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Sokaku Takeda en Ayabe ................................................................ 48/49

religión del Japón, marcó igualmente con su influencia la vida social, económica y cultural del país. Con la ayuda de su amigo Saicho, vuelto de China un año antes que él y fundador de la secta Tendai, Kukai buscó promulgar un buddhismo original.

Por otra parte y a pesar de la oposición de las sectas ya establecidas, ambos buscaron unir fraternalmente el buddhismo y el shintoísmo, ya que, según Kukai, los dioses shinto son formas alteradas de los Buddhas. Es así cómo vemos numerosas divinidades del panteón shinto perfectamente integradas en la secta Shingon. El primer esfuerzo de Kukai y Saicho en su búsqueda de unidad a nivel de las clases sociales, fue la construcción de una gran escuela gratuita, abierta a todos. Kukai fue el primero en emprender una reforma tal en Japón; esta escuela representó su pensamiento y es de alguna forma la concretización de una búsqueda de síntesis del buddhismo y del taoísmo, impregnados de los altos preceptos del confucianismo. El nombre de la escuela sugiere muy bien la vocación que le es atribuida: Shuguei-In (buena educación moral y científica).

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Kukai escribió tres obras importantes sobre el Mikkyo; la primera Himitsu Mandara (el mandala secreto); Dju-Shin-Ron, la segunda, y la última Iso-HO- Yaku. Como hemos visto, Kukai no era solamente un pensador sino un gran científico. La medicina y la agricultura no poseían secretos para él, como tampoco los tenían otras artes. Compuso igualmente magníficos poemas matizados de una profunda espiritualidad. Gran especialista del Shodo (escritura china), se le debe la creación de la escritura japonesa. Sus Kana pueden verse en Koya San, en los alrededores del templo y de un pequeño lago que él hizo agrandar y fue, en efecto, el primero en Japón en canalizar las aguas. Aquellos que han visitado la isla de Shikoku, habrán podido admirar objetos y cerámicas de una rara fineza, creados por él mismo, según la técnica china. Son testimonio del grado de maestría al cual había llegado Kukai tanto en el dominio artístico como en muchas otras ramas. No es sin razón que Kukai se ha convertido en una figura tan popular, muy querido por todos, sobre todo por los enfermos y las gentes pobres del pueblo, gracias a esa gran simplicidad natural que irradiaba de él. Jamás pareció ser un gran sabio o un gran predicador espiritual; hasta tal punto era humilde en su forma de vestir, en sus palabras o su comportamiento.

La ceremonia de unción de los cinco Buddhas (Go-Butsu-Kanjo-Inmyo) consiste en una quíntuple unción aplicada con el cetro en diferentes partes de la cabeza del adepto. El agua contenida en cinco recipientes, simboliza las cinco sapiencias del Tathagata, a fin de que continúe la línea de los Buddhas. Este rito intenta iniciar al aspirante en los cinco conocimientos de cada uno de los cinco Buddhas. Esta iniciación le confiere a través de la consagración, las aptitudes requeridas para el estudio de los tantras.

Fue en el año 835 cuando esta gran alma llena de compasión por todos los seres, pasó su transición. El emperador le confirió el título póstumo de Kobo-Daishi (El Gran Maestro de la Propagación del Dharma). En 1973, médicos y científicos reconocieron oficialmente hasta que‚ punto sus obras cambiaron

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