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Roberto Cardozo

La Niña TodoMePasa dice:

Al planeta Tierra le vale madres la presunción humana

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Gaia, nuestro planeta, ha estado vivo durante cuatro mil y medio millones de años. El ser humano no lleva por aquí más de ciento cuarenta mil años.

Antes de que “el único animal pensante” hiciera acto de aparición, la Tierra enfrentó cinco extinciones masivas, eras glaciales (sin ardillas buscando bellotas) y, ejem ejem, un calentamiento global que, según la Universidad de Pensilvania, hace millones de años provocó que la temperatura del planeta aumentara cinco grados.

Claro, ese calentamiento global prehistórico tomó entre diez y veinte mil años. ¿Cuánto ha tomado el calentamiento global actual, en caso de que “realmente exista”? No olvidemos que personalidades influyentes como Donald Trump y Sarah Palin niegan la existencia del cambio climático causado por emisiones contaminantes de combustibles fósiles.

Desde niños hemos escuchado consejos para cuidar el agua, un recurso limitado que en cualquier momento desaparecerá por más que la ciencia trabaje en cuestiones como la desalinización del mar. Desde niños nos hablan de colocar la basura en su lugar, de ahorrar energía eléctrica (no está de más por el bien de nuestro bolsillo), reciclar, separar nuestros desechos, etcétera.

Seamos claros: el ser humano NO tiene el poder de destruir el planeta. Sí tiene el poder de destruirse a sí mismo, como lo han demostrado

las “misteriosas desapariciones” de culturas antiguas que tal vez simplemente cambiaron de nombre y de lugar de residencia, o que alcanzaron la cúspide de la civilización solamente para terminar en franca decadencia.

Carl Sagan, uno de los mayores promotores de la ciencia en el siglo veinte y autor de libros inspiradores como , Cosmos dijo que cambios causados por formas de vida “primitivas” y por procesos naturales, cito, dejan en ridículo los temores de “ quienes piensan que los hombres, con su tecnología, han conseguido ahora el fin de ‘ la naturaleza . Estamos extinguiendo muchas ’ especies; quizá incluso consigamos destruirnos a nosotros mismo. Pero esto no es nada nuevo en la Tierra.”

Es petulante, por decir lo menos, creernos tan poderosos como para poder acabar con el planeta poco a poco o con un ; botón rojo presionado por algún Mandatario cretino. Desde niños nos hablan del cambio climático y demás, pero, en todo caso, el cambio climático actual comenzó con la primera revolución industrial y la introducción de las máquinas de vapor.

Y que el ser humano haya desaparecido especies animales como el león bereber, no implica que otras especies no puedan ser

extinguidas por sus depredadores naturales. O por un meteorito.

Así que seamos humildes. Reconozcamos que sí, que estamos jodiendo a nuestro propio hábitat, que nadamos en mares llenos de plásticos, que comemos peces envenenados con metales pesados. Pero también pensemos que, contrario a lo que alegue el mesiánico Elon Musk, no tenemos injerencia en eventos cósmicos como las tormentas solares. Y por más que hayamos diseñado alarmas sísmicas, esto no implica que sepamos cómo “pegar” la Falla de San Andrés.

Y eso del “Proyecto Haarp” me suena totalmente a la película de pero al Geotormenta revés. Aunque, luego de haber tenido en mis manos las tarjetas de Illuminati New World Order, le creo más a los conspirólogos que a quienes piensan que la historia fluye de manera natural por la buena de Dios.

Gracias al Covid-19 se habla de la “venganza” de la “Madre Naturaleza” contra el “virus” llamado ser humano… Pensamiento digno de wiccanas que le queman aceitito a Ostara, su diosa primaveral, mientras critican la veneración a un dios católico opresor, machista violador y demás. Ni el sol es nuestro “Padre” ni la luna es nuestra “Madre”, así como Erich Fromm aclara que el ser humano maduro no busca sustitutos paternos en el exterior o en el más allá pues uno mismo puede y debe ser su propia figura de consuelo y autoridad.

