Revista de Santiago

Page 1

REVISTA DE

SANTIAGO. DIKECTOHES

FANOR VELASCO I AUGUSTO ORREGO LUCO

1872—1873

TOMO III

NUMERO I.

A

JULIO

*

1.» y*

LIBRERÍA CE

CENTRAL

i

Calle de Iiucrfanos

IMPRENTA NACIONAL

CALLE DE LA M3NEDA

AUGUSTO RAYMOND

| SANTIAGO

N'nin.

46


1

-*c


".Aiíq

.:

LA PRENSA DIARIA LO

(Lectura

Seguramente

no

I

ES

QUE

hecha

en

LO

QUE

la Academia de Bellas

carecería de interés

SER

DEBIERA

un

Letras)

-estudio sobre la prensa

chilena desde la fundación del primer diario. Seria una larga suce sión de nacimientos ruidosos i de muertes prematuras. Los. diarios para sostener o derribar un ministerio i sucumbían con la ocasión que los habia dado a luz, cuando no se.anticipaba a aho garlos casi en jérmen la mano entonces poco respetuosa deja,

aparecían

autoridad; pero las civilizaciones antiguas

se

reconstruyen:

a

la

vista de groseros, instrumentos de piedrar toscamente pulidos con tra, otra piedra, i en los juicios, las aspiraciones i las polémicas de

primitivos se descubriría fácilmente la modifica progresiva que esperimenta "nuestra. sociedad. Cor mp institución permanente i como empresa mercantil, la prensa diaria no tiene en Chile mas de doce o quince años de existencia. Bajo estos dos solos aspectos nos proponemos examinarla;! no haciendo, a nuestro objeto averiguar lo que han sido nuestros dia* rios, nos limitaremos a indicar lo que son i lo que pueden i de

nuestros diarios

ción incesante i

.

ben

ser.

.;-.

Para decir ce

sobre el R.

una

s

•-.-.:■

verdad

púbbco una DE

rA

T.

vulgar pero indispensable, la prensa ejer influencia casi decisiva. La inmensa mayo-

III,

83



LA PRENSA

459

DIARIA

Se comprende, pues, que la prensa

no

pueda

mantenerse

al* nivel

ordinario déla industria. Su naturaleza misma la coloca a un nivel mas alto. Es industria porque necesita satisfacer las condiciones

majisterio, porque su deber es ense ñar. Escfusivamente majisterio, o no podría conservarse por falta de recursos o para creárselos haría dispendiosa su adquisición: o sucumbiría o restrinjiria su publicidad. Esclusivamente industria, no cumpliría su misión. Tiene que revestirse a un tiempo de am materiales de

su

existencia;

es

bos caracteres. «Abatid sin temor hasta sus últimos límites el pre cio de Buscricion de un diario, decia Emilio de Girardin en e}

prospecto de la Presse, i la rápida progresión de cidirá

el

sus

lectores coin

del

producto de sus avisos. Lo últi mo es consecuencia de lo primero. Mientras menos cueste la suscricion de\un diario, mas elevada podrá ser la tarifa de su3 inser ciones. La base para el valor de los avisos, es. la éstensipn de ía. publicidad.» Sobre estos principios económicos reposa hoi la prensa diaria. Girardin pensaba que el producto de las suscriciones de con

rápido

bia calcularse para

aumento

desembolsos ocasionados por el pa i el correo, gastos que aumentan o dismi pel, o aumenta nuyen según que disminuye el número de suscritores. Con el valor de los avisos debia cubrirse el importe de redacción, el

costear los

tirado, el timbre

.

composición para

i

administración, importe

uno como

pensamiento

para

cien

que permanece invariable mil suscritores. I Girardin realizó su

introduciendo

una

verdadera revolución

en

el mundo

de la prensa.

Bajo este aspecto, la de Chile está en condicionen excepcionalmente favorables. El timbre le es desconocido i el-corrreo la sirve gratis. La suscricion paga con exceso los gastos de papel, tirado, composición, redacción i administración. El sobran te que elk deja i el monto total de los avisos forman las utilidades líquidas de la industria. Así comprendidos los deberes de la prensa i establecidas asilas exijencias de su prosperidad ¿corresponde a su misión el periodis??_ de Chile? ¿Es rápido en sus noticias, esmerado en su servicio, literario en sus columnas? ¿Se ha hecho un elemento poderoso de cultura i civilización? ¿Ha llegado a adquirir una circulación cor respondiente a nuestra población i a, nuestro estado material e in telectual? -II.

Para formarse idea del desarrollo que la publicidad ha ale;



LA PRENSA

401

DIARIA

de los arriendos. Los ena samo, los inquiíinos del alto valor con morados piensan seriamente en las cargas del matrimonio al deslumbradoras del comercio. Los diarios las

vidrieras templar ensalzan constantemente la habilidad de los rateros. Anualmente se benefician sesenta mil cabezas en el Matadero Público, i hai un aten espendio de carne humana que ha preocupado vivamente la las todas tiene granr ción de la autoridad (1). Es decir, Santiago dezas i todas las miserias, todos los vicios i todas las virtudes de los nivel mate pueblos que han alcanzado una vasta civilización. El rial de las sociedades marcha ordinariamente de acuerdo con su í las comodidades, el lujo, la opulencia, el siba nivel

intelectual, ritismo no son incompatibles

el desarrollo de la

con

intelijencia.

hermosa

como mujer albergarse Rafael. de en un marco de oro puede lurír una vírjen Ahora bien, en Santiago se publican tres diarios solamente (2). Estos tres diarios juntos no alcanzan a hacer una edición de nue ve mil ejemplares, i de estos nueve mil ejemplares no alcanzan cinco mil en la capital de la República. a consumirse ¿Qué significa esta anomalía? Verdaderamente hai para creer se oye decir que Chile fuera la Beocia americana. ¡No hai lectores! el Brasil i estudia, aplaude i admira a constantemente; mientras nuestros publicistas, mientras en Montevideo, Buenos Aires i Li ma se adoptan nuestros testos de enseñanza, mientras hombres no tables de estos pueblos vienen a buscar su confirmación literaria entre nosotros, aquí, entre nosotros mismos, se dice i se repite que faltan los lectores, que el periodismo es un negocio a pura pérdida,

jjn

alma ilustrada, puede

en una

son mas que suficientes para las escasísimas nece sidades intelectuales de la población. Nó: no es esta la verdad. Una rápida escursion al través de

que tres diarios

nuestra prensa

lectores,, que lo

nos

que no faltan la lectura.

permitirá manifestar

que falta

en

Chile

es

en

Chile los

III.

