Teología wesleyana
Formación Pastoral Iglesia Metodista Libre Latinoamérica
Teología wesleyana
Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 2 Pedro 3:15 NVI
FORMACIÓN PASTORAL Iglesia Metodista Libre Latinoamérica
Equipo Directivo Directora de área Dra. Delia Nüesch-Olver Equipo de Formación Pastoral Latinoamérica Dr. Paul Olver, Dr. Glenn Lorenz y Dr. Ricardo Gómez Coordinador de proyecto John Jairo Leal Rincón Equipo de Trabajo Beth Gómez, Jennifer Porras Pabón, Jorge Leonardo Báez Agreda, Luis Fernando Pérez Rojas y Shirley Yomara Cadena Maldonado Diseñador Johan Ferney Ríos Arboleda
Permitimos a otros distribuir, remezclar, retocar y crear a partir de esta obra de modo no comercial, siempre y cuando nos den crédito y licencien sus nuevas creaciones bajo las mismas condiciones. Elaborado en Medellín, Colombia 2018
Introducción
E
s para nosotros un gozo poder compartir con ustedes la clase de Teología Wesleyana que sabemos nos va enriquecer muchísimo, no solo en nuestro peregrinaje cristiano, sino también en nuestro quehacer pastoral y misional. Ricardo Gómez Pinto, Jorge Leonardo Báez Agreda y John Jairo Leal Rincon trabajaron juntos para escribir y compilar la informacíon encontrado en este manual. Pensamos que nosotros como Metodistas Libres tenemos una riqueza en nuestra teología que es digna de ser conocida, enseñada y vivida. Es un regalo que hemos recibido de nuestros antepasados, una herencia espiritual que no podemos ignorar. Una herencia que podemos vivir y compartir con los líderes y miembros de nuestras congregaciones. Debemos dar como base que Jesucristo y la Palabra inspirada de Dios son nuestro único fundamento en el cual nosotros como cristianos nos paramos. Pero con esto no queremos decir que no nos enriquecemos de aquellos líderes que han vivido una fe genuina y quienes han aportado una forma de ver y vivir las enseñanzas de Jesús a través de la historia que son dignas de imitar. Es por esta razón que estudiaremos en este curso la vida y obras de Juan Wesley, no para reemplazar con esto las enseñanzas de Jesucristo, sino al contrario, al estudiar a Wesley, su vida y teología, nos dará más amor y compromiso para vivir las enseñanzas de Jesús más vivamente. Se sugiere que este módulo se enseñe usando la metodología de aula invertida porque es la que mejor ayuda a desarrollar los materiales y lograr las metas. En esta, los plantadores o pastores-estudiantes reciben los materiales previamente al encuentro (el tiempo presencial de clase), hacen la lectura comprendiendo el contenido y realizan todas las asignaciones dadas. En el encuentro se socializan los materiales, se profundiza los contenidos, se revisan los ejercicios y se solucionan interrogantes que hayan surgido. Preferiblemente esta asignatura se debe realizar en grupo y bajo la supervisión de un formador debidamente avalado por la Iglesia Metodista Libre; para una excepción, por condiciones especiales, debe comunicarse con la persona a cargo en su iglesia, distrito o conferencia. Este material está dirigido tanto para personas que están en el proceso de Plantación de Iglesias Comunitarias, como para pastores en iglesia ya establecidas que están camino a la ordenación. El diseño del módulo presupone que cada lección de esta asignatura corresponde a 3 horas de encuentro de grupo (incluyendo un tiempo de descanso por lección); por ello es ideal seguir una de las siguientes modalidades para completar esta asignatura: Plan extendido: 12 encuentros semanales de 1 hora y media cada uno. Esta modalidad es ideal cuando un mismo grupo está realizando 2 o más asignaturas al mismo tiempo. En esta modalidad recomendamos que en una semana se revise la asimilación del contenido (use las actividades de evaluación llamadas “preguntas de reflexión” y “lecturas complementarias”), y en la siguiente revise el desarrollo de los ejercicios de evaluación personal y los planes de acción. Plan regular: La asignatura se puede completar en 6 encuentros semanales de 3 horas cada uno (una variante a esto son 2 encuentros semanales de 1 hora y media cada uno). Antes de cada encuentro usted deberá completar todas las actividades indicadas para la lección.
Plan intensivo: La asignatura se puede completar en 1 encuentro de aproximadamente 18 horas. En esta modalidad se espera que el estudiante sea muy disciplinado de tal forma que, durante cada uno de las seis semanas previas al encuentro, lea completamente el contenido del manual, desarrolle las actividades de evaluación tocantes al pensamiento (preguntas de reflexión e informes de lectura) y evaluación personal. En el encuentro el formador indicará cuándo y cómo completar y reportar las actividades de evaluación llamadas planes de acción. A lo largo de todos los manuales podrá encontrar algunos de los siguientes íconos. En ocasiones puede encontrar dos de estos íconos fusionados, esto implica que tiene el significado de los dos. A continuación se los presentamos con su significado:
CONTENIDO Sílabo ..................................................................................................................................................... 7 1 Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley .................................................... 9 ... • ¿Por qué estudiar la vida de Juan Wesley? .......................................................................................... 10 • Aclaraciones teológicas de Juan Wesley .............................................................................................. 11 • Sencillez para transmitir la verdad ....................................................................................................... 12 • El poder de la música ........................................................................................................................... 14 • Asuntos varios ...................................................................................................................................... 15 • Conclusión ........................................................................................................................................... 16 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 17 2 Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley .................................................................................... 19 ... • Introducción ......................................................................................................................................... 20 • Inglaterra en el siglo XVIII: contexto histórico ................................................................................... 20 • La familia Wesley: contexto familiar ................................................................................................... 21 • El rol fundamental de Susana Wesley .................................................................................................. 22 • Infancia y juventud de Juan Wesley ..................................................................................................... 24 • La experiencia del corazón ardiente .................................................................................................... 26 • Conclusión ........................................................................................................................................... 29 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 30 3 Teología de Wesley 1 .......................................................................................................................... 31 • Introducción ......................................................................................................................................... 32 • Metodología teológica de Juan Wesley ................................................................................................ 33 • La imagen de Dios y la condición del ser humano .............................................................................. 37 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 41 4 Teología de Wesley 2 .......................................................................................................................... 43 • La gracia preveniente o anticipante ..................................................................................................... 44 • La gracia convincente .......................................................................................................................... 45 • La gracia justificadora y la fe del pecador ........................................................................................... 46 • La regeneración .................................................................................................................................... 48 • La perfección cristiana: la santidad personal y social .......................................................................... 48 • Una reflexión final, ¿qué es la salvación? ............................................................................................ 53 • Conclusión ........................................................................................................................................... 54 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 55
5 Estructura Organizacional del Metodismo ..................................................................................... 57 • Introducción ......................................................................................................................................... • La reunión de clase .............................................................................................................................. • El sistema de bandas ............................................................................................................................ • Pastores y líderes ................................................................................................................................. • Conclusión ........................................................................................................................................... • Actividades de evaluación ...................................................................................................................
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6 Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica.............................................................................. 67 • Introducción ......................................................................................................................................... 68 • Modelo wesleyano para Latinoamérica en el siglo XXI ...................................................................... 68 • Aplicación de los principios wesleyanos en Latinoamérica ................................................................ 69 • A más de 300 años de las denuncias wesleyanas ................................................................................. 70 • Realidad actual de la iglesia latinoamericana ...................................................................................... 77 • Conclusiones generales ........................................................................................................................ 78 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 80 Bibliografía ........................................................................................................................................... 81
Sílabo Sílabo 1. Asignatura Teología Wesleyana 2. Descripción del curso Este curso examina la vida y teología de Juan Wesley (1703-1791), y la organización que desarrolló para impulsar el movimiento metodista en el siglo XVIII. A la vez, presenta algunas implicaciones prácticas de la teología wesleyana para el contexto latinoamericano actual. 3. Objetivos generales Al concluir este curso el estudiante: • Valorará y aplicará las enseñanzas de Juan Wesley en su vida personal y ministerial. • Comprenderá el funcionamiento de las estructuras del metodismo. • Estudiará y responderá bíblicamente desde una perspectiva wesleyana a las realidades socio-económicas latinoamericanas. 4. Evaluación • El estudiante deberá llevar un cuaderno físico o digital (agenda, block, etc.), en el que desarrollará los ejercicios durante la lección y las preguntas de reflexión al final de cada lección. A la vez podrá escribir las preguntas que le surgen del contenido de la lección y las respuestas brindadas por el formador. • El estudiante leerá el tratado de Juan Wesley “Grave discurso al pueblo de Inglaterra respecto al estado de la nación”. A partir de este escribirá una enseñanza bíblica donde haga una reflexión crítica del estado en el que se encuentra la sociedad y las diferentes circunstancias sociales que hoy nos afectan. Esta enseñanza deberá compartirla con su iglesia o Casa de Paz. Luego, junto con su equipo, elabore un plan práctico en que su iglesia o Casa de Paz pueda responder con obras de misericordia a las realidades sociales de su comunidad. 5. Recursos Lecturas Complementarias • Wesley, Juan. “Grave discurso al pueblo de Inglaterra respecto al estado de la nación”. En Obras de Juan Wesley. Henrico NC: Wesley Heritage,
Recursos cibergráficos John Wesley: Escritor, teólogo, pastor y fundador del metodismo https://www.youtube.com/watch?v=36az8KoxSZs Susana Wesley: La historia de una MADRE ejemplar https://www.youtube.com/watch?v=Mx1L4saPo88&t=26s
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Sílabo Criterios de evaluación: Proyecto Integrador- Teología Wesleyana Lea el tratado de Juan Wesley “Grave discurso al pueblo de Inglaterra respecto al estado de la nación”. A partir de este escriba una enseñanza bíblica donde haga una reflexión crítica del estado en el cual se encuentra nuestra sociedad y las diferentes circunstancias sociales que hoy nos afectan. Esta enseñanza deberá compartirla con su iglesia o Casa de Paz. Luego, junto con su equipo, termine de elaborar el plan práctico en que su iglesia o Casa de Paz pueda responder con obras de misericordia a las realidades sociales de su comunidad.
Sílabo
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Introducción y relevancia de las enseñanzas de Juan Wesley
Propósito de la lección
Ayudar al estudiante a comprender la relevancia de la teología wesleyana para nuestros días en Latinoamérica.
Resultados deseados
Al concluir esta lección el estudiante: • Descubrirá el mensaje wesleyano para nuestros días. • Comprenderá el equilibrio que debe haber entre las aparentes contradicciones de la Escritura. • Valorará la sencillez en la transmisión de las verdades profundas de la Palabra de Dios. • Evaluará lo que estamos cantando en nuestras iglesias.
Contenido
• ¿Por qué estudiar la vida de Juan Wesley? • Aclaraciones teológicas de Juan Wesley • Sencillez para transmitir la verdad • El poder de la música • Asuntos varios • Conclusión • Actividades de evaluación
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Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley ¿POR QUÉ ESTUDIAR LA VIDA DE JUAN WESLEY?
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a pregunta planteada arriba es de suma importancia para el correcto entendimiento de este curso. Responderla nos proveerá el trasfondo y la relevancia de la vida y enseñanzas de Juan Wesley. También, nos ayudará a entender cómo estas impactaron a toda una nación y cómo pueden impactar a nuestro continente latinoamericano. Juan Wesley fue un hombre interesado en la cultura latina. En su viaje a Georgia admiró y estudió acerca de los españoles quienes estuvieron involucrados en la vida de las colonias españolas en el Nuevo Mundo. El impacto de sus enseñanzas sobre nuestros pueblos y nuestra cultura sin duda alguna ha sido enorme, aunque paradójicamente desconocida por muchos. La herencia wesleyana ha impactado gran cantidad de denominaciones, como por ejemplo: Iglesia Metodista, Iglesia Wesleyana, Ejército de Salvación, Iglesia Nazarena, Iglesia Adventista, Asambleístas, Iglesia Metodista Pentecostal, Pentecostales Independientes, La Iglesia de Dios, entre otros. Esta realidad nos demuestra que la tradición wesleyana, aparte de la católica, es la rama con mayor presencia e influencia numérica en las iglesias de Latinoamérica. Una de las enseñanzas que Wesley dejó fue su manera práctica de explicar y vivir el evangelio. El doctor David McKenna, en su libro Wesleyanos en el Siglo XXI, afirma: Juan Wesley comunicó la visión redentora con una sencillez que la gente común pudo comprender; personificó esa visión en cada fase de su vida y ministerio, creó una organización que hizo realidad la visión; y se aseguró de que, en el logro de los resultados redentores, tanto él como sus seguidores rindieran cuentas a Dios y los unos a los otros (2000, pág. 17). Wesley fue un pastor innovador, con un gran deseo de ministrar a las masas y con una ferviente dedicación de proveer recursos y herramientas a los nuevos cristianos para ayudarles en todos los aspectos de su vida. Wesley fue un teólogo práctico que enfocaba sus estudios y preparación ministerial en servir y entender las necesidades de las personas que le rodeaban. Dos factores, no menos importantes se deben estudiar de la persona de Juan Wesley. El primero de ellos es su pensamiento sistémico. Este le llevó a diagnosticar la situación de su país desde distintas variantes (social, moral, económica, espiritual) y plasmarlo en dos pequeñas obras que tituló “Un discurso serio al pueblo de Inglaterra sobre el estado de la nación” y “Reflexiones sobre la presente escasez de alimentos” (Meléndez, 2006, pág. 11).
Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley Como segundo elemento a destacar se encuentra su entendimiento y manera de relacionarse con el otro. Su sermón 39: “El espíritu católico”, es una muestra de esto. En este sermón, Wesley explica que la diferencia de opiniones es el resultado inevitable de la debilidad y limitada comprensión del ser humano acerca del amor de Dios. Al mismo tiempo señaló el rol preponderante que juegan las relaciones interpersonales cuando el propósito principal es traer gloria al nombre de Dios.
ACLARACIONES TEOLÓGICAS DE JUAN WESLEY Otra razón que hace relevante el estudio de la vida y teología de Juan Wesley es que ellas responden y corrigen enseñanzas troncadas y perjudiciales que afectan desde hace tiempo la iglesia latinoamericana. A continuación, presentamos tres ejemplos de estas enseñanzas y las alternativas que Wesley proveía para su correcto entendimiento: • Separación entre “obra social” y “evangelización”. Las enseñanzas de Wesley unen esa dicotomía (división), como lo explica Hugo Magallanes: Para Wesley, el evangelio son las buenas nuevas del amor de Dios, un amor que nos crea, que nos salva, que nos santifica, que nos lleva a la comunión plena con él. Esa santificación no solamente incluye nuestra santificación individual y privada, sino la santificación de toda la creación y de todo el orden social (2005, pág. 14). • Separación entre “fe” y “educación”. Otra separación en las enseñanzas que vemos en muchos de los círculos religiosos es la separación entre la “fe” y “la educación”, sobre esto Magallanes menciona: El ejemplo de Wesley: estudiar más y más, e insistamos en que nuestro pueblo y sus líderes aprendan más cada día. Pero no lo hagamos para defender el prestigio de nuestro grupo o de nuestro movimiento, sino para que todo ello sea expresión de que amamos a Dios con toda la mente, y porque nos estamos capacitando para servir más y mejor (2005, pág. 14). • Separación entre “iglesia” e “individuo”. Otra separación que a veces encontramos en nuestras iglesias es nuestra lealtad a la “iglesia” o al “individuo”. Wesley en su enseñanza une esa dicotomía, al respecto Magallanes escribe: Siempre fue fiel hijo de la Iglesia de Inglaterra (Iglesia Anglicana), e hizo todo lo posible para que el movimiento metodista no compitiese con esa iglesia... pero, al mismo tiempo, no permitió que su fidelidad a la iglesia como institución le impidiera llevar a cabo su obra, manifestar el amor de Dios hacia personas a quienes la iglesia apenas si llegaba, o buscar nuevas formas de ministerio (2005, pág. 15).
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Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley Además de los puntos antes mencionados, existen al menos otras tres enseñanzas que son relevantes en la teología y vida de Juan Wesley para nosotros hoy: • Si no pueden entenderlo, ¡no le crean! (La revelación vs. La razón). Un ruego para que unamos la revelación y la razón en nuestra fe wesleyana. A propósito de este tema McKenna comenta: “detrás de la lógica firme de sus sermones está su premisa de que, el camino al corazón pasa a través de la cabeza” (2000, pág. 18). McKenna también nos señala que Kierkegaard dice acerca de la cabeza: …es la fuente del pensamiento crítico, y el corazón es el centro de las convicciones conscientes. La cabeza disociada no conoce absolutos y no produce convicciones… el resultado es el subjetivismo secular… Un corazón disociado, por otro lado, abraza una creencia a ciegas… El resultado es el irracionalismo religioso (2000, pág. 18). • Si no pueden cantarlo, ¡no lo prediquen! (Verdad vs. Gracia). Un ruego para que haya equilibrio entre la verdad y la gracia en nuestra adoración wesleyana. Lo que cantamos no siempre es lo que predicamos. Grandes himnos son eliminados para dar lugar a clichés de gracia barata, o la predicación poderosa parece absurda debido a canciones sobre una fe fácil… La prueba de que todo canto espiritual, sea tradicional o contemporáneo, es que incluya la canción de la gracia de Dios en medio de la confesión del pecado humano y costo de la cruz de Cristo. Ya sea en el canto o en la predicación, la gracia sin esta verdad es gracia barata… Las canciones débiles son la primera señal de que se está perdiendo la verdad. En una época de caos y paradoja, la Palabra de verdad, acentuada por la nota de gracia, todavía resuena fuerte y clara por encima de las masas alborotadoras (McKenna, 2000, pág. 21). • Si no pueden vivirlo, ¡No lo recalquen! (Santidad personal vs. Santidad social). En los inicios del siglo XX, los cristianos conservadores se limitaron a defender el aspecto del “ser”, y abandonaron el “hacer”. Los cristianos liberales, entonces, asumieron el liderato y recalcaron las obras hasta llegar al extremo del “evangelio social”… Wesley afirmó: “el evangelio de Cristo no conoce otra religión, sino la social, ni otra santidad, sino la santidad social”. La santidad social tenía dos dimensiones: creciente responsabilidad espiritual para dar cuenta al cuerpo de Cristo y mayor responsabilidad social por las necesidades de los pobres… Si la santidad personal y la santidad social se desconectan una de la otra, ninguna tiene sentido (McKenna, 2000, págs. 22-23).
SENCILLEz PARA TRANSMITIR LA VERDAD Desde temprana edad Juan Wesley fue educado de manera disciplina y rigurosa. Sin duda alguna esto contribuyó a que fuera un hombre de avanzados estudios y conocimiento (religiosos, espirituales, económicos, sociales, médicos y eléctricos) para su tiempo.
Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley A pesar de ello, Wesley mantenía como uno de sus propósitos transmitir la verdad. Para tal fin hizo uso de su talento y elocuencia para comunicar oraciones simples de entender pero que a su vez contenían un alto grado de profundidad y complejidad. McKenna presenta las siguientes frases que muestran parte de su cosmovisión, y como la resumió, de tal manera que la persona más sencilla pudiese comprenderla y practicarla (2000, pág. 14):
A pesar de ello, sería equivocado considerar que la sencillez con la que transmitía su conocimiento y sus pensamientos era fruto de su ligereza. “Aunque poseía el conocimiento como para escribir una teología sistemática para eruditos, escogió comunicar una teología práctica para el pueblo” (McKenna, 2000, pág. 14). En esta área Wesley nos deja un gran desafío. En un mundo moderno, donde el pragmatismo y el “ya” son imperiosos, debemos pedirle a Dios que nos ayude a comprimir verdades profundas; especialmente en un mundo que no desea sermones moralistas y superficiales. Nuestro continente latinoamericano necesita respuestas a sus necesidades, respuestas contextualizadas. Como hijos del Señor y herederos de los principios wesleyanos debemos estar a la altura del momento en que vivimos. Quizás no haya una revolución puntual como la del siglo XVIII, pero esto no implica que no vivamos en un mundo revolucionado, eso debería ser muy claro para nosotros. Según McKenna, la forma en que Wesley logró evadir la complejidad sin caer en la simplicidad fue mediante la reflexión profunda. Esto le hizo buscar la forma de explicar las contradicciones que comúnmente nos confunden. Él entendió que las grandes verdades se presentan como paradojas. Una paradoja es un conjunto de hechos o fra-
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Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley ses que parecen oponerse entre sí pero que son igualmente verdaderos. Aunque para muchos las paradojas pueden parecer un concepto abstracto o de difícil comprensión, la Palabra usa algunas de ellas para enseñarnos (2000, pág. 14-16). Por ejemplo, nos invita a ser líderes – siervos al mismo tiempo. El problema con las paradojas es que fácilmente enfatizamos demasiado un lado o el otro. Sin embargo, no fue así con Wesley. Frente ante las paradojas de la fe Wesley respondió en tres formas: 1. Aceptó con agrado las paradojas al formar su teología. Por ejemplo, para distinguir su posición arminiana de la calvinista enfrentó la paradoja de la soberanía divina y la libertad humana. 2. Buscó la dirección del Espíritu Santo al tratar de resolver la paradoja de la verdad. Ante las paradojas Wesley siguió la opción de tratar de entender la verdad superior que sostiene las dos verdades juntas en delicado equilibrio. Por ejemplo, ante la paradoja de la soberanía divina y la libertad humana, adoptó la verdad suprema de la gracia previniente. 3. Guió a las masas con la verdad sencilla que resalta tras comprender lo complejo de las paradojas. Wesley guió a sus seguidores con palabras de esperanza que aun un niño podía entender.
