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¿Le decimos adiós a la última frontera?
Lic. Yanina S. LOJO
Mg. en Dirección de Finanzas y Control. Titular de Consultora Lojo @mg.yaninaslojo www.consultoralojo.com
Sorpresivamente el gobierno decidió derogar el SISTEMA ESTADÍSTICO DE IMPORTACIONES (SEDI) y además no lo reemplazó. ¿Cómo impacta la medida? ¿Cuáles son las inquietudes? Pero más aún, ¿Qué debemos tener presente?
La noticia fue sorpresiva y tomó al mundo del comercio exterior por sorpresa. Con una publicación en la red social X el ministro de Economía anunció un importante cambio para el comercio exterior: El sistema Estadístico de Importaciones dejaba de existir. La pregunta de muchos era: ¿Y ahora qué vendrá? Pero más sorpresiva fue la decisión final. Nada lo reemplazaría. Un escenario que no era esperado ni considerado por muchos.
El final del Sistema Estadístico de Importaciones
Con la publicación en el Boletín Oficial de la Resolución General Conjunta 5651/2025 se determina la derogación de las Resoluciones Generales Conjuntas N° 5.429 y N° 5.466 y su modificatoria. De esta manera, desde el miércoles 26 de febrero de 2025 se despidió el SEDI. Según explicó el ministro Caputo el equipo de la Secretaría de Industria y Comercio, y ARCA considera que el mecanismo “cumplió con los objetivos de normalizar, transparentar, ordenar y agilizar el sistema de importaciones.” Además, agregó que “El SEDI tuvo como objetivo principal obtener información anticipada sobre las operaciones de importación y contemplaba el análisis y seguimiento de datos estadísticos sobre importación de bienes. En ese sentido, se determinó que ya no resulta necesario recabar información anticipada para fines estadísticos.”
Recordemos que el SEDI nace en diciembre de 2023 dando por finalizado el ciclo del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), y con él una infinidad de problemas con los que tenía que luchar cada empresa que deseaba importar: los plazos de aprobación infinitos, la Capacidad Económica Financiera (CEF) que un mes tenía un valor y al siguiente era $1 y no se podía ni solicitar la SIRA, los plazos de pagos que se corrían o directamente desaparecían.
Pero no sólo se fue el SIRA sino también se fueron la Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior (CCUCE), el SIRASE – que era la versión del SIRA para los servicios -, y las millones de trabas que había.
Lo que si sorprendió fue que también se eliminaron las Licencias Automáticas y No Automáticas de Importación. Hasta ese momento, la DJAI, el SIMI y el SIRA habían contenido a las licencias que se tramitaban antes de que estos surgieran. Sin embargo, el SEDI nació sin ellas. Se derogaron.
Los plazos de aprobación que unos meses atrás se podían extender a 60, 90, 120 días se achicaron a 4872 horas y en el caso de que hubiera un reglamento técnico por cumplir, una vez que era aprobado, el SEDI se aprobaba. Nada superaba los 30 días. Con el SIRA uno podía nunca llegar a obtener la aprobación. Y en cambio con el SEDI ya estaba establecido que en un plazo de un mes como máximo, el sistema debía liberarla. Pasamos de tener cero previsibilidades a poder planificar las operaciones. Muchos importadores incluso se habían acostumbrado a pedir el SEDI cuando la mercadería ya estaba lista. Y si había un error, era fácil de enmendar: se pedía una nueva y se anulaba la anterior.
El Sistema Estadístico funcionaba de manera adecuada, y no era un impedimento para el comercio exterior. Era un paso más, una intervención y un extra costo. Su eliminación tiene que ver, por lo que han explicado las autoridades con esos dos últimos puntos, eliminar las intervenciones y los costos innecesarios.
Un tiempo atrás la Aduana ha quedado dispensada de efectuar el control sobre un listado de reglamentos técnicos . ¿Qué significa esto? Que al momento de nacionalizar, la Aduana no deberá verificar el cumplimiento, sino que será la Secretaría de Industria y Comercio, quien de manera ex post, se encargará de verificar que se cumplan. Los importadores deberán seguir efectuando los trámites, pero esto ya no puede demorar el ingreso de la mercadería.
Los desafíos de la operatoria
En este momento, la operatoria de comercio exterior presenta nuevos desafíos. Hasta ahora y después de trece años conviviendo con declaraciones previas de importación, habíamos adquirido una cultura de trabajo que nos había “ordenado” por decirlo de alguna manera. Los documentos se enviaban al despachante con tiempo, para que se cargara la declaración y éste podía revisarlos y detectar posibles inconvenientes. Cualquier trámite previo que fuera necesario se detectaba con tiempo suficiente para que tanto el importador como el auxiliar pudieran actuar y sortear obstáculos.
