Caso tipo 33 Autor: Diego Massi Napoli 1993 La Paz Bolivia Cuento. Empiezo este diario para poder seguir, con orden, el caso que le fue asignado al Teniente René Juárez; caso en el que estoy involucrado por ser su ayudante. Sería bueno explicar quién es el Teniente Juárez; pues es el investigador más destacado en la Policía Nacional, gracias a él se han solucionado los casos más extraños y con más inconvenientes. Creo que no debo explicar por qué me siento tan afortunado al trabajar al lado del mejor Teniente de la policía; es más creo que es obvio decir la buena suerte y el placer que me produce trabajar con él. Ahora, después de esas breves, pero necesarias explicaciones, empezaré a describir el caso que nos fue asignado. Mi amigo Juárez, es decir el Teniente, lo llama el caso tipo 33; esta fue la primera sorpresa. ¿Qué significaba el caso tipo 33?; no me animé a preguntar y tan sólo, me límite a esperar que el tiempo me lo respondiera. Con esta duda y sin perder minutos, hice el informe que me había pedido el Teniente y que pasó a detallar aquí en este escrito: Diario, 24 de abril de 1993 Hoy a las 3:36 a.m. se hizo el levantamiento del cadáver en la casa número 33 de la calle C - 4 en la zona de San Antonio. El cadáver pertenecía a un hombre de 56 años, conocido por el nombre de Juan Ramos. El cadáver se encontró en un pequeño cuarto alejado del bloque principal de la casa; presentaba un traumatismo craneal, originado por un arma de fuego calibre 38 mm. La bala ingresé por el hueso frontal del cráneo provocando una ruptura encefálica y salió por el hueso occipital, la causa de la muerte fue el desalojo de masa cerebral que provocó el deceso instantáneo. Se calcula, por el resultado de la autopsia, que la muerte se produjo a las 22:30 del día 23 de abril. Existen dos testigos: El primero, es un muchacho lustrabotas de nombre Jorge Choquehuanca, llamado por sus amigos “El Choquelas”. Este testigo escuchó un disparo en la puerta de la casa y vio salir a un hombre de cabello negro, de un metro sesenta de estatura y vestido con un pantalón y saco de color obscuro. Según la declaración del Muchacho, el hombre sospechoso estaba asustado y corría desesperadamente. El otro testigo es la señora Corina de Ramos, madre del occiso, ella declaró haber escuchado una discusión y luego un disparo; la testigo se encontraba en su dormitorio y por los 92 años que carga en sus hombros, no pudo observar lo que pasaba, no por falta