EL PODER DE LA MÚSICA Ellsworth Kalas, en su libro “Nuestro único canto”, menciona que “a los metodistas se nos conoce como personas que cantamos” (McKenna, 2000, pág. 21). Juan Wesley conocía muy bien el poder de la música sobre el ser humano al mencionar en su obra “Espiritualidad e himnos” que: Por el poder de la música, quiero decir su poder de afectar a los oyentes y levantar varias pasiones en la mente humana. De esto tenemos varios ejemplos sorprendentes en la historia antigua. Se nos dice que los músicos de la antigua Grecia eran capaces de producir cualquier pasión que les pareciera: inspirar amor u odio, gozo o dolor, esperanza o temor, valor, furia o desesperación (Wesley, 1998, pág. 223). En un mundo revolucionado y conmocionado es normal que todos los elementos que se desarrollan en él se vean afectados, incluyendo la música. Así como la naturaleza de la música ha cambiado, también ha cambiado su forma. Esto ha traído como consecuencia la creación de nuevos estilos musicales (lo cual creemos que es enriquecedor para la iglesia). Esto ha hecho que himnos y canciones que de una u otra manera nos conectaban con las verdades bíblicas fueran reemplazados. Los grandes himnos que apuntaban a nuestro gozo, esperanza, o temor y que a su vez dejaban una base bíblica sólida han dado lugar a nuevas canciones. Estas en muchas ocasiones carecen de una teología equilibrada; olvidan totalmente la gracia o el poder de la Palabra y se centra solo en satisfacer las emociones del creyente (su oído, imaginación o un sentimiento interno).
Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley Como mencionamos anteriormente, Wesley sostenía una premisa como parte de sus enseñanzas, si no pueden cantarlo, ¡no lo prediquen! Al estudiar los himnos wesleyanos, los cuales fueron en la mayoría compuestos por su hermano Carlos Wesley, vemos como por medio de ellos resolvían el “problema” entre la gracia y verdad “con su sangre eficaz / al pecador limpio”. En nuestros días existe una separación entre lo que cantamos y predicamos. Wesley diría que ya sea en el canto o en la predicación, la gracia sin esta verdad es gracia barata. Al respecto McKenna menciona: “En una época de caos y paradoja, la Palabra de verdad, acentuada por la nota de gracia, todavía resuena fuerte y clara por encima de las masas alborotadas” (2000, pág. 22). A propósito del poder de la música presentamos algunas preguntas para reflexionar: • ¿Están las personas a nuestro alrededor entendiendo el equilibrio entre la gracia y la verdad en el espíritu de nuestros cantos y en la fuerza de nuestra predicación? • ¿Están nuestras canciones incluyendo la canción de la gracia de Dios en medio de la confesión del pecado humano y costo de la cruz de Cristo? • ¿Lo que cantamos contiene la centralidad del evangelio o ha perdido el propósito primario para la cual fue creada? Recuerde, ¡las canciones débiles son la primera el señal de que se está perdiendo la verdad!
ASUNTOS VARIOS Aunque existen muchos otros aspectos para resaltar de la vida y enseñanzas de Juan Wesley en esta sección abarcaremos solo dos de ellos. 1. Su pensamiento sistémico. Aunque este concepto tiene su origen a mediados del siglo XX, Juan Wesley lo usó de manera desconocida. Un ejemplo de ello fue la manera en que abordó la problemática de su país: Ante la polémica desatada por algunos interrogantes en cuanto a la aparente ruina de la nación según algunas opiniones, Wesley afirmó que lo que verdaderamente se necesitaba no era referirse a una parte de la historia, como se estaba haciendo, ni interpretar los hechos parcialmente; lo que se necesitaba era razonar la totalidad de los hechos, verlos como un todo, para poder emitir una opinión sobre el verdadero estado de la nación (Meléndez, 2006, pág. 16). En la época de Juan Wesley la forma de estudio consistía en analizar las variantes de manera individual. Contrario a ello, Juan Wesley se inclinó por realizar un diagnóstico de la situación de su país desde diferentes esferas (social, política, económica, espiritual) pero de manera integral. Como consecuencia pudo ofrecer pronósticos y respuestas a las inquietudes de la Inglaterra del siglo XVIII, a la vez que le ayudó a desarrollar un evangelio integral.
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Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley Sin duda este es otro de los retos que como wesleyanos tenemos. Es necesario que en este mundo, donde las épocas pasan tan rápido, podamos ajustarnos a nuestras realidades y pedirle a Dios que amplíe nuestra visión. Como futuros ministros ordenados de la Iglesia Metodista Libre en Latinoamérica es necesario que actuemos desde lo micro pensando en lo macro. Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra (Hch 8:1). Es necesario que no solo planifiquemos para la iglesia local, sino para la iglesia regional, nacional y continental. Como Wesley, debemos conocer las necesidades del país y región de manera profunda para que el evangelio sea coherente con nuestras realidades. 2. Por otra parte, la forma en que Wesley se relacionaba con el otro es digna de admirar. En su sermón 39, “El espíritu católico”, Juan Wesley nos muestra principios clave para la armonía de la comunidad cristiana. Pero, aunque una diferencia en cuanto a opiniones o modos de adoración puede impedir una unión externa completa, ¿es necesario que impida nuestra unión en los afectos? Aunque no podamos pensar igual, ¿no podemos acaso amarnos igualmente? ¿No podemos ser de un mismo corazón, aunque no podamos ser de una misma opinión? Sin ninguna duda, podemos. En esto, todos los hijos de Dios pueden unirse, a pesar de estas diferencias menores. Estas pueden quedar tal como están, y pueden estimularse los unos a los otros en el amor y las buenas obras (Wesley, 1998, págs. 2-3). En la actualidad, un espíritu de superioridad y orgullo se han sembrado en nuestras regiones. Esto ha traído como resultado pleitos y divisiones en nuestras iglesias. Estos son tan vigentes como en los tiempos del apóstol Pablo en 1 Corintios 3:3. Ante esta situación y según el sermón antes citado, ¿qué podemos hacer? Amarnos aunque no pensemos igual. Ser de un mismo corazón. Respetar al otro. Tener la humildad para reconocer que “nadie puede estar seguro que todas sus opiniones, tomadas en conjunto, son verdaderas” (Wesley, 1998, pág. 4).
CONCLUSIÓN Como pudimos observar, Juan Wesley fue un hombre con una profunda comprensión del evangelio y de su sociedad. Su preocupación por poner en práctica la Palabra queda demostrada al transmitir profundas verdades teológicas en frases sencillas. Esto con el interés de que personas que no tuvieran estudios (la gran mayoría de la sociedad) pudiese comprender lo que él explicaba. Además, su forma de relacionar temas que parecían estar desligados y muchas veces controversiales como la fe y la educación, o la evangelización y las obras sociales hacen de Juan Wesley una persona interesante de estudiar. Es de resaltar la forma en que abordó los asuntos musicales, insistiendo que toda música cristiana debe contener en sus letras la gracia de Dios, la confesión o el precio de nuestra salvación. Verdades que son dignas de ser recordadas. Por últi-
Introducción y Relevancia de las Enseñanzas de Juan Wesley mo, Wesley demuestra su capacidad de pensamiento sistémico al dar respuesta a las profundas transformaciones de su país por medio de un tratado que título “Un discurso serio al pueblo de Inglaterra”. En este diagnosticó la delicada situación que atravesaba Inglaterra como se mostrará en la siguiente sección.
Actividades de evaluación 1. A la hora de preparar un sermón, ¿Piensa en el nivel académico de su audiencia o no lo ha tomado en cuenta? ¿Su sermón tiene la sencillez que hasta un niño puede entenderlo? 2. ¿De qué manera usted ha sido permeado por las dicotomías comúnmente presentes en la iglesia latinoamericana? ¿Cuál de las tres separaciones mencionadas piensa que le es más difícil entender? ¿Por qué? 3. Resuma su propósito ministerial en una frase sencilla que sea fácil de entender y comunicar. 4. ¿Cuál de los aspectos presentados en esta lección sobre la teología wesleyana considera que es más relevante para su área de ministerio? Explique su respuesta.
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Vida y contexto histórico de Juan Wesley
Propósitos de la lección
Ayudar al estudiante a comprender cómo trabaja Dios por medio de su gracia preveniente (anticipante) en la vida de sus instrumentos.
Resultados deseados
Al concluir esta lección el estudiante: • Comprenderá el contexto social de Juan Wesley. • Entenderá el contexto familiar de Juan Wesley. • Esbozará una biografía básica de la vida de Juan Wesley.
Contenido
• Introducción • Inglaterra en el siglo XVIII: contexto histórico • La familia Wesley: contexto familiar • El rol fundamental de Susana Wesley • Infancia y juventud de Juan Wesley • La experiencia del corazón ardiente • Conclusión • Actividades de evaluación
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Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley INTRODUCCIÓN
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ntes de continuar profundizando en la vida de Juan Wesley es necesario conocer su realidad en tiempo y espacio. Comprender los temas sociales, políticos, culturales y espirituales juegan un rol fundamental; esto debido a que muchos de esos temas dieron forma y consistencia a su pensamiento y teología. Teología que repercute hasta nuestros tiempos. Por esta razón, esta sección estará enfocada en conocer las realidades de la Inglaterra del siglo XVIII. Realidades que tres siglos después siguen iguales; demostrando con esto que el pecado no es un problema que se resuelve con el tiempo sino con el evangelio. Porque es el evangelio de Jesús el que transforma individuos, comunidades y sociedades.
INGLATERRA EN EL SIGLO XVIII: CONTEXTO HISTÓRICO El siglo XVIII dio inicio a uno de los fenómenos económicos más importantes para la sociedad inglesa, la Revolución Industrial. La implementación de la tecnología posibilitó la creación de máquinas comerciales para la producción en serie y la simplificación de tareas complejas. Este cambio en el orden laboral y socioeconómico trajo consigo profundas transformaciones en la manera en que se percibía la vida y en los valores de la humanidad. La Revolución Industrial hizo de Inglaterra una de las más grandes potencias económicas de la época y el mundo. Entre 1760 y 1770 se concedieron tres patentes de invención que elevaron esta nación sobre las demás, estas patentes fueron: el molino de agua, la máquina de vapor y la máquina textil giratoria. Sin embargo, todo proceso de desarrollo trae consecuencias implícitas que afectaron directamente a su población, a continuación, se mencionan algunas de ellas: • Crecimiento de la industria textil. Gran parte de los propietarios de las tierras cambiaron su producción primaria. Dejaron de cultivar para criar ovejas con el propósito vender su lana. Esto causó que las personas que labraban la tierra perdieran su fuente de empleo. Estos desempleados se desplazaron a las ciudades aledañas y trabajaron en la fabricación de productos textiles. • Explosión demográfica. En 1710 la población de Inglaterra era aproximadamente cinco millones de habitantes. A finales de ese siglo eran nueve millones. Debido al cambio laboral (de la agricultura manual a los procesos automatizados) las personas abandonaron el campo para ir en busca de nuevas oportunidades en la ciudad. Esto conllevó un crecimiento demográfico no planificado que ocasionó problemas de vivienda, alimentación, trabajo y finalmente de pobreza extrema para la mayor parte de la población. • Explosión económica. El periodo comprendido entre 1780 - 1840 fue precisamente el tiempo en que Inglaterra se convirtió en la más grande potencia económica de la época y del mundo. El salario medio se duplicó y también nació una nueva clase
Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley social, la burguesía, la cual observaba el aumento sus ingresos por medio de mano de obra barata. • Esclavitud. Inglaterra poseía una de las flotas de barco más grande para ese entonces. Si combinamos este hecho con la realidad de que tenían colonias establecidas en casi todo el mundo, tenemos como resultado que los esclavos fueran la mano de obra. Estos esclavos eran vendidos como objetos al mejor postor. • Problemas políticos. El único propósito de los monarcas era satisfacer sus deseos egoístas de fama, poder y riqueza. De los cuatro reyes que tuvo Inglaterra durante el tiempo de Wesley, ninguno de ellos mostró interés en ayudar a la gente común y pobre. • Problema religioso o espiritual. La Iglesia Anglicana era la iglesia oficial de Inglaterra y contaba entre sus miembros con el 90% de la población del reino. Esta iglesia se unió a la monarquía y el parlamento en lugar de representar una alternativa para su pueblo. Esto trajo aun mayor desesperanza a una población que ya se sentía golpeada por todos los cambios que estaba viviendo.
LA FAMILIA WESLEY: CONTEXTO FAMILIAR La influencia familiar juega un rol preponderante en el desarrollo de la persona. Esto se debe a que los primeros patrones que recibimos van moldeando nuestro carácter. Por tal razón, cada persona es producto de manera directa o indirecta de su contexto familiar. Juan Wesley fue el decimoquinto hijo de diecinueve. Su educación y formación fue profundamente influenciada por sus padres, Samuel y Susana Wesley, y por sus familiares. En el mundo posmoderno en el cual vivimos la cifra de hijos que tuvo la familia Wesley pudiese parecer irracional. Sin embargo, al estudiar su contexto social hayamos un par de razones que nos permiten entender: • Aunque estaba cambiando, la agricultura era parte fundamental de la sociedad. Por lo tanto, las familias numerosas eran esenciales para el aumento y cuidado de las cosechas familiares. Tener bastantes hijos era sinónimo de mayor seguridad y estabilidad económica. • Las condiciones de salubridad y los pocos avances científicos, hacían que la esperanza de vida fuera de 35 – 50 años. Muchos de los recién nacidos morían casi al instante. La familia Wesley no fue la excepción de la norma. Nueve hermanos de Juan Wesley murieron a muy temprana edad.
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Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley Pero, ¿quiénes eran los padres de Juan Wesley? Susana Annesley fue la hija de Samuel Annseley, un teólogo muy reconocido y respetado dentro del círculo de los puritanos. Ser hija de una persona respetada e influyente le ayudó a tener una educación excelente (esto no era lo común en esa época para las mujeres). Susana dominaba varios idiomas, comprendía la filosofía y la teología. Sin duda, esto le ayudó a desarrollar a muy temprana edad su forma de pensar en el ámbito social y teológico. Por su parte, Samuel Wesley fue hijo de Juan Wesley (mismo nombre de su nieto). Este último, a pesar de haber estudiado en la universidad de Oxford y ser evangelista de la iglesia oficial, nunca recibió la ordenación como ministro. Esto causó que protestara contra el gobierno y la iglesia. El padre de Samuel Wesley murió a la temprana edad de 42 años. Como resultado de las decisiones de su padre, Samuel Wesley tuvo que afrontar las responsabilidades de la vida desde temprana edad. Pero no todo fue malo para Samuel Wesley. Su alto rendimiento como estudiante y sus excelentes escritos, además de otros factores, fueron méritos suficientes para ser nombrado como pastor de la Iglesia Anglicana de Epworth en 1696, cargo que mantuvo hasta su muerte en 1735. Sin duda alguna el contexto familiar tuvo gran influencia tanto en Juan Wesley como el movimiento metodista. Ejemplo de esto fue el ministerio laico del cual su madre y abuelo eran parte y el cual Wesley incluiría en su ministerio. Otro factor característico de la familia Wesley fue la capacidad de afrontar las tragedias familiares como actos providenciales en lugar de entenderlas como hechos predestinados por Dios. Estas posturas, sin duda alguna, iban marcando la postura y orientación arminianista que Juan Wesley defendió durante todo su ministerio.
EL ROL FUNDAMENTAL DE SUSANA WESLEY “Si tuviera veinte hijos, me regocijaría en consagrarlos todos a la obra misionera, aunque estuviese segura de no volver a verlos nunca más” (Magallanes, 2005, pág. 49). Como mencionamos anteriormente, Susana fue madre de diecinueve hijos y poseyó las virtudes propias de la maternidad, pasando por ella todas las cargas que a ese estado acompañan. El amor a sus hijos en nada se parecía a esa especie de culto egoísta que muchos padres profesan a los suyos. Ella los consideraba como plantas tiernas, llenas de esperanza, que había de cultivar con fidelidad y celo. La educación primaria y la educación de los niños se hacían bajo la acertada dirección de Susana. Ella cuidaba el crecimiento físico y moral de los diez hijos que sobrevivieron a las enfermedades de la infancia. Además, Susana también era quién llevaba las riendas firmes de su hogar. Meditó sobre los mejores métodos de enseñanza y se impuso reglas fijas que aplicó de manera disciplinada en su vida.
Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley Susana utilizó la Biblia como texto guía para enseñarles a leer a sus hijos. Con regularidad, dedicaba una a dos horas por semana en una conversación particular con cada uno de sus hijos. Estas eran charlas privadas y amenas donde se le permitía al niño abrir el corazón a su madre; además, conversaciones como: la importancia de las virtudes cristianas, el desarrollo del carácter cristiano firme en un mundo de perversidad, las oraciones clásicas y sencillas, eran partes de los tópicos conversados y fueron un factor clave en la formación del carácter de cada uno de ellos. Considerada como “la madre del metodismo” (Greetham, 1988), sería injusto no destacar el rol de Susana Wesley en la formación de su hogar. Wallace (1997) señala que Susana utilizó una serie de reglas y consejos que a continuación presentamos: • Destruya el egoísmo de sus hijos y colabore en la salvación de sus almas. • Enséñeles a orar tan pronto empiezan a hablar. • No les de nada que pidan con lloros. Solo lo que piden con educación. • No castigue las faltas que confiesan en seguida y de las que vea que se arrepienten. • No permita que ningún acto pecaminoso pase sin castigo. • No castigue nunca al niño dos veces por la misma falta. • Aliente y premie la buena conducta. • Fomente el respeto por la propiedad ajena, incluso en las cosas insignificantes. • Cumpla todas las promesas que haga a sus hijos. • No obligue a trabajar a sus hijos antes de que sepan leer bien. • Inculque en cada hijo el amor a la santa pureza del alma. • No deje un solo día de rogar por la salvación de sus hijos. • Hable con mucha prudencia en frente de ellos. • Jamás salgan de sus labios maternales ni la murmuración ni el desprecio. • Viva consagrada al hogar, porque de su esmero depende la paz, la salud, el provecho temporal y espiritual. • Vigile las amistades y lecturas de sus hijos. • Como la madre y abuela de Timoteo, enseñe a vivir a sus hijos en el santo temor de Dios. Además de lo antes mencionado, Susana Wesley guió a sus hijos para que lograran sus propósitos. Para el desarrollo integral de los hijos comenta lo siguiente: • Contéstele, no le informe. • Protéjalo, no lo cubra. • Ayúdelo, no haga el trabajo por él. • Abríguelo, no lo tape. • Ámelo, no lo idolatre. • Acompáñelo, no lo lleve. • Muéstrele el peligro, no lo atemorice. • Incorpórelo, no lo aísle. • Aliéntelo en sus esperanzas, no lo descarte. • No le exija ser el mejor, pídale que sea bueno. • Recuerde que su hijo no le escucha, le mira. Estas enseñanzas y principios que impartía a sus hijos pronto fueron conocidos por la comunidad de Epworth. Un día, mientras su esposo Samuel se encontraba de viaje, habitantes de la comunidad le pidieron que les enseñara acerca de la Biblia y de teolo-
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Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley gía como lo hacía con sus hijos. Susana aceptó y pronto su cocina se encontraba llena de niños y adultos, el número de personas que iban a “la cocina de Susana” aumentó hasta cerca de las doscientas personas. Un número mucho mayor a lo que su esposo pastoreaba. El éxito que obtuvo Susana Wesley no fue bien visto ante la iglesia, razón por la cual se le solicitó a su esposo que prohibiera dicha reuniones. Samuel hizo caso omiso a dicha advertencia y por lo tanto los estudios realizados en “la cocina de Susana” fueron de beneficio para todos los asistentes. Susana Wesley es un ejemplo de devoción, compromiso con Dios y su familia, un ejemplo digno de imitar hoy en día. Susana nos recuerda la influencia que los padres ejercen en sus hijos para bien o para mal. Nuestro mayor deseo es que estos principios que Susana usó sean aplicados en cada hogar de nuestro continente latinoamericano; que no sean delegados ni a la iglesia ni a las instituciones de educación, esta responsabilidad debe recaer primariamente en los padres. Antes de continuar por favor vea el video “Susana Wesley: La historia de una madre ejemplar”. Lo encontrará en el siguiente link https://www. youtube.com/watch?v=Mx1L4saPo88 Luego escriba cómo cree que está siendo su desarrollo como padre o madre, y qué aprende de Susana Wesley para aplicar a su vida.
