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Revolución clase Sport

EL REY DE LA COLINA El desarrollo de alas delta con mástil de alto rendimiento como la Sport 3 de Wills Wing ha ayudado al crecimiento de la clase sport

Foto: Dave Aldrich

LA REVOLUCIÓN CLASE SPORT

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Hace cinco años, la competencia en ala estaba en declive, con cada vez menos practicantes y eventos. Pero una revolución desde la base está invirtiendo el proceso. Sara Weaver examina el crecimiento imparable de la clase Sport

En los últimos años, la clase sport en ala delta ha pasado de tener unos pocos pilotos con mástil a un ser un segmento extremadamente competitivo del deporte, especialmente en América del Norte y del Sur. Es sin lugar a dudas la nueva droga de entrada en el vuelo de carrera a gol.

Cuando la participación en competencias en Estados Unidos decayó a principios de siglo, los organizadores y los pilotos de la clase open se dieron cuenta rápidamente que ofrecer tutoría a los pilotos que volaban alas con mástil podría darle una nueva vida al circuito de competencia y fue así que empezó el ascenso de la clase sport.

Génesis

Al principio, existía el Big Spring en Texas, Estados Unidos. A pesar de que la clase sport existía oficialmente ya en la competencia de Florida Ridge en Estados Unidos en 2007 (y mucho antes como clase recreativa y ‘flotante’) y había sido parte del circuito de forma esporádica desde entonces, fue en Big Spring en 2013 que la tutoría se había convertido en parte regular de la competencia. No es que los pilotos de la clase open no ayudaran a los novatos antes, pero ese fue uno de los primeros años en los que se hizo un verdadero esfuerzo para hacer que las mangas fueran más cortas y mejorar la experiencia de los pilotos de la clase sport en las competencias.

La tutoría era extremadamente informal. Después de la reunión diaria de pilotos, los pilotos experimentados se ofrecían como voluntarios para entrenar a los pilotos de la clase sport y enseñarles de clima y estrategia básica. Se dieron cuenta que la razón por la que había cada vez menos participantes era porque los viejos sabuesos (que tenían más de 15 años de experiencia) los hacían pedazos en cada competencia y se retiraban después de esas derrotas tan desmoralizantes. Estos programas de tutoría fueron el primer intento para corregir el problema.

De ahí en adelante, la tutoría se convirtió en una piedra angular del vuelo en la clase sport. Los pilotos experimentados entendieron que la instrucción junto con mangas más fáciles de completar le permitían a los novatos en competencia a encontrar el éxito abordo de sus alas con mástil. La clase sport le dio la oportunidad a esos pilotos de pulir sus habilidades de competencia y emocionarse para seguir en el circuito, todo dentro de un ambiente indulgente.

La estructura llegó poco después. Empezó con el campamento de introducción a la competencia en Quest en 2013. Los pilotos de ala delta clase 2 y 3 que se iniciaban en la competencia aprendían estrategias de vuelo en térmica, cómo usar sus instrumentos y a seguir rutas sencillas bajo instrucción.

Este evento sería el precursor del ahora altamente exitoso Green Swamp Sport Klassic. Luego le siguió el campamento Flytec Comp Camp antes del Campeonato Nacional Americus 2013. Los pilotos de la clase sport recibieron tutoría de competidores internacionales de la talla de Zac Majors y Jonny Durand, y varios terminaron la semana con nuevos récords personales.

Desde estas primeras competencias, la clase sport ha crecido rápidamente en paralelo al circuito regular de la clase open. Ha pasado de tener apenas suficientes pilotos para hacer una categoría sport válida en Big Spring a tener más de 50 pilotos en la clase sport y una docena de mentores en el Green Swamp Sport Klassic 2018.

Los eventos llenos ahora son la norma en los campeonatos nacionales en Estados Unidos y Centroamérica y los buenos pilotos de la categoría se han ganado la reputación de ser los aviadores más feroces de la comunidad. Pareciera que los días del circuito de competencia moribundo quedaron atrás.

