Thomas Brenneck

Page 1


encuentros

T E X T O :

Thomas Brenneck

D A V I D

encuentros

M O R E U

La época dorada del soul nos dejó la imagen inconfundible de las grandes estrellas grabando con las bandas de estudio de cada sello discográfico. Una unión mágica que dio lugar a algunas de las mejores canciones de todos los tiempos.

EL ALMA DE DAPTONE RECORDS T

homas Brenneck nació en 1981, se enamoró de aquellas vibraciones analógicas y soñó con replicar esa manera tan personal de trabajar en Daptone Records. Con el paso de los años ha producido álbumes instrumentales con The Menahan Street Band y The Budos Band, además de los lanzamientos de Charles Bradley. Aprovechando que ahora se presenta la obra póstuma de este emblemático cantante, hablamos con su amigo y productor para conocer los entresijos de su colaboración.

Te propongo empezar esta historia tan apasionante por el principio. ¿Cuándo descubriste tu afición a la música soul y decidiste convertirte en músico de sesión? Cuando era adolescente estaba obsesionado con Jimi Hendrix y eso me llevó a investigar cómo se había convertido en el Jimi Hendrix que hoy todos conocemos. Antes de grabar su primer álbum, había tocado con The Isley Brothers, Little Richard, Wilson Pickett y Don Covay. Aquellos discos me llevaron a bucear en el soul y me di cuenta de que un universo enorme se abría ante mis ojos. Sin embargo, la mayoría de mis amigos no llegaron a ese género a través del rock, sino gracias a los samples de hip-hop. Muchos chavales de los años noventa se preguntaban qué era eso que sonaba en el single «C.R.E.A.M.» de WuTang Clan y se trataba de un tema oscuro que Isaac Hayes produjo para Stax Records. Por este motivo desarrollé un estilo tan rítmico como guitarrista al unirme a Sharon Jones & The Dap-Kings. Tu carrera musical está estrechamente vinculada a Daptone Records e incluso te cedieron la gestión del sello Dunham Records. ¿Cómo empezó tu relación con Gabe Roth y Neal Sugarman? Tenía dieciocho o diecinueve años cuando descubrí Desco Records, el sello que Gabe Roth tenía antes de crear Daptone. Entonces editaba los álbumes de The Daktaris, The Mighty Imperials y Lee Fields & The Soul Providers. En aquella época yo vivía en Staten Island con mis padres, escuchaba su música en la radio y me desplazaba a Manhattan para ver sus conciertos. Junto al colectivo que acabaríamos formando The Budos Band teníamos un grupo llamado Dirt Rifle & The Funky Bullets y, cada vez que me cruzaba con

Gabe, le daba una casete con nuestros temas. Ten en cuenta que eso era en 2001 y se trataba de una escena muy pequeña en Brooklyn, pero esos tíos se lo tomaban muy en serio. Nuestras canciones no le gustaron, así que decidimos seguir mejorando porque nuestro sueño era que él nos produjera. Poco después Desco cerró y Gabe montó Daptone con Neal Sugarman. La leyenda cuenta que Charles Bradley hacía un espectáculo como imitador de James Brown en Nueva York y que también llamó a las puertas de Daptone ofreciéndose como cantante… Daptone editaba los trabajos de Lee Fields y de Sharon Jones, así que Charles contactó con Gabe al mismo tiempo que yo y él nos dijo: “¿Por qué nos os juntáis y hacéis un disco?”. Resulta que el primer single de Dirt Rifle también fue la primera grabación que hice con Charles. Aunque el proyecto no terminó de despegar, marcó el inicio de mi relación con Gabe, con Leon Michels y con el propio Charles. Entonces estuve cuatro años sin tener noticias suyas, hasta que coincidimos en la fiesta que Daptone organizó para el cincuenta aniversario de Sharon Jones. Como puedes imaginar, en ese período de tiempo habían sucedido muchas cosas. Yo me había trasladado a Brooklyn, había montado un estudio en mi apartamento, The Budos Band había despegado y Sharon Jones & The Dap-Kings funcionaba muy bien. Fue la época que grabamos