INFANCIA Y JUVENTUD DE JUAN WESLEY Juan Wesley nació el 17 de junio de 1703, pero su nacimiento se celebra el 28 de junio. Esto es debido a que Inglaterra aceptó el calendario gregoriano en 1752, lo cual ocasiono que 11 días, del 2 al 14 de septiembre fueran excluidos del año en 1752. Por lo tanto Wesley reajusto su fecha de nacimiento del 17 de junio al 28 de junio, añadiéndole 11 días (Magallanes, 2005, pág. 37). La providencia divina El 9 de febrero de 1709, cuando Juan Wesley solo tenía cinco años de edad, ocurrió un incendio de proporciones desastrosas. Se cree que fue iniciado por miembros de la misma iglesia que dirigía Samuel Wesley (padre de Juan) para demostrar el disgusto hacia él y promover un cambio pastoral. El incendio pudo haber ocasionado la muerte de todos los miembros de la familia Wesley, sin embargo sobrevivieron gracias al valor de Samuel y Susana, los cuales literalmente lucharon en contra de las llamas y después de sufrir quemaduras en sus manos y cuerpos lograron rescatar a todos sus hijos, excepto a Juan. Su padre intento volver por él pero le fue imposible, con tristeza y resignación encomendó el alma de Juan a Dios. Fue en ese mismo momento que Juan se asomó por la ventana para pedir ayuda; dos hombres pronto acudieron a su llamado y subiéndose uno sobre los hombros del otro alcanzaron
Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley a Juan y lo sacaron por la ventana justo antes de que el techo se desplomara destruyendo la casa… A pesar de que Juan tuvo esta experiencia a la edad de cinco años, nunca la olvidó; y prueba de ello es que en uno de sus autorretratos redactó la siguiente pregunta: ¿no es este un tizón arrebatado del incendio? (Magallanes, 2005, págs. 38-39). Como se estudió en la sección anterior, la madre de los Wesley tuvo una vocación abnegada en la formación de sus hijos. A pesar de ser el decimoquinto hijo, Susana enseñó a su hijo con vigor las enseñanzas básicas del momento. Además le guió a una madurez espiritual. Aunque la familia económicamente se le puede comparar con la clase media baja de hoy, se debe resaltar que la gran cantidad de hijos de la familia Wesley era una gran responsabilidad. Juan Wesley fue un niño adelantado a su edad. Se dedicaba al estudio de la Palabra, por lo tanto su padre consideraba que tenía la madurez necesaria para recibir la Santa Cena, haciéndolo así a la edad de los ocho años. Charterhouse y Oxford (1714-1729) A la edad de diez años, Juan Wesley fue ayudado por el duque de Buckingham para ingresar a la importante escuela de Charterhouse en Londres. Al regresar de esta escuela con 17 años de edad en el año 1920, Juan Wesley se inscribió en el colegio Christ Church, en Oxford. Los siguientes cuatro años fueron muy importantes para su el desarrollo espiritual e intelectual. En el campo intelectual, estudió literatura clásica y moderna, historia, griego, biología (siempre quiso ser doctor) y teología. En el área teológica dos autores fueron de gran influencia para él. El primero de ellos fue Tomas Kempis con su libro “La Imitación de Cristo”; de este aprendió que la importancia de la religión se encuentra en el corazón de las personas, y que el corazón gobernado por Dios es el que debe regir todos los aspectos de la vida. El segundo fue Jeremías Taylor y su “Reglas para vivir y morir santamente”; Wesley aprendió a valorar la importancia de la vida santa y sus implicaciones más allá de una vida personal, recta y justa. Luego de culminar sus estudios en el colegio Christ Church, Juan Wesley siguió los pasos de su padre y hermano mayor; inició el proceso para la ordenación como ministro de la Iglesia Anglicana. Su candidatura fue recibida de buena manera por los oficiales de la iglesia y fue ordenado como diácono el 19 de septiembre de 1725. En 1726, Juan Wesley recibió una beca que lo llevó a continuar sus estudios en el colegio Lincoln en Oxford. Esto le permitió estudiar y predicar al mismo tiempo. Desde 1727 hasta 1729 estuvo trabajando al lado de su padre en la iglesia de Epworth. El 22 de septiembre de 1728 Juan Wesley recibió la ordenación como presbítero de la Iglesia Anglicana. Un año después, en 1729, la vida de Juan Wesley tomó otro rumbo que lo llevó a abandonar la iglesia de Epwoth y el pastorado al lado de su padre. Regresó al colegio de Lincoln en Oxford con el propósito de recibir e impartir clases. Su trabajo fue un poco controversial debido a la rigurosidad y métodos con que evaluaba a sus alumnos, aunque le atribuía el bajo rendimiento académico de los mismos debido a la falta de madurez espiritual.
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Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley Carlos, uno de los hermanos de Juan, también fue becado para asistir al mismo colegio; pero este, a diferencia de Juan, no mostraba el mismo interés hacia los estudios. Luego de ser exhortado por parte de su padre y su propio hermano Juan, Carlos decidió tomar sus estudios con seriedad. Debido a esto, la amistad entre Carlos y Juan aumentó a tal punto que Carlos le comentó la manera en que ayudó a un joven con sus problemas personales y cómo lo llevó a conocer a Cristo. También le compartió de un grupo de amigos con el cual se reunía periódicamente a orar, leer la biblia, tomar la comunión y compartir su vida espiritual. Juan Wesley quedó tan impactado con este grupo que en la primera oportunidad que tuvo se unió a ellos. Gracias al respeto y el liderazgo del cual Juan Wesley gozaba fue aprobado por todos. Con el ingreso de Juan muchas otras personas se unieron al grupo. Desde antes que Juan llegara al grupo, algunas personas le habían puesto algunos sobrenombres en forma de burla, algunos de los sobrenombres eran: El Club de los Reformadores, El Club de los Santos, Polillas de la Biblia, Entusiastas y Metodistas, siendo este último el que prevalece hasta el día de hoy. Estas reuniones se caracterizaban por siempre iniciar con una oración y luego el estudio y lectura del Nuevo Testamento en griego. Luego de culminar la reunión, cada uno de los integrantes compartía con el grupo acerca de sus necesidades personales y espirituales; luego, el grupo respondía con sugerencias y prácticas de cómo mejorar su relación con Dios y con los demás. Durante los últimos años como profesor de Oxford, Juan Wesley se enfrentó a un gran dilema entre su vocación y su compromiso familiar. Debido al deterioro de salud, Samuel Wesley le pidió a su hijo Juan que dejara Oxford y tomara su lugar en la iglesia de Epworth. Juan respondió negativamente argumentado la manera que Dios lo estaba usando en las reuniones, predicaciones en la universidad y sus testimonios. El 25 de abril de 1735, a la edad de 72 años, Samuel Wesley falleció en compañía de sus familiares. Meses después el Club de los Santos, del cual Juan había sido líder por 6 años, se desintegró debido a que cada uno de sus integrantes tomaron diferentes rutas ministeriales.
LA EXPERIENCIA DEL CORAZÓN ARDIENTE La experiencia del corazón ardiente que vivió Juan Wesley se puede dividir en dos partes: el viaje misionero a Georgia y el evento que sucedió en la calle Aldergate. Viaje misionero a Georgia Luego de lo ocurrido con el Club de los Santos, Juan Wesley tuvo la oportunidad, junto a su hermano Carlos, de realizar una labor misionera en la colonia de Georgia con los nuevos inmigrantes. En vista de esta oferta, y en oración, decidieron consultarle a su madre Susana su opinión frente a esta propuesta. La respuesta de Susana fue la siguiente:
Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley “Si tuviera veinte hijos, me regocijaría en consagrarlos todos a la obra misionera, aunque estuviese segura de no volver a verlos nunca más” (Magallanes, 2005, pág. 49). Ante tal respuesta, Juan decidió hacerse miembro de la sociedad Propagación del Evangelio y Carlos fue nombrado como secretario del gobernador de Georgia. El 21 de octubre de 1735 se embarcaron rumbo a Georgia. Este viaje tuvo múltiples propósitos los cuales marcaron de manera significativa la vida de Juan Wesley. Un día de navegación, una fuerte tormenta puso en peligro la estabilidad y la vida de las personas que se encontraban en el barco. Muchas de ellas pensaron que naufragarían y empezaron a temer por sus vidas. El propio Juan Wesley se sintió inseguro y lleno de temor de perder su vida. En medio de su angustia se paseó por el barco encontrando un grupo de Moravos (inmigrantes de ascendencia alemana, con raíces en la tradición pietista alemana). Estos, en medio de la tormenta, estaban alabando y glorificando a Dios. Wesley al observar su serenidad en medio de la tormenta quedó profundamente impactado. Luego de culminar la tormenta, se acercó a ellos para preguntarles si tuvieron temor a lo cual ellos respondieron “¡Gracias a Dios que no! Ni siquiera nuestras mujeres y nuestros hijos” (Magallanes, 2005. pág. 50). Esta respuesta, sumada a la tempestad y sus sentimientos de temor e inseguridad, llevaron a Wesley a reflexionar acerca de su vida espiritual y su relación con Dios. La conclusión a la cual llegó Wesley fue que la fe de los moravos era mayor que la de él y que ellos tenían una certeza de su salvación que él no tenía y deseaba tener. Al llegar a Georgia, luego de aproximadamente cuatro meses de navegación, hizo una cita con el pastor moravo Spangenberg. En esta cita le comentó todos los temores que había sentido en su viaje. El pastor Spangenberg le hizo una serie de preguntas que lo dejaron asombrado: ¿Tienes el testimonio de Dios en tu vida? ¿Da el Espíritu de Dios testimonio a tu espíritu que eres hijo de Dios? ¿Conoces a Jesús? ¿Tienes la convicción que Jesús te ha salvado? Aunque Juan Wesley respondió de forma afirmativas a ellas, luego en su diario, reconoce que estas respuestas no fueron sinceras. Luego de 2 años en Georgia y con un ministerio con constantes altibajos debidos a muchos factores (culturales, religiosos, personal-sentimentales) decidió regresar a Inglaterra el 2 de diciembre de 1737. Este viaje misionero deja relucir el estado emocional y espiritual en la vida de Juan Wesley. Un estado donde el activismo, las rutinas religiosas y el arduo esfuerzo por ganarse el amor de Dios no era suficiente. Por el contrario, todo este activismo religioso mostró el vacío y la impotencia de acercarse a Dios de esa forma, como el mismo Wesley lo plasma en su primer diario:
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Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley Fui a América a convertir a los indígenas. Pero, ay, ¿quién me convertirá a mí? ¿Quién, quién me librará de este corazón perverso e incrédulo? Tengo una religión de verano. Puedo hablar bien, y hasta creer, mientras no hay peligro cerca; más que la muerte me mire a la cara, entonces mi espíritu se perturba. Tampoco puedo decir, «porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia (Wesley, Obras de Wesley, Tomo XI, 1996, pág. 37). La experiencia de Aldersgate El viaje de regreso desde Georgia a Inglaterra le sirvió a Juan Wesley, entre otras cosas, para reflexionar acerca de su vocación, ministerio y sus dudas personales acerca de la salvación y la muerte. Estas reflexiones le llevaron a buscar ayuda de personas que estuviesen convencidas de su salvación. Por tanto, fue a Londres donde se encontraba una comunidad de moravos. Allí conoció al pastor Pedro Böhler, el cual luego de escucharle, respondió muchas de sus inquietudes. Pero, para no contender con argumentos teológicos, le recomendó que leyera y estudiara los pasajes bíblicos clave acerca de la salvación, a lo cual Wesley respondió con agrado. Al parecer, la experiencia vivida con Bölher trajo mucha claridad a la vida de Wesley: Así que cuando Pedro Böhler, quien Dios me había preparado tan pronto llegue a Londres, afirmó que la verdadera fe en Cristo (que es una sola) tenía dos frutos inseparables de ella, el dominio sobre el pecado y la paz constante que viene del sentido del perdón, quedé bastante sorprendido y lo entendí como un evangelio nuevo (Wesley, Obras de Wesley, Tomo XI, 1996, pág. 64). A pesar de todo, Wesley sentía que faltaba algo. Faltaba una experiencia personal con Dios que lo llevara a tener certeza de su salvación. Este hecho ocurriría el 24 de mayo de 1738. Wesley nos relata en su diario como fue su experiencia: Pienso que fue alrededor de las cinco de la mañana que abrí mi Testamento en aquellas palabras: “Nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina” (2P. 1:4)… En la noche fui de mala gana a una sociedad en la calle Aldersgate, donde alguien estaba dando lectura al prefacio de la epístola de san Pablo a los Romanos de Lutero. Cerca de las ocho y curenta y cinco de la noche, mientras él describía el cambio que Dios obra en el corazón a través de la fe en Cristo, yo sentí un extraño ardor en el corazón. Sentí que confiaba en Cristo, solo en Cristo para mi salvación y recibí una seguridad de que él me había quitado todos mis pecados, aun los míos, y que me había librado de la ley del pecado de muerte. Empecé a orar por aquellos que me habían ultrajado y perseguido. Después di testimonio público ante todos los asistentes de lo que sentía por primera vez en mi corazón (Wesley, Obras de Wesley, Tomo XI, 1998, págs. 66-67). Luego de muchos años de experiencias y reflexiones (Club santo, lecturas de Law, Kempis, Taylor, viaje misionero, etc.), la búsqueda de Wesley acerca de la seguridad de su salvación había terminado. Ahora había experimentado el amor incondicional de Dios de una manera personal y real. Ese evento en la calle de Aldersgate llamado “la experiencia del corazón ardiente”, marcó un definitivo antes y después en la vida de Juan Wesley y su ministerio.
Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley Casi después de esta experiencia, Wesley decidió visitar la comunidad principal de los moravos en Alemania. Allí una vez más consiguió ayuda y consejo espiritual que fue de gran ayuda para él y su ministerio. Este viaje fue el inicio del aprendizaje de la fe justificante de las virtudes de la vida piadosa y de la vida en comunidad que practicaban los moravos.
CONCLUSIÓN La historia de Jaun Wesley nos permite ver cómo, en medio de un mundo cambiante y convulsionado, Dios usó una familia para formar una persona que, lavado por la sangre de Cristo y moldeado por el Espíritu Santo, sería su instrumento para traer sanidad a toda una nación y desde allí al mundo entero. Gráfico 2.1 Árbol genealógico dela familia Wesley
Nota: Samuel y Susana tuvieron diecinueve hijos de los cuales nueve murieron a muy temprana edad.
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Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley Actividades de Evaluación Vea el video “John Wesley: Escritor, teólogo, pastor y fundador del metodismo”. Lo encontrará en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=36az8KoxSZs&t=217s
A partir del video y el contenido de la lección responda las siguientes preguntas: • Hasta este punto, ¿cuál cree que es el legado más significativo de Juan Wesley? • ¿En cuales áreas cree usted que los cristianos de hoy necesitamos ser más coherentes entre lo que predicamos y lo que vivimos? Explique la respuesta. • La vida de Juan Wesley está llena de una serie de eventos en los que vemos cómo Dios lo cuidó y formó hasta guiarlo a Él. ¿Cómo Dios trabajó en su vida antes de que usted llegara a ser genuinamente cristiano? ¿En qué eventos usted pudo ver la mano de Dios? • ¿Qué lecciones aprende de Juan Wesley para su vida y ministerio?
Vida y Contexto Histórico de Juan Wesley
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Teología de Wesley 1
Propósito de la lección
Fundamentar al estudiante en su identidad wesleyana por medio de la comprensión de la teología de Juan Wesley desde la perspectiva del proceso de salvación.
Resultados deseados
Al concluir esta lección el estudiante: • Entenderá la metodología teológica usada por Wesley. • Comprenderá cómo Juan Wesley explicó el proceso de salvación. • Interiorizará y aplicará el concepto de salvación en su vida personal.
Contenido
• Introducción • Metodología teológica de Juan Wesley • La imagen de Dios y la condición del ser humano • Actividades de evaluación
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Teología de Wesley 1 INTRODUCCIÓN
La compresión teológica de Juan Wesley es una hermosa herencia que tiene la Iglesia Metodista Libre y que vale la pena ser redescubierta. Recuerde que nosotros podremos ver más lejos si nos paramos sobre los hombros de nuestros antepasados. En esta y la siguiente lección veremos cómo la teología wesleyana ofrece una estrecha relación entre nuestro contexto económico y nuestra realidad social; entre la fe y la práctica; entre la realidad de la salvación y la iglesia. Wesley utilizó, entre otros, estos argumentos para fusionar la dicotomía (separación) que existía entre estos temas. La teología que Wesley desarrolló le atribuye gran importancia a la obra del Espíritu Santo en nuestra forma de pensar, así como nuestros sentimientos y acciones. Catalogado como el “teólogo del pueblo”, Juan Wesley desarrolló una teología que incluía tanto a ricos como a pobres. A estos les enseñaba a disfrutar del regalo de la salvación aquí y ahora, y no como una realidad futura y muchas veces incierta. Wesley fue ante todo un teólogo práctico. Su propósito teológico era el de dirigir a las personas al camino de la salvación. Por tal motivo, desarrollaremos esta parte siguiendo un orden que explica lo que sucede antes, durante y al final de la salvación. Sin embargo, comenzaremos por describir el marco teológico, las fuentes que usaba Wesley para su comprensión acerca de Dios y su plan. Antes de avanzar, es necesario hacer un paréntesis para explicar la importancia de tener una teología sólida. La figura 3.1 ilustra lo que mencionaremos al respecto. Figura 3.1 Importancia de la teología
Teología de Wesley 1 La teología es el estudio de Dios mismo. Y Dios se ha revelado de una forma completa en la persona de Cristo Jesús, quien es Dios con nosotros. Por tanto, podemos concluir que una sana teología está basada en entender la persona de Cristo; esto lo conocemos como Cristología. El tener una teología sana nos lleva a tener una sana eclesiología. A su vez que una sana eclesiología conlleva a hacer y multiplicar discípulos; es decir, conlleva a un sana misiología. Misiología tiene que ver con la proyección de la iglesia en el mundo. Por tal razón, en la Plantación de Iglesias Comunitarias hablamos de multiplicación de discípulos, líderes e iglesias.
METODOLOGÍA TEOLÓGICA DE JUAN WESLEY Al considerar la metodología teológica de Juan Wesley tenemos que advertir un par de asuntos. Primero, Juan Wesley fue influenciado ampliamente por diversas ramas del cristianismo de su época en Europa; todas estas corrientes se convirtieron en alguna medida en fuentes que ayudaron a la construcción de su teología. Segundo, Wesley nunca escribió un tratado sobre metodología teológica; así que, lo que se diga al respecto responde al análisis de lo que hacía en sus obras: sermones, tratados, diarios, cartas, etc. Esto último ha llevado a varias versiones sobre el resumen de su metodología. Algunos hablan del trípode wesleyano, otros del cuadrilátero, en este manual presentaremos el pentalátero, y no ha faltado quien proponga el hexalátero. Influencias En su búsqueda por la perfección cristiana, Wesley fue influenciado por las órdenes religiosas de la iglesia católica de Santo Domingo, San Benedicto, San Francisco y San Ignacio de Loyola. Aparte de la influencia católica, Wesley recibió influencia: luterana, anglicana y del pietismo, cuyo énfasis fue la santidad personal. Pero sin duda alguna la influencia morava fue fundamental para la vida de Wesley y su teología. Básicamente fueron dos las contribuciones que estas hicieron: primero, clarificarle lo que es la experiencia de la fe salvadora y conducirlo hacia ella; segundo, proporcionarle modelos de vida cristiana en comunidad (Snyder, 2016). Wesley fue varias veces a Alemania para observar las estructuras utilizadas por los moravos en relación a los puntos antes mencionados. Estas estructuras sirvieron como un medio de renovación al interior de una iglesia establecida más grande. Aunque Wesley aprendió mucho de ellos, dos fueron los puntos fundamentales con los que Wesley no estaba de acuerdo: primero, ellos no tomaban suficientemente en serio el lado sacramental de la iglesia. Segundo, su espiritualidad interna no estaba balanceada con un énfasis apropiado en el lado ético de la vida cristiana—vida disciplinada, buenas obras y predicación del evangelio a los pobres (Snyder, 2016, págs. 54-55). Esto hizo que Juan Wesley no se uniera a los moravos.
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Teología de Wesley 1 El pentalátero wesleyano Wesley utilizó cinco fuentes para la construcción de su teología: las Escrituras, la razón, la tradición, la experiencia cristiana y la creación. Esto es lo que posteriormente se ha llamado el “pentalátero wesleyano”. • Las Escrituras: Dios mismo nos enseña el camino al cielo y lo ha dejado escrito en un libro, la Biblia. Wesley dice que su propia intención fue ser “el hombre de un solo libro” (Obras de Wesley, Tomo XI, 1996, pág. 10). Mucho de lo que Wesley tiene que decir sobre la Biblia se encuentra en 2 Timoteo 3:16-17: Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. Wesley resumía lo que creía de las Escrituras de la siguiente manera: Esto es lo que ahora llamamos Santa Escritura. Esta es la palabra de Dios que permanece para siempre, de la cual, aunque perezcan el cielo y la tierra, ni una iota ni una tilde pasará. Luego la Escritura del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento es un sistema sólido y preciso de verdad divina. Toda porción de ella es digna de Dios, y toda ella es un solo cuerpo, sin defecto ni exceso (Wesley, Obras de Wesley, Tomo IX, 1998, pág. 313). La Biblia es la palabra de Dios en forma escrita, y es la única regla a seguir tanto en la fe como en la práctica. La Escritura provee, confirma y aumenta la verdadera sabiduría, y es la norma a usarse para distinguir entre el bien y el mal. El cristiano necesita toda la Biblia cuando Dios está trabajando en su espíritu, algunas veces para despertarlo, otras para instruirle, consolarlo o hacerle de nuevo. Para Wesley la lectura de la Biblia es un medio de gracia por el cual el mismo Espíritu Santo que inspiró a los escritores bíblicos obrará en los creyentes para ayudarles a entender lo que leen. • La razón: Juan Wesley vivió en el siglo XVIII, el llamado siglo de las luces. No era fácil ser cristiano en la Inglaterra de este tiempo. Muchos de los intelectuales de la época eran escépticos o deístas, que substituían la fe evangélica por una religión racional. Algunos de los defensores del cristianismo adoptaron la tendencia racional de sus oponentes. Otros rechazaron el uso total de la razón por considerarla incapaz de coexistir con la fe. Wesley trató de encontrar un término medio entre estos dos extremos. Optó por no darle un valor excesivo a la razón pero tampoco desestimarla. De esta manera reclamó la razón como un instrumento del Espíritu Santo. Desarrolló un entendimiento verdaderamente evangélico sobre el uso de la razón. Para Wesley el cristianismo es una “religión verdaderamente racional”, porque está a tono con la razón eterna o la verdadera naturaleza de las cosas. La naturaleza de Dios es racional y el universo según Él lo creó tiene una estructura racional. La razón humana fue creada para reflejar, en parte, la naturaleza de Dios y para entender la relación entre los seres humanos y Dios y la relación de los seres humanos entre sí. Esta relación fue en parte dada en la “ley moral”.
