MONI(ARTE) MAYO 2021 - VOL. 2, N.° 1
MONI(ARTE) VOL. 2, N.° 1 Ilustración de portada: Carlos Navarro carlosnavarro1609@gmail.com behance.net/carlosnavarro6
MONI(ARTE) Revista Digital Literaria de «Correcciones Monitas» Vol. 2, N.° 1 - 2021
Dirección y edición: Deborah Barrionuevo Agustina Garrott Iris Lastra Rocío Torres Yohan Vera
Diseño: Deborah Barrionuevo Ilustración de portada: Carlos Navarro
La Rioja, Argentina
MONI(ARTE) Revista por Correcciones Monitas se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Nota de los editores
Nunca imaginamos que un sueño que nació entre libros, mates y estudio se haría realidad y tendría el alcance que hoy tiene. Nos enorgullece haber llegado tan lejos, con nuestros aciertos y errores, escribiendo y borrando una y otra vez. Y aun entre tanto caos, nos animamos a salir a la calle, a salir del caparazón. Hemos recorrido un largo año con sabor amargo, pero no podemos centrarnos en aquello que nos aqueja o nos hace tambalear, sino que debemos pensar en lo que nos mueve, nos hace vibrar, ir hacia delante.
Hace exactamente un año salía el primer número de esta revista (¡sí! El 15 de mayo de 2020). Entre medio, hubo muchos falló la conexión, no hay internet, no me puedo conectar, se me tildó la compu, no pasan los bondis, se prohíben las reuniones de cualquier tipo… y la celebración seguirá esperando ese abrazo que nos debemos con ustedes, nuestros lectores. A pesar de todo, seguimos al pie del cañón, editando un número más de MONI(ARTE), llevándoles arte para respirar en medio de todo este mal que nos aqueja.
A un año de haber visto nacer este proyecto, se nos llenan los ojos de lágrimas: llegamos lejos, cruzamos el charco, conocimos autores, animamos a lxs artistxs a mostrarse y, principalmente, nos animamos nosotros. Estamos agradecidxs por el amor con el que nos recibieron, por el apoyo y por la confianza que tienen en nosotrxs para enviarnos sus producciones. Sin la participación de ustedes en cada convocatoria no podríamos festejar este aniversario, que también es suyo.
¡Feliz aniversario a lxs monitxs y feliz aniversario para nuestros colaboradores y lectores!
REVISTAMONI.ARTE@GMAIL.COM WWW.CORRECCIONESMONITAS.WORDPRESS.COM
CONTENIDO
6
Imágenes de la pandemia por Fabiana Takahashi
11
Camarín literario: ¿qué (no) vemos? Entrevista a Adriana Petrigliano y Marcelino Montaña
42
Escribir con colores: Mi vida de Marc Chagall por Agustina Garrott
44
Terreno baldío digital por Nicolás Jozami
46
Novedades editoriales: Cielo Invertido y Tienda de Libros y Discos
48
¿El fin de la novela? por Cynthia Karpp
52
Para mir(arte) mejor: Nadín Arias y Mauricio Donaire
58
Convocatoria
27
RELATOS MONITOS Mamá Auristela por Yohan Sebastián Antonio Vera La Santita del Valle por Federico Montaña Un río lleno de remansos por Silvina Nicolini Poema 18 por Magalí de la Calle La introducción & La exposición por Leo Garrott
MONI(ARTE)| ENSAYO| P. 6
Imágenes de la pandemia por Fabiana Takahashi
Cuando todo termine,
del cuidado su trabajo, sosteniendo y
nada habrá terminado.
alimentando, socorriendo y alentando,
John Le Carré.
aun desfallecida. Finalizada la cuarentena, los, hasta entonces, confinados se dirigen a
Un hombre en una ciudad cualquiera del
sus viviendas y las encuentran usurpadas.
mundo padece repentinamente de una
Los comercios de la ciudad están, en su
enfermedad desconocida. Por obra del azar
mayoría, vacíos.
y
mediante
contactos
estrechos,
la
población comienza a contagiarse sin
A estas alturas, lector, habrás caído en el
saber qué esperar. No se conoce la cura y
engaño de pensar que me refiero aquí a
nadie parece estar a salvo. El gobierno
hechos recientes. Sin embargo, aunque
convoca a sus ministerios y especialistas
esta descripción más o menos minuciosa
que no saben qué dirección tomar. El
nos resulte por estos días familiar y
encierro se convierte en la solución más
cotidiana, se trata en realidad de una
viable: lo que no se ve, no existe. Afuera,
caprichosa enumeración de episodios de la
mientras tanto, el mundo conocido se
novela de José Saramago, Ensayo sobre la
desmorona irremediablemente. Los super-
ceguera (1), publicada en su idioma original
mercados son asaltados por hordas que
en 1995.
acaparan cuanto pueden. La población escucha desconcertada las noticias que
La inesperada pandemia que azotó al
insistentemente describen lo que sucede
mundo este año provocó que pensara de
en el exterior. La incertidumbre se apo-
manera recurrente en esta obra, otrora
dera de todos. La iglesia no acoge a sus
distopía, por estos días devenida en
feligreses, ni la religión responde a las
realidad (con algunos ajustes en los
plegarias, ni a las preguntas por el sentido.
detalles) y que por muchos llegó a ser
Los contagiados se estigmatizan y pronto
considerada
hasta
comienzan a ser vistos como enemigos. El
comentarios
expuestos
confinamiento se prolonga indefinido,
sociales por los noveles lectores de esta
interminable. Los poderosos, ostentando
famosa novela que compartió ranking de
formas visibles de opresión, se quedan con
lecturas con obras varias (las clásicas y las
lo que les corresponde a todos. La violación
más recientes, en todos los géneros
como práctica deja de ser metafórica y
referidas a la temática), por parte de
esporádica para ser moneda corriente. En
aquellos que se aventuraban a la litera-
medio del desorden y la confusión, la
tura en busca de similitudes o explica-
mujer se convierte en heroína, haciendo
ciones o tal vez, imagino, alguna salida po-
profética, en
las
según redes
MONI(ARTE)| ENSAYO| P. 7
sible a la crisis sanitaria mundial en un
queridos, ante la indiferencia del mundo,
siglo en que creíamos dominarlo todo y, de
se volvió real. Hoy, cuando echamos de
un momento a otro, se puso en jaque la
menos reunirnos en persona con los
omnipotencia y perplejos nos enfren-
afectos a quienes antes, reunidos, no
tamos colectivamente a la aterradora
mirábamos a los ojos por escudriñar
fragilidad humana.
absortos en el teléfono. Hoy, cuando en un mundo convaleciente, los países (más aún
Me
resulta
la
los latinoamericanos) son víctimas de
Nobel
'tenebrosas transacciones', para emplear
portugués: hace casi 20 años escribía mis
una célebre e ilustrativa expresión de
trabajos iniciáticos (¿casualmente?) sobre
Chico Buarque (4).
vigencia
de
siempre la
sorprendente
escritura
del
esta misma novela y hoy, tanto tiempo y lecturas después, Saramago sigue siendo
El SARS-Cov-2, afirmaba un infectólogo
una buena idea. Hoy, que aprendimos que
en televisión, 'llegó para quedarse' y
hay trabajos y personas esenciales y otras
permanecerán también en la memoria
no, como la mujer embarazada hallada
postales inéditas como las panorámicas de
muerta por el frío del invierno en la plaza
las calles vacías de las metrópolis del
principal de la ciudad. Hoy, que experi-
mundo
mentamos el 'miedo neurótico' (2), en
animales
términos saidianos (al que se refería
viviendas urbanas. Pero también aquellas
Conrad (3) encarnado en su personaje
que exponían las pilas de cadáveres
Yanko), de una muerte solitaria, incomuni-
producto del colapso del sistema funerario
cados por el aislamiento, lejos de los seres
en Brasil, Bolivia, EEUU o los que yacían
o
aquellas
bucólicas
incursionando
en
de
los
calles
y
MONI(ARTE)| ENSAYO| P. 8
en las calles de Ecuador, como en el
salarios
manicomio abandonado del Ensayo sobre
trabajo, a quienes reconocimos en un
la ceguera. La reproducción incesante de
sostenido
imágenes a través de todos los medios y
sentido por el pueblo, reconfortante solo
dispositivos
por
en lo moral. El reverso de esta (y más
banalizarlas y cuando la mente humana se
desafortunada imagen, claro está): la de los
vuelve incapaz de procesar la informa-
mismos facultativos que, de regreso a sus
ción, la memoria, afirma Sontag (5), precisa
hogares, exhaustos en cuerpo y espíritu y
congelarla
devenidos
disponibles
como
comprenderla
en
fotografías
en
mundial,
potenciales
de
homenaje
fuentes
de
comprendemos que la segunda década del
vecinos que les dejaron en claro el
siglo XXI, aquel que la ciencia ficción
desagrado de que habiten en sus mismos
había fantaseado como 'el futuro', vino a
edificios y que hasta en el vehículo de una
demostrarnos que lo hemos alcanzado
médica quedó la más absoluta necedad
todo, excepto la condición de todopo-
plasmada en la leyenda rata contagiosa.
un
estatismo:
aplauso
miserables
contagio, eran duramente repudiados por
asestando
su
para
condiciones
y
derosos,
en
termina
y
duro
golpe
a
nuestro ego que nos marcó a fuego en la
Hoy más que nunca, el pensamiento de
frente la inscripción trátese con cuidado:
José Saramago es vigente y necesario. A
ser humano vulnerable.
quienes en las redes sociales consideraron siquiera que este ateo empedernido tuvo
Siguiendo el Ensayo..., y como era de
actos de 'iluminación divina', yo, en su
esperarse, tampoco tardaron en mostrarse
nombre,
por estos días las dos caras de la condición
fueron tampoco los suyos pensamientos
humana, aquellas tan bien descriptas
premonitorios. Saramago fue un perspicaz
(entre otros) por Todorov (6) en su tratado
observador de la historia y del comporta-
sobre las situaciones límites y su facultad
miento humano, un lector de los signos de
de potenciar el altruismo absoluto y las
los tiempos. Tuvo la capacidad de ver el
miserias más oscuras de las que el ser
interior y el exterior, la humanidad y la
humano es capaz. Como de imágenes
deshumanización, como la mirada divi-
hablamos, traigamos a esta reflexión otras
dida del pez amazónico del cuento de
dos que nos dejó este 2020. La primera, la
Milton
de los médicos que cargaron sobre sus
capacidad de ver el pasado y proyectarlo
hombros, con vocación y entereza, aquella
lúcida e ingeniosamente al futuro.
lo
niego
Hatoum
rotundamente.
(7)
y,
más
No
aún,
la
tarea para la que fueron formados, pero que nunca imaginaron poner en práctica
La novela es la alegoría del mundo
como héroes en la vanguardia del combate
alcanzado por la ceguera de la razón. Nada
contra el virus del covid; aunque también
nuevo agregaré a su estudio en tan
la de su lucha contra los virus de la
acotadas
indiferencia y de la desidia manifiesta en
literario, el Ensayo sobre la ceguera viene
líneas.
Pero
como
hecho
MONI(ARTE)| ENSAYO| P. 9
nuevamente a echar luz sobre el compor-
mago hablaba sobre la 'ceguera de la razón',
tamiento ético. Su recurso: describir una
recuerdo haber pensado por entonces en
situación límite y al hombre en su
una abstracción que aparece cada vez más
vulnerabilidad
patentizada en el presente.
expuesto
a
ella.
El
resultado: la amenaza extrema expone lo mejor y lo peor del ser humano, capaz de
Alguna vez acusaron al escritor portugués
los peores flagelos, al igual que de actos de
de pesimista. Sin embargo, hacia el final de
amor,
insos-
la novela, él situó a la mujer del médico en
pechados. Unos cuidaron del cuerpo en
una ventana desde donde pudo observar
hospitales
otros
cómo el mundo volvía lentamente a la
cuidaron del alma, obsequiando canciones
normalidad. Lo que nosotros vemos al abrir
desde un balcón. Los buenos salieron
nuestras
mejorados; los inescrupulosos salieron
metáforas de los medios de comunicación),
igual.
son veraneantes en caravanas cuando los
entrega o
y en
generosidad merenderos;
ventanas
(convertidas
en
médicos aún no han repuesto sus fuerzas, Para finalizar, entre tantas que nos dejara
'adultos' trasnochados sorprendidos en una
este prodigioso 2020, dos imágenes que
fiesta clandestina multitudinaria, poten-
mueven algo en mí: en una se observa la
cias mundiales compitiendo por obtener
caminata
primero una vacuna en una carrera mucho
de
un
padre
cargando
5
kilómetros en brazos a su hija, en tratamiento oncológico, porque la barrera de la insensibilidad le impidió el acceso a su
provincia
con
una
sorprendente
indiferencia para la que no hay disculpa posible, pública ni privada; la otra: la del multitudinario y descontrolado homenaje póstumo a un futbolista que, claro está, es inocente de la culpa de las manifestaciones del sentimiento popular. En este punto te preguntarás, lector, lo que une a ambas imágenes: la ausencia absoluta de sentido
común,
aquel
escurridizo
personaje sobre el que también discurrió Saramago en otra de sus novelas (8); la ausencia de toda razón, aquella que impide vislumbrar el punto exacto donde finaliza
la
obsecuencia
que
mata
y
comienza el desapego a toda norma que encuentra en medio, el caos. Cuando Sara-
MONI(ARTE)| ENSAYO| P. 10
más relacionada con intereses políticos y
Notas
económicos que con las vidas humanas y
(1) Saramago, J. (2000). Ensayo sobre la ceguera.
todo un listado de despropósitos que
Alfaguara.
podría extenderse interminablemente, por
(2) Said, E. (2005). Reflexiones sobre el exilio.
lo que debiéramos reconocerle a Saramago la fe en la humanidad que, como sugiere en la novela, volvería a 'ver' a pesar de todo.
Debate. (3) Conrad, J. (2011). Amy Foster. Alba Editorial. (4) Buarque de Hollanda, F. y Francis, H. (1984). Vai Passar. Chico Buarque. (5) Sontag, S. (2004). Ante el dolor de los demás. Suma de Letras.
Leamos cuanto queramos, indaguemos
(6) Todorov, T. (1993). Frente al límite. Siglo XXI.
respuestas en la literatura que cualquier
(7) Hatoum, M. (2013). La ciudad aislada. Beatriz
época haya producido sobre epidemias
Viterbo. En el cuento aludido, se refiere a un
mortales y mundos postapocalípticos en
pez "cuatro ojos, con sus ojos divididos, ve al
los géneros que más nos seduzcan, pero lo
mismo tiempo nuestro mundo y el otro: el
cierto es que, para cerrar con palabras del
acuático, el sumergido" (p. 60).
autor, «ni el arte ni la literatura tienen que darnos lecciones de moral. Somos nosotros los que tenemos que salvarnos, y sólo es posible con una postura ciudadana ética, aunque
pueda
sonar
antiguo
(8) Saramago, J. (2006). El hombre duplicado. Alfaguara. (9). Medina, C. (enero de 2004). José Saramago: la ética como compromiso de vida. El Universo.
y
anacrónico» (9). Este no es un manifiesto sobre política partidaria. Pretende ser un ensayo de la ética como política, del cuidado y el respeto como
política,
de
la
empatía
y
el
humanismo como política porque, como expresa Sara Ahmed, «la imposibilidad de sentir el dolor de los otros no significa que sea simplemente suyo o que no tenga nada que ver conmigo» (2015, p. 63).
