CONTENIDO
Les presentamos nuestra última entrega de nuestro Boletín Salesiano de este año 2024. Nuestro tema a tratar es “La Familia, escuela de valores”. Este y otros temas y actividades de nuestra gran familia salesiana compartimos en esta edición de noviembre – diciembre. Esperamos que estos temas y actividades sirvan de información y formación para todos ustedes. Les deseamos feliz fiesta de Navidad y un bendecido año 2025.
En portada: Familia Valdez Báez
El Boletín Salesiano es la revista oficial de formación, animación y difusión de la Familia Salesiana. Fue fundado por San Juan Bosco en 1877. Actualmente se imprime en 55 ediciones y 25 lenguas diversas y se distribuye en 151 naciones de los 5 continentes.
Este medio de difusión se sostiene con ayuda de sus lectores y les agradecemos su cooperación para mantener el boletín y las obras salesianas en las Antillas, y por tendernos sus manos en las misiones salesianas en el mundo.
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Banco: BHD-LEÓN
Edición Antillas
Año 69, No. 6, Nov - Dic 2024
Director
P. Pablo Abreu, SDB
Director Ejecutivo
Francisco Alberto Pérez
Editor
Alejandro Piña Palacios
Diseño Editorial
Renelis Abreu Ramírez
Consejo Editorial
Aimee Rosa
Leslie Tavárez
P. Emilio Torres, SDB
P. Genaro Martínez, SDB
Sor Gertrudys Díaz, FMA
Vanessa Caraballo
Colaboradores de esta edición
P. José Pastor Ramírez, SDB
P. Juan Linares, SDB
Aimée Rosa
P. Melvin Severino, SDB
Sor Yolisa Rosario Núñez, FMA
Franklin Ortega, SSCC
Telésforo González
Sor Gertrudys Díaz, FMA
Fotografía
Plus Photos
Juan Pablo Santos
L. Alexánder Domínguez, SDB
Distribución
Salesianos Antillas
Impresión
Amigo del Hogar
Sede Legal y Administrativa
Inspectoría Salesiana de Las Antillas Av. 30 de Marzo #52. Apartado 2569, Santo Domingo, R.D Tel. (809) 688-7746 ext. 236
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LA FAMILIA EN EL CORAZÓN DE LA MISIÓN SALESIANA
IDon Bosco, nuestro padre fundador, descubrió su vocación en el seno de su familia, donde desde temprana edad recibió el ejemplo de amor y dedicación que marcaría su vida. Creció en un ambiente donde su madre, Mamá Margarita, desempeñó un papel fundamental en la transmisión de valores cristianos, enseñándole la importancia de la fe, la bondad y el servicio a los demás. La experiencia de vivir en un hogar lleno de calidez y cercanía, a pesar de las dificultades, moldeó su carácter y su deseo de ayudar a los jóvenes necesitados. Fue en este contexto familiar donde comprendió que su misión era ser un guía y un padre para aquellos que carecían de apoyo, convirtiendo su vocación en un compromiso apasionado con la educación y la evangelización. Por lo tanto, en el corazón de nuestra misión salesiana se encuentra la familia, un espacio fundamental donde se forjan los valores que guiarán a nuestros jóvenes en su camino hacia la vida. Cada Obra salesiana se convierte así en una verdadera casa, donde se cultivan los pilares esenciales de la razón, la religión y el amor.
Don Bosco siempre destacó la importancia del ambiente familiar en el proceso educativo. Siempre entendió a la familia como la primera escuela donde se enseñan y viven los valores más importantes. En cada encuentro se transmiten lecciones valiosas que
nutren el alma de los jóvenes y los preparan para enfrentar los desafíos de la vida.
Es por ello que cada casa salesiana se caracteriza por ser lugar de acogida y calidez, donde se fomenta el diálogo y la comprensión. Es en este entorno donde los jóvenes aprenden a valorar la colaboración y la empatía, fundamentales para construir relaciones sanas y significativas. Al participar en actividades conjuntas, se refuerzan los lazos que nos unen, creando una comunidad sólida que se apoya mutuamente en el crecimiento personal y espiritual.
Además, el ejemplo de Don Bosco nos compromete a ser testigos de valores en acción. Su vida fue un reflejo de amor incondicional y dedicación hacia los más necesitados. Es por ello que, cada corazón que se siente salesiano tiene la responsabilidad de ser un modelo a seguir, enseñando con actos de bondad y servicio. En este sentido, cada gesto cuenta, y cada palabra tiene el poder de inspirar a los jóvenes a vivir en plenitud sus valores cristianos.
Seamos conscientes de la importancia de nuestro papel en la formación de jóvenes íntegros y comprometidos. Juntos trabajemos por los jóvenes más necesitados, cultivando un ambiente donde reine la paz, el respeto y el amor. Así pues, seguiremos construyendo un futuro donde los valores salesianos sigan brillando en cada rincón de nuestras casas.
EL MENSAJE DEL VICARIO DEL RECTOR MAYOR
EL CAMINO DE LAS ROSAS
I
IQueridos lectores, amigos de la familia salesiana y bienhechores que apoyan la obra de Don Bosco en todas las situaciones y contextos, al enviaros una reflexión a través del Boletín Salesiano, he decidido continuar un poco más con el tema de la esperanza, como ya hice el mes pasado. Esto no solo por continuidad, sino sobre todo porque es un tema del que tenemos que hablar, porque todos lo necesitamos mucho. Es una manifestación de la delicadeza de Dios en nuestras vidas.
Pero cuando hablamos de esperanza, primero recordemos que es un elemento profundamente humano, y un criterio claro para interpretar la vida en todas las religiones. La esperanza tiene mucho que ver con la trascendencia, la fe, el amor y la vida eterna, como subraya el filósofo coreano Byung-Chul Han. Trabajamos, producimos y consumimos, señala este filósofo en sus escritos, pero en este modo de vivir no hay ninguna forma de apertura a lo trascendente, ninguna esperanza.
Vivimos en una época despojada de la dimensión de la fiesta, aunque estemos rodeados de cosas que nos aturden; un tiempo sin fiesta es un tiempo sin esperanza. La sociedad del consumo y del rendimiento en la que vivimos corre el riesgo de hacernos incapaces de ser felices, de disfrutar del momento en que nos encontramos. Incluso la situación más difícil siempre tiene migajas de luz.
La esperanza nos hace creyentes en el futuro, porque el lugar donde la esperanza se experimenta más intensamente es la trascendencia.
El escritor y político checo Vaclav Havel, presidente de Checoslovaquia durante la “Revolución de Terciopelo”, a quien muchos de nosotros recordamos, define la esperanza como un estado de ánimo, una dimensión del alma.
La esperanza es una orientación del corazón que trasciende el mundo inmediato de la experiencia; es un anclaje en algún lugar más allá del horizonte. Las raíces de la esperanza se encuentran en alguna parte dentro de lo trascendente, por eso no es lo mismo tener esperanza que estar satisfecho porque las cosas van bien.
Cuando hablamos del futuro, lo entendemos en relación con lo que sucederá mañana, el próximo mes,
“¡Oh, Don Bosco siempre camina sobre rosas. Avanza con gran serenidad: todo le va bien!”. Pero ellos no veían las espinas que desgarraban mis pobres miembros. Aun así, seguí adelante». La vida está entretejida con espinas y rosas, como en el célebre sueño del emparrado de rosas de Don Bosco. La esperanza es la fuerza que, a pesar de las espinas, nos hace seguir adelante.
dentro de dos años. El futuro es lo que podemos planificar, prever, gestionar y optimizar. La esperanza es la construcción de un futuro que nos une al futuro que no tiene fin, a lo trascendente, a la dimensión divina. Cultivar la esperanza beneficia a nuestro corazón porque pone energía en la construcción de nuestro camino hacia el paraíso.
La palabra más pronunciada por Don Bosco
Don Alberto Caviglia escribió: «Al repasar las páginas que recogen las palabras y discursos de Don Bosco, se ve que la del Paraíso fue la palabra que repetía en toda circunstancia como el argumento supremo para animar cada actividad en el bien y soportar todas las adversidades».
«¡Un pedazo de paraíso lo arregla todo!» repetía Don Bosco en medio de las dificultades. Incluso en las modernas escuelas de gestión se enseña que una visión positiva del futuro se transforma en fuerza vital.
Cuando, ya anciano y debilitado, cruzaba el patio dando pequeños pasos, quienes lo cruzaban le dirigían el saludo habitual: «¿A dónde vamos, Don Bosco?» Sonriendo, el santo respondía: «Al paraíso».
Cuánto insistía Don Bosco en esto: ¡el Paraíso! Hacía crecer a sus jóvenes con la visión del paraíso en el corazón y en los ojos. Todos sabemos que podemos ser cristianos, incluso comprometidos, pero no creer en el paraíso.
