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Gema E. Cerón Bracamonte
from Revista delatripa 43
by delatripa
Nos vemos en el slam.
¿Dónde fue mi primer slam?
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Al tratar de recordar la primera vez que decidí meter a un sinfín de codazos, patadas y empujones mientras sonaba a todo volumen una rola de ska o rock, no recuerdo con exactitud el lugar, ni a la banda, ni mi estado de sobriedad o ebriedad, pero sí me llegan a la mente unos slams inolvidables cuando era un joven universitario en la escena de la cultura alternativa yucateca.
Recuerdo que en una ocasión la Casa de Cultura La 68, un lugar donde presentan muy buenos documentales con temática variada, hicieron a un lado las sillas y guardaron la pantalla para dar paso a un tocada de bandas locales, entre ellas, la legendaria Mama Ruda y los Skatastróficos Hijos del Henequén.
El lugar se llenó de bastantes seguidores de esta agrupación y, como se esperaba, desde su primera rola empezaron los encontronazos, caídas y levantones. De lo que más recuerdo es que varios terminaban impactados en una hilera de helechos que al final de la presentación quedó con severos daños.
Antes de que el carnaval de Mérida fuera enviado a los terrenos de la Feria Xmatkuil y perdiera su esencia desmadroza, el ayuntamiento organizaba esta “enorme cantina” a lo largo del Paseo de Montejo donde estaciones de radio y canales locales de , televisión instalaban tarimas para una gran variedad musical.
Frente a esos escenarios disfrute buenas bandas nacionales como la Maldita Vecindad, Panteón Rococ , Gran Silencio, ó Inspector y Genitálica, que por lo general se presentaban en el escenario de Exa colocado muy cerca del Monumento a la Patria.
Además de estas agrupaciones, en el carnaval meridano también buscaba la presentación de bandas locales, principalmente I&I y la Rikita Banana.
En ambas era seguro el slam de una banda ya super pasada de vasotes de cerveza, por lo que en ocasiones algunos cruzaban de codazos y patadas a puñetazos y mentadas de madre que provocaban una entrada represora de policías locales.