Guafo La isla de los colmillos
Carolina Lema Compilador
CRÉDITOS Dirección Editorial: Jaime Hernández Ojeda Coordinación y 1ª edición de obra: Carolina Lema Diseño Editorial: Daniela Díaz Gallardo Fotografías: Carlos Johnson Veillon, Iñaki Moulian Jara Textos: Carolina Lema, Iñaki Moulian Jara, Héctor Pavés Hernández y Francisco J. Muñoz Sanhueza. Editado por: www.artesonoroaustral.com 1ª edición 2016 Impreso en Chile / Printed in Chile ISBN: 978-956-8716-13-4 RPI: 242.852 Proyecto FONDART Nº 90396 Financiado por: Proyecto financiado por el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes Regional, convocatoria 2015, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
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ÍNDICE Presentación
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Los autores
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De mares a bosques, patrimonio natural de isla Guafo
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Héctor Pavés Hernández / Francisco J. Muñoz Sanhueza/ Carolina Lema
Historias y paisajes de isla Guafo
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Carolina Lema
Saberes y memorias locales
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Iñaki Moulian Jara
El devenir de Guafo
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Carolina Lema
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Bibliografía
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Agradecimientos
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Descripción del contenido del DVD
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N
Chile
MAPA
Puerto Montt Ancud
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Castro
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Argentina
Isla Guafo Quellón 6
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1 2 3 4 5 6 7 8
Punta Weather Caleta Rica Punta Norte Caleta Arrayán Caleta Samuel Punta Caleta Punta Sur Caleta D
Isla Guafo
Isla Guafo se ubica sobre la costa pacífica de la Patagonia Septentrional. Exactamente o a los 43Isla 61’ S; 74o75’ se W, ubica a 120 km del la continente y 40 km TieneSeptentrional. una superficieExactamente a Guafo sobre costa pacífica dede la Chiloé. Patagonia total estimada de 213.7 km2 con 71.6 km de línea costera. los 43º61’ S; 74º75’ W, a 120 km del continente y 40 km de Chiloé. Tiene una superficie total estimada de km2 con 71.6 km de línea costera. Actualmente integra jurisdiccionalmente Actualmente se213.7 integra jurisdiccionalmente a la comuna de Quellón,seProvincia de a la comuna Quellón, sobre el límite sur de la Región de Los Lagos. Chiloé, sobre el de límite sur deProvincia la Regiónde deChiloé, Los Lagos.
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DE MARES A BOSQUES, PATRIMONIO NATURAL DE ISLA GUAFO Héctor Pavés Hernández / Francisco J. Muñoz Sanhueza / Carolina Lema
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DE MARES A BOSQUES, PATRIMONIO NATURAL DE ISLA GUAFO Isla Guafo puede considerarse como un segmento emergido de la plataforma continental, y al igual que la Isla Grande de Chiloé, forma parte del sistema Cordillera de la Costa (Melnik y otros, 2009). Por ello, presenta una serie de cordones montañosos que llegan a alcanzar, en su breve espacio, alturas de hasta 306 msnm (metros sobre el nivel del mar). Esas montañas, que descienden abruptamente hacia el Océano Pacífico, han sido históricamente azotadas por temporales y marejadas, las que a lo largo de las eras han configurado una impresionante y sobrecogedora topografía de abruptos acantilados, largas plataformas, gigantescas cuevas e islotes semi sumergidos. El origen sedimentario de la isla, constituida por una masa de arcilla o fango endurecido, es claramente observable en los sectores expuestos por las mareas. En estas plataformas costeras, un estudio paleontológico reconoció un total de 34 especies de fósiles, identificando incluso 11 especies nuevas, la mayoría de las cuales todavía se conocen solamente en esta isla (Frassinetti, 1997). Entre los fósiles observables destacan restos de ballenas y otros vertebrados marinos. Se estima que su antigüedad ronda los 5 millones de años (Melnik y otros, 2009). 14
Vértebra fosilizada de ballena, isla Guafo.
