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B – COMENTARIOS Y CRÍTICAS

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ACERCA DEL AUTOR

ACERCA DEL AUTOR

Actuación en el Conservatorio. Madrid, 1954

B – COMENTARIOS Y CRÍTICAS

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En cualquier parte que tocó sus triunfos ante público y crítica fueron absolutos, ya fuera de obras de autores nacionales (Albéniz, Granados, Turina o Falla) o extranjeros (Bach, Haendel, Mozart, Beethoven, Schumann, Mendelssohn, Chopin, Liszt, Fauré, Scarlatti o Chaikovsky) No son pocos los medios en los que se ha escrito o dicho con reiteración: ¡Este chico va a retirar a muchos pianistas! Así mismo era un común denominador de sus actuaciones que se viera obligado a regalar dos o tres bises en cada concierto, amén de las atronadoras ovaciones y aclamaciones recibidas con el público en pie.

Respecto a su forma de interpretar es conocido que Esteban Sánchez solía estrenar las composiciones de compañeros y amigos y, en muchas ocasiones al oír sus obras, estos solían exclamar llenos de admiración: ¿¡Pero eso lo he compuesto yo!?

1 Es muy cercana y fiable la opinión de Antonio Baciero, compañero y amigo de Esteban Sánchez, que ofreció en Hoy Diario de Extremadura el 5 de febrero de 2003:

“Una estrella única y aislada, que brilló con luz propia dentro del cosmos de las grandes apariciones geniales de la historia de la música. Un hombre que, sin demasiado esfuerzo, consiguió ser un pianista deslumbrador que superó a gente que se ha dedicado con gran persistencia e interés a una carrera musical. Fue una aparición estelar que no tiene parangón ni sucesión, un pianista que mostraba su arte con brillantez y seguridad absolutamente proverbiales, con un poderío técnico al que se sumaba su fantasía interpretativa, difícil de superar por los grandes de su siglo”.

2 No podemos dejar de exponer aquí la traducción autorizada de la crítica, que lo dice todo, sobre el pianista español ganador del Primer Premio en el Concurso Internacional

Alfredo Casella, obtenido en Nápoles (Italia) el día 3 de mayo de 1954. Así opinó el célebre crítico musical Aloys Mosser, miembro del jurado en esa edición, en el diario de

Ginebra La Suissse el 11 de mayo:

En la persona de Esteban Sánchez Herrero, en el que la precoz personalidad transporta al público, así como ha cautivado al jurado, yo he tenido hoy la impresión de que España tiene desde ahora un ejecutante que se inscribirá en la gloriosa línea de los Sarasate, Casals y Segovia.

Este joven, con la cara delgada y aniñada, con la mirada riente, dulce, asombrada como la de un niño, es propiamente una fuerza de la naturaleza. Literalmente poseído por la música y el ritmo a los que se entrega con un frenesí, (que, sin embargo, está siempre maravillosamente controlado), pone en sus ejecuciones una llama ardiente, una pasión, una borrachera dionisíaca, que ejercen una acción irresistible sobre su auditorio.

Poseyendo una técnica deslumbrante de gran precisión, igual y nerviosa, una manera de atacar las notas a la vez vigorosa y blanda, que tiene una asombrosa diversidad de matices y que se presta a inflexiones impalpables, así como a los impresionantes desencadenamientos sonoros.

Esteban Sánchez tiene sobre la mayor parte de los pianistas de su generación la ventaja inestimable de usar, con tanta maestría como tacto, el uso de las medias tintas de las sonoridades intermedias (el mezzo-piano particularmente), que impregnan a su manera de tocar de una constante variedad y una singular seducción.

A pesar de que sus posibilidades digitales son extremadamente extensas, tiene el mérito de no ceder, como tantos de sus congéneres, al demonio de la velocidad. Puntuando cuidadosamente, su labor no se precipita y presta una atención de cada instante a los valores rítmicos y los silenciosos, así sus ejecuciones conservan siempre un orden, un aplomo y una claridad con las que se impone sin esfuerzo en el espíritu del auditorio.

