púnicas Foto. Mira Guardiola, Miguel Ángel (2000). Cartago contra Roma: las guerras púnicas. Madrid

El anterior proceso, de aproximadamente 120 años, que terminó con el dominio de los invasores romanos a la península hispánica, es lo que se llama la “romanización”. Así España fue adaptándose paulatinamente a la civilización y a la cultura de los césares romanos, hasta adoptar su propia lengua: el latín, y en donde se destaca también, la asimilación del cristianismo.

Ahora bien, los bárbaros fueron distintos grupos étnicos europeos caracterizados por

tener costumbres agrícolas, diferentes a las del Imperio Romano o a la Antigua Grecia y por ser “poco civilizados”. Dentro del contexto histórico del Imperio, se consideraba bárbaro no solo a un extranjero, sino a cualquier persona con costumbres primitivas o poca educación. A excepción del caso de los Hunos, que llegaron como hordas invasoras buscando directamente saquear y destruir, muchas otras tribus bárbaras como los Galos, los Germanos y los Iberos, entraron a Roma buscando mejores condiciones de vida.

De los cerca de 800 años de influencia mora, esta sociedad Al-Ándalus estaba conformada así:

Para entender la ruta de las invasiones de Los Bárbaros en el Imperio Romano y los Estados que le sucedieron, presentamos el siguiente gráfico:

https://www.google.com/search?q=Clasificacion+de+Los+barbaros

Otras consideraciones de las grandes civilizaciones que llegaron a la Península Ibérica, después de los báarbaros, se pueden apreciar en la siguiente ilustración:

Aporte Español en el gusto musical de la ZPCC Foto. https://www.google.com/search?biw=1280&bih=595&tbm=isch&sa=1&ei=uze-W_7-Gc7HzwLA9KdA&q=Sociedad+Al-Andalus&oq

Hasta aquí podemos decir que todos los anteriores invasores, aportan a la música entre otras las siguientes consideraciones:

• Algunas de las danzas actuales, especialmente las que son una derivación de prácticas de baile rústico y profano, tienen su origen en algunas danzas antiguas griegas (Dionisiacas).

• Posteriormente, aparece la influencia romana que se entremezcla con las prácticas ibéricas, de lo cual, resultan algunos vestigios como son las danzas gaditanas.

Pero dentro de todos estos invasores de los que hemos reseñado, hay dos grupos humanos que hay que considerar, que influyen en la música en España:

Empecemos por reseñar algo de los judíos, y para tal fin nos apoyamos en la siguiente cronología de ellos en la Península Ibérica:

CRONOLOGÍA DE LOS JUDIOS ESPAÑOLES

Año Acontecimientos

70 Toma destrucción de Jerusalén por Tito

132 Levantamiento de bar-Koziba (Bar Kochba, el hijo de la Estrella) en Jerusalén contra Roma.

135 Adriano repele la rebelión. Resistencia y suicidio colec�vo de judíos en Masada. Los judíos son expulsados de Israel.

175 Redacción de la Mishná por Yehuda Ha-Nasi, como actualización de la Torá, en Galilea.

220 Lápida hebrea de Adra.

314 Concilio de Elvira (Granada). En él se dedica ya especial atención a las relaciones entre judíos e hispanos.

415 Invasión visigoda de la Península. Los arrianos visigodos protegen a los judíos.

415 Invasión visigoda de la Península. Los arrianos visigodos protegen a los judíos.

589 III Concilio toledano. Conversión del rey Recaredo al catolicismo y restablecimiento de las normas represivas dictadas por el Concilio de Elvira.

612 Accede Sisebuto al trono visigodo, con voluntad de cumplir los preceptos del III Concilio toledano. Edicto de expulsión.

629 Los judíos son expulsados del reino franco de Dagoberto. El emperador Heraclio conquista Jerusalén.

633 IV Concilio toledano. Se insiste en la separación total entre judíos y cris�anos.

675 Regreso de judíos a España bajo el reinado de Wamba.

694 XVII Concilio toledano. El rey Egica persigue a los judíos, acusándoles de conspirar con los musulmanes marroquíes.

711 Invasión musulmana de la Península. Comienza un período de auge judío en la España islámica. La invasión se produce al mando de Muza ben Nossair (musulmán) y Tarik, bereber al que se reconoce como judío de la tribu de Simeón.

845 Ramiro de Asturias manda quemar magos y nigromantes de sus reinos. Entre los condenados hay algunos judíos.

863 Muhammad convoca en Córdoba un concilio ecuménico al que asisten cris�anos judíos y musulmanes.

875 Judá Hebreo se establece en Barcelona bajo el reinado de Carlos el Calvo.

900 Primera referencia a la presencia de judíos en León.

Aporte Español en el Gusto musical de la ZPCC Foto. https://www.google.com/ search?q=Invasiones+barbaras+a+España&source

Foto. https://www.google.com/search?q=España+Visigoda https://es.wikipedia.org/wiki/Al-%C3%81ndalus

Judíos y Gitanos

905 Primeras no�cias de la existencia de comunidades judías en el reino de Navarra.

958 Hasdai ben Shaprut de Córdoba cura de su obesidad a Sancho el Craso, rey de León y de Navarra.

970 Muerte de Hasdai ben Shaprut, que ha escalado los más importantes cargos polí�cos de Al Andalus.

974 Carta puebla de Castrojeriz. En ella el conde Fernán González de Cas�lla otorga igualdad de derechos a cris�anos judíos.

Cronología de los judíos en España Foto. http://mayores.uji.es/wiki/index.php?title=CRONOLOGIA_ DE_LOS_JUDIOS_ESPA%C3%91OLES

993 Nace Samuel Hanaguid (Ibn Nagrella).

1002 Muerte del caudillo musulmán Almanzor comienzo de la desintegración del Califato de Córdoba. Los judíos se esparcen por los reinos de Taifas.

1013 Matanza de judíos en Córdoba causada por la intervención judía en las luchas internas por el Califato.

1020 Concilio de León. Primeras leyes de este reino rela�vas judíos. Nace Selomó ibn Gabirol.

1035 Asalto y matanza en la judería de Castrojeriz a la muerte de Sancho III el Mayor.

1050 Hay no�cias de la presencia en Barcelona de judíos que se dedican principalmente a la acuñación de moneda.

1056 Muere Samuel Hanaguid (Ibn Nagrella).

1058 Muerte de lbn Gabirol.

1066 Matanzas de judíos en el reino de Granada. El papa Alejandro aconseja a los obispos castellanos que respeten la vida de los judíos.

1069 Florece el astrónomo Ben Yahia (Azarquiel) compilador de las Tablas Toledanas.

De lo anterior, podemos concluir, entre otras, que la hostilidad contra los judíos en España fue creciendo y los concilios cristianos que se celebraron al paso de los años, fueron cada vez más severos, hasta el punto que se convertían al cristianismo los judíos o morían o se tenían que desterrar.

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 8 9
Aporte Español en el gusto musical de la ZPCC Foto.

En cuanto a Los gitanos, el otro grupo humano que influyó en la música en España, digamos que se tienen las siguientes consideraciones:

• Históricamente la presencia de los gitanos en España data del siglo XV, llegando por los Pirineos, en el momento que los Reyes Católicos estaban empeñados en expulsar a todo aquel que no fuera católico; a partir de ese entonces, se dispersan por el resto de la península, prácticamente al mismo tiempo de las últimas diásporas musulmanas.

• Al principio los Gitanos fueron bien acogidos, por cuanto eran apreciados por sus habilidades artesanas, su facilidad de entretener y divertir con música y bailes.

• Los gitanos llegaron a Andalucía en el siglo XVI y se fueron estableciendo entre los siglos XVII y XVIII. Las provincias de Sevilla y Cádiz, que aún conservaban un buen porcentaje de moros, fueron los terrenos más propicios para su asentamiento.

• Hasta que no llegaron a Andalucía y se asentaron en Sevilla y Cádiz, los gitanos no habían cantado nada parecido al flamenco en ningún otro país y solamente, los gitanos asentados en esta región cantan este género musical.

De Los gitanos, musicalmente hablando, lo podemos resumir en el siguiente esquema:

A 30 años de la partida de Juan Guillermo Rúa Figueroa

Por Marcos Fidel Vega Seña

“Por eso estoy tan triste. Tan desconcertado y silencioso porque para recordarte me hace falta el aliento tengo que recurrir a tu sonrisa de una fotografía en el periódico” Cartas a Tell.

Aporte Español en el gusto musical de la ZPCC Foto. https://www.google.com/search?biw=1280&bih=595&tbm=isch&sa=1&ei=uze-W_7-Gc7HzwLA9KdA&q=Sociedad+Al-Andalus&oq

Llegamos al año 1492, es el fin de lo que se llamó La Reconquista: Los Reyes Católicos conquistaron el Reino de Granada, después de casi 800 años de presencia musulmana; los Reyes Católicos firmaron el Decreto de expulsión de los judíos de España; fueron exiliados entre 150.000 y 200.000 judíos; Fernando e Isabel otorgaron respaldo al navegante genovés Cristóbal Colón y le prometieron que si lograba culminar la empresa de buscar una vía hacia el oeste para llegar más rápido a la India, lo nombrarían Almirante del mar Océano, le otorgarían el Virreinato de las tierras que tocase y una décima parte de lo que

obtuviese; así alcanzamos el Descubrimiento de América: en la isla Guanahaní (Bahamas), desembarcaron los tres navíos de Cristóbal Colón.

Referencias bibliográficas

Elementos de geografía regional e historia de España. Asían Peña, José Luis. Editorial Bosch Casa Editorial. Barcelona, Bosch, 1945, segunda edición. Orígenes de la nación española. Sánchez Albornoz, Claudio. Historia americana. Madrid Sarpe.1985.

Sentir gitano. 500 años de música española en América. Tamayo Jaramillo, Jairo y Marín Mejía, Félix. Primera edición 1991. Impresión Ediciones Gráficas Ltda. Medellin Colombia.

La música española. Le Bordays, Christiane. EDAF Madrid. 1978.

