El Día del Señor Hoja Dominical
Año 77 Nº 4207- Septiembre 18 de 2016 - 25º Domingo del tiempo ordinario- Ciclo C - Color Verde Semanario Litúrgico Católico. MISIONEROS CLARETIANOS Lic.0450-64 Mingobierno. ISSN 0122-2155 Dirección: Equipo Claretiano de Comunicación.
www.claretianoscolombiaecuador.org diadelsenor@claretianoscolombiaecuador.org
Carrera 15 N°. 10-41 PBX: (1) 342-16-49 Bogotá D.C
PALABRA DE VIDA
www.issuu.com/diadelsenor
Si nos detenemos a contemplar y reflexionar las diversas situaciones por las que atraviesa la sociedad actual fácilmente lograremos concluir que como humanidad deberíamos replantear el modelo de vida que pretendemos vivir, cuestionar y redireccionar nuestro sistema económico, político y social para rescatarnos como comunidad humana. Según afirman algunos investigadores sociales, es claro que el ritmo de vida que experimentamos hoy nos está conduciendo a un punto de no retorno que ha creado una doble injusticia: una de tipo ecológico, devastando sin medida la naturaleza; otra de tipo social, generando una profunda brecha entre ricos y pobres. En otras palabras, podríamos afirmar que la humanidad se divide entre aquellas minorías privilegiadas que comen hasta hartarse y aquellas mayorías que se alimentan insuficientemente. Frente a este devastador panorama el evangelio que leemos hoy posee una palabra esperanzadora, propone un nuevo paradigma de sociedad, el cual no se centra en
Amplie nuestras reflexiones en: Ciudad Redonda: www.ciudadredonda.org Diario Bíblico: diariobiblico.org
el dinero, ni en el consumo desmedido e injusto de los recursos, ni tampoco en el individualismo (ego), sino que se detiene en el nosotros, que incluye al ser humano y a toda la comunidad vital. Jesús es muy claro con sus discípulos: no pueden estar al servicio de Dios y del dinero. El creyente debe comprender que una comunidad fundamentada en el dinero y la acumulación de riquezas, especialmente cuando convive con los pobres, termina por excluir el proyecto de Dios. Servir a Dios significa apostarle a la cooperación, a la solidaridad y a la justicia social; es creer que es posible construir un nuevo mundo, una nueva humanidad, un futuro distinto para nuestro planeta.
«No pueden estar al servicio de Dios y del dinero»