Penetremos, én las interioridades de una imprenta, i detengá monos én una oficina que lleva un nombre característico: la redac-

correspondencia entre don Benjamín Vicuña Mackenna, Arteaga Alemparte, redactor del Ferrocarril, fy Ferrocarril, Independiente, República.

(I)

te de

Véase

una

Santiago,

i don Justo

intenden 1872.



PRENSA

LA

feria nadie que

nos

4t>0

DIARIA

ofreciera asiento. Se ha dicho de

el sudor de

que ganan la vida con do hai que visitar dos o tres

los cronistas

pies; i efectivamente, cuan el cuartel de policía, las oficide gobierno, de la junta de

sus

veces

cinas de la intendencia, del palacio beneficencia i del conservador, hai razón para sostener que se gá nala vida con el sudor de los pies como un soldado de infantería.

defunciones, las compra-ventas,

El cronista tiene que copiar las los decretos del intendente de la

provincia,

las sesiones muñici-

de estas tareas, palesi el movimiento administrativo. Con la práctica tolera i un escribiente famoso un andador ser un cronista puede

ble, pero redactor de noticias ni por pienso. El parte de policía es la gran fuente de

sus

inspiraciones.

invariable cuántos hombres

El

se en-

público sabe con una precisión briagaron el dia anterior, cuántos maridos golpearon a sus mujeres i cuántas mujeres hicieron aprehender a sus maridos. Cuando el una ca parte está mui pobre i el injenio mui despierto, se levanta lumnia a los cocheros, o se describe un robo imajinario, q se habla de una familia envenenada con Confituras pintadas de verde, o se dice que

una

cendido

¡Si

sirviente estuvo

de quemarse viva por haber en mano un tarro de parafina.

punto

fósforo teniendo

un

ya

a

la

en

coche! Si ya no se puede comer se puede vivir sino con las puertas trancadas! Si ya hacerse con la parafina! eselaman las viejas santi

no se

puede

andar

en

dulces! Si ya no no halla una qué

leer estos horrores. Esclamaciones inútiles. Cuando no indica el número del coche, ni el nombre de la familia envene nada, ni la casa en que se verificó el robo, ni el hospital en que se no ha habido ni coche, ni parafina, ni ro -curaron las

guándose al se

bo, ni de

quemaduras, Pero ¿qué seria de laserónicas actuales sin carruajes público, sin rateros, sin óxido de cobre i sin aceite dé pe

veneno.

uso

tróleo?

-

El cronista

es

vistas de teatro

juez obligado

son una

de las

públicas, i las re grandes especialidades de nues

de las_ funciones mas

industriosos, los perros i monos sabios, loa caballos de Chiarini, ios títeres de Blanetti, los acróbatas ameri

tra prensa.- Los ratones canos, los

equilibristas japoneses,

liana, las compañías de Jarques i Sánchez Osorio, el Ruiseñor de

los bufos de París, la

ópera íta¿

Víllahwiga, García, Alcántara; Pelequen, Cavara b Cuello^ la

Baquedano, la Patti i la Mazzuco, Bermonct i Torres, Ernesto Rossi i Julio Garay, todos han sido objeto de los mismos aplausos, de las mismas alabanzas i de la misma admiración. Paladini i la


4b4

REVISTA DE SANTIAGO

Las frases

encuentran estereotipadas. Cuando los artistas sobrepujan a sí mismos, permanecen a la altura de su rol, i están siempre o sublimes o magníficos o espléndidos. El estranjero qué a la distancia acostumbre recorrer nuestras revistas teatrales, se asombrará de que este país, rincón del mundo, .tenga incesantemente en su escenario artistas irreprochables. En se

no se

vidiará sUj buena suerte,; i creerá que los diccionarios de

poráneos célebres adolecen

de

contem

lamentable deficiencia.

una

Nunca se analiza un carácter, una situación, un movimiento. Jamás se penetra en el espíritu del autor para juzgar por él el des .

empeño del

No hace muchos meses el payaso de un circo preguntaba:—¿Eh,qué se parecen los abogados a las ruedas de. los actor.

coches? (Los espectadores guardaron silencio, i el payaso conti nuó triunfante:—Para que las. ruedas den vuelta es necesario un tarías con aceite; para que trabajen los: abogados es necesario un tarles la

mano con

ófrecian al

público

dinero. Al dia esta

especie

siguiente

como una

De esta ; ausencia de criterio i de

dos de nuestros diarios

muestra de

esta

espiritualidad.

