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LOS VINOS DE CANARIAS

Tardé mucho en entender el mundo del vino pero, al conseguirlo, fue para enamorarme de él; de la viña, de esa gente que sacrifica su vida por el campo y por elaborar caldos cuyo sabor nos habla de las características de un territorio muy peculiar.

El vino es de esos productos que guardan en su elaboración mucha pasión y sacrificio, -de esos que decimos de añadidos- por eso siempre es enriquecedor conocer su historia y su vínculo con las Islas.

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Hablamos de un producto que junto con la producción azucarera, ha jugado un papel crucial en Canarias.

Su cultivo, se inicia en la Isla de Gran Canaria, justo después de la conquista, su producción estaba más orientada al autoconsumo que al comercio y así se evitaba importarlo. La llegada

de la vid, supuso una alternativa a la producción azucarera, ya que la uva encontró buenas condiciones en las Islas, tanto en lo que se refiere al clima como a la calidad de sus suelos. "Las parras, traídas a estas islas por los conquistadores y pobladores, hallaron un clima y un suelo oportunos para su prosperidad; porque los terrenos secos, ligeros, pedregosos, areniscos, mezclados de lavas de volcán desmenuzadas, y que se levantan en cerros, colinas, lomas y laderas, son los que ordinariamente producen los mejores vinos, favorecidos por la reverberación oblicua de los rayos del sol, que suministran el calor necesario..." Palabras de Viera y Clavijo, J. 1982. Las primeras vides se fueron plantando en huertas y en los márgenes de las fincas, y fueron expandiéndose a zonas donde antes estaba la caña de azúcar. Así que, en poco tiempo, la vega de Telde fue transformándose en la segunda mitad de siglo en un gran viñedo. Ya en 1556, Thomas Nichols, plasmaba en sus libros la gran calidad de los vinos de Gran Canaria y nombraba en especial los vinos teldenses. Y estas son alguna pinceladas de historia de los viñedos plantados en Gran Canaria. Estos son los añadidos de los vinos, de esas variedades de vid que se adaptaron a nuestros territorios volcánicos e hicieron que cada sorbo hablara de Canarias en una botella:

MALVASÍA VOLCÁNICA

Traída en uno de esos viajes por el mundo, dicen que directamente de Grecia. Podemos situarla a comienzos del siglo XV, en aquellos territorios que antes eran de caña de azúcar, producto rey de la exportación. Después de la erupción del Timanfaya (1730-1736) se utilizó esa extensión de territorio para el cultivo de

esta vid y por ello excavaron a mano los hoyos que hoy en día son Patrimonio de la Humanidad. Es por ello que, el mayor volumen de esta variedad la encontramos cultivada en la isla de Lanzarote y ahora mismo sin sinonimias fuera de Canarias, esto hace que tenga un gran valor enológico.

Además, es la variedad más reconocida a nivel mundial de nuestro territorio, tanto es así que Shakepeare utilizó para referirse al vino de malvasía de Canarias los términos sack y canaries, esta pasión por las malvasías hace que encontremos muchas reseñas en sus escritos hacia los vinos canarios. "Falstaff-Bueno; si el fuego de la gracia no está completamente extinguido en ti, te vas a impresionar al momento. Dame una copa de Canarias para enrojecerme los ojos, a fin de que pueda creerse que he llorado, porque es menester que hable con pasión y voy a hacerlo al estilo del rey MOSCATEL DE ALEJANDRÍA

Es conocida como la cepa del Mediterráneo y se caracteriza principalmente por su necesidad de climas calurosos y de humedad, es decir, de la influencia del mar para su mejor cultivo. Este cultivo, está extendido en todas las islas, si bien habría que destacar, por su concentración, Gran Canaria. Más concretamente el Monte Lentiscal y Lanzarote. Su producción es alta, con un rendimiento próximo al 92% sobre la variedad Listán Negro. Cabe destacar que la uva Moscatel es técnicamente una uva blanca caracterizada por su gran poder aromático y su elevado contenido en azúcar. Sin embargo, también puede dar granos morados o rosados con el mismo aroma floral dulce. Suele utilizarse como uva de mesa y para la elaboración de pasas y de vi-

nos blancos, tanto secos como dulces naturales, con aromas potentes, elegantes y florales.

LISTÁN BLANCO DE CANARIAS

La variedad más extendida en la viticultura en Canarias, ocupando todas las altitudes del territorio, proporcionan unos vinos de curiosos matices entre uva madura y hierbas de monte. Ofrece un fondo balsámico, sobre todo si procede de zonas de altitud y zonas secas, de fertilidad alta, madura muy temprano debido a las altas temperaturas del clima en el que se desarrolla.

Pronto volveremos a seguir descubriendo los vinos de Canarias y su historia, esto solo acaba de comenzar. Por ello, les invito a seguir descorchando esos vinos que hacen soñar y descubrir un territorio. "La comida es la parte material de la alimentación, pero el vino es la parte espiritual de nuestro alimento" (Alejandro Dumas). 

UNA COPA LLENA DE HISTORIA

Los vinos de Canarias

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