Don Bosco nos enseña a unir nuestro aquí con el más allá. Y lo hace con la virtud de la esperanza. Llevemos esto en nuestro corazón y abramos nuestro corazón a la caridad, a nuestra humanidad que encarna aquello en lo que creemos profundamente.
Si recibís este breve escrito en el mes de noviembre, vivid esta esperanza con nuestros Santos y con vuestros difuntos, todos unidos en una cadena que parte de nuestra vida diaria y lleva hacia el infinito.
Como Don Bosco, vivamos como si viéramos al invisible, alimentados por la esperanza, que es la presencia providente de Dios. Solo quien es profundamente concreto, como lo era Don Bosco, es capaz de vivir fijando la vista en el invisible.
Foto Realizada con IA
VALORES, RELIGIÓN, VIRTUDES Y FAMILIA
IEn una ocasión, un joven le preguntó a su amigo: “oye, ¿dónde estudias tú?”. Él le contestó: “en un colegio religioso”. El primero le respondió, con cierto aire de superioridad: “pues yo no estudio en un colegio religioso, sino en un centro de valores”. Con su respuesta, el primero de los jóvenes, contrapone los conceptos: valor y religioso. Los valores están orientados al crecimiento personal y se basan en un convencimiento intelectual y en el deseo afectivo. Los valores son imponentes, pero no se nos imponen; nos sugieren el camino para una realización plena, para dar sentido a la vida. Por ejemplo: una flor hermosa encierra un valor, el de la belleza, una persona fiel a su familia es admirable por el valor que esto exhibe, la fidelidad. Un pianista que ejecuta muy bien las piezas musicales de los grandes maestros, lo consideramos como un valiosísimo profesional. Es decir, como un virtuoso del piano. En la afirmación precedente apareció otra palabra, virtud. Entonces ya tenemos dos términos: valores y virtud. Las virtudes son hábitos buenos que nos conducen a hacer el bien. El objetivo de una vida virtuosa, para los cristianos, es llegar a ser semejantes a Cristo. Los vocablos valioso y virtuoso están vinculados. Lo valioso ofrece la oportunidad para actuar creativamente. Por ejemplo, un guitarrista al ejecutar una pieza musical pone en acto la virtud de la interpretación. Las virtudes son la realización de los valores, no se oponen a ellos. Un valor que no encuentre nadie que lo realice no se convierte en virtud. La importancia de las virtudes consiste en ser la actuación de los valores. Un valor se convierte en virtud cuando hay alguien que lo asume a través de un hábito positivo. Por ejemplo, el valor de la piedad, se convierte en virtud cuando hay personas piadosas que hacen suyo tal valor haciéndolo un hábito.
Foto Familia Sosa Romero
El vocablo virtuoso viene del latín, virtus, que significa virtud. Es decir, capacidad; un buen guitarrista o un deportista de alto rendimiento tienen la capacidad de tocar la guitarra o de destacar en el deporte. Virtud es un derivado del sustantivo latino viris, que significa, varón, fuerza, energía, capacidad para actuar creativamente. Un pianista virtuoso es una persona con capacidad para asumir los valores latentes en la partitura. Cuando nadie asume el valor, este se queda a nivel virtual. Una partitura que no encuentra intérprete es como la bella durmiente que necesita del príncipe azul para que la despierte del sueño con su virtud.
El que tiene el poder de dar valor es la persona virtuosa. Esto nos está diciendo que las virtudes no solamente se verifican en un individuo religioso. Tanto los valores como las virtudes son realidades antropológicas que no se pueden encerrar en una determinada concepción religiosa o de cualquier otro género. Virtuoso es un adjetivo que revela las capacidades de cualquier persona, hombre o mujer, para dar vida a los valores. Entre valor y virtud existe una vinculación genética, es decir, están unidos de raíz. La virtud nos permite asumir el valor y realizarlo, hacerlo visible y portentoso. Existen las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Así como las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
Los valores constituyen realidades sutiles que no pueden ser captados si no se encuentra a alguien
que los viva y los transmita. Los valores no constituyen conocimientos que se puedan enseñar. Cuando en la familia o en la educación se dice: “en nuestro centro educativo o en nuestra familia se enseñan los valores”, estamos cometiendo un error; ya que los valores no se enseñan: se viven, se transmiten y se contagian. Jesús no enseñó a los suyos los valores del reino: verdad, amor, justicia y libertad; Él fue más allá, los vivió y practicó entre los hombres y murió defendiéndolos, por eso fueron acogidos. Quizás aquí radica uno de los problemas de la formación académica, pastoral, religiosa y familiar: nos agotamos enseñando los valores, pero no viviéndolos; deteniendo el proceso a través del cual estos se transformen en virtudes a través del hábito positivo. Los educandos se entusiasman por los valores y los asumen cuando ven a sus docentes, a sus padres y a los ciudadanos que los hacen vida, proyectándolos como virtudes. De los valores y de las virtudes podemos decir que son realidades “distintas” pero no “distantes”. Por ello no se deben tomar como antagónicos, sino de manera fundamentalmente, complementaria y conjuntiva. Los valores se incorporan por estimación y las virtudes por repetición. Ambos tienen una dimensión práctica y real, pero los primeros tienen un componente de inacabamiento o inconcluso, cosa que no ocurre con las virtudes si se mantiene el entrenamiento y la repetición. La persona no se debe detener en el valor, ha de dar el salto a la virtud a través del hábito positivo.
LA FAMILIA, ESCUELA DE VALORES
IComo cooperadores salesianos, tenemos una misión especial en la sociedad y en nuestras comunidades: ser luz y testimonio de los valores del Evangelio, inspirados por el carisma de Don Bosco. La familia, en este sentido, es el primer espacio donde estos valores cobran vida y se transmiten de generación en generación.
Nuestra tarea como cooperadores no es solo acompañar a nuestras propias familias, sino también ser apoyo para otras familias, recordándoles la importancia de vivir los valores cristianos en el día a día. En un mundo que muchas veces parece perder el rumbo, la familia sigue siendo ese refugio donde los hijos aprenden el respeto, la solidaridad, la fe y el amor, valores que se siembran con el ejemplo.
El papel del cooperador salesiano es ofrecer su presencia y apoyo a las familias, animando y colaborando en iniciativas que fortalezcan la convivencia y el diálogo entre sus miembros. A través de pequeños gestos de acompañamiento, ya sea en nuestras parroquias, grupos o movimientos, podemos ayudar a que las familias descubran o redescubran su vocación como primera escuela de vida y de fe.
En cada hogar, los padres son los primeros educadores, y nuestra labor como cooperadores salesianos es apoyarles en este desafío, siempre desde la cercanía y el espíritu de servicio. Sigamos trabajando juntos, con alegría y esperanza, para construir familias que sean verdaderas escuelas de valores, capaces de formar personas íntegras y comprometidas con el bien común.
Foto Familia Espino Amancio
JUNTOS SOMOS MÁS Y MEJORES
ISomos, en la Iglesia, una Familia Carismática, suscitada por el Espíritu de Dios a través de Don Bosco y, por tanto, una parte significativa del “Pueblo de Dios en Comunión”, que caminamos complementándonos para bien de la sociedad, especialmente, de los jóvenes, y haciendo realidad entre nosotros el Reino de Dios.
El Espíritu está provocando, fuertemente, en nuestra Inspectoría de las Antillas, el sentido de “sinodalidad”, como la más rica manera de caminar en este tiempo. La Familia Salesiana, por profesar una común vocación, nos exige tener una nueva comprensión de la manera de vivir y de ejecutar nuestra misión carismática.
La meta es llegar a la vivencia y al ejercicio de la Misión compartida desde un “nuevo paradigma”, como un elemento imprescindible para responder, con fidelidad, a nuestra vocación hoy.
El soplo del Espíritu de Dios
El Espíritu está poniendo ante nosotros una serie de manifestaciones y clamores que es preciso tengamos en cuenta y nuestro obrar sea en consecuencia. Se está dando una significativa disminución del número de personas que se integran a la Vida Religiosa; existe un fuerte movimiento laical asumiendo un protagonismo en todas las presencias salesianas, ejerciendo responsabilidades de primera y dejando de ser meros colaboradores; crece la conciencia de realizar la misión en sinodalidad entre las distintas ramas; se acrecienta una rica eclesiología de comunión; se está produciendo una nueva comprensión de los carismas; existe una maravillosa Familia Salesiana… Por tanto, estamos en el momento de proyectarnos hacia una vida y hacia una misión compartidas. Este es el nuevo camino que conviene realizar.
Un cambio de mentalidad
Es necesario dar una serie de pasos para que se produzca este cambio. Entre otras cosas, es conveniente que demos preferencia a lo horizontal sobre lo vertical y al sentido de comunión sobre lo jerárquico; es oportuno vernos reflejados en la imagen del círculo pues refleja mejor nuestros ideales que la imagen de la pirámide; hemos de pasar del ser destinatarios de la misión a ser responsables y animadores de la misma; es el momento en que hemos de resaltar la importancia de la vinculación sobre la sumisión y la obediencia.