Teología de Wesley 1 “Si analizamos la ley de Dios desde otro punto de vista, veremos que es la razón suprema e inmutable; la rectitud inalterable; la cualidad eternal de todas las cosas que son o han sido creadas...es una copia de la mente eterna; una transcripción de la naturaleza divina” (Wesley, Obras de Wesley, Tomo II, 1996, pág. 311). • La tradición: “Si queda todavía alguna duda, consulto con quienes tienen experiencia en las cosas de Dios, y luego con los escritos mediante los cuales siguen hablando aún después de muertos. Lo que así aprendo, eso enseño” (Wesley, Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 21). Estos escritos se refieren especialmente a los Padres de la Iglesia durante los primeros tres siglos y a los documentos de la Iglesia de Inglaterra. La referencia a los Padres de la Iglesia demuestra el profundo interés que Wesley tenía hacia lo que él llamaba “antigüedad cristiana”. La antigüedad cristiana se refiere a los escritos de los Padres de la Iglesia durante los primeros trescientos años de la iglesia, antes del Concilio de Nicea en el 325, es decir, antes de la corrupción de la iglesia que ocurre después de que el Emperador Constantino reconoce oficialmente a la iglesia. Estos Padres de la Iglesia eran los escritores más cercanos al Nuevo Testamento y ellos fueron: “los más auténticos comentaristas de las Escrituras, por estar más cerca de la fuente y ungidos por el Espíritu que inspiró las Escrituras” (Wesley, Obras de Wesley, Tomo IX, 1998, pág. 200). Otra fuente de interpretación bíblica que Wesley menciona es “la nuestra”, queriendo decir la Iglesia de Inglaterra, de la que formó parte como sacerdote anglicano ordenado. Los primeros metodistas estaban convencidos de que sus doctrinas eran idénticas a las de la Iglesia de Inglaterra, consideraban que Dios había levantado a los metodistas para “reformar la iglesia” porque en la Inglaterra de Wesley la iglesia había olvidado su propia herencia. La ˙última fuente de influencia que debemos mencionar es la espiritualidad católica continental. Aunque Wesley estaba en contra de la teología formal de la Iglesia Católica Romana ya que era un protestante devoto que escribía en contra del catolicismo romano, apreciaba a muchos de los escritores místicos católicos por su énfasis en la importancia de una relación vital con Dios. Leyó en su juventud “La imitación de Cristo”, esta lectura ejerció gran influencia en su vida. Años más tarde, Wesley resumió muchos de estos escritos místicos y los incluyó en su biblioteca cristiana. Por lo general, Wesley estaba en contra del misticismo, porque sentía que no era bíblico, pero sí aceptaba a muchos de estos escritores por ser “modelos de santidad verdadera”. • La experiencia cristiana: “Me he esforzado por describir la religión verdadera, bíblica y de la experiencia, sin omitir nada que sea parte real de ella, y sin añadir lo que no lo sea” (Wesley, Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 21). El cristianismo es “la religión… de la experiencia”. Es una “experiencia fundamental de la persona”, algo que pasa en su interior antes de que se convierta en un “esquema o sistema de doctrina”. Lo que la doctrina hace es describir esta experiencia, la realidad de la restauración de la imagen de Dios en la persona. Las Escrituras describen esta transformación y el verdadero cristiano pasa por la experiencia que la Biblia describe. El término
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Teología de Wesley 1 “experiencia” no es un término general que describe cualquier experiencia humana. “Experiencia” es el cumplimiento en la interioridad del cristiano de esa santidad que enseña la Biblia y que está enlazada a las palabras bíblicas a través del poder del Espíritu Santo. La relación entre la Escritura y la experiencia es lógica. La Biblia describe lo que la realidad cristiana debe ser, y la experiencia aclara el significado de la Biblia haciéndola más comprensible. La experiencia “explica el significado” y es “suficiente para confirmar una doctrina basada en las Escrituras.” (Wesley, Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 224). La experiencia cristiana está constituida por un aspecto interior y otro exterior. El aspecto básico de la interioridad es el “sentimiento”. El aspecto exterior tiene que ver con la “providencia”, o la manera en que Dios guía las circunstancias. Anteriormente hemos visto la importancia de la razón para comprender a Dios y las cosas de Dios, especialmente la situación humana. A esto debemos añadir que el sentimiento es también una forma legítima de conocimiento. El Espíritu Santo trabaja en ambos niveles, en el de la comprensión racional y en el nivel profundo de los sentimientos. Los sentimientos internos son una guía precisa sobre las condiciones espirituales de la persona, una “prueba infalible”. Esto ocurre verdaderamente en cada una de las etapas de la vida cristiana: desde la indiferencia del corazón que refleja una persona que ha faltado al Espíritu Santo, hasta el paso a través de la experiencia hacia la conversión, la fe, la justificación y la santificación. • La creación: Wesley al igual que otros teólogos de su época, comprendía que Dios se revela en su creación; es decir: “las cualidades invisibles de él, su eterno poder y naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó” (Ro. 1:20). Sin embargo, comprendía que la enfermedad del pecado trajo la enemistad, un divorcio, entre las personas y su hacedor y entre las personas y su mundo, su entorno, el cual es el planeta tierra (Snyder, 2016, pág. 20). Juan Wesley, en sus últimos años al reflexionar sobre esto, llegó a la conclusión que el pacto de Dios con la tierra es perdurable. Escribió un sermón sobre este asunto “La liberación general”. Al meditar sobre su larga vida y ministerio, el correr de la historia, las ciencias de su tiempo y la revelación bíblica, escribió: “hay algo mejor para estas pobres criaturas [que como nosotros] algún día se verán liberadas de la esclavitud del deterioro, y entonces recibirán amplia recompensa por todos sus sufrimientos presentes”. Y así deberíamos “imitar a aquel cuya merced es evidente en toda sus obras”. El plan misericordioso de Dios de restauración final debería “ablandar nuestros corazones hacia las miserables criaturas, recordando que el Señor que se preocupa por ellas”. Debería “acrecentar nuestros corazones hacia esas pobres criaturas que no importa cuán indignas nos parezcan, de ninguna de ellas se olvida nuestro Padre que está en los cielos”. Así pues, en el pacto de Génesis 9, Dios actúa para conservar la tierra, limita su enjuiciamiento (el diluvio) para llevar a cabo sus mayores propósitos. Una vez más vemos el constante enfoque bíblico de la preocupación de Dios por las personas, la tierra, el medioambiente en que vivimos, la tierra que nos has dado para que
Teología de Wesley 1 gocemos de ella y la cuidemos, ayudándola a florecer. Otra vez vemos el proyecto de Dios de salvar a las personas en su medio ambiente, no fuera de él (Snyder, 2016, págs. 181-182). Como podemos observar, Wesley usó un marco teológico amplio. Este incluyó las Escrituras, la razón, la tradición, la experiencia y la creación. Sin embargo, fue muy claro para él que las cuatro últimas se debían sujetar a la primera. La Escritura es la norma de normas, la esencia, filtro y base de la revelación de Dios en la que todo argumento debe ser sustentado. Aunque podemos y debemos apoyarnos en las otras cuatro, estas siempre son inferiores.
LA IMAGEN DE DIOS Y LA CONDICIÓN DEL SER HUMANO El punto de partida para nuestra compresión de la teología de Juan Wesley será el principio de la revelación, Génesis 1 al 3. Estudiaremos la forma en que fue creado el ser humano y el pecado original y sus consecuencias. La soberanía de Dios y la libertad humana en la creación Para entender la teología que Wesley desarrolló acerca de la salvación es necesario primero entender lo que ocurrió con el ser humano en el momento que fue creado. Para explicar esta condición Wesley ofreció su sermón 45, “El Nuevo nacimiento”. A continuación, se ofrecen algunos extractos del mismo. En primer lugar, ¿Por qué debemos nacer de nuevo? ¿Cuáles son los fundamentos de esta doctrina? Su fundamento es casi tan profundo como la creación del mundo, en el relato bíblico donde leemos: “Y Dios”, el Dios trino, “dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. No solamente a su imagen natural, figura de su propia inmortalidad, un ser espiritual dotado de entendimiento, libre albedrío y diversos afectos; no meramente a su imagen política, gobernador del mundo inferior, que “señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra...”, sino mayormente a su imagen moral, la cual, conforme al apóstol, es justicia y verdadera santidad. Conforme a esta imagen de Dios fue hecho el ser humano. Dios es amor; por consiguiente el humano, al ser creado, estaba lleno de amor, el cual era el principio único de todos sus estados de ánimo, pensamientos, palabras y acciones. Dios está lleno de justicia, misericordia y verdad: así era el ser humano al salir de las manos de su Creador. Dios es pureza inmaculada: y así era el ser humano en el principio, puro, sin mancha pecaminosa alguna… Pero aunque el ser humano fue hecho a imagen de Dios, sin embargo no fue hecho inmutable. Esto hubiera sido incompatible con el estado de prueba en que Dios quiso colocarlo. Por lo tanto, fue creado capaz de permanecer firme y sin embargo sujeto a la posibilidad de caer. Y de esto Dios mismo le previno y le dio una solemne advertencia al respecto. Sin embargo, el hombre
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Teología de Wesley 1 [y la mujer] no permaneció en honra. Cayó de su alto estado. Comió del árbol del cual Dios le había ordenado: “No comerás de él”. Mediante este acto voluntario de desobediencia a su Creador, esta rebelión lisa y llana contra su soberano, declaró abiertamente que ya no quería que Dios gobernase sobre él; que deseaba ser gobernado por su propia voluntad, y no por la voluntad de quien le había creado, y que no buscaría su felicidad en Dios, sino en el mundo, en las obras de sus manos (Obras de Wesley, Tomo III, 1996, págs. 106-108). De esta porción aprendemos que Dios en su soberanía, y movido por su amor infinito, creó los cielos y la tierra. Nadie lo obligó. Esta idea de la soberanía de Dios está en total acuerdo con la mayoría de teólogos a través de la historia de la iglesia. Pero la interpretación de lo que sucede después y el papel de la libertad humana en el relato de la creación es algo que distingue a Wesley y sus seguidores (wesleyanos-arminianos). Wesley afirma claramente que el ser humano tenía la libertad de decidir entre obedecer y desobedecer a Dios. Es decir, que en su perfecto amor y su perfecta creación Dios diseñó al ser humano con esta capacidad, a la cual Wesley llama libre albedrío. Sin esta capacidad el ser humano estaba condenado a amar a Dios, lo cual haría que dicho amor no fuera genuino. Ese amor sería el producto de un Dios que los creó obligados a amarlo. Lo anterior nos debe llevar a entender dos puntos que son cruciales para la teología wesleyana. Primero, Dios es soberano, pero eso no significa que Dios va a obligar a alguien a que haga lo que no quiere. Dios puede hacer lo que le plazca, sin embargo, su soberanía esta limitada por su carácter santo y perfecto. Por tal motivo, Dios nunca quebrantará la libertad humana y siempre respetará las decisiones de las personas; inclusive cuando estas vayan en contra de su voluntad y en su propio perjuicio y el de su prójimo. En segundo lugar, si no estamos de acuerdo con esta posición y no creemos que la soberanía de Dios esté limitada, hasta cierto punto, por la libertad del ser humano, entonces, ¿quién es moralmente responsable por las acciones de los seres humanos? La respuesta obvia sería que, por lo menos de manera indirecta, Dios es responsable por la caída del ser humano. Sin embargo, si seguimos el camino de Wesley, entenderemos que la libertad que Dios da trae consigo la responsabilidad moral por las decisiones que se tomen. Así pues, el problema original fue que la humanidad rechazó y cambió el amor de Dios por un amor egoísta, por un amor centrado en uno mismo y no en Dios. Dios nos creó con la esperanza de que respondiéramos a su amor. Sin embargo, como la Biblia muestra y la experiencia nos confirma, nuestras decisiones y actitudes demuestran un egoísmo patético. La imagen de Dios: la condición del ser humano antes de la caída En el mismo sermón que hemos citado, Wesley hace referencia a tres aspectos y funciones de la imagen de Dios en relación al ser humano: la imagen de Dios es natural, política y moral. Sobre la primera de ellas, Wesley afirma que al momento de ser creado el ser humano refleja los atributos naturales de Dios. Es decir, que Dios le transfiere sus atributos naturales como la inmortalidad, el entendimiento, el libre albedrío y diversos afectos (sentimientos).
Teología de Wesley 1 Es importante destacar que aunque estos atributos de Dios son transferibles al ser humano, de ningún modo lo hace dios. Un ejemplo de esto es cuando se habla de la eternidad, esto no significa que la persona hubiese adquirido la eternidad como Dios, ya que ser eterno significa no tener ni principio ni fin; y en el texto de Génesis 1 encontramos cómo Dios le da inicio al ser humano. Sin embargo, la imagen de Dios en el ser humano al momento de ser creado le da la capacidad de no tener fin. Para Wesley la imagen política de Dios impresa en el ser humano hace referencia a la habilidad de mayordomía y administración de los recursos naturales que Dios ha creado. No quiere decir esto que seamos dueños de la creación. Más precisamente, lo que significa es que se nos da el privilegio de ser copartícipes con Dios en su obra, de continuar el trabajo que Dios ha iniciado. Esta imagen política significa que los cristianos somos responsables por el bienestar y armonía que debe reinar en el medio ambiente. Por último, para explicar la imagen moral de Dios en el ser humano, Wesley menciona tres atributos: amor, justicia y misericordia. Esto lo relaciona con Miqueas 6:8: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Al igual que con los otros dos aspectos, Wesley también ofrece una descripción de lo que Dios espera de nosotros en el área moral. La imagen de Dios después de la caída El sermón que venimos estudiando “El nuevo nacimiento” nos ayuda a comprender la explicación que Wesley da sobre los acontecimientos e implicaciones después de la caída. Por consiguiente, en ese día murió: murió para Dios, la más espantosa de todas las muertes. Perdió la vida de Dios: fue separado de aquel en cuya unión consistía su vida espiritual. El cuerpo muere cuando se separa del alma; el alma cuando se separa de Dios. Pero Adán padeció esta separación de Dios en el día y la hora en que comió del fruto prohibido. Y de ello dio prueba inmediata, mostrando al momento por su conducta que el amor de Dios se había extinguido en su alma, la cual estaba ahora ajena de la vida de Dios. En su lugar, estaba ahora bajo el poder del miedo servil, de modo que huyó de la presencia del Señor. Ciertamente, tan poco retenía del conocimiento de aquel que llena los cielos y la tierra que se escondió de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Así había perdido tanto el conocimiento como el amor de Dios, sin los cuales la imagen de Dios no puede subsistir. Por lo tanto, al mismo tiempo fue privado de ella, y quedó desprovisto de santidad y de felicidad. En lugar de estas quedó sumergido en el orgullo y la obstinación, que son la misma imagen del diablo, y en los deseos y apetitos sensuales, a imagen de las bestias que perecen (Obras de Wesley, Tomo III, 1996, pág. 108). Las consecuencias del pecado son trágicas y diversas. Wesley señala como la primera de ellas la muerte espiritual, es decir la pérdida de la amistad y relación personal entre Dios y la humanidad. El ser humano por primera vez, luego de su creación, tienen
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Teología de Wesley 1 conciencia del pecado y experimenta temor, vergüenza y reconoce que no puede tener una relación con Dios, y que por ende, lo ha perdido todo. Otra consecuencia que Wesley señala debido al pecado es la muerte física. Aun cuando esta no ocurre de forma automática e instantánea, la realidad es que la humanidad pierde la habilidad de vivir sin experimentar la muerte. Además, nuestros cuerpos empiezan a deteriorarse y experimentar dolores, sufrimientos y, por último, su funcionamiento termina. Por último, la caída trajo como consecuencia la muerte social. Esto lo podemos observar de manera explícita al leer el capítulo 4 de Génesis. Caín mata a su hermano Abel. Nuestro egoísmo nos dirige a realizar acciones que destruyen la estabilidad social y tomar decisiones que tienden ser mortales y opresivas, y al uso de medios violentos para lograr nuestros objetivos sin ninguna consideración por el bienestar de nuestro prójimo. Algunos autores wesleyanos como Mildred Bangs Wynkoop, basados en los escritos de Wesley, afirman que la imagen de Dios, después de la caída no fue destruida totalmente, sino que por la gracia de Dios ha sido parcialmente preservada. Otros autores como Leonardo George Cox, igualmente siguiendo a Wesley, sostienen que la imagen de Dios fue perdida totalmente; a su vez, afirman que por la gracia anticipante de Dios los atributos morales son restaurados hasta cierto punto. Ambas posiciones creen que, por la gracia de Dios, el ser humano tiene la posibilidad de responder al llamado de Dios y aceptar la salvación que Dios ofrece. El pecado original Según Wesley, la doctrina del pecado original es una de las doctrinas esenciales del cristianismo. Es decir que marca la diferencia entre el cristianismo y el paganismo. La doctrina del pecado original describe el problema fundamental de la humanidad para la cual el evangelio es el remedio. El pecado original es una inclinación constante y permanente al mal que existe de una manera intrínseca en cada persona, sea cristiana o no. Wesley argumenta que así como la gracia de Dios se da gratuitamente a toda persona (cristiana o no), el pecado original -la tendencia pecaminosa- mora en todo ser humano. En Cristo, los cristianos tienen la capacidad de dominar y controlar el pecado original, la tendencia al mal; puesto que el pecado original no se puede erradicar, solo es posible controlarlo, limitarlo. Creyentes y no creyentes son responsables delante de Dios por controlar el pecado original, pero no son directamente responsables por la presencia de ese pecado que es una herencia de Adán y Eva. Es así que Wesley niega la condenación por la exclusiva presencia del pecado original en la vida de los seres humanos y en la vida de los cristianos. Wesley no cree que el pecado original, pese a que se encuentra presente en la vida del creyente sea motivo de condenación. El pecado original no impide la salvación que Dios ofrece en Cristo. Wesley concluye este argumento, en su sermón número 13 “Del pecado en los creyentes”, de la siguiente manera:
Teología de Wesley 1 Pero ¿puede Cristo morar en el mismo corazón donde hay pecado? Indudablemente que sí; de otra manera la persona no podría ser salva. Donde está la enfermedad, allí está el médico, continuando su obra interna luchando por erradicar el pecado. Cristo ciertamente no puede reinar donde el pecado reina, ni tampoco puede morar donde todo pecado se permite. Pero Él reina y mora en el corazón de cada creyente que lucha en contra del pecado (Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 252). Para Wesley los cristianos son capaces de controlar las consecuencias específicas del pecado original. Es importante aprender cómo estas consecuencias se manifiestan en la vida de los seres humanos: 1. En primer lugar el pecado original produce la ausencia del conocimiento de Dios. 2. Puesto que no tenemos conocimiento de Dios, la segunda consecuencia del pecado es cambiar la gloria de Dios por la gloria nuestra, que es resultado del orgullo. 3. Quizás, como una expresión del orgullo descrito anteriormente, buscamos hacer nuestra voluntad sin considerar el deseo y la voluntad del resto de las personas. 4. La última consecuencia del pecado original es el amor al mundo, que se expresa como el deseo de los ojos y la vanagloria de la vida. En conclusión podemos ver que Wesley identifica los efectos y consecuencias del pecado original. Incluso en nuestros días, en los creyentes en que reina Cristo plenamente, todavía tienen esos sentimientos que les hacen creer que no son salvos. Sin embargo, estos no dominan la totalidad de su vida. Para Wesley, a pesar de que el ser humano vive y experimenta el pecado original, también recibe el favor de Dios, la gracia anticipante. Este será el primer tema de nuestra siguiente lección.
Actividades de evaluación • ¿Cuál ha sido la forma más común en que usted desarrolla las enseñanzas (teología)? ¿Consulta solo la Biblia? ¿Estudia lo que otros han dicho? ¿Se basa en sus experiencias? ¿Trata de que sea racionalmente comprensibles? Compare su metodología con lo mencionado en el capítulo sobre Wesley. • Siendo que la Biblia no define lo que significa “imagen y semejanza de Dios ¿Qué ha creído usted que esto significa? ¿Cómo podemos saber el significado? ¿Qué piensa de la descripción que Wesley hace el respecto? • Siendo que la imagen de Dios no fue destruida totalmente sino parcialmente, ¿cómo cree que debe ver las personas, creyentes o no, a su alrededor? Explique su respuesta. • Wesley afirma que la doctrina del pecado original es una doctrina fundamental ¿Qué piensa usted?
