encuentros
T E X T O :
Mamas Gun
D A V I D
encuentros
M O R E U
La música afroamericana ha tenido una larga tradición en Inglaterra desde los años sesenta, cuando Beatles, Stones e incluso Led Zeppelin adaptaron los sonidos del Sur de los Estados Unidos y los convirtieron en la banda sonora de aquella época tan idealizada.
LA NUEVA BRITISH INVASION C
omo es lógico, han tenido que pasar varias décadas e infinidad de modas para que esa “apropiación cultural” volviera a despertar el interés de las nuevas generaciones. Entre los responsables de este resurgir encontramos a Mamas Gun, una banda londinense que ha editado cuatro álbumes de soul muy bien recibidos por la prensa y que se ha consagrado como un fenómeno en Japón. Aprovechando que este mes estarán de gira por nuestro país, hemos hablado con su cantante, Andy Platts, para descubrir los entresijos de su carrera y las bondades de su último álbum. La leyenda cuenta que pasaste varios años trabajando como compositor, hasta que en 2007 pusiste un anuncio en MySpace para encontrar a músicos y formar una banda en Londres… Firmé mi primer contrato editorial con Zomba Music Group en 2005. Ten en cuenta que había pasado los cinco años anteriores aprendiendo a escribir canciones y desarrollando un estilo personal como compositor y cantante. Entonces tuve la oportunidad de colaborar con algunos de los mejores profesionales del sector, como John Oates, Rod Temperton y Jeff Barry. En 2007 ya había trabajado como cocompositor en varios proyectos y estaba preparado para emprender una carrera por mi cuenta. Pero en aquel momento todavía no tenía claro si quería hacerlo como artista en solitario o como miembro de una banda. Recuerdo que colgué algunas canciones en MySpace y también puse un anuncio para encontrar a músicos de Londres. Gracias a que tuve suerte y mucha serenidad conocí a cinco tipos que aceptaron reunirse conmigo al Este de la ciudad para ensayar algunos de mis temas. El nombre de Mamas Gun adapta el título de un álbum de Erykah Badu. ¿Por qué os sentís tan vinculados a esta concepción beligerante de la música soul y qué crees que la hace tan especial? Si te soy sincero, a todos nos encanta la música que Erykah Badu grabó al principio de su carrera. Con el paso del tiempo he llegado a la conclusión de que esto tiene mucho que ver con el sonido de las palabras y al hecho de que nos parecía una pronunciación muy cálida y explosiva al mismo tiempo. Además, existe una larga tradición de bandas que adaptan títulos de álbumes de otros artistas para su propio nombre, por ejemplo Deacon Blue y Radiohead. Nosotros solo nos propusimos que fuera una extensión de esa idea. El soul y el funk se convirtieron en la banda
48 | RUTA 66
sonora del movimiento por los derechos civiles a finales de los años sesenta. ¿Crees que la música y el arte todavía pueden cambiar la sociedad? ¡Por supuesto! De algún modo, todas las disciplinas artísticas tienen el potencial de reflejar la realidad y de influir en la mentalidad de la gente. Sin embargo, creo que en aquella época tuvieron un papel más importante en el cambió político que se vivió porque la música se encargó de derribar muchas barreras sociales y se adentró en territorios que, hasta entonces, eran completamente desconocidos. Supongo que era el momento perfecto para que eso sucediera y las condiciones resultaron adecuadas para que expresiones artísticas muy potentes sintonizaran con los cambios que se vivían en la política. Gracias al éxito de vuestro álbum Routes to Riches os convertisteis en estrellas en varios países asiáticos. ¿Cómo vivisteis aquella experiencia que marcó a fuego el inicio de vuestra carrera? Que una de nuestras canciones se convirtiera en un éxito enorme en Japón fue una gran sorpresa y, como es lógico, supuso un shock. Gracias a ese inicio tan fulgurante hemos podido organizar giras anuales por Asia desde 2009. Cada país de ese continente tiene sus propios rasgos distintivos en cuanto a expre-
}
tonces. Jack era un personaje bastante pintoresco debido a la ropa que llevaba y a las historias que me contaba, aunque también era un tipo muy tranquilo. Visto en perspectiva, puede que su trabajo en Routes to Riches fuera demasiado lustroso y grandilocuente. Pero si no lo hubiera hecho de ese modo, yo no estaría respondiendo ahora mismo a esta entrevista. Vuestro anterior trabajo se titula Cheap Hotel y desprende esa sensación de viaje en el que pasas la noche en medio de ninguna parte. ¿Se trataba de un guiño a los inicios humildes de la banda? El verdadero Cheap Hotel al que hacemos referencia se encuentra en Amsterdam y es donde pasé una noche cuando trabajaba con un artista holandés que se llama Alain Clark. Era el peor hotel en el que me había hospedado y las paredes eran tan finas que podía escuchar a una pareja practicando sexo muy agresivo en la habitación de al lado, mientras en la otra había un bebé que no paraba de llorar. Además, recuerdo que el sitio olía fatal. Las prostitutas entraban y salían a todas horas. La comida siempre estaba fría y mal cocinada. Así que, en lugar de tratar de dormir en ese agujero de mierda dejado de la mano de Dios, pasé las horas documentando lo que mis sentidos percibían desde la habitación 1712. Y de ahí salió un disco titulado Cheap Hotel.
