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EDITORIAL

Jesús de Nazaret: ¿reformador?, ¿profeta?, ¿mesías?, ¿hijo de Dios?, ¿…?

Estela Aldave Medrano

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Centro de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA) Facultad de Teología de Vitoria-Gasteiz

“Acerca de Yeshua / Jesús. Todas las informaciones sobre él son penúltimas”. Estas palabras, contundentes, sobrias, abren una de las obras de Erri De Luca, dedicada a la persona de Jesús de Nazaret. Y dan en el clavo. Son muchas las cosas que se han dicho a lo largo de la historia sobre Jesús y son también muchas las que se siguen diciendo hoy. Y no en pocas ocasiones se contradicen entre sí. Hasta nosotros han llegado muchos rostros distintos de Jesús a través de la pintura, la escultura y el cine. A Jesús se le ha retratado y vestido según las modas de distintas épocas y lugares. En algunas imágenes se destaca su origen palestino (tez oscura, vestimentas acordes al contexto de la tierra de Israel del siglo I), mientras que otras lo representan con características más centroeuropeas. Hay retratos de un Jesús con rasgos afeminados, mientras que en otros responde más claramente al prototipo cultural de varón. De la mano de estas representaciones, nunca neutras, de Jesús se han destacado ideas y propuestas de vida muy diversas, con fines e intereses también muy diferentes. Para unos Jesús fue un reformador religioso; para otros, un profeta; para unos, un revolucionario político; para otros, el mesías; y para otros, el hijo de Dios. Es más: en el Nuevo Testamento tenemos cuatro narraciones de tipo biográfico sobre Jesús (un género literario que no coincide exactamente con lo que hoy entendemos por biografía) que no son totalmente coincidentes entre sí y que en algún punto presentan diferencias muy notables. De modo que es lógico preguntarse: ¿a qué se deben estas visiones tan plurales de Jesús? Y, quizá más importante aún, ¿son todas ellas legítimas o no?

Actualmente la Biblia en general, y los evangelios en particular, se estudian utilizando métodos científicos. Estos permiten una reconstrucción de la figura histórica de Jesús de Nazaret, en parte limitada (dada la distancia temporal y las escasas fuentes que tenemos a nuestro alcance), pero que presenta al mismo tiempo un grado suficiente de fiabilidad. Hoy tenemos un conocimiento suficientemente amplio (que sigue creciendo) del contexto religioso, socio-político y económico de Jesús, y de los miembros del movimiento que surgió en torno a él, que pusieron por escrito los textos que conservan su memoria. Los datos que se precisan para comprender el sentido de los textos evangélicos y la figura de Jesús provienen de disciplinas muy diversas, como la crítica literaria, la arqueología, la historia social o la historia de las religiones. En definitiva, no es legítima cualquier afirmación sobre Jesús de Nazaret, pero, de igual modo, y como sugeríamos al comienzo de estas líneas, hay que decir que su figura nunca podrá ser agotada del todo ni nadie podrá erigirse en su intérprete último. Querida lectora, querido lector, esperamos que este número de Reseña Bíblica te ayude a conocer y comprender un poco mejor esa figura tan extraordinaria y apasionante que fue Jesús de Nazaret.

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