Fabiana Takahashi (Córdoba)
Es Doctora en Letras por la UNC, Licenciada en Letras por la UCC, Profesora de Castellano, Literatura y Latín y Profesora para la Enseñanza Primaria. Actualmente, se desempeña como docente en la UCC, la UNLaR y el Instituto Católico Superior. Es co-autora de numerosos libros, ha ocupado cargos de gestión universitaria y es Consejera de las carreras de Letras de la UCC y la UNLaR. Entre las tareas de divulgación de las actividades docentes y de investigación, ha organizado las Jornadas Interdisciplinarias de culturas lusófonas y coorganizado las Jornadas Interdisciplinarias de literatura clásica (UNLaR) y Café con Letras (UCC)
MONI(ARTE)| ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 11
Camarín literario
¿Qué (no) vemos? Partida doble junto a Adriana Petrigliano y Marcelino Montaña
Aprovechamos, con protocolos incluidos, la flexión de la cuarentena y nos reunimos (dos monitas físicas y tres monitos en la virtualidad) con Adriana Petrigliano, ya una amiga de la casa Montaña,
editor
♥,
y Marcelino
multifunción
de
Estantigua Editorial, para hablar sobre el
queñas (pocos ejemplares), pero estoy
lanzamiento de Ayer olvidé tu voz (2021) y
sintiendo que va más allá de lo literario.
sobre algunas problemáticas que presenta
Yo no quiero mostrar literatura. Yo quiero
el contexto literario riojano. ¡Te invitamos
hacer rodar lo que escribo, porque me
a disfrutarla!
estuve dando cuenta de algunas inutilidades que tiene lo literario: las críticas
Monitos: Adri, leímos Ayer olvidé tu voz, el
literarias son inútiles, el encasillamiento
último libro que sacaste junto a Estantigua
en los géneros literarios es inútil. Aleja el
Editorial. Creemos que este libro se
verdadero sentido de lo que, para mí, tiene
balancea entre lo retrospectivo y lo
la literatura: darnos algo y sacarnos de
introspectivo. ¿Es así?
algún lugar. Entonces, ese librito pequeño es un poco eso que vos decís. Sí, es poesía o
Adriana: Yo digo de ese librito (yo lo llamo
textos en prosa poética, pero es eso: estoy
librito no por el tamaño, sino porque es un
ahí metida hacia adentro y, después, hay
pequeño libro) que no es literatura, es un
una mirada hacia fuera.
libro salido muy de adentro. Me está pasando algo últimamente: yo no tengo
MON: Y también hacia atrás, ¿no? Porque
muchas ediciones, la mayoría de mis
leemos muchos recuerdos.
ediciones son artesanales (las primeras hechas por mí y después la segunda que
A: Absolutamente. Muchas personas pue-
hago con Estantigua) y de tiradas muy pe-
den creer que tiene que ver con la edad (yo
MONI(ARTE)|ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 12
ya soy una persona grande), pero en
La línea es difusa, concretamente difusa (si
realidad desde que escribo siempre miré
es que lo difuso puede ser concreto), pero a
para atrás. Hago narrativa, pero en la
la vez no existe una barrera. No podemos
narrativa soy absolutamente cuidadosa. Es
no-estar en lo que hacemos. Por ejemplo, el
como un género que a mí no me pertenece,
pintor no puede no-estar él, porque él ve
entonces lo tengo que trabajar con un
ese mundo: es su mundo el que está
respeto que va más allá. Me di cuenta que,
pintando. Es algo que se discute mucho;
en mi narrativa, todos mis personajes van
sobre todo hay un prurito, un prejuicio o
hacia atrás, miran para atrás. No sé, será
son posturas (que a veces son más
un rasgo, será una característica. También
marcadas según la época) que piensan que
repito estructuras, no solamente miradas.
el poeta solamente habla de lo suyo, de lo
Mis cuentos tienen una única estructura:
que le pasa. Hay un preconcepto: lo que
siempre hay un momento en el que no
nos pasa a los hombres y mujeres (o con la
existe la puntuación porque pareciera ser
palabra que queramos nombrar) nos pasa
un monólogo interior del personaje o del
universalmente: nos duelen cosas, nos
narrador, que no puede ser posible, pero es
alegran cosas, vivimos y morimos. Es
y siempre va para atrás.
universal. Entonces, el artista va a poner eso y el otro va a creer que es propio del
MON: Claro. Analizábamos el tema de la
artista y, sin embargo, no es propio,
fotografía, por ejemplo. Ese recordar la
termina unificándose y no por eso tiene
escena o el armar los contextos y nos daba
menos valor (porque hay muchos que
pie a pensar que tu escritura oscila entre
consideran que es menor escribir desde lo
lo intimista y el recuerdo, por eso lo de
más íntimo de uno). Mi madre era
retrospectiva e introspectiva. La segunda
escritora y yo leo sus cuentos que no
pregunta que tenemos (y que lo acabas de
tienen nada que ver con ella, pero en cada
decir un poquito) es si creés que hay una
personaje que creaba aparece algún rasgo
línea difusa entre lo que es la ficción y lo
familiar, algo que yo ya supe o ya fue
que es lo personal o lo autorreferencial.
escuchado en una rueda de tías o de abuelas, entonces, me parece, que no le tenemos que tener miedo a eso, para nada. Y sí, esa línea siempre es difusa, es algo inasible. No es una ciencia exacta. MON: Exacto, porque está la concepción de que el poeta escribe lo que le pasa. Por ahí puede haber un yo poético, pero a veces no. Varía mucho, más hoy en día. No hay una línea concreta entre el yo poético
Edición artesanal de Papelitos para Pedro (2001).
y lo autorreferencial.
MONI(ARTE)| ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 13
A: Totalmente. Hoy sí que las fronteras
sas. Era muy chica y fui a buscar algo (o
entre
totalmente
me metí por curiosa). Empecé a revolver
abolidas. De hecho, la mixtura que hay de
todo, porque todo era raro, y entre las
géneros permite que uno disfrute mucho
cosas que había, encontré un libro viejo
más. Cuando yo era chica me leía (tenía
que se llamaba Misia Pepa, de Constancio
que leer) todo, porque me fascinaba leer.
C. Vigil. Eran dibujos y, obvio, texto. Yo no
Me leía los rusos, por ejemplo, y hoy digo
sabía leer. pero se lo robé a mi tío. Él no
«no podría leer eso». Hoy, los libros son
leía, ni nadie en esa casa, creo, y no sé por
aireados,
deben
qué estaba ahí Misia Pepa. Lo llevé y
acompañar la época. Lo hemos hablado
durante mucho tiempo, sin saber leer, me
con lo de los concursos literarios: ¿por qué
seguía llamando mucho la atención. Creo
tanto revuelo se arma últimamente y por
que ahí hubo un quiebre: no me había
qué hay tanta crítica y tanta opinión
topado todavía con un libro (tendría 3 o 4
encontrada? Porque los textos que se
años). Ese fue el primer recuerdo no-lector,
piden son micros, entonces la gente los lee.
pero lector. Después, cuando supe leer,
Un cuento tradicional de diez páginas no
sentí un vínculo muy fuerte con todo.
lo lee nadie, por lo tanto no lo critican. Es
Había una señora que trabajaba en casa,
simple.
que era increíble, con quien yo hablaba de
los
géneros
livianos.
están
Los
libros
libros, porque mamá escribía, pero se la MON: ¿Cuál fue el detonante con el que
pasaba escribiendo y no leía. Me acuerdo
comenzaste en el camino de la literatura?
que la señora me prestó los primeros libros
Un momento que elegís y decís «este es».
(fuera de los que me regalaban a mí, que eran los típicos) y yo los leía a todos.
A: ¡Qué difícil el momento!, porque encima
Entonces, todo lo que pasaba alrededor,
en ese librito [Ayer...] aparecen muchos
me daba cuenta de que lo miraba de una
símbolos del detonante e incluso hago un
forma distinta. Quizás ahí se estaba
recorrido de mis listas lectoras, pero el
gestando la manera de decir, para mí, de
detonante puro debería haber sido el día
forma distinta. Todos miramos de manera
en el que yo tuve un libro en mis manos
distinta, pero siento que percibo el mundo
por primera vez, con la noción de que era
de otra forma e intento ponerlo en lo que
una cosa diferente. Y esto, mirá, no lo
escribo. Sí hubo un momento a los 12 años,
conté nunca [se ríe], pero porque tal vez
que siempre lo digo, que fueron dos
siempre nos quedamos con un momento
encuentros con mi Top 5: la llegada del
de
[el
hombre a la luna, que me marcó de una
detonante] aparece con la lectura. A mí la
manera que todavía no puedo compren-
lectura se me apareció. Yo soy de Buenos
der, y el primer poema de Neruda que leí.
Aires, vivía en el sur de Buenos Aires y
Tampoco sé cómo llegó el librito, pero ya
cerca vivía un tío que tenía un galpón, de
no
esos donde se guardan herramientas y co-
contemplación poética. No sé si sirve.
escritura,
por
ejemplo.
Esto
pude
salir,
nunca
más,
de
esa
MONI(ARTE)|ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 14
MON: A veces no pensamos qué mal que está el sistema educativo, porque no duda en romperle la ilusión al niñx que quiere escribir o ser artista. Muchos dicen «no, eso no se puede». A: ¡Claro! Porque si a uno le fascina la matemática, la geografía o la historia y le encanta estudiar y la precisión, no lo vas a correr de ahí, pero al artista, al que tenga
Portada de Poemas de Otra, publicado en (2019) Fotografía cortesía de Adriana.
que ver con el arte, la educación lo corre,
MON: ¡Sí, re sirve! Aparte es lindo
lo aleja. Ya se descubrieron todas las
reconocerse en las cosas que pasaron en la
inteligencias que hay. No es solamente la
niñez. Eso fue lo que te llevó a encontrar
inteligencia en las matemáticas.
tu amor por la poesía desde chiquita. Fue lo que te dejó marcada.
MON: ¿Creés que hay algún camino por el que está transitando la literatura hoy,
A: Sí, que es algo que me encantaría hacer
especialmente la de La Rioja? ¿Qué pasa
también. Yo digo que hay que prestar
con la literatura de hoy?
atención a lo que les pasa a los chicos, porque ellos tienen la mirada más pura
A: Pasan muchas cosas en la literatura. El
que existe (que luego se contamina). A mí
canon... es terrible. Yo no creo en eso. Soy
me pasaron cosas cuando iba a la escuela
muy libre. Siempre dije lo que tengo en mi
que no percibía ningún profesor. También
currículum: libre de educación oficial. Creo
lo digo en el librito: sobre la monja que nos
en lo que provoca algo, no en lo que te
enseñaba botánica (y todas las monjas que
provoca, porque esa es otra postura: te
no puse ahí). Me mandaban de penitencia
provoco
y, hermosamente, me llevaban a la biblio-
innovador. Creo que las innovaciones no
teca, hasta que se dieron cuenta que me
se dan de esa forma. Cuando Cortázar
mandaban donde yo era feliz y no lo
innovó con su literatura no salía a hacerse
hicieron más [nos reímos todxs por la
el loquito por la vida, el tipo escribía así.
picardía de Adri]. Pero eso: insistir en que
Cuando Huidobro o Girondo escribieron
el chico está percibiendo algo que los
como lo hicieron, no salieron a hacerse los
adultos
esa
«yo soy el más piola de todos los piolas».
percepción del mundo de un chico está el
Eso es lo que creo que a veces pasa, pero
futuro, que lo torcemos, porque «tenés que
no solo pasa acá, ¡ojo!, pasa en todos lados.
ser abogado», «tenés que ser ingeniero»,
Vos, mudito, no tenés que seguir ningún
tenés que ser, tenés que… No tenés que ser
mandato, ningún concepto: tenés que
nada más que lo que quieras ser.
escribir y tenés que mostrar. Entonces, lo
ya
no
percibimos.
En
haciéndome
el
pesadito,
el
MONI(ARTE)| ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 15
que creo que pasa acá, puntualmente, que
también hay monstruos sagrados a los que
somos una ciudad pequeña, es que existen
hay que respetar y venerar aún sin que te
pequeños grupos, como si todos (y voy a
gusten. En un poema viejito puse las cosas
decir todos) tuviéramos la verdad, la
que no hice: «yo nunca leí el Quijote», pero
razón, el Santo Grial. Y ninguno la tiene.
parece que fuera vergonzoso decirlo. Por
Ninguno. Lo que yo creo es que cada uno
ejemplo, en otras ciudades, todo lo que le
muestra lo que es, cómo lo hace, cómo le
hace mal a la literatura es lo comercial,
gusta que lo vean, que lo escuchen, que lo
porque las editoriales te enchufan a
lean, que lo consuman. O que no lo
autores comerciales y se están perdiendo
consuman, porque hay un montón de
escritores que hay en otros lugares que no
gente que escribe que no le gusta mostrar
los lee nadie. La literatura se intoxica por
o se avergüenza o tiene timidez. Lo que
el comercio, por el ego, por la postura. El
está pasando (y eso es lo que más tristeza
otro día tuvimos una discusión sobre cómo
me da) es que hay guerras de egos muy
cada uno se percibía y se mostraba con lo
feroces y, en esa ferocidad, hay algo más
que hacía, entonces yo decía «¿qué es
triste todavía: que hoy, por la tecnología,
mostrarse?». Nos reíamos (y por eso me
todo se torna visible, público. Quizás esas
saqué la foto con los pelos rojos y las uñas
guerras de egos existieron también en
verdes) porque me cargaban: «no, te tenés
otras épocas. Yo me acuerdo que mi madre
que sacar la foto como escritora». Yo soy
tenía dos grupos de escritores. ¡Ay, madre
esa, pero escribo esto. Yo soy esa que me
mía! Faltaba que se decapiten, porque se
mato de risa con las uñas verdes, pero te
criticaban, pero no había redes. Era como
lloro todo el librito. Otro gran, gran
el chusmerío, el corillo del café, no pasaba
problema es el egoísmo y la falta de
más lejos. Te enterabas de los grandes:
generosidad. Organicé muchísimos con-
todos sabemos que Bioy Casares y Borges
cursos literarios. En el último fui jurado
se burlaban del pobre Juan Ramón
(Chaya en familia 2021), pero históri-
Jiménez. Él obtuvo el Nobel de Literatura
camente
y los otros dos viejos se desvivían por
ganaban, el jurado era divino; si perdían,
defenestrarlo. Yo he sufrido por culpa de
publicaban que el jurado era malo. Es eso:
las redes. No tuve cómo actuar, me sentí
si yo gano, está todo bien, pero si pierdo,
avasallada, vulnerada. Por suerte, siempre
no sirve para nada. También las redes
hay
nuestra
ahora te permiten que vos ayudes al
defensa. Entonces, ¿qué pasa cuando pasa
compañero artista, que lo visibilices, que
esto? La literatura queda de lado, porque
compartas
«yo a este no lo leo porque este es amigo de
escultura, su foto, su video. Hay una gran
este», «porque este otro dijo tal cosa»,
lucha por los diferentes tipos de cupos,
«porque este me sacó esto», «porque este
pero también tendríamos que tener un
grupo tal cosa» y la literatura, ¿dónde está?
fuerte debate sobre ser generosos. Es una
A mí eso me apena. Después hay otra: acá
cadena que no aprendemos a hacerla.
personas
que
salen
en
los
su
organicé
poesía,
yo.
su
Ahora,
cuadro,
si
su
MONI(ARTE)|ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 16
MON: Ya sabemos que la respuesta a esta
MON:
Nosotros
lo
pensamos
porque,
pregunta, seguramente, será «¡no, nada
precisamente, con el solo hecho de hacer
que ver!» [risas], pero… ¿alguna vez
algo, uno ya está haciendo una gestoría
pensaste que ibas a ser una fuerte figura
cultural. Ahora, si contamos que todo lo
en la gestoría cultural de las letras en La
que hiciste (y seguís haciendo) es para el
Rioja?
público riojano, lector o no lector (porque das talleres en las escuelas, andás con los
A: [Adri pone cara de nada que ver, tal
susurradores,
tenés
tu
taller
para
como pensábamos, nos reímos y decimos
escritores) es una gestoría. Les dije a los
«no, no se ve así» y el suspenso...] ¡Nooooo!
chicos «Adri nos va a mandar a la m* con
No me veo así. Fijate como sí me veo: yo
esta pregunta» [se ríen], pero también para
no puedo estar si no estoy haciendo cosas
que sepas que nosotrxs (y muchxs) te
que tienen que ver con lo cultural. Me
consideran una gran gestora. Más allá de
involucro, me gusta involucrarme, pero de
esto de «me cae bien» o «me cae mal», si
ahí a ser una gestora… no sé. Yo siempre
hacés o no haces... hay un trabajo y es un
trabajé en el área de cultura, gracias a
trabajo que tiene peso.
