MITOS: EL ORIGEN DE…
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PRIMUS, EL PRIMER HUMANO. Hace mucho tiempo, en la era de los dioses, muchísimo antes de la existencia de la humanidad, en la cima del Monte Olimpo, los dioses discutían por la necesidad de crear un ser vivo perfecto. Zeus, el padre de los dioses y máximo representante de éstos, dios del rayo y de los truenos, argumenta a los demás la importancia de conformar un humano que hiciese los trabajos duros de La Tierra. -¡Estoy cansado de cuidar todas las plantas y animales existentes en el mundo! La mejor solución sería crear un ser humano perfecto que nos adorase y que nos hiciese los trabajos duros. -¿Y por qué no lo hacemos mortal? – preguntó Hades. - ¡No! - respondió Zeus ¡Entonces no nos adoraría para la eternidad, y además, cuando llegase a dominar los trabajos moriría y habría que comenzar de nuevo. -¡Pero, es que…! – prosiguió Hades – de otro modo no tendré a nadie en el infierno. -¡Me da igual! ¡No soportaré tus quejas otra vez! ¡Vete! -Acataré tus órdenes, hermano – respondió Hades enfadado. A medianoche, cuando todos los dioses dormían, Hades se colocó su capa de invisibilidad y se coló en la sala del corazón humano y derramó gota a gota la poción del inframundo. Hermes se quedó mirando la escena, y rápidamente dio un salto y avisó a Zeus. 2
Éste lo detuvo cuando Hades ya había derramado media poción y lo espantó. Zeus siguió construyendo el humano, pero ya no era perfecto, sino imperfecto, mortal, y por lo tanto, tendría que crear más humanos para poder adorarlo. Adrián Rojas (5ºA)
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LAS FASES DE LA LUNA Todo empezó una noche como otra cualquiera, donde habitan los dioses, allí en el Olimpo, en la Antigua Grecia. Pues estaba Luna, diosa de la noche, en la ventana, observando con sus ojos marrones almendrados, el precioso cielo negro, como su pelo, y las estrellas blancas, casi de tan pálido color como su piel. Era todo muy bonito, pero aún así, el cielo quedaba un poco soso. Teniendo en cuenta que, también las calles del mundo, estaban muy oscuras, Luna decidió crear un brillante astro, pero que quedara de una forma muy bonita, y estaba convencida de que no podría estar feo, porque Luna hacía muy bien las manualidades. Pensó que, Afrodita, diosa del amor y la belleza, podría aconsejarla para que quedara aún mejor. Cuando terminó le puso de nombre Luna. La Luna era una gran esfera de tierra pintada de blanco, pero no alumbraba. Entonces, a Afrodita se le ocurrió que la podían cubrir de estrellas. Después, Luna y Afrodita subieron la Luna al cielo. Esta quedó preciosa, desprendiendo una impresionante luz blanca y alumbrando el mundo. Estaba Luna en la ventana de nuevo, cuando susurró: -Es toda tan bonita, que no me cansaré de mirarla. -Pues sí, es preciosa, y yo, hasta me parezco a ella- dijo en un tono creído Afrodita. 4
-Aún así, pienso que está todavía sosa, le falta algo- dijo desanimada Luna, todavía no muy contenta con el resultado. Pasados dos días, pensando en que hacerle, se decidió. -¡Debe tener más fases! –exclamó entusiasmada. Luna decide subir todos las noches con una escoba a barrer una parte de las estrellas, dejando así, una parte de la Luna sin brillo. De esta manera, se dibujaría varias formas en ella. Así tendría 4 fases. Ahora, todas las calles tienen luz y podemos contemplar un precioso paisaje nocturno, creado una semana después de que la diosa Luna mirara por aquella ventana.