Exigencias para ser una Familia Carismática
Es deber de todos desarrollar el “somos familia” y caminemos como tal, donde hay padres, que son el núcleo del que todo parte, donde hay hijos y hermanos donde todos estamos unidos y nos identificados con el Carisma.
Para ello, es preciso hacer un camino nuevo, lleno de creatividad y experimentación, en el que el riesgo no puede faltar. Este camino nos llevará a nacer de nuevo que es la dinámica del Espíritu.
Hemos de movernos en una cultura común, creando un modo de pensar, de sentir y de proceder cercanos. La visión de “vida y misión compartida” está implicando mucho más de lo que podemos sospechar. Nos está llevando más allá de las barreras, divisiones y separaciones de los “estados de vida cristiana”. Por eso, nos encontramos ante un necesario proceso de discernimiento, pues necesitamos saber a dónde apuntamos para llegar a la meta. Recordemos siempre, estamos buscando más comunión de vida y de misión.
Este proceso nos toca recorrerlo tanto a religiosos como a laicos. Hay nuevos aspectos que deben entrar en nuestros programas de formación. Necesitamos, religiosos y laicos, adquirir la competencia necesaria para la colaboración y la participación, pues esto supone mucho más que saber trabajar en equipo. Ello nos supone pasar de ser hombres y mujeres para los demás a ser hombres y mujeres con los demás.
Tenemos que abrir caminos
Hemos recibido un don, un carisma que ha de dar su fruto y para ello debemos buscar los cauces debidos. Ello solo se consigue obrando en consecuencia y tomando decisiones, lo cual supone abrir unos campos y cerrar otros, comenzar a hacer algunas cosas y dejar a un lado otras. Esto es indispensable
si queremos concretar los grandes ideales. Tenemos que aspirar a que lo que hagamos sea lo mejor que podemos hacer.
Hemos de crear estructuras de comunión y de integración. Estas estructuras se encaminarán a fortalecer los lazos entre los integrantes de la Familia Carismática y también entre los diferentes grupos que la constituyen. Tienen varias proyecciones: una hacia una mayor y mejor asimilación del carisma, pozo desde donde todo mana; otra, la mejor integración de los componentes de la Familia carismática; la tercera se encamina a fortalecer la fidelidad creativa.
Necesitamos una reflexión teológica para que se puede dar este paso en la vida cristiana con tino y sabiduría. Además, se precisa, también, la narración y la comunicación acertada de lo que se está viviendo. Es necesario comunicarnos más sobre los caminos recorridos por grupos diversos en la Iglesia para hacer este nuevo tramo de vida. Lo que se vive hay que convertirlo en imágenes, palabras y gestos. Se precisa narrarlo y hacerlo bien. Hay camino hecho y hay mucho camino por hacer, como barca en alta mar llevada por el soplo y a veces por el viento del Espíritu en medio de vertiginosas corrientes del cambio en el Mundo y en la Iglesia.
Recordemos que, “juntos somos más y mejores”
LA FAMILIA COMO ESCUELA DE VALORES PARA FOMENTAR
LA FE CRISTIANA
I
Según la voluntad de Dios, la familia es responsable de transmitir valores morales, éticos y espirituales a sus vástagos, como garantía para perpetuar la especie humana y la Fe Cristiana, según los designios de nuestro Creador. Como tal, la familia es una institución social, moral y cultural en todas las sociedades, según los preceptos bíblicos que hacen referencia a la Creación Divina.
Por su parte, la psicología social y la sociología refieren que, en la familia, se construye la identidad de la persona, se protege su intimidad, su sobrevivencia y su autonomía y, al mismo tiempo, se transmiten los valores que nos permiten vivir en sociedad. En tal sentido, se sabe que, son los padres los responsables del cuidado, la protección, la alimentación y la educación de sus hijos. Es en el hogar donde los hijos aprenden los valores que, posteriormente, son reforzados en los centros educativos, en la Iglesia, en la Comunidad y en la Sociedad, en sentido general. Por otro lado, la Biblia refiere que, la Familia está en el centro del “Plan de Dios” para la felicidad y el progreso de sus hijos; indicando que los hijos tienen la responsabilidad, junto a sus padres, de establecer un hogar feliz, honrándolos sobre todas las cosas.
Asimismo, en la Biblia encontramos el siguiente pasaje: “dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos; lo que ganes con tus manos, eso comerás; gozarás de dicha prosperidad; en el seno del hogar, tu esposa será como VID llena de uvas; alrededor de tu mesa, tus hijos serán como vástagos de olivo”.
Además, “Dios desea que los integrantes de la Familia sean felices, para que puedan aprender principios correctos en un ambiente de amor fraternal y, al mismo tiempo, se preparen para la Vida Eterna, dado que el hogar es el lugar idóneo para enseñar, aprender y aplicar los principios del Evangelio”.
Según aparece en Marcos del 10:6-9, Dios dijo: “y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino una sola carne”. Por tanto, “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre. De ahí, el valor y el rol que tiene la Familia según Dios en la transmisión, fijación y monitoreo de los valores cristianos desde la
cuna hasta el Día del Juicio Final”.
También, en el Salmo 127 apreciamos como los hijos son la herencia de los padres, una recompensa para los que aman al Creador, haciendo alusión a que el creyente en Dios debe estar en el centro de Él, pues Él los ama y los bendice, como debe bendecir y proteger la Familia a sus hijos, siguiendo los mandatos de nuestro Dios.
Por su parte, en el Salmo 128 encontramos lo siguiente: “bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos; del trabajo de tus manos comerás; bienaventurado serás, y te iras bien”. Como podemos apreciar, “Dios quiere que la Familia sea un refugio seguro, un lugar en el que sus integrantes permanezcan fuertes antes las adversidades y las presiones de la vida, pues Dios concibió a la Familia como un lugar donde sus miembros maduren, compartan y celebren las cosas buenas, denuncien las injusticias y las cosas y los hábitos que dañan, dividen y desintegran a sus miembros y, al mismo tiempo, sus hijos anuncien la Buena Nueva”.
Tal y como hemos visto en el cuerpo de este artículo, los cristianos católicos debemos asumir responsable y proactivamente el compromiso de transmitir los valores y los mandamientos que nos delegó Dios antes de partir al encuentro con su Padre y, al mismo tiempo, compartirlos e inculcarlos en el seno de nuestras respectivas familias.
En tal sentido, confío que el Nacimiento del Hijo del Padre nos ilumine y refuerce nuestra Fe Cristiana, sin importar las adversidades que estemos atravesando, exhortándolos a ser resilientes como lo fue Cristo en su proceso de peregrinación, crucifixión, muerte y resurrección.
¡Que Dios bendiga a las Familias Cristianas Católicas, hoy, mañana y siempre!
REESCRIBIENDO MI HISTORIA: EL MUSICAL
QUE DA VOZ A LA SALUD MENTAL
ISanto Domingo, R.D. – Reescribiendo Mi Historia sigue resonando en el corazón de quienes asistieron a sus dos presentaciones el pasado 2 de noviembre en el auditorio de la Casa San Pablo. Este musical, que agotó entradas en ambas funciones, abordó temas de salud mental y autoconocimiento, brindando un espacio para la reflexión y la catarsis. Creada y producida por Eudys Cordero, con Ángela Medina como gerente ejecutiva, la obra reafirma el poder del teatro para tratar temas sensibles, entretener y, sobre todo, invitar a la autorreflexión.
Esta producción fue posible gracias a la colaboración entre Teatro Efusión, Multimedios VIDA y Voces. La actriz Angeline Monegro, protagonista de la obra, deslumbró con una interpretación que conectó profundamente con el público, consolidándose como una joven promesa en cine, teatro y televisión. Recientemente egresada de la Toronto Film School y protagonista de la película Día Ocho, Monegro demostró su sensibilidad y talento en una historia que inspiró y conmovió a todos los presentes.
El elenco también incluyó a artistas como Anthony Casado, Melissa Moya, Paola Rossi, Vicky Concepción y Junior Jiménez, quienes, junto a los talentos emergentes Francheska Peña y Jean Delgado, aportaron frescura y pasión a la obra, logrando una conexión genuina con el público.
Un Enfoque Auténtico sobre la Salud Mental
Eudys Cordero creó Reescribiendo Mi Historia con la intención de abrir el diálogo sobre la salud mental. En palabras de Cordero, “es una obra para toda la familia, donde, entre risas y cantos, cada espectador puede reflexionar sobre el papel que juega en su propia vida”. La obra invita a cada persona a confrontar sus emociones y a reconocer la importancia de cuidar su bienestar mental, ofreciendo un mensaje sincero y profundo en un formato accesible y emotivo.