Los estudios paleontológicos indican también que esta isla no fue afectada por el Último Máximo Glacial, lo cual representa un hecho muy importante desde la perspectiva histórica de los bosques templados, pues al no quedar cubierta por el manto helado, podría haber actuado como un refugio ecológico para plantas y animales de reducida capacidad de desplazamiento.
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Sobre la formación sedimentaria que constituye el núcleo de la isla, se asienta una capa de tierra fértil que alcanza hasta 1,5 m de espesor en algunas zonas, la cual permitió el crecimiento de una densa cobertura vegetal, cuyas abigarradas copas enfrentadas a los vientos oceánicos conforman desde la distancia un alfombrado parche de verdes matices. Con temperaturas que varían entre una mínima y máxima promedio de 6 a 12 Cº y precipitaciones de 1.670 mm anuales, Guafo se caracteriza por sus exuberantes bosques del tipo Selva Valdiviana. Entre las especies de árboles observados se distinguen1: Arrayán (Luma apiculata). Arrayán Macho (Rhaphithamnus spinosus). Coigüe (Nothofagus dombeyi). Luma (Amomyrtus luma). Notro (Embothrium coccineum). Olivillo (Aextoxicom punctatum). Pitra (Myrceugenia exsucca). Tepa (Laureliopsis philippiana). Tineo (Weinmannia trichosperma). Debajo de ese manto protector se resguarda una serie de especies arbustivas cuyas flores llenan de color el bosque,
1 - Nomenclatura según (Hoffmann, 1998).
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Quetru no-volador (Tachyeres pteneres).
PingĂźino de Magallanes (Spheniscus magellanicus).
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El Faro de isla Guafo El aumento del tráfico marítimo en la zona, debido al intercambio comercial y la creciente instalación de industrias (balleneras, forestales, etc.), sumado a la serie de tragedias ocurridas a fines del 1800 y comienzos del 1900, influyó en la decisión de Estado chileno de instalar un faro permanente en Guafo, el cual comienza a construirse en 1903 y es habilitado en 1907. El faro de Guafo fue instalado sobre las estribaciones del cordón montañoso que desciende hacia punta Weather. Desde allí pueden observarse, adentrándose en el mar, los peligrosos islotes y afloramientos rocosos que fueran tan temidos en la navegación de la zona. De acuerdo a la Armada de Chile ‘es uno de los faros de más difícil acceso’. De hecho, para poder llevar los materiales para su construcción, debió abrirse un camino ladera arriba, y ya que las laderas de la cara norte de punta Weather eran demasiado empinadas, se construyó sobre la cara sur, que daba acceso a la proyectada como caleta de desembarco: ‘caleta D’. El camino se planificó con el ancho suficiente para un carro tirado por una yunta de bueyes. Con el paso de los años y cumplida su misión inicial, este camino fue abandonado, porque la costa sur y la caleta son demasiado riesgosas. Sobre la cara norte de punta Weather se construyó
Casa original del faro que se destruyó hacia 1982.
un embarcadero que, conectado a un andarivel, servía mejor al propósito de carga y descarga de insumos y personas. Se instaló además una empinada escalera de madera unida al acantilado, de la cual hoy perviven algunos tramos.
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46 Vista de caleta D.
Ese primer andarivel se perdió por el colapso de parte del acantilado y fue reemplazado por otro, que se proyectaba hacia un nuevo embarcadero con un galpón de aduana. Este muelle es el que aún sigue en uso, no así el andarivel, que fue abandonado tras su última rotura. Actualmente el aprovisionamiento se realiza por medio de helicópteros. En tanto que la vieja escalera de madera fue reemplazada por una senda escalonada que desafía el acantilado hasta alcanzar los 144 m de altura y quita el resuello hasta a los más entrenados. La casa inicial del faro, que fue planificada para la ocupación del farero con su familia, era de dos plantas y perduró hasta 1982. Ese invierno un fuerte temporal derrumbó el piso superior obligando a la construcción de una nueva, de una sola planta, que es la que puede verse aún hoy en día. La torre del faro, una torreta circular íntegramente de hierro, de unos 3 m de diámetro y que se eleva sobre los 8,33 m de altura, no fue afectada. La que observamos es la construida hace más de un siglo para funcionar con aceite, hoy adaptada a las tecnologías solares y despertar automatizado.