Juan Carlos Alvarez Echeverri: Ingeniero civil, Especialista en Gestión Ambiental. Coleccionista y melómano. Productor de los programas radiales: Suena la vitrola y discoteca tropical, que se emiten en la Emisora Cultural de Pereira y Tropicalísimos de Colombia que se emite por Caldas Estéreo, emisora de la Gobernación de Caldas

Hace 30 años el arte antioqueño dejó de percibir la presencia física de Juan Guillermo Rúa Figueroa. Su legado como poeta, juglar, dramaturgo, escritor y quien fuera considerado uno de los fundadores del teatro callejero en Antioquia, no debe olvidarse.

Conocí a Juan Guillermo en la década de los 80. Acababa de llegar de mi natal Sahagún e iniciaba mis estudios de Comunicación – Periodismo en la Universidad de Antioquia. Había egresado de la hoy institución Educativa Andrés Rodríguez B, cuando era su rector el inolvidable Lorenzo Quiroz Medina, alfa y omega de la cultura en Sahagún. Por un honorífico encargo que me hizo Quiroz Medina, al establecerme en Medellín, me convertí en un gestor cultural y un facilitador de los intercambios culturales entre la capital antioqueña y Sahagún, un pueblo, en esas épocas, tranquilo, honesto, sin malicia y habitado por gente trabajadora y refugio acogedor para el visitante. Hoy un buen puñado de ciudadanos lucha por mantener esa imagen, dada la prensa que le ha caído por los hechos harto conocidos.

Pues bien, al iniciar los años de los 80, una delegación de Medellín engalanó la Semana Cultural de Teatro y Danza, organizada por la institución educativa en mención y coordinada por Quiroz Medina. Esa delegación la conformaban Juan Guillermo, Édgar, Ovidio e Inés Rúa Figueroa; el colectivo Canchimalos, que en esa época tenía como sede la recordada y desaparecida Escuela Popular de Arte (EPA), y también nos acompañó Jesús Mejía Ossa, el gran gestor y alma de la cultura en Antioquia.

Esas tres vidas, Quiroz Medina (nos dejó en 2012), Rúa Figueroa y Mejía Ossa (partió en 2017), habían coincidido en Sahagún y juntos presenciaron la obra cumbre de Juan Guillermo Vida y muerte en el litoral. Sobre esta pieza poética y teatral, existen trabajos académicos que analizan el aporte de Rúa Figueroa al arte de las letras. María Mercedes Jaramillo (2003), escribe un ensayo, facilitado para esta nota por Edgar Rúa Figueroa, hermano del artista y también actor, del cual extraemos la siguiente cita:

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 10 11
Juan Guillermo Rúa Figueroa Foto. Cortesía de Edgar Rúa Figueroa

“Vida y muerte en el litoral” 1 , de Juan Guillermo Rúa, un actor, poeta y dramaturgo colombiano que desarrolló su actividad creativa en Medellín durante la segunda mitad del siglo XX, es un alabao o poema dramático típico de la ‘oralitura’ -hasta el presente inédito- donde capta el espíritu de su gente y recrea los dos momentos primordiales de regocijo y celebración para los descendientes de los esclavos africanos: el nacimiento y la muerte. En estos umbrales entre la vida y la muerte, entre lo cotidiano y lo trascendental se celebran los ritos, danzas y cantos que hunden sus raíces en las antiguas tradiciones africanas y en la tradición cristiana y se entretejen con elementos, tanto sagrados como profanos, y expresan tanto el dolor como el gozo. Así, el alabao, el arrullo y el advenimiento del poema de Juan Guillermo Rúa son los cantos de estos ritos de pasaje que el autor completa con una introducción y un epílogo para mostrar los altibajos de la existencia del ser humano en la región del Pacífico (p.2).

Juan Guillermo Rúa Figueroa practicó un teatro comprometido con la calle, con la sala abierta al mundo; con las causas sociales y con las búsquedas estéticas más allá de las impuestas por el pensamiento occidental, que todo lo encasilla, lo empaqueta, lo uniforma y lo quiere vender al mejor postor.

Su causa fue la causa de los artistas que no tienen padrinos de ninguna especie y por eso, personajes como él, se enfrentaron solos al mundo, con la desnudez de su arte y de su pensamiento. Por eso escribía en las Cartas a Tell:

1 Manuscrito que me entregó uno de sus amigos en la Universidad de Antioquia. Cuando hice la trascripción del texto respeté la fonética del habla del Litoral Pacífico, característica en la que se basa el ritmo y la rima del poema; añadí acentos gramaticales e igualé algunas palabras cuya ortografía no era consistente a lo largo de la obra.

Tomado de “Los alabaos como un oficio de difuntos y un rito de cohesión social: Vida y muerte en el litoral, de Juan Guillermo Rúa”, María Mercedes Jaramillo Fitchburg State College, Junio 2003

Septiembre 20

Hoy estoy tan solo como aquel álamo erguido en lo profundo de la noche. Esto no te ha de extrañar, seguramente, ya que es una constante mía. No comprendo por qué los hombres van a la guerra, cuando vanas son las esperanzas de volver. ¿Tú sabes, amor, qué significa esto? Tal vez hoy me siento así: y como todo buen soldado, me levanto todos los días, sabiendo que al final de la batalla volveré destrozado, sin encontrar siquiera tu consuelo, ese constante enigma que me ayuda a vivir. Es triste, es triste, Tell, estos momentos en los que en realidad me siento solo.

Un sino malvado ha gravitado en las entrañas de este país, cuyos culpables gozan de buena salud y son reconocidos como “líderes”, aunque lleven en sus espaldas la barbarie.

El texto de María Mercedes Jaramillo referenciado trae un poema que corrobora las luchas sociales de Rúa Figueroa, especialmente en un país donde las élites se han negado sistemáticamente a reconocer el aporte del negro a la cultura y han realizado toda clase de peripecias para “blanquear” nuestras expresiones culturales vernáculas. Escribía el bardo:

Vengan que es hermoso, negro como yo tiene ojos bien claros, cuerpito de carbón. Mi niño nació, mi niño nació, mi niño nació. En rancho de paja mi niño nació no tuvo cobija mi niño nació está desnudito mi niño nació en estera de palma mi niño nació no tuvo padrinos mi niño nació sólo entre alegrías mi niño nació de su tío Montero, de mi negra y yo. Mi niño nació, mi niño nació, mi niño nació (Jaramillo, 2003, p. 8).

La fiesta de los bobos y de los asnos

complicadas que llenaban las plazas y las calles durante días enteros; se celebraban también la ‘Fiesta de los bobos’ (festa stultorum) y la ‘Fiesta del asno’; existía también una ‘Risa pascual’ (risus paschalis) muy singular y libre, consagrada por la tradición” (p. 4).

El carnaval se ha caracterizado en Colombia por ser un escenario donde los artistas que participan en él aprovechan para mofarse de las élites y sus acciones de corruptelas y declaraciones ridículas. Los intentos de censura y de autocensura provienen de distintos flancos. En ese sentido, el carnaval es un escenario que lo puede todo, los soporta todo. Y precisamente, en la coyuntura que vive Colombia, con las mentiras de un personaje que pretende ser mandatario y 10 millones de silenciosos culpables, se debería escenificar La Fiesta de los bobos y la Fiesta del asno, porque en resumen, esos somos, asnos bobos que nos ensillan y nos explotan.

En síntesis, Juan Guillermo Rúa Figueroa es esa figura que revivía el carnaval y la fiesta para reivindicar las causas sociales. Dicen sus amigos de Cartas a Tell que “Juan Guillermo no dejó de soñar. Siempre lo vimos y lo sentimos con unas ganas enormes de hacer cosas, en su ser de transeúnte y desde su Teatro Ambulante de Medellín... Con su tambor, su cuatro y sus zancos dejó huella en la escena popular de Medellín este hombre que se fue prematuramente”2 Y como memoria, este fragmento de Cartas a Tell, que resume su partida:

Como se puede observar, la guerra ha sido una constante en nuestro territorio y la obra de Juan Guillermo está atravesado por esa conmoción social que le tocó vivir, cuando fueron asesinados líderes sindicales y defensores de derechos humanos, tal como sucede ahora, con la diferencia de que el escenario de esos crímenes tenía como blanco la Universidad de Antioquia. Por ejemplo, el doloroso asesinato de Héctor Abad Gómez sucedió un año antes de la partida de Rúa Figueroa y esa década fue nefasta para la Universidad de Antioquia, pues más de un hijo de su claustro fue asesinado a tiros en las calles por el solo hecho de defender los derechos sociales.

La obra de este trabajador de la cultura se escenifica en las calles y especialmente remitía a la grandeza de los zancos, de la mojiganga, del carnaval y de la mofa, como elemento liberador, como símbolos de libertad, tal como lo consideraba Mijail Bajtin (1990). En su clásico texto La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento, explica que los festejos del carnaval, con todos los actos y ritos cómicos que contienen, ocupaban un lugar muy importante en la vida de los seres humanos. Hoy esa forma de realizar la fiesta de carnaval sigue vigente.

Hay un hecho curioso que narra Bajtin en su libro sobre los festejos que se realizaban. Dice el pensador que además de los festejos del carnaval, propiamente dichos, estas celebraciones iban acompañadas “de actos y procesiones

“Amigo mío: hemos perdido y ganado las mejores batallas. Hemos sido erigidos como héroes del tiempo, sin causas ni títulos. Y es como si Tell sólo hubiese existido en mi imaginación. Porque ‘lo perfecto no dura’ y Tell se había convertido para mí, para muchos de nosotros, en ese fantasma, en esa opción humana, en esa única posibilidad de vida. Tell ahora no está”.

Decir que 30 años no es nada, parafraseando a Gardel, que es un soplo la vida. Esa vida fue no un soplo sino un huracán cultural que en nuestra memoria debiera perdurar.

2 Tomado de Homenaje al juglar paisa Juan Guillermo Rúa; Colectivo Teatral Luz de Luna. Disponible http://www.festinhumour.org/IMG/ pdf/COLOMBIA_BOGOTA_Memoria_y_Homenaje_al_Juglar_paisa_ JUAN_GUILLERMO_RUA_19_y_20_de_noviembre_2010.pdf

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 12 13
Juan Guillermo Rúa Figueroa Foto. Cortesía de Edgar Rúa Figueroa Marcos Fidel Vega Seña. comunicador social, periodista y magister en educación de la Universidad de Antioquia.

