MULTI MULTI MULTI MUL FACÉ FACÉ FACÉ FAC TICA TICA TICAMULTI TIC MULTI MUL FACÉMULTI FACÉ
FAC TICAFACÉ TICA TICA TIC MIMETISMO Diana Yael Montero Jiménez
A
fuera llovía, atravesaba el segundo mes más lluvioso del año, y desde la última semana el agua caía a cántaros desde la madrugada hasta el mediodía, Marcela despertó, era un día importante para ella, aunque tenía poco tiempo para arreglarse meditó unos segundos sobre todo lo que tendría que hacer, el solo hecho de pensar la situación hizo que se le erizara la piel, sentía como una descarga eléctrica le recorría el cuerpo, empezando en la nuca, pasando a sus brazos, generando opresión en su pecho y terminando en la punta de los pies, por primera vez esa sensación le producía placer, hoy ascendería a un cargo importante en el laboratorio donde llevaba trabajando desde hacía 3 años, hoy por fin vería una recompensa por su arduo esfuerzo. Tomó una ducha rápida tratando de no mojarse el cabello, decidió que sería una buena oportunidad para usar el traje sastre azul con líneas blancas punteadas que le regaló su madre por su cumpleaños número 35, y que había estado postergando porque no encontraba la ocasión adecuada para usarlo, después de haberse vestido, decidió usar un maquillaje neutro, eligió sombras marrones que acentuaban sus ojos aceitunados, colocó su labial favorito el cual resaltaba su mirada, recogió su cabello y decidió usar tacones altos de aguja que estilizaban su figura, preparó su café sin azúcar, dio 2 sorbos y se apresuró a salir de casa, recorrió aproximadamente 20 minutos de casa al trabajo, al llegar fue directamente a la sala de juntas donde ya la esperaban, la mesa directiva estaba conformada por 8 personas y ahora serían 9, siendo ella la segunda mujer en tener un puesto alto, en la puerta de entrada al tomar la perilla se detuvo, tomó una bocanada de aire y entró, después de unos breves saludos y de ponerse al corriente de la situación familiar de cada integrante.Tomaron asiento, todos le brindaron elogios por su dedicación y constancia, mencionaron sus valiosas cualidades así como la disposición de tiempo que tenía con la empresa, después de todo un director general debía tener mucho tiempo para atender
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las necesidades de ese lugar, Marcela se sintió confundida, estaba feliz de escuchar cosas agradables de ella pero se percató que su vida se reducía a ese sitio, que más allá de su lugar de trabajo no tenía una pareja, amigos, y que no tenía planes a futuro de tener una mascota y mucho menos un hijo, como casi siempre evitó seguir pensando en ello y se dedicó a sentirse feliz por su logro, al término del día todo el laboratorio de genética sabía que ella era la nueva directora general.
Dieron las 10 de la noche y ella aun no comía, su último alimento había sido el poco café que ingirió por la mañana, sentada en el escritorio se hizo consciente que tenía hambre, los pies empezaban no solo a molestarle sino que sentía dolor en ellos, miró el reloj y vio la hora, ya todos se habían ido a casa desde hacía 4 horas, era tiempo de tomar sus cosas e irse, mañana sería nuevamente un día ocupado, agarró su bolsa, se quitó los tacones y decidió recorrer los largos pasillos descalza, de todas maneras ya no había nadie en el lugar, antes de salir alcanzó a ver luz en uno de los laboratorios de pruebas, tenía que ir a ver pero, realmente estaba cansada, por lo que pensó que tal vez alguien había olvidado apagar la luz, entonces decidió seguir su camino, salió del lugar, bajó por una escalera de peldaños largos y llegó a su auto, pensó en regresar pero el hambre, el dolor de los pies y el sueño la hicieron continuar el rumbo a casa, al llegar a su residencia se dio un baño caliente, se puso las pantuflas moradas y cenó un sándwich de mermelada de fresa con mantequilla de maní, se quedó dormida prácticamente en cuanto tocó la cama, esa noche durmió plácidamente, tan profundo que a la mañana siguiente se despertó con la tercer alarma, realizó la misma rutina que el día anterior, con la diferencia de que ese día decidió usar ropa y zapatos más casuales, se vistió con un pantalón de vestir gris Oxford, una camisa blanca y zapatillas de tacón cuadrado, su día fue similar al anterior, ocupado, tenía que revisar cuentas, permisos, papelería de 1 año atrás y ponerla al corriente, hizo una sola comida consistente en pollo con ensalada y agua simple, estaba tan absorta en sus deberes que no se percató cuando todos los demás trabajadores empezaron a abandonar el lugar, cuando levantó la vista y vio el reloj eran las 10:35 de la noche, nuevamente había perdido la noción del tiempo, entonces suspiró y se dijo a sí misma que era el precio por ser una mujer exitosa, tomó su bolso de mano, se quitó los tacones, los tomó con la mano derecha y se dispuso a caminar hacia la puerta de su oficina, al llegar dio la vuelta para observar el espacio donde ahora trabajaba, observó lo amplio que era, el color crema invadía las paredes, pensó en los múltiples cuadros que podrían adornarlas, suspiró y apagó la luz, caminó por el pasillo rumbo a la salida, una tenue luz invadía el lugar,