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Propósito de la lección
Fundamentar al estudiante en su identidad wesleyana por medio de la comprensión de la teología de Juan Wesley desde la perspectiva del proceso de salvación.
Resultados deseados
Al concluir esta lección el estudiante: • Entenderá la metodología teológica usada por Wesley. • Comprenderá como Juan Wesley explicó el proceso de salvación. • Interiorizará y aplicará el concepto de salvación en su vida personal.
Contenido
• La gracia preveniente o anticipante • La gracia convincente • La gracia justificadora y la fe del pecador • La regeneración • La perfección cristiana: la santidad personal y social • Una reflexión final, ¿qué es la salvación? • Actividades de evaluación
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Teología de Wesley 2 LA GRACIA PREVENIENTE O ANTICIPANTE
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l concepto de gracia preveniente o gracia anticipante es vital en la teología Wesleyana. Esto debido a que explica diferentes aspectos que ocurren antes de la salvación. Ambas expresiones, gracia preveniente y gracia anticipante, son sinónimas y son utilizados para describir uno de los aspectos de la gracia de Dios. Lo que Wesley quiere dar entender por medio de la gracia anticipante es la obra que Dios realiza en la vida de cada persona hasta antes del momento de la salvación. Con esto, Dios persuade a las personas a que lo amen; al mismo tiempo muestra su amor incondicional a la humanidad aun cuando no lo reconoce. El objetivo fundamental de la gracia anticipante es que las personas respondan y acudan de manera positiva al llamado de Dios; y de esta manera reciban los derechos y deberes que tienen los hijos de Dios. Como se mencionó en la sección anterior, el pecado original deja al ser humano en una condición de total depravación. Es en ese momento que Dios muestra su infinita misericordia y amor hacia la humanidad; Él extiende su gracia aun a aquellas personas que no lo aceptan. El entender esto nos muestra la importancia de la gracia anticipante, ya que es solamente por la intervención de Dios que podemos responder a su llamado. Si no fuera por la gracia anticipante, ni siquiera tendríamos la oportunidad de entender y recibir el llamado de Dios. Es la gracia anticipante la que nos sostiene, la que nos ayuda a buscar a Dios cuando no sabemos comunicarnos con Él y cuando no le hemos conocido aún. La gracia anticipante es la que hasta cierto punto restaura en los seres humanos la imagen de Dios perdida después del pecado de a Adán y Eva. Por tal razón, la gracia anticipante es un mensaje que trae ánimo de forma individual y colectiva; que busca traer como resultado un equilibrio entre la creación y la sociedad. Debido a que todo ser humano ha recibido esta gracia, la comunidad de alguna manera u otra refleja la imagen de Dios. Con el desarrollo de este punto teológico, Wesley busca brindar esperanza, aunque al mismo tiempo nos muestra el sentido de responsabilidad que tenemos ante tan gran llamado. Ya que, con la presencia de la gracia anticipante tenemos la capacidad de distinguir y decidir. Por lo tanto todas nuestras decisiones y acciones, en sí mismas, suponen valor moral y responsabilidad delante de Dios. Debido a que la persona puede decidir, Wesley también se refirió a la gracia anticipante como “conciencia natural”. Aunque siempre sostuvo que la salvación es controlada por Dios, que es el autor y consumador de la misma (salvación). A través de la obra salvadora de Cristo también reconocía que la única y decisiva participación del ser humano en el proceso de salvación constaba en decir sí o no a la invitación de Dios. Pero esta capacidad de decidir también proviene de Dios a través de la gracia anticipante. Como parte práctica de esta teología, Wesley invita a extender el amor y la misericordia de Dios de la misma manera que Él nos las otorgó a nosotros.
Teología de Wesley 2 LA GRACIA CONVINCENTE Antes de definir lo que es la gracia convincente es necesario resaltar que ni la gracia anticipante ni la que estudiaremos ahora ocurren de maneras automáticas o instantáneas. De hecho, no todas las personas llegan a esta etapa. Luego de que el ser humano ha experimentado la gracia anticipante, el proceso de salvación continúa con la gracia convincente. La gracia convincente, que Wesley denomina arrepentimiento, es aquella que nos lleva a reconocer y aceptar la condición de nuestro estado natural. Esto ocurre estando todavía bajo la gracia anticipante. Wesley en su sermón (17) nos habla de esta gracia indicándonos: Que no podemos ayudarnos a nosotros mismos; que, sin el Espíritu de Dios, no podemos hacer nada, sino añadir pecado al pecado. Que solamente él produce el querer como el hacer, por su propia voluntad, siendo imposible para nosotros pensar siquiera un pensamiento bueno sin la ayuda sobrenatural de su Espíritu, o crear o renovar nosotros mismos nuestras almas en justicia y en verdadera santidad (Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 344). Por tal motivo, el primer paso del arrepentimiento, y la primera obra de la gracia convincente, es tomar conciencia de nuestra naturaleza pecaminosa y reconocer que, a menos que Dios intervenga, es imposible cambiar nuestra condición de muerte espiritual. Para Wesley, cada persona vive tres etapas que son: la natural, la legal y la de la gracia. En la etapa natural el ser humano se encuentra bajo la potestad del pecado original y es recipiente de la gracia anticipante. En la segunda etapa o condición el ser humano debe hacerse responsable por sus actos en el sentido legal, lo que lo hace culpable. Por último, en la tercera etapa (gracia), Dios nos brinda salvación por medio de su hijo. A continuación, el gráfico 4.1 explica esto con más detalle. Gráfico 4.1 La obra de la gracia en tres etapas
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Teología de Wesley 2 Cuando la gracia convincente nos lleva al arrepentimiento existe la posibilidad de ser llevado a un nuevo estilo de vida. En este nuevo estilo las personas, sus convicciones, compromisos, valores, objetivos y forma de actuar son transformados completamente al experimentar el perdón de Dios. Para Wesley, la prueba de un arrepentimiento genuino no se basa en cómo las personas puedan describir conceptos teológicos o que hayan experimentado una vivencia dramática; más bien, el resultado del arrepentimiento apunta a una vida transformada que tiene el deseo sincero de crecer en la vida cristiana.
LA GRACIA JUSTIFICADORA Y LA FE DEL PECADOR El tema de la justificación de nuestro pecado es de vital importancia. En el sermón 5, “la justificación por la fe” Wesley se refiere a este tema: ¿Cómo puede una persona pecadora justificarse delante de Dios, el Señor y Juez de todos? es una pregunta de gran importancia para todos los seres humanos. Contiene el fundamento de toda nuestra esperanza, pues mientras estamos en enemistad con Dios no puede haber verdadera paz, ni verdadero gozo en esta vida ni en la eternidad. ¿Cómo puede haber paz cuando nuestro corazón nos condena? ¿Y mucho más aquel que es mayor que nuestro corazón, y conoce todas las cosas? ¿Qué gozo verdadero puede haber en este mundo o en el otro, mientras la ira de Dios permanezca en nosotros? Y sin embargo, ¡cuán poco se ha entendido un asunto tan importante! ¡Cuántas ideas confusas tienen muchos sobre este asunto! A la verdad, no solo confusas, sino a menudo erróneas y tan contrarias a la verdad como la luz lo es a las tinieblas; nociones absolutamente inconsistentes con los oráculos de Dios, y con toda la analogía de la fe. Por lo cual, al errar con respecto al fundamento, no pueden construir nada después (Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 101). Wesley señala que la doctrina de la justificacion es el fundamento de la doctrina cristiana. Por tanto, si el fundamneto es equivocado o incompleto, la fe cristiana tambien lo será. El significado de la gracia justificadora Usualmente, para explicar el significado y lo que sucede en la justificación se usa la analogía de una corte de justicia. Esta analogía presenta la justificación como parte de un marco legal en el que Dios, en su soberanía, declara al pecador justo. Sin embargo, la mayoría de estudiosos de la Biblia, especialmente quienes se dedican a estudiar las cartas de Pablo, creen que la teoría legal es solo una explicación parcial de la justificación. En cambio, Wesley usa la analogía del nuevo nacimiento para explicar la justificación, lo que Dios hace por nosotros por medio de Cristo:
Teología de Wesley 2 La enseñanza simple y clara de la Palabra respecto a la justificación es el perdón, el perdón de los pecados. Es ese acto de Dios el Padre mediante el cual, por medio de la propiciación hecha por la sangre de su Hijo, manifestó su justicia (o misericordia) a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados… A quien está justificado o perdonado, Dios no le imputará pecado para condenación. Por esta causa no lo condenará ni en este mundo ni en el otro. Todos sus pecados pasados, de pensamiento, palabra y obra son cubiertos, son borrados; no seran recordados ni mencionados en su contra; son como si nunca fueran sido. Dios no aplicará a este pecador lo que merece, porque el hijo de su amor sufrió por él. Desde el momento en que somos aceptos en el Amado, justificados en su sangre, Dios nos ama y nos bendice, y vela por nosotros para bien, como si nunca hubieramos pecado (Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 108). Basado en tal argumento, Wesley señala que la justificación, más que una declaración legal (donde el ser humano recibe los beneficios sin ninguna responsabilidad de su parte), es un hecho real donde el pecador toma una parte activa de aceptar o no el perdón de pecados en Cristo. A esta teoria se le otorga el nombre de justificación impartida que demuestra que Dios imparte su amor y perdón al creyente y lo hace nueva persona. Su relación con la fe del pecador Cuando Wesley pregunta: ¿bajo qué condiciones son justificados los injustos y aquellas personas que hasta ese momento no hacen buenas obras? Él mismo da una sola respuesta: por la fe. Existen dos aspectos importantes que se deben resaltar. El primero de ellos es que la única condición para que la gracia justificadora obre en la vida de la persona es la fe. Como segundo aspecto, se destaca que no hay buenas obras que valgan antes de la justificación. Wesley destaca el concepto de la fe como la seguridad y confianza de que Dios le ha perdonado y que se debe recibir este don con gratitud y creerlo en el corazón. Además señala que la fe que justifica no se encuentra en una comprensión académica, se encuentra en el corazón. Si el conocimeinto no va acompañado de la práctica, entonces no tiene validez. Con respecto a las buenas obras antes de la justificación, Wesley señala lo siguiente en su sermón 5 “La justificación por la fe”: Ninguna obra es buena a menos que se haya hecho según Dios lo desea y manda. Ninguna obra hecha antes de la justificación es hecha según lo que Dios desea y manda. Luego: ninguna obra hecha antes de la justificación es buena (Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 112). Wesley desea esclarecer que ninguna obra puede ser hecha en amor mientras el amor del Padre no esta en nuestras vidas. Para ello, la gracia anticipante y convincente han realizado su trabajo en la vida de la persona.
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Teología de Wesley 2 LA REGENERACION La regeneración es otro término con el cual Wesley se refiere al nuevo nacimiento. Este es recibido por gracia de Dios; es decir que es un regalo. Aun cuando la regeneración y la justificación son regalos que se reciben juntos y al instante, en la mente del ser humano la justificación ocurre antes de la regeneración. Wesley se refiere a la regeneración como la entrada o puerta a la santificación. Este nuevo nacimiento es dado en un momento mientras que la santificación es una obra progresiva. Cuando nacemos de nuevo, comienza nuestra santificación, nuestra santidad interior y exterior. Desde allí en adelante gradualmente hemos de crecer siguiendo el ejemplo de aquel que es nuestra cabeza (Cristo). Esta expresión del apóstol ilustra admirablemente la diferencia entre la justificación y la regeneración y apunta aún más allá a la analogía exacta que hay entre las cosas naturales y las espirituales. Un niño nace de una mujer en un tiempo muy corto. Luego, el bebé tiene una absoluta dependencia de su madre en alimentación, cuidado, afectos. A medida que el niño crece, empieza a ser más independiente, comienza a realizar sus primeras responsabilidades y así de manera progresiva hasta llegar a la edad adulta. Del mismo modo, un hijo de Dios nace. El nuevo nacimiento ocurre de manera puntual, al principio el bebé espiritual necesita la leche (la guía y el consejo de sus padres espirituales), luego gradual y lentamente crece hasta llegar hacer una persona, fuerte y robusta que se alimenta directamente de la Palabra de Dios. La misma relación pues que hay entre nuestro nacimiento natural y nuestro crecimiento la hay también entre nuestro nuevo nacimiento y nuestra santificación. Es por eso que necesitamos la obra del Espíritu Santo quien coloca tanto el querer como el hacer. En este punto es donde los medios de gracia (obras de piedad y misericordia), antes mencionadas nos ayuda a crecer hasta llegar a la estatura de Cristo.
LA PERFECCIÓN CRISTIANA: LA SANTIDAD PERSONAL Y SOCIAL El tema de la perfección cristiana ha sido uno de los que ha generado mayores debates. En principio por lo que la palabra perfección en sí misma implica: “algo terminado”. La palabra perfecto tiene una connotación de “tener el mayor grado posible de bondad o excelencia”. Muchas veces es utilizada para referirse a algo que no tiene margen de error. Por tanto, un cristiano perfecto sería aquel que no tiene errores ni faltas y, por ende, posee un grado de excelencia enorme.
Teología de Wesley 2 Wesley afirma que los cristianos deben y pueden ser perfectos. Wesley señala que las personas que ya han recibido y aceptado la gracia convincente, la gracia justificadora, para poder seguir creciendo en gracia y vivir una vida de victoria, necesitan de una nueva obra de Dios en sus vidas, a la cual denomina gracia santificadora. El pecado en los creyentes y la gracia santificadora El pecado es la experiencia más dolorosa del cristiano verdadero. La vida espiritual y toda su relación con Dios y con su prójimo sufren las consecuencias más desastrosas cuando el pecado aún permanece en él. A esta experiencia de lucha interna Wesley la denomina “el pecado en los creyentes”. Este es un esquema teológico que exige que haya también un arrepentimiento para seguir creciendo en la gracia, hasta llegar a la salvación completa que es el amor perfecto de Dios en nuestras vidas. La lucha interna en su alma es lo que el apóstol Pablo denomina la lucha entre la carne y el espíritu. Al dar por sentado que el pecado existe en el creyente, Wesley, advierte que eso no significa que “reine en nosotros”. Al contrario, el pecado existe, pero no reina sino que está encadenado; los cristianos no obedecen al pecado, pero este continúa aún en ellos: Pero suponer que hay pecado en el creyente lleva a todo lo que causa temor y desaliento. Implica que luchamos contra un poder que se ha posesionado de nuestra fuerza, que ha usurpado nuestros corazones, y que en ellos lucha contra nuestro Redentor.” Aunque tales digan, no es así. Afirmar la existencia del pecado en nosotros no implica que sea dueño de nuestras fuerzas; al igual que una persona crucificada no tiene poder sobre quienes le crucifican. Tampoco implica que el pecado tenga usurpados nuestros corazones. El usurpador ha sido destronado. Permanece en cadenas. Entonces, en cierto sentido sí hace la guerra, pero se debilita más y más, mientras que el creyente va de fortaleza en fortaleza y de victoria en victoria (Obras de Wesley, Tomo I, 1996, pág. 261). Conociendo la premisa que aun cuando una persona ha experimentado el nuevo nacimiento y recibido una nueva naturaleza, sería interesante preguntar ¿Existe el pecado en quien está en Cristo, hay algún pecado en los que son nacidos de Dios? En cuanto al pecado que está presente en el cristiano, este ya no debería de ser un hábito, por el contrario, es una expresión esporádica y aislada. Wesley se pronuncia de esta manera: Luego, por ningún motivo puedo yo aceptar la declaración que dice “no hay pecado en un creyente desde el momento que es justificado”. En primer lugar, porque es contraria a todo el tenor de la Biblia. En segundo lugar, porque es contraria a la experiencia de los hijos de Dios. En tercer lugar, porque es absolutamente nueva. Nunca se había oído esto, hasta hace poco. Y, en último lugar, porque tiene consecuencias fatales, no solamente contristando a quienes Dios no desea contristar, sino tal vez arrastrándoles a la perdición eterna (Obras de Wesley, Tomo I, 1996, págs. 253-254). Con esto, Wesley concluye que aunque el pecado es posible, la verdad es que el mismo no debe ser el rasgo que caracterice al creyente. Por tal razón, la tendencia de los nacidos de nuevo es buscar hacer la voluntad de Dios porque hacen uso de la gracia dada
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Teología de Wesley 2 por Dios que le ayuda a llevar una vida recta. Esta afirmación nos llevará a nuestros siguientes puntos relacionados con la gracia de Dios en toda su extensión. Implicaciones en la vida del creyente Wesley utilizó diferentes conceptos para explicar a qué se refería con el concepto de la perfección cristiana. A continuación, se enlistan siete conceptos que nos ayudan a captar la esencia del pensamiento de Wesley en este aspecto: • Amor a Dios. Para sustentar esta premisa Wesley usa la cita bíblica que se encuentra en Mateo 5:43-48 y Efesios 5:1-2. Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y, si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto. Mt. 5:43-.48 Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios. Ef. 5:1-2 El fundamento de la perfección cristiana es el amor. La razón de este fundamento es que Dios es amor y que Cristo mismo vivió una vida de amor. Por tal razón, Wesley afirma que, desde la perspectiva teológica, la esencia de la santidad en el creyente, al igual que la del carácter de Dios, es el amor. • Amar a Dios con todo nuestro ser. Wesley utiliza dos porciones para este punto. Deuteronomio 6:5 y Mateo 22:37. El contenido de ambos es prácticamente el mismo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. La obediencia por amor surge cuando se experimenta un amor incondicional, un amor que va más allá del concepto, es un amor vivido a plenitud. Dios desea que le amemos no por temor, porque sea nuestro proveedor o nos lo exija. El desea que le amemos porque a través de toda la eternidad y creación revela que Él es amor. • Amor por el prójimo. Este elemento encuentra su definición en los dos anteriores, además de Lucas 10 y Romanos 13:8. La parábola del buen samaritano refleja la expresión práctica del creyente santificado. Dios desea que le amemos como lo describen los dos puntos anteriores; pero, la perfección cristiana de Wesley va más allá que una mera relación unilateral, privada y exclusiva. Wesley enseña que Dios anhela que amemos al otro de manera desinteresada y genuina. • Ser un administrador (mayordomo) fiel. En este punto, Wesley usa la parábola de los talentos y el juicio de las naciones ubicadas en la porción bíblica de Mateo 25. La parábola de los talentos describe cómo cada persona recibe una cantidad de talentos y luego, cada de una de ellas rinden cuenta por la manera que lo administraron.
Teología de Wesley 2 Es de resaltar que quienes trabajaron recibieron bendición pero el que no trabajó fue condenado. Con respecto al juicio de las naciones, nos relata como todas ellas están delante de Dios para que sean juzgadas debido al trato dado a las personas con necesidad. Ambos pasajes bíblicos nos recuerdan las múltiples formas en que podemos servir con nuestros recursos y nos muestran que la mayordomía cristina no es una opción, sino un requisito para el ser humano. • Vivir una vida que refleje el entendimiento de la gracia universal de Dios. Para explicar este punto, Wesley utiliza el famoso pasaje bíblico Juan 3:16. Se apoya en él para resaltar que Dios amó a todo el mundo; lo hace para recodar que la gracia y la oferta de salvación son para todas las personas es universal. Al creer que cada persona está siendo persuadida por la gracia de Dios, entonces será tratada con respeto y dignidad. • Las buenas obras. Quizás sea el elemento más controversial de la perfección cristiana. Esto debido a que la tradición católica hace referencia a las buenas obras como necesarias para obtener la salvación. Pero para Wesley, las buenas obras son producto de la justificación. Wesley califica las obras de dos maneras, el gráfico 4.2 muestra cuáles son estas obras y sus propósitos. Gráfico 4.2 Las dos tipos de obras según Juan Wesley
Las obras de piedad y las obras de misericordia conforman lo que Wesley llama los medios de gracia. Ambos tipos van de la mano y ayudan a crecer a la persona en la estatura y en el carácter de Cristo; a la vez, nos permiten ser sus manos acá en la tierra. • La restauración de la imagen de Dios. Antes de la caída, toda la creación vivía en un estado de perfección, de armonía y paz. La realidad actual es otra. En particular porque nuestros cuerpos, antes de la caída, no estaban corrompidos y ahora sí. Aunque es imposible para los creyentes alcanzar una restauración total de la imagen de Dios, es posible buscarla de manera gradual mediante la relación con Dios y nuestro prójimo. Siempre existirán áreas de crecimiento; por tal razón, mientras el creyente tenga vida, podrá seguir creciendo y reflejando la imagen de Dios.