Charo Sebastianes Fernández (6º A)
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EL CASTIGO DE CENTURIÓN Hace muchos años, antes de La Tierra, en un planeta desconocido donde los Dioses reinaban, había un centauro llamado Centurión. Allí vivía feliz ayudando a las personas pero no recibía nada a cambio. Entonces, un día vio que nadie se interesaba por él y pensó que no les importaba, a pesar de sus buenas acciones. El tiempo pasó y su ira iba creciendo, hasta que juró que se las pagarían y pensó un plan. Atenea, la diosa de la paz, y Afrodita, la de la belleza, siempre vigilaban a éste, porque podía ser peligroso. Entonces, se dieron cuenta de sus intenciones. Él robó y robó hasta aterrorizar al pueblo y convertirse en el villano más buscado de La Tierra. Las diosas viendo lo que hacía no le dejaron hacer más daño. Esa misma noche, ambas diosas se le aparecieron a Centurión en sueños y le advirtieron de su castigo. - Yo, diosa Atenea, te castigo por tu impaciencia a la recompensa. Serás apartado de este mundo – dijo ésta. - ¡Yo, Afrodita, diosa de la belleza, te castigo siendo un nuevo animal despreciado por todos! ¡Además, perderás la capacidad de hablar! – exclamó Afrodita.
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Dicho y hecho. Centurión fue castigado siendo un animal nuevo: el burro. Y así fue como éste estuvo siempre al servicio del hombre en los trabajos más duros y sacrificados. Gonzalo Palau (5ºA)
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LA DIADEMA ROBADA Esta historia ocurrió en el Monte Olimpo, hace muchos siglos. Allí habitaban; Zeus, el dios de los dioses, dueño de los cielos y el trueno, y padre de Hércules, un joven recio y barbudo, junto a Hera, su esposa, bella, sabia y lista. Era un día tranquilo en el Olimpo, pero de repente se escuchó un grito. - ¿Qué te ha pasado? - dijo Zeus. - ¡La diadema, me la han robado! - exclamó Hera. - ¿Quién habrá sido? - preguntó Zeus. - No lo sé, respondió. - Sea quien sea, tenemos que encontrarla. Tenían que conseguir la diadema, porque sin ella, Hera no sería una Diosa, y por tanto, no podría vivir en el Olimpo. La buscaron noche y día, movieron tierra y mar, buscaron hasta en el inframundo. Registraron a todos y cada uno de los Dioses.... Hasta pelearon con Hades, dios del inframundo, porque no accedió a ser registrado como los demás. Todo parecía ya perdido cuando el pequeño Hércules apareció jugando con algo brillante y de color dorado entre sus manos. Al verlo, su madre le dijo… - Hijo mío, ¿qué llevas ahí? 8
- Agu, agu, ta ta ta... - dijo el pequeño Hércules que aún no había aprendió a hablar muy bien, ya que sólo contaba con año y poco de edad... Al parecer.... “lo que no se llevan los ladrones... aparece por los rincones”. Esto lleva pasando desde el comienzo de los tiempos, y el despiste de los dioses es común al del ser humano. Parece que ésta fue la primera vez que se constata el despiste propio y la desconfianza en los otros.... Aunque esto, hoy en día sigue pasando. Laura Aires Moreno (6ºB)
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EL ORIGEN DE LAS FLORES Milenios antes de que la humanidad existiera en la Tierra, las plantas que había en el mundo solo eran de color verde, y los dioses echaban en falta que hubiese plantas de colores para poder disfrutar de ellas. Zeus, el padre de todos los dioses y representante de éstos, decidió crear nuevas plantas con vivos colores. No estaban muy decididos, pero Hermes le dio la razón a Zeus. Poco a poco fueron dándose cuenta de que la Tierra estaría más bonita con flores que sin ellas. Así que, Zeus con su rayo extrajo el color de las piedras preciosas existentes en el Olimpo y se los reflejo a las flores del campo y los bosques. De ahí salieron todo tipo de bellas flores de colores: rojas, amarillas, azules, naranjas, blancas,… - Así queda mucho mejor. - Es verdad, mi señor, así está mejor – dijo Hermes. - Nosotros, hoy en día, como buenos humanos que somos, seguimos cuidando todas las plantas para que el medioambiente siga con su mismo esplendor.
