Año 75 Nº 4106 - 14 de Diciembre de 2014 Tercer domingo de Adviento - Ciclo B - Color morado
Una voz que grita en el desierto Iniciamos la tercera semana de adviento. El Evangelio de hoy nos presenta el testimonio de Juan el Bautista que ahondaremos a lo largo de esta semana litúrgica. La lectura nos introduce diciendo que este es el testimonio de Juan y luego nos cuenta que de Jerusalén los dirigentes judíos enviaron delegados para preguntarle si era el Mesías o Elías que precedería a la llegada del Mesías. La respuesta de Juan es muy clara: no se reconoce como Elías, tampoco se reconoce como el Mesías que ha de venir; sin embargo, si se reconoce como la voz que clama en el desierto, que prepara la venida del Mesías. La respuesta genera una
pregunta lógica en los emisarios judíos: si no eres entonces ¿por qué bautizas? Su respuesta es parecida a la primera, el bautismo de agua es un bautismo purificador, si se quiere externo, pero quien vendrá traerá un bautismo que purificará a todo el ser humano y ante el cual el bautismo de Juan es solo un anticipo. El bautista fue crítico ante el poder dominante de los romanos y de Herodes. Ahora es la oportunidad para aceptar la invitación de Juan. Renovar el compromiso bautismal para vivir a plenitud el adviento y la Navidad. El bautismo no puede ser simplemente un rito y un documento registrado en algún despacho parroquial de cualquier lugar. El Bautismo es compromiso con el proyecto de Jesús: el Reino.
«Yo soy una voz que grita en el desierto»
El Día del Señor. Diciembre 14 de 2014
RITOS INICIALES
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Rito de entrada
plantas de un jardín, así hará el Señor que triunfe la justicia y se le cante un himno en todas las naciones. Palabra de Dios.
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COMENTADOR: Esta celebración, que vamos Salmo Lc 1,46b-48 a iniciar, nos da la oportunidad de acercarnos una vez más a Cristo, a su Palabra, a TODOS: Desbordo de alegría con el Sesu Cuerpo y Sangre y a nuestros hermanos ñor, mi Dios. con quienes nos congregamos a escuchar al Señor y a compartir el Pan de la fraternidad. - Proclama mi alma la grandeza del Se-
ñor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. /R. CELEBRANTE: Oh Dios, que contem- - Desde ahora me felicitarán todas las plas a tu pueblo en la fiel expectativa generaciones, porque el Poderoso ha de la fiesta del nacimiento de su Sehecho obras grandes por mí; su nombre ñor, concédenos que al disfrutar de las alegrías de tan gran salvación, las es santo y su misericordia llega a sus celebremos siempre con vivo regocijo. fieles de generación en generación. /R Por nuestro Señor Jesucristo... - A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió vacíos. Auxilió LITURGIA DE LA PALAB R A a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia. /R.
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Oración inicial
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Primera Lectura
MONICIÓN: El profeta habla de un enviado de Dios sobre quien reposa el Espíritu del Señor para inaugurar una era de gracia y llevar la Buena Noticia a los pobres. Jesús proclamará en la sinagoga de Nazaret: “Hoy se cumple esta Escritura que acabas de oír” Del libro de Isaías 61.1-2a.10-11
El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ungió. Él me envió a llevar una buena noticia a los que sufren, a curar los corazones destrozados, a promulgar la liberación de los cautivos, y la libertad para los presos, a proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo y alegría con el Señor, mi Dios, por el traje de gala que Él me puso al cubrirme con el manto de su triunfo. Así se ciñe un novio la diadema, y una novia se adorna con sus joyas. Como hace la tierra que germinen las semillas, y florezcan las
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Segunda lectura
MONICIÓN: Tenemos aquí en pocas palabras todo un programa para el Adviento: docilidad al Espíritu, confianza en las promesas de Dios, deseos de hacer el bien y oración a la espera del Señor. De la Primera Carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 5,16-24
Hermanos: Estén siempre alegres, oren sin cesar, en toda circunstancia den gracias a Dios. Esto es lo que quiere Dios de ustedes, en Cristo Jesús. No extingan el fuego del Espíritu, y no desprecien el don de profecía. Examínenlo todo y quédense con lo bueno: eviten toda especie de mal. Y el Dios de la paz los santifique enteramente para que todo su ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve íntegro y sin tacha para cuando llegue en su gloria nuestro Señor Jesucristo. Quien los llama es fiel; Él cumplirá sus promesas. Palabra de Dios.
3º domingo de Adviento - Ciclo B - Color morado
preguntaron: «Si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta anunciado, ¿por qué bautizas?» Juan les respondió: «Yo TODOS: Aleluya, aleluya, aleluya. bautizo con agua, pero en medio de - El Espíritu del Señor está sobre mí. El ustedes está otro a quien no conocen. Señor me envió a llevar una buena no- Aunque viene después de mí, yo no meticia a los pobres. rezco ni siquiera desatarle la correa de TODOS: Aleluya, aleluya, aleluya. las sandalias.» Esto sucedió en Betania, al otro lado del Evangelio Jordán, donde estaba Juan bautizando.