}

devolvía para que las cantara. Ese fue el proceso que seguimos para todas las composiciones. Formábamos un verdadero equipo e incluso me animé a escribir mis propios temas. Cuando él los cantaba o decidíamos hacer una versión, convertía las canciones en algo más grande que la propia vida. La biografía de Charles Bradley está repleta de tragedias y de momentos muy duros, como la muerte de su hermano. ¿Crees que vuestra amistad le ayudó a sobreponerse a esos problemas? Nos hicimos muy amigos, aunque sus experiencias vitales eran completamente distintas a las mías. Yo crecí en un barrio de las afueras, en una familia de clase media y nunca pasé por ninguna tragedia similar. Lo único que hice fue escucharle porque eso era lo que él necesitaba, además de una buena amistad. Conectamos porque me interesé por lo que decía y creo que le habría ido bien un psicólogo. Pero yo fui la persona que se preocupó por esas historias personales. No sé cómo explicarlo… solo lo escuchaba hablar y, cuando terminaba, siempre tenía ganas de cantar. Entonces nos poníamos a componer. Yo aprendí a trabajar de ese modo tan particular y ahora, cada vez que produzco a un artista, sigo buscando lo mismo: que tengan algo que contar. Sino me resulta difícil inspirarme. Después de la muerte de Charles, me siento como un barco sin velas. Este mes sale a la venta el álbum Black Velvet con grabaciones inéditas de Charles Bradley. ¿Supuso un reto como productor enfrentarse a este recopilatorio después de su muerte? Fue un reto en términos emocionales, pero hubo algunas cosas que lo hicieron más soportable. Daptone me pidió si podía preparar algo para su cumpleaños, que fue el 5 de noviembre, y eso me llevó a buscar en los archivos a ver qué encontraba. Sabía que «I Feel a Change» había quedado fuera del álbum Victim of Love y después localicé un tema perdido del disco No Time for Dreaming que apenas recordaba. También había una canción inédita de la época de Changes titulada «Fly Little Girl» que es genial. Fue bastante duro, pero al mismo tiempo es algo que quería compartir con la gente que conoció a Charles y se enamoró de su música. Mi motivación era rescatar todo lo que no habíamos usado

Viajaría al Londres de 1966 para ver una sesión de los Beatles y la primera actuación de Jimi Hendrix. Ese mismo año visitaría Stax, Motown, Muscle Shoals y los estudios de Atlantic Records

20 | RUTA 66

casi simultáneamente 100 Days, 100 Nights con Sharon y Back to Black con Amy Winehouse. Tu colaboración con Charles Bradley dio como resultado tres álbumes alabados por la crítica y el público. ¿Cómo explicarías el proceso creativo que seguíais para componer? Al conocerlo, quedé impresionado por su voz y que él actuara con Dirt Rifle aportaba credibilidad al grupo porque era un personaje muy auténtico de 56 años. Entonces pasaron esos cuatro años en los que no colaboramos y, al reencontrarnos, le enseñé la música que estaba haciendo con The Menahan Street Band. Ese fue el momento de cambio. De repente nuestra amistad se consolidó y empezamos a tener conversaciones increíbles. Yo escribía las letras a partir de las historias que me contaba y se las

The Menaham Street Band con Thomas Brenneck en el centro

para que los fans pudieran escucharlo. Mezclé los temas con Gabe y fue una gozada, aunque me ponía triste cada vez que conducía solo hacia el estudio porque me acordaba de él. Lo que más llama la atención de este nuevo disco es que aparecen versiones muy personales de temas de Neil Young, Rodríguez e incluso Nirvana. ¿Conocía Charles Bradley estas canciones? Rodríguez abrió un concierto de Charles en el Bowery Ballroom de Nueva York y se hicieron amigos. Su versión de «Slip Away» fue un encargo del sello Light in the Attic para una colección de singles. La versión de Nirvana fue una petición de Spin Magazine para un álbum tributo a Nevermind en su vigésimo aniversario. Aceptamos y la única canción que quedaba libre era «Stay Away», que no recordaba de mi época adolescente. Charles nunca había oído hablar de Nirvana ni de Kurt Cobain y odiaba la letra del tema porque decía: “I’d rather be dead than cool” [prefiero estar muerto que ser guay]. Entonces tuve que explicarle que no podía cambiar la letra de Kurt Cobain. Eso me llevó a contarle quién había sido y entendió porque sus letras eran tan oscuras. Finalmente decidió cantarla. Recientemente también has trabajado con

