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desde la moderación de la mesa:
Las intenciones a dialogar en el marco de este encuentro fueron: conocer otras experiencias y reflexiones curatoriales fuera del centro; reconocer los desafíos curatoriales desde los propios territorios; fortalecer los procesos metodológicos colectivos; articular redes para al pensamiento curatorial desde el no-centro.
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Como dinámica relacional, la mesa de trabajo que coordiné propuso a la escucha como centro de mesa. Considerando en ello, la posibilidad de encontrarnos más próximamente, es decir acercarse, incorporarnos, y así poner el cuerpo de manera consiente y atento a las relaciones que este ejercicio puede habilitar. Siendo la misma acción de juntarse un gesto afectivo, provocador, donde podrían producirse sensaciones de confianza o incomodidad, tal cual síntoma de intimidad.
Partiendo, Sofía Enríquez1 comenta la necesidad de una curatoría sensorial, la cual sea capaz de implementar la significación de los sentidos dentro de un tiempo y una cultura específica, a través del cuerpo y sus sentidos. Siendo ésta, la forma en cómo nos comunicamos con el mundo. Por lo tanto, he ahí la relevancia de dar a conocer a los públicos, saberes sobre el arte por medio de sensaciones, los que permitan empatizar con la exposición u acción a fin, y así abrir accesos que no siempre provienen de estudios formales, sino que directamente de experiencias sensibles.
En este mismo sentido Jan Araújo2, se pregunta sobre cuáles son las rutas que debería transitar el público para llegar a estas prácticas, y si es preciso entonces desviarse del formato tradicional. En tanto, “todo tiene conocimiento. Se trata de una cuestión ética, ecológica, de memoria” dice Jan. Instalando a la curatoría como acción- mediación entre personas y contextos. Expandiendo orillas para la creación de relaciones en medio de actividades cotidianas, pero no comunes. Pues, en la medida que el estímulo sea abordado desde otro punto de vista, sumará nuevas expresiones.
A partir de lo anterior, es que Carla Sobrino3 nos invita a plantearnos y exigirnos el crecimiento del oficio curatorial desde los territorios en concordancia con el quehacer colectivo. Haciendo efecto de ello en contextos donde la ausencia de formatos convencionales está muy presente.
Estas resonancias, son las que estimulan el trabajo desde una posición situada, con creaciones relacionales a las dinámicas de cada lugar para interpelar a los campos estáticos del arte, y así impulsar gestiones que desborden las funciones académicas de la disciplina. Para plantar-gestar procesos de aprendizajes movedizos, con amores y humores propios de cada medio ambiente y de esta manera, hacer(nos) parte de lo que realmente nos involucra. discutir acerca de un tema ciertas interrogantes y/o contenidos críticos, con diversas fuerzas y tiempos, sin embargo, convenir en un mismo grupo con factores desconocidos o poco instalados, ha de producir una impresión distinta y rara vez tomada en cuenta.
La conmoción al iniciar una reunión dedicada a los cultivos de la curaduría, terminó siendo una verdadera paradoja. Ya que al guiarnos por la lógica del verbo “curar” concluimos que el concepto hace referencia a la posibilidad de cuidar, limpiar, proteger. Lo cual, naturalmente nos lleva a un lugar inquietante. Pero, ¿qué pasa cuando, a medida que se van presentando las ponencias, el abanico de plantaciones se muestra (a favor del diálogo crítico) contradictorio?
Ideas como: la semilla es como las personas, deben cambiar de tierra para crecer4 o, la huerta como museo, el museo como suelo5, vs modelos investigativos-expositivos convencionales, nos empujan a pensar en los reales criterios de acción que debemos tomar al momento de compartir los saberes. Lo que nos enrede con nuestros propios manejos, para ponernos en cri- sis y de esta manera, ejercer la labor política sobre el problema del desarrollo teórico en cuanto reflexión de la práctica en sí. La intención aquí de revisar los florecimientos de la curaduría en el terreno del arte se vuelve una disputa, en tanto aparece el problema de quiénes, desde dónde y por qué el esfuerzo por cuidar de. Lo que despliega a su vez, formas (y fórmulas) de estudiar y obtener réditos acerca de lo mismo, para finalmente visibilizar los auténticos principios que cada quien desarrolla con intereses personales y/o colectivos. Cosas como hablar de comunidad sin las comunidades, o sin ser parte de las comunidades, definiendo una estructura estéticamente similar para representar, pero sin preguntarse u obviar, el sitio desde donde se comunica el discurso, fue una de las mayores problemáticas a considerar dentro de este encuentro.
Esto es fundamental de afrontar en futuras reuniones, para regar los diferentes cultivos que podrían proporcionar los sistemas del arte contemporáneo, enfocándonos en la premura por desmantelar una mesa, o bien destapar la olla, para ciertamente conocer (visualizar, olfatear, oír, tocar y saborear) los estados, paralelos, alternos y cruzados, que están sucediendo al interior y exterior, y con ello, obtener información para estar atentas a posibles contaminaciones, mutaciones e hibridaciones varias. Las que podrían afectarnos de una u otra manera, instando así a generar herramientas de defensa y construcción que nos conceda mejores condiciones al momento de sembrar semillas vinculadas a sus propias historias. En medio de contrasentidos y resignificancias que nos trasladen hacia una curaduría transfronteriza, de carácter heterogéneo, sin hambres proporcionales a la esencia colonial, al revés, con deseos de poner al fuego los caprichos de la razón enmarcados en la hegemonía de lo instituido, para prontamente cocinar los frutos de una cosecha errada, que seguramente sabrá interpelar y proyectar cualquier tipo de receta aprehendida.
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1 Ponencia “Curaduría Sensorial Geográfica. Una aproximación sensorial a la práctica curatorial”.
MA en Estudios Curatoriales. Viña del Mar.
2 Ponencia “Red Trófica Cósmica”. Artista, curador, escritor, traductor. Brasilia-Concepción.
3 Ponencia “Existo y necesito cuidado: metodologías urgentes para la creación visual en el Desierto de Atacama”. Diseñadora y creadora. Coordinadora LAGDA. San Pedro de Atacama.
4 Zunilda Lepín. Curadora-Cuidadora de semillas. Palabras de apertura en el marco del Congreso Contexto Curatorial, octubre. 2022.
5 Ivi Marifil Martínez. Ponencia en Mesa 1 “ Prácticas Curatoriales, Archivos y Memorias”.