Así que no, no creo que el mundo se acabe con la “Tercera Guerra Mundial”, misma que, por cierto, comenzó con el final de la Guerra Fría. ¿Qué mejor prueba de ello que el cierre de fronteras europeas para que los sirios se sigan ahogando en cualquier mar del Mediterráneo? ¿Acaso creen que la crisis económica del coronavirus no tiene ninguna relación con la crisis ninja o crisis subprime de 2008?, ¿o con la burbuja del punto com del año 2000?

Lo mejor que podemos hacer es, simplemente, cuidar de nuestros seres queridos.

Podemos cambiar el mundo comenzando por nuestra casa, porque abandonar a tu familia para irte a rescatar mujeres de otro continente suena muy loable pero poco humanitario a fin de cuentas: por algo te tocó nacer en este momento y en este lugar.

Haz algo positivo por tu casa, por tu ciudad y por tu país.

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Incipit.

Somos la Naturaleza Entre el poder y el deseo

El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo. José Martí

Coexistimos en un espacio complejizado que ha construido a un ser humano a través de los cimientos del poder y el deseo. La civilización occidental ha fundamentado su colonialidad destruyendo civilizaciones y explotando a grupos humanos que pasan a ser cosificados como objetos de compra-venta. Una sociedad que se ve colapsada pero que al mismo tiempo se obnubila por el logro de ganancias y el escalamiento de clases sociales. 1 Coexistimos sí, en un momento histórico en el que se permite gozar a expensas de la desgracia del otro, justificando desconocimiento o en la peor de las situaciones sabiendo que las acciones sociopolíticas van encaminadas para lograr el empoderamiento de unos pocos y desechando a los otros, a los nadies.

Una sociedad de consumo que ha desbordado el deseo de obtención a expensas del despojo de identidad y espacios socioterritoriales que aniquilan “…todo valor, una sociedad entrenada para medirlo todo en términos pecuniarios e identificar el precio que figura en las etiquetas de bienes y servicios vendibles y comprables.” Una orgía entre el 2 mercado y las nuevas tecnologías que han ido diseñando los nuevos rostros de la ciencia, la educación y la cultura para dirigir la emocionalidad de consumidores individuales que ven satisfecho su poder en marcas, y en mayor escala en la likes apropiación de medios naturales a costos risibles y que “…separa poblaciones rurales que han vivido durante años en el campo sin ser molestadas y personajes que llegan de la nada y les prometen desarrollo…” les arrojan a la 3 extinción o los convierte en desplazados que se les observa a través de con un dejo de smarts-tv incredulidad e indiferencia colectiva.

El deseo es la fuerza que desata necesidades introyectadas en el subconsciente colectivo a través de los medios de comunicación masiva que han especificado ya un proscenio distópico en el que ese mundo feliz del que hablaba Huxley ha sobrepasado el 4 imaginario literario y se ha erigido entre explotadores y explotados.

Mientras tanto, ha muerto gente, han muerto animales, han ardido casas, y se han perdido campos de cultivo, como en los tiempos antiguos, y menos políticos. 5

1. La ganancia obtenida por el proceso de globalización capitalista que ha centrado su poder en la fuerza trabajadora. Consultar James Petras y

Henry Veltemeyer. (2003). . México: Porrúa - UAZ. p.28La globalización desenmascarada 2. Zygmunt Bauman. (2015). . México: FCE. p.103Amor líquido 3. StefanoLiberti. (2015). . México: Taurus. p. 274Los nuevos amos de la tierra 4. Aldous Huxley. (2000). . Barcelona: Plaza y Janés - Debolsillo.Un mundo feliz 5. Wislawa Szymborska. (2014). . México: FCE. Poema . pp. 313-314Poesía no completa Hijos de la época