una banda de doo-wop llamada The Sha La Das, que había grabado coros para Charles Bradley. ¿Cómo surgió este nuevo proyecto de Daptone? Si te soy honesto, a Daptone no le gustó demasiado el disco Love in the Wind al mostrárselo por primera vez. Entonces tuve que convencerlos porque es un proyecto personal en el que he trabajado seis años. Se trata de una historia familiar increíble. Bill Schalda, el padre, había cantado en una banda llamada The Montereys en los años sesenta e incluso grabaron un álbum en los ABC Studios cuando tenía dieciséis años. Después se dedicó a la música como hobby, trabajó de abogado y crió a una familia. Bill tiene ese elemento de personaje genuino porque cantaba doo-wop en las calles y enseñó a sus hijos a hacer coros con solo ocho años. Escuchar sus voces me inspiró y, además, tanto él como sus hijos Paul y Will son compositores excelentes. Todos deseaban colaborar en el disco de su padre, pero yo quería que las canciones fueran más arriesgadas porque Bill escribía de manera muy tradicional. A mi me gusta que sean abstractas y que la música tenga unas vibraciones oscuras. Supongo que el proceso de grabación con The Sha La Das fue muy distinto a la manera de trabajar con Charles Bradley. ¿Descubriste nue-

vas maneras de aproximarte a tu música con ellos? Cuando decidimos producir las demos en el estudio, juntamos a The Menahan Street Band con la familia entera y Bill cantó en directo todos los temas desde un sofá. ¿Sabes por qué? Porque estaba en el estudio haciendo pistas vocales de referencia para los músicos y, sinceramente, eran mejores que las tomas que pensábamos que serían definitivas. Además, él no sabía que yo estaba grabando como cantaba y se mostraba muy relajado, incluso se ríe en alguna toma. Esa es la energía que buscaba. Para terminar, una pregunta de ciencia-ficción. Si tuvieras una máquina del tiempo, ¿a qué época te gustaría viajar y a qué artista legendario desearías conocer? Viajaría al Londres de 1966 para ver una sesión de grabación de los Beatles y también asistir a la primera actuación de Jimi Hendrix en aquella ciudad. Ese mismo año visitaría Stax, Motown, Muscle Shoals y los estudios de Atlantic Records en Nueva York. Mi madre siempre dice que nací en la década equivocada. ¡Y yo pienso exactamente lo mismo! *

+ INFO

Aunque, por supuesto, será recordado como el guitarrista en Back to Black de Amy Winehouse, Thomas Brenneck tiene un nutrido y vibrante currículo. Ha tocado con Bronx River Parkway, El Michels Affair, Menahan Street Band, Sharon Jones & The Dap-Kings, The Budos Band, The Business Intl, The Expressions, The Glorifiers Band y The Olympians. RUTA 66 | 21


encuentros

T E X T O :

Thomas Brenneck

D A V I D

encuentros

M O R E U

La época dorada del soul nos dejó la imagen inconfundible de las grandes estrellas grabando con las bandas de estudio de cada sello discográfico. Una unión mágica que dio lugar a algunas de las mejores canciones de todos los tiempos.

EL ALMA DE DAPTONE RECORDS T

homas Brenneck nació en 1981, se enamoró de aquellas vibraciones analógicas y soñó con replicar esa manera tan personal de trabajar en Daptone Records. Con el paso de los años ha producido álbumes instrumentales con The Menahan Street Band y The Budos Band, además de los lanzamientos de Charles Bradley. Aprovechando que ahora se presenta la obra póstuma de este emblemático cantante, hablamos con su amigo y productor para conocer los entresijos de su colaboración.

Te propongo empezar esta historia tan apasionante por el principio. ¿Cuándo descubriste tu afición a la música soul y decidiste convertirte en músico de sesión? Cuando era adolescente estaba obsesionado con Jimi Hendrix y eso me llevó a investigar cómo se había convertido en el Jimi Hendrix que hoy todos conocemos. Antes de grabar su primer álbum, había tocado con The Isley Brothers, Little Richard, Wilson Pickett y Don Covay. Aquellos discos me llevaron a bucear en el soul y me di cuenta de que un universo enorme se abría ante mis ojos. Sin embargo, la mayoría de mis amigos no llegaron a ese género a través del rock, sino gracias a los samples de hip-hop. Muchos chavales de los años noventa se preguntaban qué era eso que sonaba en el single «C.R.E.A.M.» de WuTang Clan y se trataba de un tema oscuro que Isaac Hayes produjo para Stax Records. Por este motivo desarrollé un estilo tan rítmico como guitarrista al unirme a Sharon Jones & The Dap-Kings. Tu carrera musical está estrechamente vinculada a Daptone Records e incluso te cedieron la gestión del sello Dunham Records. ¿Cómo empezó tu relación con Gabe Roth y Neal Sugarman? Tenía dieciocho o diecinueve años cuando descubrí Desco Records, el sello que Gabe Roth tenía antes de crear Daptone. Entonces editaba los álbumes de The Daktaris, The Mighty Imperials y Lee Fields & The Soul Providers. En aquella época yo vivía en Staten Island con mis padres, escuchaba su música en la radio y me desplazaba a Manhattan para ver sus conciertos. Junto al colectivo que acabaríamos formando The Budos Band teníamos un grupo llamado Dirt Rifle & The Funky Bullets y, cada vez que me cruzaba con