Nací a finales de los setenta y crecí escuchando música gracias a un walkman y a la colección de vinilos de mis padres. De aquella época echo de menos la artesanía, la sofisticación y la paciencia del proceso de composición
sión social y nos encanta apreciar esos aspectos tan únicos cuando interactuamos con el público en los conciertos, pero también fuera del escenario con los fans y a la hora de compartir mesa con nuestros colegas asiáticos. No hay nada como sentarse a comer con alguien local para favorecer que las culturas se mezclen y que se surjan buenas amistades. Jack Joseph Puig se encargó de mezclar vuestro debut en los estudios Ocean Way de Los Ángeles. ¿Tuvisteis la oportunidad de viajar a California para trabajar con ese referente del rock? Yo era un gran seguidor de los álbumes que hizo con Jellyfish y por ese motivo quise que mezclara nuestro primer álbum. Pasé un mes entero en Los Ángeles trabajando mano a mano con él en aquel estudio tan legendario. Ese viaje fue una experiencia muy satisfactoria porque regresé a Inglaterra con un disco mezclado bajo el brazo que sonaba como la mejor cosa que había hecho en mi carrera hasta en-
+ INFO
Mama’s Gun presentan su último álbum, Golden Days (2018), con tres fechas peninsulares. Apunta, soul brother: jueves 14 de marzo, Teatro Circo Murcia, Murcia; viernes 15, Sala Clamores, Madrid; y sábado 16, Jamboree Dance Club, Barcelona. Dice la crítica que Stevie Wonder estaría orgulloso de ellos.
Uno de los temas más populares de ese álbum habla de las cintas de casete y de una manera de entender la música que se está perdiendo. ¿Qué impresión tienes de la industria musical actual? Nací a finales de la década de los setenta y crecí escuchando música gracias a un walkman y a la colección de vinilos de mis padres. De aquella época echo de menos la artesanía, la sofisticación y la paciencia del proceso de composición porque la música mainstream actual ha perdido la mayor parte de esas virtudes. Por supuesto que sigue habiendo buena música, pero debes buscar más para encontrarla. Yo acostumbraba a usar samples y programación para escribir canciones y eso me ofrecía un gran abanico de opciones. Sin embargo, hace tres años regresé al punto analógico donde todo empezó. Y es algo que me encanta porque resulta atractivo e intuitivo al mismo tiempo. Por supuesto que utilizo el ordenador, pero solo para el 25% del tiempo que dedico a hacer
música. Prefiero poner más energía a experimentar con la ubicación de los micrófonos o con los acordes vocales para lograr la mejor versión de cada idea. Por curiosidad, ¿dónde encuentras la inspiración para componer las letras de las canciones? Imagino que debes viajar por el mundo con una libreta en la mochila para anotar ideas… Siempre llevo una enorme libreta para apuntar ideas, letras y títulos de posibles canciones. Intento encontrar tiempo para escribir algo cada día. Es complicado tratar de forzar la magia a tu antojo, pero puedes poner mucho de tu parte para estar preparado cuando ese momento inesperado aparece. He utilizado todo tipo de superficies para anotar letras de canciones, desde posavasos en bares hasta billetes que tenía en el monedero. Leer siempre resulta de gran ayuda, por este motivo me gusta la literatura de ficción. Sin embargo, ahora estoy enfrascado en la biografía de Phil Spector. ¡Vaya loco hijo de puta! El año pasado lanzasteis vuestro cuarto ál-
bum, titulado Golden Days, y afirmasteis que se trataba de un sueño hecho realidad para la banda. ¿Qué retos creativos afrontasteis en esa ocasión? El objetivo era transmitir una vibración especial en su conjunto, con un estilo muy arraigado en la vieja escuela. También queríamos que sonara como cinco tipos tocando juntos en el estudio y divirtiéndose muchísimo. En el pasado hemos intentado abarcar muchos territorios distintos y hemos tenido éxito en varios estilos. Pero esto puede hacer que las cosas resulten un poco confusas. Golden Days representa un punto de inflexión porque es la primera vez que no hemos contado con un productor externo y hemos conseguido un sonido cálido y muy orgánico. Este mes estaréis de gira por tres ciudades españolas para presentar las nuevas canciones y vuestros clásicos. ¿Podríamos afirmar que tenéis una relación especial con nuestro país? Me encanta el calor del público español y, literalmente, noto la energía desde el escena-