Un Equipo Artístico de Primer Nivel
La dirección artística estuvo a cargo de Daniel Sosa, quien equilibró la narrativa y estética de la obra, logrando una puesta en escena atractiva y bien cuidada. Las coreografías, guiadas por el galardonado Jordan Genao, intensificaron las emociones, mientras que los arreglos musicales de Katiuska Estévez y Melissa Moya aportaron una profundidad adicional a cada escena. Rafael Noesí, responsable del diseño de producción, creó un ambiente visual que invitó al público a sumergirse en la historia y en
las complejidades de cada personaje.
Uno de los momentos más conmovedores fue la participación del Corito Chichigua, dirigido por el padre Santiago Palancas. Este grupo de niños añadió ternura y energía, capturando el corazón del público con su talento y dulzura, y reforzando el mensaje de esperanza que atraviesa toda la obra.
Impacto Digital y Resonancia del Público
El impacto digital y la resonancia del público se ampliaron gracias al trabajo de contenido digital de Luz Karen Granado, quien, junto a Jean Delgado y Junior Jiménez, forma parte de la familia Salesiana.
Una Experiencia que Perdura
Reescribiendo Mi Historia sigue inspirando a quienes tuvieron la oportunidad de asistir. A través de comentarios en redes sociales, el público expresó cómo la obra los invitó a reflexionar sobre el autocuidado, la fe y la resiliencia. Muchos coincidieron en que fue una experiencia que “merece vivirse” y manifestaron su deseo de ver más producciones que aborden temas actuales con sensibilidad y autenticidad.
Esta obra ha demostrado que el teatro no solo entretiene, sino que es una herramienta poderosa para visibilizar temas complejos y promover una mayor comprensión sobre el bienestar emocional.
Reescribiendo Mi Historia marca el inicio de una conversación necesaria sobre salud mental, mostrando que el público está listo para seguir explorando estas historias.
P. José Pastor Ramírez, SDB | pastorantillas@gmail.com
Autor
VIDA INTERIOR, SENTIDO DE LA VIDA Y VIRTUDES
ILas personas realizamos actos humanos. Y, precisamente, un hábito es una secuencia de actos humanos que habla de estabilidad en el obrar. Los hábitos pueden ser positivos o negativos. La virtud, por su parte, es una disposición habitual y firme a hacer el bien; se adquiere por repetición de actos o por un don de Dios.
Asimismo, existe una diferencia clara entre personalidad y virtud. A través de la personalidad se expresan actos que son connaturales al individuo, los cuales no requieren de ningún esfuerzo porque surgen espontáneamente, formando parte del componente identitario personal. Sin embargo, un valor se puede asumir en un momento determinado y, a través del hábito, transformarlo en virtud. Los hábitos buenos conducen a las virtudes y los hábitos malos mueven hacia los vicios. El trinomio vida interior, hábito y virtud juega un rol primordial en la vida cristiana.
Por ejemplo, en la vida interior es donde realmente se vive la fe. Cuando nos sumergimos en el interior de nuestras almas, nos encontramos con la verdadera realidad de lo que somos, pero también con la presencia de Dios. La vida interior, a partir de lo ya planteado, es el campo de batalla donde se define nuestra salvación. Por eso, y en última instancia, el cultivo y desarrollo de las virtudes es el resultado de nuestros esfuerzos por alcanzar la santidad, y, por ende, la gracia que Dios nos concede para este fin último.
El cultivo de las virtudes y de la vida interior está íntimamente vinculado, obteniendo como resultado la perfección del amor. Tal perfección conduce a participar en la naturaleza divina. Una perfección que pasa por la cruz para llegar a la resurrección.
La interioridad es una virtud, porque si no se cultiva a través del hábito no existiría. Esta se encuentra con
diversas amenazas; una de ellas es la superficialidad. Precisamente, en la vida espiritual, lo contrario a la interioridad no es la exterioridad, sino la superficialidad. Son opuestas en cuanto a que corresponden a dos disposiciones discordantes ante Dios, ante el entorno y ante uno mismo: una vive de la cantidad; la otra, de la calidad; una de los comportamientos compulsivos, la otra de la gratuidad; una de la seguridad, la otra de la confianza; una de la inmediatez, la otra de los lentos procesos que se van gestando en la profundidad de la oración.
Cuando se vive obsesionado por la cantidad, la seguridad, el inmediatismo y envueltos en comportamientos compulsivos, se actúa desde la superficialidad, desde la exterioridad, desde “la enfermedad de la prisa”. Por otra parte, cuando se persigue la calidad, se vive la gratitud, la confianza y los procesos que se gestan en el silencio; y así, respetando los ritmos en la profundidad del corazón, se actúa desde la interioridad.
Sin el silencio no hay interioridad ni espiritualidad, dado que el silencio es la condición para poder oír y sentir. El silencio es lo que posibilita la vida interior. Hoy, nuestro principal problema consiste en estar continuamente fuera de nosotros mismos. Hemos de volver al propio centro y al propio templo interior. Por otra parte, la palabra y el silencio no se contraponen porque ella conduce al relato, a la poesía y a uno mismo. El silencio, la vida interior y la espiritualidad constituyen el humus donde se gesta y crece el sentido de la vida. Vivir con propósito y con sentido, es algo a lo que todos aspiramos; pero, definitivamente, solo se puede conseguir con el trabajo consciente y permanente en nosotros mismos. Y es posible, porque la vida auténtica es genuinamente proyectiva; es una obra
mediante la cual se despliega un sentido personal. Efectivamente, las personas somos seres de proyectos y, como tales, necesitamos tener una dirección en la vida, algo que nos motive cada día, eso por lo cual avanzar y tener una vida plena de sentido. Si esta – la vida – se encuentra vacía, corremos el riesgo de caer en lo que el psiquiatra austríaco Viktor Frankl llamaba el “vacío existencial”, que luego llenamos con muchas cosas (poder, dinero, placer…), y que no darán sentido a nuestra vida, solo enmascararán el vacío; pero éste permanecerá. Pareciera que la sociedad ha perdido el sentido y ha llegado a sustituir la palabra SENTIDO por SENSACIONES. Incluso, podría llegar a decirse que el mundo padece un gran vacío espiritual. Y tal realidad lleva a una búsqueda frenética de métodos de relajación, de satisfacciones corporales, comidas, vinos, masajes, temas sexuales y digitales. Argumentos que no tienen por qué ser malos, pero que sustituyen el sentido de la vida.
Sin lugar a dudas, hay que volver a los valores, es decir, a aquello que nos hace crecer como personas, que nos orienta en momentos de desconcierto e incertidumbre. Como decía el escritor español Miguel de Cervantes, en su obra Don Quijote de la Mancha: “la felicidad no se da en la posada, sino al borde del camino”. En otras palabras, la felicidad no es un destino, sino una forma de vivir; es una existencia instalada de manera equilibrada en el presente. Por su parte, el gran psiquiatra suizo Karl Gustav Jung, señaló que: “el único propósito de la vida es encender una luz en medio de la oscuridad del existir”.
Según el filósofo y teólogo español Francesc Torralba, la palabra sentido tiene dos acepciones, cosa que nos ayuda a comprender la afirmación “el sentido de la vida”: a) “sentido” es, en primer lugar, significado, y así solemos preguntar qué sentido tiene un texto o palabra. Del mismo modo queremos comprender el significado de los acontecimientos de la vida. Continuamente preguntamos el por qué y el para qué de lo que ocurre y de lo que nos ocurre, rebelándonos contra el absurdo y el sinsentido; b) “sentido” es también, en segundo lugar, cuando nos preguntamos, por ejemplo, por la dirección de la marcha, “hacia dónde”. Sentido es, significado, valor, orientación y finalidad. En la búsqueda de sentido es fundamental el amor.
El verbo amar da sentido a la vida. Lo maravilloso del verbo amar es que todos los seres humanos podemos amar: discapacitados, pobres, ricos, niño, adulto, anciano, creyentes, no creyentes, hasta los indiferentes. En consecuencia, este modo de dar sentido a la vida no excluye a nadie. Y luego, vienen las consecuencias positivas: quien ama, edifica; quien ama, genera vida; quien ama, cuida, vigila, conserva, protege; quien ama, perdona.
Cada persona que ama tiene una rica y novedosa posibilidad: el perdón. El perdón es una especie de resurrección, puesto que es el modo de medir la calidad de ese amor. Quien vive edificando y generando vida – cuidando, vigilando, protegiendo y perdonando – ya conoce a Dios.
Quien ama ya conoce a Dios, aunque niegue su existencia. El modo de dotar la vida de sentido, desde la perspectiva cristiana, no es realizando una especie de salto mortal, no es negando lo humano, al contrario, es profundizando en la compasión, asemejándonos a Dios.
