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Desde Rectoría

S E C C I Ó N

Pbro. Lic. Daniel Millán Lanz, Rector del Seminario.

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Reciban un saludo cordial deseando que la esperanza, propia del tiempo de adviento, se haga presente en su vida.

Hemos llegado al último mes del año, un año bastante especial el que nos ha tocado vivir, por ello es bueno agradecer a nuestro Padre Dios el hecho de que nos siga bendiciendo con el regalo de la vida. Tantas realidades que hemos experimentado en este año, tantas cosas que han tenido que cambiar, muchos ajustes realizados, pero detrás de todo ello, sin duda alguna, ha estado la gracia amorosa y misericordiosa de Dios que nos ha sostenido y acompañado a cada instante. Estoy convencido que esta pandemia del COVID nos ha hecho caer, de una manera más consciente, en la cuenta del grandioso regalo de la vida que Dios nos ha dado, el primero y aquel que es indispensable para recibir todos los demás, sí la vida es un gran don que Dios ha puesto en nuestras manos y es ella quien nos da la posibilidad de poder disfrutar de las demás bendiciones, por ello hay que valorarla, protegerla, promoverla y agradecer el regalo de tenerla.

Desde nuestra casa de formación, el Seminario, deseamos que este tiempo de adviento y navidad sean la ocasión propicia para valorar lo verdaderamente importante, para disfrutar de los regalos que Dios, día tras día, nos va otorgando, para ser cada vez más conscientes de su paso por nuestra vida, para vivir de acuerdo a su proyecto. Es en su plan salvífico donde

nuestra vida puede encontrar verdadera realización y plenitud. El gran acontecimiento para el que en este tiempo de adviento nos estamos preparando; la navidad, nos muestra que viviendo de acuerdo a su proyecto, es decir, viviendo humanamente es el camino que hemos de recorrer para alcanzar la felicidad verdadera.

Dios, en el niño se nace en Belén, se hace Dios con nosotros, se hace uno igual a nosotros menos en el pecado, es por ello que si queremos vivir como verdaderos seres humanos es la vida de Jesús el mejor ejemplo que tenemos para llevar a cabo nuestro cometido; es amando a su estilo, siendo misericordiosos, viviendo en la justicia, dando espacio a la solidaridad, optando por los más necesitados y excluidos, colaborando en la construcción de su Reino. ¿De qué manera te pedirá en este tiempo que vivas como auténtico hijo de Él y hermano de los demás?, ¿qué actitudes y acciones te estará invitando a desarrollar?

Agradezco de corazón su cercanía espiritual a través de la oración y su apoyo. El contar con ustedes es de vital importancia para nuestro Seminario, cuenten siempre con nuestra oración y gratitud. Pido a nuestro Padre Dios les conceda la gracia de vivir intensamente este tiempo de adviento para poder así celebrar una feliz y santa Navidad.

Dios les bendiga

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