ALBERTO SERVAT Gerente Cultural Instituto Cultural Peruano Norteamericano
Si hace un año los medios de comunicación y las redes sociales nos hubiesen mostrado similitudes entre ciudades tan distantes como Lisboa o Manila lo habríamos relacionado con la globalización. Pero hoy, el fenómeno unificador es otro y es trágico. Se trata de un ataque brutal que sufre la humanidad y que ha evidenciado sus principales debilidades como sociedad. Sin duda, uno de los escenarios devastados ha sido el de la cultura. Basta una simple revisión en la red para ver que hasta los países más desarrollados han visto afectado el desarrollo de sus planes culturales y actividades artísticas. En un primer momento la situación fue tan alarmante que parecía no tener solución. Sin embargo, las cosas no han sido así. Esta crisis no ha paralizado el espíritu de resistencia y combate que caracteriza a los verdaderos artistas. Y hemos visto una explosión de propuestas a través de plataformas que hasta hace poco eran consideradas secundarias. De pronto los museos más importantes del mundo han inaugurado una nueva era, abriendo sus puertas al público de manera virtual. Y lo han hecho al mismo tiempo que las galerías de exhibición más pequeñas e independientes. El arte ha sabido responder a un desafío producto de una pandemia que sigue su curso sin una cura cercana.
El ICPNA cerró sus puertas a mediados de marzo de este año. Lo que no significó que dejamos de trabajar ni por un momento. El área académica emprendió de inmediato el gigantesco reto de sacar adelante su programa de enseñanza de inglés online. Y nosotros, desde nuestro puesto en la gerencia cultural, tr at amos de adapt ar nos a las nuevas circunstancias. Lo hicimos con el compromiso de no interrumpir un trabajo que no solamente nos involucra a nosotros sino también a los artistas de las más diversas disciplinas y a la comunidad en general. Lamentablemente se interrumpió toda nuestra programación de exposiciones y entre ellas una de especial significado: El Premio ICPNA Arte Contemporáneo 2020. Una de nuestras propuestas más importantes porque no solo implica la exhibición y promoción del trabajo de nuestros artistas, sino que apuesta por el incentivo económico. A comienzos de año Sharon Lerner, como curadora invitada por el Instituto Cultural Pe r u a n o N o r te a m e r i ca n o, re a l i z ó la convocatoria a nivel nacional. Y a partir de más de 300 portafolios recibidos hizo la selección de los 40 trabajos finalistas. Casi todos los artistas que habían sido elegidos para participar de la recta final ya habían enviado sus piezas y
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