San Agustín decía que “El alma humana es naturalmente cristiana”. La propuesta de sentido que deriva del Evangelio no entra en contradicción con las aspiraciones fundamentales del ser humano, sino que las colma, las planifica y las realiza.
P. ÁNGEL SOTO RECIBE GRAN PREMIO DON BOSCO A LA COMUNICACIÓN
IEl pasado 26 de octubre, en Pinar Quemado, Jarabacoa, se llevó a cabo la tercera edición de los Premios Don Bosco a la Comunicación, evento que honra el trabajo de comunicadores y proyectos que apoyan la misión salesiana en las Antillas. La entrega de estos galardones fue uno de los momentos culminantes del IV Congreso Salesiano de Educomunicación, el cual reunió a profesionales y entusiastas de la comunicación y de la educación para abordar temas clave sobre educación y evangelización en el entorno digital. En esta edición, los Premios Don Bosco a la Comunicación reconocieron a talentos y obras de excelencia en diversas áreas de la comunicación:
• Redes Sociales: Plaza Educativa Don Bosco, por su destacada labor en la creación de contenido y promoción de la marca salesiana.
• Diseño Gráfico: Francis Rudecindo, quien se destacó por su creatividad y habilidad para transmitir la esencia del mensaje salesiano.
• Fotografía: Gabriela Rosario, por su habilidad para capturar momentos significativos y transmitir el espíritu de servicio y alegría en cada una de sus imágenes.
• Presentador: Sr. Franklin Ortega, quien se distinguió como un comunicador apasionado, capaz de representar la salesianidad allá a donde lleguen sus mensajes.
• Gran Premio Don Bosco: P. Ángel Soto, SDB, fue honrado con el máximo galardón de la noche, en reconocimiento a su incansable compromiso con la misión salesiana y su gran contribución a la comunicación dentro de la Inspectoría de las Antillas. Su vida y servicio a la comunicación son un ejemplo de liderazgo inspirador para futuras generaciones.
Reconocimientos Especiales
Además de los galardones en las diferentes categorías, se entregaron reconocimientos especiales a diversas obras salesianas que, a través de la comunicación, han logrado aportar al desarrollo de la misión salesiana en las Antillas. Este reconocimiento subraya el rol esencial que cada uno de estos proyectos juega en el fortalecimiento de la comunidad, la promoción de valores y el acompañamiento de los jóvenes en su crecimiento espiritual y personal.
DON PIERLUIGI CAMERONI, SDB,
POSTULADOR GENERAL DE LAS CAUSAS DE LOS SANTOS DE LA FAMILIA SALESIANA
“COMO ESTRELLAS EN EL CIELO”
IPodríamos pensar que los santos han pasado de moda y que se ha de buscar un modelo muy rebuscado - casi inalcanzable - para hablar de la santidad. Ciertamente, la santidad no ha pasado de moda y, hoy, más que nunca, necesitamos nuevos santos que inspiren y motiven a vivir con alegría nuestro ser cristiano. Queridos lectores, tenemos la oportunidad de contar con Don Pierluigi Cameroni, SDB, italiano, quien es el Postulador General de las Causas de los Santos. En ocasión de su visita al Noviciado Salesiano, en México, tuvo a bien conceder esta entrevista en donde nos hablará de su servicio en la Familia Salesiana, los procesos que se van llevando en la oficina y, por supuesto, nos dará algunas pistas de cómo acompañar y proponer la santidad a los jóvenes de hoy.
¿Quién es Don Pierluigi Cameroni y cuál es su rol en la Familia Salesiana?
PC: Soy el postulador general de las Causas de los Santos de la Familia Salesiana, encargado de promover las causas de canonización y beatificación de figuras ejemplares de nuestra comunidad. Mi trabajo se centra en ayudar a que los valores de santidad vividos por miembros de la Familia Salesiana se reconozcan y sirvan de inspiración para todos. Fui nombrado en julio del 2010, por el Rector Mayor Don Pascual Chávez, y continúo hasta hoy la tarea de acompañar todas las causas, sean en la fase Diocesana como en la Romana.
Ayúdenos a entender ¿Qué es un Postulador General?
PC: Es una expresión que significa: una persona nombrada por un actor de causa, en este caso la Congregación Salesiana, que la va a representar frente del Dicasterio de la causa de los santos en el Vaticano. Tiene una responsabilidad jurídica.
¿Cuántas causas tenemos?
PC: Nuestra postulación en este momento acompaña 64 causas, relativas a 174 candidatos. Es diferente el número porque cuando se trata de causas de mártires, son más personas, pero la causa es una sola; de los 95 mártires de España las causas son 2. En este momento la nación que tiene más causa es Italia. En Antillas tenemos una causa: el padre Vándor; quien fue misionero de Hungría. Estuvo en Cuba en años muy difíciles de la Revolución cubana. A tra-
Foto Salesianos Perú
vés de su cariño y su misión, dio un gran testimonio, sobre todo de la voluntad de Dios siendo esta su identidad carismática.
Qué significa la santidad en la Familia Salesiana?
PC: La santidad es el llamado universal de todos los cristianos y, para la Familia Salesiana, es vivir como Don Bosco, quien nos dejó el ejemplo de una vida entregada a Dios y a los jóvenes. La santidad aquí no es solo para unos pocos, sino un estilo de vida accesible a todos en el trabajo y servicio diario.
¿Cómo se inicia y qué pasos incluye el proceso de canonización y beatificación?
PC: El proceso empieza con el reconocimiento de las virtudes heroicas de una persona o el martirio. Luego, para la beatificación, necesitamos un milagro atribuido a su intercesión. Después de la beatificación,
si se confirma un segundo milagro, la persona puede ser canonizada. Mi rol es recopilar la información y evidencias necesarias para cada etapa y presentar su causa en el Vaticano.
¿Qué papel tiene la devoción popular en el proceso de canonización?
PC: La devoción popular es esencial. Muchos de estos santos y beatos son venerados por los fieles, quienes encuentran en ellos una guía y ejemplo. Los favores y milagros que se atribuyen a ellos también son prueba de su intercesión. La devoción impulsa estas causas, y son los fieles quienes nos ayudan a documentar los milagros y favores.
¿Qué mensaje de santidad nos ofrece la Familia
Salesiana en el mundo moderno?
PC: La santidad salesiana nos habla de vivir el Evangelio con alegría, especialmente en el servicio a los jóvenes. En el mundo de hoy, donde la justicia y la solidaridad son tan necesarias, estos ejemplos de santidad nos enseñan que todos podemos contribuir a construir un mundo mejor, siguiendo el ejemplo de Don Bosco.
¿Qué mensaje final quiere compartir?
PC: Mi mensaje es simple: sigamos el ejemplo de estos santos y beatos en nuestro día a día. La santidad es para todos, y vivir una vida de fe, amor y servicio no solo nos transforma a nosotros, sino que enriquece a toda la comunidad. Que estos ejemplos nos inspiren a cada uno de nosotros en nuestra vocación cristiana. A la familia Salesiana, les digo: promover las causas de santidad es crear familia carismática, esto significa la acción del Espíritu y reconocer que tenemos figuras significativas, ejemplares e intercesoras.
El carisma salesiano es una bendición que Dios ha dado a la Iglesia y a nuestra Familia. Don Bosco, de ser un niño campesino, con múltiples dificultades, creó, con la ayuda de la Virgen María, esta grande familia que ha dado tantos frutos a los jóvenes, especialmente frutos de santidad. Ha sido una fascinante experiencia poder contar con el P. Pierluigi Cameroni, el amigo de los Santos. Conocer su vida, su pasión por este servicio a la Congregación y a la Iglesia.
Oramos por él y su equipo. Su mensaje nos ha de motivar a cultivar personal y comunitariamente la santidad, sabiendo que los santos son aquellos que encarna en su vida el Evangelio. Vivamos el sueño que nos hace soñar, ese sueño que en definitiva es el sueño de Dios. Los santos son como “estrellas en el cielo”, donde todos hemos de aspirar.
¡Atrévete y sé santo!
IEucaristía de apertura de CAM: El Congreso Americano Misionero tuvo lugar del 19-24 de noviembre en Puerto Rico. Participaron todas las Iglesias particulares de América, representadas por obispos, sacerdotes, religiosos y laicos de movimientos eclesiales y líderes de comunidades, entre ellos varios representantes de nuestra congregación e Inspectoría.
IEncuentro Salesiano del Quinquenio: El pasado 21 de octubre, el padre Inspector, José Pastor Ramírez, se reunió con trece salesianos del quinquenio en Cacique, Mao, para vivir una hermosa experiencia de formación permanente.
IPadre Inspector bendice la nueva casa de los prenovicios: El 17 de octubre el Padre Inspector, José Pastor Ramírez, realizó la bendición de la casa del Prenoviciado Salesiano, en la Obra María Auxiliadora de Santo Domingo. El formador, P. Leonel Ramos, y el asistente Emer Santos, junto a los prenovicios Adrian Antonio Hernández Taveras, Johancer Pastor Polanco Alvarado y Josué Alexander Herrera Ortiz, estarán acompañados de la comunidad salesiana.
