Cuadernos de Memoria
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Cuadernos de Memoria Ejercicio de recuerdo personal para la memoria colectiva
Activa tu Presente con Memoria
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¿Cómo se llena este vacío tan lleno de recuerdos?
Sobre los Cuadernos de Memoria Detrás de la fotografía gris colgada en la solapa ¿quiénes son las mujeres que durante cuarenta años han buscado juntas la verdad de los hechos? A partir de esa pregunta, desarrollamos una experiencia editorial a favor del (re)conocimiento de las historias de vida no contadas. Se trata de CUADERNOS DE MEMORIA un ejercicio de escritura automática y visibilización que propone un desplazamiento en los imaginarios sobre el pasado reciente, moviendo la pregunta del dónde están al quiénes son. Desde esa motivación nuestro programa comenzó una exploración creativa de recuerdos junto a ocho mujeres pertenecientes a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Concepción, quienes a partir de 1978 buscan sin descanso a sus esposos, hermanos e hijos. A ellas convocamos a reflexionar sobre cómo han (re)construido su propia historia durante estos años de incertidumbre, qué recuerdan del país que fue, qué país desean en el futuro y a qué reflexiones llegan hoy sobre lo que es memoria colectiva, tras cuarenta años de caminar contra el olvido. Con reuniones semanales en Concepción desde septiembre, el grupo de mujeres se congrega cada tarde de miércoles para abrir la conversación en torno a esas preguntas sobre las cuales escriben, leen colectivamente y recuperan recuerdos compartiendo sus historias. Fruto de ese proceso nacen los siete textos que conforman nuestra primera serie auto editada de CUADERNOS DE MEMORIA, que llegan a sumar un granito de arena a la montaña de conocimiento sobre DDHH que merecemos y necesitamos. Esperamos que estos cuadernos den inicio a investigaciones que se transformen en libros.
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¿Cómo se llena este vacío tan lleno de recuerdos?
Notas de la mujer que soy Tengo 58 años, soy la mayor de tres hermanas. Nací en la ciudad de los Los Ángeles el 10 de noviembre de 1960. Hasta los 12 años, mi vida transcurrió tranquila junto a mis padres, mis hermanas y mis amigos, todo era jugar, compartir, reír. El 16 de septiembre de 1973, todo cambió abruptamente. Cerca de las nueve de la mañana, carabineros llegan a mi casa a buscar a mi papá, yo salí corriendo detrás de él, intentando que no se lo llevaran, pero uno de ellos me empujó y caí. Lo último que recuerdo de ese día, es ver a mi papá subir a un furgón. Esa es la imagen que permanentemente viene a mi memoria. Ese día, no sólo perdí a mi papá, sino también a mis amigos, a quienes les prohibían juntarse conmigo. La familia materna y paterna también se alejó, me tuve que cambiar de colegio porque mi mamá ya no podía pagar en el que estudiábamos. En fin, esta nueva familia tuvo que empezar a rearmarse con todo el dolor que generaba la búsqueda diaria de mi parte. En el año 1980, mi mamá decidió que nos viniéramos a vivir a Concepción y comencé a estudiar Secretariado en el Manpower. Ese mismo año trabajé en ASMAR hasta diciembre del año 81, ese mes me casé y fui mamá por primera vez el año 1983. Cuando mi hija tenía 9 años, le tuve que contar que a su papá lo habían asesinado en un atentado terrorista en Indonesia y que la historia para ella también se repetía un poco. Pero había que seguir adelante trabajando, en ese momento como Agente de Viajes, carrera que había estudiado unos años antes. 9
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El año 1993, me casé nuevamente y tuve a Paula, mi segunda hija; luego, a Camila en 1996. Me separé unos años después, hoy siento que lloré toda mis penas juntas, me costó mucho recuperarme. Mi ex marido fue agresor económico y psicológico. A pesar de no verlo hace años, su presencia siempre está latente. Hace unos años, participé en la confección de un mural de mosaico en las dependencias del PRAIS, Programa de Reparación Integral en Salud, experiencia que hizo reencontrarme con mi historia y también con mi esencia. Actualmente, pertenezco a la Directiva del Consejo del PRAIS y últimamente me dedico a ser guía de memoria, a través de testimonios que damos a estudiantes de enseñanza media, en conjunto con el Departamento de Derechos Humanos de la Municipalidad de Concepción. Yo no elegí ser hija de un detenido desaparecido, pero lo asumo con la frente en alto porque a mi papá no se lo llevaron por ser asesino o delincuente, sino que lo hicieron desaparecer por pensar distinto y querer hacer de Chile un mejor país. Ahora ya no bloqueo lo que siento. He aprendido a manejar el dolor por mis hijas. El país que recuerdo El país que recuerdo es el de mi pueblo, Los Ángeles, a los 4 años, vivía en una casa familiar con árboles frutales, cerezos, huertos, manzanos; la rodeaba un canal. 28
