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Trabajadoras maritimistas: aportando valor a la industria mercante y pesquera
Betina Santillán
Secretaria Nacional de la Mujer S.O.M.U. (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos).
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En la gestión que llevo adelante desde nuestro primer mandato (20182022) y ahora durante el primer año del segundo mandato (Dic. 2025), la Secretaría de la Mujer que presido viene trabajando fuertemente en revertir situaciones basadas en estereotipos de género, dentro del ámbito marítimo fluvial, una actividad tradicionalmente masculina. Introducir la figura femenina a bordo, no es tarea fácil.
La misión que inspira a nuestra Secretaría de la Mujer es: Velar por el bienestar de las afiliadas y afiliados, independientemente de su edad, sexo, etnia, orientación sexual o cualquier otra característica social o personal. Esta iniciativa de inclusión de tripulantes mujeres dentro de las dotaciones de a bordo está realizándose de manera progresiva y se va instalando naturalmente entre trabajadoras y trabajadores, dirigentes, empresas y cámaras empresariales, Prefectura Naval Argentina -PNA- y la Armada Argentina AA, es decir, entre la comunidad marítima en general. Desde el inicio de nuestras actividades nos propusimos varias propuestas, todas ellas salidas en forma directa de la escucha atenta de las experiencias y reclamos de cada afiliada/o del SOMU. En función de la variada naturaleza de situaciones y problemáticas halladas, encaramos la promoción y aplicación de soluciones trabajadas por mi equipo interdisciplinario:
1. Promover el trato igualitario entre trabajadores y trabajadoras a bordo a través de campañas de concientización y sensibilización acerca del acoso y la violencia laboral en general, describiendo las conductas deseables, indeseables e inaceptables mediante talleres de capacitación y prevención, campañas gráficas con material e Ilustraciones especialmente diseñadas, comunicaciones o recordatorios breves previos a los embarques. Asimismo se proclaman y explican cuáles son los valores que la Secretaría impulsa en la actuación del rol laboral de sus trabajadoras/es marítimos afiladas/os. Se encuentra en el maltrato psicológico la mayor fuente de acoso a bordo y se enseña preventivamente comunicación asertiva para establecer límites claros entre personas que tienen relaciones laborales y conviven cierto tiempo a bordo durante las mareas. Detectar tempranamente comportamientos de acoso, hostigamiento, abuso o violencia laboral contra la mujer y el hombre y proceder a la inmediata implementación de las medidas correspondientes a su tratamiento y erradicación.
2. Creación realizada del “Protocolo De Intervención y Acción en Casos de Discriminación y/o Violencia Laboral y por Razones de Género, ejercidos contra el personal marítimo”. El mismo posee formulario de observaciones o notificación y “ANEXO A” con pasos pormenorizados acerca de qué hacer en caso de ser víctima de acoso o violencia laboral. Esta herramienta de prevención y acción en vigencia hoy, que tiene como primer paso la debida
comunicación a la Secretaria por parte de la/el damnificada/o, activa un procedimiento inmediato que comienza con la recepción de la misma, contención inmediata, acompañamiento y asesoramiento final en coordinación con las secciones, seccionales y delegaciones del SOMU de todo el país.
3. Procurar el acceso a los embarques en igualdad de condiciones. Las mujeres marítimas poseen la misma Libreta de Embarque habilitante que los hombres, la misma formación académica (materias prácticas y teóricas), los mismos estudios médicos, antecedentes penales, etc., notando que no existe discriminación por género dentro de la PNA, ni en la AA (Armada Nacional).
4. Instrumentar los medios de inclusión de la mujer en el ámbito marítimo (Puerto e Industria Naval), para hacer efectivo el RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS LABORALES, SOCIALES Y DE REAFIRMACION DE LA PROFESION MARITIMA.
5. Garantizar el principio de IGUALDAD DE ACCESO A OPORTUNIDADES de postularse para cargos electivos y representativos con poder de decisión legitimada plenamente por los votos de los afiliados, dentro de las organizaciones gubernamentales y sindicales, contempladas en la Ley 25.674 de cupo Sindical Femenino. Integrar a las Secretarias, subsecretarias, delegadas y dirigentes en las negociaciones colectivas de los Convenios Colectivos de Trabajo (paritarias).
6. Acordar y elaborar la Representación Empresarial y la Organización
sindical, clausulas (o párrafos específicos) en la negociación colectiva (o acta acuerdo), que condenen toda forma de violencia laboral a bordo.
7. Creación de la materia “ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL-FACTOR Y RELACIONES HUMANAS” a ser dictada a nivel nacional dentro de la formación del tripulante que culmina en la entrega de la libreta de embarque, ya aprobada por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y en proceso de aprobación en la AA y PNA, cuyo fin es capacitar adecuadamente aspirantes a marinería para garantizar efectividad y permanencia en el futuro puesto de trabajo, combatir el abandono prematuro del oficio y reforzar la continuidad laboral de los tripulantes que se embarcan por primera vez, capitalizándose así al máximo la inversión en tiempo, dinero y recursos estatales para beneficio de todos los actores marítimos, la sociedad y los intereses conjuntos de la nación.
8. Proponer a las Cámaras Empresariales, Empresas y Armadores, implementar Políticas de Gestión que garanticen SEGURIDAD en todos los niveles, ENTORNOS LABORALES SALUDABLES, principios de TRATO JUSTO Y CONDUCTA ÉTICA de las/los empleados (tripulantes). Acordar en establecer una política de “TOLERANCIA CERO” del acoso y/o violencia a bordo. Esta política se aplicará también a todos los actores externos a las organizaciones que interactúan a distintos niveles con ellas y que estén en contacto directo con el personal marítimo a quien se desea proteger.
