Misioneros Claretianos Colombia Oriental y Ecuador
Busquemos la Paz y Edifiquémonos Mutuamente (Romanos 14,19)
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Fundación Nuevo Mundo Nit: 900.779.962-9
CONTENIDO Memoria y acompañamiento a las víctimas 1 Acción Humanitaria Ecuador 3 Historia de la Obra Evangelizadora (IV) 5 Oferta Educativa Unihombre 6
Memoria
y Acompañamiento a las (Segunda parte)
víctimas
A partir del 2005 podríamos definir un tercer
periodo: La Memoria como regreso, reconstrucción y Esperanza. Se concreta
el retorno de CIVIPAZ y con ellos muchas otras familias que vieron la posibilidad de regreso como un hecho real, aunque un poco utópico por la presencia paramilitar en la región. La misión claretiana abrió espacios conmemorativos, que en su momento eran impensables e imposibles. Pero se hizo memoria celebrativa del primer año del asesinato de Lucero y Yamid Henao en medio del absoluto control paramilitar, del abandono y la
Boletín Mensual Nº 11 Mayo de 2016 Bogotá D.C -Colombia- PBX 3421649
desolación, que se encontraba en la vereda Puerto Esperanza. Este tercer periodo está caracterizado por lo que podríamos llamar una cartografía de la memoria, es decir, ya no solamente se realizaban actos conmemorativos simbólicos y religiosos, sino además se empezó a marcar el territorio con los testimonios de la memoria. Se empezó a construir un patrimonio cultural que evidenciaba físicamente las heridas de la guerra. Así, este tercer momento se caracteriza por la construcción de monumentos, cruces, placas, jardines, que aparecen como marca indeleble de la memoria hecha resistencia y vida.
La Construcción de Monumentos de la Memoria
El ejercicio de la memoria fue un acontecimiento permanente, al instante de los hechos violentos se fueron marcando los lugares de la muerte y la barbarie, no como un acto de venganza, sino como lugares de vida y esperanza, marcar el territorio como expresión de lucha contra la impunidad. Es lo que después empezamos a llamar la cartografía de la memoria. Los monumentos de memoria existentes en el Municipio de El Castillo, fueron construidos por las familias de las víctimas, han sido realizados a través de los años. La misión claretiana ha acompañado esta elaboración, hemos sido testigos de estas marcas sobre el territorio, que pretenden hacerles frente a las lógicas del olvido y sembrar la esperanza en medio del dolor. Marcar los sitios fue a la vez un acto de resistencia ante el olvido y la historia oficial que jamás reconoce la voz de las víctimas.