Dios, haciendo cosas que tenían que ver con la cultura. La mitad me daba bolilla y
A: A mí me pasa algo que tal vez yo no
la otra no me daba ni un peso, pero todo
dimensiono: como es algo que me gusta
eso lo podía hacer y bueno, me gustaba. A
hacer, yo siento que el hacer esas cosas me
mí me gusta hacer.
proporciona mucho placer, porque plata no me proporciona, nunca jamás de los jamases [risas]. Yo no lo veo como una carga. Tal vez si yo tuviera que estar sellando cosas, escribiendo notas, diría «ah, la pucha, ¿para qué hago esto si nadie me considera?», pero yo no necesito que alguien me considere o que sienta algo, porque lo que yo siento es placer. A mí me gusta levantarme, regar mis plantitas, prender mi sahumerio, tocar el cuenco tibetano, poner la musiquita, meditar, escribir y hacer lo que hago. Si en el medio yo tuviera que ir a atender una carnicería, me daría pánico. Por ejemplo, yo di talleres en la cárcel y, sin embargo, era un ambiente súper mágico comparado con lo
Adriana susurrando en la Feria del Libro de Buenos Aires, 2016.
que me tocó trabajar antes en el ámbito administrativo.
MONI(ARTE)| ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 17
MON: No por nada Kafka pone como
Marcelino: ¿Y de esa época vos dirías
pesadilla los procesos administrativos en
«bueno, yo estaba haciendo esto y también
El proceso, ¿no? [se ríen]. Adri, ¿cuál fue el
había tal persona haciendo similar»?
primer taller que diste? ¿Tuviste una
Talleres
necesidad profunda, mística, para darlo?
momento?
A: El primer taller que di fue en el marco
A: No sé, porque es lo que les dije a las
de los Juegos Nacionales de Lectura «Leo-
chicas: ahora como está todo con la
poldo Marechal», en el año 1999. Trabajaba
tecnología, te enterás. Yo no sé si había.
en la biblioteca Marcelino Reyes y, desde
Para mí, todas las cosas que yo hago o que
Nación, la CONABIP mandó una serie de
tienen que ver con lo literario, lo hago
actividades que, durante una semana,
desde mi búsqueda. Ahora yo no sé si
debían hacerse en bibliotecas. Entonces, se
alguien hacía algo. Seguramente. Pero ¡qué
me ocurrió hacer fichas para tallercitos
satisfacción tuve yo después de todas esas
con libros de la biblioteca. Esas fueron mis
pequeñas cositas! A mí me contrataron del
primeras fichas. Eran fichas hablando de
Ministerio de Educación de la Nación para
los personajes o con preguntas como «¿por
rediseñar el nuevo diseño curricular de
qué este conejo es rosa? Andá a la página
nivel inicial. Fui contratada casi ocho años
tanto», ese tipo de juegos. Ahí me di cuenta
por Plan Nacional de Lectura y di talleres
que podía hacer eso, pero ahí me había
en casi todo el país gracias a eso. También
quedado: era con los chicos. Cuando
di talleres en la universidad. Yo solo había
termina, a la otra semana empiezan a
pisado la universidad cuando se recibió mi
venir
había
hija. Y el primer día que me paré a darles
talleres para los chicos y yo estaba en una
un taller como a 80 personas, me sentí
época económica bastante apretada. Ahí
avasallada, pero tengo una cosa: digo «no
fueron los primeros talleres infantiles que
puedo», pero puedo. Ahora, si alguien más
di. Después se sumaron adolescentes y
estaba haciéndolo, no lo sé. Por ahí había y
después me empezaron a decir «¿y para
no me enteraba.
madres
preguntando
si
literarios…
¿Había
en
ese
adultos?». Más adelante apareció el taller para adultos y ya está. En el 1999 largué y ya vamos por los 22 años. Me olvidé de algo con la cuestión de los talleres. Antes de eso, en el diario «El Independiente» tenía, los domingos, una página que se llamaba «Ventanitas de papel». Ahí hacía recomendaciones de literatura infantil y escribía jueguitos infantiles. A eso después lo llevamos a Radio Nacional y ganamos un premio.
Adri leyendo sus poesías en la muestra fotográfica «SANAR» (2021) de Natalia Díaz en el Museo de Bellas Artes «Octavio de la Colina», La Rioja.
MONI(ARTE)|ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 18
MAR: A mí me da la impresión de que en
A: Claro, ¿ves? Por suerte eso hoy no pasa
esa época era (como sigue siendo hoy,
y los chicos pueden tener una búsqueda
aunque un poco más abierta) muy elitista
sin
todo lo cultural. Me acuerdo que tenía una
búsqueda de talleres. Mi mamá escribía y
necesidad de buscar algo artístico y en la
punto, ya está. Yo sabía que necesitaba
escuela
y
herramientas y no encontraba talleres
religión. Incluso mis padres decían cosas
acá. Ahora hay talleres. Yo no puedo ir
como «ni se te ocurra pedir hacer [algo
porque estoy trabajando, pero cuando era
artístico]». Mi papá no se daba cuenta, pero
más joven, no escribía. No tenía dónde ir o
él todas las semanas me traía un libro que
cómo hacerlo. Que yo sepa no había
yo leía y mi mamá los quemaba.
talleres literarios cuando vine a La Rioja.
MON: ¡No, pobres libros! ¿Y en algún
MAR: ¿Y cuál fue la literatura que te abrió
momento se te dio ese encuentro con lo
otra puerta al mundo de lo oscuro, de lo
artístico?
que no se cuenta? La miseria humana
eran
solamente
números
censura.
Yo
también
tuve
una
puesta en poesía. Viste que siempre la MAR: A mí la que me abrió la cabeza con
poesía pasa por un lado donde es bonita,
lo artístico fue una profesora de Literatura
aceptable.
en tercer año. Estábamos viendo el Martín Fierro. La profe titular se enferma (Escuela
A: No, puntual no me voy a acordar, pero
Pio XII, ¿no? O sea, la antigua, súper
sí, por ejemplo, hablar de Sharon Olds. Vos
estricta), la cambian y entra una profesora
decís «esta es una poesía que te sopapea».
nueva. Llega y dice «bueno, ¿qué están
Es norteamericana y yo tengo mucha
viendo? ¿El Martín Fierro? Bueno, haga-
resistencia. A mí me gusta lo latino-
mos una cosa para la próxima clase.
americano, lo español, lo que tiene que ver
¿Quiénes saben tocar la guitarra? Traigan la guitarra, bizcochitos, el mate, vamos a leerlo de otra forma». En la hora de ella fue correr todos los bancos, sentarnos en ronda y a todos nos dio ganas de leerlo, porque de otra forma era un bodrio. «Bueno, toquen» y mientras uno hacía como la payada (que ella lo explicó), íbamos leyendo y charlando. Habremos estado veinte minutos en la clase cuando, por la ventana, asoma la cabeza la rectora y toc toc, «profesora, venga». Tardó quince minutos en entrar llorando y agarrar sus útiles. La echó en el momento.
Fragmento de un fotopoema, editado en Ayer olvidé tu voz (2021). Fotografía y texto de Adriana Petrigliano.
MONI(ARTE)| ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 19
con nuestra lengua. Y me resistía. A veces me resisto mucho más de lo que me gustaría. Por ejemplo, J. J. Junieles. Él tiene una poesía que me encanta. Me encantan
los
colombianos.
Bueno,
Bukowski me encanta. Esa cosa sombría, absolutamente triste. Mairal. A mí de Pedro Mairal me gustan los pornosonetos, son fuertes. Van al hueso feo, si se quiere, pero es una alta poesía. El cuento «Coger
Adri y Pablo Ramos en Rayuela.
en castellano» de Pedro Mairal (si no lo
jóvenes, algunos que son más vergonzosos,
leyeron, lean ese cuento) te abre, o por lo
otros que son más descarnados. ¿Tenés
menos a mí, que soy vieja. No tengo
alguna forma de coordinar todas esas
ningún prurito.
propuestas en los talleres?
MAR: ¿Escribiste cosas fuertes que dijiste
A: A mí, tantos años de taller, me hicieron
«no les puedo poner Adriana Petrigliano,
ver algo: uno maneja con el clima las cosas.
pero me voy a poner un seudónimo»?
Por eso, a veces, cuando doy taller con otras
personas,
no
me
quedo
muy
A: No, no. Jamás pondría un seudónimo.
conforme con los resultados, porque no
Me parece de cuarta eso de ponerse detrás
tenemos la misma vibración. Hay una
de otro nombre. Eso es para un concurso.
vibración en el taller que no sé si la
No, hacete cargo. Por ejemplo, el cuento
sienten, pero yo sí. Se vibra como al
«Papito» es el cuento «Papito» y el que
unísono. ¿Vieron eso que pasa, en un
quiera darse cuenta, que se dé cuenta y
momento,
mis hijos lo leyeron y lo saben. Eso no me
momento en el que el ritmo cardíaco de
da vergüenza, porque eso fue así y lo
todos los coreutas está sincronizado, pero
descubrí de vieja también. Eso es otra cosa,
no es porque se busca la sincronización,
pero exponer mi sexualidad o mis deseos,
sino porque existe esa vibración. En un
no sé... Todas las personas tenemos deseos,
espacio de arte, como lo es un taller, que
ni blancos, ni negros, ni oscuros, ni claros.
encima uno está exponiendo cosas que no
Son deseos. Ahora, ahí hay un límite, para
saca de afuerita (de afuerita saco el texto
mí.
que les doy): ustedes sacan de adentro.
con
los
coros?
Llega
un
Entonces, ahí hay una vibración. A mí me MON: Lo que también te queríamos
gusta crear determinados climas y no sé
preguntar, que era precisamente sobre lo
cómo, pero se logran. A veces más, a veces
que
¿cómo
menos. Cuando doy talleres con otras
terminás coordinando las propuestas con
personas es lindo y todo, pero no vibramos
un grupo tan heterogéneo? Grandes, chicos,
igual. Yo lo manejo así.
hablabas
hace
un
ratito,
MONI(ARTE)|ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 20
MON: Esto más o menos lo hablaste al
Las redes te permiten que ayudes al compañero artista, que lo visibilices, que compartas su poesía, su cuadro, su escultura, su foto, su video. Hay una gran lucha por los diferentes tipos de cupos, pero también tendríamos que tener un fuerte debate sobre ser generosos.
principio, no sé si querés agregar algo ahora. La pregunta era sobre esto de que tu narrativa es diferente a tu poesía y si sentís que sos dos Adriana a la hora de escribir. A: En mi primer libro que hice con mi editor [se ríe y señala a Marcelino], que se llama Poemas de otra (2019), sentí que los poemas eran de otra, no eran míos porque
MON: ¿Cómo es la experiencia de ser
son diferentes, porque hice otra mirada.
jurado en un concurso? ¿Hay mucha
Ahí hacía una observación de todo lo que
presión a la hora de elegir?
me rodeaba desde otro lugar. En mi narrativa, Linda Fragapani fue la primera
A: No voy a volver a ser jurado en La
persona que me lo marcó y me dijo que yo
Rioja. Voy a decir algo: hay una gran
era fuerte a la hora de escribir. Yo ahí sí
desvalorización de dos trabajos: el de la
siento que en mi narrativa soy otra,
organización de un concurso y el de ser
porque voy a historias que tienen que ver
jurado de un concurso. Se desvaloriza por
con otra cosa, siempre. Con la cosa más
los egos y se desvaloriza en los lugares
fea, más triste, más sucia de la vida.
pequeños. Organicé una enorme cantidad de concursos en La Rioja y uno siente que
MON: ¿Como algo más cruento?
da la oportunidad (porque yo me la pierdo siempre: lo hago y no puedo participar) y
A: No sé si cruento, no. A ver, tengo,
en lugar de valorizar, de estar agradecidos
ponele, seis cuentos y en tres se suicida el
de tener la oportunidad de que alguien
protagonista. Ponele que sería lo cruento,
juzgue nuestro trabajo... No, siempre hay
pero tampoco escarbo ahí. Sí es muy
un dedo acusador. Sufrí el dedo acusador.
distinta, aunque tampoco es muy distinta
Si yo lo organizaba cuando estaba en la
de mi prosa poética. Creo que era un
municipalidad, ganaban alumnos de mi
folclorista el que decía que la gente ya
taller, entonces, claro, «lo hace para que
había escrito de los pajaritos y de las flores
ganen los alumnos de su taller». Cuando
y que podemos escribir de otra cosa.
participábamos en la Feria del Libro, yo
Tampoco sé muy bien el mecanismo de lo
mandaba,
que me pasa con los cuentos. El único
alumnos y nos reíamos porque decían
cuento que escribí a pedido fue el que me
«mirá, la profe no gana nada». Siempre
publicaron en «La palabra precisa» sobre la
está el dedo, la duda. Pasó con la primera
viejita que está en el geriátrico y tiene que
edición de Te cuento la chaya, que fue una
escribir de las vacaciones de verano.
