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La importancia del proceso de creación artística para hacer tangible lo abstracto de la realidad

Isabella Bojanini De Ávila Klasse 12D

El arte vale como expresión de la vida del hombre porque se convierte en objeto de la vivencia del ser en el mundo, un ser que siempre experimenta ante algo y es el arte justo eso, una forma específica de estar en el mundo.

Este ensayo está inspirado en la obra del Gato fumador del artista colombiano Omar Figueroa Turcios. Una obra que sin duda busca la forma de crear mundos, los cuales, aunque parezcan ficticios también son reales y es por eso que no se puede definir en términos estrictamente perceptivos, ya que tiene el poder de hacer visible lo no decible. Se busca la realidad de la obra de arte, para encontrar ahí el arte verdadero que está en ella. Para mi el Gato fumador es símbolo y metáfora del proceso artístico del autor, quien se caracteriza así mismo, como un gato de colores, fumándose un lápiz de color morado; el morado hace alusión a la fantasía, la imaginación. El gato no está literalmente fumando, el está creando, al pensar en esto recuerdo también como artista la cantidad de veces que los espectadores de mis obras me han preguntado “¿te la fumaste verde?” y estoy segura que es precisamente eso a lo que hace alusión esta maravillosa obra, la cual tiene infinitas posibilidades de interpretación.

¿Es el arte independiente incluso de lo que buscan mostrar sus obras?

El arte siempre estará determinado por aquello que alguna vez fue, por lo que ha llegado a ser y por lo que quiere ser. La obra es susceptible tanto de ser como de no ser y cuyo principio está en lo que produce y no en lo producido. El arte es netamente irracional, siempre existirá ese pequeño limite entre las pretensiones, y la realidad, está determinado por la interpretación del espectador, al cual se le deja la realidad desde sus experiencias personales. Como lo es mi caso con el Gato fumador de Turcios, lo relacioné con mi experiencia como artista, cuando los

espectadores de mis obras me preguntan “¿te la fumaste verde?” cada vez que dibujo algo poco habitual o que no logran interpretar ese garabato que están viendo, pero no es el arte bello, sino lo que se crea. El artista tiene libertad de usar su arte y puede ser malo sin que por ello sea menos perfecto ni deje de ser arte, representar el proceso por el cual la visión se proyecta y se transforma, implica la lucha de descubrir lo ausente, lo oscurecido a nuestra visión. En conclusión, podríamos relacionar el Gato fumador de Turcios con el proceso artístico del autor, él nos muestra su entera cultura material e intelectual, toda su inmoral moralidad, su trabajo y su esparcimiento, como crear se convierte en una necesidad biológica, al igual que el hecho de fumar, que responde a la necesidad de expresarse y es aquí como el arte hace tangible lo abstracto de la realidad y como con unos simples trazos resultado una negación consciente del estilo de vida establecido por la sociedad, como nos muestra lo que a veces nos parece tan común, pero no es normal, en este mundo alternativo y nos ofrece una experiencia con la cual no nos habíamos encontrado. Un mundo donde nos creemos en casa, el mundo no es un objeto ante nosotros, no es algo que se pueda mirar. El mundo se mundaniza donde caen las decisiones esenciales de nuestra historia o vida, unas aceptadas y otras abandonadas, desconocidas que la obra nos permite conocer...

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