El quinteto británico vuelve para traernos sus ‘’días dorados’’ (foto: Jamie Sadd)
rio. Cuando la gente aporta algo suyo durante una actuación, nos obliga a devolverle el doble y a poner más fuerza en la interpretación. La música debería ser una experiencia compartida, no algo que tocas “para” la gente, sino “con” la gente. España nos ha ofrecido esto cada vez que hemos venido de gira, puede que también porque nuestro teclista David Oliver está casado con una mujer colombiana y su dominio del español nos ha ayudado a acercarnos más al público de vuestro país. Para terminar, una pregunta de ciencia ficción: si tuvieras una máquina del tiempo, ¿a qué época te gustaría viajar y a qué personaje histórico te gustaría conocer? Viajaría a los años sesenta o setenta para hacerme con mucho equipamiento musical antes de que lo saquearan todo y lo vendieran demasiado caro, principalmente instrumentos, mesas de mezclas y consolas multipista. También me gustaría pasar por varias sesiones de grabación de las que salieron discos históricos. ¿Te imaginas poder ver a Prince trabajando? * RUTA 66 | 49
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T E X T O :
Mamas Gun
D A V I D
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M O R E U
La música afroamericana ha tenido una larga tradición en Inglaterra desde los años sesenta, cuando Beatles, Stones e incluso Led Zeppelin adaptaron los sonidos del Sur de los Estados Unidos y los convirtieron en la banda sonora de aquella época tan idealizada.
LA NUEVA BRITISH INVASION C
omo es lógico, han tenido que pasar varias décadas e infinidad de modas para que esa “apropiación cultural” volviera a despertar el interés de las nuevas generaciones. Entre los responsables de este resurgir encontramos a Mamas Gun, una banda londinense que ha editado cuatro álbumes de soul muy bien recibidos por la prensa y que se ha consagrado como un fenómeno en Japón. Aprovechando que este mes estarán de gira por nuestro país, hemos hablado con su cantante, Andy Platts, para descubrir los entresijos de su carrera y las bondades de su último álbum. La leyenda cuenta que pasaste varios años trabajando como compositor, hasta que en 2007 pusiste un anuncio en MySpace para encontrar a músicos y formar una banda en Londres… Firmé mi primer contrato editorial con Zomba Music Group en 2005. Ten en cuenta que había pasado los cinco años anteriores aprendiendo a escribir canciones y desarrollando un estilo personal como compositor y cantante. Entonces tuve la oportunidad de colaborar con algunos de los mejores profesionales del sector, como John Oates, Rod Temperton y Jeff Barry. En 2007 ya había trabajado como cocompositor en varios proyectos y estaba preparado para emprender una carrera por mi cuenta. Pero en aquel momento todavía no tenía claro si quería hacerlo como artista en solitario o como miembro de una banda. Recuerdo que colgué algunas canciones en MySpace y también puse un anuncio para encontrar a músicos de Londres. Gracias a que tuve suerte y mucha serenidad conocí a cinco tipos que aceptaron reunirse conmigo al Este de la ciudad para ensayar algunos de mis temas. El nombre de Mamas Gun adapta el título de un álbum de Erykah Badu. ¿Por qué os sentís tan vinculados a esta concepción beligerante de la música soul y qué crees que la hace tan especial? Si te soy sincero, a todos nos encanta la música que Erykah Badu grabó al principio de su carrera. Con el paso del tiempo he llegado a la conclusión de que esto tiene mucho que ver con el sonido de las palabras y al hecho de que nos parecía una pronunciación muy cálida y explosiva al mismo tiempo. Además, existe una larga tradición de bandas que adaptan títulos de álbumes de otros artistas para su propio nombre, por ejemplo Deacon Blue y Radiohead. Nosotros solo nos propusimos que fuera una extensión de esa idea. El soul y el funk se convirtieron en la banda
