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La alegría es lo mejor de la biblioteca

«Yo soy Belkis, tengo diecisiete años, me gradué de educación media y de un diplomado en periodismo. Trabajo en un canal de televisión local de Lempira.

La biblioteca Blue Lupin tiene un lugar importante en mi vida. Ahí descubrí que yo era otra persona, alguien maravillosa, alguien con talento, capaz de hablar bien y expresarse sin pena.

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Los libros me dieron valor. Pero también recuerdo lo bonito que es sentir que uno puede ser feliz con los libros a pesar de ser pobre. En la biblioteca no sólo leía, hacia teatro, títeres, cuentacuentos y mimo.

Me fascinaba la Mochila Viajera: hacer una caminata con los compañeros, llegar a una escuela donde nos esperaban, presentar nuestras obras de teatro, luego colocar los libros para que leyeran las niñas y los niños, pero lo más fascinante para mí era ese momento cuando le leía cuentos a los más pequeñitos que nunca habían tenido oportunidad de estar cerca de libros tan bonitos.

El periodismo en esta región es dominado por los hombres, por eso ha sido di�ícil, pues yo soy niña lenca. Deberían darme un lugar especial, pero he encontrado barreras que voy venciendo con profesionalismo como comunicadora.

Me gusta que las niñas y las jóvenes me ven con admiración y me piden que nos hagamos fotogra�ías. Ellas me dicen que yo las inspiro. Soy reportera, pero también soy camarógrafa, trabajo en redacción, edición y en operaciones técnicas. Aprendí todo del medio de comunicación. Dicen que llegaré a ser una gran periodista.

Tengo recuerdos muy bonitos de la biblioteca Blue Lupin. No olvido los rostros de felicidad, creo que la alegría es lo mejor de la biblioteca. Nunca habíamos aprendido tanto en tan poco tiempo.

Yo estaba a punto de salirme de la escuela, pero comencé a leer; me levantaba a las cinco de la mañana y caminaba casi una hora entre los montes para llegar a la escuela. El regreso era igual. No tenía para para llevar merienda, pero estaba feliz por leer. Mi índice subió a 97% y entonces mi madre comenzó a hacer pan para vender y

ayudarme, y mi padre, al escuchar la fama que me daban de buena estudiante me apoyó mucho. Cuando �inalicé mis estudios aún tenía 97% de índice y me premiaron. Hoy yo sé que lograré mis objetivos como persona, lo aprendí en un lugar donde fui feliz: mi biblioteca Blue Lupín».

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