Gabe, le daba una casete con nuestros temas. Ten en cuenta que eso era en 2001 y se trataba de una escena muy pequeña en Brooklyn, pero esos tíos se lo tomaban muy en serio. Nuestras canciones no le gustaron, así que decidimos seguir mejorando porque nuestro sueño era que él nos produjera. Poco después Desco cerró y Gabe montó Daptone con Neal Sugarman. La leyenda cuenta que Charles Bradley hacía un espectáculo como imitador de James Brown en Nueva York y que también llamó a las puertas de Daptone ofreciéndose como cantante… Daptone editaba los trabajos de Lee Fields y de Sharon Jones, así que Charles contactó con Gabe al mismo tiempo que yo y él nos dijo: “¿Por qué nos os juntáis y hacéis un disco?”. Resulta que el primer single de Dirt Rifle también fue la primera grabación que hice con Charles. Aunque el proyecto no terminó de despegar, marcó el inicio de mi relación con Gabe, con Leon Michels y con el propio Charles. Entonces estuve cuatro años sin tener noticias suyas, hasta que coincidimos en la fiesta que Daptone organizó para el cincuenta aniversario de Sharon Jones. Como puedes imaginar, en ese período de tiempo habían sucedido muchas cosas. Yo me había trasladado a Brooklyn, había montado un estudio en mi apartamento, The Budos Band había despegado y Sharon Jones & The Dap-Kings funcionaba muy bien. Fue la época que grabamos

}

devolvía para que las cantara. Ese fue el proceso que seguimos para todas las composiciones. Formábamos un verdadero equipo e incluso me animé a escribir mis propios temas. Cuando él los cantaba o decidíamos hacer una versión, convertía las canciones en algo más grande que la propia vida. La biografía de Charles Bradley está repleta de tragedias y de momentos muy duros, como la muerte de su hermano. ¿Crees que vuestra amistad le ayudó a sobreponerse a esos problemas? Nos hicimos muy amigos, aunque sus experiencias vitales eran completamente distintas a las mías. Yo crecí en un barrio de las afueras, en una familia de clase media y nunca pasé por ninguna tragedia similar. Lo único que hice fue escucharle porque eso era lo que él necesitaba, además de una buena amistad. Conectamos porque me interesé por lo que decía y creo que le habría ido bien un psicólogo. Pero yo fui la persona que se preocupó por esas historias personales. No sé cómo explicarlo… solo lo escuchaba hablar y, cuando terminaba, siempre tenía ganas de cantar. Entonces nos poníamos a componer. Yo aprendí a trabajar de ese modo tan particular y ahora, cada vez que produzco a un artista, sigo buscando lo mismo: que tengan algo que contar. Sino me resulta difícil inspirarme. Después de la muerte de Charles, me siento como un barco sin velas. Este mes sale a la venta el álbum Black Velvet con grabaciones inéditas de Charles Bradley. ¿Supuso un reto como productor enfrentarse a este recopilatorio después de su muerte? Fue un reto en términos emocionales, pero hubo algunas cosas que lo hicieron más soportable. Daptone me pidió si podía preparar algo para su cumpleaños, que fue el 5 de noviembre, y eso me llevó a buscar en los archivos a ver qué encontraba. Sabía que «I Feel a Change» había quedado fuera del álbum Victim of Love y después localicé un tema perdido del disco No Time for Dreaming que apenas recordaba. También había una canción inédita de la época de Changes titulada «Fly Little Girl» que es genial. Fue bastante duro, pero al mismo tiempo es algo que quería compartir con la gente que conoció a Charles y se enamoró de su música. Mi motivación era rescatar todo lo que no habíamos usado

Viajaría al Londres de 1966 para ver una sesión de los Beatles y la primera actuación de Jimi Hendrix. Ese mismo año visitaría Stax, Motown, Muscle Shoals y los estudios de Atlantic Records

