El impacto del contexto como arma de doble filo para el infante (ensayo itd)

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BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”. 3° SEMESTRE DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR. ENSAYO: “EL IMPACTO DEL CONTEXTO COMO ARMA DE DOBLE FILO PARA EL INFANTE”. INICIACIÓN AL TRABAJO DOCENTE. TITULAR DEL CURSO: MARGIL DE JESÚS ROMO RIVERA. ALUMNA: DIANA SUSANA GARCÍA RAMOS. FECHA DE ENTREGA: LUNES 22 DE ENERO DEL 2018.


El siguiente ensayo se encuentra elaborado con base a las prácticas realizadas en el jardín de niños “Tzintzilini” que se encuentra ubicado en la colonia C.N.O.P en la calle Sebastián Lerdo de Tejada, en la zona urbana, de la ciudad de Zacatecas. El tema de este documento fue seleccionado debido a que en el jardín de niños en el que realicé mis prácticas el contexto tuvo un impacto muy notable en la conducta de los alumnos. El propósito del presente es abordar el papel que juega el contexto y la familia en la vida del infante, centrando este análisis en la conducta de un niño en específico con el que trabajé durante mis prácticas, ya que esto impactaba en mi intervención, y por ende con el grupo entero. Se habla de un impacto como arma de doble filo ¿por qué hacer esta analogía? porque este puede actuar como beneficio o como perjuicio en los alumnos, pues es cierto que el contexto social en el que se desarrolla el niño influye de manera muy directa en su aprendizaje. La familia es entendida como un espacio de cuidado de los niños y niñas, quienes se preocupan por su bienestar, mientras que el infante es visto como un ser distinto al adulto, con características propias. Estás características se encuentran determinadas por diversos factores, como el contexto en el que se desenvuelve, la estructura de la familia, la comunidad a la que pertenece, el momento histórico que vive, etc. En el jardín “Tzintzilini” la población escolar proviene de un contexto social bajo, la estructura de las familias es diversa, desde familias monoparentales, nucleares, extensas, etc. El nivel económico de los alumnos es bajo y la cultura general de las familias se basa en costumbres y tradiciones propias de la región. En el grupo de 3° B en su mayoría la familia participaba en las actividades o cuestiones escolares, sin embargo lo que llamó mi atención es que de unos cuantos niños no concurrían sus padres, fueron casos exclusivos, pero en algunos de ellos quienes se hacían cargo eran las abuelas o incluso los hermanos. Hubo un alumno que destacó durante mis jornadas de práctica, debido a que mostraba indisciplina al no querer trabajar y no respetar las reglas, sin embargo lo que me hizo encender un foco rojo, fue escuchar los temas de los que usualmente hablaba, pues solía hablar mucho de violencia y asesinatos, incluso en repetidas ocasiones mencionaba que él vivía en la anormalidad. En mi primer jornada de prácticas era mínima la atención que recibía de él, no quería trabajar en las actividades, realmente fueron contadas las veces que una actividad le agradaba y la realizaba, Al principio fue bastante estresante para mí, ya que no quería trabajar y rompía los trabajos, se escondía debajo de las mesas, molestaba a los compañeros, se ponía a jugar, agarraba material didáctico y lo dejaba tirado en cualquier parte. El problema sucedió en que dicho


comportamiento era imitado por algunos de sus compañeros, lo que implicaba que yo debía de modificar las situaciones didácticas en el momento en el que eso pasaba. Juan fue un niño con el que todos los docentes tenían problemas de indisciplina y para “solucionarlo” solían apartarlo del grupo. Fue algo que yo no intenté en algún momento pues el hecho de hacerlo no me parecía lo adecuado, sentí que tenía que actuar de manera diferente, por lo tanto trataba de incluirlo más en las actividades o siempre estar recordándole que tenía trabajo. Los docentes de alguna manera deben buscar alguna estrategia para no recurrir a un castigo o al aislamiento. Pues si observamos al niño como un ente social por naturaleza, éste aprende gracias a las interacciones con el medio. “el desarrollo humano es de carácter interactivo, es un fenómeno que sucede gracias a las relaciones entre personas, donde el afecto y la comunicación juegan un rol fundamental” (Blanco, 2004), por ello no se debe inhibir la socialización con otros individuos, por lo tanto “el rincón” “la congeladora” “el sillón de pensar” “el tiempo fuera” no deberían de ser una alternativa para “remediar” una conducta negativa. Inclusive la teoría de Vygotsky se centra en el aprendizaje sociocultural, y menciona que el desarrollo intelectual del niño no puede entenderse como independiente del medio social en el que está inmerso, ya que que el desarrollo de las funciones psicológicas superiores se da primero en el plano social y después en el nivel individual. Pienso que es muy importante ayudar a los niños a asumir comportamientos que sean positivos, que ayuden en su autoestima y regulen el autocontrol de sus emociones, incluso es vital la participación de los padres. “Las emociones, la conducta y el aprendizaje están influidos por los contextos familiar, escolar y social en que se desenvuelven las niñas y los niños, por lo que aprender a regularlos les implica retos distintos.” (SEP, 2011) Todo ello depende de la colaboración de ambos contextos y sus actores para encausar un cambio gradual en el alumno. En el caso de Juan la abuela era quien se hacía cargo de él, pues el asistir a juntas, estar al pendiente de lo que hacía, o recogerlo de la escuela, era desempeñado por ella. El niño si tenía contacto con su madre pero muy poco, según pude platicar con él, al llegar a casa el podía hacer lo que quisiera y sin ninguna supervisión, momentos en los que aprovechaba para ver videos de asesinatos o violencia. El no tener ese acercamiento con sus padres, el contacto con ese tipo de contenido no apto para su edad, y el impacto del contexto, se veía reflejado en el aula. Sabemos que el papel de los padres es fundamental en la educación del niño, “El grupo familiar proporciona al niño todas las señales iniciales de afecto, valoración,