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Mi casa era de adobe, con techo alto y corredores, tenía una hermosa galería de ventanas pequeñas hacia el patio y una estufa de aserrín. Teníamos cerdos, perros y gallinas. Con mis hermanas disfrutamos muchísimo esa vida. Recuerdo que subíamos a la más pequeña a un chancho que deslizábamos como caballo por todas partes ¡nos reíamos mucho! Era todo perfecto, éramos libres, mis papás trabajaban y quedábamos al cuidado de nanas. Recuerdo que en varias oportunidades iban a buscar a mi mamá a su trabajo, para que nos fuera a ver porque estábamos jugando en la calle, con el agua que se acumulaba de la lluvia. Estudié en un colegio que quedaba al otro extremo del pueblo, debía viajar en micro sola para llegar hasta allí. A veces perdía la plata del pasaje y tenía que ir al trabajo de mi papá a pedirle nuevamente para poder después regresar. En ese lugar no teníamos muchos amigos, así que jugábamos entre nosotras, las tres hermanas. El año 1967, a los 7 años, mis papás compraron una casa y nos mudamos. Empezamos a conocer niños de nuestra edad, jugábamos mucho en la calle a la pelota y acompañábamos a nuestros amigos a sus partidos de fútbol para hacerles barra y gritar por ellos. No había televisión y tampoco había teléfono, es decir, nuestra vida era una vida muy simple. Recuerdo a mi papá como una persona que no era machista, lavaba, hacía el aseo, cocinaba, nos bañaba y compartía todas las labores de la casa con mi mamá. A los 11 o 12 años empecé a asistir a mis primeros malones, los hombres se sentaban a un lado y las mujeres al otro extremo. 11
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Esas fiestas eran de día, empezaban temprano y terminaban a las siete de la tarde. En 1969, había sólo una familia que tenía televisión y fuimos todos a ver a esa casa la llegada del hombre a la luna, nunca lo olvidaré. En mi casa siempre había pegados en las ventanas afiches de algún candidato que mi papá apoyaba. El año ‘70, para el triunfo de Salvador Allende, mi papá estaba muy feliz. Pero hubo un momento en que empezaron las filas para conseguir alimentos ya que era escasos. Yo no entendía mucho lo que sucedía, a veces me molestaba tener que salir a comprar, sobre todo en pleno verano, ya que las temperaturas eran muy muy altas en Los Ángeles. A mi casa llegaban muchas cajas con mercadería, pero mi papá jamás permitió que sacáramos nada, como nos decía él, no eran para nosotros sino para entregarlas a otras personas. Yo me preguntaba ¿cómo es posible que mi papá me deje salir a buscar aceite o azúcar bajo 30 grados de temperatura, si en la casa teníamos de todo? Con los años valoro esa actitud, me habla de la persona recta y con principios sólidos que fue él. Recuerdo también que siempre nos reuniamos con la familia de mi mamá, para fiestas y cumpleaños estábamos juntos, la misma familia que después se distanció. Cada 25 de diciembre, visitábamos a mi abuela paterna porque estaba de cumpleaños, luego íbamos a un paseo a orillas del Río Itata. Preciosos recuerdos. Cómo me gustaría recuperar la simpleza de esos años, cuando mi única gran preocupación era a qué hora salir a jugar o si mis amigos ya estaban afuera en la calle, esperando por mí. Añoro esa sensación de seguridad que me generaba estar en familia, con mi papá y mi mamá protegiéndonos y apoyándonos. 28
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Loreto junto a su madre Nancy Burgos en las Rutas de Memoria que realizan através del programa de Derechos Humanos de la Municipalidad de Concepción. En la foto, Memorial de los Detenidos Desaparecidos del Parque Bicentenario de Concepción, octubre 2018.