20 | RUTA 66

casi simultáneamente 100 Days, 100 Nights con Sharon y Back to Black con Amy Winehouse. Tu colaboración con Charles Bradley dio como resultado tres álbumes alabados por la crítica y el público. ¿Cómo explicarías el proceso creativo que seguíais para componer? Al conocerlo, quedé impresionado por su voz y que él actuara con Dirt Rifle aportaba credibilidad al grupo porque era un personaje muy auténtico de 56 años. Entonces pasaron esos cuatro años en los que no colaboramos y, al reencontrarnos, le enseñé la música que estaba haciendo con The Menahan Street Band. Ese fue el momento de cambio. De repente nuestra amistad se consolidó y empezamos a tener conversaciones increíbles. Yo escribía las letras a partir de las historias que me contaba y se las

The Menaham Street Band con Thomas Brenneck en el centro

para que los fans pudieran escucharlo. Mezclé los temas con Gabe y fue una gozada, aunque me ponía triste cada vez que conducía solo hacia el estudio porque me acordaba de él. Lo que más llama la atención de este nuevo disco es que aparecen versiones muy personales de temas de Neil Young, Rodríguez e incluso Nirvana. ¿Conocía Charles Bradley estas canciones? Rodríguez abrió un concierto de Charles en el Bowery Ballroom de Nueva York y se hicieron amigos. Su versión de «Slip Away» fue un encargo del sello Light in the Attic para una colección de singles. La versión de Nirvana fue una petición de Spin Magazine para un álbum tributo a Nevermind en su vigésimo aniversario. Aceptamos y la única canción que quedaba libre era «Stay Away», que no recordaba de mi época adolescente. Charles nunca había oído hablar de Nirvana ni de Kurt Cobain y odiaba la letra del tema porque decía: “I’d rather be dead than cool” [prefiero estar muerto que ser guay]. Entonces tuve que explicarle que no podía cambiar la letra de Kurt Cobain. Eso me llevó a contarle quién había sido y entendió porque sus letras eran tan oscuras. Finalmente decidió cantarla. Recientemente también has trabajado con

una banda de doo-wop llamada The Sha La Das, que había grabado coros para Charles Bradley. ¿Cómo surgió este nuevo proyecto de Daptone? Si te soy honesto, a Daptone no le gustó demasiado el disco Love in the Wind al mostrárselo por primera vez. Entonces tuve que convencerlos porque es un proyecto personal en el que he trabajado seis años. Se trata de una historia familiar increíble. Bill Schalda, el padre, había cantado en una banda llamada The Montereys en los años sesenta e incluso grabaron un álbum en los ABC Studios cuando tenía dieciséis años. Después se dedicó a la música como hobby, trabajó de abogado y crió a una familia. Bill tiene ese elemento de personaje genuino porque cantaba doo-wop en las calles y enseñó a sus hijos a hacer coros con solo ocho años. Escuchar sus voces me inspiró y, además, tanto él como sus hijos Paul y Will son compositores excelentes. Todos deseaban colaborar en el disco de su padre, pero yo quería que las canciones fueran más arriesgadas porque Bill escribía de manera muy tradicional. A mi me gusta que sean abstractas y que la música tenga unas vibraciones oscuras. Supongo que el proceso de grabación con The Sha La Das fue muy distinto a la manera de trabajar con Charles Bradley. ¿Descubriste nue-

vas maneras de aproximarte a tu música con ellos? Cuando decidimos producir las demos en el estudio, juntamos a The Menahan Street Band con la familia entera y Bill cantó en directo todos los temas desde un sofá. ¿Sabes por qué? Porque estaba en el estudio haciendo pistas vocales de referencia para los músicos y, sinceramente, eran mejores que las tomas que pensábamos que serían definitivas. Además, él no sabía que yo estaba grabando como cantaba y se mostraba muy relajado, incluso se ríe en alguna toma. Esa es la energía que buscaba. Para terminar, una pregunta de ciencia-ficción. Si tuvieras una máquina del tiempo, ¿a qué época te gustaría viajar y a qué artista legendario desearías conocer? Viajaría al Londres de 1966 para ver una sesión de grabación de los Beatles y también asistir a la primera actuación de Jimi Hendrix en aquella ciudad. Ese mismo año visitaría Stax, Motown, Muscle Shoals y los estudios de Atlantic Records en Nueva York. Mi madre siempre dice que nací en la década equivocada. ¡Y yo pienso exactamente lo mismo! *

+ INFO

Aunque, por supuesto, será recordado como el guitarrista en Back to Black de Amy Winehouse, Thomas Brenneck tiene un nutrido y vibrante currículo. Ha tocado con Bronx River Parkway, El Michels Affair, Menahan Street Band, Sharon Jones & The Dap-Kings, The Budos Band, The Business Intl, The Expressions, The Glorifiers Band y The Olympians. RUTA 66 | 21


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.