De adentro hacia fuera: ¿Cómo afecta mi manera de ser y mi comportamiento al equipo? En nuestro trabajo cotidiano y en el resto de nuestra vida diaria, la actitud con la que hagamos frente a las cosas que van apareciendo delante de nuestro, va a determinar nuestra efectividad y va a ser decisiva a la hora de conseguir lo que deseamos. Todas las personas, seamos conscientes de ello o no, tenemos nuestras propias actitudes que nos empujan a elegir determinadas opciones; y como consecuencia, nos llevan a responder de manera positiva o negativa ante otra persona, ante un grupo de personas, ante un compromiso, ante una situación o ante una idea que se nos presenta. Por tanto, podríamos decir que la actitud que adoptamos es el estado mental que tenemos cuando nos enfrentamos o acercamos a una persona o a una situación determinada.
Con mucha frecuencia, y en muchas ocasiones influenciados por los hábitos y creencias que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida, la actitud que podamos tomar ante estas circunstancias predispone al individuo a reaccionar de una manera específica. Si conociéramos la actitud de los individuos, eso nos permitiría en ocasiones prever cuál será su comportamiento, tanto en la empresa como en el resto de sus áreas personales. La actitud positiva, aunque sea susceptible de mejora, no nos preocupa por el momento; son las actitudes negativas las que tenemos que identificar y tratar de focalizarlas, para, en lo posible tratar de cambiarlas y así su influencia no afecte a nuestra vida. Los líderes debido a la claridad que van desarrollando para ejecutar sus acciones, deben buscar la inspiración y el entusiasmo para llevar la misión y la visión con motivación, pero para lograrlo se debe crear un objetivo que involucre al equipo, que lo lleve a sentirse identificado con sus proyectos y sueños, y conseguir el éxito en un campo competitivo. Para ser los mejores, debemos sentirnos los mejores y por ende hacer las cosas de la manera más efectiva y eficiente posible, teniendo el respaldo de nuestras acciones y por tanto de nuestro grupo de trabajo. Para buscar el sentido de misión debemos encontrar la cualidad que nos hace más relevante en nuestro que hacer como líder, qué es lo que nos lleva hacer fuertes frente a otros y con ella desarrollar el potencial de mi liderazgo para llevar al desarrollo de nuevas ideas en el grupo de trabajo, de la misma manera no podemos olvidar que la aprobación y el reconocimiento de la labor hace sentir al equipo importante, como parte integral del grupo, los hace sentir primordiales y recuerda que cada cosa que hagan contribuyen al objetivo y a la visión del equipo.
Conocer fortalezas y debilidades En muchas oportunidades nos hemos preguntado cuales son nuestras competencias y habilidades más fuertes y débiles que llevamos a cabo en los ámbitos más comunes del día a día, pero, ¿las conocemos e identificamos fácilmente y con certeza? Cuando abordamos este segundo interrogante la tarea se vuelve un poco compleja, puesto que muchas veces no nos dedicamos el tiempo suficiente para realizar un ejercicio de autoanálisis bastante profundo. El ejercicio de un autoanálisis se basa primordialmente en lograr identificar a partir de la comprensión de tu formación, competencias, habilidades, y experiencias, qué es lo que quieres llegar a ser en un mediano y largo plazo, al igual que el desarrollo y posicionamiento profesional que quieres alcanzar. Todos los seres humanos tenemos fortalezas y debilidades y para identificarlas con certeza necesitas hacer una evaluación profunda de tus relaciones con los demás, de tus actitudes, tus experiencias y reacciones frente a diversos escenarios, situaciones, costumbres y hábitos. Las fortalezas son las características positivas de tu personalidad que incrementan la eficacia y eficiencia en el desempeño de tus funciones en el ámbito profesional y personal. Las debilidades son los aspectos que debes mejorar, puesto que te ubican en desventaja frente a los demás y pueden llegar a tener un impacto negativo en el desarrollo de tu vida personal y laboral.
El proceso de toma de decisiones Todo el tiempo nos enfrentamos a decidir, y al mismo tiempo cada medida que tomamos afecta de forma directa a nuestras vidas; y cada decisión que tomamos afecta a las personas y el mundo que nos rodea. Decidir es lo más importante que estamos haciendo como líderes todo el tiempo. Todas las decisiones que un líder toma, siempre tendrá efectos o consecuencias de primer, segundo y tercer orden. Hastie (2001), plantea una serie de definiciones que sirven perfectamente para aclarar el proceso de toma de decisiones, que es una parte de la resolución de problemas:
Decisiones: Son combinaciones de situaciones y conductas que pueden ser descritas en términos de tres componentes esenciales: acciones alternativas, consecuencias y sucesos inciertos. Resultado: Son situaciones descriptibles públicamente que ocurrirían si se llevasen a cabo las conductas alternativas que se han generado en el proceso de toma de decisiones. Como todas las situaciones son dinámicas, según avanza y continúa la acción el resultado puede variar. Consecuencias: Son las reacciones evaluativas subjetivas, medidas en términos de bueno o malo, ganancias o pérdidas, asociadas con cada resultado. Incertidumbre: Se refiere a los juicios de quien toma la decisión de la propensión de cada suceso de ocurrir. Se describe con medidas que incluyen probabilidad, confianza, y posibilidad.