Este artista revive momentos memorables de la música del Caribe, especialmente de su paso por Los Corraleros de Majagual.

Maestro, ¿hace cuánto viene usted tocando estos ritmos musicales?

Precisamente yo empecé desde los 10 años tocando percusión, allá en mi pueblo, en mi patria chica San Sebastián de Urabá; me inicié tocando el redoblante, el bombo, el platillo; después para acá en el año 50, fue cuando viajé a la ciudad de San Marcos con el maestro Juan de la Cruz Piña, el papá de Carlos, de Juancho Piña, en fin, y ahí fue cuando ingresé a esa banda para tocar más a fondo la música tropical y se me dio por aprender el clarinete y como eso es lo mío, fue abrir y cerrar para tocar el clarinete y a los 4 meses estaba tocando mi música folclórica con el clarinete: los porros, las gaitas, el fandango, el paseo, en fin todo lo que se relaciona con música tropical.

¿Usted ha tocado en bandas pelayeras?

Sí, en San Pelayo estuve con la Banda Bajera en un tiempo cuando yo empezaba, todavía no tocaba

Abraham Núñez Narváez: el último de Los Corraleros

los van a mostrar ellos este año en el Festival de San Pelayo.

¿A cuántos festivales del porro ha asistido usted como músico?

Bueno, a los festivales en San Pelayo como siete veces y en Sincelejo por ahí cuatro veces, pues ellos siempre me han invitado. Además, ellos me han llamado para otros años pero no he podido porque he tenido compromisos acá. La última vez me tocó muy fuerte porque de San Pelayo tuve que venir a tocar con los muchachos en un baile y regresarme al otro día para San Pelayo y lo mismo me tocó en Sincelejo, entonces ya cuando ellos me llamaron el año pasado estaba con un compromiso acá y no pude participar, pero estuve con ellos varias veces.

Entre la montaña y el río ¿Cuándo se radicó usted en Medellín?

me van a poder grabar a mí, yo no voy a tener plata para pagarle a Los Corraleros, figúrate van pa México y van a poner ellos la suma; no, Los Corraleros no pueden ir a México, porque yo para ese tiempo los tengo grabando”, pero mentiras, él no nos llevó nada a grabar, ni nada.

Sus orígenes

¿A los cuántos años comienzó usted a tocar?

saxofón; precisamente cuando todavía en San Marcos tocando el clarinete, ellos me invitaban y estuve tocando no mucho tiempo, pero si estuve no mucho tiempo, pero sí estuve en varias ciudades como Planeta Rica, Lorica y San Bernardo del Viento, en fin, por los lados de la Costa Norte; me fue bien con ellos, porque he tenido como costeño y como herencia tuve eso de mi abuelo y de mi papá, porque ellos fueron cantantes, tamboleros de esa música entonces lo mío me fue fácil, me fue muy bien para interpretar la música tropical.

Maestro, ¿usted siempre ha tocado porro, cumbia, la gaita y fandango en bandas y en orquestas?

Sí, cuando grababa con Pedro Laza y sus Pelayeros y la Sonora Cordobesa, pues tocaba esa música, luego con mi propia orquesta, con los hijos, como ustedes la conocen los Núñez, siempre he tocado esa música y me gusta mucho, y precisamente ha tenido unos arreglos para bandas de allá de la costa; estuve en Cotorra con la Banda 19 de Marzo del maestro Miguel Emiro; hice dos arreglos los mostré; también con la Banda Juvenil de Manguelito, también monté dos porros, que

Yo me radiqué aquí en Medellín en el año 66; fue cuando ingresé precisamente a Los Corraleros. Llegué aquí con mi familia y ya venía grabando con ellos y Pedro Laza y sus Pelayeros, pero entonces yo viajé acá porque tuve la niña mía muy enferma, entonces vine a curarla, pero se me murió acá en Medellín, ahí fue cuando los Corraleros de Majagual salieron a flote, con Eliseo Herrera, Calixto Ochoa, Lisandro Meza, César Castro, Chico Cervantes, maestro Cervantes, Rosendo Martínez, mi persona, en fin, John Mario Londoño.

¿Usted conoció a todos estos artistas?

Bueno pues con toda esa gente salí, eso fue en el año 66 y de ahí para acá estuve trabajando y saliendo mucho con ellos. Ya después cuando Los Corraleros decayeron, fue cuando se me dio por hacer un grupo con mis hijos, porque ya los venia entrenando desde los 5 años, 6, 7, los 8, venia entrenando a mis hijos y que cuando decayeron, por ahí en el año 77 y 78, fue cuando la nomina de Los Corraleros se me dio por hacer un grupo con mis hijos, porque ya los venía entrenando desde los 5 años, 6, 7, los 8. Venía entrenando a mis hijos y que cuando decayeron, por ahí en el año 77 y 78, fue cuando la nómina de Los Corraleros se puso muy alta; figúrate que los contratos llegaban a Discos Fuentes, bueno, pasó una vez que vino un contrato de México de La Pirry y mandaron un cheque firmado, para que le pusiéramos nosotros la suma acá, entonces don Antonio Fuentes se desmayó y dijo: “No, cómo va ser esto, estos Corraleros se van a enriquecer y estos tipos no

Cuando yo tenía 7 años vino una banda de Purísima (Departamento de Córdoba), a tocar en una fiesta de mi pueblo y en la casa de mi padre hicieron una felicitación y accidentalmente el bombero no estaba, dejó el bombo por ahí y arrancaron con una pieza que en ese tiempo le decían El machín del alma; en vista que no estaba el bombero cogí la porra y toqué el bombo. De inmediato preguntaron quién era, entonces, le dijeron que era el hijo del señor Abraham Núñez Andrade con Petrona Narváez: qué pelao tan inteligente para tocar el bombo y empezó el señor a recoger sombrero y me puso en un carrotanque con el sombrero en la cabeza y me regalaba plata, en ese tiempo 50 centavos era mucho dinero. Ahí empecé la carrera porque entonces allá había unos muchachos, Agustín Tapias y Juan Antonio Correa, que tenían un sexteto y me pusieron a mí, en vista que yo ya sabía tocar el bombo, también tocaba el redoblante y así comencé mi carrera artística.

Cuando ya tuve unos 16 años, salí (porque quede huérfano de madre), para Tolú donde una tía y empecé a trabajar agricultura; ella me puso en un kiosco para que vendiera. No me gustó porque a mí me gustaba era la música.

Ellos compraron una finca en Planeta Rica; allí llegó la Banda de San Marcos, en el año 50, a tocar las fiestas de toro (corralejas); me quedé toda la tarde viendo tocar y el señor del redoblante notó que yo lo miraba me hizo señas con los palos y me dijo que si yo sabía tocar el redoblante, yo le dije que sí y me solicitó que subiera, yo subí y toqué el redoblante; era la banda del maestro Juan de la Cruz Piña, el padre de los Piña. Entonces allí toqué el redoblante y este señor se entusiasmó y me invitó para que me fuera para San Marcos, pero como yo estaba con mi tía no le podía decir sí y fui a la casa y le dije a mí tía lo que me pasaba. Al otro día me dijeron que iba para San Marcos, les dije que sí y me dijeron que anduviera con mucho juicio, porque yo no tomaba trago ni fumaba y eso le encantó al maestro Juan de la Cruz, y me llevó para San Marcos.

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 14 15
Abraham Núñez Narváez Foto. Corporación Festival del Porro de Medellín

En casa de los Piña

En San Marcos yo tocaba el redoblante y me alimentaba en la casa del señor Juan de la Cruz, quien me dijo que si no se me venía a la mente tocar un instrumento, le dije: maestro, si usted me enseña las notas con gusto; entonces vea, coja un papel y me escribió la escala musical y empecé.

habíamos grabado dos LP, uno para la Sonora Cordobesa y otro para Pedro Laza y sus Pelayeros.

Los Corraleros: no Toño, fue Bonfante

Estuve con Los Corraleros por ahí 15 años, después que regresé de México y cogí a mis hijos, pues les había enseñado mucho la música, porque les tenía un cuarto con instrumentos como piano, bombos, maracas, timbaletas, de todo, y un tablero para estudiar la música, se me dio por hacer el grupo de los Núñez, que eran siete hijos y conmigo, ocho. Que don Carlos Serna le dio por publicar en El Colombiano un grupo nunca visto aquí en Colombia, y quizá en el mundo, un padre con sus siete hijos. Seguimos con los Núñez tocando y montando música, en muchas partes en los clubes y en todas partes que tocábamos gustaba mucho, porque al verlos a ellos bien pequeños y yo les montaba la música bien, tocábamos de manera excelente y eso era un show. Arrancamos con los Núñez y todavía existe.

Cuando usted llega a los Corraleros, ¿ya estaban fundados?

Pero ¿por qué de los Corraleros?, fíjate, Calixto de Sincelejo, César Casto también y la música que tocamos es de corralejas. El nombre lo dio el Kike Bonfante, pero como Don Antonio era el dueño de la fábrica, él registró el nombre y quedó siendo el dueño, pero ese nombre es de Kike, pero como Bonfante en la casa de don Antonio era un criado de él entonces todo quedó en casa y de ahí arrancaron los Corraleros.

¿Creaciones suyas?

nosotros a tocar. En Los Corraleros no, porque ellos traían la música lista, montada, nosotros le hacíamos los arreglos, y don Antonio no se metía con Los Corraleros, pero lo que era con la Sonora Cordobesa y Pedro Laza, nos daba muchas ideas.

¿En qué años funda Los Núñez?

Cuando regresé de Los Corraleros después de un viaje por México, en el año 1979.

Al verme tanta naturalidad y ganas en la música, él quería que yo fuera el acompañante de la trompeta, entonces me prestó la trompeta para que yo hiciera bocadura; me dijo que me fuera al cuarto donde estaban los instrumentos, eso fue después del almuerzo; a la hora de la comida le dije: mire maestro cómo tengo los labios; él me dijo: no te preocupes Núñez que eso le pasa a uno, pero yo le dije que a mí me gusta el clarinete; me respondió que yo tenía musicalidad para tocar la trompeta y fuera su acompañante, porque él tocaba la trompeta; pero yo le insistí que no, que a mí me gustaba el clarinete y cambié por el clarinete, y eso fue de abrir y cerrar.