idea mía. Como porteña, no me tendría ni
pero
ganaban
todos
mis
MONI(ARTE)| ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 21
que interesar que cuenten la chaya. De
el «¿y quiénes son ustedes para juzgar?» o
hecho, no me gusta, no la entiendo, pero la
desmerecen el trabajo de escritores de la
respeto. Aun así, yo quiero que la chaya,
hostia que son buenísimos. No voy a ser
que es algo tan importante para la cultura
más jurado. Salvo que haya billetes verdes
de La Rioja, nuestra cultura (porque me
[se ríen] y como nadie te va a dar a los
considero riojana), esté en la literatura.
billetes verdes…
¿Cómo no va a atravesar la literatura? Ahora, ¿por qué la va a atravesar siempre desde lo folclórico? Lo folclórico va por un lado, lo literario va por otro. Es un cliché. ¿Por qué la tiene que atravesar con símbolos que ya no existen? Entonces, hay un constante ataque (y de varios flancos) que a mí me hacen perder la fe o la esperanza de que la literatura esté cruzada
Algunos favoritos de
Adriana Petrigliano Gabriel García Márquez
Carina Radilov Chirov
por temas tan hermosos como la chaya, pero de forma diferente. En el último
Juan Rulfo
concurso tuvimos una desvalorización muy grande debido a una carta que circuló
Luis Chaves
por redes. Me afectó mucho este tema. Alguien me dijo «vos no serás riojana, pero
Fabián Casas
no hay un solo día de tu vida que no
Pedro Mairal
pongas una foto de La Rioja en tu muro», porque la amo, porque amo el paisaje que me rodea. Tengo tres lugares donde quiero que vayan a tirar mis cenicitas: el cerro, el obelisco o Roma, pero me gusta más Roma [se ríe]. Y bueno, eso tampoco lo valoran. Nosotros no sabemos quiénes son los participantes, no tenemos porqué saber. Somos honestos. Y siempre fui acusada de dirigir los concursos. ¿A mí qué me importaba quién gane? Mientras gane alguien y escriba bien, es suficiente. ¿Sabés todo lo que tenés que leer? No hay comité de selección que te diga. Y no todo lo que llega es bueno. Nos juntamos o hacemos videollamadas para leer con autores muy buenos y encima critican con
Hernán Casciari
Mario Paoletti J. J. Junieles
Mario Bellatín Pía Barros
Jorge Posada
MONI(ARTE)|ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 22
Bonus Editorial: Marcelino Montaña MON: ¿Cómo es trabajar con Adri?
MAR: Bueno, la primera vez que la conocí (y fue la primera vez que hice un taller literario)
fue
por
el
aniversario
de
Mafalda. Cumplía 50 años y en el MOC se hizo un taller. Ya estaba en los pasos con Estantigua, dándole formato, pero nunca había hecho un taller literario. Creo que me permití, en ese momento, el llevar la situación que ella me planteaba para un lugar que a mí me sorprenda también. Era
Adri y Marcelino, presentando Los Imagineros en la Feria del Libro La Rioja (2019). Fotografía: Secretaría de Cultura
Estantigua y eso me gustó: verlo palpable al material, porque los primeros trabajos eran compilados de muchos libros que
el personaje de Mafalda y la llevé a situa-
tengo y de ahí armaba un poquito de todo
ciones en donde era difícil imaginársela y
bajo una temática.
me gustaron las devoluciones. Me gustó
tenía que ver con la vista y la diferencia
esto de que ella pueda trabajar en la tierra
entre ver y mirar. Los primeros eran
mía, de decir «esto está bien». Ahí
escritos a máquina y después empezaron
empezamos a trabajar. Después, tuvimos
las cajitas, para matar el tiempo. Había un
la oportunidad de vernos ya en una feria y
montón de ideas de cajitas, que también es
ella pudo ver los trabajos míos de
una constante porque tengo que estar
Estantigua, que era muy rudimentario
trabajándolas y me gusta hacer todo:
(porque también la idea de Estantigua
desde la caja hasta cortar el papelito.
pasaba por ese lado). De hecho, las
Después fue el tema de Los Imagineros.
primeras publicaciones que yo hacía eran
Cuando sale el primer trabajo, eran 23
libros de 5x3.5 cm, escritos a mano, cosidos
imagineros en la primera edición. Ahí
y ahí publicaba mis cuentos, pero ese
empecé a pensar en la responsabilidad:
temor lo llevaba a un objeto tan chiquito,
«bueno, ahora hay 23 personas, actuales,
porque también tenía que ver con la
de La Rioja, que están escribiendo, ¿qué es
vergüenza de mostrar lo que yo hacía.
esto de editar?»; que no me gusta cargar el
Entonces, lo trabajaba todo chiquitito. Me
título, veo que es muy fácil ponerse el
acuerdo que los escribía con lupa y los
rótulo, porque me parece una cosa donde
salía a vender. Incluso los vendía con un
uno tiene que sentir que te traspasa el
muñeco de tela que yo les hacía a cada
texto. Eran todos textos distintos, de
libro. Salía a caminar la ciudad con los
diferentes edades, de puntos de vista y me
muñecos y los libritos. Y bueno, ahí nos
encantó que sea así. Me encantó ver todo
conocimos con Adriana. Ella empieza a
el material, el proceso de selección (porque
hacer los talleres con las cosas que largaba
al principio todos mandaron dos, tres, cua-
Estaba Mosaico, que
MONI(ARTE)| ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 23
tro cuentos): leerlos, tener que decidir
como cuando veo una película: yo no la
«este sí, este no», este que me hacía
puedo ver y disfrutar como cualquiera,
acordar a otro que ya había seleccionado,
porque mi cabeza está en la técnica. A
entonces
de
veces, estoy viendo las escenas de conti-
contenido... Creo que eso para mí fue una
nuidad y capaz que terminó levantando la
posibilidad, junto con los talleres, para
mano y en la otra escena aparece así [con
poder afianzarme en lo que yo estaba
la mano abajo] y yo digo «ahí hay un
eligiendo hacer de mi arte y de mi vida y
error» o «ahí salió el micrófono». Mi cabeza
que sea mi sustento, mi trabajo. No uso la
funciona así. Ves todo y decís «no puede
palabra trabajo porque me gusta más la
ser que no vea la película como todo el
palabra laburo: la labor que pasa por ese
mundo».
ir
por
el
mismo
hilo
lado, ¿no?, que me da placer. El trabajo es como muy tedioso, la palabra me da tedio.
A: Él está viendo más allá. Está viendo otra cosa que, a lo mejor, vos que lo escribiste,
A: ¿Viste lo que hablábamos antes de la
no lo ves. Por ejemplo, es una propuesta de
falta de generosidad? Acá se da al revés,
Marcelino el dibujo de la Santa Rita [en
porque acá hay una generosidad que, creo,
Ayer olvidé tu voz].
es recíproca. No entre nosotros dos, salvo las excepciones, sino entre la gente que
MAR: Claro, porque me lleva a ese terreno
integra Los Imagineros: es la generosidad
y es algo que siempre le digo a Adriana:
de dar y la generosidad con la que él recibe
admiro
y hace. Yo no me voy a olvidar nunca, por
talleres, porque es muy difícil en La Rioja
eso hablo de la generosidad, cuando
que alguien te dé una oportunidad o que te
Marcelino nos dijo a algunos del grupo (23
preste atención directamente, ni siquiera
personas de todas las edades, de 80 hasta
hablemos de la oportunidad. Yo vine de
14, todo ese abanico) que ponía los textos
laburar de Buenos Aires. Laburé para el
en un programa para que se los lea, con
Teatro Colón, para Televisa México, para
música de piano de fondo, para ver qué le
Finlandia,
provocaban. Y yo dije «este está loco»,
Schussheim, para Sergio Renán, para
¡pero de los buenos!
grosos de todos los colores. Vine acá, con el
esa
generosidad
para
España,
para
para
darnos
Renata
currículum en mano y no sé, todavía debe MAR: Claro. Y yo no tengo una casa, vivo
andar por ahí. Es más, mis primeros
dentro de mi propio taller: donde mire
trabajos los hacía gratis, trayendo tela: «te
tengo material para laburar. Así que era
lo arreglo», «te hago los vestuarios», «te lo
buscar elementos, empezar a armar. A mí
hago gratis», pero hagamos, porque yo
también me lleva a ese lado, a ese terreno,
decía «necesito que en La Rioja se empiece
porque yo trabajo mucho con el tema del
a mover algo» y bueno, también (que me
teatro, de la realización escenográfica. Así
cuesta a mí porque yo soy muy retraído) el
que ver una historia para mí es imposible,
no ver eso, ni siquiera
MONI(ARTE)|ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 24
fijate cómo se corre el eje y no va a estar él entre
los
grandes
elegidos
para
tal
proyecto o tal propuesta. Él le pone lo que no le ponen otros. Está bien [le dice a Marcelino], es tu trabajo y vas a editar todo lo que te llegue, pero le vas a poner una parte tuya. MAR: Claro, me pasó esto de «uy, qué bueno, te traigo mis textos» (incluso Proceso de encolado para el libro Ayer olvidé tu voz, editado por Estantigua Editorial. Fotografía: Marcelino Montaña.
manuscritos) y me decían «no sé si le vas a
que te digan «¿sabes qué? No nos interesa».
decir «listo, esto es plata rápida, transcribo,
Genial, pero decímelo. Eso no me cerró
ay, señora, divinos [besito], ahí está» o
puertas, sino que hizo que yo me meta
tomarme el compromiso de leer, de
adentro del taller, que cierre la puerta y
situarme en qué pasó y llegar a un punto
me ponga a trabajar. Ahí salió Estantigua
en donde yo lo veo. Mi trabajo es esto.
y,
Imaginate
con
toda
la
posibilidad
de
Los
entender a la letra». Y tenía dos opciones:
que
empecé
estudiando
Imagineros, fue empezar a entender lo que
bibliotecario acá, dos años. No sé si me
es el editar. Nunca tuve carreras que
gustaban tanto los libros, pero sí, porque
tengan que ver con lo literario, pero
decía «este trabajo me permite trabajar sin
mientras vas haciendo el ejercicio, te vas
contacto
dando cuenta y vas llevando anotaciones.
introvertidos nos reímos] y después me
Vas viendo e identificando y ves el texto
metí en la Biblioteca Nacional y era como
en un color, en una textura, en un sabor.
«ahhh, existe la carrera para reparar
Lo empezás a ver desde otras formas y eso
libros. Mejor, así no puedo ver a nadie» y
te permite, no leerlo, sino verlo. A partir de
era como «listo, ya está, esa es mi carrera,
ahora: ¿con qué lo acompañaría?, ¿qué le
quiero estar con los libros». Siempre tuve
pondría para que acompañe al texto?, ¿qué
libros y los veía pasar (por esto de mi
tendría que despejar de esta idea?, ¿cómo
mamá que me los quemaba todos); era
tendría que acoplarlo con la otra?
verlos y leerlos rápido. Ahora, ella [mi
con
personas»
[todos
los
mamá] es re lectora de todo lo que yo hago. A: Fijate lo que él dice qué importante es.
Volviendo un poco, la posibilidad de
¿Por qué no darle la oportunidad a la
trabajar con Adriana me hizo ver lo real y
persona
está
conocer que en La Rioja hay escritores y
haciendo algo con amor? Porque es con
muchos en la carrera de perfeccionarse,
amor como debemos hacer las cosas, no es
que eso también es muy válido. La
por lo que ganamos. Si lo hiciéramos por lo
oportunidad yo la veo en muchos escri-
que ganamos, no hacemos nada. Entonces,
tores y veo que esto de la tarea no es solo
que
te
demuestra
que
MONI(ARTE)| ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 25
escribir, sino que hay todo un equipo de
MON: ¿Qué nos podés contar del proceso
gente, cada uno con su rol. También que te
de edición, puntual, del último libro de
den la posibilidad de abrir la cabeza,
Adriana?
porque por ahí decís «tengo muchas ganas de escribir, pero no tengo un disparador».
MAR: Bueno, fue una decisión rápida.
¿Cuántas veces pasa? Empezás a escribir y
Dijimos «sí, sí, sí, listo», chocamos los cinco
parece que llegás al final, mirás la hoja,
y ahí me encontré con el material. Ya
decís «no, esto se me fue» y lo perdiste, lo
estaba Adriana viéndolo. De hecho, ahí
tiraste y ya está. Entonces, que te
respetamos el tema del orden, porque, por
organicen el mambo de escribir hace falta.
ahí, me dan un material y me dicen «no sé,
Yo creo que todo lo que está sembrando
fíjate qué puede ir adelante, qué puede ir
Adriana se va a ver de acá a varios años
atrás». Adriana me lo había dado con un
con una cultura lectora en La Rioja que se
orden que me pareció interesante, porque
anime a otros escritos, otros textos.
ella te lleva. Es tan descriptiva en algunas cosas que sos vos dentro de esa historia, no
A: No nos estamos dando cuenta de algo. Y
es que estás leyendo a una persona, a un
me da más bronca que no se dé cuenta
personaje, a una situación: estás vos
alguna gente que tendría que apoyar esto
dentro de esa situación. A mí me gusta
de otra forma y no que seamos tan
llegar, después de tantos procesos de
hormiguitas: estamos generando archivos
lectura, a sentirme ahí. De ahí, el trabajo
sobre qué se escribe en La Rioja en este
de la selección de las fotos también lo
tiempo. Porque dentro de 50 años, los
estuvimos viendo para que tenga que ver
chicos van a ser viejos y van a decir «te
con elementos que son de su pasado, de su
guste o no, pero esto se escribía, no es para
historia, que estén ahí. Además estaban
que te guste». Escribió y escribe mucha
las fotitos de ellas, que también tuvieron
gente, pero nadie la tuvo en cuenta o
un retoque. Todos los procesos de edición
nadie la promocionó, nadie la editó, nadie
(yo no sé manejar ningún programa de
le dio un espacio, nadie le dio nada.
computadora, o sea, nada) son artesanales. Todo lo hago, primero, a mano y mi primer boceto lo ves y decís «pero esto... ¿qué es esto?» y para mí es un mapa. A partir de eso, empiezo a armar, a compaginar, a ver el tema de los cuadernillos y siempre, en todos los trabajos, la música está presente y
voy
escuchando
los
poemas
para
empezar a trabajar. En eso escucho que un par de veces nombra mucho a la santa rita. Entonces la veo: la imagen de la santa rita, Fotografía: Marcelino Montaña
pero en un contexto muy fuerte dentro de
MONI(ARTE)|ENTREVISTA A ADRIANA PETRIGLIANO Y MARCELINO MONTAÑA| P. 26
las historias. Empecé a buscar y encuentro otra imagen de la santa rita en esas situaciones fuertes. Uno siempre tiene alguna planta, algún elemento que te va siguiendo, que te lo apropiás. Empecé a buscar por internet algunas ideas, a ver la planta y ahí empezar a hacer el dibujo. Mientras iba haciendo el proceso, pensé que Ayer olvidé tu voz tenía esto de ir olvidándose y jugué con eso. La imagen termina distorsionada, porque era lo que a mí me provocó. Queda una línea, queda el contorno de muchas cosas que en su momento son cosas fuertes que te van pasando, pero hay un momento en donde te das cuenta de que hay cosas que se van diluyendo y te queda esa idea. Y la idea que te queda es por fuera. Para mí, fue un
Muchas gracias Adri y Marcelino por la
proceso súper intenso, interesante, porque
hermosa tarde que pudimos (protocolo
yo lo vivo así. Para mí tiene que pasarle
por medio) pasar juntos. El título de la
por todos los sentidos al lector. Siempre
entrevista no es casual: realmente hay
estoy pensando en el cuidado de la
camerinos literarios y, como tales, en cada
escritora, de sus textos (si tiene ilustra-
uno nacen mundos, interiores y exte-
ciones, me fijo que no lo opaquen), pero
riores. Sus mundos nos mostraron sus
que el lector pueda sentirse dentro de
corazones, sus experiencias, sus búsque-
todas esas historias. Hay libros que ves y
das, sus viajes y sus logros, y son los que,
son muy solemnes, entonces mi idea es
como trabajadores de la cultura, nos unen
romper con esa solemnidad para relajar,
y enriquecen. Acompañamos la idea de
para que pueda estar acorde con la lectura
que la literatura nunca debe ser dejada de
y el contenido.
lado. Debe ser un puente que nos una, aun si no compartimos las ideas de los otros. Este grupo de monitxs seguirá intentando ser el puente entre nuestros invitados y nuestros lectores. Esperamos que a todos les haya gustado esta entrevista doble, con mucha información, muchas páginas, pero mucho amor.