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Teología de Wesley 2 Implicaciones sociales La perfección cristiana a la cual Wesley hace referencia tiene más de una variante, y es quizás este elemento el que distingue al pueblo wesleyano de los demás. A razón de esto Wesley afirma: La doctrina fundamental del pueblo llamado metodista es, quienquiera que sea salvo, antes que cualquier cosa, es necesario que la persona tenga fe. Fe verdadera. La fe que obra por amor, la cual, por medio del amor de Dios y el amor al prójimo produce un cambio en el interior, tanto como en el exterior (Wesley, citado por Magallanes, pág. 196). Para Wesley la doctrina de la perfección cristiana constituía la esencia del movimiento metodista porque consideraba el aspecto interior tanto como el exterior; es decir, los elementos sociales y personales del evangelio. Es así que Wesley une aspectos que tradicionalmente se encontraban separados. Así que el aspecto personal de la perfección cristiana es solo una parte y no la totalidad de ella. La perfección cristiana no solo consiste en expresiones de paz personal y transformación individual interior; también consiste en la paz social y la transformación de la sociedad y sus estructuras. Para Wesley los aspectos sociales de la perfección cristiana son inseparables e igualmente importantes que los personales, al respecto añade: No hay en esto [religión en soledad]. “Santos solitarios” es una frase que tiene tanta consistencia con el evangelio como decir “santos adúlteros”. El evangelio de Cristo nos da a conocer una religión social, y ninguna otra; no otra santidad, sino la santidad social. “La fe obrando por amor” que es la longitud, anchura, profundidad y estatura de la perfección cristiana. Se debe admitir, que así como el amor de Dios naturalmente dirige a las obras de misericordia, de la misma manera nos lleva a alimentar al hambriento, vestir al desnudo, visitar al enfermo y al encarcelado, ser ojos para los ciegos, pies para los cojos, esposo para la viuda y padre para el huérfano (Obras de Wesley, Tomo IX, 1998, pág. 7). De esta manera Juan Wesley demuestra que la fe no puede ser entendida desde el aislamiento, sino en comunidad. Este pensamiento lo demostró en cada uno de sus viajes por el Reino Unido en los cuales se daba a la tarea de identificar y dar respuesta a los males que afrontaba su nación. Juan Wesley fue un activista de las reformas sociales con la cual buscaba combatir la esclavitud, los problemas de educación y la escasez de alimentos. Sin duda Alguna, las obras de misericordia deben ser parte activa en la vida del creyente para que por medio de ellas pueda llevar gloria a Dios.
Teología de Wesley 2 UNA REFLEXIÓN FINAL: ¿QUÉ ES LA SALVACIÓN? Por mucho tiempo el propósito de anunciar las buenas nuevas ha sido el de llevar esperanza, y muchas veces, como se mencionó anteriormente, una esperanza futura. Sin embargo, Wesley vino a romper con esa teología que fue sembraba en la Inglaterra del siglo XVIII y que aún es una realidad en nuestra región. Para esto, Wesley aclara que aunque nuestro futuro es glorioso es posible poder empezar desde ahora a disfrutar de los privilegios que tenemos como hijos de Dios. Él mismo hace referencia a esto en el sermón 43 “El camino de la salvación según las Escrituras”: La salvación de la cual aquí se habla no es lo que frecuentemente se entiende por esta palabra: ir al cielo, la felicidad eterna. No es que el alma vaya al paraíso, denominado seno de Abraham por nuestro Señor. No se trata de una bendición que se halla del otro lado de la muerte o, como decimos comúnmente, en el otro mundo. Las mismas palabras del texto lo expresan de manera incuestionable: sois salvos. No se trata de algo a distancia: es algo presente, una bendición de la cual, mediante la misericordia gratuita de Dios, estás en posesión ahora (Obras de Wesley, Tomo III, 1996, pág. 70). Basta con estudiar la vida de Wesley para conocer lo que creía acerca de la salvación. Su conversión definitiva en Aldersgate le llevó a comprender muy de cerca las grandes doctrinas de la justificación por la fe de la Reforma. Por tanto, para Wesley el objetivo de la salvación es la santificación en la tierra; no es ir al cielo, ni es la entrada al paraíso que se alcanza al otro lado de la tumba; es algo mucho más práctico para el aquí y el ahora. Wesley fue un defensor de la teología arminiana debido a que él mismo la experimentó. El gráfico 4.3 muestra por qué se inclina hacia esa teología y no a la de Juan Calvino. Gráfico 4.3 Diferencias entre la postura arminiana y calvinista
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Teología de Wesley 2 La doctrina de la gracia anticipante fue una doctrina que Wesley sostuvo. Esta doctrina de entrada va en contra de la elección parcial que los calvinistas sostienen que Dios hace con los seres humanos. Por último, es necesario resaltar que Wesley no realizó una teología especulativa. Realmente Wesley vivió su teología. Su teología no fue solo el resultado de lecturas de libros y estudios de la Biblia; fue, sobretodo, la aplicación práctica y no abstracta de estos estudios a su propia vida lo que marcó la diferencia.
CONCLUSIÓN Wesley desarrolló su pensamiento teológico basado en la Palabra de Dios, su experiencia personal de fe, la tradición de la iglesia y su razonamiento sistémico. A través de un proceso explica lo que ocurre en el ser humano. La figura 4.1 muestra la forma en que Wesley describe la salvación como un proceso en la vida de la persona. Figura 4.1 Proceso de salvación según Wesley
Los puntos que Wesley destaca en toda su teología están relacionados con la soberanía de Dios, la gracia de Dios expresadas en diferentes formas y etapas (para todo el género humano) y el rol participativo del ser humano. El aporte principal de Martin Lutero a la tradición protestante nos llevó hasta la justificación por fe. Wesley va un paso más allá y nos introduce a la segunda parte del evangelio que explica cuál es el propósito de la salvación que es más allá de ir al cielo. Esto tiene implicaciones presentes y no solamente individuales sino comunitarias, amar a Dios y el prójimo, por medios de obras de piedad y obras de misericordia. Por razones de tiempo le hemos ofrecido los puntos más resaltantes del pensamiento teológico de Juan Wesley. Les animamos a profundizar más en la vida y teología de Wesley leyendo el libro “Introducción a la Vida y Teología de Juan Wesley” del doctor Hugo Magallanes y los tomos de las obras de Wesley que se encuentran en el siguiente enlace: https://www.whdl.org/las-obras-de-wesley?language=es
Teología de Wesley 2 Actividades de evaluación • Teniendo en cuenta el ejemplo de Wesley, ¿considera usted que su vida refleja lo que cree? Analice su vida e identifique aquellas áreas donde su conocimiento es mucho, pero su práctica es escasa. Ore y pídale sabiduría y dominio propio a Dios para actuar de manera coherente reflejando con sus actos sus creencias. • Regrese a la página 54 y recuerde el proceso de salvación propuesto por Wesley. Teniendo en cuenta cada uno de los puntos, identifique su vida allí. ¿Cuál era su condición antes de Cristo? Aquí puede identificar aquellos pecados que gobernaban su vida mayormente. ¿Cómo vio actuar la gracia anticipante del Señor? Piense en aquellas cosas en las que pudo sentir que Dios le llamaba. ¿Cuál fue el momento específico donde pude entender que Dios tocaba su corazón? Recuerde desde cuándo su corazón su convencido del pecado que moraba en usted y la necesidad de un salvador. ¿Qué produce en usted el saber que ha sido justificado? Piense en lo que representa esta verdad en su vida. Finalmente, ¿Cómo ha sido el proceso de santificación a través de los años que lleva en el evangelio? Analice su vida y realice un contraste entre cómo era antes de Cristo y cómo su vida ha sido transformada por el Espíritu Santo. Identifique aquellas cosas (medios de gracia) que le ayudan en su crecimiento en el proceso de la santificación.
Pensando en las implicaciones de la perfección cristiana vistas en esta lección, reúnase junto con su Casa de Paz o personas de la iglesia e identifique una persona o grupo de personas que necesiten recibir el amor de Dios de forma visible. Empiecen a elaborar un plan donde identifiquen una necesidad específica, cómo podrían suplirla, qué recursos necesitaría y dónde podrían conseguirlos.
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Estructura organizacional del metodismo
Propósito de la lección Ayudar al estudiante a pensar e implementar una estructura organizacional sana que ayude al cuidado, desarrollo y crecimiento integral de la iglesia.
Resultados deseados
Al concluir esta lección el estudiante: • Conocerá y entenderá la estructura organizacional diseñada por Juan Wesley. • Apreciará la organización del metodismo primitivo como un medio de gracia para el cuidado integral de la persona y la rendición de cuentas. • Entenderá que las estructuras sanas conllevan a modelos que multiplican discípulos, líderes, grupos e iglesias.
Contenido
• Introducción • La reunión de clase • El sistema de bandas • Pastores y líderes • Conclusión • Actividades de evaluación
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Estructura Organizacional del Metodismo INTRODUCCIÓN
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os elementos presentados en esta lección son casi una transcripción literal del capítulo cinco del libro “El Wesley Radical” escrito por Howard Snyder; hemos obviado aquellas partes del capítulo en las que presenta ejemplos o comentarios aplicables al mundo anglosajón pero no a nuestro contexto latinoamericano. Debido a lo anterior, y para no hacer tediosa la lectura, solo citamos lo que hemos añadido de otras fuentes. Juan Wesley se dio cuenta de que el vino nuevo se tiene que poner en odres nuevos. Así que la historia de la vida y ministerio de Wesley es la historia de crear y adaptar estructuras para servir al pujante movimiento de renovación. El sistema que emergió desmintió el argumento de que no se puede edificar una iglesia con base en personas pobres y sin educación. Wesley no solo alcanzó las masas; sino que hizo líderes a miles de ellos. Justamente, esta multiplicación de líderes, es uno de los pilares de Plantación de Iglesias Comunitarias (multiplicación de discípulos, líderes e iglesias). Al término de unos pocos años, después de 1738, el sistema metodista de Sociedades, Clases y Bandas, predicadores itinerantes, casas de predicación sencillas y fiestas de amor trimestrales, había sido instaurado y estaba funcionando bien bajo el ojo atento de Wesley. La estructura Metodista tiene necesidad de un escrutinio detallado, porque, aun determinado nivel constituye el genio de todo el movimiento. Los patrones emergentes formaban parte de un sistema de disciplina en comunidad. E. Douglas Bebb en su estudio sobre las preocupaciones sociales de Wesley, menciona: “La disciplina de la iglesia Metodista en el siglo XVIII no tiene paralelo en la historia eclesiástica moderna de Inglaterra”. Sería “considerada como intolerable por la mayoría de los miembros de cualquier comunión cristiana este país hoy”. La severidad de esta disciplina y su inmersión en una estrecha comunión serán evidentes al darse una mirada más cuidadosa a todo el sistema. Esta disciplina produjo un cuerpo fervoroso de adherente rápidamente creciente. Después de treinta años, en 1768, el metodismo tenía 40 sectores con un total de 27.341 personas. Diez años más tarde, los números habían aumentado a 60 sectores y 40.089 miembros; en otra década más, tenían 99 sectores y 66.375 miembros. Para 1798, siete años después de la muerte de Wesley, los totales habían dado el salto a 149 sectores con 101.712 miembros. Hacia finales del siglo, uno de cada treinta ingleses adultos era metodista.
LA REUNION DE CLASE Las Sociedades Metodistas fueron pronto divididas en Clases y Bandas. Quizás sería más exacto decir que las sociedades eran la suma total de los miembros de las Clases y las Bandas, ya que el punto principal de pertenencia era este nivel de comunidad y membresía más íntimo en una Clase, como requisito antes de que una persona se pudiera unir a la Sociedad. Estas fueron creadas con el propósito de facilitar la comunidad e intimidad entre sus miembros.
Estructura Organizacional del Metodismo La reunión de Clase era la piedra angular de todo el edificio. Las Clases eran, en efecto, iglesias en casa (no clases de instrucción como el término podría sugerir), que se reunían en varias comunidades donde vivían las personas. Los líderes de Clase (hombres y mujeres) eran pastores y discipuladores. Las tareas del líder de Clase, como fueron dadas por Wesley, eran dos: 1. Ver a cada persona de su Clase por lo menos una vez por semana, con el fin de averiguar cómo prosperaba su alma, aconsejar, reprobar, consolar y exhortar, según lo requiera la ocasión; recibir lo que están dispuestos a contribuir para la ayuda a los pobres. 2. Reunirse con el ministro y los mayordomos de la Sociedad con el fin de informar al ministro sobre los que estén enfermos, y de alguno que no se comporta como es debido y no acepta advertencia; entregar a los mayordomos lo que han recibido de las distintas Clases en la semana precedente. En su sermón “La Viña del Señor”, Wesley más tarde dio la siguiente descripción de cómo la reunión de Clase llegó a funcionar como la parte clave del sistema Metodista: Cualquier persona decidida a salvar su alma puede unirse (esta la única condición requerida) a ellos [los Metodistas]. Pero su deseo debe quedar demostrado por medio de tres señales: evitar todo pecado conocido; hacer todo el bien que esté a su alcance; y cumplir con todos los mandamientos de Dios. Entonces esta persona es integrada a una Clase adecuada para ella, donde se reunirá aproximadamente una hora por semana. Después de tres meses, si no hay nada objetable en su conducta se le admite como miembro de la Sociedad. A partir de allí podrá continuar con la condición de que se reúna con sus hermanos y viva de acuerdo con la fe que profesa. Las Clases se reunían normalmente una noche por semana durante aproximadamente una hora. Cada persona informaba sobre su progreso espiritual o sobre necesidades o problemas particulares y recibían el apoyo y las oraciones de los demás. “Se brindada consejo o reprensión según fuera necesario; se arreglaban las contiendas y se aclaraban los malos entendidos. Y luego de una o dos horas de esta labor de amor se concluía con oración y acción de gracias”. La reunión de Clase también se convirtió en el eje central del sistema financiero Metodista. “Un penique por semana y un chelín por trimestre” se convirtió en la regla. Las considerables sumas recaudadas de esta manera que eran administradas por los Mayordomos, eran usadas para los pobres y, más tarde, proveyeron para el sostenimiento principal de los predicadores itinerantes Metodistas. Wesley abogó por la reunión de Clase en términos pragmáticos y bíblicos. Dijo: “hay algo que no se explica fácilmente en la comunión del Espíritu, que nosotros disfrutamos en una sociedad de cristianos vivificados.”. No afirmó que la reunión de Clase estaba prescrita en la Escritura, pero vio que era un medio prudente de gracia consistente con la Escritura. Wesley hubiese estado de acuerdo con Henry Fish, que más tarde escribiría uno de los primeros manuales para los líderes de Clase. Fish señaló que las
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Estructura Organizacional del Metodismo Escrituras, aun hoy, en el siglo XXI, con frecuencia tocan áreas enfermas en el cuerpo de Cristo: Es tan claro como el día que esa clase de comunión [la que se experimenta en las reuniones de Clase] tiene la garantía expresa de la Santa Escritura; y que algo más que la comunión de la iglesia en el sacramento de la Cena del Señor, era disfrutado por los cristianos primitivos. Tenían “comunión fraternal”, así como también “el partimiento del pan”. ¿Cómo, por ejemplo, podían exhortarse los unos a los otros diariamente? ¿Cómo se consolaban y edificaban los unos a los otros? ¿Cómo podrían provocarse unos a otros al amor a las buenas obras? ¿Cómo podían confesarse sus faltas unos a otros y orar los unos por los otros? ¿Cómo se enseñaban y amonestaban los unos a los otros, con salmos, himnos y cánticos espirituales? ¿Cómo se llevaban las cargas los unos de los otros? ¿Cómo lloraban con los que lloran y se gozaban con los que se gozan, si nunca se reunían con el propósito de conversar sobre la religión experimental y la condición del alma de cada uno? A pesar de cualquier cosa contraria que la gente quiera decir, esas iglesias, en las que sus miembros no cumplen, o en las que no tengan la oportunidad de cumplir con los anteriores preceptos que están ordenados en el Nuevo Testamento, no se fundamentan en el modelo de las iglesias apostólicas (Howard, 2016, págs, 66-67). Las reuniones de Clase hicieron que las incisivas exhortaciones bíblicas fueran reales en las vidas del pueblo Metodista. La Reunión de Clase se convirtió en el principal medio de gracia para miles de Metodistas. Cumplió con una función evangelística y discipuladora. Wesley “sabiamente discernió que los inicios de la fe en el corazón de un hombre podían ser incubados, para convertirse en fe salvadora, más efectivamente, en la cálida atmósfera cristiana de la Sociedad que en el frío del mundo”. Según un autor era, de hecho, en la reunión de Clase “donde ocurrían la gran mayoría de conversiones”. El sistema de reuniones de Clase unió fuertemente al pueblo Metodista que se encontraba muy disperso y se convirtió en el sostén de la renovación Metodista por muchas décadas. El movimiento era, de hecho, toda una serie de avivamientos esporádicos y a menudo localizados geográficamente, que estaban interconectados y esparcidos por la red de Sociedades y Clases, más que una ola continua de avivamiento que pasaba por todo el país. Sin la reunión de Clase, los dispersos fuegos de avivamiento se hubieran extinguido mucho antes de que el movimiento pudiera ser un impacto profundo en la nación. Es fácil ver cómo la disciplina efectiva se pudo ejercer en tales grupos pequeños donde cada persona era conocida íntimamente por el líder de la clase. Como parte del sistema, Wesley emitió tarjetas o boletos para cada miembro de la Clase. La tarjeta llevaba el nombre de la persona, la fecha y la firma de Wesley o de uno de sus predicadores. Era la prueba de membresía y le daba admisión a la persona a la fiesta de amor trimestral. De esta manera, era principalmente la membresía a la Clase lo que constituía la membresía a la Sociedad, no viceversa. A los miembros que no eran fieles no se les renovaban los boletos para el siguiente trimestre y eran, de esta forma, excluidos de la fiesta del amor. Wesley entendió estos boletos como equivalentes a cartas de recomendación en el sentido cristiano primitivo.
Estructura Organizacional del Metodismo Wesley no permitió que la disciplina se tornara permisiva. En sus visitas periódicas a diferentes lugares, “examinaba”, “regulaba” o “purgaba” las Clases y las Sociedades según fuera necesario. Wesley (o más tarde sus asistentes) explicaban cuidadosamente las reglas y excluían a quienes no buscaban cumplirlas. Los miembros excluidos no recibían entonces boletos de membresía trimestrales. Muchos de estos miembros excluidos eran posteriormente readmitidos si enmendaban sus caminos. Algunos ejemplos muestran el alcance de la disciplina y la naturaleza de las ofensas. En 1748 Wesley redujo la Sociedad de Bristol de 900 a 730 personas, mientras que en otras ocasiones determinó que no se necesitaba hacer expulsiones. En las ciudades portuarias, con frecuencia tuvo que expulsar algunos por contrabando y, con el tiempo, se dio cuenta de que esta disciplina rendía fruto en la reducción del contrabando en el área. De una Sociedad, Wesley expulsó a sesenta y cuatro personas, dos por maldecir, dos por quebrantar el día del Señor, diecisiete por borrachera, dos por vender licor, tres por peleas, uno por pegarle a la esposa, tres por mentir habitualmente, cuatro por hablar mal del prójimo, uno por pereza y haraganería, y veintinueve por “frivolidad y negligencia”. Bebb menciona: “Pocos eran expulsados por faltas estrictamente religiosas y ninguno por diferencias doctrinales; mientras que, muy significativamente, la gran mayoría eran expulsados por no tomar su fe lo suficientemente en serio, que para la perspectiva wesleyana, incluía tener una conducta correcta con el prójimo”. En el ejercicio de la disciplina, dijo Wesley, “la pregunta no se refiere al corazón, sino a la vida. El tenor general de esta… no se puede esconder, sin algún milagro”. Por lo tanto, la disciplina era tanto posible como necesaria. El papel pastoral de los líderes de Clase con sus pequeños rebaños de más o menos una docena, era sumamente importante. Wesley nombró predicadores laicos que constantemente se movían de un lugar a otro y, en la mayoría de los casos, el clero anglicano no se hizo responsable del cuidado pastoral de los Metodistas. El rápido crecimiento del Metodismo nunca pudo haber ocurrido sin los predicadores itinerantes. Pero, el historiador Metodista, Abel Stevens, menciona que estos predicadores “nunca hubieran podido asegurar la disciplina moral, o incluso la permanencia de sus sociedades, sin el cuidado pastoral del líder de Clase, en la ausencia del pasto quien difícilmente estaba un día a la vez en un lugar”. Sin embargo, los líderes de Clase no eran simplemente una disposición improvisada para que las Sociedades Metodistas pudieran subsistir sin pastores de tiempo completo. Más bien, los líderes de Clase eran, en un sentido fundamental, pastores ellos mismos. Este era el sistema normal basado en parte en la convicción de Wesley de que la supervisión espiritual tenía que ser íntima y personal, y que el liderazgo plural era la norma en una congregación. Nunca se pudo convencer de que “la voluntad del Señor fuera que cualquier congregación debería de tener solamente un maestro”. “Este predicador tiene un talento, aquel tiene otro”, dijo Wesley. “Nadie que haya conocido alguna vez tiene todos los talentos que son necesarios para comenzar, continuar y perfeccionar la obra de gracia en toda una congregación”. Esta es parte de la razón por la que los predicadores Metodistas viajaban de sector en sector. De lo que carecía un predicador, el siguiente lo podía suplir.
