El Día del Señor Hoja Dominical
Año 77 Nº 42111- Octubre 16 de 2016 - 29º Domingo del tiempo ordinario- Ciclo C - Color Verde Semanario Litúrgico Católico. MISIONEROS CLARETIANOS Lic.0450-64 Mingobierno. ISSN 0122-2155 Dirección: Equipo Claretiano de Comunicación.
www.claretianoscolombiaecuador.org diadelsenor@claretianoscolombiaecuador.org
Carrera 15 N°. 10-41 PBX: (1) 342-16-49 Bogotá D.C
www.issuu.com/diadelsenor
PALABRA DE VIDA
A través de la parábola del juez y la viuda, Lucas pretende reafirmar que la acción liberadora y esperanzadora de Dios es real y que late fuertemente en el corazón de los más débiles de la comunidad. Los dos personajes que se hacen presente en la parábola simbolizan dos compresiones distintas de las relaciones humanas dadas en la sociedad a través de la historia. Por un lado, encontramos al juez, que es descrito como una persona sin nom-
Amplie nuestras reflexiones en: Ciudad Redonda: www.ciudadredonda.org Diario Bíblico: diariobiblico.org
bre, sin un referente espiritual ni comunitario; este juez representa el mundo de los satisfechos, de los poderosos que aplauden sin vergüenza alguna la pobreza y la exclusión sistematizada. Por otro lado, está la viuda, que trae a sus espaldas la impotencia total de los empobrecidos, la indiferencia de una sociedad injusta y el desconsuelo de una realidad que probablemente poco cambiará, su único tesoro y esperanza es su fe, la confianza profunda en las promesas de Dios. A esta situación de exclusión, representada en el juez, la viuda exige justicia (hazme justicia), reclama su valor como persona y como hija de Dios; con su clamor reestablece su lugar, sus derechos y su vida. Como vemos, sólo en la revelación a los que no cuentan, a los marginados, a los que quedan fuera de todo, Dios puede ser conocido en su verdadero rostro, para ellos es el rostro de la justicia, de la paz y del amor. Nuestra fe nos debe conducir al compromiso efectivo con la justicia, la solidaridad y la construcción de territorios de paz, esa es la mejor manera de afirmar que creemos en un Dios justo, en un Dios que ama la vida.
«Hazme justicia»