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Corrección tarifaria: avances e impacto inflacionario.

Por Invecq Consulting S.A.

Economía

Desde el inicio de su gestión, el gobierno priorizó el ordenamiento macroeconómico, poniendo particular énfasis en el equilibrio fiscal. Con este objetivo en mente, empezó a recortar los subsidios a los servicios públicos. Aunque en los últimos meses priorizó la consolidación del proceso de desinflación y morigeró las correcciones . De hecho, esta semana resolvió extender la emergencia energética hasta el 9 de julio de 2025, lo que posterga por seis meses la revisión originalmente prevista para finales de 2024.

Pese a lo anterior, se evidencian importantes avances: el gasto público dedicado a subsidios económicos cayó aproximadamente 30% real en enero-octubre. Otra manera de verlo es en el porcentaje de cobertura de la tarifa respecto al costo total del servicio. En el caso de la electricidad, la cobertura del costo asumida por los usuarios, incluyendo residenciales, comercios e industrias, llegó al 91% en octubre, con un promedio del 65% en los últimos seis meses -un indicador más representativo debido a las variaciones estacionales-. De esta forma, se alcanza un nivel de cobertura similar a los de 2018-2019, aunque con una distribución más heterogénea. Actualmente, comercios e industrias están cerca de cubrir el 100%, mientras que los hogares se segmentan según su nivel de ingresos: el nivel 1 (ingresos altos) cubre el 88%, el nivel 2 (ingresos bajos) el 25%, y el nivel 3 (ingresos medios) el 39%. Por su parte, la situación con los subsidios de gas es similar a los de energía eléctrica; mientras que, en el caso del transporte, el boleto mínimo de colectivo en el AMBA cubre solo el 35% del costo de referencia (en el interior del país, los aumentos recientes han reducido significativamente el rezago).

Hacia adelante, surge el interrogante sobre cómo podría impactar en la inflación una ulterior corrección. Si se analiza solo Gran Buenos Aires (GBA), la región de mayor ponderación en el IPC Nacional y con tarifas más atrasadas,

i) la implementación de un esquema de segmentación en energía eléctrica con solo dos categorías -ingresos altos y bajos, eliminando el nivel 3 y equiparándolo al 1- implicaría una suba de 0,4 p.p. en el IPC INDEC GBA; y

ii) llevar el boleto mínimo de colectivo de AMBA a valores reales de 2019 se traduciría en 2,6 p.p. adicionales.

Dado el peso de GBA en el IPC Nacional, ambos ajustes implicarían 1,3 p.p. adicionales en el índice general; lo que evidencia que una mayor corrección tarifaria tendría un efecto limitado en la inflación, ya que gran parte del sinceramiento se llevó a cabo en la primera etapa del programa

Finanzas y Mercados

Los mercados experimentaron otra semana muy favorable: el riesgo país continuó a la baja y el Merval se mantuvo alcista. ¿Cuáles fueron los factores detrás de estas tendencias? Por un lado, los bonos en dólares tuvieron otra suba importante el miércoles (como el caso del AL35 que creció 3% ese día) y aunque los días posteriores retrocedieron levemente, cierran la semana 1% arriba con un precio promedio ponderado de casi 70 USD. En consecuencia, el riesgo continuó comprimiendo y tocó un mínimo de 734 pb; hoy presentó una suba que lo situó en 745 pb, que representa una caída semanal de 3,8% y de 24,3% en términos mensuales. Esta baja del riesgo se podría atribuir al efecto propio de Argentina ya que la dinámica se aparta un poco de lo que viene ocurriendo en el resto de los países de América Latina, donde el riesgo país en el último mes ha crecido (+8pb Colombia, +4,5pb Chile, +4,0 pb en Perú, +3,6 pb Brasil).

Por otro lado, la mejora en la performance del riesgo país argentino impacta directamente en las empresas que cotizan en el mercado de valores: el martes casi todas las acciones que conforman el Merval cerraron al alza, con subas diarias de hasta 7,7% (YPF) y 6,8% (Edenor) y hoy algunas de ellas también registraron máximos diarios superiores a 8%. Como nota de color, Fitch Ratings incrementó el puntaje a 7 empresas (YPF, AES Argentina, GEMSA, Genneia, MSU Energy subieron a CCC, EDENOR a CCC+ y AySA a CCC-.)

Así, el Merval medido en dólares CCL (a precios corrientes) creció un 5,5% (la mayor suba diaria desde el 8 de agosto que había crecido 6,7%) y alcanzó los 1.997 USD en noviembre. Si bien este valor lo sitúa en un nuevo máximo nominal desde febrero de 2018, en términos reales aún estamos por debajo – el Merval a precios constantes a esa fecha era de 2.225 USD.

La pregunta que surge es si estos valores se corresponden con los resultados de las empresas listadas. Cuando se analizan los ratios de apalancamiento de las mismas, se observa que las compañías, que volvieron a tomar deuda, hoy no muestran ratios alarmantes y que la métrica de Enterprise Value sobre ingresos, se encuentra en valores por debajo de los que alcanzaron las compañías en el primer trimestre de 2018, en el pico del Merval. Es decir, es una suba que todavía tiene fundamentos desde las empresas, aunque dependerá del sector en el que operen.

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