Adrián Rojas (5ºA)
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¿Por qué existen los mares y océanos? Hace muchos años, en la antigua Grecia estaba Artemisa aburrida. Artemisa era la diosa de la caza y su responsabilidad eran las niñas y los animales. Era joven y humilde y siempre llevaba arcos y flechas. Era la hija de Zeus y Leto. Entonces se acercó a la ventana para observar lo felices que vivían las vidas mortales. En ese momento, vio a un chico que jugaba con los demás, pero tenía algo que le hacía ser especial. Era joven y atractivo, llevaba una túnica blanca y unos zapatos marrones. Artemisa decidió bajar al mundo mortal y conocer a ese chico. El mortal se le acercó y con simpatía empezó a hablar con ella. Al final, ambos se enamoraron y acordaron volver a verse todos los días. Pero un día, Zeus sorprendió a Artemisa saliendo por la puerta del Olimpo para bajar a ver al mortal. Zeus le prohibió bajar al mundo mortal, pero Artemisa seguía yendo. Harta de tener que esconderse, le preguntó a Zeus: -Padre, ¿qué puedo hacer para poder ser feliz con ese chico mortal al que tanto amo? -Podría hacerte mortal, pero sé que te arrepentirás. -No, padre, sé lo que hago –exclamó Artemisa. -Está bien –dijo Zeus.
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Artemisa se casó con el chico y formó una feliz vida. Pero una mañana en la que Artemisa tejía un tapiz, una arpía se le presentó y le informó de que la vida del joven pronto llegaría a su fin, pues lo vio en su bola de cristal. El chico murió esa misma tarde y Artemisa recordó las palabras de Zeus. Lloró sin control durante años e inundó casi el mundo entero. Paró de llorar cuando Zeus le llamó y le dijo… - Artemisa, has hecho todo esto por amor y está muy bien. Dejaré que vuelvas al Olimpo y rehagas tu vida anterior. Artemisa no supo cómo agradecérselo, todo volvió a la normalidad, aunque nunca olvidó su aventura con el mortal. Y desde entonces hay mares y océanos, debido a la gran cantidad de lágrimas que derramó Artemisa por su amado esposo. Anónimo (6ºA)
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EL ORIGEN DEL MAR Hace mucho tiempo, en la era de los dioses, en la cima del Monte Olimpo, Neptuno acompañado de una multitud de sirenas y animales marinos se quejaba con rabia porque afirmaba que necesitaban un lugar digno donde vivir. - ¡Estamos hartos de vivir en este lugar! Nuestra piel se reseca y nuestros movimientos son lentos y torpes. Zeus, el padre de los dioses y dios del rayo, no sabía qué hacer, ya que no había lugar mejor que el Olimpo para un Dios. Entonces, convocó una reunión con todos los dioses para pensar un lugar donde pudieran vivir Neptuno y todas sus criaturas. Entonces, recordaron que había un hueco gigante en el mundo, seco como un desierto y que estaba sin habitar. - Pero, ¿cómo rellenarlo y darle vida? – pensaba Zeus y el resto de dioses. Tras un largo rato sin encontrar solución alguna, Zeus se enfadó tanto que provocó una gran tormenta de rayos y tempestades. Poco a poco, las lluvias llenaron este hueco. Neptuno al ver el resultado del agua reflejando el cielo pensó que sería un bonito lugar para vivir.
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La solución había llegado, pero le pidieron a Zeus un último favor, una cola verde para nadar por el agua y una piel escamosa para no estar mojados siempre. También crearon un templo para Neptuno en las profundidades y al agua le llamaron mar.