Fotografía: Marcelino Montaña
Gracias a todos por leer.
♥
RELATOS MONITOS compilación de poesía y narrativa de autores argentinos
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 28
Yohan Sebastián Antonio Vera
¡Felicitaciones a nuestro Monito de Venus! Estamos muy contentas por nuestro Monito de Venus, Yohan Vera, quien ganó con su cuento «Mamá Auristela» el Primer Premio del Concurso Chaya en Familia 2021 organizado por la Secretaría de Culturas de La Rioja. No saben lo felices que nos hace saber que alguien de nuestro equipo haya ganado, con su esfuerzo y talento, un premio tan importante.
♥ Como
esta edición es sorpresa (en las revisiones le borramos estas páginas jajaja), le dejamos un hermoso mensajito a Yohan y luego ¡podrán disfrutar de su cuento! Yohan: Unimos las pocas neuronas que tenemos para hacerte este mensajito. Vos sabés que todas tenemos diferentes formas de expresar nuestro amor, así que van las cosas extrañas que cada una quiso poner. Lagus dijo que el fuego de tu sol en Leo y la empatía de tu luna en Cáncer te hacen llegar a todos los corazones y páginas del mundo. Sí, flashea, como siempre, pero eso no quita que tiene razón; la Iris dice que sos la demostración de que los sueños se cumplen con esmero, dedicación, amor y perseverancia y que sos la liberación del amors.
♥ La Ro nos dijo
que está orgullosa de haberte leído en tus procesos y cito: «de conocer a fondo lo profundo de tu alma que se inspira con cada susurro del aire y lo captura con ese lenguaje encendido y vibrante que tanto te caracteriza». Y por último, yop, la DH, piensa que todo este camino es una búsqueda interior que cada día te va a dejar una sonrisa más grande. Ya te había dicho esto, pero creo que no tenés que dejar que nadie, ni nada te detenga para ser quien querés ser. Nosotras te amamos muchísimo tal como sos y no hace falta que te contengas. Estamos muy felices y orgullosas de tus grandes pasos como escritor -inserte lunita-. NUESTRO ESCRITOR, TE AMAMOS.
♥
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 29
Mamá Auristela Mamá Auristela sabía que el carnaval se avecinaba, bien había visto los indicios en los cerros. Me miró a los ojos y mientras deschalaba el choclo murmuró: —Escuchame, Josecito, ¿vos vas a salir a echarte harina con los del pueblo, no? Fijo y a secas le respondí: —No, si sabe que eso no me gusta. —¡Ah!, entonces ya sabís pa'que todo el mes guardís las moneditas que te dé de los mandados pa'que te comprís los útiles, ya sabís ¿eh? —¡Está bien, como usted mande! La mamá habrá tenido sus sesenta años cuando se hizo cargo de mí, no le quedó otra a la pobre vieja. Quién me iba dar asilo más que un zorro en sus fauces, pero cuando ya eché plumas como un palomo, ella habría tenido unos setenta y pico de años. Cada vez que salía por la puerta, en la oración para ir a cortar el pasto me indicaba «andá con cuidado, Josecito, que el diablo se hace presente». Yo solo la escuchaba y la piel se me estremecía con ese escalofrío que comienza en la planta de los pies y termina en la nuca. No le hacía saber que el miedo se apoderaba de mí y que todo el camino rezaba cuarenta y cinco Ave Marías y dos Credos. Nunca se apareció el tal. Vaya uno a saber el porqué. Llegó el día en el que el pueblo entero ornamentó las calles y la plaza principal con gallardetes y muñecos sombrerudos acompañados de una damajuana cada uno. Yo sabía que iba a salir, aunque le hubiera dicho a la mamá que no lo iba a hacer. Pero hoy, con treinta y ocho años, me vengo a dar cuenta que la viejita bicha sabía que cada febrero me escapaba las dos noches de jolgorio. También me doy cuenta de que ella sabía que ese Josecito adolescente, enjuto y duro, por las noches a la luz de la luna brillaba y era un manojo de sentimientos andantes. Recuerdo esa noche como si hubiera sido ayer. Mamá Auristela me dio de cenar humitas picantitas. Me contó una de sus historias de cuando niña y me mandó a la cama. En esta ocasión, menos mal que no se le había ocurrido contarme una de esas que hacían que me dur-
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 30
miera a pura respiración de caballo en galope y tapado hasta la cabeza. Me acosté, esperé una hora en la cama hasta que ella se acostó y comenzó a roncar, parecía un tractor arando, pues esta era la señal de que estaba dormida como tronco. Me levanté y en punta de pie, con el corazón agolpando mis sienes, llegué al cuarto en el que estaban los roperos. Me acerqué al de la derecha y abrí la puertita en busca de unas ropas viejas, pero no hubo ninguna que me sirviera para vestirme. Miré hacia el otro ropero en el que la mamá guardaba sus ropas de joven y las puertas estaban con llave. Ya casi perdiendo las esperanzas, alumbró la luna por la ventana y vislumbré en la sillita matera un vestido. Este había sido con el que ella asistió a la cena conquista del papá Pancho. Mis ojos vieron oro. Lo tomé rápidamente junto a otras vestimentas más. Salí por la ventana y me dirigí al escondite que aún a mis dieciséis conservaba. A luz de luna me adentré en ese trance, ni que hubiera sido macumba para que lo sintiera de tal manera. Miré al cielo y comencé lentamente a transformarme: en los primeros dos minutos fui sintiéndome como una cuncuna; dejando el estado larvario, comencé a despojarme del Josecito. Ya en los tres siguientes fui crisálida, permaneciendo desnudo tal cual nos manda Dios al mundo y en los dos últimos me crecieron las alas y el cuerpo tomó forma. El vestido calzó en mis carnes como si hubiera sido echo a mi medida, las estrellas comenzaron a bañarme con sus rubores y brillos, la mansa yegua me prestó condescendiente su melena que se adaptó a mi cabeza. Me apresuré y por medio del callejón me deslizaba para no mancharme. Llegué a la calle larga, caminé por unos segundos y a medida que iba acercándome a la plaza, se escuchaba el bandoneón de don Gallo Pinto y la guitarra de su hijo. Llegué, la plaza repleta de gallardetes y luces me recibieron, primeramente; ya una vez cerca del tumulto, avisté por todos lados y las miradas de los vecinos sin disimulo alguno me adornaron más, parecía visita en el pueblo por la forma en la que me recibieron. Mientras miraba cómo el bandoneón lloraba de alegría en manos de don Gallo, se acercó Julián, el veinteañero más codiciado del norte, y me invitó a bailar. Acepté y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en la pista bailando un chamamé.
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 31
Después del sapucai, Julián me preguntó cuál era mi nombre. Algo temeroso me acerqué y a volumen de secreto le exhalé cuál era. Él me sonrió como niño que encuentra su juguete perdido. Seguimos bailando dos chamamés, unas cuantas chacareras y, entre vuelta y vuelta, me acariciaba el rostro con puñaditos de harina. La noche se pasó volando junto a Julián. Antes de que terminara la fiesta me dijo «te acompaño hasta tu casa» a lo que manifesté que no hacía falta, pero se salió con la suya. Llegando a casa de mamá Auristela, se acercó sin que me diera cuenta y ¡saz!, me besó mientras el alba se convertía en testigo de mi primer beso y de ese sentir, ese cosquilleo en medio de mi cuerpo por vez primera. Las alas que había ganado en los últimos dos minutos del trance resplandecieron como luciérnaga. Julián me miró a los ojos y exhaló que nos viéramos la noche siguiente, a lo que asentí con otro beso. Solo que ese encuentro no fuera darse a la luz. Se fue volteándose a cada paso, hasta desaparecer en la calleja. Entré a casa de mamá Auristela y recordé que en ese último instante del trance dejé de ser Josecito para ser por primera, y última vez, Sarita. Así fue como a mis treinta años regresó esa reminiscencia y la Sarita de mis dieciséis pasó a ser una treintañera hecha y derecha.
Nuestro Monito de Venus recibiendo su premio. Fotografía: Secretaría de Culturas
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La Santita del Valle Yo lo sabía, desde muy temprano, pero no había dicho una sola palabra. Primero tuve miedo, luego, respeto ante el fenómeno divino, pero cuando Patricia Alcoba había hecho el milagro, yo no sentí asombro, sino una alegría grata, inocente y tranquilizadora. A Juan lo habían estropeado de una sola patada. Él era veloz, gambeteaba con gracia y habilidad. Sin embargo, fue desparramado por Roberto Castro. ¡Lo levantó de una sola barrida! Fue como ver un papelito atrapado en el viento. Giraba y giraba, hasta que, de un solo acto, cayó seco y duro en el suelo. Estaba estropeado. Todo raspado, con las rodillas al rojo vivo. Lloraba y se atragantaba con las lágrimas. Una pequeña multitud rodeó a Juan. Suplicamos por él, ya lo creíamos más muerto que vivo. Pero, ¡oh, milagro de todos los milagros!, apareció Patricia Alcoba. Ella era una nadita, es decir, se sentaba en el fondo, sola, callada, con una cara de bruta que parecía que tenía la cabeza vacía. Todos la trataban como una idiota, excepto yo. Terminé de confirmar lo que intuía esa mañana. Patricia le echó las manos a las heridas de Juan: sobre las rodillas, en el pecho lacerado, sobre la frente hinchada. Y como por arte de magia, el moribundo calló su llanto y quedó embebido de misterio y silencio. Pero no fue el único que calló. Toda la multitud se tragaba sus palabras. Todos los chicos estaban fascinados, atemorizados, incrédulos de lo que veían. Aquella nadita, la tal Patricia Alcoba, una idiota, una retrasada, salía de pronto de aquel estado de letargo para producir un hecho extraordinario. Todos con el pensamiento pasmado, menos yo. Le aplaudí en soledad, ella ni me miró, solo abandonó el patio. Pero no podía detenerme, la ovacioné y, al final, le grité loas. Después de ese hecho, muchos intentaron explicarlo. Las especulaciones invadieron los pasillos de la escuela. Pronto la noticia llegó a los cursos más altos, aunque la indiferencia fue rotunda. Quizás, el lugar donde más se metió el tema fue en el 3° B. No podía ser menos, teníamos como compañera a Patricia. Después del milagro, todos la miraban con temor. Ella sentada en el fondo, sola, parecía no notar que la observaban. La profesora de matemática golpeaba el pizarrón con el borrador intentando, en vano, llamar la atención del curso.
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 33
Cuando se operó el segundo de los milagros, varios corazones necios por fin entendieron. Salíamos de la escuela. Íbamos cruzando la calle, cuando de repente vimos como un perrito desaliñado y pobretón era arrollado por un auto. El pobre animal había quedado pegado en la rueda delantera, siendo arrastrado treinta metros. Sonaron los huesos, el aullido interminable, los órganos explotando. Era puré de pelos negros con sangre, aplastado y estirado en la calle. Todos estábamos al borde del llanto: lo terrible de la imagen, del hecho, nos había pulverizado toda esperanza en el corazón. Pero, como una santa inmaculada, apareció Patricia Alcoba. Una vez más, llegaba como caída de no sé dónde. Colocó sus rodillas sobre el pavimento, estiró sus manos y con un resoplido llano y tranquilo, fue cubriendo al animalito con delicados golpes con la yema de los dedos. ¡No podría explicarlo!, pero el perro primero empezó a respirar, luego los huesos se empezaron a unir, luego los tejidos de la piel a parchar y al final, milagrosamente, el animal andaba en cuatro patas de un lado a otro, como si nunca antes hubiera pasado algo. Ese día, ese día ya no era Patricia Alcoba, una nadita, una tontita, una retrasada que se sentaba en el fondo. Desde ese momento fue la Santita del Valle y el 3° B lo sabía y, sobre todas las cosas, lo sentía. Todos empezaron en el curso a tratarla diferente. La invitaban a las fiestas de cumpleaños,
a
los
bautismos
y
la
incorporaban a los equipos de fútbol femenino. Patricia estaba en todos aquellos lados de la misma forma que estaba en la vida: en un silencio de contemplación profundo, como si todo lo que sucediera a su alrededor le fuera indiferente. Los milagros, desde ya, no se detuvieron. En el 3° B a nadie le pilló la gripe, a nadie; ni siquiera el más burro del curso reprobó una materia. Y cuando surgía alguna tragedia, solo bastaba que apareciera nuestra Santita para que todo se resolviera con una imposición de manos. Nadie sabía cómo retribuirle tantos milagros, es así que, primero como una forma de agradecimiento y luego como una costumbre, los chicos y chicas le traían ofrendas, todo tipo de regalos: galletas, caramelos, juguetes de todas las formas, útiles escolares, lapiceras, hojas con bordes dorados.
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 34
Cuando ya nadie tenía nada para ofrendar, de los jardines escolares que eran hermosos y coloridos, le traían flores diversas, yuyos aromáticos, gajos de oliva, piedras con formitas curiosas o mariposas disecadas entre las páginas de un libro. A la profesora de matemática no le agradaba llegar todos los días y ver aquel banco en el fondo desbordado de cachivaches. Nos retaba, pero a nosotros eso no nos dolía, pero cuando se la agarraba con Patricia Alcoba, ¡ay, Dios mío! ¡Cómo nos sulfuraba la sangre! Por eso, para evitar los retos a la Santita, todos los días alguien distinto asumía la responsabilidad de las ofrendas abultadas en el fondo del curso. La prueba manifiesta y real de esos milagros fue atrayendo a pobres desesperados a las puertas del 3° B. Cojos, paralíticos, tullidos, miopes, despaletillados, toda una cola de enfermizos niños y niñas iban todos los días a pedir que la Santita del Valle los sane. Y ella, que solo tenía mieles en su corazón, imponía sus manos y los males se derretían como helados al sol.
