Año 75 Nº 4062 - 2 de Marzo de 2014 8º Domingo ordinario - Ciclo A - Color verde
Confianza en Dios
simplemente nos invita a abandonarnos en manos de Dios Padre y Madre, para quien sus hijos e hijas son las criaturas más importantes de toda su creación, y así, pasar de la angustia a la confianza. Jesús resume en una frase cuál debe ser la actitud de sus seguidores ante la providencia de Dios: «bus-
Quizás no exista otro concepto religioso en nuestra tradición cristiana que se haya prestado tanto al desconcierto, al abuso y a la manipulación, como el de la providencia de Dios. Ha servido para todo: para encubrir la falta quen ante todo el reino de esfuerzo y trabajo de Dios y su justicia». personal y aceptar El reinado se recibe con fatalismo lo como don gratuique venga; para to, con la alegría aquietar nuestra y confianza de conciencia ante quien experimenla injusticia y la ta la paternidadopresión de los maternidad de pobres, esperanDios en su acción do que la provitrasformadora del dencia cuide de mundo. Pero esta ellos. A veces llajusticia (salvación) mamos instintivamende Dios invita también te providencia a la abuna la colaboración y al emdancia y al bienestar, o nos peño personal y colectivo de sentimos apartados de ella cuando sus seguidores con su plan salvallaman a nuestras puertas la penu- dor. ria y el sufrimiento. La confianza lleva necesariamente Jesús no nos explica cómo o cuán- al compromiso, pues nadie se comdo se hace presente la providencia; promete con una causa perdida.
«Nadie puede servir a dos señores»