Take a Look
Se centra en la idea o concepto como el aspecto más importante de la obra.
Ilustración por Aide Yoali Vega Valencia
Viernes Santo
Un Viernes Santo murió.
UBICUO
Nos lleva por la vida, pero siempre podemos aprender a vivir de él.
Fue mejor
Te miraré a los ojos y sabré que dejarte ir, fue mejor.
El Tiempo
¿El tiempo es una realidad física o una simple invención fruto de la experiencia humana?
Bajo
bien
Recomendación
Todo comenzó cuando el arte se convirtió en expre sionismo abstracto, era forma y nada de contenido. Por eso los artistas jóvenes de los años sesenta deci den superar esa característica fundamental del arte : ser un objeto.
En diferentes lugares y diferentes contextos, se va creando un tipo de arte que elimina toda referencia al objeto, y se centra en la idea o concepto como el aspecto más importante de la obra.
Nace así el Arte Conceptual como un movimiento ar tístico, donde la ejecución es algo superficial. Lo importante es la planificación y las decisiones que se toman de antemano.
El valor de un pueblo como el mío se mide con la calidad de sus habitantes, no me malentiendan, lo que menos quiero es que crean que soy alguien que desprecia su lugar de origen, todo lo contrario, en realidad quiero presumirles la calidad de mi pueblo. La mayoría de los habitantes aquí son fascinantes, demasiado amables y humildes para, siendo sincera, sobrevivir a la dura ciudad. Ya saben, la adorable señora Martina que lleva
comida a las casas que por alguna razón no pudieron cocinar, el respetable señor Miguel que ayuda a los forasteros que descompo nen su auto a las afueras del pueblo, la joven Carmina que cuida niños por las tardes y las mañanas atiende en el hospital público y también claro, el Señor Franco. El mantiene el orden y armonía en el pueblo. La verdad que no hace mucho, pero su sonrisa cálida, su impulso de ayudar y su asertividad lo ha cen el gran líder no declarado del lugar. Tampoco es que trabajara en un gran pues to, en una fábrica de pintura, tenía sus centavos bien ganados, pero nada del otro mundo. Pero sin duda alguna, lo que más es digno de admi rar, por lo menos para mí, es su energía.
Ilustrado por Hannia LópezCuando era pequeña vivía en departamen tos minúsculos, once departamentos con varias familias viviendo dentro. Cada fami lia contaba con aproximadamente de cinco a siete miembros, cada familia con niños para aventar, así que nunca me aburrí ahí. Teníamos un club de niños, en donde sa bíamos con qué adultos pasarnos de listos y con quién podría ser nuestra sentencia, ya saben, como cualquier grupo de niños traviesos y sedientos de acción y adrena lina. El club no solo era de los departamen tos, a veces solíamos salir a jugar con de más niños del pueblo, una de ellos era de mis amigas cercanas, Maribel Samperio, hija del señor Franco Samperio.
Nuestro grupo selecto de amigos jugaba por las tardes en las calles del pueblo, cuan do demás niños se juntaban con nosotros era fantástico, hacíamos equipos gigantes que eran difíciles de derrotar, lo que hacía que jugáramos hasta tarde. La mayoría de los niños solía irse temprano debido a que sus familias los llamaban, casi siempre quedábamos hasta tarde Maribel, Romina, Santiago y yo. Cuando eso pasaba y el se ñor Franco regresaba del trabajo solía llevarnos a pasear por el pueblo, todos montados en su bicicleta. El pedaleaba y pedaleaba hasta llegar al kiosco donde casi todos los días el puesto de esqui tes de la señora Martina estaba; el Señor Franco compraba dos vasos de esquites para los cuatro y con eso éramos más que felices. Mientras nosotros
comíamos sentados en una banca de par que cerca del puesto, el señor Franco cami naba por los alrededores del kiosco, siempre caminaba con su gran sombrero blanco en sus manos tras su espalda, eran pasos len tos pero firmes en donde solo caminaba en círculos por el parque. A veces alguna perso na del pueblo se acercaba a hablarle en me dio de su recorrido y siempre se iban de ahí con una sonrisa en su cara. Yo veía todo eso en silencio cada que nos llevaba al parque, porque me intrigaba. ¿Cómo el padre de fa milia podía llegar del trabajo agotado y aun así tener energía para llevar a su hija y varios de sus amigos a pasear?
Yo era huérfana de padre, nunca lo conocí y mi madre no hablaba mucho de él, mis her manos casi nunca estaban.
Lo veía como una figura paterna, pero más que todo, me intrigaba lo que era ser un pa dre, por eso disfrutaba esos pequeños viajes en las tardes.
Un Viernes Santo murió.
A los niños del pueblo nunca nos dijeron la cau sa de muerte, pero siempre nos aseguraron que él ahora no sentía dolor y que siempre estaría cuidando de todos nosotros.
Curiosamente siempre fue considerado como el padre postizo de todos los niños, así que, así como cuidó de nosotros en tierra, lo haría en el cielo.
Ilustrado por Hannia LopezMuchos años más tarde me enteré de que padecía cáncer. Lo padeció por mucho tiempo, pero siempre nos mostró una fa ceta muy energética y saludable a todos los niños, o simplemente nosotros veía mos lo que queríamos ver dentro de nues tra inocencia. Fue un golpe fuerte para todos, de verdad que se sentía como si un familiar muy cerca no había muerto, permanecimos de luto por poco más de un año.
Después, como si una ráfaga de esperan za y orden llegara… todo comenzó a tomar orden otra vez. De un día para otro a las fa milias les fue mejor, haciendo que el pueblo creciera potencialmente. Lo tomamos como si Don Franco nos dijera que debemos seguir con nuestras vidas, sin dolor o preocupación.