abundancia de admira

ción ha resultado algo deplorable: el buen gusto se ha viciado. al tiempo mismo de nacer. Los hombres ilustrados pasan por sobre estas alabanzas sin leerlas, el vulgo las lee i les presta crédito, las

tropas de ia. legua

autorizadas para tomar

se creen

nuestro teatro, i el nivel artístico desciende

La misión de la prensa es purarlo cuando se corrompe, diarios han invertido mas,

decidida

sus

protección. público

cuentemente al

crear

dñij irlo

Durante las

cuando

i han

deberes, con

posesión

de

dolprosa rapidez. el gusto cuando no existe, de con

estravía. Nuestros

se

prestado

'

a

lo grotesco su obsequió fre

largos producciones poéticas años

se

locura; i

de

un

dia

enajenado. Así favorecida, se hizo -incurable su pidió al intendente de la provincia permiso para representar en el Teatro Municipal de Santiago un drama titulado: Viva Chile!. La prensa apoyó la solicitud, los censores pusieron al pié del drama su un

visto bueno, i el intendente concedió la autorización. Nunca el

concurrencia mas numerosa. El lo? público le regaló un ramo de ortigas i d« alfalfa;, armado sobre una barreta, i los hombres mas graves, i lat señoras mas distinguidas, i las jóvenes mas tiernas de nuestra sor cjedad aplaudieron con ambasmanoslo que soloerauna vergonzosa prostitución del arte, una burla cruel de la desgraciad un punzante

TeatroMunicipal

cp

declamó,

sarcasmo

sus

ha tenido

una

versos, el

contra nuestra, civilización,

.


'

PRENSA

LA

4b£>

DIARIA

Na tenemos noticia de que en ningún teatro del mundo se haya hecho jamás algo semejante. Se exhibe a Tom Puce, al Esqueleto son hoi Vivoya los Hermanos Siameses. Las deformidades físicas donde un ramo de la industria humana. En Chile es por primera vez

las deformidades intelectuales han tenido i autoridad que les ofrezca un Teatro

esploten

empresarios que las Municipal. Verdad

también que en Chile es donde por primera vez han tenido prensa seria que les ofrezca su publicidad. A esta falta de inventiva i de Criterio se agrega un desconocimien de la gramática i del arte literario. De de la to

lengua,

completo

pesca al vuelo una palabra feliz i se la repite hasta el cansancio.' Cinco veces en ocho dias hemos léido que para pintar á lainnjéres1 necesario mojarla paleta en los colores del ar tarde

en

se

¿Deberemos añadir que

iris.

co

tarde

cepto de

ha

se

repetido

sin

cumplitse

el pre

Diderót?.

Las revistas

bibliográficas

corren

parejas

con

las revistas teatra

les. Para citar soloun ejemplo entre mil, basta recordar que los Secre tos del

Pueblo,

secretos

Cuya revelación fué

recibieron durante

punible, najes de toda bertad,

largos

meses

los

un

acto de indiscreción

mas

entusiastas home

diario, la Lrprensa, exceptúade manos que se por desgracia prematuramente escapado si

nuestra

proponían dar importancia Si la crítica literaria

es

se

un

solo

i

dignidad a nuestro periodismo. (1) imperfecta, loes tadavía mucho mas en

algunas otras manifestaciones del arte, sobré todo en materia de pintura. Creía Larra que bastaba tener audaeia i disponer de diccionario para constituirse traductor. Entre nosotros pa hacerse crítico se necesita mucho menos: basta con tener audacia.

un

ra

No

posee el mas pintura, ni de

se

dece la

tecnicismo que

lijero sus

conocimiento de las

elementos

primordiales

de los talleres, i sin embargo han alcanzado hasta el honor de ser

vulgar

a veces

reglas

Naturalmente, ello sirve para corromper

ni

se

que obe siquiera del a

hacen críticas

reproducidas.

nuestro

escaso

gusto

por las artes. Las viejas se extasían ante la imitación de una chis pa de fuego i la ceniza de un brasero, que tienen tanto mérito c<>-

cigarros de chocolate en que un pedazo de papel lacre imi ta el fuego í una tosca pintura la, ceniza. Para juzgar amas -de un pincel, nuestros diarios han obedecido al criterio de las viejas. mo esos

|1) Dqn Justo i don Dom'^-go Aríi aga R.

DE

S.

T.

III

^¡emparte. 84


466

REVISTA DE SANTIAGO

Este grosero realismo se ha llevado hasta el paisaje; i aquí don de no hai mas que asomarse a la ventana para observar el ■

juego

déla luz i de la sombra i el movimiento gradual de los. colores, se leen a cada paso críticas monstruosas que revelan solo la ignoran cia del autor que las, escribe, la induljencia del público que las to lera i la ausencia de alguien que se encargue de evitar a nuestra

prensa estos vergonzosos frutos de

su

mezquina orga

nización. De

_

vez en

cuando,

verdad, aparecen apreciaciones intelijenestudie, medite, trabaje, i se acerque

es

tes. No falta aficionado que

diario para soücitar como un favor la publicación gratui,t» del resultado de sus tareas. No siempre se consigue. Los diarios querrían aplicar el marco de sus tarifas aun a los artículos que

a un

van a

favorecerlos.

,

.

-

Si por las columnas de la crónica se busca en vano la intelijen cia, la inventiva, el injenio, el criterio, el estilo, la ilustración,

tampoco

se

Para

busca

en

ellas

con

mejor

los diarios de

éxito

un

poco de actividad. tienen que aparecer

publicarse Santiago primero en los de Valparaíso muchos de los acontecimientos impor tantes ocurridos en aquélla, rumores políticos, causas criminales diversas noticias de interés. El telégrafo trasandino ha cumplido en

existencia; estamos en comunicación inmediata con Buer nos Aires i, puede decirse, con Montevideo, puertos a que llegan un