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Estructura Organizacional del Metodismo EL SISTEMA DE BANDAS Las clases eran reforzadas por las Bandas, las cuales, al igual que aquellas de Herrnhunt, eran más pequeñas y generalmente se dividían por edad, sexo y estado civil. Entre los moravos las Bandas eran una tradición antigua, remontándose hasta tiempos muy anteriores a la época de Zinzedorf (1700). Wesley siguió el sistema moravo pero con algunas modificaciones. En particular, descartó el patrón moravo del “supervisor” de Banda cuyo trabajo era reportar y exhortar a aquellas personas en necesidad de ayuda espiritual o que parecía estar en el error. Wesley sintió que esto minaba la responsabilidad mutua de cada miembro para con los demás en la Banda. Se esperaba que los miembros en las Bandas se abstuvieran de hacer el mal, que fueran celosos en las buenas obras, incluyendo el dar a los pobres, y que usaran todos los medios de gracia. Wesley redactó la siguiente declaración de reglas: El propósito de reunirnos es obedecer el mandato de Dios: “Confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para que sean sanados”. Con esta finalidad nos proponemos: 1. Reunirnos por lo menos una vez por semana. 2. Asistir puntualmente a la hora designada, salvo una razón extraordinaria. 3. Comenzar (los que estamos presentes) exactamente a la hora, cantando u orando. 4. Hablar cada uno en orden, libre y claramente, acerca del verdadero estado de nuestras almas, de las faltas que hemos cometido de pensamiento, palabra u obra, y de las tentaciones que hemos experimentado desde nuestra última reunión. 5. Terminar cada reunión con una oración de acuerdo a las necesidades de cada persona presente. 6. Solicitar a alguno de entre nosotros que hable de su propia situación espiritual y luego pedir a los demás que, de manera ordenada, planteen en profundidad cuantas preguntas tengan concernientes a su estado, a sus pecados y a sus tentaciones. Las preguntas que se tenían que hacer cada semana eran: 1. ¿Qué pecados conocidos haz cometido desde nuestra última reunión? 2. ¿Con qué tentaciones te haz enfrentado? 3. ¿Cómo fuiste liberado? 4. ¿Haz pensado, dicho o hecho cosa alguna que haya provocado en ti la duda de haber pecado? Las Bandas provocaron cierta sospecha y la acusación de ser “papistas”, debido a la práctica de la confesión. Pero demostraron ser medios útiles de crecimiento espiritual. A diferencia de las Clases, las Bandas no eran principalmente disciplinarias, sino que eran una ayuda para el progreso espiritual de aquellos que claramente se habían convertido. Normalmente, el tamaño promedio era de entre cinco y diez personas.
Estructura Organizacional del Metodismo Las Bandas, a diferencia de las Clases, estaban restringidas a las personas que tenían la seguridad de la remisión de sus pecados. Los predicadores itinerantes o asistentes de Wesley tenían que “examinar de cerca” a cada miembro de la Banda y “expulsar dos de cada tres no creyentes, si en el mejor de su juicio encontraran tantos”. Los boletos de la Banda se emitían trimestralmente para todos los miembros de las Bandas. Estos diferían de los boletos de las Clases o las Sociedades en varias formas, a veces por la palabra impresa BANDA, o por la letra b en la cara del boleto. Estos boletos funcionaban muy parecidos a los boletos de las Clases y permitían a sus portadores ser admitidos a las fiestas de amor, los servicios de pacto y las reuniones de Sociedad. Comprensiblemente, con esta clase de rigor organizaban menos Bandas que Clases. Juzgando por el número de boletos de Bandas y Clases que se imprimían, parece que el veinte por ciento del pueblo Metodista se reunía en Bandas, en tanto que la totalidad eran miembros de Clases. Ya que las bandas tenían un promedio de alrededor de seis miembros y las Clases de cerca de doce, esto significa que habían probablemente cerca de dos o tres Clases por cada Banda. Wesley proveyó un grupo celular aún más íntimo, la Sociedad Selecta, para aquellos que parecían estar haciendo un marcado progreso hacia la santidad interna y externa (obras de piedad y de misericordia), y también instituyó grupos separados para los penitentes. Todas estas estructuras grupales estaban funcionando para 1744. Por consiguiente, Wesley explicó en las Actas de la Conferencia de 1744, que las “Sociedades Unidas”, divididas en Clases, “consisten de personas que han sido despertadas. Una parte de ellas, que se supone tiene la remisión de pecados, están unidas más estrechamente en las Bandas. Aquellos que están en las Bandas, que parecen caminar en la luz de Dios, forman parte de las Sociedades Selectas. Las personas que entre ellos han arruinado la fe, se reúnen aparte como penitentes”. Wesley puso tres reglas claras adicionalmente a las reglas de la Banda, para las Sociedades Selectas: 1. Que nada de lo que se hable en esta Sociedad pueda ser mencionado nuevamente; no, ni siquiera a los miembros de ella. 2. Cada miembro está de acuerdo en someterse a su pastor en todas las cosas. 3. Cada miembro, hasta que tengamos todas las cosas en común, aportará una vez a la semana todo lo que pueda para formar un fondo común. La referencia a “todas las cosas en común” sugiere que en esta etapa Wesley tenía el ideal de una verdadera comunidad de bienes entre aquellos que estaban más cerca de alcanzar la vida del Reino de Dios. El sistema de Bandas y Clases instituido por Wesley continúo por más de un siglo. En Inglaterra las Bandas desaparecieron alrededor de 1880 (los últimos boletos de Banda fueron emitidos ese año), mientras que las reuniones de Clase sobrevivieron en Inglaterra y América hasta finales del siglo XX, al menos en algunas iglesias Metodistas.
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Estructura Organizacional del Metodismo Sin embargo, mucho antes de 1900 el sistema de Clases había perdido su vitalidad en la mayor parte del Metodismo. En aquellos lugares donde sobrevivieron, las Clases pronto se volvieron legalistas y moralistas; la vida que las sostenía se había marchado desde mucho tiempo atrás. Entre los Metodistas Británicos la asistencia a la Clase era una condición para la membresía en la iglesia hasta 1912. Una avalancha de libros y algunas convenciones intentaron reavivar la reunión de Clase en América después de 1850, pero sin éxito.
PASTORES Y LÍDERES El sistema de Bandas y Clases no se hubiera mantenido unido de no haber sido por “la itinerancia”-el sistema de predicadores itinerantes de Wesley. Estos predicadores estaban bajo la directa supervisión de Wesley. Si el Metodismo en general parecía casi como una orden monástica, la itinerancia fue de hecho -una orden de predicación que, si no era célibe, ciertamente sabía sobre la pobreza y la obediencia. “A los itinerantes se les enseñaban a manejar las dificultades en las sociedades, enfrentar las turbas, aguantar los embates del clima, subsistir sin ningún medio, excepto aquellos que se les pueda presentar en sus rutas, levantarse a las cuatro y predicar a las cinco, diseminar libros y tratados, vivir disciplinadamente y morir sin temor”. ¡Lo sorprendente es que así lo hicieron! Wesley les dio reglas estrictas y esperaba que ellos predicaran, estudiaran, viajaran, se reunieran con las Bandas y Clases, hicieran ejercicios diariamente y comieran con moderación. El extenso sistema de Bandas, Clases, Sociedades y predicadores, junto con los otros oficios y funciones, abrieron las puertas al liderazgo y al discipulado en el Metodismo primitivo. Para el momento en que el Metodismo había alcanzado 100.000 miembros a finales del siglo, el movimiento tuvo que haber tenido más de 10.000 líderes de Clases y Bandas, con quizás el mismo o mayor número de otros líderes. Muchos de estos, al igual que muchos de los líderes de Wesley, eran mujeres, haciendo que Bebb llame a Wesley “el feminista más destacado del siglo XVIII”, porque les brindó oportunidades a las mujeres en el liderazgo que no se podían encontrar en ninguna otra parte. Ahora, aquí hay algo extraordinario. Uno escucha hoy que es difícil encontrar suficientes líderes para grupos pequeños o para las otras responsabilidades en la iglesia. Wesley puso una de cada diez personas, quizás una de cada cinco, a trabajar en ministerios y liderazgos significativos. Y, ¿quiénes eran estas personas? No los educados, ni los ricos con tiempo libre, sino hombres y mujeres trabajadores, esposos, esposas y jóvenes con poca o ninguna preparación, pero con dones espirituales e ímpetu para servir. La comunidad se convirtió en la incubadora y en el campo de entrenamiento para el ministerio cristiano. Todo esto provocó cierto desdén y burla por parte de quienes criticaban a Wesley. Augustus Toplady, por ejemplo, autor de “Roca de la Eternidad”, acusó al sistema de predicadores laicos de Wesley de “prostituir la función ministerial al usar hasta los más bajos y más iletrados mecánicos, personas de casi cualquier clase, pero especialmente soldados comunes que fingen estar llenos de ‘un mensaje del Señor.’” Su consejo para
Estructura Organizacional del Metodismo Wesley fue: “que sus zapateros se mantengan en sus puestos. Que sus calderos reparen sus navíos. Que sus barberos se limiten a sus porta pelucas y bacías. Que sus panaderos se queden en sus artesas. Que sus herreros echen leña más apta al fuego que la leña de la controversia”. Wesley vio, sin embargo, que esa gente era de lo que los verdaderos santos y ministros estaban hechos. Este fue el sistema Metodista, edificado, ajustado y monitoreado de cerca por Juan Wesley. Wesley vio al mundo como su iglesia, pero “se rehusó a predicar en cualquier lugar donde no pudiera darle seguimiento a través de Sociedades organizadas con liderazgo adecuado”. Estaba allí para hacer discípulos-discípulos que renovaran la iglesia entera.
CONCLUSIóN La figura 5.1 muestra la estructura organizacional del metodismo. A diferencia de otros predicadores de la época, el ingenio de Juan Wesley queda demostrado por medio de la creación de estructuras sanas y funcionales que tenían el firme propósito de cuidar a las personas de forma integral (toda la persona). A la vez, estas estructuras, observaban el crecimiento y liderazgo de cada una de ellas. Figura 5.1 Estructura organizacional del Metodismo
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Estructura Organizacional del Metodismo La supervisión personal, la disciplina, la rendición de cuentas y un liderazgo heterogéneo e itinerante fueron algunos de los factores clave para el éxito del sistema metodista. Por medio de estas estructuras, Wesley mostró su interés hacia la comunidad y hacia las personas que las conformaban haciéndoles participes de la transformación social que Dios quería. Nuestra región latinoamericana, como lo veremos en la siguiente sección, está siendo golpeada por muchos fenómenos. Estamos llamados a recrear estas estructuras, estructuras que puedan dar respuesta a sus realidades a través de un evangelio integral, que coloque en práctica las obras de amor y misericordia que traigan como resultado una transformación profunda y genuina de nuestras comunidades.
Actividades de evaluación • ¿Qué conceptos teológicos llevaron a Juan Wesley a desarrollar la estructura que desarrolló? • ¿Qué estructuras debería aplicar para conocer y cuidar de manera más efectiva a los miembros de su iglesia o Casa de Paz?
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Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica
Propósito de la lección
Ayudar al estudiante a identificar posibles respuestas a las problemáticas que se viven en su contexto de ministerio.
Resultados deseados
Al concluir esta lección el estudiante: • Reflexionará críticamente frente a las realidades socio-económicas de Latinoamérica. • Comparará la realidad latinoamericana actual con la realidad de la Inglaterra del siglo XVIII. • Identificará respuestas cristianas a los desafíos socio-económicos de Latinoamérica.
Contenido
• Introducción • Modelo wesleyano para Latinoamérica en el siglo XXI • Aplicación de los principios wesleyanos en Latinoamérica • A más de 300 años de las denuncias wesleyanas • Realidad actual de la iglesia latinoamericana • Conclusiones generales • Actividades de evaluación
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Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica INTRODUCCIÓN
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os elementos presentados en esta lección son el producto del diálogo con el libro “Ética y economía: El legado de Juan Wesley a la iglesia en América Latina” escrito por Federico A. Meléndez. El legado de Juan Wesley, su teología y principios prácticos, sigue vigente y dando respuestas a fenómenos contemporáneos que vivimos en Latinoamérica. Esto se debe en gran parte a los puntos de conexión que existen entre nuestro contexto y el mundo y los eventos que Wesley vivió. En esta sección se comparará y contrastará la relación que existe entre algunas problemáticas actuales y algunas vividas en el tiempo de Wesley. Por otra parte, observaremos la respuesta de Wesley a esas problemáticas. A la vez miraremos cómo nosotros como iglesia podemos responder a estas situaciones.
MODELO WESLEYANO PARA LATINOAMéRICA EN EL SIGLO xxi ¿Cómo reaccionaría Juan Wesley si viviera en el mundo de la globalización económica del siglo XXI? ¿Qué pensaría del incremento brutal de la pobreza en los países del tercer mundo y la opulencia de los ricos del primero? En el siglo XVIII, Inglaterra surgió como la primera potencia industrial y doblegó a España en el comercio mundial. Muchas naciones de África, Asia, y Latinoamérica quedaron incorporadas a su influencia comercial y económica como países exportadores de materia prima. El subcontinente indio pasó a ser un protectorado inglés. En el siglo XXI vivimos en un siglo de paradojas. Por un lado, es el siglo de la posmodernidad y la riqueza del primer mundo; y por el otro, es el siglo de la pobreza para aquellos que ni siquiera llegan a la modernidad. Latinoamérica presenta, a inicios del siglo XXI, un cuadro extendido de lo que podríamos llamar “pobreza paradojal”. Las altas cifras de pobreza no se corresponden con la privilegiada dotación de recursos naturales y ni siquiera con los niveles de producto bruto y producto per cápita. Se trata de la paradoja de amplios niveles de pobreza en medio de la riqueza potencial. Observemos el caso de las dos principales economías de la región. Según el Fondo Monetario Internacional para el año 2018, Brasil ocupa el noveno puesto en el mundo en producto interno anual y el puesto 78 en producto interno per cápita. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2015 su expectativa de vida ocupaba el lugar 93. En cuanto alfabetización, la UNESCO lo ubica para el año 2018 en el lugar 106. México es la quinceava economía del mundo en producto interno bruto y la número 63 en producto interno per cápita, pero la número 60 en expectativa de vida; y en alfabetización se encuentra en el lugar 94. Argentina es una de las mayores potencias alimenticias del mundo en producción y exportaciones de unas largas series de alimentos básicos como la soya, el trigo, la carne y otros. Situación similar
Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica a esta era la que vivía Inglaterra en el siglo XVIII y en nuestro continente ha sido una realidad que se ha ido agudizando. Toda la humanidad está incluida en los grandes procesos acelerados de cambios científicos, tecnológicos, políticos y fundamentalmente económicos. Este vasto proceso se ha bautizado con el nombre de “globalización”. Globalización se deriva del globo, que significa tierra, el planeta que habitamos; designa el fenómeno mediante el cual hay una mayor comunicación y un mayor conocimiento e intercambio de los fenómenos culturales, económicos, políticos y sociales en todo el mundo. No es un fenómeno ideológico de derecha, izquierda o neoliberal, sino producto del progreso y las innovaciones de los transportes, comunicaciones y medios de información. Es la tendencia al intercambio entre todos los países del mundo, no es buena o mala en sí misma. Es un entorno de mayor comunicación entre seres humanos que facilita el conocimiento tanto de virtudes como de vicios.
APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS WESLEYANOS EN LATINOAMÉRICA Nuestra región latinoamericana se encuentra convulsionada; crisis políticas, escándalos de corrupción, éxodos masivos, desigualdad social, desastres naturales, entre otros, son parte de los eventos más relevantes que han repercutido en nuestros países en esta última década. En enero de 2016, la Organización de la Naciones Unidas (ONU) realizó un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. Para cumplir tal propósito, colocó en marcha una serie de 17 objetivos basados en su mayoría en la igualdad económica y de género, protección al medio ambiente, educación, salud, paz, entre otros. Figura 6.1 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
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Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica A pesar de que han transcurrido 300 años, al comparar estos objetivos que propone la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con la realidad de la Inglaterra de Juan Wesley, podemos observar que existen varios puntos de conexión los cuales desarrollaremos a continuación.
A MÁS DE 300 AÑOS DE LAS DENUNCIAS WESLEYANAS Wesley denunció muchos fenómenos y problemáticas que golpeaban su país y que tienen un alto grado de similitud con nuestra realidad latinoamericana. Los trabajos excesivos de 18 horas, tanto de niños y mujeres, la mala explotación de las tierras, las injusticias sociales, el desempleo y el alto costo de la vida fueron algunos de ellos. A continuación, veamos las críticas de Wesley a cada uno de estos fenómenos y cómo estos están sembrados en nuestra región latinoamericana. Desigualdad social Según las estimaciones y proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Latinoamérica cuenta a finales del año 2018 con más de 638 millones de personas. En su reporte del Panorama Social de América Latina (2017) muestra que el número de personas pobres en Latinoamérica llegó a 186 millones, es decir, el 30,7% de la población, mientras que la pobreza extrema afectó al 10% de la población, cifra equivalente a 61 millones de personas. Es de resaltar que desde el año 2015 estas cifras han vuelto a presentar incrementos. El gráfico 6.1 muestra cuáles países de nuestra región sufren con mayor impacto esta problemática. Gráfico 6.1 Tasa de pobreza y pobreza extrema en Latinoamérica
Donde no hay número el gobierno no reportó estadísticas.
Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica Ante esta realidad, valdría la pena preguntarse cómo nuestros gobiernos y nosotros como individuos estamos administrando los bienes económicos que Dios nos ha entregado en pro de nuestro bienestar y el de nuestro su prójimo. Juan Wesley, en su sermón número 50 “El uso del dinero” ofrece importantes enseñanzas que puede ayudarle en este tema. Las enseñanzas que Wesley ofrece en su sermón de mayordomía y justicia, son opuestas a las teologías de la prosperidad, muy de moda actualmente en Latinoamérica. Esta teología, en su afán de justificar las riquezas y el mundo capitalista de los cristianos ricos que las sustentan, enseña que las riquezas son parte de las bendiciones de Dios para sus hijos, y que Dios mismo puede ayudarnos a salir de las maldiciones de la pobreza. Este “seudoevangelio”, nacido y desarrollado en el contexto eclesial de la riqueza de la iglesia de los Estados Unidos, trata de justificar la existencia de naciones y cristianos ricos en un mundo lleno de pobreza y miseria, los cuales no han podido ser eliminados, sino que al contrario, la brecha entre ricos y pobres se acrecienta cada día más. Los pobres, al no tener el poder adquisitivo, se invisibilizan para la sociedad. En ese sentido, la justicia para los más vulnerables queda fuera del juego de la oferta y la demanda. Una solución al modelo neoliberal es replantear el papel de la economía transformándola para el servicio de la humanidad, y no como actualmente se practica y se enseña: una humanidad al servicio de la economía y la cultura del dinero. La centralidad de la persona es la clave para encausar una economía con rostro humano. Wesley era consciente de que su nación gastaba en deleites y explotaba a las otras naciones para el comercio y la esclavitud. No obstante, y siempre leal a sus principios, murió pobre, pudiendo haber logrado y aprovechado riqueza personal. Hasta los últimos años de su vida, luchó como apóstol de los más pobres y criticó, en el marco del uso y abuso del dinero, la riqueza y el poder como las causas de la pobreza y la miseria de su época. Para Wesley es en la iglesia donde mejor se encarna la mayordomía del dinero y los bienes materiales, así como la justicia hacia los más pobres: Dios nos ha encomendado con una porción de bienes de este mundo, con comida para alimentarnos, ropa para vestirnos, y con un lugar donde posar la cabeza; y no sólo con lo necesario, sino con las conveniencias de la vida. Por sobre todo, él nos ha entregado a nuestro cuidado el precioso talento que contiene al resto, y éste es el dinero. En verdad, es inexplicablemente precioso si somos mayordomos fieles y prudentes, si usamos cada porción para los propósitos que nuestro Dios bendito nos ha mandado hacer (Obras de Wesley, Tomo III, 1996, págs. 223-224). Desempleo En el tiempo de Wesley la revolucion industial trajo consigo grandes avances tecnológicos. Estos hicieron que ocurriera una transición en la economía, dejando desempleados a gran parte de la población, como lo expresa la siguiente cita: Mientras tanto, y debido al crecimiento de la industria textil, en lugar de cultivar granos comestibles, verduras y frutas, muchos de los propietarios de las tierras co-
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Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica menzaron a usarlas primordialmente para criar ovejas y vender la lana que la industria textil demandaba. Este cambio en el uso de las tierras agrícolas y en la economía propició que los trabajadores agrícolas perdieran su única fuente de ingresos y trabajo (Magallanes, 2005, pág. 30). Nuestra realidad no ha cambiado. En un mundo globalizado como en el que vivimos, los ciclos de renovación tecnológica son cada vez menores. La automatizacion de procesos ha tomado un rol protagónico en nuestra mundo moderno; drones (aereonaves no tripuladas) que realizan entregas de paquetes hasta la puerta de su casa; robots que realizan ensambles de automóviles; asistentes personales basados en inteligencia artificial; estas son las tecnologías implementadas en nuestra región y que sin lugar a dudas harán que disminuya la mano de obra calificada. La figura 6.2 muestra que la cifra de desempleo en Latinoamérica es de 26,4 millones de personas. Otra cifra importante está relacionada con los jóvenes, en el año 2016 entre el 18,9 al 19,5 % de ellos se encontraba sin empleo. Datos más recientes confirman que en el año 2017 la desocupación laboral aumentó en 9 de los 19 países de la región. Figura 6.2 Cifras del desempleo en latinoamérica
La esclavitud moderna La expansión comercial a escala mundial en el siglo XVIII de Inglaterra requirió la creación de nuevos y grandes puertos. La riqueza y el comercio inglés fueron construidos, en parte, a expensas del sufrimiento de los esclavos negros comprados por blancos en el continente africano. Estos, al igual que otra “mercancía”, eran transportados y marcados como ganado vacuno para su venta a los colonos ingleses en los Estados Unidos y obligados a trabajar en el cultivo y la explotación de la caña de azúcar en el caribe.