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Loreto de pie, polera azul, quinta posición de izquierda a derecha, junto a la Brigada Muralista Salvador Allende encargada de crear el “Mosaico por la Memoria”, Mural ubicado en frontis del PRAIS, frente a la Plaza Acevedo de Concepcion, 2016. 28
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Chile hoy Yo veo hoy a un país muy dañado, individualista y dividido. Chile es un país donde estar conectados tecnológicamente pasó a ser lo más importante de la vida. Un país donde los luchadores e idealistas se perdieron, se los llevó la dictadura; veo a una tierra en la que priman los intereses personales, el infinito amor al dinero y las ansias de poder; una clase política que perdió el sentido, formar alianzas -no importa con quién para lograr sus objetivos- se ha transformado en el motor de sus vidas. Veo un país donde todo se hace en la medida de lo posible, carentes de líderes políticos a los cuales admirar y seguir por su ejemplo de rectitud y honestidad; un país desencantado, un país ya muy cansado de lo mismo. Hallazgos Durante estos años de incertidumbre no encontré a mi padre, pero sí a grandes personas que son parte de mi vida, amigos de la infancia de los que estoy agradecida. Aun siendo ellos de otra convicción política, Juan Carlos y Mario Villarroel, a quienes no les importó que fuera una hija de detenido desaparecido y cuya amistad todavía perdura. Pienso también en Ítala Queirolo, también perteneciente a una familia de derecha, a quien cuando le conté que mi papá era detenido desaparecido, me abrazó, lloró y hasta el día de hoy agradece haberme conocido. Como ellos, tantas otras personas más. Para ser honesta, encontré más empatía en ellos que en mis pares. 17
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Personas con ideas políticas y vivencias tan distintas a las mías, fueron quienes me llenaron de emociones y apoyo. No odio ni tampoco permito la violencia. Sólo he centrado mi energía en buscar verdad y justicia, encontrar los restos de mi padre para poder cerrar este ciclo necesario para todo ser humano, sin distinción de clases, ideología política o religiosa. Una experiencia muy importante que viví fue el 2016, cuando participé de la creación de un gran “Mosaico de la Memoria”, ubicado en la sede del PRAIS de calle Maipú, frente a la Plaza Acevedo en Concepción, lugar donde reflejamos en el espacio público lo que sentíamos. Este mural comunitario es mi aporte a las futuras generaciones y un homenaje a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos: el clavel rojo y la pancarta preguntando ¿dónde están? un espacio vacío esperando el cuerpo que simboliza el vacío del alma que también espera, las golondrinas, que representan a las mujeres que integran nuestra familia. Por otra parte, creo que ha sido muy importante haber encontrado un espacio de expresión y educación a través del testimonio en las Rutas de la Memoria, una actividad que partió en 2016, cuando fui invitada a una jornada con facilitadores del PRAIS, cuyo objetivo central era crear vínculos entre los funcionarios de los hospitales, consultorios y los usuarios PRAIS.