48 | RUTA 66
sonora del movimiento por los derechos civiles a finales de los años sesenta. ¿Crees que la música y el arte todavía pueden cambiar la sociedad? ¡Por supuesto! De algún modo, todas las disciplinas artísticas tienen el potencial de reflejar la realidad y de influir en la mentalidad de la gente. Sin embargo, creo que en aquella época tuvieron un papel más importante en el cambió político que se vivió porque la música se encargó de derribar muchas barreras sociales y se adentró en territorios que, hasta entonces, eran completamente desconocidos. Supongo que era el momento perfecto para que eso sucediera y las condiciones resultaron adecuadas para que expresiones artísticas muy potentes sintonizaran con los cambios que se vivían en la política. Gracias al éxito de vuestro álbum Routes to Riches os convertisteis en estrellas en varios países asiáticos. ¿Cómo vivisteis aquella experiencia que marcó a fuego el inicio de vuestra carrera? Que una de nuestras canciones se convirtiera en un éxito enorme en Japón fue una gran sorpresa y, como es lógico, supuso un shock. Gracias a ese inicio tan fulgurante hemos podido organizar giras anuales por Asia desde 2009. Cada país de ese continente tiene sus propios rasgos distintivos en cuanto a expre-
}
tonces. Jack era un personaje bastante pintoresco debido a la ropa que llevaba y a las historias que me contaba, aunque también era un tipo muy tranquilo. Visto en perspectiva, puede que su trabajo en Routes to Riches fuera demasiado lustroso y grandilocuente. Pero si no lo hubiera hecho de ese modo, yo no estaría respondiendo ahora mismo a esta entrevista. Vuestro anterior trabajo se titula Cheap Hotel y desprende esa sensación de viaje en el que pasas la noche en medio de ninguna parte. ¿Se trataba de un guiño a los inicios humildes de la banda? El verdadero Cheap Hotel al que hacemos referencia se encuentra en Amsterdam y es donde pasé una noche cuando trabajaba con un artista holandés que se llama Alain Clark. Era el peor hotel en el que me había hospedado y las paredes eran tan finas que podía escuchar a una pareja practicando sexo muy agresivo en la habitación de al lado, mientras en la otra había un bebé que no paraba de llorar. Además, recuerdo que el sitio olía fatal. Las prostitutas entraban y salían a todas horas. La comida siempre estaba fría y mal cocinada. Así que, en lugar de tratar de dormir en ese agujero de mierda dejado de la mano de Dios, pasé las horas documentando lo que mis sentidos percibían desde la habitación 1712. Y de ahí salió un disco titulado Cheap Hotel.
Nací a finales de los setenta y crecí escuchando música gracias a un walkman y a la colección de vinilos de mis padres. De aquella época echo de menos la artesanía, la sofisticación y la paciencia del proceso de composición
sión social y nos encanta apreciar esos aspectos tan únicos cuando interactuamos con el público en los conciertos, pero también fuera del escenario con los fans y a la hora de compartir mesa con nuestros colegas asiáticos. No hay nada como sentarse a comer con alguien local para favorecer que las culturas se mezclen y que se surjan buenas amistades. Jack Joseph Puig se encargó de mezclar vuestro debut en los estudios Ocean Way de Los Ángeles. ¿Tuvisteis la oportunidad de viajar a California para trabajar con ese referente del rock? Yo era un gran seguidor de los álbumes que hizo con Jellyfish y por ese motivo quise que mezclara nuestro primer álbum. Pasé un mes entero en Los Ángeles trabajando mano a mano con él en aquel estudio tan legendario. Ese viaje fue una experiencia muy satisfactoria porque regresé a Inglaterra con un disco mezclado bajo el brazo que sonaba como la mejor cosa que había hecho en mi carrera hasta en-
+ INFO
Mama’s Gun presentan su último álbum, Golden Days (2018), con tres fechas peninsulares. Apunta, soul brother: jueves 14 de marzo, Teatro Circo Murcia, Murcia; viernes 15, Sala Clamores, Madrid; y sábado 16, Jamboree Dance Club, Barcelona. Dice la crítica que Stevie Wonder estaría orgulloso de ellos.
