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Más que nunca, CEIP Santo Domingo
Más que nunca
CEIP SANTO DOMINGO
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Nada de besos, ni abrazos, nada de compartir, ni trabajar en equipo… Todo por turnos y lejos, muy lejos de los demás…
Nada de excursiones, ni Velada de Navidad, ni Fiesta de Fin de Curso… Ha sido un año de cambios, de reinventarse, de aferrarse a la esperanza y contener emociones.
Al principio todo eran dudas, miedos e incredulidad ante un curso que se vislumbraba incierto y difícil, muy difícil de abordar. Programando, planifi cando, elaborando un Plan de Contingencia y unos protocolos que tenían la fi nalidad de protegernos. Todo nos hacía pensar que “esto no podía salir bien”.
Sin escatimar esfuerzos y derrochando buenas intenciones nos pusimos en marcha en septiembre. Sin disfrutar de nuestras peñas del Cristo, sin reunión de apertura para padres y madres, pero dando una calurosa bienvenida a nuestros niños y niñas para transmitirles el mensaje de que “ahí estábamos nosotros”, sus maestros y maestras, esperándoles para cuidar de ellos y seguir acompañándoles en su camino por la vida, para protegerles más que nunca. A las dos semanas, la primera en la frente, un aula confi nada… PCR, nervios, un poquito de angustia… Pero después del susto, todo comenzó a rodar. Parecía que llevábamos toda la vida haciéndolo, enseguida nos acostumbramos, y ellos, nuestros niños y niñas, sorprendentemente, los primeros. Sin protestar, sin quejarse de la incómoda mascarilla, las pesadas medidas de seguridad o el frío de las ventanas abiertas. Ni de esos recreos en los que casi todo estaba prohibido. ¡Si hasta las pistas, sus fantásticas y maravillosas pistas deportivas, les teníamos restringidas! Pero ellos tan contentos.
Tuvimos que cambiar la manera de celebrar acontecimientos. Adaptamos las actividades, que los niños y niñas pudieron compartir solo con su propio grupo burbuja y sus maestros. Las fotografi amos, grabamos en vídeo y enviamos a las familias. Y con eso han disfrutado, con esa capacidad suya de hacerlo todo precioso, emocionante y divertido. Han trabajado como siempre, han disfrutado como siempre y han aprendido más que nunca, de sus libros, sus maestros y maestras y de la vida.
Ahí han estado también ellas, las familias, los padres y madres. Ayudando y animando a sus hijos e hijas, apoyando a sus maestros y maestras, aceptando y respetando las nuevas normas y condiciones y remando en la misma dirección.
Sin reuniones presenciales, sin visitas al cole, sin poder colaborar en las actividades, sin poder compartir con nosotros ni con sus hijos e hijas casi nada de la vida del Centro. Todo contacto a través de medios tecnológicos.
Cada mañana dejaban en nuestras manos a los niños y niñas con la seguridad y la tranquilidad de que, en el colegio, era donde estaban más seguros y protegidos. Han confi ado en nosotros más que nunca.
Y, cómo no, ahí hemos estado los docentes, intentando tirar del carro y aguantando el chaparrón. Procurando trabajar como siempre, sin que las difíciles circunstancias difi culten el aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas, ni menoscaben nuestro ánimo, ni mucho menos el suyo.
Aprendiendo a desenvolvernos con las nuevas tecnologías, afi anzando su aprendizaje y descubriendo otro mundo de nuevas e infi nitas posibilidades. Marcándonos nuevos retos y toreando en nuevas plazas. Aprendiendo unos de otros, con muchas ganas, para poder ofrecer a nuestro alumnado nuevos recursos y herramientas en diferentes situaciones de enseñanza-aprendizaje. Innovando, quizás también, más que nunca.
Para terminar con este pequeño homenaje a toda la Comunidad Educativa, quiero mencionar también al personal no docente de nuestro Centro. Siempre han participado en el desarrollo de cada curso escolar, pero este año han colaborado haciendo además de padres y madres, sustituyéndoles, prestando la ayuda que éstos no han podido ofrecer y disfrutando de ello más que nunca.
Nos despedimos de este insólito curso (como dice el maestro Pablo: “El curso de la mascarilla en la boca y la sonrisa en los ojos…”), con la esperanza y casi la certeza de que irán viniendo tiempos mejores. Así como con la esperanza y la enorme ilusión de poder celebrar nuestra entrañable Feria de Agosto con nuestros vecinos y visitantes.
¡Felices fi estas!