9. Establecer CÓDIGOS DE CONDUCTAS y BUENAS PRÁCTICAS LABORALES y comunicarlos a través de los canales que la empresa considere adecuados y eficientes (generalmente medios gráficos, virtuales, etc.).
10. Promover Políticas de Igualdad en el Acceso a trabajo, ascenso y efectividad a más TRABAJADORAS MARÍTIMAS, basadas en el mérito, las calificaciones y habilidades laborales.
En cuanto a las trabajadoras marítimas Hoy las mujeres asumimos todo tipo de responsabilidades y riesgos, nos capacitamos para trabajar en un ámbito masculino. Es un trabajo arduo y para elegir esta profesión se requiere estudio secundario completo, preparación física, mental y emocional, así como fuerza y coraje, una actitud positiva y capacidad de adaptación. Trabajar a bordo representa un gran desafío con muchos retos a superar, condiciones exigentes en cuanto a adaptación a un medio físico hostil, desempeño adecuado en condiciones muchas veces límite. También tiene sus momentos de camaradería, de compañerismo y de buen pasar cuando los grupos de trabajo son armoniosos. Ser aceptada por nuestros pares hombres como un igual, como trabajadoras y como compañeras es un primer gran paso a dar. La forma de hacerlo es trabajar a la par, codo a codo junto a los hombres y ganar así su respeto, respetarnos y respetar también al compañero. Favorece la integración y la convivencia el mostrar disposición para aprender y colaborar, tener iniciativa y participar de todas las maniobras, a la par de nuestros compañeros.
SIN PRIVILEGIOS
La soledad puede ser muy difícil de llevar tanto para hombres como para mujeres. Recomendamos en los horarios de descanso, mantenerse ocupada ya sea con actividad física, lectura, estudiando, realizar manualidades, tocar algún instrumento musical respetando el descanso de los compañeros/ as, etc., es decir, planificar parte del viaje para asegurarse mayor calidad de vida a bordo.
Las responsabilidades de cuidado y atención de hijos se comparten con la pareja, abuelos, parientes o personal idóneo, complementándose el tripulante con su “equipo” en tierra. Los hijos se adaptan a la dinámica laboral de los padres si están bien cuidados y contenidos.
Para la OIT la industria marítima en todas sus formas está considerada como de alto riesgo. Por ello toda trabajadora marítima debe ser prudente, consciente de su responsabilidad a bordo, previsora y estar alerta a los peligros. Los roles (la tarea a bordo) de las marítimas tanto en buques de pasaje, pesqueros, buque gasero, remolcadores, Casino flotante, son los relacionados con la cocina y asistente de cocina, camarera o moza, lavandera, enfermera, marinera de cubierta. En los barcos de pesca, pueden encontrarse trabajando en la planta de procesamiento del pescado, corte y embalaje del mismo. Exactamente los mismos roles que los trabajadores marítimos.
Las mujeres estamos capacitadas para estar a bordo y responder a las exigencias que la profesión requiere. El trabajo doméstico y el cuidado de los hijos, es una responsabilidad compartida. En la actualidad la tecnología y la automatización a bordo, permite abordar nuevos puestos dado que no requieren ya de contar con fuerza física para realizarlos. Es importante que las trabajadoras marítimas crean en sí mismas, en sus habilidades teórico/practicas adquiridas al obtener la Libreta de Embarque, en su talento para navegar. Hacer un uso productivo de características que son propias de la mujer y que pueden aportar más valor a la diversidad de talentos a bordo, al considerarse que las mujeres son en general más detallistas, con una motricidad fina más desarrollada que puede aportar prolijidad y cuidado al tratamiento de pescado o piezas delicadas como la marisquería en general. Estar dispuesta al aprendizaje constante, a adaptarse a las circunstancias de a bordo y a la mejora constante de las capacidades necesarias para ser eficientes en el trabajo requerido. Pensar en positivo y estar orgullosas de ser parte de una industria fundamental para la economía de todo el país.
Tener responsabilidad en el trabajo, mostrar respeto y ejercer valores durante las travesías es un camino seguro al reconocimiento y con él, a nuevas oportunidades laborales.
La convivencia a bordo es un gran desafío también, tanto para hombres y mujeres, que requiere empatía, solidaridad y conductas sociales adecuadas. El orden y el respeto generan confianza y con ella surge la armonía en los grupos de trabajo tanto a nivel laboral como personal. El buen trato cotidiano y sostenido son bases sólidas de camaradería, no exentas de marcar límites cuando es necesario para ajustar conductas deseables y saludables.
Interactuar con cada miembro de la tripulación en calidad de “pares profesionales” facilita el trabajo y el bienestar diario.
El buen desempeño laboral y social nos muestra como trabajadoras competentes, facilita posibles futuros embarques y allana el camino a otras trabajadoras que aprendiendo de sus compañeras más experimentadas, se animan a primeras experiencias en busca de nuevos horizontes de autosostén económico y de realización personal.
Como mujer trabajadora nunca quise tener preferencias, ni descansar más o trabajar menos. Siempre a la par de mis compañeros, como una igual. Embarcarme significó salir de mi zona de confort y empezar a explorar lo desconocido y probarme a mí misma que soy capaz de superar las dificultades a bordo.
Mi mensaje es para las compañeras marítimas que nunca se rindan y que somos iguales en dignidad, derechos y obligaciones.