Uno de los temas más populares de ese álbum habla de las cintas de casete y de una manera de entender la música que se está perdiendo. ¿Qué impresión tienes de la industria musical actual? Nací a finales de la década de los setenta y crecí escuchando música gracias a un walkman y a la colección de vinilos de mis padres. De aquella época echo de menos la artesanía, la sofisticación y la paciencia del proceso de composición porque la música mainstream actual ha perdido la mayor parte de esas virtudes. Por supuesto que sigue habiendo buena música, pero debes buscar más para encontrarla. Yo acostumbraba a usar samples y programación para escribir canciones y eso me ofrecía un gran abanico de opciones. Sin embargo, hace tres años regresé al punto analógico donde todo empezó. Y es algo que me encanta porque resulta atractivo e intuitivo al mismo tiempo. Por supuesto que utilizo el ordenador, pero solo para el 25% del tiempo que dedico a hacer
música. Prefiero poner más energía a experimentar con la ubicación de los micrófonos o con los acordes vocales para lograr la mejor versión de cada idea. Por curiosidad, ¿dónde encuentras la inspiración para componer las letras de las canciones? Imagino que debes viajar por el mundo con una libreta en la mochila para anotar ideas… Siempre llevo una enorme libreta para apuntar ideas, letras y títulos de posibles canciones. Intento encontrar tiempo para escribir algo cada día. Es complicado tratar de forzar la magia a tu antojo, pero puedes poner mucho de tu parte para estar preparado cuando ese momento inesperado aparece. He utilizado todo tipo de superficies para anotar letras de canciones, desde posavasos en bares hasta billetes que tenía en el monedero. Leer siempre resulta de gran ayuda, por este motivo me gusta la literatura de ficción. Sin embargo, ahora estoy enfrascado en la biografía de Phil Spector. ¡Vaya loco hijo de puta! El año pasado lanzasteis vuestro cuarto ál-
bum, titulado Golden Days, y afirmasteis que se trataba de un sueño hecho realidad para la banda. ¿Qué retos creativos afrontasteis en esa ocasión? El objetivo era transmitir una vibración especial en su conjunto, con un estilo muy arraigado en la vieja escuela. También queríamos que sonara como cinco tipos tocando juntos en el estudio y divirtiéndose muchísimo. En el pasado hemos intentado abarcar muchos territorios distintos y hemos tenido éxito en varios estilos. Pero esto puede hacer que las cosas resulten un poco confusas. Golden Days representa un punto de inflexión porque es la primera vez que no hemos contado con un productor externo y hemos conseguido un sonido cálido y muy orgánico. Este mes estaréis de gira por tres ciudades españolas para presentar las nuevas canciones y vuestros clásicos. ¿Podríamos afirmar que tenéis una relación especial con nuestro país? Me encanta el calor del público español y, literalmente, noto la energía desde el escena-
El quinteto británico vuelve para traernos sus ‘’días dorados’’ (foto: Jamie Sadd)
rio. Cuando la gente aporta algo suyo durante una actuación, nos obliga a devolverle el doble y a poner más fuerza en la interpretación. La música debería ser una experiencia compartida, no algo que tocas “para” la gente, sino “con” la gente. España nos ha ofrecido esto cada vez que hemos venido de gira, puede que también porque nuestro teclista David Oliver está casado con una mujer colombiana y su dominio del español nos ha ayudado a acercarnos más al público de vuestro país. Para terminar, una pregunta de ciencia ficción: si tuvieras una máquina del tiempo, ¿a qué época te gustaría viajar y a qué personaje histórico te gustaría conocer? Viajaría a los años sesenta o setenta para hacerme con mucho equipamiento musical antes de que lo saquearan todo y lo vendieran demasiado caro, principalmente instrumentos, mesas de mezclas y consolas multipista. También me gustaría pasar por varias sesiones de grabación de las que salieron discos históricos. ¿Te imaginas poder ver a Prince trabajando? * RUTA 66 | 49