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Juan Wesley escribió denunciando este abuso humano en 1774 en su obra titulada “Reflexiones sobre la esclavitud”. En esta obra Wesley combatió toda idea de superioridad racial o cultural y atacó fuertemente a los ingleses que transportaban, reclutaban y patrocinaban el comercio de los esclavos. Wesley creía que los valores de la justicia, la misericordia y la verdad eran pisoteados cuando se argumentaba a favor de la esclavitud. Además de esto, Wesley denuncia la pésima condición de vida en que vivían miles de ingleses en vista de los cambios socios-económicos que su nación estaba viviendo. A propósito de esto Meléndez comenta lo siguiente: Al carecer de los medios de subsistencia, las masas de población desempleada tenían Este párrafo necesita que sobrevivir en las peores condiciones de vida… las mujeres y niños trabajaban sangría largas horas en las peores condiciones de trabajo. Muchas personas provocaron demostraciones violentas en contra del alto costo de vida (Meléndez, 2006, pág. 29). Con respecto a este tema, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un organismo de cooperación internacional cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales de 38 países latinos y europeos, muestra para el año 2017 la información contenida en la figura 6.3. Figura 6.3 Países de la OCDE con jornadas laborales más extensa
La figura 6.3 muestra que hasta el año 2017, dos países de nuestra región latinoamericana lideran las jornadas de trabajo más extensas entre los países de la OCDE. Sin duda alguna, como wesleyanos estamos llamados a enfrentar estos retos que la sociedad moderna nos presenta. Necesitamos presentar una buena alternativa a nuestra región que muestre un balance de vida, que toma en cuenta el descanso (sabbath), que honre a Dios y que denuncie los peligros que se derivan de este tipo de políticas.
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Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica Migración y Hospitalidad El capítulo 2 “Vida y contexto histórico de Juan Wesley”, tuvo como uno de sus propósitos mostrar la realidad de Inglaterra en el siglo XVIII. Como recordaremos, uno de los problemas que afrontaba era la sobrepoblación: El crecimiento de la población era el resultado natural del crecimiento de las grandes ciudades, que indudablemente fomentaba la inmigración y atraían muchas personas… (Meléndez, 2006, pág. 21). En 2018 Latinoamérica sufre de este fenómeno al cual se le ha sumado la migración. Casos como el de Venezuela, y más recientemente Nicaragua, han traído como consecuencias la movilización de sus poblaciones debido a las crisis humanitarias en las que se encuentran. Esto ha traído desasosiego a la región, en especial a los países fronterizos implicados en esta problemática. Según Consultores 21 (empresa consolidada en Venezuela en estudios de mercado y de opinión pública) en marzo 2018 más de cuatro millones (4.000.000) de personas, lo que representa más del 10% de su población, han tenido que salir de su país. La figura 6.4 muestra el incremento del éxodo venezolano hacia otros lugares de la región. Figura 6.4 Éxodo de venezolanos al resto de la región
Ante esta realidad, la teología wesleyana proporciona principios aplicables a estos fenómenos. Por ejemplo, Wesley entendió y reconoció que su experiencia personal y su tiempo privado de búsqueda de Dios no podían permanecer solo en su corazón, por el contrario, debían extenderse a las personas que lo rodeaban, incluyendo aquellos que le habían causado algún malestar. Uno de los valores esenciales de la teología wesleyana es la hospitalidad, esta nos enseña a ser hospitalarios con otros, especialmente con los
Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica más necesitados y vulnerables; como nos lo recuerda David McKenna: “Los wesleyanos somos una familia en la fe, unida en un espíritu y con los brazos abiertos para recibir al extraño” (2000, pág. 79). Como iglesia contemporánea debemos estudiar nuestra realidad latinoamericana; tenemos el deber de ayudar y promover con nuestras palabras y acciones el crecimiento y bienestar de aquellos que salen de sus países. Sin duda alguna, esto es una oportunidad que Dios ofrece al país anfitrión de darles la bienvenida en el nombre del Señor y ayudarles en el proceso de adaptación; de esta forma, el nombre de Dios es conocido y honrado aun en medio del nuevo comienzo que implica emigrar. Drogas Debido, entre otras cosas, a la transición y desesperanza que atravesaba la nación inglesa del siglo XVIII, el consumo de alcohol tomó el rol de una “vía de escape” para la población más vulnerable. Su bajo costo y las políticas gubernamentales que promovían su producción fueron clave para su fácil distribución. De cada 5 casas una es una cantinela donde se vende aguardiente, además de ser centros de prostitución, peleas callejeras, y degradación de todo tipo. ¿Por qué es que Inglaterra ha llegado a un estado nacional de borrachera? Durante las últimas décadas del siglo XVII, el gobierno había animado la industria licorera nacional para impedir la compra de productos franceses. Esto resultó ser un negocio jugoso para algunos y trajo miseria y devastación social y moral a una buena parte de la población. Fortunas inmensas fueron creadas en las fábricas de licor para algunos, mientras que los pobres adictos en miles de sucias cantinas compraban su “copa de maldición” por un penique. Tal es el caso de Judith Dufour, que estranguló a su niño, lo desnudó, y botó el cadáver en un riachuelo, vendió la ropa por un chelín y cuatro peniques, y se fue y gastó el dinero en aguardiente (Bready, 1935, págs. 145-150). Aunque el alcohol es un vicio que convive plácidamente en nuestras sociedades, Latinoamérica ha sido testigo de cómo el consumo de drogas ha aumentado de manera exponencial en los países que la conforman. Informes como el Uso de Drogas en las Américas 2015, así lo demuestran; este estudio evidencia su fácil acceso a los públicos más vulnerables como los adolescentes. La figura 6.5 muestra el consumo de cocaína en algunos de los países de la región. Figura 6.5 Consumo de cocaína en algunos países de la región latinoamericana
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Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica Solo el consumo de cocaína en las Américas, según la información disponible, indica que nueve países tienen tasas de consumo reciente que oscilan entre el 0,1% al 0,5%, otros siete tienen prevalencia que sobrepasa el 0,5% al 1% y tres países, los de mayor consumo, lo hacen por encima del 1%. Ante esta realidad muchos países de nuestra región se debaten en si debe legalizarse o no el comercio, y por ende, el consumo de drogas. La Iglesia Metodista Libre tiene una marcada postura en contra de la manufactura, consumo y distribución de drogas, alcohol, y cigarrillo por parte de sus miembros. En este sentido el Libro de Disciplina de la Iglesia Metodista Libre dice: Como cristianos creemos que la vida es plena, abundante y libre en Jesucristo (Juan 8:35; 10:10). Por lo tanto, nos abstenemos de cualquier cosa que dañe, destruya o distorsione Su vida en nosotros. Las drogas ilícitas son las principales ofensoras. Debido a que las varias formas de narcóticos causan daños impredecibles a las personas y a las relaciones y tales drogas restringen el desarrollo personal, dañan al cuerpo y refuerzan un concepto no realista de la vida, nosotros evitamos su uso... También, nosotros procuramos con la ayuda de Dios de ser comprensivos y ayudar a aquellos que vienen a Cristo con problemas de adicción. Creemos en el poder de Cristo para liberar (Ro. 6:13; Ga. 6:2). Pero reconocemos las dificultades de vencer el lazo de las adicciones, y deseamos de dar cualquier clase de ayuda y apoyo que se necesite mientras nuestros hermanos cristianos procuran una completa liberación. Como una evidencia más de una conciencia despertada, estamos a favor de abstenernos del cultivo, manufactura o promoción de aquellas substancias que son dañinas para la salud (Libro de Disciplina, 2015, ¶3213). Conclusión Peter Block escribe en su libro “Mayordomía”: “aquel que quiere ser un cauteloso quizá llegue a ser un cínico que critica a la sociedad, una víctima que culpa a otros por los problemas, o un espectador que rehúsa involucrarse” (McKenna, 2000, pág. 13). Ante las problemáticas mencionadas, la iglesia no debe estar de espalda a esta situación; parte de su propósito es entender el momento que le ha tocado vivir. Por tal motivo, es imperativo que la iglesia desarrolle un plan de acción integral en el que nuestro mayor esfuerzo se concentre en responder a las grandes necesidades de nuestra población y no ensimismarse en sus necesidades. El resultado tiene que ser una iglesia santificada, llena del Espíritu Santo, que coloca todos sus talentos, recursos y servicios a favor de quienes más lo necesitan. Por tal razón se espera de los wesleyanos que: • Tengan un reto significativo de su tarea evangelizadora y misionera. • Estudien las realidades de sus sociedades. • Profundicen en el conocimiento de su contexto local y nacional. • Aborden los puntos antes mencionados con integridad intelectual.
Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica REALIDAD ACTUAL DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA Vivimos en un mundo globalizado y posmoderno en los cuales sus principios e ideologías han entrado y se han instalado en la iglesia dando como resultado una mescolanza de creencias. Y aunque son muchos los aportes y ventajas que tiene la iglesia moderna con respecto a la del siglo XVIII, la realidad es que la iglesia actual, como comenta el brazilero Caio Fabio D’Araujo Filho: “lamentablemente está perdiendo su luz y su sazón”. D’ Araujo explica que la iglesia de hoy: • Tiene mucho legalismo pero no conoce la santidad. • Vibra con milagros extraordinarios, pero que no vibra con la misma alegría en relación con la práctica de la justicia y de la verdad. • Celebra los números extraordinarios de los que entran por la puerta del frente de la iglesia, pero que no mira la tragedia de los que están saliendo por la puerta del fondo. • Pone una Biblia en las manos de cada uno de los que entran a la iglesia, pero no inspiran al conocimiento de la Palabra de Dios en el corazón de los que llegan. • Enseña a sus asistentes que celebren su bendita prosperidad material con mordacidad, ironía e impiedad en relación a la miseria de la sociedad, sin ningún tipo de compasión para con ella. • Habla de derrumbar a los ídolos paganos de la sociedad, pero es inoperante en cuanto a doblegar el ego autoglorificado de los líderes de la iglesia. • Filtra los mosquitos de las más legítimas alegrías humanas, mientras se traga los camellos de las más asquerosas contiendas del poder, manipulación de conciencias y patrones mínimos de ética en la vivencia. • Enseña que cualquier negocio es válido, mientras el resultado sea la predicación del evangelio. • Se grita mucho, pero se llora poco; se canta mucho, pero se alaba poco. Se arrodilla mucho, con mucha facilidad, pero se somete a Dios con mucha dificultad. Se predica mucho y con mucha frecuencia en contra del pecado, pero se vive con mucha tranquilidad y descaro la práctica de pecado. • Este avivamiento está haciendo crecer mucho a la iglesia en Latinoamérica, pero sin impactar mayormente el continente.
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Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica CONCLUSIONES GENERALES A lo largo de este curso hemos estudiado los aspectos más relevantes de la vida y teología Juan Wesley. En ella se demuestra su capacidad y manera en de comprender el evangelio. Lo hizo de una manera pragmática, pero no superficial ni ligera en medio de una época que necesitaba una profunda trasformación social. Sin duda alguna Juan Wesley fue hombre con una visión amplia, su creatividad para ofrecer soluciones, su pensamiento crítico y sistémico para diagnosticar la realidad de su nación y su ingenio para crear estructuras funcionales de cuidado integral a través de la movilización e involucramiento de toda la iglesia, son parte de su legado. Además de lo mencionado, se debe recordar su habilidad para demostrar verdades teológicas de manera sencilla. Wesley pudo unir las dicotomías que existían hasta ese momento en temas esenciales de la vida que parecían no tener relación alguna. Por medio de su pensamiento y obrar, pudo aclarar la separación que existía entre la obra social y la evangelización, además de demostrar que la separación entre fe y educación era un error que debía ser corregido. Ejemplo de estos son las frases “La fe que obra mediante el amor”, con ella resumía su teología. “El mundo es mi iglesia” esta frase expresaba su visión y “Gana todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas, da todo lo que puedas” era la forma en que entendía la economía. El segundo capítulo estuvo marcado por tres puntos principales: la realidad iglesia del siglo XVIII, la importancia del rol familiar y la experiencia del corazón ardiente de Juan Wesley. Lo que en principio parecía ser para el beneficio general de la nación se convirtió en un descontento socioeconómico. La mano obrera y campesina observaron cómo eran removidas de sus lugares de trabajo por la automatización de procesos. El resultado de este avance tecnológico fue un despido en masa y la sobrepoblación de las ciudades. Wesley fue un crítico profundo de estas realidades y lo demuestra en su tratado “Un discurso serio al pueblo de Inglaterra”. La sociedad en la que Wesley nació fue una sociedad viciada, marcada por el olvido religioso, la desigualdad social, la prostitución, el alcoholismo y la desesperanza. Por estas razones, entre otras, el rol familiar (en el especial el de su madre Susana) tuvo una gran relevancia en su vida. La entrega y compromiso de Susana Wesley para con Dios fueron claramente visibles en su comunidad. Los principios y valores que plasmó en sus hijos conllevaron a que las personas de su comunidad desearán que ella también les enseñara; de esta manera “la cocina de Susana” se convirtió en el lugar donde muchas personas crecían en la fe. Pero aun cuando Juan Wesley, ese tizón arrebatado del incendio, tuvo una enseñanza y caminar ejemplar, no fue sino hasta el año 1738, a sus 35 años de edad, que tuvo la experiencia del corazón ardiente. Este evento marcó un antes y después en su vida. Es en ese momento que Wesley descansó en los méritos de Cristo y no en sus obras; fue esa no-
Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica che en la que sintió realmente la seguridad de su salvación. Esta experiencia renovó la visión que Juan Wesley tenía acerca del evangelio y fue el precedente para la estructura del metodismo. También se convirtió en un marco para su teología. Su teología dio gran importancia a la creación, estado inicial y caída del ser humano, para explicar estos sucesos sostuvo como premisas la soberanía de Dios y la libertad del ser humano. Por medio de la enseñanza de la gracia anticipante, Wesley señala que el hombre puede responder de manera positiva al llamado de Dios. De la misma manera, afirma que esta gracia está disponible para todo el género humano, en contra parte del pensamiento calvinista. Pero el proceso del salvación no quedaba allí, Wesley continúa comunicando que si la persona responde positivamente al llamado de Dios, es porque le gracia convincente había realizado su función. Según Wesley, la gracia convincente era la que le mostraba a la persona su condición de pecado y su inhabilidad de poder salir de ese estado a menos de Dios hiciera algo. Además de esto, sostuvo que luego de la gracia anticipante y convincente viene la gracia justificadora. Esta gracia justificadora tiene como única condición la fe al mismo tiempo que resalta que no hay buenas obras que valgan antes de la justificación. Luego, Wesley tuvo el firme propósito de compartir su experiencia del corazón ardiente y lo aprendido con otros creyentes; para su sorpresa, sus enseñanzas no fueron bien recibidas y fue etiquetado de “controversial”. Su amor por las personas pudo más que su lealtad y sujeción a la Iglesia Anglicana. Entonces, inspirado por otro predicador amigo, Jorge Whitefield, empezó la predicación al aire libre y con ello la planificación de una estructura que se ajustara a la realidad su sociedad. Esta realidad incluía las visitas a enfermos y prisioneros, los cuales se veían impresionados por ser tomados en cuenta. Las predicaciones al aire libre de Wesley, que muchas veces traían como resultado la conversión de centenares, hicieron que el movimiento Metodista tuviera un crecimiento exponencial. Ante tal cantidad de personas y preocupado por el bienestar integral de ellas, Wesley una vez más utilizó su ingenio para seguir dándole forma a la naciente estructura del metodismo. Para tal fin dividió las Sociedades Metodistas en Clases, Bandas y Sociedades Selectas; aunque cada una de ellas tenía objetivos específicos, buscar el crecimiento y cuidado integral de la persona por medio de, entre otras cosas, la rendición de cuentas. Además de lo antes mencionado, la estructura del metodismo estuvo pensada para el desarrollo de líderes, los cuales eran provistos de las mismas Clases, Bandas o Sociedades Selectas. La gran mayoría de ellos eran persona bi-ocupacionales; característica que también es deseada en los plantadores de Iglesias Comunitarias. Indiscutiblemente, la estructura del Metodismo es uno de los legados más grande que Juan Wesley dejó y que somos llamados a seguir redescubriendo y aplicando en nuestra región latinoamericana que está siendo golpeada por fenómenos similares a los de la sociedad de Wesley.
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Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica Contextualizar y estudiar la realidad de nuestra región es sumamente importante. Si en el tiempo de Wesley fueron las destilerías y el negocio del alcohol, hoy son las multinacionales las que se apoderan del mundo, y así los países más ricos son los dueños del planeta. En nuestras ciudades, los grandes hipermercados y los centro comerciales nos recuerdan que quienes podemos todavía subsistir con sueldos decorosos, podremos adquirir algunas de las baratijas de la globalización. Sin embargo, para la gran mayoría no hay siquiera acceso a agua potable, educación o servicios mínimos. Algo anda muy mal en la distribución de la riqueza en nuestros países. Este es nuestro contexto, y este también fue el contexto de Juan Wesley hace más de trescientos años. Entonces, ¿qué debemos hacer ante la realidad que nos rodea? La respuesta es que debemos detenernos para estudiarlas, profundizar en el conocimiento de nuestro contexto y nuestra realidad, y abordar estos temas con integridad intelectual. La iglesia necesita desarrollar un plan de acción integral en el que nuestro mayor esfuerzo se concentre en responder a las grandes necesidades de nuestra población. El resultado tiene que ser una iglesia santificada, llena del Espíritu de Dios, que pone todos sus talentos, recursos y servicios a favor de quienes más lo necesitan. Las enseñanzas de Wesley y su activa participación en la sociedad de su tiempo son una muestra elocuente que debe recordarnos en este siglo XXI que cuando los principios de la justicia, la misericordia y la verdad son ignorados por la sociedad y el estado, los cristianos estamos llamados a encarnar su cumplimiento. Esto por medio de estructuras que puedan dar respuesta a sus realidades a través de un evangelio integral, que ponga en práctica las obras de amor y misericordia que traerán como resultado una transformación profundad y genuina de nuestras comunidades. El mensaje de Wesley para hoy en Latinoamérica es un reto para todos los wesleyanos. Estamos llamados a luchar contra nuestra propia afluencia y poder para no dejarnos arrastrar ni seducir por las corrientes materialistas que expanden sus ondas a través de la globalización e incluso a través de nuestras organizaciones religiosas.
ACTIVIDADes DE EVALUACIÓN Lea el tratado de Juan Wesley “Grave discurso al pueblo de Inglaterra respecto al estado de la nación”. A partir de este escriba una reflexión crítica del estado en el que se encuentra la sociedad y las diferentes circunstancias sociales que hoy nos afectan. Esta enseñanza deberá compartirla con su iglesia o Casa de Paz. Luego, junto con su equipo termine de elaborar el plan práctico en que su iglesia o Casa de Paz pueda responder con obras de misericordia a las realidades sociales de su comunidad. En el link a continuación encuentra una copia del tratado. http://www.iew-la.org/multimedia/documentos/obras/ tomo07.pdf#page=205
Relevancia y Conclusiones para Latinoamérica Bibliografía Bibliografía Bready, J. W. England: Before and after Wesley. London: Hoddder and Staughton, 1935. Carrastegui C. y Jones W. Estas doctrinas enseño: Guía de Estudio para las Obras de Wesley. Asheboro, NC: Wesley Heritage Foundation, 2002. Cox, L. El concepto de Wesley sobre la perfección cristiana. Kansas City, Missouri: Casa Nazarena de Publicaciones, 1964. Greetham, M. Susana Wesley Mother of Methodism. Bristol: Foundery House, 1988. Gómez, R. The Mission of God in Latin America. Lexington, Kentucky: Emeth Press, 2010. Iglesia Metodista Libre. Libro de Disciplina. Indianapolis: Free Methodist Publishing House, 2015. Lelievere, M. Juan Wesley: su vida y su obra. Kansas City, Missouri: Casa Nazarena de Publicaciones, 2002. Magallanes, H. Introducción a la vida y teología de Juan Wesley. Nashville: Abingdon Press, 2005. McKenna, D. L. Wesleyanos en el siglo XXI. Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 2000. Meléndez, F. A. Ética y economía: el legado de Juan Wesley a la iglesia en América Latina. Buenos Aires: Kairos, 2006. Snyder, H. El Wesley radical. Franklin, Tennessee: Seedbed Publishing, 2016. Snyder, H. La Salvación de toda la creación. Buenos Aires: Kairos, 2016. Wallace, C. Susanna Wesley: The Complete Writings. Oxford: Oxford University, 1997. Wesley, J. Obras de Wesley. Vol. I. Ed. Justo González. Tennessee: Providence House Publishers, 1996. Wesley, J. Obras de Wesley. Vol. II. Ed. Justo González. Tennessee: Providence House Publishers, 1996. Wesley, J. Obras de Wesley. Vol. III. Ed. Justo González. Tennessee: Providence House Publishers, 1998. Wesley, J. Obras de Wesley. Vol. IX. Ed. Justo González. Tennessee: Providence House Publishers, 1996. Wesley, J. Obras de Wesley. Vol. XI. Ed. Justo González. Tennessee: Providence House Publishers, 1996. Wesley, J. La Perfección Cristiana. Kansas City, Missouri: Casa Nazarena de Publicaciones, 1961.
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