Las colas se hacían más largas. Veinte, cincuenta, cien personas a las puertas del curso en los recreos y los motivos, que primero eran físicos, empezaron a mutar. Los que eran burros pedían para que sus cabezas sean fuentes inagotables de inteligencia. Los inútiles en el deporte pedían por piernas ágiles y veloces. Los que tenían los padres divorciados también iban pedirle la intercesión a la Santita. Ella nunca se negaba. Un «¡sí!» rotundo a todos los males. Esta noticia le llegó a la profesora de matemática, que lo primero que hizo fue reírse: su carcajada nos dañaba los oídos. Era tan escéptica, tan terca, tan dura de corazón, que llamaba a Patricia Alcoba al frente y le pedía resolver entreveradas ecuaciones. La Santita se quedaba tiesa frente a los números con los mismos ojos de siempre, llenos de nada. Y como no podía resolver ni las operaciones aritméticas básicas, la profesora reía y le decía: «¡¿Dónde está tu Dios ahora?!».
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 35
Patricia tenía tantos unos en matemática que no cabían en su libreta. La profesora todas las semanas le realizaba exámenes sorpresas para desacreditar aquellos decires que hablaban de las manos milagrosas de la 'alumna Alcoba'. Pero nada paró aquella revolución de la fe. La Santita del Valle empezó a recibir visitas de chicos que venían de otras escuelas. Venían a verla, aquejados de los mismos problemas que cualquier niño tenía en edad escolar: malas notas, padres exigentes, profesores recios, rencores entre compañeros. Claro está, sumados a la natural cola de enfermos que también la visitaban. Antes de terminar el año, era tanta la gente que desde las puertas del 3° B salían y las largas colas terminaban en las calles, subiendo dos o tres cuadras cuesta arriba. Entre los profesores el rumor empezó a correr y pronto llegó al Director, a quien todos temíamos. Una mañana se hizo presente, con su cara perruna llena de dientes y salivazos rabiosos. Le gritó a Patricia Alcoba, le pedía explicaciones de aquella larga cola de chicos de todas las escuelas, pero ella, como siempre, se estuvo en silencio con esa cara inexpresiva. La paciencia del Director tenía límite corto, la tomó del brazo y la arrancó del pupitre de un solo jalón. Quisimos pararlo, sin embargo éramos débiles en comparación a los músculos de aquel sujeto: caíamos como piezas de dominó. El Director la dejó caer en el pozo de los castigos, un hueco en el suelo de unos veinte metros. Se iba ella al fondo, con sus hábitos de Santa que le habíamos confeccionado una semana antes. Nos dolió tanto aquello, que lloramos los tres días y las dos noches, aunque a ella parecía no importarle demasiado. Cuando los porteros fueron a sacarla, gritábamos su nombre en un cántico de triunfo: «¡Patricia! ¡Patricia Alcoba! ¡Es menos que madre, pero más que mi hermana!». Cuando entró al curso, la profesora nos hizo callar golpeando el pizarrón con el borrador. Nosotros quedamos en silencio. Ella se acercó a Patricia, se agachó y con su rostro en frente al de ella, le dijo con acento lacerante: «Ahora te vas a dejar de jugar a la santita». Le arrancó de un solo manotazo el hábito de la cabeza y la sentó adelante, al lado de su escritorio y, con un movimiento, nos mandó a nosotros a nuestros lugares. En el aire había tensión, se lo podía respirar, era asfixiante. La clase comenzó, la profesora estaba tan enojada que las ecuaciones no entraban en el pizarrón y seguía por las paredes inscribiendo la tan insensible matemática. Sin embargo, Dios es milagroso y quiso que esa mañana veamos su último acto sobre la tierra.
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El suelo empezó a temblar. Todos nos asustamos, aullábamos de miedo, nos abrazábamos, la profesora inhibida por el temor solo atinó a aplastarse contra el pizarrón. Vimos cómo el techo iba resquebrajándose encima de Patricia Alcoba. Después, de un solo estallido, volaron los escombros hacia arriba. Del hueco en el techo, un haz de luz pálida bajó hasta cubrir todo el cuerpo de la Santita del Valle. Sin cables, sin imanes, sin explicación, el cuerpo de Patricia iba abandonando el banco, subiendo hacia el cielo. A nosotros se nos inundó el corazón de una emoción extraña, inefable, pero que nos conmovía hasta el llanto y nos daba fuerza a la vez. Nos paramos todos bajo el haz de luz mirando cómo a nuestra Santita se nos la llevaba el Señor y yo, Jaime Ramón Gutiérrez, vi cómo, entre la espesura de las nubes blancas y cegadoras, Dios Padre todo poderoso me veía con sus ojos a mí, la única de sus ovejas que había creído en su milagro desde el principio.
a ñ a t n o M o Federic Chilecito, La Rioja /fede.montana.9
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Un río lleno de remansos Encuentro otra nota de Augusto sobre la mesa. Hace días que le cambian los horarios en la empresa. Vuelve tarde, abre con cuidado la puerta de casa y yo me hago la dormida, cierro los ojos. Escucho sus idas y venidas, el interruptor de la luz de la cocina, el sonido de la heladera al abrirse y cerrarse y luego, sus pasos que se dirigen al baño. Se queda un largo rato hasta que sale y entra a la habitación, se acuesta lo más lejos posible de mí. Extraño cruzar mi pierna sobre la de él y acariciarlo con el pie. Pero no me siento habilitada para hacerlo. Apenas me reconoce, desde que apareció la Turca en el shopping. La vimos de lejos. Yo estaba con él, la capté de espaldas, el pelo inconfundible. Augusto se quedó en silencio, pero me di cuenta. Desde ese día ya no es el mismo. * Son las siete, todavía es de noche. Está helado. Me levanto tiritando y busco ropa abrigada, un pullover y una campera larga. Hago movimientos lentos en la oscuridad para no despertarlo. Me visto en la cocina mientras preparo café. Con el vaso térmico hasta el tope salgo para la oficina. Cruzo el puente Centenario a pie, sola. El Suquía corre oscuro, indiferente, tranquilo en apariencia, pero lleno de remansos. Bajo por Jujuy, voy rápido para entrar en calor, tengo frías las manos y la nariz. Delante de mí camina una chica con auriculares y una campera corta. No usa guantes ni bufanda. Calza zapatillas con medias invisibles que dejan sus tobillos descubiertos. Modero el paso para mantenerme detrás de ella. Su pelo oscuro y enrulado me recuerda al de la Turca. * Conocí a Augusto en la facultad, diez años atrás. Me enamoré al instante, él estaba en pareja con la Turca, que ya cursaba el último año. Yo buscaba cualquier excusa para acercarme, militaba en el centro de estudiantes, me anotaba en las mismas materias, pero Augusto solo tenía ojos para ella. Un día la Turca lo dejó, se fue a Brasil con Polo Rossi a cursar un doctorado. Augusto quedó con el corazón roto y me dediqué a juntar los pedazos. ¿Por qué tuvo que volver? Ahora es una presencia casi tangible entre nosotros y cualquier cosa la trae a mi mente, hasta esta chica que camina delante de mí. La chica llega a la esquina de Gral. Paz y 9 de Julio. El semáforo está en rojo, ella sigue, escucho bocinas, frenadas y, en un segundo, la veo en el aire sobre la avenida, gotas de sangre suspendidas alrededor, el capó de la camioneta abollado, el hombre en el volante agarrándose la cabeza, mi corazón desbocado, el vaso térmico estalla en la vereda, la mancha marrón del café.
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 38
Un hombre, con gorro de lana, pasa corriendo a mi lado y salgo de la parálisis. Quiero ir rápido donde está la chica, las piernas me pesan una tonelada. Un policía se acerca y avisa que ya llamaron a la ambulancia. Hace tanto frío, la chica tirada en el pavimento. La rodeamos como estatuas impotentes. Me saco la campera y la cubro. Tiemblo de miedo. La cabeza me da vueltas, pienso en sus tobillos desnudos que tocan el asfalto. Y otra vez se me viene a la cabeza la imagen de la Turca. Escuchamos la sirena urgente y la ambulancia llega por Gral. Paz. Los paramédicos se hacen cargo de la situación. Le colocan un cuello ortopédico a la chica y la acomodan en la camilla, la cubren con una manta. El hombre de gorro de lana me devuelve la campera. Me la pongo mecánicamente hasta que siento algo pegajoso en las manos. Están manchadas con sangre.
Llego a la oficina dos horas tarde y voy directo al baño, ruego que no me hayan visto los demás. Me saco la campera manchada y me lavo las manos con desesperación hasta que el agua helada se tiñe de rojo. Salgo y me encuentro con el supervisor. Cuento la historia del accidente que justifica mi tardanza con la menor cantidad de detalles posible, solo quiero pensar en qué voy a hacer con Augusto. Abro el cajón de mi escritorio y saco un libro que encontré entre su ropa la semana pasada. Es una publicación de la Turca, de hace un par de años. La solapa tiene datos de su biografía y una foto de ella en blanco y negro, está de costado con una remera ajustada, mira para abajo como si fuera una foto casual, se ve su sonrisa amplia y el gesto sensual. Tiene el precio escrito a lápiz en la página de cortesía. Hubo un día, una tarde nublada quizás, que Augusto dedicó a buscarlo entre los estantes de la librería. Seguramente, se sentó en un bar y mientras tomaba un café, hojeó las páginas y miró la foto, después llegó a casa y escondió el libro al fondo del placard. Aguanto hasta las cuatro y me voy. Me parece imposible ir a casa, camino por la peatonal sin rumbo hasta que entro a un cine, no me importa la película, pasan una comedia. Somos pocos. La mayoría se ríe, en cambio yo lloro.
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 39
Son las diez de la noche y miro el celular por primera vez en el día. Llamadas perdidas, cientos de WhatsApp, ni uno de Augusto. Me tomo un taxi. Le indico la dirección al chofer y apoyo la cabeza en la ventana. Hay pocos autos a esta hora y el vehículo se desliza rápido por las calles vacías. Entro a casa, las luces están encendidas. Augusto cocina. Corta cebollas y pimientos rojos sobre la tabla, de manera meticulosa y concentrada como él lo hace. En la tele pasan un partido de la liga europea. En un segundo, viene a mi mente el día horrible, el accidente, la chica en el suelo, la campera manchada de sangre, las notas, el llanto y el libro de la Turca. Pero la mesa está puesta y Augusto saltea la verdura con aceite de oliva y el aroma me regresa a la realidad. —Hola, volviste— dice y sonríe. Me saco el abrigo y las botas. Inspiro profundo mientras mis pies descalzos tocan el piso. Sirvo dos copas de vino y me acerco a él en silencio.
i n i l o c i N a Silvin
Córdoba, Capital @Silvina524
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 40
Poema 18 A veces, con locura me desplazo, llegando a insólitos lugares, entonces, tú me regresas, a pedazos, a trozos, a fragmentos. Cuando como león enjaulado, en esta habitación, siento mis músculos rígidos, deseo saltar, rasgar las rocas, rugir. Tal vez, este pequeño rectángulo en el que mi cuerpo agoniza, tal vez, este pequeño rectángulo
Magalí eligió esta fotografía para acompañar su poema. Fotografía: Rocío Joanteguy
es algo parecido a la libertad. Al fin, león viejo me siento cuando me resigno y todos mis deseos se callan o se cuelan por debajo de la puerta. Veo cómo mis años pasan incapaz de salir de esta jaula. Me han domesticado, recuerdo la libertad de la jungla. Miro con costumbre la misma esquina todas las noches con la mirada perdida. Me doblo, intentando abrazarme, y el silencio de la noche me envuelve. Así me duermo, lentamente como león enjaulado, calmando y complaciendo, los desechos deseos de la libertad.
e l l a C a el d í l a g a M Entre Ríos ldelacalle229@gmail.com
MONI(ARTE)|RELATOS MONITOS| P. 41
La introducción & La exposición Y así van cayendo uno a uno los pesares, amargos azahares sostenidos en el tiempo por fuerza del pensamiento, ese que hace metamorfosis en la idea sólida hasta el momento en el que se deslizan por la tinta. Ω Casas con cúspides de botellas rotas, amenazantes, inmóviles, pero a la belleza de la luz y los colores reflejados se antepone la mirada de un gato cuyo circuito está siendo coartado con una arquitectura de improvisación.
∞ Nada más que decir, es sólo una pared / tapia con vidrios de a pedazos. Y por ahí está el gato, que sin saberlo fue el creador de la obra.
t t o r r a G Leo La Rioja @leogarrott / @apocrifus
MONI(ARTE)| RECOMENDACIONES MONITAS| P. 42
Escribir con colores: Mi vida de Marc Chagall por Agustina Garrott
preguntas que surgen al observarlo, pero un día, navegando por diferentes documentales de su obra, llegué a un video de Antonio García Villarán en el que, además de mostrar el museo dedicado a Chagall en Rusia, recomienda leer la biografía ilustrada y escrita por el propio Chagall. En ese momento, me disparé a buscar y tratar de conseguir el libro, Título original: Над горадам. Título en español: Sobrevolando la ciudad. Técnica: óleo. Medidas: 141cm x 198cm. Exhibido en Galería Tretyakov de Moscú, Rusia.
viendo si se encontraba disponible en algunos de los sitios webs de librerías que conocía. No paré hasta tenerlo entre mis manos
y
devorarlo
en
unas
horas.
Marc Chagall nació el 7 de Julio de 1887 y
Recuerdo a mi abuela cebarme mates
se convirtió en uno de los máximos
sorprendida del entusiasmo de mi lectura
exponentes del vanguardismo ruso.
pensando que se trataba de un libro para una materia que tenía que rendir.
Siempre me sentí atraída por la obra de Chagall. El manejo de los colores y la forma
Encontrarme con la poesía en cada una de
narrativa de sus pinturas me hacen sentir
las páginas, acompañada de bocetos e
dentro de una historia en la que se puede
ilustraciones hechas por él mismo, me
ser y se puede sentir la textura del lienzo y
abrió a una experiencia estética diferente
el pincel. Debo confesar que los cuadros
(a la que cualquier obra biográfica puede
que más me gustan son los que le dedica a
aspirar). Chagall descubre, en figuras
los amantes o al amor y mi favorito es
literarias, la poética de las personas que lo
Sobrevolando la ciudad (Над горадам).
rodearon y la vida en su amada sinagoga, la violencia con la que su pueblo tuvo que
Mi interés por la obra de Chagall estuvo
vivir las guerras y el amor con el que
determinada, en un comienzo, por el
enfrentó, durante toda su vida, las
disfrute y goce estético que cualquier
dificultades.
observador obtiene al encontrarse de frente con una obra visual. El disfrute de
Haber conocido y admirado a Apollinaire
colores (algo que no termina nunca de
influenció su escritura y su forma poética
cautivarme), el análisis de los símbolos o
de narrar y construir con palabras el
figuras dentro del cuadro y las diferentes
mundo colorido de sus pinturas. Se puede
MONI(ARTE)| RECOMENDACIONES MONITAS| P. 43
sentir la influencia de los colores en su
Alrededor reposa la ciudad. El cielo
obra, ligados a personas de su vida, como
lechoso, negro azulado, todavía es más
el azul de su padre y abuelo en la triste
azul a la izquierda y en lo más alto
felicidad de sus ojos: «Siempre cansado,
resplandece la felicidad del cielo.
preocupado, tan solo su mirada ofrecía un
De repente, de la otra orilla llega el
reflejo
humo que sale del tejado de la
suave,
de
un
azul
grisáceo»
(Chagall, 2012, p. 11).
sinagoga. Me parece oír los lamentos de los rollos de la Torá y el altar ardiendo. Se rompen los cristales. (Chagall, 2012, p. 45) Leer la biografía de un artista visual involucra un nuevo movimiento de los sentidos que lleva al lector a sumergirse desde el primer párrafo en una nueva paleta de emociones y colores que se despiertan en cada palabra y que nos invita a repensar el significado de la
Tapa de Marc Chagall. Mi vida (2012), publicado por Acantilado Editorial. Fotografía: Agustina Garrott.
lectura y escritura. Lo recomiendo hasta el fin de mis días.
