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La guardería, la biblioteca y el centro de mayores de Madroñera (Cáceres) sufren cortes de luz por impagos
from INTERVIÚ Nº 1857
MADROÑERA (CÁCERES) Un pueblo a oscuras
LA GUARDERÍA, LA BIBLIOTECA Y EL CENTRO DE MAYORES SUFREN CORTES DE LUZ DESDE HACE TRES AÑOS POR IMPAGOS
La guardería de este pueblo extremeño de tres mil vecinos estuvo sin luz durante una semana. La biblioteca, a oscuras también, se cierra antes los días nublados. Los jubilados ya no echan la partida después de comer, sino antes, con el aperitivo, para aprovechar la luz natural y ver las cartas. La culpa, una factura de 1,2 millones de euros que adeudan a Iberdrola.
Generadores y linternas
El alcalde, José Enrique González, junto al generador que da luz al ayuntamiento. A la derecha, Josefa Huertas se alumbra con una linterna en la oficina que la Asociación de Jubilados tiene en el centro de mayores, sin suministro eléctrico desde 2009.
La guardería de Madroñera (Cáceres) ha estado cerrada una semana. El 14 de noviembre, la directora avisó a los padres de que fuesen a recoger a sus hijos porque no tenían luz. La treintena de niños que acuden al centro tuvieron que quedarse con los abuelos o con las madres, que faltaron al trabajo para atenderlos. El Nuevo Centro del Conocimiento, situado en los bajos del mismo edificio, estuvo también cerrado la misma semana. En este lugar se imparten cursos de alfabetización tecnológica para adultos y desempleados. Los veinte alumnos que acuden a diario a las clases y se conectan a internet para buscar empleo no tuvieron adónde ir. Tampoco los jubilados ni las amas de casa encuentran un lugar donde realizar sus actividades y distraerse. La biblioteca, en la Casa de la Cultura, hace coincidir sus horarios con la luz natural que entra por las ventanas. Otras actividades que se desarrollan en este edificio público, como la asistencia social y el reparto de comida, se ven limitadas por la falta de electricidad.
ACOSTUMBRADOS
Los cortes de luz no sorprenden a nadie en Madroñera. Hace más de tres años que no le llega el suministro al ayuntamiento. La casa consistorial funciona con un generador alquilado, la misma solución que se ha buscado para volver a abrir la guardería y el centro de conocimiento. El alquiler y el combustible para que funcionen estos aparatos se lleva cada mes 8.000 euros del maltrecho presupuesto municipal. José Enrique González, alcalde por Izquierda Unida-Socialistas Independientes de Extremadura, asegura que han intentado abastecerse con energías renovables, “pero Iberdrola nos dice que no tendría capacidad para evacuar el excedente de electricidad que generaríamos con placas solares”.
Otros servicios municipales no disponen siquiera del recurso del generador. El centro de mayores, totalmente a oscuras desde 2009, es junto con el ayuntamiento
Juventud sin salida
“Soy ejemplo de cualquier joven del pueblo”, afirma la presidenta del PP local, Olivia Labrador. Se refiere a la falta de expectativas laborales. “Del ayuntamiento viven unas 140 familias que llevan siete meses sin cobrar sus nóminas. Eso está matando a Madroñera”, dice.
Claroscuros en política
El portavoz del PSOE en Madroñera, Alejandro Cancho, asegura que la deuda se ha cuadriplicado durante el gobierno de IU-Siex. La corporación mantiene que heredó los impagados.
el que más tiempo lleva sin suministro, pero allí no existe alternativa. La solución de los mayores es acudir solo a la hora del aperitivo.
Por eso, los vecinos de este municipio han cambiado las rutinas, y la partida con el café de después de comer ha pasado al mediodía con un vino, que no necesita refrigeración. Eso, los días que no salen nublados porque, si no, no hay quien vea las cartas que lleva. Incluso para contar las monedas tienen que salir a la calle. Josefa Huertas, presidenta de la Asociación de Jubilados, se queja de los cortes. “Pagamos nuestros impuestos a cambio de nada. Los mayores no tenemos adónde ir. Aquí en el centro nos reuníamos para ensayar el coro, para preparar excursiones… ahora no podemos. Íbamos a la casa de la cultura, pero tampoco tiene luz. Las amas de casa se han quedado también sin sitio de reunión”.
Mercado fantasma
Luisa Gómez regenta una de las dos carnicerías que hay en el mercado; el resto de los puestos están vacíos a diario y la mayoría nunca se han ocupado.
Se queja, además, de la resignación de sus vecinos: “Se han acostumbrado a esto, hay apatía y desunión y parece normal algo que no lo es. En pleno siglo XXI estamos como en el XIX”, asegura con vehemencia esta maestra jubilada. Después de retirarse entró en política, pero desistió. “Las cosas son muy difíciles de arreglar, la deuda con la compañía eléctrica se arrastra desde 1982 y el municipio ya no tiene qué hipotecar ni patrimonio que vender”, añade.