Por allá en los años 60 me vine para Montería porque yo quería buscar otro ambiente que fuera más alto, ya que en Montería estaba la Banda de la Capital. Allá me empleé en la banda del departamento de Córdoba; empecé a estudiar con un maestro que se llama Tiburcio Romero, solfeo, escritura y otras cosas, pero en el año 62 ingresé a la orquesta Sonora Cordobesa, del maestro Simón Mendoza; una vez allá me invitaron a grabar con Discos Fuentes en Medellín; de ahí arranqué a tocar con Los Corraleros, porque don Antonio me invitó a que ingresara a ese grupo, pero yo pertenecía a la Sonora Cordobesa que

Los Corraleros cuando Alfredo Gutiérrez grabó La paloma guarumera,, no estaban formalizados, sino cuando entró a grabar Calixto Ochoa, Lisandro Meza, César Castro, Chico Cervantes, Tony Zúñiga, Julio Erazo, ya fue cuando él dijo que estaba vendiendo mucho con Los Corraleros, ahora sí nos vamos a organizar pero ahora de verdad, no solamente con el acordeón y el bombardino, sino que le vamos a meter el saxofones, trompetas y otro trombón, hasta don Antonio nos prestó un dinero para que compráramos la amplificación porque no teníamos fondo y él nos prestó la plata y seguimos tocando con una amplificación propia de Los Corraleros. Comenzamos en Medellín y de ciudad en ciudad, fue una época buena.

¿Quién le pone el nombre de Los Corraleros?

Resulta que cuando nosotros ya habíamos grabado con el grupo así grande, una tarde como a las 6, una vez que terminamos, dijo don Antonio: “Vean muchachos esto todavía no tiene nombre fijo, váyase para el hotel y mañana cuando vengan a la grabación me trae cada uno un nombre”. Así, yo llevé un nombre, Unión Medellín, otro nombre y vino Kike Bonfante, que tocaba las congas y dijo Los Corraleros de Majagual y todo el mundo le paró bolas al Kike.

Cuando vine con la Sonora Cordobesa y Pedro Laza, yo hice primero El monteriano, grabé una cumbia que se llama Cumbia sirena, Tus ojos morena, La púa, que se llamaba de otra manera, pero don Antonio cuando la estaba tocando en el clarinete me dijo: Nuñecito eso no se va a grabar así sino La púa, él la bautizó así. Después hice otra que él la llamó Lubumba, le pregunté el significado y él me dijo que Lubumba era un cacique norteamericano muy famoso; como yo me dejaba mandar de él y como era el dueño de la fábrica, acepté que se llamara así. Grabé 45 números con Discos Fuentes y luego con Los Núñez en Discos Victoria, con don Otoniel Cardona, que fue cuando grabé la Cumbia del clarinete, Mi mujer y muchas otras.

Ahora me dedico a escribirles a las bandas que me llaman para el Festival de Porro, para Sincelejo. El año pasado quedé yo con el porro llamado el Mejor amigo, de segundo puesto en Sincelejo. La Banda Monteriana me está grabando y estoy haciendo muchas composiciones para bandas, porque es la música que más siento.

¿Qué representó Antonio Fuentes para la música de Antioquia?

Ese señor tenía un talento musical y manejaba la consola; nos rodeamos y nos mandaba a buscar y cuando regresábamos nos qué habíamos traído, le decíamos lo que teníamos, nos ponía a tocar y luego vamos a grabar, don Antonio en la consola y nosotros tocábamos; en ese tiempo los pitos en un solo micrófono; los cantantes en otro micrófono; la percusión en otro micrófono; cada uno con su micrófono. En un cuarto grabábamos nosotros. Don Antonio representó para nosotros el arreglista máximo para la música de la Sonora Cordobesa y Pedro Laza; nos daba muchas ideas de composiciones y de ahí nos agarrábamos

¿Cuando usted llegó a Medellín, ¿qué orquestas famosas encontró?

Estaban Los Golden Boys, Los Teen Agers que en ese tiempo no se llamaban todavía los Ocho de Colombia; Óscar Giraldo con Los Claves y otros.

¿Usted, cómo ve la música actualmente en la ciudad?

Yo la veo muy bien, porque con Los Núñez con las gaitas, cumbias y porros que es el fuerte de nosotros, donde quiera que tocamos hay lleno y nos piden la música que nosotros expresamos, porque tenemos un talento para ese ritmo de porros, gaitas, cumbias; entonces yo la veo en buen puesto todavía, aunque hay veces que sube la salsa, el merengue, pero la cumbia y el porro están siempre ahí, aunque el trabajo se ponga duro, no es porque no le guste a la gente, es por la situación no está para hacer fiesta. En Medellín la música tropical gusta mucho y está presente, y usted se da cuenta en los festivales.

¿Actualmente las emisoras siguen difundiendo esa música?

Yo he notado una cosa, que ellos como el vallenato es el fuerte la meten más y que vienen los dominicanos con el merengue y le dan plata y lo promueven; pero los programas de nosotros ahí están siempre.

¿Los Núñez están creando música?

Sí, claro. Estamos haciendo música nueva, grabamos CD, aunque se necesita buen dinero para hacer las grabaciones, a pesar de que nosotros tenemos los músicos necesarios y nos faltan algunos, debemos llamarlos, por ejemplo, un trompetista cuesta mucho. Pero la grabación hay que hacerla porque es la carta de presentación de cualquier orquesta que quiera seguir con su nombre por lo alto, debe de grabar.

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 16 17
Abraham Núñez Narváez Foto. Cortesía Amparo Velázquez Marcos Fidel Vega Seña. comunicador social, periodista y magister en educación de la Universidad de Antioquia.

Festival Nacional de Gaitas en Ovejas, Sucre. El tumbar de la gaita en los Montes de María

Cada año en Ovejas, Sucre, un pueblo incrustado en los Montes de María, que por años sufrió los embates de la violencia entre grupos de paramilitares y guerrilla, y parte de su población tuvo que desplazarse del campo, la gaita suena día y noche, así como suenan los cantos de los pájaros en sus verdes campos.

En Ovejas anualmente se dan cita los amantes de la gaita, el baile y los cultivadores de la tradición ancestral, cuyo origen está en la historia cultural de estos pueblos que hicieron resistencia a la violencia y al olvido estatal. Desde los Montes de María viajan por toda la región los sonidos de tambores, gaitas y cantos melodiosos de conjuntos gaiteros.

Origen de la Gaitas

Igual que hicieron los ancestros indígenas con los sonidos melodiosos y cantos que imitaban los sonidos de aves y pájaros, que viajaban por todas las regiones de las sabanas de Sucre y

Bolívar, en Ovejas el Festival hace un homenaje a un instrumento de origen milenario. Para Mercado (2009), la gaita nace de los indígenas y era interpretada por ellos antes de la llegada de los españoles. “La gaita es un proceso milenario, de muchos años inclusive a la llegada de los españoles a nuestro territorio de América, ellos encuentran que los primitivos tocaban algunos instrumentos con la boca e instrumentos que eran troncos con parche de cuero, que los tocaban en territorio firme e insular…”

Sobre la gaita y su importancia en la cultura indígena, Mercado se sostiene que "el hombre primitivo empieza a escuchar el canto de las olas, de la lluvia, de las hojas, de los árboles e inclusive los sonidos del silencio y por supuesto los estados anímicos del alma y del espíritu, es un estadio cronológicamente impredecible. Hay otro estadio que yo lo escribo como ‘el segundo estadio’ en que la gaita se toca de manera vertical, a partir de la entonación de los labios y de la digitación de los dedos de las dos manos, con los huecos que actualmente conocemos, pero incluso hay

quienes advierten que la gaita no nació con los cinco huecos que tiene en la actualidad sino con tres huecos; en este estadio es posible que el hombre haya imitado el sonido del caracol y haya construido las ocarinas… en los entierros de fósiles de la civilización Zenú, se encuentran flautines como cocodrilos, como palomas, como patos, en donde los indios ejecutaban estos instrumentos en ceremonias y rituales”.

Los orígenes de la gaita en la cultura precolombina, están presentes en la familia lingüística Chibcha, que tenía su asentamiento en la Sierra Nevada de Santa Marta; los Kogui, denominaban a la gaita a dos variantes: la “macho” o kuisi sigi y la gaita “hembra” o kuisi bunsi. En relación con este tema Abadía (1991), se refiere que el origen de gaita se le debe a los Kogui: “sin duda más interesante de los cunas son los fotutos llamados supé o

suarras derivados de los antiguos tolos de mayor tamaño y que son idénticas en sus dos géneros (macho y hembra), a los que usan los kogui de la Sierra Nevada de Santa Marta, y que reciben el nombre indígena de kuisi bunzi (hembra) y kuissi sigi (macho). Las suarras, suarás o supes, están formadas por un tallo de cardón, (cactus) ahuecado, con cera de abeja y carbón vegetal molido, incorporado a esta cera”.

Sin embargo, su origen aún está por investigarse. Lo cierto es que la familia Chibcha tuvo su influencia en todo el litoral Atlántico y las sabanas de Sucre y Bolívar, y quizás por eso la gaita se acentúa en muchas culturas que se asentaron en los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar, donde juega un papel determinante en la música ancestral de sus pueblos.

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 18 19
Por José Alonso Franco Londoño Festival Nacional de Gaitas, Ovejas Sucre Foto. Archivo revista Porro y Folclor Plaza Central del Festival Nacional de Gaitas Ovejas, Sucre Foto. Archivo revista Porro y Folclor

Ovejas, epicentro de la gaita y la tradición ancestral

Ovejas, un municipio de origen campesino, africano e indígena, está ubicado en los Montes de María, en el Caribe colombiano, cuya composición política y administrativa de este territorio, la conforman dieciséis municipios1; sin embargo, comparten una identidad, una simbología y unas características diversas que la hace rica desde el patrimonio cultural.