Torre del faro Guafo
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La ballenera de caleta Samuel El faro no fue la única construcción moderna de isla Guafo. Como la isla se encuentra cercana al área de alimentación más importante de ballena azul en Chile (Hucke-Gaete, 2004), a comienzos del siglo XX se instaló en Guafo, más precisamente en caleta Samuel, una pequeña planta ballenera.
Planta ballenera de isla Guafo, fotografía de F. Oettinguer (Quiroz 2014:99)
Poco queda en la actualidad que delate a la distancia la existencia de la ballenera. Sin embargo, una mirada más cercana permite observar los restos de las viejas estructuras. Ganados hoy por el bosque implacable, sobreviven restos de caídas chimeneas, los ladrillos especiales para las calderas, traídos desde Máfil3, dispersos aquí y allá, así como los cimientos de muros hoy fantasmales, que delatan la posición de los invisibles edificios. E inmutables quedan las tallas realizadas en las plataformas rocosas, para construir sobre ellas muelles y amarraderos. Su historia fue recientemente reconstruida por el investigador Daniel Quiroz (2014), gracias a lo cual podemos saber que la misma comenzó a operar a fines de 1922 y fue propiedad de distintas sociedades comerciales, que unían, desunían y renegociaban constantemente la relación y forma de partición de diversos capitales chilenos y noruegos. En 1924 se venden las instalaciones a la ‘Sociedad Ballenera de
3 - Ubicado en la Región de Los Ríos, a cientos de km al norte de Guafo.
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Corral’ que, gerenciada desde Valdivia por Carlos Anwandter, mantuvo activas las plantas de San Carlos y Guafo hasta 1936, cuando la vende a su vez a la ‘Compañía Industrial de Valparaíso’ (luego INDUS S.A.). El proyecto de esta última era desarrollar la caza en mar abierto con buques factoría, por lo que luego de un corto plazo cierra y desmantela la planta de isla Guafo. Las memorias locales, por su lado, han transformado la historia de la ballenera en un saber que narra las malas costumbres y las consecuencias que éstas acarrean. Don Jorge G. Ruedlinger Vera escribió, a partir de las memorias de su abuelo marino, ballenero y habitante de Guafo: don Aureliano Vera Subiabre, el relato del “Ratón de Isla Guafo”, del cual compartimos un fragmento.
Planta ballenera de isla Guafo, fotografía de F. Oettinguer (Quiroz 2014:100)
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El uso de recursos locales estuvo tradicionalmente presente entre los quelloninos y habitantes de sectores cercanos. Nos cuenta Aladino Águila que él arribó por primera vez a Guafo en los años ‘80 para trabajar en la extracción de locos en la lancha ‘Queen Elizabeth’, pero recuerda que ya existía gente trabajando en la isla “Don Juan Chiguay, de los Chiguay que hay en Quellón, venía con un chalupón a buscar loco, de ahí que conversaban del loco y un tal Juan Rana que le decían. Venían por la temporada del loco”. También venían desde otras islas, fundamentalmente a la caza: “Desde Laytec dicen que igual venían a la vela, venían la caza de lobos”. Así también es como pervive el recuerdo de ver gente de las Guaitecas que venía a la isla a cazar el “gato guillín” -o chungungo- por su piel, prácticas que han sido prohibidas para resguardar las especies. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de productos asociados a la isla, la imagen que existía de ella era más bien negativa, pues “todos le tenían miedo, diciendo que Guafo era malo, que el tiempo era muy malo acá”.
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En Guafo cada lancha funciona como un núcleo productivo y de convivencia. Son herramientas de trabajo y hogar para todos los tripulantes durante el tiempo de la travesía. Generalmente concentran el espacio doméstico en un sector cubierto adosado a la cabina de proa y que, dependiendo del tamaño de la embarcación, puede variar entre 6 y 8 m2. Al interior de este pequeño espacio existen camarotes, cocinas a leña y todos los implementos necesarios para vivir cómodamente: radios, televisión, vajilla y utensilios de cocina, despensas con provisiones e incluso muchas veces una pequeña mesa. Es el sector de la comida, la socialización y descanso. El lugar siempre cálido, donde el fuego se expresa y donde se reponen los cuerpos cansados luego de las extenuantes jornadas de trabajo.