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Canto
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MONICIÓN: (Para el Evangelio de Juan, el Palabra del Señor. precursor es el gran testigo de Cristo. ¿Cuál Credo de los Apóstoles es su papel? Preparar a los que aguardan al Mesías para que lo descubran presente en medio de ellos. Como “amigo del esposo”, Creo en Dios, Padre todopoderoso, desaparece ante su presencia; como “lámpaCreador del cielo y de la tierra. Creo ra” que alumbra en la noche, guía y alegra a en Jesucristo su único Hijo, nuestro todos los que buscan a Dios.)
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Según San Juan 1,6-8.19-28
Enviado de parte de Dios, vino un hombre que se llamaba Juan. Vino para ser testigo, para dar testimonio de la luz, para llevarlos a todos a creer. Él mismo no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. Este fue el testimonio que dio Juan cuando las autoridades judías le mandaron desde Jerusalén algunos sacerdotes y levitas para preguntarle quién era él. Y él declaró sin reservas; sin ambages ni rodeos declaró que no era el Mesías. Ellos le preguntaron: «Entonces, ¿qué? ¿eres tú Elías?» Él dijo que no. «¿Eres tú el profeta anunciado?» le preguntaron. Y él de nuevo respondió que no. Entonces le insistieron: «Dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?» Él respondió: «Yo soy ‘una voz que grita en el desierto: ¡Allánenle el camino al Señor!’ como dijo el profeta Isaías.» También habían sido enviados algunos del grupo de los fariseos, los cuales le
Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
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Oración comunitaria
CELEBRANTE: Hermanas y hermanos: siempre debemos estar alegres en el Señor y debemos orar sin cesar. Animados por la invitación que Dios Padre nos hace, en este Tercer Domingo de Adviento, supliquemos diciendo: TODOS: Te rogamos, óyenos. COMENTADOR: Roguemos por quienes se empeñan en trabajar por el desarro
llo de los pueblos y el progreso de las naciones. Que no haya ningún interés personal, sino el deseo de servir con generosidad. /R. -Roguemos por los niños abandonados, por los huérfanos y las viudas, por los indigentes y menesterosos. Que todos ellos encuentren en nuestra generosidad una señal de tu Reino. /R. -Roguemos por quienes estamos celebrando esta Eucaristía, y por quienes no
nos acompañan. Que con gozo espiritual estemos dispuestos a celebrar las fiestas de la Navidad con sinceridad de corazón /R. CELEBRANTE: Dios y Padre nuestro, tu nombre es santo y tu misericordia llega a tus fieles de generación en generación. Atiende los ruegos de tus hijos y otórgales los auxilios necesarios para vivir en continua alegría. Por Cristo nuestro Señor.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
10 Oración sobre las ofrendas CELEBRANTE: Siempre, Señor, unamos a esta Eucaristía la ofrenda de nuestro propio sacrificio; para que así se cumpla en nosotros la salvación que Tú estableciste en tan sagrado misterio. Por Jesucristo nuestro Señor.
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Oración después de la comunión
CELEBRANTE: Te pedimos, Señor, que este auxilio divino nos limpie de pecado para celebrar las próximas solemnidades. Por Jesucristo nuestro Señor.
Palabra y Vida:
- Estamos transitando por el Tercer domingo de Adviento y la trayectoria de Juan (El bautista) nos va dejando varias enseñanzas; vemos que cada uno de nosotros podemos realizar una misión semejante. En cierto sentido, somos precursores, hombres, mujeres que vamos en el camino de la Redención. Todos estamos llamados, al igual que Juan Bautista, a realizar, a llevar a cabo nuestra misión. Pero, el don que Cristo viene a traer, lo trae a través de otras personas, a través de precursores. ¿Yo valoro el don de Cristo, el don que yo puedo dar a mis hermanos? ¿Me doy cuenta de la inmensa riqueza que supone para mi vida, pero también la inmensa riqueza que supone para los demás? Cuántos hombres —como dirá también Zacarías— viven en manos de sus enemigos y en manos de todos los que los aborrecen. Cuántos hombres y mujeres son atacados, denigrados, humillados, hundidos, manipulados?
Santoral Lunes 15 Martes 16 Miércoles 17 Jueves 18 Viernes 19 Sábado 20
y
citas
Ntra Sra de Monguí Santa Adelaida San Lázaro San Modesto San Urbano Santo Domingo de Silos
Misión Claretiana
bíblicas de Nm 24,2-7.15-17a So 3,1-2.9-13 Gn 49,2.8-10 Jc 13,2-7.24-25a Jc 13,2-7.24-25a Is 7,10-14
la
Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo
24 33 71 71 70 23
Seman a Mateo 21,23-27 Mateo 21,28-32 Mateo 1,1-17 Mateo 1,18-24 Lucas 1,5-25 Lucas 1,26-38