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Incorporación de Nuevas Tecnologías y sus Desafíos en las Operaciones Logísticas
Lucía Micaela OVEJERO
Fundadora SINERGIAConsultora de Logística y Servicios de IT.
Lovejero@sinergiayeficiencia.com
En un entorno empresarial cada vez más dinámico, las operaciones logísticas deben adaptarse continuamente a nuevas tecnologías que prometen mejorar la eficiencia, la precisión y el control. Sin embargo, incorporar soluciones como WMS (Warehouse Management System), TMS (Transportation Management System) o LMS (Last Mile System) entre otras tecnologías, va mucho más allá de una simple decisión de compra; implica un compromiso estratégico que transforma tanto los procesos como la cultura organizacional. Después de años de experiencia en distintos roles dentro del sector logístico y en el desarrollo de soluciones tecnológicas, he podido presenciar de primera mano los desafíos que surgen cuando se pretende implementar estos sistemas sin una preparación adecuada.
Muchos proyectos fallan, no por falta de recursos o de voluntad, sino porque se subestima el nivel de complejidad y los ajustes que requiere cada implementación. Un aspecto fundamental que se pasa por alto en numerosas ocasiones es la etapa de preparación previa a la implementación. Antes de lanzarse a adquirir un software, es imprescindible conocer en profundidad el estado actual de las operaciones, identificar las áreas que se verán afectadas y, sobre todo, determinar si la organización realmente está lista para un cambio de esta magnitud.
Este proceso de preparación no solo debe considerar aspectos técnicos, sino también la disponibilidad y capacitación del equipo humano involucrado. Es habitual que los proyectos se retrasen o se vuelvan conflictivos cuando los recursos internos no están lo suficientemente preparados para adaptarse a las nuevas herramientas y metodologías. Por eso, antes de seleccionar una solución tecnológica, se debe asegurar que la compañía esté en condiciones de aprovecharla plenamente.
Los Errores Comunes en la Selección de Sistemas
Muchas empresas cometen el error de adquirir un sistema sin haber analizado en detalle sus propios procesos. Como resultado, se encuentran con un software que no se adapta a sus necesidades o que requiere costosas personalizaciones para cumplir con las expectativas. El principal problema radica en la falta de comunicación clara entre la compañía y el proveedor de software. He visto, en más de una ocasión, cómo las empresas no logran expresar con precisión sus requerimientos específicos, mientras que los proveedores prometen soluciones genéricas que “cubren todo tipo de operaciones”. Esta desconexión genera malentendidos que no solo encarecen el proyecto, sino que ponen en peligro la relación a largo plazo entre ambas partes.
la falta de planificación puede llevar a retrasos significativos y a un flujo de información ineficiente entre diferentes plataformas.
Luego comienza la fase de relevamiento, donde se deben mapear todos los procesos de la operación para diseñar el sistema futuro (conocido como el modelo TO-BE).
Esta etapa es crucial, ya que un mal relevamiento impactará directamente en la calidad de la implementación y en la capacidad del sistema para reflejar con precisión la realidad operativa. Aquí la capacidad del equipo de software para entender la logística es clave. Si no tienen la experiencia necesaria, las preguntas relevantes y el análisis detallado pueden quedar fuera, lo que resulta en un dise - ño incompleto o, en el peor de los casos, equivocado. Por otro lado, los usuarios clave de la compañía también deben estar preparados para brindar toda la información relevante sin omitir particularidades que puedan ser determinantes en el uso final del sistema.
Coordinación y Gestión de Integraciones
Un aspecto que no debe subestimarse es la gestión de las integraciones entre el nuevo software y los sistemas existentes. Aquí, la falta de planificación puede llevar a retrasos significativos y a un flujo de información ineficiente entre diferentes plataformas. Coordinar la disponibilidad de todos los equipos involucrados y garantizar una comunicación fluida es esencial para evitar que estos puntos de conexión se conviertan en cuellos de botella que comprometan todo el proyecto.
Pruebas y Validación:
Un Escenario Decisivo
La etapa de pruebas es, sin duda, uno de los momentos más críticos de la implementación. Un testeo riguroso requiere replicar cada uno de los casos de uso de la operación para asegurarse de que el sistema cumple con las expectativas y soporta el flujo de información bajo condiciones reales.
Este proceso no solo verifica la funcionalidad, sino que también permite identificar posibles puntos débiles antes de que el sistema entre en producción. Es fundamental destinar tiempo y recursos para realizar pruebas exhaustivas que abarquen no solo los escenarios comunes, sino también las excepciones que puedan surgir en la operación diaria. Un fallo en esta etapa podría afectar el servicio y la satisfacción del cliente.
La Gestión del Cambio: Un Aspecto Clave para el Éxito
Más allá de la parte técnica, uno de los desafíos más grandes de cualquier implementación es la gestión del cambio. Introducir una nueva tecnología implica modificar la forma en que los empleados realizan sus tareas diarias, lo que puede generar resistencia, temor e incertidumbre. Acompañar a los equipos en este proceso, explicarles los beneficios y capacitarlos adecuadamente es crucial para que la adopción sea fluida y positiva.
Aquí, el papel del líder de proyecto y del consultor externo es acompañar no solo la parte operativa, sino también el aspecto humano. La capacitación y el seguimiento cercano son herramientas indispensables para transformar la percepción del cambio de una amenaza a una oportunidad de crecimiento y mejora continua. En el caso de los operadores logísticos, la implementación de nuevas tecnologías representa un reto aún mayor. Este tipo de negocios, que gestionan múltiples clientes con necesidades y procesos específicos, deben asegurarse de que el software seleccionado soporte la diversidad de servicios y pueda adaptarse a las particularidades de cada cuenta.
Temas como la trazabilidad, la facturación y la integración con los sistemas ya existentes de nuestros clientes, son aspectos críticos que requieren un análisis profundo. Cualquier error en la selección del software puede impactar la relación con los clientes y poner en riesgo la capacidad del operador para cumplir con sus compromisos. La implementación de tecnología en las operaciones logísticas no es una tarea sencilla, pero con la preparación adecuada y un enfoque estratégico, puede convertirse en una oportunidad para transformar la operación y optimizar el servicio.
Contar con el acompañamiento de profesionales experimentados, que comprendan tanto la operación como la tecnología, es fundamental para que la inversión realmente aporte valor a largo plazo.