aceptación o rechazo, éxito o fracaso” (Codavonga, 1999) pues el contexto familiar incide en el desarrollo del infante, ya que la perspectiva que el niño construye del mundo y su imagen, se encuentra altamente influenciada por sus relaciones familiares y estas mismas impactan en el ámbito educativo. Un comportamiento que pude observar durante esta primer jornada en Juan, fue que si no deseaba hacer alguna actividad no la hacía, se dedicaba a distraer a sus compañeros y eso influía de manera negativa en el ambiente de aprendizaje, pues sí más alumnos querían hacer otra cosa como jugar o platicar, lo hacían porque Juan lo estaba haciendo. Otro factor que en ocasiones me resultaba impertinente fue que podíamos estar hablando a cerca de la ONU, y de repente Juan sacaba un tema de la muerte, los asesinatos, violencia, etc. Haciendo que sus compañeros empezaran hablar de sucesos de ese tema, pues no hay que dejar de lado que Zacatecas es un estado inseguro. Cuando esto se suscitaba me resultaba inquietante y a la vez dificultoso volver a centrar la atención de los alumnos, por lo que trataba de recordarle a Juan qué estábamos haciendo o comentado, las primeras intervenciones esto no funcionaba, pero ya con el paso de los días no era tan recurrente el escucharlo hablar de ello. Considero que los temas que él hablaba con frecuencia son debido a la transmisión cultural, la cual opera sobre el lenguaje, la intervención de los adultos que los rodean, la interacción con niñas y niños, y las normas tanto escolares como de casa. Es por ello que la comunicación que los padres establecen con sus hijos es un punto de partida que ayuda a que la situación en la escuela sea favorable y que los aprendizajes sean significativos. “Se ha encontrado que la participación de los padres de familia en la educación de los hijos es asociada a una actitud y conducta positiva hacia el plantel educativo, pues se observan mayores logros en lectura, tareas de mejor calidad y mejor rendimiento académico en general” (Navarro, 2006) A demás fortalece aspectos como la relación de maestros y padres, pues se propicia el diálogo educativo. Teniendo en cuenta que el proceso de enseñanza-aprendizaje descansa en un trípode conformado por el alumno, la familia y la escuela, el particularizar a estos actores no puede garantizar un éxito académico, pero estos cuentan con un mismo objetivo a cumplir “Institución familia y escuela, tienen una misma finalidad educativa y un punto de partida común: el conocimiento del niño” (BOSCH, 1987) por ello es necesario que entre los implicados se establezca una relación autentica. Los aprendizajes significativos no solamente se construyen en la escuela, también tienen lugar fuera del aula, es por eso que los padres deben actuar como reforzadores del conocimiento y es necesario que comprendan la relevancia de la educación preescolar, incluso misma educadora quien se encarga de centrar la