Cabe señalar que en la historia y en la memoria de sus habitantes está el Carnaval de Ovejas, una festividad que nace en 1940. Sus habitantes participan con disfraces alegóricos, bailes, grupos folclóricos, danzas y comparsas, acompañadas con maracas, gaitas y tambores, toda una tradición fiestera que se toma las calles y las viviendas de los habitantes de Ovejas. Sobre el Carnaval, Rivero (2009), hace la siguiente referencia: “… Había quienes tenían su escenario en las calles para pedir dinero y otros utilizaban las casas para presentar sus números o presentaciones y cada quien pagaba su entrada. En carnaval era frecuente ver cumbiambas en las cuales las mujeres personificaban los dos géneros…”

Ovejas es un pueblo con historia musical de origen indígena, con asentamientos de negros y la colonización española en su territorio, dio origen a una cultura formada triétnicamente, que era cultivada por los campesinos en el campo y luego interpretaban en las fiestas, verbenas, encuentros, patronales y parrandas que realizaban. Las rumbas, que muchas veces terminaban en peleas y disputas entre los pobladores, fueron el escenario perfecto para dar origen al Festival de Gaitas.

Festival Nacional de Gaitas, la tradición folclórica de Ovejas

Los primeros pobladores de Ovejas, proceden del grupo étnico Finzenúes, descendientes de los Zenúes, que luego, con la llegada de los españoles y su influencia colonizadora, permitió el crecimiento de este pueblo, pero la tradición y las costumbres de sus habitantes se mantienen.

En Ovejas las festividades religiosas, rezos navideños, fiestas de corralejas, fandangos y verbenas populares eran acompañadas con conjuntos que interpretaban la gaita; además de desatacar las festividades que hacen alrededor de su patrón San Francisco de Asís, que ocurre cada año en el mes de octubre.

La influencia indígena en la cultura ovejera y la existencia de una tradición musical en las gaitas, los tambores y los sonidos ancestrales que estaban presentes en las diferentes fiestas populares y religiosas, se dio el camino para crear un evento donde recogiera, rescatara, cultivara y difundiera las tradiciones folclóricas del pueblo.

Así un grupo de personalidades del Municipio de Ovejas, pensaron fundar un evento de tradición ancestral que uniera al pueblo y lo identificara a nivel nacional. José Ángel Álvarez (2018) uno de los primeros fundadores del Festival Nacional de Gaitas, narra la manera de cómo se crea este evento: “En el año 1985, duramos tres años para organizarlo; luego se vincularon Alejandro Pineda y Domingo Rodríguez, ya éramos cuatro, para organizar la junta, luego yo metí el hijo mayor mío y Domingo el hijo mayor de él; comenzamos a trabajar hasta que organizamos la junta, y comenzamos a buscarle el nombre al Festival: será de tabaco, no porque en el Carmelo ya lo está haciendo, de maíz, de ajonjolí; entonces dije yo: mire, hace tres años yo conocí a Pacho Llirene

el mejor tambolero de toda esta región; él iba a tocar en los corregimientos, en las veredas, a las fiestas, a todos los santos, lo estaba esperando; él tenía una burra y en ella ponía a un lado la maleta donde tenía la hamaca y la ropa y al otro lado el tambor, porque para él el tambor era sagrado, nadie se lo tocaba. De ahí, yo empecé a recodar todo eso y dije que el festival debía llamarse Francisco Llirene, fue así como lo fundamos: Festival Nacional y comenzamos a trabajar y a buscar grupo, porque no había grupos gaiteros. Yo me fui a las regiones a invitar a todos los gaiteros y se organizaron 13 grupos de gaitas que participaron en el primer Festival”.

Desde sus inicios el Festival le rinde un homenaje a un hombre que por años le dedicó parte de su vida a cultivar la música tradicional y ancestral de Ovejas, Francisco Llinere, un campesino, cuidador de gallos y constructor de techos de paja; su maestría en el tambor lo llevó por muchos pueblos de los Montes de María, que en las parrandas, fiestas, verbenas, patronales y hasta en matrimonio contaban con la presencia de Pacho.

Al referirse sobre Llinere como músico y su importancia en la vida cultural de Ovejas, Rivero (2009) sostiene:

“Francisco era un hombre mítico y una leyenda dentro del municipio y la música tradicional de gaitas; era un viejo tambolero que no dejo morir la música de gaitas en el municipio, el baile cantao; gracias a sus toques e interpretaciones logró mantener la tradición en la región. Es un hombre de leyenda, se decía que le quitaba el cuero al tambor, le colocaba un pañuelo rojo y se oía mejor, eso decía la leyenda, pero lo real es que Francisco Llinere era un constructor de instrumentos, aforraba, que significa poner y quitar el cuero al tambor y lo hacía con una destreza maravillosa. Llinere era un hombre tambolero, peluquero, gallero, es decir un hombre polifacético que le servía a la comunidad. Se inmortalizó con el tambor, cuando tocaba se escuchaba los ecos de su tambor en toda la comunidad y las gaitas llegaban hacia él y se formaba esas ruedas históricas de gaitas”.

En los primeros Festivales de Gaitas en Ovejas los conjuntos estaban integrados por gaitas (macho y hembra), la maraca, el tambor y el llamador, donde interpretaban los cantos de gaitas, porros, cumbias y sones típicos de los Montes de María. Los ejecutantes de los conjuntos le daban rienda suelta a sus iniciativas y creatividades, la idea era poner a bailar y gozar a los participantes. Esta primera versión del Festival Nacional de Gaitas para los habitantes fue clave, pues partió la historia de Ovejas en dos, ahora los herederos de la tradición ancestral contaban con un espacio para la difusión de su memoria musical que por años tenían no solo Ovejas, sino muchos de los municipios de los Montes de María; se contaba con la presencia de conjuntos de San Jacinto, Santa Lucía de Guamo, El Carmen de Bolívar y Cartagena, y también, intercambiaron sus experiencias.

Pero Ovejas no se quedó atrás. El Festival contó con la presencia de más de 20 gaiteros procedentes del campo qque fueron organizados para estar en el tablado central, allí cada uno a su manera interpretaba los ritmos con la magia, el color, el

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 20 21
1 Siete del departamento de Bolívar: El Carmen de Bolívar, María la Baja, San Juan Napumuceno, San Jacinto, Córdoba, Zambrano y El Guamo; y nuevo del departamento de Sucre: Sincelejo, Ovejas, Corozal, Chalán, Morroa, Toluviejo, Los Palmitos, San Onofre y San Antonio de Palmito. Extraído de Chuana, la gaita de la América indígena. Armando Rivero Manjarrez. 2009 Estatuilla Festival Nacional de Gaitas, Ovejas Sucre Foto. Archivo revista Porro y Folclor Festival Nacional de Gaitas, Ovejas Sucre Foto. Archivo revista Porro y Folclor

sabor y la sonoridad de un instrumento heredado de sus ancestros indígenas. Así el Festival se constituyó en el espacio de intercambio de saberes, ritmos, memoria, historia y magia, donde la gaita volvería a ser el epicentro de la cultura de los pueblos del Caribe y para regalarse por todo el país.

La magia ancestral aún sobre vive en Ovejas

Cada año en las fiestas de su santo patrón san Francisco de Asís, los amantes, cultivadores, creadores e intérpretes de la gaitas, acompañados de la maraca, el tambor, el llamador y la tambora, los conjuntos de gaitas procedentes del Caribe, Antioquia, Bogotá y otras regiones de Colombia se dan cita en el mes de octubre para tocar día y noche, en el tablado central Francisco Llinere, en las casetas, viviendas, desfiles y verbenas populares, lo sonidos de la gaita, que llama a propios y extraños a la rumba, el jolgorio, la fiesta, el baile y la parranda.

En Ovejas, Sucre, un rincón del Caribe colombiano, sus habitantes le hicieron resistencia a la violencia y optaron por darle vida a un festival de gaitas para recoger la tradición ancestral que por años estuvo presente en la historia y la memoria de su pueblo. Aquí con bailes, danzas, cantos y música, los conjuntos de gaiteros dan lo mejor de su repertorio, de sus creaciones e inspiración. En palabras de Mercado (2009), la gaita representa para Ovejas más que un instrumento, es la memoria, la vida de su gente, “…la gaita es un testimonio de historia, es una porción de nación, es la concepción de nuestro hombre, es el inicio de nuestra identidad, música de nuestra identidad cultural, de nuestra identidad lúdica…”

Los habitantes de Ovejas muestran con orgullo un festival que es patrimonio material e inmaterial del Caribe colombiano, donde se realiza un proceso de formación con niños y jóvenes en danza y música de gaita; un ritmo triétnico, que se recrea en los campos y montañas de Sucre y Bolívar. Es el escenario predilecto para el encuentro generacional, entre la gaita corta y larga, cantaores e improvisadores de versos; creadores, investigadores y bailadores; un diálogo social y cultural, sin clase social ni política, parar transformar a Ovejas en un gran escenario para disfrutar de la Chuana.

José Ricardo Vergara “Mañungo”

Referencias bibliográficas

Su trompeta comenzó a sonarla, desde joven, en la Banda 12 de octubre de Caimito, población cenagosa del suroccidente del departamento de Sucre, donde también emitió su primer y vital llanto el 8 de diciembre de 1939. Cinco años fueron suficientes para dominar el exigente instrumento en los bailes y fandangos que siempre lo acompañaron como trompetista de la apreciada banda de su terruño. Siendo un mozalbete, con aspiraciones de mayor rango profesional, se alistó hacia Sincelejo, centro urbano apetecedor de los porros orquestados por Pello Torres, “El Ñato” Montes Pedro Salcedo, Simón Mendoza, Francisco Zumaqué y Pedro Laza.

Transcurrían los años 50. De la mano pedagógica de Pello Torres fue mucho lo que aprendió del lenguaje de la música no solo en lo instrumental sino en el solfeo, la composición y la orquestación, bases para fundamentarse en la indispensable armonía. Con esos aprendizajes asimilados al pie de la letra, la Orquesta del “El Ñato” Montes otro trompetista nacido en una familia de mucha musicalidad profesional en Sincelejo, le permitió al Mañungo criollo, para no confundirlo con el así llamado en Cuba, desplegar todas sus potencialidades artísticas y personales apenas esbozadas en su natal Caimito.