Alfonso Santos Cantillo (5ºA)
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LA ENERGÍA NUCLEAR Skrillex era un dios, y también el más fuerte del universo. Era valiente, guapo y musculoso. No tenía ningún puesto en el Olimpo. Sin embargo, Zeus era el dios de los dioses. Era fuerte y muy viejo. Skrillex tenía muchas ganas de tener un puesto importante en el Olimpo. Adhes quería destruir el Olimpo, y para ello envió unas tropas. Zeus, al ver que aquellas tropas iban hacia el Olimpo, preparó a sus ejércitos. Se desató una guerra terrible entre los dos bandos. Todas las personas que lucharon murieron, excepto una. Solo quedó el capitán de las tropas de Adhes. Zeus no sabía qué hacer, ya nadie podía detener al superviviente, porque los poderes de los dioses no le afectaban. Skrillex vio que aquella era su oportunidad. -Te derrotaré- le dijo Skrillex al capitán de las tropas de Adhes. -¡Eso habrá que verlo!- respondió él. Al final Skrillex ganó. -En agradecimiento, te daré el puesto de capitán de las tropas del Olimpo- le dijo Zeus a Skrillex. -¡Muchísimas gracias!- dijo Skrillex emocionado. Al cabo de un tiempo, Adhes lanzó, con un cañón, una bomba al Olimpo. La bomba explotaría en 10 minutos. Skrillex se encargó de llevar a todos los dioses fuera del Olimpo. 15
Lo consiguió, pero él no logró salir. La bomba explotó. Skrillex murió, y de él salió un líquido verde. Los dioses fueron a por el cuerpo de Skrillex, y vieron aquel líquido. Se dieron cuenta de que muy poca cantidad de ese líquido emitía muchísima energía. Lo metieron en un frasco, y lo llamaron energía nuclear. Víctor Manuel López Olivares (6º A)
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Robusto y Sindy Era un día tranquilo de primavera cuando Robusto, un árbol parlante del bosque, disfrutaba tomando el sol. A lo lejos se acercaba un leñador, que paso a paso llegó hasta donde estaba éste. Como estaba cansado, se sentó debajo de él. Robusto, al ver al leñador tan cerca, sintió el deseo de hablar con él, pero al hacerlo, éste se rió de él diciéndole que dónde se había visto un árbol hablador y que los árboles no servían para nada, salvo para las hogueras. Robusto ofendido se entristeció, pero lo perdonó, porque no hay nada más bonito que el perdón. En ese instante, llegaron Sindy, una amiga humana suya, y Arbustina, una arbolita de su edad que también era su amiga. -¿Qué te pasa, Robusto? – le preguntaron. -¿Creéis que no soy inteligente, que no sirvo para nada?- les preguntó Robusto. -¡Claro que sí! ¿Por qué no lo ibas a ser? – contestaron ambas. Entonces, les contó lo que dijo el leñador. - No le hagas caso ¡Es un viejo cascarrabias! - dijo Sindy mientras se alejaba jugando.
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Al llegar la noche, a Robusto se le apareció Artemisa, diosa de los bosques, por lo que se quedó boquiabierto. -¿Quieres ser útil para los demás? – le preguntó Artemisa. - ¡Claro que sí! - respondió Robusto con los ojos como platos. - Pues pídele al leñador que te corte y yo haré que de tu madera los humanos puedan hacer un material en el que escribirán palabras bellas, poemas, canciones y sus sueños. Robusto pensó que era una gran idea y le hizo caso. Pronto se convirtió en una libreta, que por suerte llegó a manos de Sindy, que escribió sobre él bonitos dibujos, poemas y pensamientos. Era su diario. Y así fue como Sindy y Robusto no se separaron jamás. Eso sí, a Arbustina no había quien le sacara de casa por miedo a que los humanos la convirtiesen en papel.
Selena Cáceres (5ºA)
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ORIGEN DEL BUEN HUMOR Todo empezaba un precioso y soleado día, allí arriba, en el cielo. Zeus y Afrodita tenían un precioso bebé recién nacido, el pequeño Hércules, que no paraba de llorar. El llanto del bebé era tan fuerte que Zeus no podía aguantarlo. Estaba tan enfadado que, con tan mala suerte, se le cayó un rayo y fue al mar. Zeus bajó al mar para recogerlo, ya que podía haber electrocutado a muchos seres vivos. Tuvo suerte, cayó en la orilla del mar. Cuando fue a cogerlo, escuchó un precioso canto que hasta logró calmar su mal día. La encontró cantando posada en una roca. Él le preguntó que si quería ir a su castillo para calmar el llanto de su bebé, y ella aceptó muy contenta. Y ese es el origen del buen humor, aunque parezca raro todo fue hecho por un preciosa sirena. Marina Marchan (6ºB)
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