La deuda de Madroñera asciende a cinco millones de euros. Al impago a Iberdrola (1,2 millones de euros) hay que añadir lo que se debe a otros proveedores (1,7 millones de euros), a los bancos (890.000 euros) y a los 140 trabajadores municipales (700.000 euros) que llevan desde el mes de abril sin cobrar sus nóminas. “Si repartimos entre los 3.000 habitantes del pueblo, tocamos a 2.000 euros de deuda cada uno. En una familia de cuatro personas, como la mía, son 8.000 euros, pero nosotros pagamos nuestros impuestos puntualmente”, se queja Alejandro Cancho, portavoz del PSOE en el ayuntamiento.
TODOS SE CULPAN
La responsabilidad de las deudas no está clara. La actual alcaldía, en manos de IU-Siex, encabezada por José Enrique González, insiste en que la heredaron. “Cuando nosotros llegamos (hace 12 años), a Iberdrola se le adeudaba ya la misma cantidad. Nosotros no hemos incrementado nada, hemos ido pagando
Alumbrado público
Las farolas se encienden en las calles de Madroñera y como servicio público esencial no se pueden cortar. Muchos vecinos apuntan que se retrasa la hora de encenderlas y que algunas están mal iluminadas.
Una semana sin clases
El jardín de infancia municipal se encontró un lunes con la luz cortada. Abuelos y parientes tuvieron que hacerse cargo de los pequeños porque no había ninguna alternativa.
el corriente e intentando cancelar el histórico”, explica el edil. Desde la oposición socialista, responsables del anterior gobierno municipal, se mantiene que la deuda “se ha cuadriplicado desde la entrada de IU-Siex”. En lo que sí coinciden todos es en reconocer que el inicio del agujero de la economía local hay que rastrearlo en 1982. “Es entonces cuando se dejó de estar al corriente de los recibos de la luz. Se lleva gestionando mal el ayuntamiento desde hace treinta años. Ahora puedo entender que vaya mal, porque hay una crisis, pero ha habido años en los que la economía iba bien y aquí en el pueblo había mucho dinero, muchas obras que suponían ingresos para las arcas municipales”, cuenta Olivia Labrador, presidenta del PP de Madroñera, tercera fuerza política en el pueblo.
Ya sea por unos o por otros, no hay luz en los edificios que dependen del ayuntamiento. En el mercado de abastos, un hermoso local, la mayoría de los puestos están cerrados, y los dos que abren a diario han tenido que buscar sus propias soluciones para continuar con el negocio. Luisa González Hoyas regenta una de las dos carnicerías y ha tenido que poner un contador a su nombre y comprarse una cámara frigorífica que llena toda una habitación de su domicilio. “Me gasté 6.000 euros en una nevera enorme, de unos dos metros cuadrados, y a eso hay que añadir lo que gasta al mes, una millonada. El anterior alcalde me dijo que nos ayudaría, pero nada. Me llevaba el día llamando, hasta que me dijo que no le volviera a molestar”, dice resignada. Cada día tiene que llevarse el género a casa porque en el mercado no hay luz, nunca la habido desde que se estrenaron las instalaciones. Con esta falta de servicios no es extraño que la mayoría de los puestos estén sin estrenar.
PREMIADOS SIN CORRIENTE
La biblioteca del pueblo, con 12.000 volúmenes y un premio al Fomento de la Lectura concedido por la Junta de Extremadura, es uno de los puntos donde más se nota la falta de luz. El horario de apertura se ha tenido que adecuar a las horas de sol porque solo dispone de la luz que entra por las ventanas. El ordenador está apagado y la catalogación de los libros y el control de los préstamos se tienen que hacer con bolígrafo. No hay calefacción y son pocos quienes se acercan. Los días que llueve no se puede ni escribir. “Los chavales en este pueblo no tienen adónde ir, se reúnen en la parada del autobús, bajo el tejadillo. Madroñera está muy mal y no va a salir de esta”, comenta María Isabel Barquillo. Ella, de 65 años, y su amiga Juana Barrado, de 60 años, coinciden en que el pueblo “era el más alegre de la zona, el segundo más próspero de la comarca por detrás de Trujillo. Ahora está triste, y va de mal en peor”.
Cuentan como antes se iban a bailar a la Casa de la Cultura o a hacer labores de bolillos o ganchillo, actividades que ahora no tienen ubicación. “Por cortarnos nos han cortado hasta la gimnasia para mayores. Con la subvención de la Junta al ayuntamiento le costaba tres euros cada alumno. Como no puede hacer frente ni a eso, vamos a perder la ayuda. He hablado para que seamos nosotros los que pongamos el dinero, pero no me han respondido y ya no tenemos ni clases”, comenta Josefa Huertas.
Es partidaria de que todos se unan y busquen soluciones prácticas, pero es difícil. “El dinero que nos tendría que llegar desde el Gobierno central no llega, porque no se han presentado cuentas desde 2007”, dice la oposición. El alcalde explica la falta de justificación de gastos “porque no hay dinero para pagar un interventor que la ponga al día. Se pidió uno a la Junta, pero no nos lo dieron y ahora hemos contratado a una empresa externa que ponga al día nuestras cuentas”. Mientras, en Madroñera se viven con resignación los cortes de luz. El pesimismo se va apoderando de ellos.