año de

Europa dos o mas vapores por semana. Por medio del alambre seria posible conocer [frecuentemente i con catorce dias de anti cipación las novedades del viejo mundo, i hasta hoi son raros i con tados los despachos de la República Arjentina que han recibido hospitalidad en nuestra prensa. Que han recibido hospitalidad de cimos, porque ninguno se ha enviado directamente a nuestros dia rios; todos ellos han venido a individuos particulares que los en tregan gratuitamente para su publicación. El espíritu de rutina que distingue a nuestra prensa la hace ver un desembolso a pura pérdida en lo que es un gasto eminentemente reproductivo, El He rald de Nueva York acojió con los brazos abiertos el cable tras atlántico,: en el cual divisaba una fuente inagotaMe de novedad i por consiguiente de riqueza, pagó veinte mil pesos por la trasmi sión de su primer telegrama, i nunca veinte mil pesos de esa caja, Dr. que ha costeado una espedicion para seguir las huellas del fueron del las ardientes arenas África, mejor re Livingstone por cronissus manda de Santiago compensados. Pero ¡qué! la prensa

de

nos

,


LA

PRENSA

Ib/

DIARIA-

clubs, copiar los telegramas de la pizarra sus telegramas. clubs los de la en pizarra fijar

tas

de los

a

cer

de ha

en vez

contraídas para con el público i sacrificando a los pequeños provechos debinstante las grandes uti lidades del porvenir, los diarios han establecido un impuesto sobre la vanidad estúpida i la maledicencia audaz. Desconociendo las

Con

una

tarifa, -se mación

o

firma

responsable! previo

el

importe

de los

precios

de

las columnas de la prensa una tribuna de difa panejíricó en favor o en contra de personas desconocidas;

hace de

ignorados que después de nada con el público que nada tuvo

dé difuntos humildes que hacer

nen

obligaciones

e

muertos

no

tie

que hacer con artículos de fondo los diarios no se

ellos durante su vida. En susdificultad ofrecen su sec ocupan de intereses" personales, pero sin ción de remitidos a los que quieren ocuparse de intereses de este

jénero. Ello hace de los diarios los

jugadores.

El

garitero

una

se

especie

de

abstiene de

garito abierto siempre a jugar, pero alquila sus

asientos por un precio determinado. Así se marcha a la segura; Se tienen todas las ventajas del vicio sin ninguno de sus inconve nientes.

En esta materia

podia establecerse un principio jeneral que

tarán sin duda los que

ven un

síntoma de decadencia

en

este

acep des

enfrenado mercantilismo. O el comunicado és de interés

público, acpjerlo, patrocinarlo i darle el prestijio de su nombre, o es de interés personal, i debe rechazarlo. Lo que hoi pasa es un singular contrasentido. Cuando se dá cabida a un comunicado de interés esclusivamente personal, los suscritores pierden el espacio- que ocupa ese comunicado, i lo que es una pér dida para el suscritor es una ganancia para la caja de la impren i entonces el diario

debe

ta. El suscritor tiene menos que razón

de veinte

una rara

o

leer, pero el diario ha cobrado a De este modo, i por

cuarenta pesos por columna.

inversión de

papeles,

se

indemniza al diario de los sacri

ficios que el mismo diario impone al suscritor. ¿Qué seria de lalibertad de la prensa, dicen algunos, fácil

qué seria

del

que la prensa debe ofrecer a todos los individuos, in tereses i opiniones si negara su hospitalidad a cuanto no estuviera acceso

directamente relacionado con los intereses públicos? Por otra parte, el alto precio de las tarifas para las inserciones de esta especie es un

poderoso

correctivo.

Error. La libertad de la prensa nada tendría que sufrir: el

co-


4°«

REVISTA DE SANTIAGO

municador

apelaría al folleto o a la hoja suelta de que él seria esclusivamente responsable. El público iría a buscarlos si deseaba conocerlos, no se le obligaría a recibirlos en publicaciones que pa ga con un propósito de todo punto diferente. Que el periéncia

alto

precio

de las inserciones

es un

no

correctivo, la

es-

lo demuestra. sin cesar. La verdad es que el periodispu?, sin fé en los resultados de un servicio leal eintelij ente, cede al incentivo inmediato que le ofre*

los pequeños resortes de una: industria mezquina. Las graves imperfecciones de que adolece nuestra prensa, se manifiestan de un modo todavía mas resaltante en los, estractoa que da de las sesiones del congreso. cen

El orador

parlamentario se encuentra eternamente amenazado, i víctima eternamente de dos peligros: la malevolencia i la igno-. rancia. es

La prensa

de

amiga

tiene la voluntad pero está en la impotencia su raciocinio i la fisonomía de su pala

la fuerza de

conservar

bra. EJ diario adverso está

en

esta

misma

impo tencia,

pero suele

tener, }a voluntad contraria.

No

pretendemos

indicar

aquí

las cualidades que deben adornar

redactor de sesiones. ElC°ngresO hace la lei i examínalos ac tos de la administración entera, i la administración abarca en su estenso círculo el interior, las relaciones esteriores,la colonización, a un

la

instrucción,

la

justicia,

el culto, la hacienda, la guerra i la

ma

rina. Por lo menos, pues,

es necesario poseer el lenguaje de gocios públicos i, como se trata de redactar, saberlo hacer. Un diputado que dejó de serlo i; ejuya ausencia ha hecho

cío

los

ne

un va

los sillones de la cámara, nos decia una ocasión: Leer tas sesiones es lp mismo que mascar corcho. I decía la verdad. en

Los que

no se

resuelven

a

verificar

un

completo

están hoi condenados

reputación oratoria, de tareas: después de pronunciar birlos.

