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Enrique Szewach: Coronanomics, medios de pago electrónicos e impuestos

ACTUALIDAD

Por Enrique Szewach

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CORONANOMICS, MEDIOS DE PAGO ELECTRÓNICOS E IMPUESTOS

Por un lado, el crecimiento de las ventas on line ha incrementado la demanda y el uso de medios electrónicos de pago, tarjetas de débito, crédito, billeteras electrónicas, etc. y, simultáneamente, aumentó la demanda por dinero en efectivo, por motivos precautorios. (¿Qué pasa si no funciona el posnet en el chino? ¿Qué pasa si me quedo sin trabajo? ¿Qué pasa si llego al límite de la tarjeta?). En otras palabras, usamos mucho más que antes los medios electrónicos de pago y, a la vez, tenemos mucho más efectivo que antes en nuestros bolsillos.

Se dice que la Coronanomics ha acelerado tendencias que ya se perfilaban en el horizonte económico y que, cuando esta gran tormenta se disipe, dichas tendencias prevalecerán. El uso de medios electrónicos de pago no escapará a esta regla.

Sin embargo, el caso argentino presenta algunos elementos que habrá que considerar muy especialmente para que esta tendencia se consolide. Algunos de estos elementos tienen que ver, básicamente, con cuestiones regulatorias. Si Las medidas adoptadas para enfrentar la pandemia del Covid-19, en particular el llamado “gran confinamiento”, nuestra “cuarentena”, han generado cambios en muchos aspectos de la vida económica, en particular en los medios de pago.

bien se ha avanzado bastante, en los últimos años, el Banco Central todavía tiene que terminar de completar el tratamiento normativo de los proveedores de pago, garantías, la interoperabilidad de las distintas ofertas, temas de protección al consumidor, y definiciones de competencia, para bajar los costos con soluciones de mercado y no policiales.

Pero la cuestión fundamental está fuera de la órbita del Banco Central, me refiero a la desproporcionada carga impositiva que tienen las operaciones en el circuito financiero formal. Con tasas de impuesto a los Ingresos Brutos exorbitantes, más el incentivo general de operar en forma informal -por el resto de la presión impositiva-, todo intento por reducir el manejo de efectivo y bancarizar, en sentido amplio, será, al menos, dificultoso. Sin embargo, en la mayoría de las reuniones a las que asistí en su momento, en representación del Banco Central, me resultaba casi imposible introducir este problema en la discusión. Al parecer, la enorme carga impositiva no es una pandemia, es una enfermedad local.

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