Con siete años al lado de esos dos grandes maestros de nuestro Caribe sonoro, honrados por el terrígeno porro, José Ricardo Vergara tuvo los suficientes arrestos profesionales para medírsele a ser el reemplazante del trompetista, arreglista y compositor Manuel de J. Povea en la internacional Orquesta de Pacho Galán, que por motivos de una delicada enfermedad tuvo que alejarse de su actividad laboral en la organización del maestro soledeño. Allí lo vi, durante seis años, en la nómina y con el uniforme de tan importante orquesta colombiana, haciendo parte de la cuerda trompetil con Armando Galán y “Chicho” Medina. Y, a falta de este último, con “El Chino” Acosta y otros que pasaron fugazmente por esta agrupación.

En la orquesta del polifacético compositor hizo conocer sus porros El campeón, Nubia y María Elena en sendas grabaciones, el primero grabado por Los Melódicos de Venezuela. Por esos incuestionables méritos como trompetista y compositor, Mañungo fue solicitado por Lucho Bermúdez para que se vinculara a su prestigiosa institución, llamado que aceptó el músico sucreño en 1968.

Al lado de Lucho Bermúdez pulió las técnicas pertinentes para arreglar y dirigir. Además, por sus diligentes capacidades para oficiar lo que el maestro carmero le proporcionó en sus actos de instrumentista y líder entre sus músicos, les

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 22 23
José Ricardo Vergara "Mañungo" Foto. Cortesía Viviano Vergara Álvarez, José Ángel Entrevista realizada por Alonso Franco L Ovejas, Sucre Octubre de 2018 Rivero Manjarrez, Armando Chuana, la gaita de la América indígena Festival Nacional de Gaitas Francisco Llinere 1ª Edición Ovejas, Sucre 2009 Rivero Manjarrez, Armando Entrevista realizada por Alonso Franco L Ovejas, Sucre 13 de octubre de 2009 Mercado Romero, Ramón Entrevista realizada por Alonso Franco L Ovejas, Sucre 13 de octubre de 2009 José Alonso Franco Londoño: Docente, investigador y director de la Revista Porro y Folclor. Cuadro en homenaje a los gaitero Foto. Archivo revista Porro y Folclor

abrieron sus alas libertarias para seguir creciendo en el ámbito artístico. Ante este voto de confianza recibido, muchos fueron los arreglos que Mañungo les hizo a la orquesta. Y cuando la salud del famoso director flaqueaba, allí estaba el trompetista caimitero para suplirlo.

Legado musical

De acuerdo con lo tratado, José Ricardo Vergara se convirtió en un apetecido músico en Bogotá. Él fue quien le imprimió la sonoridad del famoso Nelson Henríquez al conjunto Los Rivales, del cantante y compositor Napoleón Mercado, con su par de trompetas y el ritmo completo (bajo, piano, timbales, congas y güiro). En el tema La cantaleta (Eduardo Cabas), el de mayor popularidad en la historia del grupo, seguido de El medallón (Rafael Escalona), se puede patentizar el trabajo de Mañungo en lo afirmado por ser el arreglista de estas dos piezas que mucho se han bailado en Colombia y en el exterior. Cuando Nelson Henríquez era contratado en la nevera capitalina, no podía faltarle el trompetista colombiano en su banda.

Sin embargo, el proyecto más grande en la vida de José Ricardo Vergara, después de haber acumulado muchas experiencias profesionales, fue la fundación de su propia orquesta: La Máxima de Mañungo, en 1980, una big band conformada por calificados músicos, entre ellos Ramón Benítez en el trombón y el bombardino que, al decir de Pello Torres, ha sido el mejor instrumentista de Colombia en los últimos 30 años. Con músicos de semejante talla, su sonido ha sido impecable en sus grabaciones, haciéndonos recordar a la majestuosa Orquesta Sonolux y, actualmente, a lo hecho en esta materia por la Orquesta de Juancho Torres.

Entre los temas más escuchados de La Máxima, por acá en nuestro Caribe, han sido, en sus tres producciones de la Compañía de Discos Caravage, Río Sinú (porro: Miguel Emiro Naranjo), El arranca tetas (porro: Armando Contreras), Genio alegre (porro: Julián Vargas) y Tu diadema (porro: Edmundo Arias), cantados ellos por el excelente vocalista Jaime Manjarrés. Últimamente esta orquesta tiene como sede a Sincelejo con músicos de la región, según me comentó la periodista Viviana Vergara, su actual representante en el movimiento contractual de la organización.

El maestro José Ricardo, entre tanto, se desplaza de Caimito a la capital de Sucre para sus ensayos y presentaciones. En el terruño que lo vio nacer, el trompetista hoy “pildoreado”, a sus 78 años, está dedicado a la enseñanza de la música y a llenar sus pulmones de aire no contaminado para alargar orgullosamente su vida productiva de artista.

Un merecido homenaje

El Encuentro Nacional de Bandas de Sincelejo le rindió en 2018 un merecido homenaje por sus aportes y logros en el folclor musical sabanero, mientras que el maestro Pello Torres le compuso y grabó con su orquesta, hace unos buenos años, el porro El negrito Mañungo y el Chane Meza, con su virtuosismo para interpretar el acordeón, grabó en el sello Sony un mosaico con los porros El sincelejano y El campeón para honrar al ilustre músico de Caimito con esas dos obras de su autoría.

Los 80 de La gota fría

lp-vinilo Orquesta la Máxima de Mañungo, RIO-SINU-1986 Foto. https://articulo.mercadolibre.com.co/MCO-455902419-lpvinilo-orquesta-la-maxima-de-manungo-rio-sinu-1986-_JM

En ACME1 recordaremos efusivamente a Mañungo con dos frenéticos porros: María Elena, con la Orquesta de Pacho Galán, donde hizo parte de la cuerda de trompetistas y ser, además, su compositor, pieza instrumental en la que se lució el trombonista y bombardinista Rosendo Martínez. Y en el titulado Tu diadema (Edmundo Arias), lo podemos escuchar haciendo un contagioso solo de trompeta. Su vocalista es Jaime Manjarrés.

Urumita, el lugar donde nació La gota fría Foto. https://www.radionacional.co/especiales-paz/urumita-lugar-donde-nacio-la-gota-fria

“Moralito, Moralito se creía que él a mí, que él a mí me iba a ganar, pero cuando me oyó cantar le cayó la gota fría…”

Hace 80 años en el lejano corregimiento de Guacoche, en Valledupar, norte de Colombia, nació una de las canciones más representativas para la cultura musical de Colombia: La gota fría.

En medio de una parranda, Emiliano Zuleta Baquero la habría creado, en 1938, para molestar a su amigo Lorenzo Morales, Moralito, a quien le correspondió ratificar, muchos años después, que efectivamente el compositor de la melodía era su compadre Emiliano, de acuerdo con la declaración que daría el mismo Emiliano.

Desde ese momento la canción se volvió trashumante. En parrandas de cada rincón de la geografía del Cesar y la Guajira se escuchaban los versos de contrapunteo y los “contrincantes” se enviaban razones con interpuestas personas. Un día llegó a la casa del Viejo Emiliano un joven intérprete de la guitarra, que se convertiría en una leyenda, leyenda que revive en cada diciembre, en cada navidad, en cada fin de año, para decirnos que la alegría es un don divino que debemos prodigar para el bien de la humanidad. Se trataba de Guillermo de Jesús Buitrago Henríquez, de padre marinillo y madre costeña.

Una tertulia sinigual

Yo había viajado a Vallerdupar a instancias de Horacio Pino Lloreda, que en ese momento laboraba en una de las emisoras de FM, Estrella Estéreo. Estaba preparando la edición de mi libro

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 24 25
1 La Asociación de Amigos, Melómanos y Coleccionistas de Cali. Arnold Tejeda Valencia. Investigador, integrante de la Asociación de Melómanos y coleccionista de la Sonora Matancera

Vallenato, Cultura y Sentimiento, publicado por la Universidad Cooperativa de Colombia, en 2005. Me tocó en gracia asistir a una tertulia vallenata en el Club Valledupar; participaba, entre otros, el compositor Leandro José Díaz Duarte, que nos dejó en 2013, pero inmortalizado por Gabriel García Márquez en su novela El amor en los tiempos del cólera, pues el epígrafe de la obra es un verso de la Diosa coronada, compositor a quien le decían “El ciego que ve con los ojos del alma”.

A Leandro lo acompañaba, en la mencionada tertulia, el investigador y compositor Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa y autor de una de las canciones más recordadas, grabada por el Binomio de Oro, con la voz de Rafael Orozco, de quien era pariente lejano: Campana

También estaba el juglar Abel Antonio Villa Vila, fallecido en 1995 y quien tuvo el honor de ser uno de los primeros en grabar vallenatos de manera comercial; autor de la composición El higuerón, una canción tradicional, que el Binomio de Oro con Rafael Orozco Maestre convirtió en éxito nacional e internacional. En esa tertulia estaba Isaac Carrillo Vega, autor del muy recordado tema La cañaguatera, gentilicio del pueblo de Cañaguate, interpretada por el acordeón y la voz de Alfredo de Jesús Gutiérrez Vital.

Esa constelación vallenata contó, de igual manera, con la presencia de Sergio Moya Molina, autor de La celosa, grabada inicialmente por los Hermanos Zuleta y años después por Carlos Vives. Cerraba semejante ramillete Emiliano Zuleta Baquero, el Viejo Emiliano, autor, entre muchas canciones, de La gota fría e interpretada por más de 10 agrupaciones nacionales e internacionales.

Contento con La gota fría

La vida del Viejo Emiliano y la de Guillermo Buitrago Henríquez, convergen en La gota fría. Buitrago era llamado “El Jilguero de la Sierra” o “El Trovador del Magdalena”, pues había nacido en Ciénaga y fue un juglar que su corta estadía en la tierra fue suficiente para alcanzar la inmortalidad.

Por su parte, Zuleta Baquero fue una institución en el vallenato. Hijo de la Vieja Sara, a quien Rafael Escalona compuso un merengue fascinante y es el tronco de la dinastía Zuleta, querida y admirada dentro de la música vallenata. Era el padre de Emilianito, Tomás Alfonso (Poncho),

Héctor (fallecido), Fabio y Mario Zuleta Díaz, acordeoneros, cantantes y compositores. Abuelo de Iván Zuleta Barros, quien fuera acordeonero de Diomedes Díaz Maestre. Fue un artista natural, contemporáneo de Alejandro Durán Díaz, quie le ganó el primer Festival Vallenato que se celebró en 1968; Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, Náfer Durán, Ovidio Granados, entre otros artistas.