-

■' ,

í;

sus ■

a una

sacrificio de

grave

es

su

duplicación

discursos, tienen que escri

<■:

El.público, if prineip'almenteel público provincial, -presta una fé ciega a la reseña dedos diarios. De aquí un notable desprestijio para la tribuna i, una constante falsificación del pensamiento i las fprmas parlamentarias. El Congreso comprende la necesidad de resguardar contra la acción del tiempo la verdad de sus discusiones que a la larga son


469

LA PRENSA DIARIA

el espíritu de las leyes, i gasta una considerable cantidad de pesos en la dotación de un cuerpo dé taquígrafos i la impresión de su

Boletín; pero

nadie

conoce

la existencia

de esta

siquiera

publi

cación, i nadie rectifica las inexactas versiones de los diarios

con

perfectas pero inmensamente mas aproximadas de la taquigrafía (1). Si el Congreso hiciera del Boletín Üftctal una edición numerosa, que podría venderse a ínfimo precio, conseguiría: dar a sus debates una estenSa publicidad i disminuiría la aceptación con hoi son reseñas que acojidas jeneralmente falsas i en todo Caso deficientes (2). Jas versiones

no

*

Como

se ve

por ésta

rápida aunque fatigosa escursion

nuestros

diarios, hai cierta injusticia

niega

protección.

su

,-.-V-

IV...

-

en

al través de público les

sostener que el

Todos ellos han aumentado

sus

dimensiones^

pero su calidad, hapermanecido idéntica. Han dejado, de aparecer lap sentencias de las cortes, pero siguen insertándose los nombra

mientos de abanderados i subtenientes para la guardia nacional de

Calbuco i

de los Ánjeles. A la literatura oficial, que no es segura modelo de buen gusto, se conceden entre nosotros Jos, honores de la publicación in íntegrum i solo de este modo se es plica que mientras en Francia el movimiento administrativo ocupa mente un

rara, vez

dos tercios de columna,

las dos

tres que

o

diariamente

(1) El Boletín Oficial

nunca

es

Chile

en

se

le

se

sienta sin

holgura con

consagran(3).

mencionado

ni

en

el

seno

del

Congreso

mismo. Los Oradores toman

siempre como base de su réplica la resega de algún diario. Especialidad de nuestro pais. (3) El servicio taquigráfico del Congreso es susceptible de mejoras sustan ciales: actualmente hai mas de un grave defecto que correjir en éí. Por otra parte, el Boletín de Sesiones podría combinarse con el Araucano .

que es hoi tan inútil como el Boletín. Haciéndose del Araucano o menos noticioso todo el movimiento a. que

tivo,

no

seria difícil

comprendiera

adquirir

en

poco

tiempo

una

vasta

diario

mas

clientela de suscritores i

avisadores que costearían en gran, pjirte su publicación. En la actualidad se nota este raro contrasentido: las leyes en los diarios de la industria particular antes de haber sido .

un

iministratiyo'i lejislai decretos

aparecen '

promulgados.

(3) Para quese vea hasta dónde llega la costumbre que censuramos, recuérdese que en un mismo dia se han publicado integras tres piezas les a la que sigue, que tomamos al azar:

pérfectamente'igua-

Señor comandante: El

capitán retirado que suscribe, encargado

de cuidar del


470

REVISTA DE SANTIAGO

Una condición característica de nuestra prensa es el alejamien to que por ella esperimenta la fácil de compren fenómeno mujer, derse si

se

recuerda qne todas i todos sabemos de memoria la como los santos del Calendario. Ebrios recoji-

crónica de cada dia

dos,

rateros

escapados, palomas fujitivas, mujeres conducidas pon auxiljp por pendencia, aquello es de una monotonía desesperante, i si a los diarios hubiera de creerse se podria decir que en Chile hasta para los delitos se carece de imajinacion. ¿Cómo despertar interés con noticias de este jénero? Lo único que en la prensa en cuentra la mujer es la crónica reUjiosa, que diarios acusados de herejes transcriben escrupulosamente de otro diario acusado de ca tólico, i las listas de defunciones en que siempre ocupan los pár vulos una parte principal. Pero no todos los dias hai nuevas festi vidades i no todas las mujeres son bastante sensibles para sentirse impresionadas al leer el nombré de cada muerto. Sin injenio, discernimiento, ni actividad para las noticias del in terior i del estranjero, sin criterio i sin conciencia para los espectá culos públicos, sin nada que los distinga a los unos de los otros, nuestros diarios- carecerían completamente de importancia i de in o

dividualidad sino fuera por sus artículos de fondo. Felizmente por este lado hai una débil compensación. En lo qué llama sus colum nas

editoriales, el periodismo chileno

se

muestra

elevado, digno,

nivel que puede iguales, nó superiores, eri la del Brasil, la prensa de el resto de Sud- América. Si se exceptúa

intélijente,

tener

a un

orden de los coches

en

la

plazuela

del Teatro

Municipal,

da cuenta que anoche

el cochero- que condueia el cochede uso particular de <lon Miguel Grachaga,- poco antes de salir la funci-m que se daba en dicho teatro, el mencionado cochero -e

negó obstinadamente de tener

arreglados

a

obedecer mis órdenes, i

se

colocó donde él

quisoj después

fila los demás

carruajes. Con el objeto de dar parte al señor Cruchaga de las faltas que sü cochero ha bía cometido a fin de que éste no se fuera, le ordené al soldadbTimoteo Cabezas, un empujón le echó al que subiese, al pescante; pero se negó a admitirlo i de suelo. Prevengo ademas que el referido cochero se negó a decirme su hombre. en

Santiago, agostó 27 de 1873— Diego Guerrero¡Virado'.' —Santiago, agosto 27 de 1873.— Pase al señor intendente de la provincia para Manuel Chacón. los fines a que haya lugar. —Santiago, agosto 27 de 1873.— Visto el parte anterior, el comandante de la guárd¡ municipal impondrá quince dias de arresto conmutables en veinticinco pesos de multa á favor de los establecimientos dé beneficencia de esta ciudad, al co cheró de don Miguel Cruchaga por las faltas cometidas en la noche del martes al —

'

salir la función teatral. Anótese i publíquese.— VicüSa íeeretavio.

