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A ti Soci
La grandeza de contar con alguien como tú
Sem. Fernando Burrola Sánchez, I de Teología
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Con la esperanza cada vez más afianzada en Dios, el equipo de la Obra de las Vocaciones, anhelamos con alegría el poder recibirte en nuestra casa, tu casa, el Seminario Mayor de Hermosillo. Apreciable socia y socio, me es grato escribir las siguientes palabras para ustedes, ya que como bien saben, actualmente es la manera de llegar hasta tu hogar; con el inicio del Adviento, me permito redactar con mucho cariño las siguientes líneas, en las cuales mi intención es la de plasmar el sentir de este año entre ustedes como colaboradores y nosotros como Seminario. Me gustaría tomar de la homilía del Papa Francisco del pasado 29 de noviembre con la cual dio inicio el I Domingo de Adviento, dos conceptos importantes para compartir con ustedes, y son: “La cercanía de Dios y nuestra vigilancia”. A partir de esto, me venía a la memoria infinidad de momentos en los que tú como colaborador de este proyecto has permanecido siempre cercano y vigilante; sin duda puedo reconocer que te necesito, eres parte esencial en mi formación. Con tu cercanía has hecho que no sea indiferente a las necesidades de los demás, lo cual va formando mi corazón como un buen pastor, el hacerme sensible, despierta en mi interior esa necesidad de amar en todos los aspectos, con todo mi corazón, con toda mi mente y toda mi alma. Por medio de 24
ti, he sentido la presencia de Dios, que me invita a dar cada día más, en estos tiempos difíciles aún más tu cercanía por los medios digitales es favorable en mi vida formativa. No obstante, prefiero más el encuentro cercano, físico y palpable presencialmente. También tu cercanía ha generado en mi persona un compromiso de permanecer siempre vigilante, a no decaer ante las tentaciones y perderme de la presencia de Dios. Ante tanta oscuridad que podemos ver desde hace tiempo, el vigilar nos mantiene con la esperanza en Dios, un claro ejemplo de tu constante vigilia hacia nuestra formación es: “tu espera a que nos ordenemos seamos sacerdotes sanos, santos y sabios que la Iglesia necesita”, por eso cuando tú estás al pendiente de la formación de un seminarista, para nosotros es recordar esa respuesta que le debemos dar a Jesús, con nuestra vida, testimonio y amor a los demás. Ahora, mucha(o)s de ustedes han visto pasar generaciones y generaciones de sacerdotes ya ordenados; y han podido ser testigos de ese Amor que Dios le tiene a su Iglesia, por el sólo hecho de permanecer cercanos y vigilantes en la formación de los futuros sacerdotes de la Iglesia de Hermosillo. Haciendo memoria también del objetivo de este proyecto, no nos queda más que seguir en esta actitud mutua, es decir, orar y amar; que eso es lo que tú ya haces y que sale de ti, por la cercanía que tienes con Dios. Me despido con un corazón infinitamente agradecido con Dios, y por contar con el respaldo de alguien como tú. ¡Feliz navidad y que Dios te bendiga!