CHICOS Y CHICAS GECKO Los pilotos Niki Longshore (izq.) y Kelly Myrkle (der.) con sus Gecko de Moyes fueron unos de los pilotos más competitivos durante los inicios de la clase sport.

Foto: Audray Luck

Qué ofrece la clase sport

No puede negarse que las competencias de clase sport y de alas con mástil ofrecen ciertas cosas para lo que no están preparadas las competencias clase open. Desde un margen de seguridad más alto hasta menos tensión competitiva, los pilotos pueden usar la clase sport como ruta para llegar a la clase open o decidir competir en la clase sport a largo plazo.

Al volar alas delta con mástil, los pilotos pueden disfrutar de los aspectos competitivos del vuelo con un menor riesgo de entrar en negativo y de invertirse. A pesar de que los mástiles hacen que aumente la resistencia parásita y reducen el rendimiento, en las condiciones adecuadas los pilotos pueden hacer distancias épicas, volar rápido y hacer acrobacia estable. A medida que avanza la tecnología de las alas y la atención cambia al desarrollo de alas delta con mástil de alto rendimiento, los pilotos pueden explorar más la complejidad y posibilidades del vuelo de distancia sin añadirle riesgos innecesarios.

Además, la tutoría ha estado disponible de forma gratuita mientras aprenden a usar GPS complicados, ajustar sus alas y arneses y afinar sus habilidades de vuelo en térmica y de planeo en transición. En la clase sport, se estimula a los pilotos a aprender y practicar antes de darle prioridad a ganar. Cuando se hacen mangas apropiadas, estos pilotos tienen la oportunidad de saborear cada triunfo: sus primeros vuelos de distancia, sus récords personales, su primer gol... todo eso mientras comparten el cielo con pilotos de su nivel. No tienen que preocuparse porque el grupo de cabeza desaparece a lo lejos mientras tengan a competidores en los cuales concentrarse.

Jonny Thompson, piloto de competencia con torno desde 2002 y miembro del equipo nacional de Estados Unidos en el Campeonato Mundial Clase Sport 2014, describe a la clase sport como “lo que necesitaba el deporte desde el principio desde el punto de vista didáctico”. Cuenta que antes, después de que los pilotos recibían su licencia nivel 2 de ala delta, se les dejaba solos para que buscaran un mentor - y a veces no lo encontraban.

En vez de dejárselo al destino, la clase sport de hoy en día brinda oportunidades de tutoría estructuradas que claramente hacen que los pilotos aumenten de nivel. Y los pilotos de cada circuito concuerdan en que una semana de competencia ayuda más para mejorar como piloto que años de vuelo recreativo sin ningún tipo de estructura. No hay ningún otro lugar en el mundo en el que converjan tanta experiencia y conocimientos de ala delta como una competencia nacional.

La clase sport a nivel mundial

Puede que no haya una mejor forma de ver la clase sport desde un punto de vista mundial que el primer Campeonato Mundial de Ala Delta Clase Sport de 2014. Con opiniones contrarias, los organizadores tuvieron que hacerle frente a una pregunta que sigue sin tener una respuesta definitiva: ¿Qué es un piloto clase sport?

En América del Norte y del Sur, el consenso es que la respuesta está en la experiencia del piloto. Si el piloto ha competido de forma exitosa en un ala calva en la clase open, entonces no es un piloto clase sport. Pero en Europa, la categoría está definida por el ala. Si un piloto vuela con un ala delta con mástil, se le considera parte de la clase sport, sin importar la experiencia.

Ambas corrientes son completamente válidas. En Estados Unidos, se considera a la clase sport como una forma de competir con menor riesgo y aún así adquirir experiencia. En Europa, a los pilotos se les recompensa por sus logros, sin importar el ala que vuelen. Así que si necesitan más puntos, tiene sentido competir en eventos clase sport válidos, y es justo siempre y cuando tengan mástil.

