Año 75 Nº 4056 - 19 de Enero de 2014 2º Domingo ordinario - Ciclo A - Color verde
Luz de las naciones
conocido en las comunidades y presentado en los otros Evangelios. El interés del evangelista se centra en el testimonio del Bautista y en el ‘nuevo bautismo’ que se inaugura con Jesús. Para el evangelista Juan, el testimonio del Bautista sirve de prólogo para la manifestación de ‘Aquel’ que se convertiría en el “Cordero de Dios’. Título que se aplica a Jesús por su decisión, consciente y voluntaria, de asumir la historia humana sobrecargada de pecado con el fin de redimirla en la cruz. Al mismo tiempo, el ‘bautismo de fuego’ representa la condición de la comunidad cristiana que ya no está orientada por los rituales purificatorios sino por el mismo Espíritu de Dios.
El profeta Isaías nos habla de esperanza y elección. La esperanza estaba puesta en el nuevo Israel que debería retornar del exilio completamente renovado y dispuesto a servir al Señor. La elección era una invitación a realizar el proyecto de Dios con una vocación universal. Desafortunadamente las cosas no sucedieron como lo esperaba el profeta y, en poco tiempo, el pueblo que había retornado con tanto fervor y ánimo se fue desesperando y perdiendo las perspectivas ideales planteadas por los profetas. De todos modos, permaneció el ideal de convertirse, algún día, en luz de las naciones. El Evangelio de Juan reinterpreta el episodio del bautismo de Jesús. El ¿Qué significado tiene, para nosotros, énfasis del texto no está puesto sobre nuestra condición de bautizados en el el episodio en sí mismo ya que es bien nombre de Jesús?
«Él es el Hijo de Dios»