Mackenna.— Franciieó

Antonio

Novoa,

pro-


PRENSA

'LA

Chile es la única que vicciones adquiridas abandonado

ese

en

este

con

estrecho

471

DIARIA

continente obedece

honradez i

con

personalismo

la prensa del Plata i del Perú. Tales como se encuentran en el dia, nuestros diarios son una sustancia que ■

principios

a

i

con

estudio, la única que ha

en

que

no es

se

inspira, todavía

avanzado

engorda

a

repetir

los que la

que

ven

los que la compran. Afortunadamente, los que la compran podrían principiar a alimentarse i podrian seguir engordando los que la venden si eítos últimos quisieran hacer cier den i

no

al ¡menta

a

sacrificios que como la limosna producen ciento por uno.

tos

evanjélica,

i

en menor

plazo;

La prensa chilena es la única quizás que acostumbra reunir en mismo individuo las dos opuestas funciones de buscar las noti

un

cias i redactarlas. No hai

en-

los diarios nada

mas

leido i nada

mas

descuidado que la crónica. Todos los lectores, frivolos i serios, la recorren con curiosidad. Saber qué pasa es uno délos mas ardieñtes'deseos que temblor de la

madrugada

dia

nos

siguiente

del

aniego; mejor

leemos

ha hecho escapar despavoridos, i al preguntamos: ¿Qué dirá el diario de la lluvia/ nos

del temblor? El diario está

noticias que tras

La lluvia de ayer nos ha caído ha inundado nuestras habitaciones, el-

espérimenta elpúblico.

encima, el aniego de anoche

ignoramos

conocemos

i de

en

la

obligación

de darnos

repetirnos noticias

él hecho qué

se nos

que sabemos. Mien narra, con mas interés

descripción. Es lo que nos pasa con' una eomedi-a^'de Costumbres por ejemplo; pero, como en este caso, exijimos en aquél que una chispa deintelijencia disminuya la opacidad de las cosas que han llegado a sernos familiares. Después de -haber vivido' cua renta veranos i cuarenta inviernos, leemos con pl'aeer al cronista de espíritu que nos habla del barro del invierno i del polvo del verano. Los diarios de Buenos Aires deben -probablemente a sus gacetillas gvan-phHe de su circulación. "

su

Entre

ha

ensayado mas que una crónica. La Libertad- habia puesto esta sección en nosotros

no

se

vez

la buena

manos

de ún

joven de espiritualidad inagotable que de nadas esquisitos hacia pár rafos encantadores (1). Muerta la Libertad, el ensayo no ha vuel to a practicarse.

(1) Don NicoUs Peña Vicuña.


472

revista

Como el que

arriba lo hemos

mas

cumple

no

en

ninguna

con

esta

parte

de

de santiago

indicado,

sus.

como en

el servicio

del

estranjero

condiciones. El Mercurio, que

muchas otras hace mayores

es

sacrificios,

corresponsales en San Francisco, Londres* Paris, Madrid i Viena. Su correspondencia de Lemonius forma autoridad en mate

tiene

ria comercial i las cartas que Dick le envía de California son siempre de lectura interesante i de. útil aplicación a nuestro

país. El mal está

historia, ni

que estos

en

nuestros

corresponsales

hábitos, ni

nuestras

no

nuestra'

conocen

necesidades, ni

nuestros

ni nuestro territorio. Por la distancia progresos, ni nuestro clima nos hallamos del viejo mundo, vivimos en circunstancia^wfsa que

completa indiferencia oul acon importancia: para; el ptro tecimientos, apreciaciones a continente. Encargando individuos/que nunca han pisadp núes-, tro suelo la tarea de mirar por nosotros la marcha, de hi Europa,. hacemos como el miope que por ahorrarse la molestia de ir. ab^s*; car personalmente sus anteojos los enviara a comprar,cpn Bij^terperp. Los anteojos llegarían a su poder, pero probablemente? np, .J^s^rr

peeiales

que

nos

hacen mirar

con

i detalles de

,

virian.

■•

,

_

corresponsales perfecto

Necesitamos

A

'

:

.n,.¡

-,

que lleven allá nuestro criterio, flPfr

fl4i$?aWP^í

de lo que somos puedan délo vista que son las napiones m:u$ antiguad lp quedebemps la nuestra; necesitamos corTespon^enci^s.tfPfl mas adelantadas que cierto sabor local -que nos las haga apetecibles, con iftdic^gnps es* con un

conocimiento

ser en

intelijentes que incesantes déla Europa.

tudiosas

e

nos

los progresos

permitan aprovechar :

,

,;

.

;.

,,

por sí mismo Ips e^ptoSrClje, es ta organización.. Las cartas de San- Val le dieron una irnppr^ci^ considerable, i para satisfacer las exij encías crecientes,,^ píTbrí,5c' los demás diarios tenían que soportar el bochorno de reprQdupifJas, El corresponsal de California es un iru^ividuo

El Mercurio ha podido

apreciar

escrupulosamente. que

de

conoce

mas

de

país, i a sus cartas se debe ya la in^p^a^qipn mejora en nuestros procedimientos agrícolas re In

nuestro una

dustriales.

Ignoramos

:

por

qué el Mercurio

no reúne en uno

,

<

sotylos.ftubdJT

vididos desembolsos que estos diversos corresponsales deben im interés ponerle. Así volvería a dar a sus noticias estran jeras—uu— i no tendríamos que leer las elucubraciones po

siempre palpitante,

líticas i las escursiones que hacen por el espíritu de Bismark, Me-


PRENSA

LA

ternich

Grortschakoff escritores de

o

47d

DIARIA tres

al

cuarto sin

estilo ni

profundidad (1). Tal

dría

encuentra

como se

sin embarazo de

suprimirse

ría si

le diera

se

debates del

establecida, la redacción de sesiones po

reseña

una

Congreso

ningún jénero. rápida, intelijente i

El

público gana estimativa de los

Nacional.