Preferencias: Son conductas expresivas de elegir, o intenciones de elegir, un curso de acción sobre otros.
Tomar una decisión: Se refiere al proceso entero de elegir un curso de acción. Juicio: Son los componentes del proceso de decisión que se refieren a valorar, estimar, inferir que sucesos ocurrirán y cuáles serán las reacciones evaluativas del que toma la decisión en los resultados que obtenga.
De acuerdo con las anteriores definiciones, el proceso de toma de decisiones sería encontrar una conducta adecuada para una situación, en la que hay una serie de sucesos inciertos. La elección de la situación ya es un elemento que puede entrar en el proceso; hay que elegir los elementos que son relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos. Una vez determinada cual es la situación, para tomar decisiones es necesario elaborar acciones alternativas, sacarlas de contexto para imaginar la situación final y evaluar los resultados teniendo en cuenta la incertidumbre de cada resultado y su valor. Así se obtiene una imagen de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se han definido. De acuerdo con las consecuencias se asocia a la situación la conducta más idónea eligiéndola como curso de acción. Entonces por lo anterior, podemos apreciar que uno de los puntos que definen el domino del liderazgo es la toma de decisiones, y a pesar de lo que dice la sabiduría popular sobre el tema, la clave sobre la eficacia en este caso no radica tanto en tomar la decisión sino en, una vez tomada, cumplirla y/o hacer que se cumpla. Todos debemos enfrentar momentos duros en nuestras vidas personales y carreras profesionales, todos debemos tomar decisiones que tienen sus pro y sus contras. Muchas veces, parece que la mejor o la única forma de tomar una decisión es arrojar una moneda al aire. Frente a situaciones como esta, muchas personas quedan congeladas; es una especie de parálisis mental. En las organizaciones grandes, la decisión final incluso puede evitarse y ser postergada para más adelante. Y ahora, ¿sabes cómo es tu proceso actual de toma de decisiones?
Aspectos a mejorar para potencializar tu liderazgo A continuación en Ikana te brindaremos los aspectos que debes mejorar, con el fin de potencializar tu liderazgo: Confianza El primer paso para pasar de jefe a líder es tener absoluta confianza en tu equipo de trabajo; al formarlo, debes recordar ser amigo sin caer en excesos de camaradería. Recuerda, los límites los pones tú. Respeto Trata a tu equipo de trabajo cómo quieres ser tratado, nunca utilices groserías para dirigirte a ellos, llámales por su nombre, evita a toda costa poner apodos o burlarte de tu equipo o de algún colaborador de la empresa y jamás hagas grupos aislando a ciertos miembros de tu equipo. Comunicación No olvides que esta es una de las principales habilidades del liderazgo; trata que tu comunicación sea clara, precisa y fluida, que lo que estás intentando comunicar realmente sea trasmitido como tú quieres y que tus colaboradores lo estén recibiendo tal como es. Evita hablar a las espaldas de tus colaboradores, no triangules la información y no des órdenes a través de terceros ya que esto no es sano para el buen desarrollo del equipo. Definición de metas Designa sus objetivos y tareas individuales, evita repetir lo que te dicen tus superiores, haz tuyas las metas generales y no dejes de indicar, en lo posible por escrito qué es lo que esperas de tu equipo de trabajo. Define bien las diferencias entre una estrategia y un plan de acción, no dejes de poner fecha de inicio y de finalización a los proyectos, y sobre todo, formaliza las evidencias de avance para medir los resultados de forma periódica.
Delega No intentes hacer todo por ti mismo, recuerda que la suma de los talentos de cada miembro del equipo, te dará un mejor resultado en lo colectivo; aprende a delegar por mes a un sublíder del grupo, esto te ayudará a soltar y tener definidos roles. Capacitación Debes tener claro un perfil de puesto, dejar bien definidos tus procesos, y, una vez teniendo esto, desarrolla las competencias que les haga falta; pon a la persona indicada en el puesto indicado. Por otra parte, nunca dejes de capacitarte, recuerda que cuando una persona cree saberlo todo, en realidad lo que trata de decir es que no sabe nada. Iniciativa y creatividad Se original y ten la facultad de cambiar lo que sea necesario cuando las cosas no estén saliendo bien, ten un observador diferente y ponte en los zapatos del otro; nunca esperes que las cosas sucedan, da el primer paso hacia el cambio y jamás limites a tu equipo, permite que sean proactivos. Compromiso Alinea tus valores y los de la empresa con los de tu equipo de trabajo. Comprométete y trabaja con ellos y no para ellos; haz que el poder y la jerarquía que tengas nazcan de tu equipo y no de tus jefes. Haz de tu lugar de trabajo un lugar donde desees estar y que la gente busque trabajar contigo. Salud No puedes olvidar que el activo más valioso que tiene toda empresa, es su personal; siempre debemos entender que trabajamos con seres humanos. Todos tenemos problemas y como líderes debemos estar alertas para brindar el apoyo que se requiera a nuestros colaboradores. No olvides que el 90% de la improductividad, rotación de personal, adicciones y acoso sexual en el trabajo pueden causar problemas emocionales. Atiende estas situaciones con mano firme y recupera a tu personal.