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Si te faltó el respeto, cariño; anda y apriétalo con tu culo, por RAGGS
SUNQU Autorx: Anticuchx Polisha / Sandra Díaz Santisteban Diagramación: ChilljeRuna Autoedición, Lima Año: 2021 Páginas: 34
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escribe: RAGGS
Existe un doblez oculto en el traje de la literatura latinoamericana. En ese retazo, en ese margen remangado, tenemos autorxs cabras/trans que no verás invitadxs a las ferias internacionales de libro, de las que no leerás reseñas ni entrevistas en los grandes medios. Claro, hasta que algún personaje, organización, colectivo, institución, de dominante influencia en el sistema académico/editorial/cultural/mediático, con suerte, baje la mirada de los carísimos estantes de sus bibliotecas para encontrar lo que refulge, crece e irrumpe desde la ternura de la estética marica. Esa literatura que responde y se hace desde la violencia, el dolor del rechazo y el placer, esa literatura a la que también se trata de reprimir en el abuso de la indiferencia, a la que menosprecian diciéndole de tu amor no se habla, menos de tu escritura. Tú no; son mariconadas.
Estética marica pasada a las generaciones de nuevas cabrillas como el loxoro de las trabajadoras sexuales trans callejeras. Testimonio, denuncia, cuerpo, sexo, indefinición, fiesta y entropía, sin retórica para cotarros intelectuales, carne purísima. Es la estética marica también un largo collar con bellas gemas que lograron socavar un poco su tiempo, para resplandecer el futuro por su diferencia y estilo, por sus vidas desprendidas de moralidades y entregadas a continuar, de alguna u otra forma, su propia construcción y evolución. Es en esta joya de cuentas tornasoladas marica a la que la artista, activista y escritora, Sandra Díaz Santisteban, parece insertar su Sunqu, pues lo primero que encontramos al abrir el fanzine son los nombres de Hija de Perra, Giuseppe Campuzano, Poveral y Órbita Azul, de quienes, al parecer, toma inspiración para su propuesta artística general, su trabajo perfomático, textual y de difusión histórica de la diversidad.
Son nueve los poemas que nos presenta en dos secciones, firmados como Anticuchx Polisha. En la primera, «Armar / Sanar», presenciamos la pérdida de la inocencia, la conciencia del amor, la ternura, el placer y la sexualidad, en «Niñx trans(s)alvaje»: «Cuando somos niñxs jugamos siendo honestxs con nuestros placeres /… / Nuestros placeres se reducen a lo que se nos permite /… / La vergüenza aparece como el primer acto consciente satisfacción». Mientras que, en «Escupiendo mi dolor», la consciencia del cuerpo se aislaría en una entidad con propio discurso, y al que se recurre «depresivamente infeliz» ante los horrores de la violencia de género (se menciona el feminicidio de Eyvi y el crimen de odio de Suleymi), e ideas suicidas: «Algún día me tiraré del Sheraton como Marita»; a las que parece confrontar al enunciar: «Me tengo a mí misma para arruinar(me) la cuerpa, mi fiel compañera / La que me ha soportado más que mis ideas / La que afrontó todas mis aventuras / La que permitió tanta dicha y tanto dolor al mismo tiempo».
En este punto, se puede pensar que la viciosa mano catártica que nos escribe entró a un hueco de gusano hacia la eternidad, aunque para ella la eternidad podría ser equivalente a la muerte, al sexo. «Decidí perderme para tod@s y por mi ego / Tan sexualmente poseído por fantasmas / De otros tiempos tornasolados» («YX»), «Estoy para eso maltrecha y acomodada / En primera fila de esta última función /… / Me declaro bruja sin futuro ni techo / Con el culo abierto lleno de todos / Mis placeres y enceres indefinidos /… / Lo he encontrado! / -qué cosa? / La eternidad…» («SuperYX»).
En el siguiente par de poemas con el que cierra este primer grupo de seis, se habla de la pérdida del amor y la culpa en el poema «Ritual Acró-nimx»: «Quiero enamorarme te digo / Y tú solo me miras con esos ojos rasgados / Y hablas toda la noche de cualquiera / Te miro e imagino toda una vida juntos /… / Pero anuncia tu tierna partida / Casi siempre cercana a mis in-decisiones / Que lejos de acercarme, te alejan de mi lado / Lado maldito, lado vacío». Ese vacío luego divaga: «Deambulante de las aceras / Asecho lentamente a mis presas /… / Abortando mucha mierda acumulada-mente». Se trata de un acróstico con las palabras: Danza, Poesía, Travesti y Anónima, donde la voz se nombra singular en medio de la pluralidad de la comunidad ancestral marica y travesti, definiéndose: «Oh! Polisha… ser todx y nada a la vez / Traka, puta, maricona / Interven lo drag, webona! /… / Abrimos la cula por las que nos arrebataron / Nn’s sin identidad, violentadas y asesinadas / Marronas, travestis y VIHchosas».
La segunda parte, «Volar / Infectar», contiene los textos más extensos que serían, en cierta forma, manifiestos de inclinación social y de protesta, a diferencia de los textos anteriores que pueden ser más íntimos. En los tres poemas finales, la autora reflexiona sobre su procedencia, la marginalidad a la que se relega a las minorías, la creación artística desde la disidencia, y su constante lucha social, en un país donde la ley se aleja cada vez más de lo justo.
Desde ese campo parece brotar «Haleluya sea la cula!», al decir: «Cada vez escribo peor / Hasta pareciera ser intencional! / Bueno, me descubrieron! / Soy adicta! Adicta al sexo, al sexo anal… /… / No tengo una métrica literaria / Pero suelo escribir en 4 / Una estética de kabras que no comen libros / sino bergas y neo-bergas enteras». Asimismo, «Justicia luchada, no mata compañeros… solo machirulos», que espeta: «No somos minorías, ni cuotas que deben ‘incluir’ / Somos más de la mitad de lxs seres vivxs en este planeta / (Mujeres + Maricas + Travestis + Trans + VIHchosas / Migrantes + Ambulantes + Trabajadoras sexuales + Comunidades indígenas, afros y amazónicas)»; y, por último, «#Est@Moment@DeMiVid@SeLLam@ Felicid@rk», cuando afirma: «Así que no creas que voy a guardar silencio / Porque cuando una traka es asesinada nunca muere!».
Los poemas de Sunqu son acompañados, intercalados o separados, por cinco ilustraciones y siete fotografías realizadas por la misma autora y otrxs artistas de la disidencia sexual y de género (Estado de Limbo, Arturo Nicolás, Holydrako, Ana Claudia y Lycx Gronerth). Estos recursos gráficos, en el caso de los dibujos, reafirman en trazos lo que ya se nos expresa en el texto; otorgan estridencia y figuración al atribulado cuerpo que nos habla y leemos. A su vez, las fotografías son registros de la gran cantidad de intervenciones y performances de protesta que la autora realiza en espacios públicos de la capital, el Callao y provincias, desde hace varios años, validando la voz de la plaqueta que, podríamos decir, es el fuego de la molotov de nuestra identidad sinvergüenza, la chispa que prende la mecha de nuestros deseos y cuerpos, de nuestro placer en llamas, hiriente y visible para ciertos sectores públicos e institucionales, a los que la poesía de Sandra parece decirnos: si te faltó el respeto, cariño; anda y apriétalo con tu culo. Que les duela, Sandra; de hoyo a hoyo, de hiriente a hiriente, en sus entrañas, en su corazón, en su Sunqu. / /