V.

Queda esplicada la restrinjida edición de nuestros diarios, i pue* con completa seguridad que, introduciéndose en ellos las fáciles reformas que necesitan, alcanzarían con prontitud a ad quirir una cumulación semejante por lo menos a la que tienen los de afirmarse

de Buenos Aires.

la

justificar publicidad de estos últimos se observa que allí el elemento estranjero es inmensamente mayor que entre nosotros: se la atribuye á la influencia excesiva de inmigrantes. Pero por lo jeneral los inmigrantes no llegan a Buenos Aires ni a nino-una Para

parte

en

situación de entregarse inmediatamente

cada nacionalidad está allí

luego pio, i especial: Standard', Courrier los

los

que

la

lectura i

representada por órgano pro tienen el River Plata Times i el diario de primer orden, los franceses el

ingleses es un

déla

españoles

a un

Plata,

el Correo

los alemanes el Deutsche Zeitung EspaNa i los italianos el diario de

de

este nombre.

Obsérvase también que por su condición de puerto Buenos Aires encerrar un enérjico movimiento mercantil. Sin duda; pero

debe

Santiago i Valparaíso han llegado a ser dos barrios de una misma población, i sus cinco diarios reunidos no imprimen la mitad siquiera de los ejemplares que se tiran en Buenos Aires. Lejos de ser un negocio a pura pérdida, como constantemente se repite, la prensa es una de las especulaciones mas productivas en que puede encontrar colocación el capital intelijente. Para comprenderlo basta no olvidar que, a pesar de este pésimo servicio que hemos venido

censurando,

no

hai

un

solo diario que

no

cos-

Un corresponsal de Madrid, a renglón seguido de avisarnos la muerte de mujer para disculpar la falta de interés de su correspondencia, entraba a des

(1) su

cribir

un

bailé

en

que según

nido. R.

DE

S.

T.

III.

sus

propias espresiones

habia estado mui entrete or


474

REVISTA

En los últimos ocho años

DE

SANTÍAéÓ

han hecho

pruebas que parecen des truir la verdad de esta afirmación. Los diarios qne en ese período han visto la luz pública se han sostenido penosamente, han intro ducido mejoras mas o menos importantes, han contado con tías

mas o

menos

se

ardientes,

i han sucumbido al fin. Ello

simpa espli-

se

ca con facilidad: los antiguos tenían por suyo el hábito; fuerza poderosa en materia de prensa, i en razón de su misma an tigüedad disponían de recursos que no estaban al alcance de los nuevos. La competencia trajo un progreso considerable, i a ella éstos últimos no pudieron resistir. Desaparecieron, i los diarios antiguos volvieron desde ese instante a su pesada marcha de cos

tumbre. Para se

al

a

llegar

a ser un

negocio lucrativo el periodismo necesita dar a pura pérdida en su primera edad, hacer numerosas que le permitan ir a golpear a la

conocer, sostenerse

ediciones

principio

puerta de cada casa, de cada oficina, de cada taller, de cada habita ción. No lo han hecho así. Han

lesimponian

desde

su

aparecido

nacimiento

una

con

débiles

embarazosa

recursos

qne

economía; han he

cho ediciones de 500 ejemplares que son para el público como una gota de agua para el mar; han querido costearse desde el primer dia i

utilidades desde el dia siguiente. No ha sido posible, i los em presarios se han desanimado: para no perder lo más se han resuelto estaba a a perder lo menos, probablemente cuando ya la semilla

tener

jerminar. Pero no es pobre una mina porque el que ha comenzado a trabajarla la abandona. Le ha puesto una labor estre cha, la escavacion marcha con lentitud, el metal no llega, la mina se punto

de

desampara. Cae en manos de otro que cuenta con mayores elemen tos, la labor se ensancha, el trabajo se activa i la riqueza se presen ta.

En la prensa, es a este otro a quien se aguarda todavía. Los defectos que notamos en nuestros diarios tienen una causa se comprenderá al primer golpe de vista formándose idea de

que lo que

su servicio intelectual importa en otras secciones de nues mismo continente: naturalmente no podemos tomar por tér mino de comparación a los de Europa ni a los de Estados Unidos-

tro

La diferencia seria chocante i en vista deella el público no tuvieran un solo suscritor. que nuestros diarios

podría

esplicarse

Montevideo i Buenos Aires el personal diarios se compone de dos re permanente e invariable de los noticiosos o cronistas, un ájente dactores políticos, dos redactores En Bio Janeiro,

de noticias

o

corredor de crónica, dos traductores i un

gacetillero,


LA

470

PRENSA DIARIA

todo ocho individuos sin contar con los corresponsales europeos tienen altas remune que como los del Jornal do Commercio raciones. Estos ocho individuos imponen en Rio Janeiro un gasto en

anual que asciende no

baja

a

25 mil pesos i que

de 12 mil. La Patria de

en

las otras dos

todos los del Pacífico, ha introducido reformas que portarle menos de 16 o 17 mil pesos, i nojeniendo cuatro años de

existencia

es

capitales

Lima, diario el mejor servido de

ya la

hoja

de

no

pueden

mas

circulación

mas

im

de tres en

o

el

Perú, En Chile la prensa ha reducido el personal i el costo de la re a una estrechez inconcebible. Un solo redactor político,

dacción

solo traductor

un

o

redactor de

de noticias forman todo nuestros diarios el

obran

su

tijera, un personal, i en

gasto anual favor

el

ájente importante de

mas

o

excede de 7,500 pesos, apesar de ventajasen otra parte desconocidas no

que aquí para la prensa. Como lo hemos indicado, timbre i el correo le presta sus balijas sin su

en

solo cronista

no

existe el derecho de

exijirle

una

sola estam

del Estado la siryen por precios proporcionan gratuitamente sus propios despachos en caso de lluvia, temblor o cualquiera otra no vedad ocurrida en las provincias. Con este limitadísimo número de empleados i con este escasísimo desembolso, los diarios no sa-de

pilla

de

una

franqueo.