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A través de recorridos guiados, hacemos memoria visitando lugares íconos, como son la Catedral de Concepción donde se inmoló Sebastián Acevedo, el 11 de noviembre de 1983, exigiendo la liberación de dos de sus hijos detenidos. En señal de protesta y para presionar a las autoridades, rocía parafina y bencina en sus ropas y pide que la CNI devuelva a sus hijos. El Memorial de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados de la Universidad de Concepción, construido en homenaje a los 54 detenidos desaparecidos y ejecutados de la Universidad, tras la dictadura cívico militar. Así mismo, el Memorial del Parque Bicentenario, donde como hija doy testimonio; también el Fuerte el Morro de Talcahuano, centro clandestino de detención y tortura, actual Sitio de Consciencia de la Región del Biobío. Futuro Yo quiero que las mujeres sean libres para que puedan hacer de Chile un mejor país, más digno, generoso e inclusivo. Quiero un país que no pierda la sensibilidad ni el respeto a las personas. Quiero ver a las mujeres empoderadas, soñadoras, ganándose un espacio en todos los ámbitos, seguras de sí mismas, aguerridas y consecuentes; pero por sobre todas las cosas, las quiero ver muy felices. Me gustaría que hagan suya nuestra bandera de lucha, que exijan Verdad y Justicia sin odio, sin violencia, que continúen con el quehacer de la memoria, ver jóvenes mujeres que se opongan al olvido, que se hagan responsables de llevar la verdad y la conciencia siempre al frente, guiando sus vidas. 19
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Memoria Colectiva Pienso en esa frase “un pueblo sin memoria es un pueblo sin historia”. Para mí, la memoria colectiva es una forma de vincular los hechos del pasado con el presente, por esa razón la memoria es nuestro futuro. Dar testimonio de lo vivido en dictadura a estudiantes de enseñanza media, en las rutas de memoria en las que participó a través del municipio de Concepción, es mi forma de trabajar en ello para que el nunca más sea real y no volvamos a vivir los horrores de una dictadura. Creo que recordar lo vivido nos permite fortalecer la consciencia de no repetir el pasado oscuro, por eso, para mí es tan importante que existan memoriales, ya que forman parte de este proceso de construcción de memoria.
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Loreto durante el proceso creativo de escritura autobiografica, vivido en sesiones junto a sus compañeras de la Agrupación. Concepción, octubre de 2018.
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Glosario CNI: Central Nacional de Informaciones, fue la policía política y organismo de inteligencia que funcionó como órgano de persecución, secuestro, asesinato y desaparición de opositores políticos durante la dictadura de Augusto Pinochet. DINA: Dirección de Inteligencia Nacional, fue la policía secreta de la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, entre 1973 y 1977. La DINA fue responsable de numerosos casos de infiltración política, y violaciones a los derechos humanos entre los que se cuentan asesinatos, secuestro, violación y tortura de personas. JAP: Juntas de Abastecimiento y Control de Precios, fueron unidades administrativas locales en Chile, creadas en los últimos años del gobierno de Salvador Allende. Las JAP esencialmente eran comités de racionamiento, implementados para aliviar la escasez crónica de alimentos y suministros que afectaba al país. Malón: Palabra común para referirse a las fiestas que se organizaban entre conocidos o amigos, donde cada uno llevaba algo para la celebración. MIR: Movimiento de Izquierda Revolucionaria, fundado el 15 de agoto de 1965 como un partido político de orientación Marxista Leninista, que a lo largo de su historia ha hecho propio el pensamiento de diversas experiencias revolucionarias a lo largo de todo el mundo, para llegar a su propia síntesis. PRAIS: Programa de Reparación y Atención Integral en Salud y Derechos Humanos, es un programa del Ministerio de Salud que responde al compromiso de reparación asumido por el Estado chileno con las víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas entre septiembre de 1973 y marzo de 1990, durante la dictadura cívica militar. SENDET: Secretaria Ejecutiva Nacional de Detenidos, decreto creado por la Junta de Gobierno para regular el trato de los detenidos.
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Gracias a todas las personas e instituciones que aportaron a realizar esta primera colección de cuadernos para la memoria colectiva de la Región del Bio Bío. Especialmente, gracias a todas y cada una de las valientes mujeres de la Agrupación de Famliares de Detenidos Desaparecidos de Concepción, por hacer memoria.
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