ICampamento Conexión 2024: Con la consigna “Esperanzar y Actuar con la creación” e impactando a más de 200 jóvenes, se celebró el Campamento Nacional Conexión 2024, iniciativa que lidera el Movimiento Ecológico Salesiano (MES), unidad adscrita a la Pastoral Juvenil de Salesianos Antillas.
ILos jóvenes, protagonistas de la solidaridad con Valencia: Además de participar de lleno en las tareas solidarias y aportar alimentos, materiales y dinero desde las presencias salesianas se está apoyando en todas las labores, haciendo que cada joven saque lo mejor de sí mismo. Los colegios salesianos de Valencia están acogiendo alumnado en sus clases.
IValidez de la investigación diocesana de la causa del siervo de Dios Akash Bashir: En la fecha 5 de noviembre de 2024 se envió al Postulador General para las Causas de los Santos de la Familia Salesiana, el padre Pierluigi Cameroni, la comunicación de que el Dicasterio de las Causas de los Santos, en su Congreso ordinario del 24 de octubre de 2024, otorgó la validez jurídica a la investigación diocesana para la Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Akash Bashir.
IEstudiante salesiano de Aracaju gana el título de Campeón Mundial de Karate: En su segundo año consecutivo participando en la Gymnasiade, el estudiante-atleta salesiano de Aracaju, João Paulo Amaral, obtuvo el título de campeón mundial de karate escolar, en la categoría de sesenta y cinco kilogramos. La lucha por el oro fue contra un karateka proveniente de China, quien fue derrotado por el estudiante salesiano. La World School Gymnasiade 2024 se celebró del 23 al 31 de octubre, en Baréin.
IConcluye los trabajos sobre la Ratio: El sábado 2 de noviembre de 2024, el “Grupo de octubre de 2024”, compuesto por doce salesianos, concluyó el trabajo sobre el borrador de la Ratio Fundamentalis Institutionis et Studiorum, guiado por Silvio Roggia y Jose Kuttianimattathil.
IV CONGRESO SALESIANO
EDUCANDO Y EVANGELIZANDO
EN EL ENTORNO
IDel 25 al 27 de octubre de 2024, la Inspectoría Salesiana de las Antillas reunió a educadores y comunicadores en Pinar Quemado, Jarabacoa, para celebrar el IV Congreso Salesiano de Educomunicación, bajo el lema inspirador “Educar y Evangelizar en el entorno digital”. Este congreso ofreció una oportunidad única para reflexionar sobre la misión salesiana en el actual mundo digital, abordando los desafíos y oportunidades que este presenta en la educación y evangelización.
El congreso permitió a los asistentes profundizar en estrategias para llegar a los jóvenes de hoy, acompañándolos en sus entornos digitales con un enfoque educativo y pastoral. Durante la jornada inaugural,
el P. Inspector José Pastor Ramírez extendió un mensaje de bienvenida que destacó la importancia de la educomunicación en la misión salesiana. El P. Hugo Orozco, Consejero Regional, y Sor Cesarina Batista, Inspectora de las FMA, también ofrecieron palabras de aliento, subrayando la necesidad de ser presencia activa y significativa en el vasto mundo digital. Expositores que Marcaron la Diferencia
El viernes, el congreso inició con una ponencia de Wilson Mateo, quien animó a los asistentes a innovar en el ámbito de la educación y la comunicación digital. El sábado, Treisi Colome, Josefina Pimentel y Jennifer Arias continuaron con sesiones dinámicas en las que exploraron temas como la educación en
EDUCOMUNICACIÓN:
EVANGELIZANDO ENTORNO DIGITAL
redes sociales, el impacto de la tecnología en los jóvenes y el desarrollo de contenidos educativos digitales efectivos.
El domingo, último día del congreso, Brenda Tavares y el P. Ricardo Campoli, SDB, cerraron las ponencias con un enfoque en cómo los educadores pueden acompañar a los jóvenes en el entorno digital sin perder la esencia salesiana.
La presencia del P. Ricardo Campoli, representado al P. Gildásio Mendes Dos Santos, Consejero Mundial de Comunicación Social en Roma, aportó una perspectiva internacional sobre la comunicación en la Iglesia y el papel de la Familia Salesiana en la evangelización digital. En su intervención, resaltó la
necesidad de aprovechar las tecnologías emergentes para llegar de manera efectiva a las nuevas generaciones y fortalecer la identidad y misión salesiana en el ámbito digital.
Un Encuentro con Propósito y Compromiso
Además de las exposiciones, el evento fue un momento para compartir experiencias y renovar el compromiso salesiano de formar y acompañar a los jóvenes con creatividad y esperanza en sus espacios digitales. Los participantes expresaron su entusiasmo por implementar los conocimientos adquiridos, destacando la relevancia de la educomunicación como herramienta para llegar a las nuevas generaciones y sembrar valores sólidos en sus vidas.
PROYECTO 67, FORMANDO CORAZONES AL MEJOR ESTILO SALESIANO.
I¿Cómo nació Proyecto 67 y qué los inspiró a formar el grupo?
Proyecto 67 nace por la necesidad de traer a la comunidad salesiana, una agrupación musical que vaya acorde con el estilo del carisma.
Nace en el 2014 cuando se requería una canción para la Pascua Juvenil de ese año, que sin esperarlo se tornó en una agrupación musical católica, en la actualidad, con más de 10 años de servicio.
¿Cuál ha sido el mayor reto que han enfrentado como ministerio musical?
Son varios lo retos y podemos destacar la necesidad de constantemente tener que alejarnos de nuestras familias y nuestro país, por la necesidad de tener que viajar al extranjero a petición de comunidades que requieren nuestros servicios, y también la situación de que toda la música que realizamos debe ser costeada por nosotros mismos, con muy poco apoyo de las comunidades que, en muchas ocasiones, no comprenden que mayormente los requisitos económicos que se hacen para cada evento son para costear gastos de inversión para la permanencia del mismo ministerio.
¿Qué mensaje desean transmitir a los jóvenes a través de su música?
Alegría, gozo, reflexión, pero siempre con una basa cristiana, que edifique a quienes nos escuchen, evitando a toda costa el denigrante morbo que existe en la actualidad en los estilos musicales modernos.
Edwin Padilla
Kenny Vicente
¿En su repertorio cuál sería una canción especial??
Transformando corazones. Es una canción que marcó un antes y un después en nuestra carrera.
¿Cómo sienten que su fe influye en sus letras y su música??
Es parte fundamental de todo lo que hacemos. Creemos firmemente que lo que profesamos debe estar firmemente inspirado en nuestras creencias, para que no solo sea música movida y actual, sino también edificante.
¿Cuál ha sido el momento más memorable de su carrera hasta ahora?
Nuestro primer concierto en el extranjero. Entendimos que Proyecto 67 había dejado de ser un sueño local, y se había convertido en una realidad internacional, que llevaría el mensaje de la buena nueva a otras naciones fuera de República Dominicana.
¿Qué consejo le darían a los jóvenes que quieren iniciar en la música?
No es un camino sencillo, no todo es color de rosas, pero el premio final vale la pena. No hay satisfacción mayor que saber que lo que estás haciendo está edificando a mucha gente, comenzando por ti mismo.
¿Cómo perciben la reacción de la gente cuando escuchan sus canciones? ?
Una emoción ferviente que hace que nuestros corazones salten. Para nadie es un secreto el que, independientemente de que nuestro objetivo principal sea la evangelización, hay una parte humana que se emociona y se alegra al saber que el objetivo se está logrando.
¿Qué metas tienen para el futuro??
Seguir haciendo nuevas canciones, abrir la agenda de este próximo año, y seguir transformando corazones al mejor estilo salesiano.
¿Cómo ven el papel de la música en la evangelización y el acercamiento a los jóvenes?
Para nosotros es un punto muy importante de la evangelización, pero es una labor un poco cuesta arriba, porque en muchas ocasiones, las comunidades no le dan la importancia necesaria. Actualmente la música está invadiendo la vida de nuestros jóvenes con letras que marchitan sus corazones, llenas de ideas que dañan y destruyen. La mejor forma de contrarrestar, es llenar los oídos de los jóvenes de nuestras comunidades con letras que edifiquen, que hablen del amor de Dios, y que les motiven a acercarse cada día más a los pies de nuestro Señor.