Los

telégrafos

baratura fabulosa i le

brian

como

ciales

a

cados

(1).

llenar

que ya

columnas sino fuera por los documentos ofi hemos referido i por la abundancia de comuni

sus

nos

este último tiempo los diarios de Santiago se peligro sérúx Un círculo de distinguidos escrito res, entre quienes habia notables estadistas, tomó a su cargo la re dacción de la República. Aquello fué como inocular sangre robusta en un cuerpo debilitado. Desgraciadamente i por causas estrañas a este trabajo, la combinación subsistió apenas unos cua tes dias; pero en ellos se vio con claridad que, a haberse prolonga do, la República habría en pocos meses triplicado su circula

Solo

una vez en

han visto

en un

ción. Todos nuestros diarios, hemos dicho, han aumentado considera sus dimensiones sin que por eso la condición del público

blemente

(1) tos.

El Jleramo debe considerase Probablemente los

mil pesos anuales.

como una

escepcion

por lo que

gustos de redacción del ileicurio

no.

respecta

bajau

a

de IQ

gas u

II


476

REVISTA £E

Hai

-haya mejorado.

mas

avisos i

SANTIAGO

remitidos,

caben

mas

panejíricos

i oraciones fúnebres; pero la calidad de la lectura permanece idéntica. Los materiales que se elijen sin criterio, los trozos que se

reproducen

sin examen, las sesiones

parlamentarias

que

se es

criben sin fidelidad, los artículos que se traducen sin gramática ni discernimiento, la crónica que se hace en jerga sin intelijencia ni interés son para los diarios como las cargas de gran volumen i de poco peso para un ferrocarril: ocupan espacios no puede valorarse en la romana. Aumentando

minuyendo su escojida,

masa, los diarios estarían

i sa flete densidad i dis

enormes su

aptitud de dar una lec provechosa podrían al mismo tiempo re ducir sus gastos de papel i composición. Habría en ello economía para su caja, prestijio para su nombre, i utilidad para su clientela. tura

En

su

individualidad. Salvo el

honor suyo,

apenas estos

se

distinguen

fisonomía

propia,

hacen

propaganda

i mani

doctrina, fidelidad a un principio, lealtad en por convicción. El resto de sus columnas es un conventillo con amor

reses

una

alquiler abiertos cualesquiera que ellos

cuartos

-bazar pre

Independiente, que, sea dicho la prensa un simple mostrador, los demás por su título i sus artículos de fondo. Solo en

no ve en

conservan una

fiestan una

en

i

del mercantilismo nuestros diarios han hecho el sacrifi

aras

cio de en

nutrida i

se

de

a

todas las

sean

i los

opiniones, personas e inte propósitos que persigan, un

buscar lo que necesita como que siem tiene cuidado de ofrecer escuadras al masón, sotana al jesuí

én

que cada

uno va a

ta, crónica relijiosa a las beatas, capítulos de Renán a los incré dulos, conferencias del padre Félix i abjuraciones del padre Ja

cinto, encíclicas del Papa dotes católicos i

i cartas de

Mazzini,

sermones

de

sacer

de sacerdotes protestantes: deplorable conducta que habrá de subsistir mientras para guiarse en el mar de la publicidad se tomen por brújula las fluctuaciones mezquinas sermones

de la caja i nó las severas indicaciones del deber, cumplimiento en las empresas mercantiles como en sociales es la mas sabia i productiva especulación.

cuyo estricto las relaciones

De las observaciones anteriores pueden deducirse con rigorosa exactitud las siguientes consecuencias: Dado el servicio actual de nuestros diarios, el público les dis pensa

una

protección

mayor que

la que merecerían

en

justicia;


LA PRENSA

477

DIARIA

pro negocio a pura pérdida, la prensa e considerables los rendimientos lo prueban especulación: incesantemente progresivos de los diarios que cuentan con cierta antigüedad; La desaparición de los que no han podido sostenerse, nada dice contra la afirmación que precede: o han sido iguales a los existen tes, i el público entonces no tenia por qué preferir los nuevos a los viejos, o les ha faltado capital, i entonces ni han podido darse

Lejos

de

es una

ser un

ductiva

a conocer

ni han alcanzado

El diario que tenga fé

a

formar

en

un

hábito de

los resultados de

su

un

lectura;

servicio inteli

jente i concienzudo, que vea en los telégrafos una esperanza i nó un peligro, que haga de la crónica una sección amena, nó un mal rejistro de policía, que publique del estranjero noticias rápidas, útiles i ordenadas, nó confusas, estériles e inintelijibles, que reduz su ca sus dimensiones i ensanche lectura disminuyendo así sus gastos materiales de papel i composición para aumentar su gasto intelectual, el diario que cumpla con estas condiciones absorbería en poco tiempo la pubbcidad de los actuales, que solo son sopor tables a falta de otros mejores, haria para sí mismo un buen nego cio i prestaría grandes servicios al progreso del país. Fanor VELASCO.

LA EDUCACIÓN DE UN PADRE

(ESTUDIO

moral

María estaba sentada al lado de nel

Kleimberg, pasando decia al joven:

la

mano

de

su

legouvé.)

desposado.

sobre la cabeza

Su

padre, e! coro querida de su hija

-Usted conoce a esta niña, mi querido Gustavo; pues bien, ha si do mi preceptora. Ud. dirá talvez que mi educación ha principiado un poco tarde ¿i no es cierto que desea saber qué es lo que ha po dido enseñarme mi institutriz? Me ha enseñado a ser lo contrario de lo que el diablo me habia hecho. Una chiquilla de seis año3 —


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