♥
Poetiza su vida y a las personas que amó. No es una biografía que relata lo que el autor vivió, sino lo que sintió durante su vida: Crujido de verde hierba. Nuestras piedras. Sus tumbas. Vallas, río turbio, rezos agradables, todo está ante mí. Ni una palabra. Todo se esconde en mí, se retuerce y flota como su recuerdo. Palidez, manos delgadas, sus esqueletos secos me anudan la garganta.
Interior del libro Marc Chagall. Mi vida (2012), publicado por Acantilado Editorial. Fotografía: Agustina Garrott.
(Chagall, 2012, p. 31) Se puede sentir la calidez de su aldea, los colores de su familia, la sencillez de su persona y el amor con que miraba al resto:
Agustina Garrott Monita de Júpiter Es nuestra editora del amor y su lema es send nudbes (sí, nubes desnudas).
MONI(ARTE)| MONI-LECTORES RECOMIENDAN| P. 44
Terreno baldío digital Sobre Revelados (2020) de Andrea Martín
Nicolás Jozami
Revelados es el segundo trabajo poético de Andrea Martín (Ánima Fugitiva) que, tal como sentencia la autora, fue escrito en el transcurso
del
conocido
Aislamiento
Preventivo Social y Obligatorio que nos dejó encerrados en nuestras casas. De entre las dedicatorias, hay algunas que siento van más a tono con lo que es el poemario: "Dedicado a mis familiares, los que he decepcionado y los que aún no"; "Dedicado a mi yo de la infancia, te extraño", en una doble vuelta hacia el paraíso perdido y hacia el futuro nada prometedor para quienes tienen puestas las expectativas en ese yo lírico que se sabrá hecho de desilusión.
La escritura indie, sus modulaciones, se llevan actualmente parte importante de los devaneos literarios juveniles. Este poemario bucea y puede, tranquilamente, inscribirse allí, pero tengo para mí que lo utiliza como una máscara, una mueca; la hondura
de
Revelados
recorre
esos
registros para hacer otra cosa: manifestar una exagerada nostalgia que se postula como piedra filosofal del pulso poético. De ahí que (y fíjense lectores) el poemario no invite a la tristeza, pero tampoco a una risa a boca de jarro; es ese intermedio, esa inminencia en la que nos sentimos
La plaqueta está dividida en dos partes,
identificados: el recuerdo existe para ser
pero que bien pueden leerse como un
magnificado, ya que cuando vivimos la
continuum, acompañadas por una playlist
experiencia, no podemos calcular su
en Spotify e imágenes que atraviesan la
tenor ni detallar la magnitud de lo vivido.
escritura como un colorido barco hecho
"Desenterraré
con el papel de la nostalgia. La poesía de
futuro/de este terreno baldío digital",
Martín apela a un inveterado vocativo
dice Martín.
nuestras/cajas
del
que arrastra que, paradójicamente, invita y aleja como "una ruta desierta de
Claro que el elemento digital, visual,
distancia/con animales escurridizos/cuyos
musical (en lecturas en vivo Martín casi
colores canta/el folclorista de turno". En
que
ese
apasionada diáspora de bits, son una
mismo
poema,
«After
all»,
hay
'rapea'
algunos la
autora,
y
constante
respirar todo el volumen: "y veré tu
"estadísticas/computarizadas/de mis cer-
reacción/a lo cotidiano/que ya no existe".
tezas" confirman la negación de un libre
Lo cotidiano que ya no existe como el
albedrío al que nos vemos sometidos en
humus desde el que la poeta estructura y,
épocas
asimismo, escruta su propia voz.
sentidos y sensaciones siempre iguales a
algoritmos,
donde
la
sembrada una clave (sortija diría) para
de
en
textos)
burbujas
las
de
MONI(ARTE)| MONI-LECTORES RECOMIENDAN| P. 45
sí mismas. El yo lírico trasluce (en una
un émulo y eco de aquel afiebrado "en
métrica por momentos quebrada) mitos
donde la memoria es una torre en llamas",
como el de Teseo y Ariadna: "me ataste
de la poeta pampeana Olga Orozco: "Nadie
hilos y/ quemé puentes" escribe en
se
«Pretending I give in», donde el héroe
envuelta entre sus plumas de ángel
podrá asesinar al Minotauro del pasado,
invulnerable/jugando con ayer conver-
pero
tido en mañana", escribe Orozco. En
vivirá
enredado
en
los
hilos
laberínticos de la nostalgia.
muere
aquí./Una
criatura
vela/
«Hierba mala nunca muere», se pregunta la joven autora "¿Cómo sobrevivo mis raíces hoy?", en una tierra digital baldía, donde lo analógico pudo explicar lo que la velocidad
de
lo
actual
no.
En
ese
intersticio es que se lanza como desde un tobogán la creación de Martín. El yo lírico susurra en «casa útero»: "Me hicieron sabiendo:/me
desharía"
y
luego
"prendemos una velita/que queme la pared/remiende los platos/con hilos de oro/haga andar la máquina/de coser a Tapa de Revelados (2020) de Andrea Martín. Disponible para su compra en Lapapa.online
pedal/me
devuelva
mi
ser
ángel:/el
impedimento insiste". En el poema «As if» leemos "ver la fruta en los árboles/considerando si es mejor/que
El poema «secuencia 40na» es un quinteto
muera joven en mi mano/o al caer de
breve de textos; el de la chocotorta es el
madura", una afirmación temática del
mejor. En el último de esa serie vemos una
conjunto; una tierra baldía que actualiza
abjuración: "y lloro/ porque ser cen-
el absurdo chapucero que hace de la
tennial/ es el nuevo gualicho". Revelados
experiencia e intervención humana una
es un sector de la calle (de esa calle nuestra
resta a lo que nos propone la Naturaleza:
guardada en un pliegue del corazón) que
cuando se elucubra que la Tierra sería otra
tiene escrita (como en un pantalla de brea)
sin nosotros, sin la especie humana,
la palabra nostalgia. Escribe la autora en
olvidamos a veces que también su sentido
«p4mp4 v1uda»: "Cortan la luz de casa/y
sería otro, pues ¿quién puede decir si un
este negro/es lo más cercano que me
fruto
queda/al momento/ en que lo tuve todo".
maduro
se
mantendría
mayor
tiempo en el árbol (o no caería) de no existir alguien que espera tomarlo? La segunda parte se titula «Mi hogar se parece al tuyo y los dos se prenden fuego»,
Nicolás Jozami Escritor, docente y entusiasta literario www.instagram.com/nsjozami
MONI(ARTE)| NOVEDADES EDITORIALES| P. 46
Novedades editoriales Cielo Invertido Ediciones «Cielo Invertido Ediciones es una editorial independiente creada a comienzos del año 2019 por Flavia Rojas, Dolores González y Nicolás Lepka (este último eligió seguir otros rumbos en 2020 y quedamos solo dos de lxs fundadorxs). Nuestro motor originario fue construir libros o más bien editar objetos. Nos interesa el libro como objeto, por lo cual no solo atendemos a su contenido, sino también a su forma y presentación. Vamos en busca de fabricar un objeto casi siempre intervenido en algún aspecto o carácter por nuestras propias manos y nos mueve particularmente la posibilidad de crear un diálogo entre el objeto creado, el texto y las imágenes que en él están contenidos».
Elemental
«Desde Cielo Invertido queremos que la relación
entre
texto
e
imagen
se
Una caja de 18x13cm con cuatro cuadernos
subvierta, se pervierta. Que se incomoden,
de poemas elementales: de fuego, de agua,
se descoloquen entre sí y también a quien
de tierra y de aire. Cada uno, invocando un
los perciba. Nos interesa la inversión y el
elemento propio a partir del encuentro de
trastocamiento de los órdenes. [...] La
las palabras de Camila García Reyna y las
imagen habla por sí sola, pero creemos
imágenes de Flavia Rojas, reveladas con la
que es mejor si dialoga con un texto, si se
técnica de cianotipia. Forma parte de la
impregnan mutuamente. No buscamos un
Colección Impregnar, que reúne ediciones
texto que tienda a llevar hacia lo concreto.
en las que proponemos una particular
No queremos un texto que dé claridad ni
relación entre texto e imagen, escapándole
seguridad. Nos gusta cuando el texto no
a la idea de que las imágenes ilustran a los
explica, sino que expande, cuando sirve de
textos, intentando acercar a ambos para
punto de fuga».
que se impregnan mutuamente. Seguí leyendo el texto en su catálogo 2021 disponible en redes.
@cieloinvertido_ediciones
cieloinvertido.empretienda.com.ar
/cieloinvertidoediciones
MONI(ARTE)| NOVEDADES EDITORIALES| P. 47
Novedades editoriales Tienda de Libros y Discos La tienda abrió sus puertas por primera vez en el año 2017. Gracias a la participación en diferentes ferias que se realizaban dentro de la provincia de La Rioja, los autores comenzaron a acercarse a dejar sus obras. Hoy contamos con más de 150 autores que abarcan distintos géneros, como poesía, novela, autobiografía, históricos, entre otros. También trabajamos con discos de gestión independiente y fomentados por la ley del disco; incluso tenemos revistas y fanzines, producto de la autogestión.
¿Cuál es su objetivo? Nuestro objetivo es fomentar, promocionar el arte en nuestra provincia y crear un espacio de expresión para todos los artistas. Desde 2020 comenzamos a dar distintos talleres literarios gratuitos con el fin de estimular la circulación literaria. Consideramos que la tienda es y debe ser un espacio de todos y para todos, donde cualquier persona pueda dejar sus obras, ya sea para exposición o venta.
Interiores de Cecilia Pagani
Interiores, novela ganadora del «Premio Literario Provincia de Córdoba 2019», es el último libro de Cecilia Pagani, autora de La Rioja. En este libro, la autora explora la relación entre tres mujeres de una misma familia, enlazadas por la historia de una cuarta mujer que las atraviesa. La violencia se cuela entre los silencios, los discursos, los hechos: la violencia hacia la mujer. Un libro que merece ser leído en este tiempo en que la violencia sigue siendo moneda corriente. ¡No se van a arrepentir!
@tiendadelibrosydiscos
culturalarioja.gob.ar/libros/
Tienda de Libros y Discos
MONI(ARTE)| MONITOS ACADÉMICOS| P. 48
¿El fin de la novela? Chitarroni y Katchadjian: desde la cultura letrada a la transgresión por Cynthia Karpp
En el panorama del arte contemporáneo, la
go ligeramente fantástico con el tiempo: es la
escritura argentina del siglo XXI se distingue por el
documentación de algo que fue y, a la vez, promesa
juego que propone con los conceptos. Ya no
de algo que será. Nonato y póstumo. Quizás la obra
podemos hablar solamente de una producción
de arte siempre fue eso, un ente de existencia
literaria de predicción autobiográfica, sino de una
precaria o ambigua, suspendido entre el antes y el
invención que cuestiona los conceptos literarios a
después, subserviente de un guion que oculta, como
los que estábamos acostumbrados y los hace jugar.
un secreto, su belleza y su encanto.
Justamente, nuestro presente es la novedad, donde cobra relevancia el procedimiento (unívoco de la
Estas características están en los textos de
vanguardia, según Aira) empleado para producir
Chitarroni y Katchadjian: ambos tienen en común
diferentes escrituras con rasgos literarios.
el juego, pues el lector entra a jugarlo sin entender sus reglas. En Peripecias del no nunca se avanza,
En su discurso de inauguración en el Congreso
nunca comienza la novela, están los nombres de
Artescritura (que tuvo lugar en Madrid en 2010),
los personajes, pero no avanzan hacia la acción. El
César Aira, al hablar del arte contemporáneo,
texto está transparentado: se han invisibilizado las
respecto al trabajo del escritor y del pintor dice:
manos del escritor y del editor, las sumas innecesarias, los textos descartados. Lo incompleto
El Artista Contemporáneo sigue adelantán-
y precario se vuelve permanente.
dose, sigue un paso adelante, y pone su ingenio e inventiva en conseguir que su obra contenga
En Qué hacer, los elementos constitutivos de la
un aspecto, un costado, una punta, que siga
novela se encuentran todos al servicio del lenguaje
oculta aun a la más novedosa y exhaustiva
y de un orden narrativo particular: la trama no es
técnica de reproducción. (2010, p.24)
lineal, avanza proponiendo cruces y círculos (la acción siempre retorna), los personajes (alumnos,
Es lo que hacen Luis Chitarroni y Pablo
soldados,
pobres
de
espíritu,
bebedores)
se
Katchadjian: adelantarse a la novela tradicional.
transforman, mutan en sistemas anómalos y los
En el caso de Peripecias del no (2007) encontramos
escenarios (universidades, trincheras, cantinas,
una pre-novela, los borradores o el diario de una
barcos, manantiales) se intercambian y, aun así,
novela inconclusa, pues el núcleo narrativo que se
sostienen la estructura.
está desarrollando nunca se termina de desenvolver y en el caso de Qué hacer (2013) es una
El adjetivo fantástico no es inocente: en ambas
novela que utiliza la no-narratividad, la lógica del
escrituras,
bucle: volver a empezar siempre, no avanzar hacia
referencia al juego que propone cada texto, nos
ningún lado y los personajes siempre son los
recuerda la tradición de la literatura argentina, la
mismos: Alberto y el narrador.
cultura letrada, entre lo que fue y lo que será. Al
lo
fantástico,
además
de
hacer
repasar la biografía de los escritores, analizamos En este sentido, volviendo a la estética contempo-
que ambos son intelectuales de la cultura letrada
ránea analizada por Aira, el arte se vuelve un jue-
del siglo XX.