Si bien los trámites se han reducido siguen existiendo, así como también requisitos que hay que cumplir o limitaciones que no deben dejarse pasar. Y ahora al no tener que cargar la declaración previa habrá que ser muy prolijo a la hora de trabajar para no encontrarse con sorpresas a la hora de nacionalizar.
Será clave enviar los documentos con tiempo para que nuestro despachante pueda revisarlos, detectar errores y dar aviso si se requiere realizar algún tipo de intervención que sea o no necesaria a la hora de nacionalizar. Hoy más que nunca, el control depende de nosotros y debemos confiar mucho en nuestro despachante para asegurarnos de que todo esté en regla. El control no ha dejado de existir, es ex post, y si no tenemos cuidado podemos quedar expuestos a contingencias que tengan un costo muy alto.

La desburocaratización del comercio exterior y su impacto
Poco a poco, todos los trámites, los pasos innecesarios, duplicados o incluso los puntos posibles de demora se eliminan a fin de hacer más sencillo el proceso de importación. ¿Esto es positivo o negativo? Para algunos esto constituye un nivel innecesario de apertura que deja desprotegida la economía local, la industria nacional y la lanza a una competencia feroz sin las herramientas necesarias para lograr sobrevivir. Para otros, esto implica la normalización, la posibilidad de crecer, de expandirse, de adquirir nuevos materiales, insumos, tecnificarse y de mejorar. Y también habrá quienes están en un punto intermedio: creen que la apertura es buena, pero piensan que algunas barreras deben mantenerse porque la cancha está inclinada por cuestiones de la economía local y que la transición puede ser más paulatina. Vayamos a un ejemplo concreto: en enero de 2025, la importación de bienes de capital creció más de un 52%. Como dato: en enero de 2024 todos estamos más preocupados en ver cómo íbamos a pagar la enorme deuda que nos había quedado de 2023 que en proyectar.
Tampoco teníamos claridad sobre el rumbo de la economía. Pero este año pareciera que la situación es diferente. Que las empresas empiezan a apostar al crecimiento económico, y quieren optimizas sus procesos para reducir costos y ser más competitivos. Pero también hay algo que no se puede ignorar: los bienes de capital son los únicos a los que parcialmente se les ha normalizado la cadena de pago.
¿Hemos atravesado la última frontera?
La sensación en el ambiente es que el comercio exterior se ha liberado completamente. Con la eliminación del SEDI pareciera que hemos atravesado la última frontera hacia la completa apertura comercial. Pero, aún existe cepo. Y mientras el pago anticipado este limitado a muy pocas excepciones, el comercio exterior como lo conocemos continuará operando de manera limitada. ¿Por qué? Porque los nuevos jugadores tienen muy difícil el ingreso. ¿Cómo hacer para empezar a importar si el proveedor no te conoce y no podés pagarle anticipadamente? Imposible. Y más siendo Argentina. Si hasta los más antiguos operadores hoy están haciendo malabares porque después de lo que sucedió en 2023 los exportadores ya no confían en la llegada del pago.
La apertura al pago vista con dólares propios ha sido un alivio, pero para poco, porque no todos tienen tenencias y el mayor problema sigue siendo como reponer lo que se utiliza. Se necesita un buen conocimiento de herramientas financieras para armar un esquema que permita tener dólares, pagar y reponer. Pero además que el proveedor acepte la condición de pago. La disponibilidad de préstamos en dólares puede abrir oportunidades, pero conlleva un riesgo cambiario que no todos aceptarán.
La apertura es necesaria para que las cadenas productivas puedan seguir incorporando insumos, materias primas, maquinaria, bienes intermedios a menores costos y además que los precios internos se adecuen a los niveles regionales. También es necesaria la salida del cepo, pero para eso hace falta la llegada de fondos y el refuerzo de las ARCAS del BCRA. Mientras tanto, toda reforma impositiva que pueda traer un alivio tributario inclina la balanza a favor de los industriales nacionales. Así como las mejoras en la infraestructura. Esas son dos tareas donde nos tenemos que poner a trabajar urgente. La eliminación del Sistema Estadístico de Importaciones es un gran paso y un importante alivio. El saber que no será reemplazado nos permite pensar y proyectar negocios de una manera diferente. Esta en nosotros saber cómo podemos aprovechar la situación que se nos presenta y creer.