Compositor y acordeonero tuvo la virtud de imprimirle versos espontáneos a lo que cantaba o a situaciones humorísticas que la vida le dio en gracia. Temas como La gota fría, Carmen Díaz, El indio Manuel María, El torito, La pimientica, tienen una factura especial e inconfundible.

A veces, cuando el Viejo Emiliano o Mile, como le decían sus amigos, se aparecía en las fiestas y parrandas, lo acompañaba su hija María. Cuando tuve la oportunidad de entrevistarlo contaba con 87 años. En esa edad aun se sentía todavía hábil para componer, “pero ya el oído no me lo permite, porque me molesta la bulla”, dijo en esa ocasión.

cogerlo cuando la cantó Carlos Vives. De allí para acá se han compuesto las cosas. Después de Carlos Vives la grabó Paloma San Basilio, y ya lo hizo Julio Iglesias. Y ahora la grabará un conjunto italiano, ya tengo el contrato firmado”, expresó en ese momento.

Moralito sí creía…

La visita de Buitrago a la casa de Emiliano debió ocurrir a principios de 1940, cuando se dice que vio la luz pública La gota fría. Durante la conversación el maestro evocó la historia cuando Guillermo Buitrago era “viviente de Ciénaga, era famoso y muy buen guitarrista y hacía sus composiciones. En esa ocasión no había grabaciones comerciales. Lo llevaron a Villanueva, donde yo vivía; allá nos hicimos amigos y estuvimos tres días de fiesta. Él se aprendió unos cantos míos. No fue sólo la gota fría, sino otros: Carmen Díaz, El indio Manuel María... Total, se aprendió seis versiones”.

En esa época el asunto de derechos de autor no tenía tanta importancia como en la actualidad. La parranda, que es toda una institución de socialización y encuentro en la Costa Atlántica, es uno de los escenarios propicios para que actúen artistas y músicos espontáneos; allí se pone a prueba la capacidad de improvisación y también sirve para estrenar composiciones que más tarde serán divulgadas.

“Bueno, él murió. Después que comenzó La gota fría a tener éxito, lo familiares imaginaron que eso era suyo. Yo seguí cantando el tema, y entonces salieron a reclamar que era de él. Tuve mi sofoco con esa pieza. Me salvó, que esto lo sabía Lorenzo Morales, a quien le saqué La gota fría, fue uno de los mejores testigos”.

El criterio de Buitrago

Resulta más que paradójico que quien fuera su “contrincante” resultara el salvador de la autoría de la canción. Y a esta historia se agrega que Guillermo Buitrago originalmente grabó la melodía con el nombre Qué criterio. Lo que ocurrió con ese asunto, lo narró Emiliano con tranquilidad: “Lo que pasa es que no la grabó comercial, sino que él pagó para eso y sólo tenía esa interpretación. Él murió y quedaron los familiares con esas grabaciones. Si él hubiera grabado comercialmente, tal vez hubiera tenido yo más problemas”.

Esa dificultad no le impedía departir con sus amigos en su amplia casa del Barrio Los Cortijos de Valledupar. Participaba de piquerias y hablaba de música; de las historias que hicieron posible sus melodías y cómo demostró la autoría de La gota fría. El maestro Zuleta Baquero se emocionaba cuando se le preguntaba qué pasó después de que fuera incluida en Clásicos de la Provincia.

“De La gota fría, mientras más días, estoy más contento porque está interpretada 12 veces. Las primeras grabaciones no tuvieron éxito. Vino a

El Viejo Emiliano sigue su relato: “regresó a Ciénaga; ahí las mostraba siendo él autor; las prensó en discos pequeños, de 45 revoluciones. Pero no hizo esas grabaciones comerciales, porque antes uno tenía que pagar para grabar. Esas canciones las tenía en su casa, en eso murió. En esa época la música no tenía ningún auge. Entonces yo llegué a oír muchas veces las grabaciones, por ejemplo, el son de Carmen Díaz, que dice un verso: ´que si Carmen no sabía que Emiliano es sinvergüenza´, él decía: ´que si Carmen no sabía que Buitrago es sinvergüenza´, demostrando que eso era de él”.

Nombrarse en las canciones era una manera de los juglares demostrar la autoría de sus composiciones. Era una costumbre que la practicaron los pioneros de la música vallenata. Esta ocasión no fue la excepción y Zuleta Baquero tuvo que acudir a ayuda extra para demostrar la autoría de su canción. Y lo recordó de la siguiente manera:

Así pudo demostrar Emiliano Zuleta Baquero que es el autor de La gota fría, una canción que escenifica la presencia de una práctica cultural entre juglares y verseadores de la Costa Norte colombiana llamada piqueria, apropiación creativa de la poesía medieval Mester de Clerecía, proveniente de España. El vallenato, el auténtico vallenato, en sus formas poéticas, tiene influencias de estas formas gramaticales, que en Colombia derivaron en la trova, la décima y los cantos de vaquería, entre otros.

Después de 80 años y en cada diciembre seguiremos cantando y bailando La gota fría, porque siempre rememoraremos aquel día histórico de Moralito para que no se acabe la vaina sino que siga la alegría, entonces:

“Acordate Moralito de aquel día que estuviste en Urumita y no quisiste hacer parranda. Te fuiste de mañanita sería de la misma rabia…

Me lleva él o me lo llevo yo pa’ que se acabe la vaina…”

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 26 27
Marcos Fidel Vega Seña. comunicador social, periodista y magister en educación de la Universidad de Antioquia. Emiliano Zuleta Baquero Foto. http://losjuglaresdelvallenato.blogspot.com/2015/09/ indudablemente-el-viejo-emiliano-zuleta.html

La gestión

pública

un principio para el

local de la Comuna 13

En el marco de la difusión del Plan de Desarrollo Local de la Comuna 13, la Unión Temporal conformada por las Corporaciones Corapas, Sal y Luz, Kinésica, AMI, Realizadores de Sueños, Siglo XXI y Asocomuna 13, realizaron el 10 de noviembre de 2018 el foro en torno a la ruta de gestión del Plan de Desarrollo Local. Se contó con la presencia de ponentes con trayectoria en gestión del desarrollo, Claudia María Salgar, Fernando Avendaño y Cesar Mendoza, quienes expusieron los avances y retrocesos en el tema de gestión.

Al abordar el tema de la gestión y su importancia en los Planes de Desarrollo y cómo pueden construir una cultura y un capital social en los territorio, Claudia Salgar, sostiene que la gestión “… está construida a partir del mundo subjetivo, de las percepciones, de las relaciones, de nuestros valores, de cómo nos ubicamos en el mundo y nos relacionamos, de cómo nos soñamos… cuando nos ocupamos de esos asuntos subjetivos del desarrollo, de cómo nos percibimos, nos soñamos y crecemos como seres humanos eso nos permite tener mejores relaciones interpersonales y sociales”.

Para hacer visible y que sea valorado por el conjunto de la población, el papel de los líderes sociales y comunales está en construir un plan de acción que fortalezca la cultura de cohesión social, de tejido social y de acción colectiva; en relación con esto Salgar concluye: “…el comité [equipo] de gestión debe mirar cuáles son los elementos de esa cultura que permiten que haya una cultura de cohesión, de tejido social y la acción colectiva, y cuáles son los elementos que los destruyen para sanarlos y emprender acciones amorosas, no violentas ni de persecución ni de señalamientos, sino realmente de sanación”

En relación con la importancia que tienen el equipo de gestión sobre el Plan de Desarrollo, Salgar resalta la necesidad de promover cinco capacidades en el territorio: “…el autoaprendizaje; la cualificación de su quehacer, que está unidad a la primera capacidad; el reconocimiento de las comunidades, una organización a la que su comunidad no le cree, que su comunidad desconfía de ella; la capacidad de asociarse entre las organizaciones, como pares… y la capacidad calificada en escenarios, las organizaciones tienen que hacer reuniones, prepararse”

La promoción o no de las capacidades para construir o destruir la cohesión social, el tejido social y la acción colectiva que hacen los líderes con sus comunidades lleva a determinar los comportamientos de los individuos dentro y fuera del territorio. Esto implica que el Plan de Desarrollo Local de la Comuna 13 no puede responder a los criterios o ideales de uno o dos líderes u organizaciones; deben ser acciones colectivas que permitan la construcción de un bien común y relaciones de cooperación. En este sentido Salgar, apunta a la necesidad de que el equipo de gestión del Plan de Desarrollo debe crear una ruta de gestión basada en dos elementos: las relaciones de cooperación y de comunicación; y ambas ayuden a la creación de un capital social que permita resolver los problemas en sus comunidades.

“… el capital social, las relaciones de cooperación y comunicación renuevan la cultura y a su vez la cultura nos pone nuevos imaginarios y retos frente a la vida, por eso los dos conceptos se deben saber… debería saberse que es la cultura y como somos constructores de cultura, qué es el capital social y como construimos el capital social; cómo la cultura y sus imaginarios definen las relaciones de cooperación y comunicación, y como esas relaciones a la vez son creadoras de cultura”.

En relación con lo anterior, Cesar Mendoza apunta que para fortalecer los poderes locales en los territorios deben existir niveles de confianza y entendimiento entre los líderes; no puede existir un desarrollo territorial y mejorar las condiciones de vida de la población cuando en los barrios existen pocas relaciones de cooperación, falta de crebilidad y escasa voluntad; pero sobre, todo cuando se piensa que el desarrollo de los barrios depende del dinero del presupuesto participativo. Mendoza, enfatiza al respecto: “…nosotros creemos que la forma son los recursos y la plata, y a veces la plata nos genera mayores dificultades, eso parte más de la gestión interna, del relacionamiento que podemos hacer y para ese relacionamiento hay que buscar los mecanismos. Todas las conductas de resistencias y de resiliencia que tenemos nosotros hay que potencializarlas, pero no la hacemos solos sino con el otro, porque el recurso lo tenemos en nuestras comunidades… A veces creemos que las soluciones vienen de afuera, pero no, las soluciones las tenemos, pero hay que buscarlas, porque las

soluciones que vienen de afuera son más dañinas que las internas, por eso tenemos que buscar nosotros mismos las soluciones”

Para Fernando Avendaño, uno de los ponentes del Foro, además del entendimiento y la confianza, es necesario que exista un auto reconocimiento de las potencialidades que cada organización posee; cuáles son sus debilidades y definir hacia dónde apuntan sus objetivos, porque muchas organizaciones de la Comuna 13 tienen grandes acumulados y prácticas que son necesarias disponerlas para mejorar las condiciones sociales, económicas, políticas, culturales y ambientales de los barrios.