Yo no sé lo que Esteban Sánchez hará frente a una obra de Mozart o Beethoven, porque su programa se componía de una Fantasía y Fuga de Bach, la Segunda Balada de F. Liszt, una pieza extraída de Goyescas de Enrique Granados, El Pelele, y el 2º Concierto para Piano y Orquesta de Rachmaninoff. Lo que yo sé bien es que estas obras las domina espiritualmente, tanto como materialmente, y que las expone con autoridad magistral.

El joven pianista español dio prueba de un gusto consumado, de una sensibilidad, de una madurez de espíritu, de una mesura y de una dignidad de expresión, así como de una facultad de comunicación poética que, desde el primer momento, se ganaron la opinión unánime del jurado.

Teatro Tívoli de Copenhage, 1966, con Pierino Gamba.

3 Una muestra de diversos medios escritos, en diferentes lugares y años distintos.

*Revista Ateneo de Madrid (15 de septiembre de 1954). El redactor musical y director de la revista, Fernando Ruiz Coca, como presentación a la entrevista al genial pianista extremeño:

“Esteban Sánchez es punto y aparte en la última generación de pianistas, hablamos de la primera mitad del siglo XX, es un mundo aparte y aun opuesto. Es la pasión frente a la serenidad. Encarna la pasión desbordada en la que hay una sinceridad natural y sana. Toca el piano con una técnica rotunda y poderosa, como un poseído. Es la furia española ante el instrumento”.

* El Diario Palentino (13 de marzo de 1955) El socio 1313 de la Sociedad Filarmónica de Palencia escribe sobre el concierto de dos días antes:

“Inclinado amorosamente sobre el piano, casi fundido con él, en una postura nada académica, Esteban Sánchez transmite su mensaje de portentoso superdotado de la música. Hay pensamiento y hay sentimiento, servidos ambos por una técnica maciza, sencillamente magistral. Sensibilidad, delicadeza, ternura derrochó en las obras de la primera parte, con Bach, Haendel, Mozart y sobre todo Scarlatti con sus tres sonatas. Un esforzado alarde, una prueba de fondo fue la segunda parte comenzado con Chopin, y re-

matada con dos páginas colosales, de abrumadora pasión, con Brahms y Listz. Tras cerrar el concierto con la música españolísima de Albéniz y Granados, hubo propina triple. La fecha de la primera audición de Esteban Sánchez debiera ser recordada colocando en el “Erard” de la Filarmónica una escueta inscripción: En este piano tocó Esteban Sánchez, el monstruo de la música del siglo XX, el 11 de marzo de 1955. Una fecha indeleble para la historia filarmónica de Palencia”

* Revista Ritmo (Julio-Agosto de 1955). En su página 8, sección Nuestra Portada, ilustrada por la foto del momento de “fichar” por el Departamento de Conciertos de Ritmo, “que organizará la próxima temporada brillantes jiras nacionales y extranjeras al joven pianista español”, entre otras rotundas afirmaciones, Fermín Ramos señala:

“Se le achaca a Esteban sinceridad; se le achaca un excesivo vigor; se le achaca esa furia brutal con que acomete sus interpretaciones… En definitiva, con eso lo que se le achaca es su españolismo. Yo creo que ha pasado la época de una música sensiblera, ejecutada para enjugar lágrimas con pañuelos de encaje. Estamos en una época de transición, brusca y dura, de la hipocresía a la verdad clara y seca. En España, Esteban Sánchez está imponiendo un nuevo modo de oír la música, porque él tiene “su” modo mágico de decirla”.

* Diario de Burgos (27 de abril de 1956) “Esteban Sánchez, español de raza con un temperamento y vehemencia desbordantes en plena juventud. Entusiasma a los públicos españoles pero enardece a los extranjeros por esa bravura y nobleza a lo español”.