EL CAMINO HACIA EL CAPÍTULO GENERAL 29:
REFLEXIONES Y AGRADECIMIENTOS DE LA COMISIÓN PRECAPITULAR
IEn el marco de la preparación del Capítulo General 29 (CG29), que se celebrará en Turín-Valdocco, del 16 de febrero al 12 de abril de 2025, la Comisión Precapitular ha iniciado un profundo proceso de escucha y reflexión bajo el tema: “Apasionados por Jesucristo, dedicados a los jóvenes. Para una vivencia fiel y profética de nuestra vocación salesiana”. Este camino incluye la participación activa de inspectorías de todo el mundo, entre ellas, la Inspectoría Salesiana de las Antillas, representada por el padre José Pastor Ramírez, Inspector, y el padre Jorge Santiago, delegado de la comunidad inspectorial.
Un proceso de escucha global
La Comisión Precapitular, conformada por salesianos de distintas regiones, comenzó sus trabajos el pasado 17 de septiembre con un retiro espiritual. Organizados en tres grupos lingüísticos (francés-portugués, italiano-español e inglés), los participantes realizaron un intercambio basado en tres niveles: escucha y reflexión personal, trabajo en pequeños grupos y síntesis en asamblea plenaria.
En el proceso de escucha, se destacó la importancia de renovar las estructuras y prácticas para garantizar un impacto más significativo en la formación de los jóvenes y en la vivencia profética de la vocación salesiana.
Temáticas y metodología
La Comisión trabajó en torno a tres núcleos temáticos, organizando las propuestas recibidas de manera más clara y accesible que en el Capítulo General anterior. Este enfoque permitirá a los capitulares un discernimiento más eficaz durante el encuentro en Turín.
Como parte del proceso, los miembros de la Comisión participaron en un peregrinaje a Subiaco, lugar simbólico del lema benedictino Ora et Labora, que inspiró a Don Bosco en su pedagogía de trabajo y oración. Este evento profundizó el espíritu de unidad y renovación espiritual entre los participantes, con momentos de oración compartida y celebración eucarística junto a las Hijas de María Auxiliadora.
Camino hacia el CG29
Con gratitud y esperanza, la Inspectoría Salesiana de las Antillas se une al camino hacia el CG29, reafirmando su compromiso de vivir apasionadamente la misión de Cristo y de trabajar incansablemente por los jóvenes, especialmente en los contextos más vulnerables de nuestra región. Bajo la protección de María Auxiliadora y en el marco del Jubileo 2025, confiamos en que este Capítulo General sea una oportunidad para fortalecer nuestra identidad y misión en la Congregación Salesiana.
NO ES LO MISMO ESTAR BIEN QUE LUCIR BIEN
IConcluir 12 meses de un año o acercarse al cumplimiento de los 365 días del mismo, trae consigo una serie de sentires y pensares. Cerrar el año, da cabida a dos grandes realidades. Por un lado, la nostalgia de concluir una etapa y probablemente despedirnos de personas, cerrar relaciones o concluir ciclos y por otro, posiblemente las pérdidas fatídicas de algunos conocidos o seres queridos, con quienes ya no contaremos en este nuevo año, por ausencia física o una ida a “destiempo”. Sin embargo, otro término que aflora es la palabra metas, el famoso mural de sueños o tablero de visualizaciones, ese trazo de abundancia con el que queremos vaticinar el 202X para bautizar en positivo lo que se avecina. Si nos fijamos, cuando visualizamos, rara vez se colocan ajustes internos. En todo mapa abundan los teneres, lo que queremos adquirir, de lo que queremos gozar, las cosas que anhelamos poseer, eso que quisiéramos lucir, el círculo, Peña o team al que nos gustaría pertenecer. Todos los años queremos más, nunca menos; cada año un bien, producto o propiedad adicional. ¿O me equivoco?
Hay cosas que nunca faltan en ese mapa o mural de visualizaciones: tema transporte o vehículo (montarte, cambiarlo o adquirir uno adicional); tema ahorro (sea iniciar un fondo, invertir en valores o puesto de bolsa, etc.); tema vivienda (mudarte sol@, comprar una vivienda, que si préstamo hipotecario o invertir en una para Airbnb); tema viaje o vacaciones
(sea conocer nuevos destinos, aventurar más, catar Resorts en nuestra propia isla o rincones turísticos de los tantos que poseemos); tema salud-nutrición o apariencia física (sea iniciarte en el gym o en algún deporte o disciplina, perder X o Y libras o alguna intervención quirúrgica que te permita cambiar tu apariencia física); tema relaciones interpersonales (divorciarte, casarte o conseguir novio). En fin… Siendo honestos, muy raras veces en un mural hay asuntos relacionados a la parte interna, a nuestra relación con el yo, a los ajustes que como personas debemos hacer desde adentro, a la inversión que debemos realizar por nuestra estabilidad emocional, a las transacciones que debemos hacer para dejarnos ayudar de especialistas y buscar un espacio de bienestar desde dentro hacia afuera. En la mayoría de murales, lo que prima es la abundancia desde lo tangible, nunca lo intangible. La ecuación es simple… ¿Sabes por qué ocurre esto?, porque lo que se ve deja más y verdaderamente cuesta menos (menos sacrificio de sí). Porque el aparentar permite camuflajear lo que por dentro estamos sintiendo, permite tapar lo que ciertamente estamos viviendo. Mientras que lo que puede materializarse, a los ojos de los demás, nos ayuda a lucir prósperos y abundantes. Pero lo que no se ve, implica un esfuerzo y compromiso más fuerte con nosotros mismos y ante los demás, no es visible, no es admirado ni genera comentarios positivos, pocos se percatan, ni lo reconocen.
En este año, lejos de mucha abundancia material quisiera invitarte a enfrascarte en lo verdaderamente importante, el bienestar integral, la salud mental. Lejos de graficar con un Excel los ajustes que a nivel económico queremos hacer para conseguir bienes tangibles, se hace cada vez más imperante estar bien, no solamente lucir bien.
Visionemos ser menos envidiosos, codiciar menos lo que tiene el vecino, llevarnos mejor con los que ´´tienen menos´´; ser más empáticos con las circunstancias ajenas; abrirnos más con los demás, ser más transparentes; hablar menos mentiras, frontear menos e irnos más por el ser. Que nuestro mural de proyecciones 2025 tenga más esencia que apariencia. Que nuestras metas de este año vayan a lo genuinamente importante, que siempre será obrar más acercado a lo que a Jesús le gustaría de nosotros que lo que el mundo de hoy propone y prioriza. Que tu conseguir se convierta en estar; que el adquirir se convierta en construir; y el tener se vuelque en ser.
¡Felíz, armoniosa y bendita navidad para ti y los tuyos! Paz será suficiente para reencontrarnos el año próximo.
DESDE EL CORAZÓN DEL VOLUNTARIADO SALESIANO
I¿Cuál es tu nombre completo?
Michela Isabella Sponchiado.
¿Qué edad tienes?
24 años.
¿De dónde eres?
De Milano, Italia
¿Qué te motivó a ser voluntaria?
Mi motivación principal surgió a través de las prácticas ofrecidas por el Máster que cursé en Madrid, en Acción Solidaria Internacional e Inclusión Social.
Esta formación me dio la posibilidad de traducir mi aprendizaje académico en experiencias prácticas de voluntariado; motivándome enormemente, ya que puedo contribuir al desarrollo social y aprender directamente de las personas y sus necesidades.
¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado durante tu voluntariado a lo largo de los años?
Durante este mes de voluntariado, uno de los principales desafíos ha sido adaptarme a los horarios de convivencia con los padres y trabajar durante los fines de semana, algo que requiere una gran flexibilidad y compromiso. Además, entender y respetar las expectativas y dinámicas del entorno salesiano hizo que desarrollara una capacidad de adaptación práctica y emocional.
¿Qué es lo que más te ha gustado de tu experiencia como voluntaria?
Lo que más me ha gustado es la oportunidad de conectar profundamente con las personas y ver cómo, a ve-
ces, con pequeñas acciones se pueden generar grandes cambios en sus vidas. El poder ofrecer mi tiempo y apoyo para mejorar sus condiciones, por mínimas que parezcan, es una experiencia gratificante y me ha enseñado a valorar las relaciones humanas y la importancia de la solidaridad. Sentir que puedo contribuir a su bienestar es algo que me motiva cada día a seguir involucrándome en las distintas obras salesianas.
¿Cómo crees que esta experiencia ha impactado tu vida personal?
Esta experiencia me ha enseñado a valorar más profundamente lo que tengo y a ser consciente de los privilegios que a veces damos por sentado. El contacto directo con personas en situaciones de precariedad ha enriquecido mi perspectiva, haciéndome más empática y agradecida. Este aprendizaje no solo afecta mi vida personal, sino que también fortalece mi compromiso para seguir ayudando a los demás, siempre desde un lugar de respeto y entendimiento.
¿Qué te inspira a seguir ayudando a los demás?