Para Avendaño, el equipo de gestión del Plan de Desarrollo de la Comuna 13 tiene un reto: debe cualificar las potencialidades, mejorar las condiciones de muchas organizaciones y generar espacios de entendimiento y dialogo entre los diferentes actores sociales existentes en los barrios, porque al final todos deben jalonar hacia un mismo objetivo que es el desarrollo integral de la Comuna 13; es decir, se debe construir una comunidad de sentido.

“La ruta de gestión del plan es hacer ese auto reconocimiento de las organizaciones, cuáles son los propósitos de la organización que la convierte en una comunidad de sentidos, cómo logramos reconocer esas organizaciones, en que son buenas, cómo las potenciamos y como a partir de allí le enseñamos a los otros”.

Finalmente, El Foro sobre la gestión pública como un principio del Desarrollo Local, puso en escena el tema de la necesidad de que las organizaciones sociales y comunales e igualmente los líderes sean actores y gestores del desarrollo de sus comunidades, porque no puede existir un desarrollo dependiendo de lo económico, sostenido por una organización o líder y jamás se podrá mejorar las condiciones de vida de las comunidades cuando solo exista inversión de los recurso por fuera del ser humano.

Si bien existen muchas necesidades en la Comuna 13, la invitación es a construir el equipo de gestión del Plan de Desarrollo Local desde las diferentes visiones, desde la diferencia, desde la diversidad y apuntando a un solo objetivo: el bienestar de los habitantes de la Comuna 13.

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 28 29
desarrollo

Entre rosas y dalias, Rocío Vásquez transforma la cultura de la Comuna 13

En la Comuna 13 existen líderes que diariamente se la juegan por mejorar las condiciones de vida y el bienestar de los vecinos; su lucha la hacen a través de sus ideas, proyectos, acciones, empuje, dedicación, recursos y la gestión ante la Administración Municipal y las entidades privadas. Son Ciudadanos Como Vos, que día y de noche, siempre piensan en el bien común; son ejemplos de vida, convivencia e historias.

Uno de esos personajes es Rocío Vásquez, directora del grupo de Danza Folclórica Las Dalias de la 13, habitante del barrio El Salado; su labor social, cultural y comunitaria es el ejemplo de vida para muchos de los habitantes de la 13.

Rocío Vásquez y Las Dalias de la 13 protagonizan hechos que contribuyen a engrandecer la vida de su gente, del barrio, de los habitantes de la

13, porque, de manera permanente, con sus consejos, trabajos y ejemplos promueven la confianza, ayudan a la construcción de una cultura ciudadana basada en el respeto, la tolerancia, la cooperación y el entendimiento.

Para Rocío trabajar con la comunidad desde lo cultural representa para ella “una satisfacción personal, ya que a través de su trabajo ayuda a mejorar las condiciones de vida del barrio; por eso gestiona proyectos que beneficien a todos, lo que permite que la gente esté contenta y alegre y así evitar que no haya guerra ni violencia…”1

Por más de 50 años, Rocío Vásquez, con la ayuda de su comunidad, busca mejorar las condiciones de vida de la población más necesitada y vulnerable, y evitar que muchos niños y jóvenes

sean utilizados como arma de guerra en el conflicto. Su labor social, cultural y comunitaria le ha servido para participar y ser protagonista de la transformación social y territorial de la Comuna 13. Su testarudez y tenacidad le ha permitido ser representante del adulto mayor en la Red Expresarte, La Red Arcadía y ha participado en varias versiones del Carnaval de la 13.

historias y acciones inspira cambios en el otro y los invita a ser parte de la solución de los problemas que aquejan a su comunidad.

Le Revista Porro y Folclor, la Alcaldía de Medellín, resalta, enaltece y valora los hechos que esta líder hace y construye desde lo cotidiano para contribuir a la convivencia y la cultura ciudadana; sus años de vida los dedica a transformar territorios, cambiar pensamientos y comportamientos de quienes piensan en que el otro es enemigo porque piensa diferente.

Teje sus pensamientos basados en la diferencia, el respeto, la tolerancia y en ayudar al otro. Por eso, su mayor consejo para las nuevas generaciones es "... que los jóvenes participen de las reuniones y eventos que se ofrecen a nivel de ciudad, porque esa es una manera de ayudarle a la comunidad y que se empoderen de sus proyectos con el fin de que se ejecuten y beneficien a todos; es necesario que la comunidad apoye a los gestores con el fin de que tengan más ayuda y fuerza para seguir trabajando en beneficio de su barrio”

Su saber y conocimiento los pone al servicio del bien común para construir el tejido social, recuperar la confianza, soñar por una ciudad incluyente, construir un entorno seguro y amable para los demás, que le aporte al mejoramiento de la convivencia entre sus habitantes y, sobre todo, a resolver los problemas de manera pacífica y dialogada.

Rocío Vásquez, es una Ciudadana Como Vos, que quiere una comuna para todos y que Cuenta Con Vos.

Una Ciudadana Como Vos, que se esfuerza por una comuna en paz, en convivencia y unida; trabaja incansablemente para buscar recursos económicos con entidades públicas y privadas que mejoren las condiciones sociales, económicas, territoriales, culturales y ambientales del barrio El Salado.

Rocío Vásquez promueve la confianza que contribuye a trabajar por un imaginario de cultura ciudadana, sustentado en todos los ciudadanos que en su vida diaria estén dispuestos a cooperar, a resolver pacíficamente sus conflictos y a llegar acuerdos para la convivencia. Desde la narrativa,

Rescatando la Cultura y el Folclor de Colombia 30 31
José Alonso Franco Londoño: Docente, investigador y director de la Revista Porro y Folclor. Rocío Vásquez. Integrante del grupo Las Dalia de La 13 Foto. Archivo revista Porro y Folclor Las Dalias de La 13 Foto. Archivo revista Porro y Folclor 1 Entrevista realizada a Rocío Vásquez. Alonso Franco L. Noviembre 8 de 2018. Las Dalias de La 13 Foto. Archivo revista Porro y Folclor

Juancho Torres y el porro In memorian

Hablar de Juancho Torres, señor del porro, es convocar la tauromaquia de las sabanas y el Sinú, al lado de la música folclórica de vientos, el Festival Nacional del Porro y los clubes nocturnos donde se evocan y deleitan estas tradiciones. Privilegios que no se ganan sencillamente de la noche a la mañana, sino que son el resultado de la perseverancia y tesón que durante más de tres décadas mantuvo el popular y extinto Juancho Torres y su orquesta.

Este guardián del porro y paladín de la transición de la música folclórica de banda a la orquesta, abordó también otros ritmos como vals, pasillo, boleros, gaitas, mapalés, vallenatos, cumbias, danzones, jazz, pambiche y un sinnúmero de expresiones rítmicas que le dieron el título de señor o guardián del porro folclórico orquestal. Quizá fue quien más se acercó a los aires sinuanos y sabaneros y un abanderado del porro en orquesta.

Siempre se preocupó por lo nuestro y lo dejó entrever en sus volúmenes discográficos: Rumba sabanera, Es tiempo de porro y algo más, Juancho Torres presente, Juancho Torres imparable, Caribeando en mochila (homenaje a los maestros

Victoriano Valencia y Dairo Meza), y su última producción, Por tradición. Estos trabajos se destacan por buenos arreglos, excelente sonido, voces instrumentales y vocales; en fin, unas páginas musicales selectas que deben hacer parte de nuestras colecciones musicales en familia.

También constituyen un acervo musical vivo y transcendental que durante más de tres décadas nos deleitó. Esa experiencia constituye una gama de porros y fandangos y otros aires musicales de reconocidos compositores, prestigiosos arreglistas de la sabana y del Sinú, que hizo de su obra musical la prolongación de nuestros aires más allá de las fronteras patrias.

Su orquesta rescató nuestra música tradicional decantada en el instrumental porro palitiao o pelayero, al lado del tapao instrumental o vocal y del fandango. Merece mención el ímpetu de la trompeta, la expresión del bombardino; la bozá como cadencia que se le imprime a estos aires, en los que se puede observar el encuentro entre banda pelayera y orquesta.

La trayectoria

Juancho Torres Correa, el músico y director de orquesta dio al porro un sabor a jazz. A los 20 años se fue a Londres a estudiar música; en esas tierras cursó Administración de Empresas y en 1973 conoció la Big Band de Duke Ellington que lo marcaría musicalmente. Es ahí cuando empieza a pensar en la fundación de una agrupación similar. Grabó más de 600 canciones en 32 trabajos discográficos. Su última producción, Por tradición, contiene seis discos compactos, donde invitó a cantar a Gustavo Gutiérrez, Guzi, Yolanda Rayo, Elías Paz, entre otros; nació el 5 de enero de 1944 y falleció un 5 de marzo del 2018 a los 74 años.

Puntos de venta de los productos del Fondo Editorial A Teatro-ATRAE

Medellín:

• TPM

• Librería Universidad de Antioquia

• Librería El Acontista

• Librería Universidad EAFIT

• Salas de Teatro

• Asencultura

Bogotá:

• Tienda Teatral

• Librería Lerner

• Salas de Teatro

Cali:

• Grupo Salamandra

España:

• Librería Yorick Artes Escénicas

• Revista Primer Acto

México:

• Librería Revista Paso de Gato

Ventas directas en: ateatro@gmail.com atrae93@gmail.com

32 33 9 7 7 2 2 4 8 4 6 4 0 0 5
Emiliano Zuleta Baquero Foto. http://losjuglaresdelvallenato.blogspot.com/2015/09/ indudablemente-el-viejo-emiliano-zuleta.html
34

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.