El término MacLuhaniano aldea global se ha 6 esfumado ya que esa interrelación entre las “aldeas” del planeta no se produjo en el sentido positivo sino a la inversa, el conocerse alentó al desconocimiento, el comunicarse produjo el silenciamiento, al explorarse devino el saqueamiento y con ello el planeta ha colapsado a pesar de las políticas verdes que han sido diseñadas para hacer creer que el ecocidio en el que se vive está revirtiendo las acciones humanas, pero éstas sólo están viendo nacer una nueva ignorancia en la que el desorden priva y está arrastrando a un desastre mundial; ahí estriba la importancia del paradigma de la complejidad , el cual plantea que 7 la realidad no es singular, por el contrario, esa multiplicidad de realidades crea una falsa percepción de dificultad, lo que se requiere es entender que esas realidades tienen que ser reinterpretadas de maneras distintas y en escenarios diferentes que no universalicen las problemáticas, pero sobretodo no homogenicen a los seres humanos.

Algunos grupos sociales han previsto o detectado que el poder y el deseo producen un estado de felicidad insignificante, efímera y mortal. El planeta no está resistiendo las exigencias de la agro industria y quienes habitamos en él nos damos cuenta que los nuevos dueños de éste que hemos llamado están acabando con todo lo planeta azul que puede crecer, y lo que no, lo están diseñando con las ingenierías genómicas y bioéticas. El gozo fast fashion, fast food, low cost, light, wireless o last minute 8 hace creer que el fin de la historia no está ni por nada cerca, pero según Fukuyama él mismo refuta su postura al darse cuenta de que “…las versiones alternativas iban a estar muy lejos del ideal liberal…” y con ellas se pueden 9 encontrar que la naturaleza humana aún es capaz de reorganizarse disipando el deseo efímero y el poder de las grandes transnacionales. Una utopía quizá, pero que no deja de re-significar a la humanidad de humanidad.

La búsqueda de nuevas alternativas no ha 10 empezado en estos últimos años, más bien, en este momento se han incrementado los movimientos sociales que creen en la transformación del pensamiento socioeconómico para poder detener el colapso en la naturaleza. Estos grupos sociales han revirado al pasado para que en la comunidad ancestral encuentren su re encuentro con la naturaleza, no pretendiendo sobrepasar de ella, sino que a través de la horizontalidad de los pueblos originarios se reafirma la filosofía de que como parte se forma un todo, pero que ese todo también somos las partes.

Somos la Naturaleza; mucho tiempo

Estuvimos ausente, mas ahora

Regresamos.

Nos tornamos plantas, tronco, follaje,

Raíz, corteza.

Estamos arraigados a la tierra, somos

Rocas,

Somos robles, crecemos en el claro… 11

Itasavi1@hotmail.com Facebook: Blanca Vázquez Twitter: @Blancartume Instagram: itasavi68

6. Marshall McLuhan en los años 60s fue considerado un visionario, ya que consideraba a los medios de comunicación como el elemento para derrumbar las barreras de comunicación e integración entre los seres humanos. 7. Edgar Morin. (2009). Barcelona: Gedisa.La introducción al pensamiento complejo. 8. Neologismos que han sido expuestos como señuelos de deseo y consumo como estrategias de mercado de las transnacionales que hacen creer que se vive en la modernidad y el desarrollo. 9. Ángel Jaramillo. (Octubre 2016). "El desafío más importante de nuestro tiempo es lograr un Estado moderno" Entrevista a Francis

Fukuyama. Letras Libres, s/v, 26 - 29. 10. Henry Veltmeyer y Anthony O*Malley. (2003). . México: Porrúa - UAZ. pp. 7-40En contra del neoliberalismo 11. Walt Whitman. (1999). . España: Planeta. Poema Nosotros dos, cuánto tiempo fuimos engañados. p. 55 - 56Hojas de Hierba

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