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UN FLANEUR HISPALENSE EN PARÍS.
from PARÍS
Con abrigo grueso, sombrero y calzado cómodo, me dispongo a pasear París, con una personalidad ensimismada en la literatura.
Doy pasos sin tino, sin rumbo por la ciudad, pero con la seguridad de que siempre, llegaré a alguna parte. Disfrutando, mirando las numerosas formas de las nubes, los edificios con sus techumbres de pizarra y con sus mansardas.
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En este andar pausado, me detengo al descanso en unas verdes sillas de los Jardines del Luxemburgo.
Sentado, admiro su estanque y la galería de estatuas que en él habitan. Pasear por tus orillas, contemplando a los bouquinistas, donde encontrar postales, fotos antiguas o ediciones príncipes, lujo tan solo al alcance de unos pocos. Montado en un bateau-mouche, por ese vita flumen, intento atrapar las lágrimas de ese verdegay, que es el Sena.
Javier María Castro- Cuadrado
Estos días son suspiros. Aquel sueño de este viejo, y el despertar de aquel niño. «Soleá». Juan de Mañara
A Chloris, si es que me ama.
Uno de estos días rebuscando papeles he rescatado unos versos distraídos. Que al releerlos en musitada voz han devuelto a la memoria que mi corazón entonces albergaba un poso agridulce. He olvidado muchas cosas pues el vino del tiempo borra sombras y recuerdos que disipa por el aire. Pero estos versos ya lejanos han hecho temblar de nuevo en mis labios los asuntos del corazón.
Manuel Rámila
Par S Bien Vale Un Poema
«Hay que ser absolutamente moderno»
Arthur Rimbaud
París bien vale un poema tus otoños grises y lluviosos crujir de hojas bajo mis botines modernos al borde del Sena, y ante el puente Nuevo pensando en la Revolución de los chalecos amarillos o de los inmigrantes suburbiales. Tus artistas, tus mendigos, tu gente Zola, Proust, Renoir, Monet, Baudelaire tus baguettes, tus cafés, tus barrios Montmartre, Saint-Michel, Saint-Germain, Mouffetard ver el inframundo en el metro beber un vino en Pigalle.
Recordar con indignación
«Je suis Charlie Hebdo». Admirar la grandiosa Notre-Dame y lamentar el incendio de hace años.
En el Louvre contemplar en tus cementerios meditar en tus mercados disfrutar.
Navegar por el Sena en primavera comer en restaurantes de barrio y ver el mestizaje de la Humanidad animando la vida de la gran ciudad.
Me moriré en Paris con aguacero vaticinó César Vallejo, y así fue.
Ezequiel Martínez
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«EL ECO DE PARÍS»
Taller y tienda de costura, negocio familiar. Calle Aponte, 10 y Plaza Del Duque, 15.
Sevilla
Reflejos dorados sobre fondo azabache, entre vestidores, espejos y ropajes, un tesoro renace, ante el devenir del tiempo…
«El Eco de París», aspiración de modernidad, entre Art Nouveau, la Xirgú y las artistas de la copla y las varietés.
Desde el Magreb convulso, Sevilla recibe asaltos de la Historia, aquí una huella indeleble de su cultura, allá la sangre roja por la Giralda.
El letrero Belle époque fue arrancado y protegido de las turbas fascistas que lo hubieran amancillado.
El ensueño de una noche de París me atrapa, renacen aromas de antaño y esa voz desgarrada al paso de la cofradía, la Sevilla añorada, de viajes azarosos desde el balcón de mi infancia.
Miguel Ángel Ferris
1936 Sin Par S
Hay veces que el viento suena en los álamos y las hojas nerviosas aletean en las ramas viendo su fin.
Pero aquella vez la luz retenida en las nubes rompió su dique de lluvia cuando se los llevaron a todos y el viento tampoco sonó en los árboles violetas que iban dando las horas.
En la estación revolotearon palabras que sonaron a miedo.
«Vivid por nosotros y nunca seáis como ellos».
Hasta ahora.
Carolina Abadía
Dith Piaf
Y ascendía desde el abismo aquella voz quebrada, heridas notas de un inacabado suspiro, sombrío en su luz… Y rasgando tu negro ropaje, trazan tus brazos un requiebro: dioses o destino…
Y en tu garganta se enciende una voz herida, llama en el fuego que alumbra en su noche los rostros del amor… Llanto y súplica vertidas en canto, regando aquellos albores que desterraron a la luna para sumirla en tu fulgor.
Amor quebrado en hallazgos y abandonos, retazos de tiempo disuelto en los nudos de lágrimas…
Y un retenido grito resonando en el universo, humilde rapto en que el Amor acoge a sus escogidos… los une, los desplaza, los aleja y los disuelve en nostalgia y esperanza… eterna de aquel paraíso inacabado en su presencia e infierno en su ausencia, llamas etéreas cual ecos musicales perdidizos en su ritmo y eternos en su canto… Ciega, hallo la luz visionaria de voz y de ternura hacia los remotos tiempos en que su abrazo se enhebraba al azul inmenso, eterna súplica hacia aquellos vacíos de luz, anunciando una aurora y nunca habitados.
Joaquín Verdú de Gregorio
CAMINO DE IDA Y VUELTA (ALLER ET RETOUR )
A mis hijos, con quienes visité París por primera vez.
«Un destello de sol y una risa oportuna amo más que las languideces de la luna medio gitano y medio parisién –dice el vulgo–, con Montmartre y con la Macarena comulgo...» Fragmento de «Retrato». Manuel Machado
Apoyado en las barandas del puente Alejandro III, contemplando el discurrir de las aguas del Sena, evoco imágenes de la ciudad que más quiero, aquella que mi espíritu atempera y serena.
Recuerdo poetas y pintores de allí y de aquí, que anduvieron por la geografía subiendo y bajando, Luis Cernuda, Antonio Machado... Henri Matisse, paseando, leyendo, escribiendo... pintando. Los dos últimos nombrados casi cruzaron sus vidas, el sevillano camino de París, el francés volviendo de Sevilla. Ambos deambularon por las mismas calles de una y otra fascinados por sus barrios, sus ríos, sus luces y sus sombras. Alzo la mirada en la Ciudad de la Luz y todo me maravilla y vuelvo a ensimismarme anhelando el aire de mi Sevilla.
Juan Masero Flores