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apodera de la caleta y los primeros rayos del sol pintan las laderas. Las puertas de las cabinas se abren y desde el interior los tripulantes salen a mirar el cielo. Los vientos son los que rigen este pueblo flotante y determinarán cuál será el destino de la jornada laboral que se avecina.
Este espacio protegido es central en las dinámicas de grupo, pues las condiciones climáticas habitualmente imposibilitan salir de las embarcaciones. Todas las tardes vemos cómo allí también reciben a los colegas, amigos y vecinos de ocasión, para bromear, jugar a las cartas y tomar aquel mate amargo de costumbre.
Todo buen patrón de lancha tiene sus propias formas de interpretar los vientos y las mareas, pero en general, con predominio viento norte o noroeste se prefiere buscar suerte en el sector sur y sureste de la isla; mientras que cuando hay predominio de viento sur muchos eligen el sector norte. Es normal en la isla el cambio brusco del clima y, por ende, de las condiciones de navegación, lo que hace que la experiencia del navegante sea muy valorada a la hora de formar los equipos de trabajo. Entre las lanchas vecinas se conversa sobre las condiciones climáticas y se comparten los planes para el día, antes de que cada embarcación tome rumbo a sus labores. Basta que el primer bote se desate de esa urbe flotante para que, cual ruptura en cadena, todos los demás comiencen a desarmar el poblado. En minutos todos parten, cada uno dibujando sus estelas.
Todos los días se inicia la jornada de trabajo entre las 7 y las 8 de la mañana. De las chimeneas de las embarcaciones lentamente comienzan a salir hilillos de humo que evidencian que las cocinas a leña ya están prendidas. La bruma se
Para la extracción de luga roja es necesario internarse en las profundidades del mar entre 10 y 18 m. Cada lancha cuenta por lo general con 2 ó 3 buzos, más 1 ó 2 asistentes. Estos últimos tienen la fundamental tarea de velar por el
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DESCRIPCIÓN DEL CONTENIDO DEL DVD
Este libro integra a continuación el trabajo audiovisual “Wuafün colmillos” de 35 minutos compuesto por 5 capítulos sobre isla Guafo. Cada uno es una “vista” que se introduce a una temática tratando de mostrar cómo la isla contiene un riquísimo y complejo patrimonio natural y cultural. El medio metraje comienza con “Isla”, primera parte que nos lleva al territorio y nos muestra, desde la perspectiva de los científicos, cuales son las riquezas y las actuales amenazas que existen en este espacio. A continuación veremos “Alga Luga”, centrado en la vida y trabajo de los buzos que extraen luga roja, que se enlaza con “Animita de caleta Samuel”, el tercer capítulo dedicado a la animita más importante de la isla. Luego podrán ver “El faro y los habitantes” dedicado a la vida de los fareros que habitan punta Weather, para finalizar con “Aves” donde apreciamos parte del patrimonio natural existente. Este conjunto pretende entregar una perspectiva compleja, multidimensional y sincrónica de los paisajes culturales de isla Guafo. Así pues, los invitamos a adentrarse nuevamente en los paisajes de esta isla.
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Mediante este libro queremos acercar a los lectores imágenes de isla Guafo, mostrando parte de la abundante vida que habita sus costas y sus bosques, su historia, las marcas que el paso de las personas han dejado en ella, dando cuenta de que han estado ahí, que allí han vivido y sufrido, de culturas y formas de vida que Guafo supo sostener en el tiempo. Con nuestro esfuerzo sólo alcanzamos a captar algunos trazos de un retrato imponente. No obstante, creímos importante dejar un registro de aquellos mensajes que Guafo contiene entre la bruma que invade el bosque: vidas, actos, historias, memorias. El carácter patrimonial de Guafo es el mensaje.
Proyecto financiado por el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes Regional, convocatoria 2015, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.