Válidas o no, los puntos de vista opuestos causaron conmoción en el Campeonato Mundial. Ese año, se había cancelado el Campeonato Europeo, lo que hizo que los pilotos europeos tuvieran menos puntos para entrar en sus equipos nacionales. Por lo tanto, decidieron participar en el Campeonato Mundial Clase Sport y volar con alas con mástil y así hacer esos puntos. Con tantos pilotos de clase mundial, la estructura de la competencia cambió de forma significativa. Se añadieron starts y aumentó la dificultad de las mangas.

Los pilotos de la clase sport de América ahora estaban descategorizados y sentían que se les había expulsado injustamente de su competencia. Los pilotos europeos sentían que la idea del mundial era un evento de mayor dificultad y un escenario de clase mundial con la crema y nata del ala delta pero con mástil. Ambos puntos de vista son opuestos pero válidos y terminarán por trazar el rumbo de la clase sport en los próximos años.

FILA DE DESPEGUE El piloto Kelly Myrkle de la clase sport hace la fila detrás de un piloto de la clase open durante el Santa Cruz Flats Race en Arizona, Estados Unidos

Foto: Audray Luck

El futuro de la clase sport

Entonces, ¿qué significa para el ala delta como un todo que la definición de la ‘clase sport’ cambie de forma tan drástica de un lado al otro del océano?

Por ahora, no existe respuesta para esa pregunta. En Estados Unidos y Sudamérica, donde hay más pilotos en la clase sport, podría tener muy poco impacto. Las competencias en esa región seguirán fomentando el crecimiento competitivo de pilotos principiantes a intermedios y brindar una transición segura a la clase open.

Sin embargo, el potencial para desarrollar un circuito internacional clase sport puede verse reprimido temporalmente hasta que se resuelva esta interrogante. ¿Cómo resolvemos este problema? ¿Será factible crear una liga amateur aparte que pueda disfrutar del reto de competir a nivel internacional con mástil sin estar invadida por pilotos con años de experiencia en competencias clase open?

Como piloto clase sport, es obvio que mi parcialidad sale a relucir. Pero, ¿es probable que estemos repitiendo los errores del pasado al reservar las competencias internacionales solo para los competidores más experimentados? Con una clase open que no hace sino crecer, ¿no deberíamos recordar los éxitos anteriores de la clase open en Estados Unidos que decidió cultivar el mástil? Yo creo que sí. Sin la inclusión de una clase sport con tutorías, el circuito de competencias de Estados Unidos puede que nunca se hubiera recuperado de la poca asistencia que sufrió hace una década.

Con la expansión de la clase sport, el nivel competitivo también ha avanzado. Gracias al desarrollo de alas delta con mástil de alto rendimiento como la Bautek Fizz, la Gecko y la Sport 3, los pilotos de la clase sport han logrado hacer vuelos impensables en el pasado. No es nada sorprendente que los pilotos estén avanzando al mismo ritmo que la tecnología - a veces sin haber volado nunca un ala calva. Los rumores de añadir starts y romper récords de distancia ahora forma parte de la retórica alcoholizada de los pilotos de la clase sport luego de días largos de competencia.

A medida que aumenta la cantidad de pilotos, hay igual cantidad de voces que piden más tutoría para los pilotos de distancia más novatos. Algunos de los pilotos que apoyan la clase sport afirman que las competencias clase sport siguen siendo intimidantes para los pilotos que nunca han hecho distancia. Cliff Rice, uno de los organizadores del evento Intro to Competition Camp 2013, está desarrollando una segunda edición del evento pero todavía no ha definido el lugar. En estos campamentos, los mentores se esfuerzan en minimizar la competencia y maximizar el aprendizaje, lo que ayuda a reducir la tensión del piloto y a enfocarse en desarrollar habilidades para volar distancia fuera de competencia.

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