MONI(ARTE)| MONITOS ACADÉMICOS| P. 49
En el caso de Chitarroni, nació en 1958 y su primer
rio Lester, Inés Máspero, Cora Estrugamou» (Chita-
libro, Siluetas, apareció en 1992. Es una recopilación
rroni, 2007, p. 6).
de las notas que publicaba en la revista «Babel». A partir de sus notas periodísticas, no se duda de que
Los nombres, puesto con mayúsculas iniciales, se
Chitarroni es una voz original en la literatura
debe simplemente a que es el principio. Según el
argentina, reconocido como editor durante veinte
título, es posible que estemos frente a la
años en Sudamericana y, más cerca en el tiempo,
descripción de una novela, a los apuntes que el
en La Bestia Equilátera; ha intervenido, en forma
autor toma antes de escribirla o mientras la
firme y a la vez discontinua, en distintos oficios del
escribe. Los nombres serían, entonces, los de los
campo literario. En su prosa, en sus traducciones,
personajes de esa novela y es probable que esos
en sus ensayos, en sus poemas, en sus innu-
que están antes del '86 sean personas reales,
merables prólogos, incluso en sus contratapas, se
integrantes
advierte una constante: una gran erudición y una
Chitarroni era miembro. Más abajo continúa:
del
grupo
Shanghai,
del
cual
transmisión de valores encantadora a la que se suma también su Breve historia argentina de la
La antología la hace Víctor Eiralis (Siluetas:
literatura latinoamericana (a partir de Borges),
Gerhardie) a pedido de Antonio Arguimbau,
publicado por Malba, que reúne seis clases que dio
dueño de una editorial a punto de venderse,
en el museo en 2016, con la premisa de recuperar a
que actúa a su vez (es un mujeriego
autores olvidados, conectados con las luces y las
empedernido) tentado por la segunda viuda de
sombras que proyectó Borges en ellos.
Urlihrt.
Eiralis
escribe
el
prólogo.
Por
accidente, al final debe estar el intercambio Por su parte, Pablo Katchadjian es conocido por la
epistolar (rezago) entre ambos. Como, a lo largo
intervención en obras de la tradición argentina,
de los años, los colaboradores se han hecho más
como el Martín Fierro de José Hernández que en
o menos famosos, Eiralis, vagabundo caracte-
su versión titulada El Martín Fierro ordenado
rístico de las editoriales con vocación de
alfabéticamente (2007) presenta los versos del
fracaso, debe atribuirles, a cada una de las
poema colocados en orden alfabético. A Borges, el
ficciones, autor. Es el menos indicado porque
mayor escritor e interventor del canon argentino,
los odia a todos. (2007, p. 6)
le interviene su cuento más conocido y así nació El Aleph engordado, libro que por el que afrontó una
La narración parece arrancar: Antonio Arguimbau
contienda penal por los derechos, lo que despertó
le pide a Víctor Eiralis que sea el antólogo de una
en su momento el apoyo de la mayoría de los
serie de cuentos de gente que ahora se hizo famosa,
escritores, incluido el reservado César Aira, quien
pero no firmaba en la época de su colaboración en
en 2015 hizo una defensa presencial ante una
Ágrafa, por lo que hay que atribuirles el autor a
multitud en la Biblioteca Nacional.
cada una. Eiralis los odia a todos. Continúa:
Peripecias del no
Que de algo sirvan estas palabras, no estaba tratando de escribir algo experimental (y
El texto, divido en 50 episodios, comienza con LOS
muchísimo menos algo espontáneo) cuando
NOMBRES y dice: «LOS NOMBRES son los que
escribí este cuaderno. Estaba tratando de
están desde 1986 o antes (nota bochornosa en no
encontrarle una estructura ordenada a una
me acuerdo qué publicación, el grupo Shangai).
cantidad intermitente (incesante, pudor, pudor!)
Nicasio Urlihrt, Hilarión Curtis, anagramas. Olive-
de ideas narrativas/rotativas. (2007, p. 70)
MONI(ARTE)| MONITOS ACADÉMICOS| P. 50
En este segmento, aparece toda la experiencia de
variaciones o con sutiles o grotescos cambios,
Chitarroni como editor y, en la paradoja de su
mareándolos. Mareándonos.
oficio, publica libros, comprende el oficio y se da cuenta que su trabajo es inútil, por eso la búsqueda.
El texto es un juego entre lo espontáneo y lo
El texto es imposible de comprender en su
metódico; siempre se repiten las mismas piezas: el
totalidad, tiene opacidad, hay una poética de la
alumno, la capucha, las viejas, la escoba, el barco;
inconclusión: nunca avanza hacia la obra, el texto
en el montaje, los espacios y personajes no tienen
se queda en el germen, en el paso previo: los
solución de continuidad. Los personajes siempre
dibujos, esquemas, listas, correcciones, notas
son los mismos, no hay profundidad, no hay nudo.
mentales propias del escritor («se me ocurre esto»,
Como novela no llega a ser novela, sino que la
dice en la página 39). Es un texto artístico, pero no
quiebra.
llega a la clasificación genérica. Conclusiones La peripecia es una acción que se da, la peripecia del no es no avanzar nunca. En Chitarroni existe
Ambas obras tienen rasgos literarios, núcleos
una única realidad: escritura pura, no hay nudo, es
narrativos,
discurso sobre discurso.
Encontramos un juego en la construcción de la
pero
no
son
textos
definitivos.
narración que nunca llega a concretarse, lo que Qué hacer
implica un desafío para el lector acostumbrado a la narrativa lineal.
La apuesta de Katchadjian en Qué hacer es capciosa. Por un lado, el lector encontrará todos los
Los dos escritores inventan un procedimiento de
elementos que podrían hacerle suponer que lo que
escrituras inconclusas, contemporáneas, pero con
tiene en sus manos es una novela. Sin embargo, en
una mirada en el pasado: en el caso de Peripecias del
este caso, los elementos constitutivos del género se
no, los grupos de escritores a los que perteneció el
encuentran todos al servicio del lenguaje y de un
escritor, la cultura letrada al citar a autores
orden narrativo particular: la trama no es lineal,
argentinos consagrados como Piglia o Aira u obras
siempre vuelve al inicio. Alberto y el profesor, a
como El Aleph, o también escritores universales
través de sueños, siempre están cambiando de
como Thomas Mann, dan cuenta de su vasta
lugares, pero nunca avanzando.
formación literaria.
La narración construida en base a cadencias
Lo propio ocurre con Qué hacer: sus claves de
rítmicas
de
lectura están en los autores estudiados por
imágenes y personajes, como si el sueño se
Katchadjian, como Borges, León Bloind, Lenin,
multiplicase, se expandiese sin avanzar, como si se
entre otros. El texto se presenta cual laberinto sin
bifurcase y nos situase en el centro mismo de una
centro. Se suman los espejos y los caminos de los
de esas casas de espejos que reflejan una misma
personajes que divergen. Además de la referencia
escena desde diversos (diferentes, pero muy
al título de Lenin, Qué hacer.
tiene
repeticiones,
reiteraciones
parecidos) ángulos, provocando una sensación de laberinto óptico. La narrativa de Katchadjian
Ambos escritores se proponen buscar nuevas
utiliza las repeticiones que, en breves y sucesivos
formas de escritura transgrediendo las formas
capítulos, retoma a los mismos personajes y los
tradicionales, pero mirando el pasado erudito.
coloca en situaciones más o menos similares, con
Como dice Aira (2010): es la documentación de algo
MONI(ARTE)| MONITOS ACADÉMICOS| P. 51
que fue y, a la vez, promesa de algo que será. Por ahora, los lectores tenemos el trabajo de cambiar nuestras formas de lectura y buscar, al igual que ellos, nuevos caminos para percibir los textos. Referencias bibliográficas
Cynthia Karpp (La Rioja)
Aira, C. (2010). Sobre el arte contemporáneo seguido
Nació en la ciudad de La Rioja en 1987. Es
de En La Habana. ESPAPDF.
profesora de Lengua y Literatura egresada del
Chitarroni, L. (2007). Peripecias del no. Interzona
ISFD «Albino Sánchez Barros» y actualmente
Editora. Katchadjian, P. (2013). Qué hacer. Bajo la luna.
está realizando su tesis de la Licenciatura en Letras (UNLaR). Ejerce la docencia hace diez años en el nivel secundario en el CEF «San Francisco de Asís». Desde el año 2013 coordina el Taller de Lectura de la Biblioteca Mariano Moreno, disfrutando de la lectura compartida con personas de todas las edades.
PARA MIR(ARTE) MEJOR compilación de artes visuales y gráficas
MONI(ARTE)| PARA MIR(ARTE) MEJOR| P. 53
Nadín Arias Mi obra parte de momentos sociales y particulares que atraviesan mi vida de alguna manera. Desde que era solo un niño, tengo recuerdos de cuando solía preparar el suelo de mi casa, que era de tierra, y con una ramita de árbol seca dibujaba, donde pasaba horas divirtiéndome, en ese entonces, sin dimensionar que sería mi trabajo. En el 2010, parto de mi pueblo Chumbicha (Catamarca) y llegando a La Rioja, después de pasar por varias carreras universitarias en ambas provincias (sin sentirme cómodo en ninguna), conozco a Fátima Acosta, conocida como una artista emergente de ese tiempo, quien me incursiona directamente en las artes visuales.
En cuarentena, solo dejamos de existir, qué se oculta? Ficha técnica: Título: Sonrisa? De la serie: producir en pandemia. Técnica: pintura sobre grabado. Medidas: 19,5x30 cm. Año: 2020.
MONI(ARTE)| PARA MIR(ARTE) MEJOR| P. 54
Ficha técnica: Título: George Floyd. De la serie: producir en pandemia.
En cuarentena, el racismo y la represión van de la mano
Técnica: pintura sobre grabado. Medidas: 21x30 cm. Año: 2020.
En ese momento, mi vida toma un curso distinto, interesándome por lo visual y plástico,
comenzando
académicos
en
el
mis
estudios
Profesorado
Mario
Crulcich ISAC, donde comienzo a trabajar y desarrollar
una
imagen
propia
como
aprendiz de grandes maestros y maestras riojanxs. La imagen dice mucho del artista que la produce, tanto del tiempo en el que se vive lo interno. En mi caso, trabajando todo lo que me atraviesa, dándole un sentido visible a eso que muchas veces no puedo poner en palabras, logrando como resultado una imagen
poética,
pasando
a
un
lugar
totalmente distinto, como lo sombrío y lo grotesco. Recurro a recuerdos felices, nostálgicos, momentos de euforia, de egoísmo, de impotencia, trabajando desde la ira, desde la soledad, desde la empatía, después de eso, vuelvo a sociabilizar. Creo profundamente que el arte es político. Como artista, me siento responsable de tener participación activa, donde la imagen me lleva a formar parte de hechos revolucionarios, produciendo obras con denuncias sociales. Me gustaría que la comunidad tome con mucha importancia y responsabilidad el arte, que podamos visibilizarla como una profesión y no como un pasatiempo, mostrando que el arte es tan importante como la medicina, contagiando y alentando a jóvenes y adultos a que puedan formarse profesionalmente, llegando a vivir y cumplir sus sueños con eso que les gusta hacer. Actualmente, trabajo como Profesor de Artes Visuales en diversas escuelas primarias y secundarias de la ciudad de La Rioja, también como tallerista en distintas comunidades barriales, guiando a niños, adolescentes y adultos en realizaciones de murales desde la Secretaria de Culturas. Los fines de semana estoy participando en la feria «Entre Redes» con un nuevo emprendimiento llamado @arteparati.lr.
MONI(ARTE)| PARA MIR(ARTE) MEJOR| P. 55
Ficha técnica: Título: ¿Se le ofrece una mandarina? De la serie: producir en pandemia. Técnica: pintura sobre grabado. Medidas: 17,5x30 cm. Año: 2020.
MONI(ARTE)| PARA MIR(ARTE) MEJOR| P. 56
Mauricio Donaire Mi obra se centra en dejar plasmada toda la melancolía, la soledad, esa parte que me hizo sentir colmado de pensamientos llenos de oscuridad y que me acompañaron en cierta etapa de mi vida. Me aferro a retratar esos episodios, ese tópico, ya que siento un gran alivio cuando lo hago y más aún al recordar las cosas que pasé y cómo las supe sobrellevar. Me gusta la idea de poder crear mi obra con los episodios no tan lindos que tuve y crear arte con ello. En mi obra se hallan retratos, autorretratos y diversas escenas en donde la melancolía es lo que más se refleja.
Ficha técnica: Título: Aferrado. Técnica: acrílico sobre cartón. Medidas: 24x18 cm. Año: 2020.
MONI(ARTE)| PARA MIR(ARTE) MEJOR| P. 57
Ficha técnica: Título: Que estés bien. Técnica: acrílico sobre madera. Medidas: 1,35x90 cm.
Ficha técnica: Título: Noviembre desolador. Técnica: acrílico sobre madera. Medidas: 1,00x1,00 cm.
MONI(ARTE)| CONVOCATORIA| P. 58
Convocatoria Vol. 2, N° 2 Temática: Erótica Si querés presentar un ensayo, una producción literaria o artística, un texto académico o una recomendación de libro, te invitamos a que envíes tus trabajos a revistamoni.arte@gmail.com y sigas los siguientes lineamientos: Ensayo: en el asunto del mail escribí: "Ensayo - Nombre del archivo". Vas a adjuntar tu ensayo, tu nombre junto a una fotografía y una biografía. El ensayo debe tener máximo tres carillas en Arial 12.
Recomendación: en el asunto del mail escribí: "Recomendación Nombre del archivo". Vas a adjuntar tu texto junto tu nombre, una fotografía y una mini-biografía. El texto debe tener máximo dos carillas, en Arial 12. Texto académico: en el asunto del mail escribí: "Académico - Nombre del archivo". Vas a adjuntar tu texto y en otro archivo tu nombre, una fotografía y biografía. El texto debe tener máximo ocho carillas, incluidas referencias bibliográficas.
Producción literaria o artística: en el asunto del mail escribí: "Producción artística - Nombre del archivo". Vas a adjuntar tu producción, tu nombre o seudónimo, tu provincia, una fotografía y, si tenés, una red social. Las producciones literarias no deben exceder las cuatro carillas y se recibe una por persona. En el caso de ser una producción artística (pintura, escultura, grabado) envianos también la ficha técnica de cada obra.
¡TENÉS HASTA EL 31 DE MAYO PARA ENVIAR TUS PRODUCCIONES!
Cada trabajo será revisado en cuanto a ortografía, coherencia y cohesión. Al enviar tu trabajo, aceptás las correcciones iniciales que luego serán enviadas para tu aprobación. Los trabajos que no queden seleccionados serán eliminados: no guardaremos tu trabajo, ¡quedate tranquilo! El autor accede a que la revista se reserve los derechos de difusión y distribución sin fines de lucro de sus producciones, con el fin de entretener y enriquecer a la comunidad lectora.
MONI(ARTE) COLABORADORES
- Adriana Petrigliano - Marcelino Montaña - Fabiana Takahashi - Federico Montaña - Silvina Nicolini - Magalí de la Calle - Leo Garrott
Nicolás Jozami Cielo Invertido Ediciones Tienda de Libros y Discos Marianela Peña Pollastri Cynthia Karpp Nadín Arias Mauricio Donaire -
Dirección y edición: Deborah Barrionuevo Agustina Garrott Iris Lastra Rocío Torres Yohan Vera
Diseño: Deborah Barrionuevo Ilustración de portada: Carlos Navarro
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