Saber que, a través de mi trabajo, puedo aportar un cambio positivo en la vida de las personas, especialmente de los niños, es lo que me inspira a seguir. La posibilidad de que ellos puedan salir de contextos desfavorecedores y tener mayores oportunidades me llena de esperanza. Además, contribuir a su crecimiento y desarrollo personal es una manera de impactar en el futuro de la comunidad, lo cual es profundamente motivador y refuerza mi compromiso hacia la labor social.
¿Cuál es tu mayor satisfacción al colaborar con nuestra Inspectoría? Mi mayor satisfacción es contar con la confianza y libertad que los sacerdotes y mis compañeros de trabajo, quienes me han otorgado la espacio y la seguridad necesaria para desempeñar mis tareas. Esto me ha permitido trabajar tanto de manera autónoma como en equipo. La confianza me ha ayudado a fortalecer mis habilidades, a tomar decisiones informadas y a involucrarme más profundamente en cada actividad.
I¿Cuál es tu nombre completo?
Victoria Doblado Hernando.
¿Qué edad tienes?
Tengo 24 años.
¿De dónde eres?
Soy se Madrid, España
¿Cómo te enteraste del programa de voluntariado de los Salesianos de Don Bosco?
Pertenezco a la casa salesiana de Atocha y, por tanto, conozco animadores que han hecho esta experiencia de voluntariado. También supe del programa por el Máster de Cooperación Internacional que estudié.
¿Qué te motivó a unirte como voluntaria en la Inspectoría de las Antillas?
En mi caso fueron tres las principales motivaciones. La primera de ellas fue la inquietud por encontrar mi vocación cristiana e intentar responder a la pregunta:
¿a qué me siento llamada por Dios?; la segunda motivación fueron las ganas de empaparme de otra realidad salesiana distinta a la de España y conocer el rostro de Don Bosco en otros centros juveniles, otras comunidades y otros colegios. Finalmente, la última motivación fue la necesidad de aprender más sobre la cooperación internacional y adquirir experiencia para la que será mi futura vida laboral.
¿Cuánto tiempo llevas como voluntaria y cómo ha sido la experiencia hasta ahora?
Aquí en República Dominicana llevo un mes y no puedo estar más feliz. Me he sentido acogida por los padres de la comunidad en la que vivo y por todas las personas dentro y fuera del mundo salesiano. Además, estoy aprendiendo mucho sobre la cultura dominicana y eso me encanta porque puedo percibir distintas formas de pensar, de actuar y de ser; cosas
que veo muy positivas de mi experiencia aquí.
¿Qué es lo que más te ha gustado de trabajar con la Familia Salesiana?
Lo que más me ha gustado es formar parte de la misión tan directa y necesaria que tienen hacia los jóvenes. Percibo muy necesaria la labor y el fuerte compromiso que las obras salesianas realizan con todos ellos. Eso me ha permitido darme cuenta de lo grande que es Dios y de lo vivo que sigue el sueño de Don Bosco en estos días. También, algo que me ha gustado mucho es el buen ambiente de trabajo que existe en la Fundación Don Bosco y las ganas admirables de aportar siempre un granito de arena.
¿Tienes algún momento o anécdota especial que te gustaría compartir de tu experiencia como voluntaria?
Uno de los momentos que, sin duda, marco mi experiencia fue conocer al grupo de mujeres del “Proyecto Madres de La Vega”. Cada vez soy más consciente de lo importante que es tener referentes en la vida, personas que te inspiren, que te ayuden a descubrirte, que te enseñen algo…y cada vez siento con más fuerza las ganas de descubrir a mujeres que realmente sean inspiración para mí.
¿Qué habilidades o valores sientes que has desarrollado durante tu tiempo como voluntaria?
Durante mi estancia en el país, he aprendido mucho el valor de la familia, la de origen y la que creas a tu paso. Para mí son muy importantes las raíces que te sustentan, y durante mi tiempo como voluntaria estoy aprendiendo a apreciar las que ya tenía y aquellas que aparecen de sorpresa. También estoy aprendiendo a saber estar donde se necesita.
¿Qué esperas lograr o aprender en el futuro con la Fundación Salesiana Don Bosco?
Me gustaría seguir aprendiendo de los profesionales que trabajan en la Fundación Salesiana Don Bosco, de toda su experiencia y su aporte a la cooperación internacional.
También me gustaría involucrarme mucho más en los proyectos.
Noviembre - Diciembre 2024
JAMAR 2024
“Cuanto más recibamos la Eucaristía, más nos haremos semejantes a Jesús, de modo que en la tierra tendremos un anticipo del Cielo”.
(Carlos Acutis)
ENCUENTRO DE EDUCADORES 2024: “LOS MUCHACHOS DEL SUEÑO”
IDel 15 al 17 de noviembre, se celebró el Encuentro Anual de Educadores 2024 en Pinar Quemado, Jarabacoa, bajo el lema “Los Muchachos del Sueño”, y como parte de los preparativos para el 40° aniversario de Muchachos y Muchachas con Don Bosco.
El evento tuvo como propósito redescubrir el dinamismo de los jóvenes en el “Sueño de los Nueve Años de Don Bosco” y conectar este mensaje con la realidad del joven de hoy. Durante tres días, los educadores salesianos renovaron su compromiso con la misión educativa, reviviendo el espíritu de san Juan Bosco y reafirmando que sus sueños siguen vivos en cada niño, adolescente y joven que forma parte de nuestras casas salesianas.
Un Encuentro Inspirador
El encuentro contó con la participación del Padre Inspector, José Pastor Ramírez, SDB, quien ofreció una ponencia titulada “El poder de la presencia de Jesús en el educador salesiano”. Asimismo, el P. Odalis Pérez, SDB, presentó una reflexión profunda sobre “El dinamismo de los muchachos del sueño”. Ambos mensajes resaltaron la importancia de la vocación educativa y el papel transformador de los educadores en la vida de los jóvenes.
El P. Ysidro Ramírez, SDB, Delegado de Pastoral Juvenil y Director de Muchachos y Muchachas con Don Bosco, llenó de energía y alegría cada momento del encuentro al revivir las canciones de Don Bosco. También reflexionó sobre el compromiso de nuestra red educativa para acompañar a niños y jóvenes dominicanos, reafirmando la misión salesiana de transformar vidas con esperanza y dedicación.
Creatividad y Sueños Juveniles
Uno de los momentos más emotivos del encuentro fue la presentación de los sueños de los muchachos y los sueños de Don Bosco – como el Sueño de los Nueve Años y el de las Dos Columnas – a cargo de los doce centros locales. Estas presentaciones mostraron la diversidad, talento y aspiraciones de los jóvenes, quienes, a pesar de los retos, encuentran en nuestras casas un hogar y una oportunidad para soñar.
Los sueños de nuestros muchachos reflejan la fortaleza y el espíritu de superación que caracterizan a los jóvenes salesianos. Estas historias nos recuerdan que la misión de formar buenos cristianos y honrados ciudadanos sigue siendo esencial para construir un futuro con esperanza.
Un Futuro Lleno de Esperanza
El encuentro también incluyó talleres, actividades grupales y momentos de reflexión, en los que los educadores profundizaron sobre las cualidades que Don Bosco visualizó en los jóvenes. Cada actividad fue una oportunidad para reafirmar la importancia de la misión educativa, recordando que nuestro trabajo es continuo, transformador y lleno de alegría. Inspirados por 40 años de historia, Muchachos y Muchachas con Don Bosco sigue fortaleciendo el legado de Don Bosco en cada joven que pasa por nuestras casas. Este Encuentro de Educadores fue un testimonio vivo de que juntos estamos construyendo un futuro lleno de sueños cumplidos y corazones llenos de alegría salesiana.
+ ERCOLE ALBERTI SALVINO, SDB
UNA VIDA CONSAGRADA EN LA IGLESIA Y LA CONGREGACIÓN SALESIANA.
IOramos por el eterno descanso del padre Ercole Alberti, SDB, sacerdote salesiano, nacido el 19 de enero de 1944 en Italia. Educador, teólogo y filósofo, dedicó su vida a servir con amor y entrega, llegando a la Inspectoría de las Antillas el 20 de abril de 1992 para continuar su misión pastoral.
El P. Alberti hizo su primara profesión el 16 de agosto de 1960 en Italia y su profesión perpetua el 16 de agosto del 1966. Su ordenación sacerdotal se realizó en Italia en el 1971. Su apostolado salesiano y sacerdotal en nuestra inspectoría lo realizó en La Vega y en el Sagrado Corazón de Jesús de Moca. En moca hizo una gran labor litúrgica especialmente en la música la cual amaba mucho. Los mocanos agradecen su estadía y le recordaran con mucho cariño. Despedimos de esta tierra aun ser humano trabajador y entregado a la misión. Pronto esperamos verlo en el reino de los cielos.
Que el Señor le abra las puertas de su reino.
¡FELIZ
NAVIDAD!
Porque un niño nos ha nacido. (Isaías 9,6)