* El Comercio, Gijón (27 de octubre de 1967) “Escuchar un concierto de Esteban Sánchez es vivir cerca de dos horas de tensión musical máxima. Técnica a chorros y potencialidad de colorido. Sus versiones son hondas, comunicativas, claras, entusiasmadas y entusiasmantes, extraordinarias, maravillosas”

* Diario de Sevilla (3 de marzo de 1971) “Toda polémica alrededor de su nombre es la contradicción que se da siempre con la figura genial, ante la que nadie puede permanecer indiferente”.

*El mismo diario (26 de abril de 1997), con motivo de su fallecimiento “Uno de los más grandes pianistas de los años 50 y las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo XX. Sus actuaciones siempre estuvieron marcadas por una entrega total, personal, técnica y musical que emocionaba a todos los públicos. Sin escatimar nunca los amplios recursos que su poderosa técnica podía ofrecer, asumía riesgos de manera natural con resultados magistrales. No exenta la crítica de perplejidad, traducida en desconcierto de satisfactorio asombro fue la tónica habitual”.

* El Comercio, Gijón (18 de marzo de 2008) Este periódico cuenta que el día de la fecha se producía en Gijón un homenaje al escultor, pintor y fotógrafo, además de apasionado de la música clásica y del jazz, Joaquín Rubio Camín (Gijón, 1929-2007) Los participantes fueron dos reconocidos instrumentistas: su nieto Bruno Ordozgoiti (pianista) y su sobrino Oscar Ybarra (trompetista). Bruno

contaba en la presentación del homenaje que, en cierta ocasión, su abuelo le regaló un disco que era una selección de obras de Albéniz tocadas por Esteban Sánchez. Al entregárselo le dijo: ¡Nunca en mi vida he escuchado algo igual!

* Hoy Diario de Extremadura, (5 de enero de 1988) Incluimos para terminar este capítulo una parte del artículo de Miguel del Barco (Catedrático del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid), que se incluyó en la página 14 del citado diario regional bajo el título de Esteban Sánchez: Un gran maestro del piano.

“En los medios musicales de la capital de España había expectación ante la anunciada actuación de nuestro paisano el pianista Esteban Sánchez en el programa “Música y músicos” de Televisión Española. Ello es lógico si pensamos que Esteban lleva muchos años ausente de los grandes escenarios en los que tantos y tan señalados triunfos cosechó con su maestría insuperable.

Por tal motivo, y ante el interés despertado por lo que muchos califican de un auténtico acontecimiento musical, he considerado oportuno reproducir aquí, en este artículo, en apretada y obligada síntesis, lo que escribí en la contraportada del disco editado por la Asamblea de Extremadura en 1986 –antología de la obra discográfica del maestro extremeño- como homenaje de nuestro pueblo a uno de sus hijos más preclaros.

Hoy que tanto y tan generoso culto se rinde a la mediocridad a costa y no pocas veces de la marginación y el sacrificio de auténticos valores; hoy que tanto “pavo real se pavonea” por entre la fauna musical extremeña endiosado con la lisonja barata y el vano incienso del necio y del ignorante; hoy que una simple y casual ráfaga televisiva sirve de pretexto para el anuncio a bombo y platillo de los que no alcanzan, ni como músicos, ni como intérpretes, un mínimo nivel exigible; hoy, un gran pianista, una figura internacionalmente consagrada, un extremeño de pro ofrecerá a través de la pequeña pantalla una muestra de su arte exquisito, de su toque genial, de su maestría suprema, cualidades todas ellas que han hecho de Esteban Sánchez el más destacado pianista de su generación”.

(El programa a que se refiere este artículo, cuya primera parte fue dado por televisión el 30 de diciembre pasado y estando previsto que la segunda lo sea mañana día 6 de enero, fue grabado en un concierto público que Esteban Sánchez ofreció el día 28 de octubre de 1987 en el Museo de Arte Romano de Mérida)

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