atención en los estudiantes y su proceso de aprendizaje, debe considerar el bagaje que los niños traen de casa “atención cuidadosa a conocimientos, habilidades, actitudes y creencias que los estudiantes traen al espacio escolar” (Bradsford, 2007), y así mismo debe conocer el ámbito familiar porque cualquier acción educativa cuenta con la influencia de estos ámbitos a los cuales el alumno se encuentra estrechamente ligado, y si surge un problema familiar incide en el aula y viceversa, problemáticas del aula inciden en el ambiente familiar. Durante la segunda jornada de prácticas Juan cambió bastante su actitud, no hablaba de temas violentos, trabajaba y compartía más con sus compañeros, después averigüe que se estaba organizando un festival navideño y con ello, una pastorela. En la cual diferentes niños participarían, y la docente titular tenía condicionado a Juan pues si no se portaba bien, no lo dejaría participar como rey mago. Así que durante esa semana no hubo alguna problemática con ese alumno, lo cual de alguna manera resultó de manera positiva en mi intervención, pero el condicionamiento de la conducta, no causa un cambio o aprendizaje verdadero, pues se acostumbra al alumno a que tiene que acatar las normas porque existe algo de por medio “En otras palabras, los alumnos necesitan conseguir ciertas cosas —materiales o morales— y se mueven para conseguirlas. En esto consiste justamente la motivación, en moverse para alcanzar algo que se necesita. Este "algo" es el incentivo, la recompensa, el premio, que lo mismo puede ser un dulce o dinero, que una palabra amable o el cumplimiento de una tarea.” (Pinillos, 1960) Como resultante sólo se obtiene una conducta condicionada, que ocasionará que en algún futuro el niño no realice alguna actividad si es que no va a obtener algo a cambio. Lo que yo intenté durante mi intervención fue guiarlo a que el tratara de analizar sí algunas acciones que realizaba estaban correctas, sí tenía alguna repercusión en los demás, o si su actuar lo afectaba a si mismo, traté de no hacer uso de estímulos y que observará que el trabajar y acatar las normas era provechoso para él, y así realizar una introspección. “un proceso que refleja el entendimiento de sí mismos y una conciencia social en desarrollo, por el cual las niñas y los niños transitan hacia la internalización o apropiación gradual de normas de comportamiento individual, de relación y de organización de un grupo social.” (SEP, 2011) Con el propósito de que en un futuro, por sí mismo pudiese valorar sus acciones y elegir la decisión adecuada. Concluyo diciendo que cambios económicos, políticos, sociales y culturales han impacto a sobremanera al contexto familiar, debido a que la familia es la primer casa del infante, también él ha sido influenciado por dichos cambios, y si entendemos a la escuela como un segundo hogar gracias al sinfín de interacciones, convivencias y aprendizajes sobre los que está inmerso el alumno, también estos cambios han llegado a impactar dentro de las aulas de clase.


Condiciones a las cuales el infante anteriormente mencionado, se enfrenta día a día, causando efectos en su desarrollo tanto cognitivo, psicológico e incluso físico. Al llegar al aula estos efectos entran en juego al momento de relacionarse con los demás, ya que existe un choque cultural, debido a que si en el aula tengo 30 alumnos, hay 30 culturas diferentes, y ninguna mentalidad semejante. Toda esta pluriculturalidad debe ser tomada en cuenta para realizar una planificación, para realmente cumplir con las demandas de los infantes, apoyando su proceso de aprendizaje. Por lo tanto es indiscutible el mencionar que el contexto impacta en una intervención docente, tal y como lo pude visualizar en mis prácticas. El niño llega al aula con la aspiración de aprender, debido a sus características biológicas y psicológicas, pero ocasionalmente ese proceso se ve afectado por pautas familiares no favorables para el aprendizaje, es por eso que los modelos de crianza o la formación de esas características se vuelven importantes, porque pueden facilitar u obstaculizar el desarrollo infantil. Al hacer hincapié en la situación del niño no pretendí descalificar aspectos de la cultura familiar, pues realmente no conozco el sentido de dichas prácticas, ni el entorno social en el que el alumno se desenvuelve, incluso soy capaz de decir que desconozco si dicho entorno puede ofrecer algo positivo, exclusivamente traté de analizar lo que llegó a suscitarse en el interior del salón y la forma en que influyó en mi intervención. Insisto en la importancia que tiene la familia para niños y niñas, pues desempeña el rol de primera educadora, Por eso es importante tener como objetivo primordial el mejoramiento de la comunicación entre padres-docentes puesto que el padre al familiarizarse con el entorno cultural, social, y escolar, probablemente despierte el interés y tome conciencia acerca del impacto que posee el acompañamiento que brinda a su hijo.


Bibliografía: Blanco, R. (2004). Participación de las familias en la educación infantil latinoamericana. Santiago: UNESCO. BOSCH, L. P. (1987). El jardín de infantes hoy. México: HERMES. Bradsford, J. D. (2007). La creación de ambientes de aprendizaje en la escuela . Codavonga, M. (1999). La familia y su implicación en el desarrollo infantil. Navarro, E. (2006). Factores personales, familiares y académicos en niños y adolesecentes con baja autoestima. Pinillos, J. L. (1960). Aprendizaje, recompensas y castigos. Estudios. SEP. (2011). Programa de educación preescolar.


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